Assassins Pride (NL)

Volumen 4

Lección 06: El Tren Llamado Pecado

Parte 4

Delante de donde dirigía sus pies estaban las gemelas de piel morena arrodilladas en el piso. Ninguno de los pasajeros las había notado, pero con los enmascarados completamente destruidos estaban sintiéndose incomodas.

–Hey, ustedes.

Derby las llamo, haciendo que levantaran sus rostros.

Desde sus mejillas ligeramente demacradas se escuchó un sonido seco.

Y una vez más se escuchó. Después de golpear las mejillas de ambas, Derby frunció el ceño severamente.

–Ustedes, me explicaran por que hicieron una estupidez como esa, ¿Entienden?

–…

–…

Mordiendo sus labios, Lucil y Laila nuevamente bajaron la mirada.

Mientras observaba el intercambio de la compañía en una esquina de su campo de visión, Kufa también inclino la cabeza dentro de su mente. Ciertamente, la razón del por qué las gemelas habían cooperado con un grupo de asesinos de la casa secundaria de los Shicksal era preocupante. ¿Acaso tenían un rencor personal contra Lord Shicksal tal como había dicho Gibson o tal vez…?

En ese momento, una estridente carcajada resonó en el salón de fiestas.

–¡¡Ahahahaha!! ¡Magnifico! Un final digno de una pequeña obra callejera, ¿¡No es así, todos!?

Era Gibson Valley quien estaba desplomado con forma de 大 sobre el escenario. Aunque era incapaz de levantarse por sus heridas, aplasto la atmosfera relajada de los pasajeros haciendo alarde levanto una gran voz.

–Pero ya es muy tarde. ¡En el momento en que montaste este tren, el final de la peregrinación ya estaba decidido, Salacha-sama!

–… ¿Qué significa eso, Gibson-san?

–¿A dónde piensas que se dirige este tren?

El hombre de figura magra respondió con otra pregunta. Y las cuatro chicas se miraron entre sí. Sin siquiera esperar una respuesta, tomando una profunda respiración, Gibson grito.

–¡Elegiste a los rehenes, Salacha-sama! ¡En el momento en el que fuimos derrotados, el plan ya se estaba moviendo hacia la etapa final! ¡Mis compañeros que están a la espera en el exterior ya deberían estar comenzando a moverse…! Pero no se preocupen, ustedes no llegaran a ningún lugar. ¡¡Porque delante de esta línea férrea hay una bomba colocada!!

Los pasajeros hicieron un gran escándalo. Como era de esperar, esta vez no hubo voces de burla.

El tren continuaba corriendo casi a máxima velocidad. Las sacudidas regulares resonaban en el interior.

–¡Incluso si el plan fallaba! ¡Lo arreglamos para que la posición de Serge Shicksal se desplome! Él pasara a la historia como un Rey manchado de sangre que sacrificó a su doble de cuerpo, su hermana menor y a ciudadanos comunes sin ninguna culpa…… Fufu, ahahahaha—¿¡Hagyah!?

Kufa piso con todas sus fuerzas su plexo solar, haciéndolo perder la conciencia. Sin siquiera darle una mirada al desmayado Gibson, inmediatamente se dio la vuelta y salió volando desde el salón de fiestas.

–¡Sensei!

–¡Todos los pasajeros por favor permanezcan en este lugar!

Gritando con una voz afilada, se dirigió hacia el pasillo del vagón de primera clase. Un poco después, su estudiante de cabello dorado lo persiguió.

Sin siquiera tiempo para tomar un arma. Kufa corrió como el viento por el pasillo hasta la parte frontal del vagón. Abriendo de una patada la puerta del área de conexión, paso hacia el vagón de segunda y tercera clase.

Pudiendo ver la rustica puerta del vagón locomotora de adelante, Kufa libero una patada frontal sin aligerar su velocidad.

*¡Goon!*

El pesado eco fue absorbido por las paredes sin propagarse demasiado.

La puerta no se movió un centímetro. Incluso si estaba hecha de grueso hierro, no era algo que pudiera aguantar la fuerza de ataque de un Usuario de <Mana>. Kufa inmediatamente le dio una patada giratoria a la manija. Al mismo tiempo que la puerta se movía ligeramente, el sonido de la carne viva se aferró a sus tímpanos.

Melida quien finalmente lo había alcanzado, pregunto mientras ponía sus manos en sus rodillas.

–S-Sensei…… ¿La puerta no se abre?

–Si. Algo parece estar bloqueando la puerta desde el otro lado.

–Algo…

–Un cadáver humano. Probablemente.

Al instante Melida levantó su rostro y se quedó sin palabras. Desde la puerta de hierro firmemente cerrada comenzaba a filtrarse el hedor a muerte.

–En esta situación, las personas que estaban moviendo el tren ya no están vivas. Parece que desde el principio tenían la resolución de descartar sus vidas, ¡Eh?

