Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 11

Capitulo 2: El Mal De Amor De Una Hija Es Una Calamidad Que Incluso Un Archidemonio Hiperventilará

Parte 1

“En ese caso, heredaré el nombre del Rey de Ojos Plateados”, dijo sin dudarlo el chico de ojos plateados.

No pude entenderlo. No, no podía creerle. Después de decir eso, me abrazó con una expresión de verdadera disculpa en su rostro.

“… De ahora en adelante, estoy seguro de que pasarás por muchas experiencias dolorosas y amargas en el tiempo que pases en este mundo, Ashy. Y desafortunadamente, no podré estar a tu lado en esos momentos. Entonces…”

El chico moriría antes que yo. Quizás era posible para él deshacerse de su humanidad y vivir eternamente como un no-muerto, pero no eligió ese camino. Incluso yo no podría desearle tal cosa. Y aunque entendí eso, el chico dijo algo completamente inesperado. Le respondí con voz temblorosa, preguntándole si realmente entendía el significado de lo que decía.

“Mmm… Por eso me convertiré en el Rey de Ojos Plateados. No necesito un nombre en mi lápida. Mientras el mundo hable del Rey de Ojos Plateados, estaré allí con todos ustedes. Después de todo, eso es lo único que puedo dejar para ti”.

Este chico era un héroe que había salvado al mundo. Incluso si fue poco tiempo comparado conmigo, podría haber pasado lo que quedaba de su vida disfrutando de la gloria de sus logros. Y, sin embargo, dijo que tiraría todo eso y heredaría el nombre del Rey de Ojos Plateados.

“Vamos a cocinar una historia juntos, Ashy. Una aventura en la que cualquiera puede estar absorto. Quiero decir, el Rey de Ojos Plateados es un héroe de leyendas, ¿verdad? ¡Oh, lo sé! ¿Qué tal cazar a un dragón malvado? Y luego, puedes tener el papel de la princesa que necesita ser salvada”.

El chico habló con la inocencia de un niño. Me encontré incapaz de responder de inmediato. Sabía que si intentaba decir algo, ya no podría contener las lágrimas. Por eso hice todo lo posible por sonreír y decirle que Orobas se enojaría si convertía a un dragón en el villano.

“Vaya. Enfadar a Orobas es un poco aterrador, ¿eh? Bien, entonces hagamos de Orobas mi compañero que luchó a mi lado. De hecho, he peleado mientras cabalgaba sobre su espalda, así que no es exactamente una mentira, ¿verdad? En cuanto al dragón malvado… Oh, ¿qué hay de Marbas?”

Después de eso, pensamos en muchas historias. Los dos éramos todavía jóvenes, por lo que todas eran historias tontas y comunes. Sin embargo, esas historias hicieron que nuestras vidas se vieran en ellas.

“Espero que puedas perdonarme por empujarte con todo”, dijo el chico algún tiempo después, disculpándose hasta el final.

Negué con la cabeza, tan inalterada por el tiempo como siempre. Había recibido mucho amor, le dije.

Me habían dejado tantas cosas, le dije.

Y así, no tenía que preocuparse más, le dije.

No sabía si había logrado mantener una sonrisa adecuada en ese momento. Pero aun así, el chico me tocó la mejilla y dijo: “Cuida de Zagan y Lilith”.

Esas fueron sus últimas palabras.

***

Alshiera se despertó. Ella estaba dentro de la cueva debajo del castillo de Zagan. Ese era el espacio que había tomado prestado para mantener a sus Seraph Hunters y refinar las municiones para ellos. Y debido a que últimamente había estado monopolizando este espacio, su propietario pasó gran parte de su tiempo fuera del castillo en el Palacio Archidemonio.

“…Otro sueño.”

Recientemente, había estado soñando con el pasado con bastante frecuencia. Alshiera tocó su abdomen. Todavía estaba mojado con un líquido oscuro.

La muerte la invadió. Sin embargo, ella no sintió miedo. En cambio, simplemente recordó muchos recuerdos nostálgicos. Ella había continuado existiendo en este mundo como no muerta durante mil años. Entonces, en cierto sentido, el tiempo que pasó en el mundo fue similar a una linterna giratoria extremadamente lenta.

