Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 11

Capitulo 4: El Sueño Del Vampiro Era Tan Triste Que Tuve Que Esparcir Azúcar

Parte 4

Después de un segundo, Alshiera cambió su enfoque a Zagan, quien notó su llegada y se volvió hacia ella.

“Estás aquí, Alshiera”.

“Es maravilloso verte bien, mi Rey de Ojos Plateados”.

“Corta los halagos inútiles. Tienes un plan, ¿no?”

Alshiera le dedicó una sonrisa preocupada y respondió: “Puedo llevarlos a ustedes dos… y al otro de inmediato, pero me regañaron y me dijeron que no hiciera nada innecesario”.

“Obviamente. Aún no hemos terminado de ocuparnos de esa cosa que está encima de nosotros. Como el infierno, dejaré que me saques tan temprano”.

Habían erradicado a los demonios, pero el ojo en el cielo todavía estaba completamente ileso y goteaba lágrimas.

“Oh, vaya”, dijo Alshiera con una risita. “Ustedes dos realmente se entienden perfectamente. Qué envidiable… Si podemos cerrar el sello, aún podemos hacerlo a tiempo. Lilith y yo detendremos eso”.

“… ¿Eh?” Lilith murmuró. Se sintió como si acabara de escuchar algo completamente indignante. “U-Uhhh, ¿yo? ¿Qué quieres decir?”

“Exactamente lo que dije. ¿No eres la súcubo más poderosa del mundo?”

“¿Q-Qué hay de usted, Mi Señora?”

Lilith sabía que este vampiro solía ser un súcubo. Y, sin embargo, Alshiera negó con la cabeza para rechazar esa idea y agarró la mano de Lilith.

“No vengo de una prestigiosa línea de súcubos ni nada. Ya te has vuelto mucho más fuerte que yo”.

“P-Pero…”

No sabía qué hacer cuando se enfrentaba a palabras tan edificantes. En este momento, ella no era capaz de nada más que temblar de miedo.

“Animo. No hay nada que no puedas hacer en un sueño”.

Lilith miró la mano que apretaba la suya con fuerza… y tuvo una visión impactante.

“Mi Señora, su mano…” dijo con un grito ahogado.

La mitad ya era transparente. Con solo tocarlo dejaba una vaga sensación en su piel.

“Todas esas balas que hice para los Seraph Hunters ahora son para nada, ¿eh?” Dijo Alshiera con una leve sonrisa. “No esperaba desaparecer así”.

Lilith entendió lo que estaba pasando.

Ella va a desaparecer…

Este templo realmente no podía permitirse el lujo de sufrir ningún daño. Cada golpe reducía la existencia misma de Alshiera.

Lilith había sido manipulada por esta chica y le pidió que cumpliera con demandas irracionales durante toda su vida. Pero cuando Selphy se escapó de casa y se presumía que Kuroka estaba muerta, se quedó a su lado. Antes de darse cuenta, había crecido más que la vampira, pero Alshiera era su hermana mayor, su madre y su amiga.

Alshiera le dio una pequeña bofetada a la frente de Lilith y dijo: “No pongas esa cara. Mi largo sueño simplemente está llegando a su fin. Después de dormir un poco, el Clan Nocturno siempre regresa”.

Eso es una mentira…

Lilith había aprendido que el cuerpo real de Alshiera estaba allí. El colapso de este templo significaba que Alshiera se enfrentaría a la “muerte”. Una vez que desapareciera, todo habría terminado. Aun así, ¿qué clase de princesa sería si no pudiera conceder su último deseo? Lilith sintió que las lágrimas amenazaban con desbordarse de sus ojos, pero luchó contra ellas para dar una respuesta adecuada.

“Okay…”

“Gracias, mi lindo cervatillo”.

Parecía que era la primera vez que Alshiera le daba las gracias. Y al escuchar eso, Lilith reflexionó sobre lo que había dicho.