–No puede ser… llegar hasta ese punto…

–Ojou-sama, por favor retírate. Yo entrare desde el techo—

Mientras hablaba, coloco su pie en el marco de la ventana y en el instante en que inclino su cuerpo hacia el exterior, repentinamente, un proyectil llego volando desde enfrente, atravesando el hombro derecho de Kufa.

–¡Sensei!

Kufa fue arrojado hacia la pared e inmediatamente se arrojó al piso abrazando a Melida. Justo después, la lluvia de balas que llego de manera continua, atravesó el pasillo y las ventanas de manera absurda.

–¡S-Sensei! ¡¡Estas herido…!

–Me defendí. No hay problema. Sin embargo, con esto—

Mientras cubría a Melida y a si mismo con <Mana> reforzado, Kufa miro la situación del exterior por una pequeña abertura.

Murciélagos negros equipados con las armaduras de vuelo que había visto antes estaban repitiendo sus disparos de advertencia hacia la ventana mientras volaban alrededor de la locomotora. No pensaban dejar que detuviera el tren bajo ninguna circunstancia.

Su número era de 7 personas. No era que no pudiera atravesar por la fuerza, pero viendo la martirizacion de Gibson y los demás, ese grupo seguramente no dudaría en autodestruirse poniendo su propia vida en riesgo. Si saliera disparado desde el tren en medio de su marcha, seria el final de la línea.

–¡¡Ku…!!

Las ráfagas de disparos sin ningún objetivo ni moderación por el número de balas llenaron de agujeros las paredes del pasillo sin detenerse ni por un instante. Estaban poniendo su corazón solo para detener completamente a Kufa. Parecía que no les importaba lo que harían después si podían aguantar hasta que el tren explotase.

¿¡Que hago!?

Mientras ponía fuerza en sus brazos que abrazaban a Melida, Kufa estaba indeciso. Con su Poder Defensivo, Melida aun no podía defenderse de los proyectiles de <Ambrosia>. Sin embargo, si permanecía cruzado de brazos de esta manera—

Justo después, un sonido explosivo resonó desde fuera de la ventana y los disparos se interrumpieron. Kufa al instante levanto su rostro y entonces lo vio. Uno de los murciélagos negros, envuelto en llamas iba cayendo.

A continuación, un segundo. Un tercero. Las Armaduras de Vuelo de los murciélagos negros explotaban una después de otra, cayendo en espiral hasta la superficie a miles de metros debajo. El anormal sentido de la vista de Kufa capto la trayectoria de las balas que golpeaban su equipo que volaba por el aire, los atravesaba y se marchaban volando hasta más allá del cielo nocturno.

Sin tiempo para que el tutor y su estudiante se sorprendieran, los altavoces dentro del pasillo comenzaron a sonar.

《… Ah… ah— ¿Puedes escucharme, Vampir-kun? La frecuencia debería ser correcta, pero… aunque es una lástima nosotros no tenemos forma de comprobarlo.》

–¿Lord Shicksal…?

《Si tienes algo de compostura mira el exterior, a dos líneas de distancia por arriba. Yo estoy allí.》 Aun dentro de los brazos de Kufa, Melida levantó su rostro y al mismo tiempo lo vio.

Mientras superaba ligeramente a este tren en velocidad, un tren verde oscuro corría paralelamente. Kufa vio al joven Duque cercano al marco de la ventana. Y Melida vio la pequeña sombra humana que estaba agachada sobre el techo de ese tren.

Justo como si hubiera estado mirando su situación con clarividencia, la sonriente voz del Duque resonó.

《Tú sigue protegiendo a la princesa. Nos encargaremos del resto.》

Al mismo tiempo que pronunciaba el final de su oración, la persona sobre el techo acciono la manija del cerrojo.

Era una chica que sostenía un rifle de francotirador que superaba su altura. Su edad probablemente era cercana a la de Melida.

Expulsando el cartucho vacío, la chica miro a través de la mira con unos ojos vacíos que no mostraban ninguna clase de emoción.

Después de un segundo, disparo. Un impacto como el de un cañón sacudió el aire y el proyectil disparado a la velocidad del sonido atravesó directamente a uno de los murciélagos negros. Mientras esparcía sangre y pedazos de metal abundantemente, uno más cayo hacia el hades.

Jalando el cerrojo, cargo una nueva bala. Disparo. Cargo. Disparo—con esos disparos precisos que parecían fluir, derribaba fácilmente a los murciélagos negros que volaban alrededor a alta velocidad. Sin despegar ni por un momento sus ojos de las pupilas vacías de la enigmática chica, Melida murmuro inconscientemente.

–Increíble…

《¿Qué te parece, Vampir-kun? Mi <perro guardián> seguro es grandioso, ¿Cierto?》

Junto con la voz orgullosa de Serge Shicksal, el séptimo y último disperso llamas en medio del aire. Kufa se puso de pie al instante y coloco su pie en el marco de la ventana.