“Si vives, seguramente…” 

También era una de las personas que le había dicho algo así a Alshiera. Y ella respondió a tal petición con una honestidad tonta, “viviendo” durante mil años. Ya era hora de que descansara. Sin embargo… Alshiera hizo una sonrisa agridulce.

“Supongo que no fue tan malo”.

Durante esos mil años, Alshiera no estuvo sola de ninguna manera. Ella se rio mientras recordaba su pasado.

“Sí tienes razón. Lo mismo ocurre con usted, ¿no es así? Azazel”.

También logré conocer a esa chica una vez más… Alshiera se dio cuenta de que no estaba sola de ninguna manera. Había logrado cumplir su promesa con el Rey de Ojos Plateados. Ella había decidido un lugar para morir. Todo lo que quedaba era prepararse y pasar el tiempo que le quedaba en el ocio.

Cuando se trataba de las últimas horas de tiempo libre que tenía en sus mil años de vida, realmente no tenía nada que hacer.

Había pasado tanto tiempo en este mundo que había hecho todo lo que podía pensar. Todo lo que quedaba era sentarse en la esquina de una habitación y mirar distraídamente mientras su familia se divertía.

Quizás eso sea todo lo que hay en los últimos años de la vida humana también…

Aunque, lamentablemente, todavía parecía una niña.

Dos Seraph Hunters y casquillos de munición vacíos descansaban encima de la mesa frente a ella. Las balas para estos Seraph Hunters se hicieron especialmente. Alshiera fue la única capaz de crearlos. Y como mucho, podía ganar diez al día. Entonces, en un mes, tal vez podría hacer un poco más de 300 balas. Sin embargo, no podía pasar todos los días sentada allí haciendo municiones.

Ese día, durante Alshiere Imera, había agotado las pocas municiones que quedaban en Stern y Mond. En el tiempo transcurrido desde entonces, había estado haciendo balas desde cero, lo que resultó en la creación de más de mil disparos.

Incluso cuando su cuerpo ya no pudiera mantenerse, estos Seraph Hunters se quedarían atrás. Si alguien los tomara en sus manos, seguramente serían útiles para Zagan.

“Solo mil disparos…” murmuró Alshiera con un suspiro.

¿Cuánto tiempo duraría un suministro tan pequeño de balas en la lucha contra Azazel? Actualmente, Alshiera era quien poseía más poder en el mundo. Ella era completamente capaz de matar a los trece Archidemonios, incluso en su estado debilitado. Y sin embargo, no fue suficiente.

Realmente solo podía ganar un poco más de tiempo. A pesar de que siguió y habló sobre cómo esta era su pelea, no tuvo más remedio que confiarla a Zagan al final. Quizás ese era simplemente el límite de lo que una persona podía hacer por su cuenta.

En cualquier caso, Alshiera era la escoria de hace mil años, un espejismo. Solo aquellos que realmente vivieron el momento podían tomar la decisión necesaria, no ella.

Es tremendamente irresponsable de mi parte no decirles nada a pesar de eso…

Alshiera dejó escapar otra risita.

“Si, si lo sé. Es como dices, Azazel. Pero es inevitable ahora que Orobas se ha ido”.

En ese momento, unos pasos resonaron a través de la cueva cuando alguien bajó las escaleras. Poco tiempo después, una pequeña niña apareció ante ella.

“Bienvenido a casa, Alshiera”.

“Estoy en casa, Foll”.

La relación de Alshiera con esta chica se sintió bastante complicada. Cuando se conocieron, Foll la había despreciado. Aun así, ella era la hija del benefactor de Alshiera, Orobas, así como la hija adoptiva del hijo del Rey de Ojos Plateados, Zagan…

Esos eran todos hechos, pero era difícil decir que fueran suficientes para describir su relación. Sin embargo, si tuviera que elegir solo una palabra para describirlo…

Supongo que eso nos haría… ¿amigas?

Nunca pensó que ganaría algo así a su avanzada edad. La vida realmente estuvo llena de sorpresas.

“Regresaste temprano hoy. ¿Paso algo?” Preguntó Foll.