“Animo. No hay nada que no puedas hacer en un sueño”.

“Mi largo sueño simplemente está llegando a su fin”.

Lilith formó una teoría infundada en torno a esas palabras, pero al menos encontró consuelo en eso…

Si lo que dice es verdad… debería poder hacerlo.

Por lo tanto, Lilith asintió.

“Lo intentaré. Esta vez, seré yo quien la salve, Mi Señora. Definitivamente lo lograré”.

No estaba claro cuánto de eso llegó a Alshiera, pero aun así asintió y miró a Zagan.

“Así es, mi Rey de Ojos Plateados. Por favor, proteja esta área hasta que sellemos ese ojo en el cielo”.

“Eso está bien y todo, pero ¿realmente va a quedarse ahí y dejar que lo selles? Los demonios siguen goteando mientras hablamos”.

Los ataques de Nephy y Foll habían aniquilado a la gran mayoría de ellos, pero los demonios aún se multiplicaban rápidamente. Alshiera asintió, sabiendo esto muy bien.

“He jugado mi mano. Hazlo, Naberius”.

“Sí, sí…”

El Archidemonio disparó al ojo. Inmediatamente después de eso, una esfera que era tan negra como esa pesadilla estalló sobre sus cabezas.

“¿Eh? ¿Eso es un Seraph Hunter?”

“Es el Seraph Hunter tipo francotirador de gran calibre: Marduk II. Es el único Seraph Hunter aquí en este mundo, aparte de mi Stern y Mond”.

“…Ya veo. Esa fue la tarifa que pagó a Naberius para reparar a tus Seraph Hunters, ¿eh?”

Lilith no pudo seguir la conversación en absoluto, pero notó que Alshiera se encogió de hombros y afirmó en silencio las sospechas de Zagan.

Un segundo después, la canción de Nephy resonó en el aire una vez más.

“[El puente dorado corre miles de millas por este instante, y el bastón de la serpiente traerá noticias de prosperidad y ruina.]

[Las cañas son tentadas a un sueño eterno. Tal es la guadaña divina cuyo poder incluso puede cosechar al progenitor.]”

En el momento en que Lilith vio que el aire temblaba como el agua, los cuerpos de los demonios se hicieron añicos. Como usaban la canción de Selphy como medio, todos sus ataques se basaban en el sonido.

Atacados por el ataque repentino e invisible, incluso los demonios no tenían forma de evadir. Zagan le dio a la vista una mirada de reojo y echó a correr.

“¡Heaven’s Phosphor Purple Lightning!” rugió, una vez más activando la hechicería que había usado para contener sin ayuda a cientos de demonios.

“Ahora bien, comencemos”, dijo Alshiera. “… ¡Correcto!”

La vampira le dio a Lilith un ligero golpe en la frente en ese momento.

“Tu trabajo es bastante simple. Solo necesitas hacer que esa cosa duerma. Tienes que hacerle entender que esto es solo un sueño”.

Para una súcubo, conseguir que alguien durmiera dentro de un sueño era un juego de niños.

Pero… ¿dormir? ¿Esa cosa?

El ojo residía en medio de un vórtice de odio y desesperación que podía volver loco a uno solo con el tacto. El chico que se había quedado atrapado allí perdió completamente la cabeza hasta el punto en que ni siquiera recordaba quién era. Fue una pesadilla incluso para un Archidemonio.

¿Cómo se suponía que iba a dormir?

“Lo harás bien. Todo lo que hace es afligirse. Entonces, todo lo que tienes que hacer es callarlo para que se vuelva a dormir suavemente”.

Lilith lo entendió ahora. Para deshacerse de una pesadilla, todo lo que tenía que hacer era darle pensamientos amables y gentiles al soñador. No era sencillo acallar tal desesperación, pero era posible si Alshiera estaba a su lado.

“Ugh…” Alshiera dejó escapar un pequeño gemido. El ojo en el cielo estaba vertiendo su pesadilla en oposición. Por lo tanto, Lilith lo llamó.