–¡¡Lord Shicksal!! ¡Adelante—!

《Eso es peligroso, así que permanece sentado. Está bien, ya nos dimos cuenta de que algo extraño está instalado más adelante de la línea férrea.》

Mientras su cabello era agitado por el fuerte viento, la francotiradora sobre el techo del tren movió en gran medida el cañón de su rifle. Dirigiendo su puntería hacia muy por delante del vagón que corría en paralelo, estrecho ligeramente sus ojos—y disparo.

La bala que salió disparada junto con un estruendo solemne supero fácilmente la velocidad del tren y voló en línea recta. Al golpear con una certeza milimétrica el desvío instalado en la intersección de las vías, los múltiples rieles que se movieron en conjunto cambiaron su organización como engranajes.

La hermosa voz de Serge Shicksal resonó a través de los altavoces en todo el interior del tren.

《¡Sera una gran sacudida! ¡Todos los pasajeros, agárrense de algo!》

Antes de que lo dijera, Kufa ya había abrazado la cabeza de Melida y se agachó contra el borde de la pared. Y al mismo tiempo que sus manos lo agarraban, un increíble impacto lateral golpeo al tren.

–¡Kya…!

Las ruedas soltaron un gemido y chispas explotaron fuera de la ventana de cristal. Luego de varios segundos abrazando todo el delicado cuerpo de Melida y resistiendo, el tren a penas evito el descarrilamiento y retomo su tranquilidad.

Y entonces, justo después de avanzar unos cientos de metros como si no hubiera pasado nada, en un instante, el riel que corría bajo sus ojos, exploto.

Violentas llamas explosivas se hincharon desde su base, y la onda de impacto voló en pedazos la estructura de metal. Un instante después, el estruendo y el furioso viento empujaron el tren de Kufa y los demás. Las ventanas temblaron, pero por fortuna los cristales no se rompieron.

–¡Awawawa…! Q-Que terrible…

Sin embargo, ante su mirada había una escena deplorable que la hacía dudar de sus ojos. Melda se pegó a la ventana de cristal y gimió.

Los incontables rieles de altura que circulaban alrededor de Flandor, al igual que el <Palacio Mundo de Cristal> de la academia para chicas Saint Frideswide, y la Bibliagoth, eran un importante patrimonio que fue construido en la antigua era. Y una parte de ellos había sido completamente excavada y el fuego surgía desde los rieles doblados. No quería ni imaginar cuanto sería el daño histórico e impacto económico.

Dicho eso, mirándolo desde el punto de vista de un ciudadano normal, esto era como un sueño con el Héroe apareciendo con gallardía con este gran espectáculo. Los pasajeros salieron volando desde el salón de fiestas e inclinándose contra las ventanas, dejaron escapar una fuerte ovación.

–¡¡Sera-sama~~!! ¡¡Lo sabía, Sera-sama es maravilloso~~!!

La voz chillona de Derby resonó hasta el vagón locomotora. Después de esperar hasta que la euforia de los pasajeros se calmara, Serge Shicksal colocó el aparato de comunicación junto a su boca.

《Vampir-kun, Salacha y todos los pasajeros también, lamento mucho haberlos envuelto en este problema. Entonces, reunámonos en el Distrito del Rey Santo, hasta luego.》

La comunicación se cortó de golpe. Sintiendo repentinamente una fuerte mirada desde más allá de la ventana, Melida levanto su rostro.

–… Esa chica…

Cuando se dio cuenta, la Francotiradora que estaba en el otro tren se había puesto de pie sobre el techo y miraba en su dirección con una mirada que parecía atravesarla. Su mirada vacía y la mirada de Melida se cruzaron.

Unos cuantos segundos después, la chica giro su rostro y desapareció dentro del tren. Kufa también suspiro con alivio y separo sus manos de Melida.

–Ojou-sama, ya que romperé la puerta con un método un poco forzoso, por favor aléjate. … O, mejor dicho, está bien si regresas al salón de fiestas. Gracias a que vino Lord Shicksal, parece que todo se resolvió. Si, que bien, ¿No?

–¿S-Sensei? ¿Por qué pareces de mal humor…?

–No, en absoluto. Nunca pensé en “ese bastardo saliendo en el último momento y robándose la gloria”—nada como eso, en absoluto.

–Sensei…

Agarrando su falda con exasperación, Melida repentinamente se inclinó hacia adelante.

–¡S-Sé que actuaste aún más magníficamente, Sensei! ¡¡He visto de muy cerca lo genial que eres después de todo!!

–… Gracias.

Dándose cuenta de que estaba preocupando a su estudiante unos años menor, Kufa deshizo las llamas de su

<Mana> con una expresión anormalmente compleja.

El tren cargado de turbulencias soplo fuertemente su silbato de vapor, apuntando hacia la ciudad sobre el cielo—