Era tarde en la noche, alrededor de la hora en que se estaba preparando la cena. También fue precisamente el momento en que Nephy fue a saludar a Zagan cuando regresaba del Palacio Archidemonio.

Y sin embargo, ella está aquí para verme a mí, no al Rey de Ojos Plateados. Eso debe significar que tiene algo que decir que no quiere que los dos escuchen.

Normalmente, Foll habría estado abrazando a su padre a esa hora. Pero ese día en particular, Alshiera había regresado al castillo antes de lo habitual. A menudo regresaba hasta bien entrada la noche, ya que pasaba todo el día merodeando por la iglesia, pero no esta vez.

Alshiera se encogió de hombros y respondió: “La pinché justo donde más me dolía mientras hablaba con esa chica, así que vine corriendo de regreso aquí”.

Foll asintió con la cabeza como si escudriñara el verdadero significado detrás de sus palabras, luego concluyó firmemente: “¿Te refieres a Nephteros?”

“Teehee. ¿Me pregunto?”

No era algo que tuviera que ocultar, pero se había convertido en un hábito suyo el evadir preguntas. Probablemente Foll se había acostumbrado a esa faceta de la personalidad de Alshiera. La niña llevó una silla y se dejó caer junto a Alshiera.

“Escuché el nombre de mi padre”, dijo Foll.

“Oh, ¿eso se me escapó de la boca?” Preguntó Alshiera mientras se llevaba la mano a los labios. Aunque ahora no importaba que la hubieran escuchado. “En efecto. Me estaba sintiendo un poco nostálgica”.

“Quiero escuchar sobre mi padre”.

A pesar de que llamaba a Zagan su padre, Orobas seguía siendo el preciado padre de Foll. Era natural para ella querer escuchar más sobre él después de escuchar su nombre escapar de los labios de Alshiera, al ver que conocía al dragón sabio.

“No tengo ninguna historia tan interesante como lo que esperas, solo para que lo sepas”.

“Todavía quiero escucharlos”. Foll era una chica bastante terca.

Bueno, puedo simpatizar con el deseo del Rey de Ojos Plateados de responder a tal obstinación… Por eso Alshiera decidió responder de manera inofensiva.

“Veamos… Cada superviviente de hace mil años tenía su propio papel que cumplir”.

“¿Se trata de cómo eres una especie de guardia?”

“…Oh vaya.”

No estaba segura de sí Foll lo había descubierto por sí misma o si Zagan la había visto. Alshiera no creía que lo hubiera dejado escapar, pero…

En cualquier caso, estaban seguros de que llegarían a la respuesta tarde o temprano… Dicho esto, no era más que el pasado tanto para Alshiera como para Orobas. La parte importante era lo que elegirían hacer una vez que descubrieran la respuesta.

Alshiera asintió levemente antes de continuar diciendo: “Precisamente. Soy, por así decirlo, una vigilante. Las palabras que hablo son cuentos de hadas. Soy una espectadora que no se mezcla con el mundo actual”.

Ni siquiera era actriz. No tenía derecho a pararse en un gran escenario. Bueno, para un espectador, sentía que se había involucrado bastante, pero aún estaba dentro de los límites permitidos. Por lo menos, ella no hizo nada para guiar las acciones de Zagan o las personas que lo rodeaban.

Después de pensar por un momento, Alshiera volvió a la pregunta original de Foll y dijo: “El papel de Orobas era el de evangelista. Él era quien se suponía que iba a hablar sobre lo que sucedió hace mil años”.

Pero terminó muriendo en la batalla el año pasado.

No podíamos darnos el lujo de desperdiciar todo el poder que quedaba en el mundo en esa batalla… Por eso Marchosias, cuyo poder ya estaba menguando, y los Arcángeles que ya estaban más allá de su mejor momento, fueron los únicos que participaron. Los otros Archidemonios y los Arcángeles jóvenes que todavía tenían espacio para crecer tenían que ser preservados.

El Dragón Sabio tomó medidas para llenar el vacío de poder, pero incluso él fue incapaz de sobrevivir al conflicto. Con Orobas perdido, fue increíblemente difícil para la gente de esta época desentrañar la verdad de lo que había sucedido hace mil años. Por eso Alshiera se quedó atascado en responder de mala gana.