No sé qué tipo de monstruo eres, pero mientras esté soñando, ¡incluso puedo conseguir que un dios duerma!

El ojo comenzó a cerrarse como si se durmiera, pero en el último momento, se abrió de par en par en una demostración final de resistencia. Lágrimas negras caían desde arriba, escapando de sus bordes.

“Esto es malo. ¡Naberius!”

“¡No seas irracional!”

Varias de las lágrimas estallaron en su línea de fuego, pero no poseía el poder para quemarlas todas. Alshiera se movió para sacar sus armas de hierro de debajo de su falda, pero…

“Oh…”

Sus manos transparentes no pudieron agarrarlos. El trozo de hierro cayó al suelo con un ruido sordo. Había una clara sensación de pánico en el rostro de Alshiera. Una de las lágrimas caía directamente hacia ellos, poniendo a Lilith en peligro.

Zagan estaba volviendo sobre sus pasos hacia atrás, pero incluso con la velocidad de Purple Lightning, no lo lograría a tiempo. Nephy y Foll seguían brindando apoyo continuo, pero no tenían una idea precisa de la situación. Nadie pudo venir a salvarlos, lo que significa que el siguiente curso de acción de Alshiera estaba claro.

“¡Aleja—! ¡¿Eh?!”

Alshiera trató de apartar a Lilith, pero Lilith la abrazó. “¡De ninguna manera! ¡Esta vez, te estoy salvando!”

Esa fue la primera vez que Lilith le había hablado a Alshiera de esa manera. No la iba a dejar simplemente desaparecer mientras vigilaba. Los dos cayeron juntos al suelo. No parecía que pudieran escapar de la lágrima que caía.

Lilith abrazó a Alshiera con fuerza y cerró los ojos. Sin embargo, el dolor que temía nunca llegó. En cambio, escuchó cierta voz.

“¡Siempre soy yo el que está siendo protegido! ¡Odiaba no poder estar de pie en momentos como este! ¡Por eso quería poder!”

El niño se paró sobre Lilith y Alshiera para cubrirlas. Tenía al Seraph Hunter caído agarrado en su mano y lo empujó hacia la lágrima. Era un misterio si un demonio realmente tenía la misma masa que sugería su tamaño, pero la lágrima se detuvo por completo al entrar en contacto con el Seraph Hunter.

Este chico realmente es un Archidemonio…

“¡Aprieta el gatillo!” Alshiera gritó.

El niño hizo lo que le dijo. Un golpe sordo acompañó a la esfera negra que apareció. El enorme cuerpo del demonio fue engullido por él antes de que tuviera la oportunidad de gritar.

El niño se desplomó sin fuerzas al suelo después de que eso sucediera. “Hah… Haha… Eso es increíble”.

Y con eso, el ojo en el cielo se cerró lentamente y desapareció.

***

“Dios mío. Preferiría que no actuaras tan imprudentemente”.

Ni siquiera le tomó a Zagan treinta segundos aniquilar a los demonios restantes. Después de confirmar que no quedaba ninguno, Alshiera finalmente comenzó a quejarse. Su voz de reproche hizo que Lilith apartara la mirada con dolor de cabeza.

“Tú eres el que actuó de manera imprudente. No deberías haber tratado de protegerme con tu cuerpo así”.

“… Bueno, al menos les agradeceré por darme el tiempo para despedirme”.

Ambos brazos y piernas de Alshiera habían desaparecido. Ya ni siquiera era capaz de ponerse de pie. Lilith la estaba abrazando por detrás con Alshiera en su regazo.

“U-Um, ¿puedes salvarla?” preguntó el chico a Zagan.

“… Lo siento, eso es imposible. Darle sangre no hará nada en este momento, ¿verdad?”

Los demonios habían destrozado una buena parte del templo. Por lo tanto, Alshiera ya no pudo mantener su cuerpo.

Ella simplemente le dio a Zagan una sonrisa indiferente como respuesta. “¿Tienes algo que quieras decir?” le preguntó a ella.

“… Oh, ¿qué hacer? Qué preocupante. Cuando lo pones así, en realidad no puedo pensar en nada”.

Seguro que era mentira. Definitivamente tenía cosas que quería decir, cosas que deseaba. Y, sin embargo, no pudo hablar de ellos ni siquiera en sus últimos momentos. Todo lo que pudo hacer fue darle a Zagan una sonrisa preocupada.

“Cierto. Dile a Foll que siento haber roto mi promesa… ”

“…Bien. Yo haré eso. ¿Algo más?”

“Hmm… No me viene nada a la mente”.

“… Mentirosa”, cortó Lilith.

Zagan nunca supo lo que pasó por la cabeza de este vampiro, pero Lilith había estado con Alshiera toda su vida. La princesa al menos podía saber cuándo estaba mintiendo.

“Teehee, siempre he sido una mentirosa”.

“Mi Señora… ¿No siente nada por empujarme todo el tiempo?”

“Bueno, por supuesto que sí…”

Lilith dejó escapar un suspiro y respondió: “Realmente no lo entiendes, ¿verdad?”

Luego abrazó a la vampira con fuerza, apasionadamente y dijo: “¡No tengo la menor intención de dejarte morir, Alshiera!”

Estaban dentro de un sueño. Y como había dicho Alshiera, Lilith podía hacer cualquier cosa allí.

Ella está desapareciendo porque este lugar está roto. En ese caso, solo tengo que arreglarlo, ¿verdad?

Esta era la tercera vez que Lilith había visto este lugar. Fue un sueño aterrador. Fue un sueño que nunca podría olvidar. Y así, fue mucho más fácil devolverlo a su estado anterior que mostrarle a alguien una pesadilla.

Los pilares derruidos se extendieron hacia el cielo y la tierra agrietada se llenó. En solo unos momentos, el templo volvió a su estado original.

Al mismo tiempo, el color volvió al cuerpo de Alshiera. Las extremidades que había perdido volvieron a crecer y Lilith podía sentir su peso en su regazo. Alshiera se congeló en estado de shock. Ella siempre despreciaba a los demás desde arriba, por lo que honestamente era emocionante verla en tal estado.

“¿E-Es esto realmente posible…?”

“Lo es. ¿No me lo dijiste tú misma? No hay nada que no pueda hacer aquí”. Alshiera miró a Lilith con resignación y dijo: “… Realmente me has pillado”.

“Ehem”, Lilith promocionó triunfalmente.

“Dime, ¿cuándo exactamente te volviste lo suficientemente importante como para dirigirte a mí por mi nombre?” Preguntó Alshiera con una mirada dudosa.

“¡¿Eeek?! ¡U-U-U-U-Um, mi señora! Fue solo… un desliz de la lengua…” Lilith murmuró y comenzó a temblar violentamente cuando Alshiera le tocó el brazo y se rio.

“¿Cuánto tiempo planeas continuar con esas formalidades? Ya no es necesario que te obligues a hacerlo”.

“Mi La… Alshiera”.

Después de que finalmente dijo su nombre, el paisaje del templo comenzó a oscilar.

“¿Eh? ¿Q-Qué es ahora?” preguntó el chico en pánico. “Es hora de despertar de este sueño”, respondió Zagan.

Alshiera aparentemente los había dejado fuera del lugar. Y a medida que el paisaje se desvanecía gradualmente, Lilith echó una última mirada a su alrededor.

“¿Eh…?”

Junto a Alshiera, que estaba abrazando al mismo muñeco de peluche espeluznante de siempre con los ojos llorosos, estaba un niño con gafas redondas. Y con esos dos a la espalda, un joven de ojos plateados extendió la mano.

¿Quien…?

Sin nadie que respondiera a esa pregunta, el mundo de los sueños se desvaneció en la nada.