Foll miró a Alshiera, que tenía una expresión preocupada, y preguntó, “Alshiera. ¿Estás… enojada con mi padre?”

“¿Yo? ¿Por qué lo estaría…?”

“Quiero decir, se suponía que él debía ayudarte, ¿verdad?” Alshiera comenzó a cepillar la cabeza de la niña bastante inocente.

“Oh, no lo sé. Honestamente, me ha ayudado más que suficiente durante estos mil años. Realmente era un hombre espléndido”.

Si algo lamentaba era que no podía devolverle el favor. “¿Puedo preguntar… qué fue mi padre para ti?”

Esa fue una pregunta bastante repentina.

“Es algo difícil de explicar… ¿pero supongo que era algo así como mi guardián?”

“¿Guardián?”

“Si. En ese entonces, había muchos niños sin parientes vivos. Y hubo tantos niños que lucharon por una pequeña venganza. Orobas fue un maestro que nos mostró a todos la forma correcta de luchar. Fue un padre que nos enseñó los medios para sobrevivir”.

“Oooh. ¿Qué más?” Foll dejó escapar un suspiro de admiración y se inclinó hacia adelante con ojos brillantes.

“Bueno, para decirlo simplemente, era estricto, supongo. Cuando luché como si estuviera tratando de morir, él se enojó conmigo. No tenía ninguna intención de enseñarme cómo suicidarme, así que era perfectamente razonable, en retrospectiva”.

“Ni siquiera puedo imaginarlo enojándose”.

Quizás Orobas no era más que un padre taciturno frente a Foll.

“¿Es eso así? En mis recuerdos, a menudo rugía con una voz tan fuerte que sentía que mi corazón se detendría. Aunque, hoy en día, mi corazón realmente se ha detenido”.

Era una broma cínica de un vampiro, pero Foll ni siquiera se rio. Quizás le resultó difícil de entender.

“Realmente era bastante ruidoso y preocupado. Sinceramente, creía que me odiaba. Pero…”

“¿Paso algo?”

Al ver a Foll tan ansioso por escuchar más, Alshiera respondió en un tono reticente: “… Cuando no pude salvar a un precioso amigo, estaba completamente perdida porque ni siquiera recordaba cómo llorar. Se paró a mi lado y dijo que estaba bien ahora, ya que él estaba allí conmigo. Dijo que ahora estaba bien, así que podía seguir adelante y llorar. Y luego, suavemente me cepilló la cabeza”.

Todos veneraban a Orobas como el gran Dragón Sabio. Pero para Alshiera, no era más que un anciano molesto y amable. En aquel entonces, ella nunca imaginó que su hija la consolaría exactamente de la misma manera mil años después.

“…Está bien. Ahora está bien.”

Habían pasado dos meses desde que Foll la abrazó mientras decía eso. Alshiera forzó una sonrisa y continuó: “No es una gran historia, supongo”. “Eso no es cierto. Me alegra saber más sobre mi padre”.

“… Realmente eres una buena chica”, respondió Alshiera, acariciando su cabeza una vez más.

“¿En qué tipo de lugar vivían usted y mi padre?” Preguntó Foll tímidamente. “Oh, ¿no te has enterado?”

Ahora que Alshiera lo pensaba, nadie le había preguntado nunca, pero pensó que alguien ya se habría dado cuenta. Foll ladeó la cabeza mientras Alshiera la miraba como si esto fuera algo inesperado.

“Palacio Archidemonio. Vivimos allí con Marchosias hace mil años”.

Al principio no era más que una cueva, pero habían arrastrado edificios desde la superficie para hacerla habitable. Estar bajo tierra era conveniente para esconderse de los serafines, después de todo. Ese fue el origen del Palacio Archidemonio.

La silla traqueteó cuando Foll se puso de pie… o más bien, se puso de pie de un salto.

“Quiero ir a verlo”.

“¿Ahora mismo? Ya es hora de cenar”.

“Mrrgh…”

Foll fue uno de los ayudantes que preparó las comidas en el castillo de Zagan. Alshiera también era responsable de las tareas del hogar, por lo que al menos podía reemplazarla, pero no había forma de que ambos pudieran irse en ese momento.

Foll bajó los hombros con aire cabizbajo, luciendo positivamente deprimida. “¿Vamos después de cenar?” Sugirió Alshiera con una sonrisa.

“No puedo quedarme despierta hasta tarde en la noche. Zagan se enojará”, respondió Foll. Ella era una chica extrañamente seria cuando se trataba de tales asuntos… a pesar de ser una hechicera.

“Entonces podemos ir mañana”.

“¡Mmm!”

“¿Es eso todo lo que querías preguntar?” Preguntó Alshiera con una sonrisa encantadora.

“¿Eh?”

“¿No tenías algo que  preguntar que querías ocultar al Rey de Ojos Plateados y Lady Nephy?”

Foll probablemente lo olvidó después de escuchar sobre Orobas. Y así, Alshiera decidió animarla como un gran regalo de promoción, al ver que era una chica tan buena. Sin embargo, lo lamentó profundamente al instante siguiente.

“… Bueno,” dijo Foll, rascándose la mejilla avergonzada antes de hablar con una expresión completamente seria en su rostro. “Quiero escuchar sobre tu vida amorosa”.

Así comenzaron las nuevas dificultades de Alshiera.

***

“¡Hnnngh! ¡¿Qué fue esa acumulación explosiva de poder amoroso?!”

Una hechicera fomoriano con cuernos retorcidos comenzó a hacer un escándalo. Kuroka y Shax se encontraban actualmente en la ciudad minera de Orycheio, ubicada aproximadamente a un día de viaje en carruaje hacia el oeste de Kianoides. Estaba oficialmente bajo la influencia de la iglesia, pero la minería era abrumadoramente más rápida con la hechicería.

Como resultado, nació una ciudad notable donde los brujos y la iglesia trabajaron juntos. La gran mayoría de los mineros eran, de hecho, hechiceros.

No solo eso, sino que también había tiendas  dirigidas a hechiceros llenos de fármacos, golems, herramientas e incluso grimorios sin mostrar un solo indicio de intentar ocultarlo.

Después de que Kuroka entró en un bar de aspecto desolado dentro de este pueblo minero, encontró a la abuelita con problemas gritando y haciendo un escándalo dentro. Al verla, Kuroka se llevó la mano a la frente, conteniendo un dolor de cabeza.

“Um, ¿qué estás haciendo aquí…?” ella preguntó.

Gremory no pareció escucharla. La abuela cayó de rodillas con aire cabizbajo. Ella estaba llamando mucho la atención, así que a Kuroka le hubiera gustado que dejara de actuar así.

La hechicera Gremory, en marcado contraste con su comportamiento absurdo, era la criada de confianza del Archidemonio Zagan, colocada a su lado como su mano izquierda. Normalmente andaba luciendo como una abuelita, pero actualmente tenía la forma de una mujer hermosa. Adoptó esa forma cuando hablaba en serio, pero no se veía seria en lo más mínimo.

Sin prestar atención a cómo estaba siendo una molestia para los otros clientes al hacer un escándalo justo en el medio de la barra, Gremory se puso de pie vacilante. Era como si no pudiera ver su entorno en absoluto, tal era su consternación.

Cuando estaba en esta forma, era sin duda una tremenda belleza, siempre y cuando mantuviera la boca cerrada, por lo que un hechicero con aspecto de gamberro en una mesa cercana extendió su mano hacia su trasero.

“¡Gyah!”

El cuerpo del pervertido cayó al suelo antes de que sus dedos pudieran alcanzarlo. Fue como si una mano enorme lo aplastara.

¿Esta es la hechicería que Zagan usó en ese entonces contra esa quimera…?

Zagan había aplastado esa grotesca quimera que Bifrons había enviado a la ciudad agitando ligeramente la mano. Gremory replicó esa hazaña aquí sin siquiera hacer un gesto. Ella simplemente apuntó su mirada al hombre.

Ella era bastante rara, pero era la flor y nata de la cosecha cuando se trataba de ser una hechicera. Incluso un no hechicero como Kuroka podría decir esto con facilidad. Entonces, cualquier hechicero podría decirle a esta abuela, bueno, hermosa mujer, estaba más allá de la norma.

“Esos cuernos… Ese comportamiento jodido… Mierda, esa es la Hechicera Gremory”.

“Joder, ¿qué está haciendo ella aquí? ¿No está su bastión en Kianoides?”

“No hagas contacto visual. ¡No sabes lo que te hará!”

“¡Noooo! ¡Me confundirán con un pervertido si me ven tan cerca de ella!”

Los clientes de los alrededores no mostraron realmente asombro por Gremory. Era más como si no quisieran tener nada que ver con ella mientras tomaban distancia. La abuela decepcionada seguía murmurando algo para sí misma.

“Viene de… No puede ser… ¿El castillo de mi señor? Este poder de amor no es suyo. El único allí que posiblemente podría poseer tanto poder de amor… ¡Ah! ¡No! ¡¿Lady Alshiera?!”

“¿Lady Alshiera?”

Kuroka reaccionó inadvertidamente ante la mención de este nombre. Su voz pareció devolver a Gremory a sus sentidos. La abuela finalmente tomó asiento. Los otros clientes de la mesa huyeron presas del pánico.

“Ugh. Ahora que lo pienso, esa chica es básicamente un grupo de fetiches.

¡No hay forma de que ella no tenga ninguna historia de amor propia! Debería haberla observado con más atención. ¡¿Por qué todos están hirviendo de poder de amor mientras yo no estoy?!”

Ella no volvió a sus sentidos en absoluto. Kuroka dejó escapar un suspiro.

Me pregunto si el señor Shax ya puede volver aquí…

Kuroka y Shax estaban en medio de una investigación en esta ciudad. No sabía por qué había venido esta abuela. Kuroka estaba obteniendo información de la iglesia, mientras que Shax obtenía información de hechiceros. Por eso actuaban por separado.

Tal como lo implicaría la situación en el bar, Orycheio era una ciudad donde los hechiceros podían arrojar su peso. La iglesia no era más que un frente público, por lo que no había mucha información que extraer de ellos. Es por eso que Kuroka ya había terminado de conseguir todo lo que podía.

Después de volver al bar en el que habían planeado reunirse, se encontró con esta abuela haciendo un escándalo. Ella no quería involucrarse con ella ahora, por lo que Kuroka tomó asiento en el mostrador más adentro del bar.

“Tomaré un vaso de leche por favor”.

“… Sabes que esto es un bar, ¿no?”

Al parecer, tuvo que pedir algo alcohólico.

Esa cosa es tan amarga que nunca podrá llegar a gustarme… Ni siquiera sabía los nombres de ninguna bebida. El bar era básicamente un punto de reunión para rufianes, por lo que tampoco tenían nada que se pareciera a un menú.

“Entonces, por favor, dame algo fácil de beber”, dijo sin otra opción.

Se preguntó si había algo de alcohol destinado a principiantes, pero el camarero no mostró ninguna vacilación mientras llenaba una jarra con una especie de líquido dorado.

El color se parecía a la cerveza, pero no había burbujas. ¿Fue algún tipo de licor destilado? Desafortunadamente, Kuroka no poseía el conocimiento para saberlo a simple vista. Luego sacó una cuchara grande y comenzó a verter una abundante cantidad de miel.

No necesito tanta miel… 

Quería quejarse de que la trataran como a una niña, pero quizás este era simplemente el tipo de bebida que era. Kuroka decidió guardar silencio y dejar que el camarero se mezclara.

“…Aquí tienes. Un vino de ciruela de verano”.

Kuroka acercó su rostro a la jarra que había colocado frente a ella. Ella inhaló y se encontró con un olor peculiar que era a la vez agridulce.

Ah, siento que he olido esto en casa antes… ¿tal vez?

No podía identificar de dónde provenía el aroma, pero tenía múltiples recuerdos de haber olido tal aroma antes. Era nostálgico, haciendo que las orejas triangulares sobre su cabeza se movieran. No sabía nada sobre la calidad del licor, pero le gustaba este olor. Y justo cuando se llevó la jarra a los labios para probar un poco…

“¡Brandy para mí!”

El ataque de Gremory aparentemente había terminado. Se sentó junto a Kuroka sin una sola pizca de moderación.

“… Um, ¿necesitabas algo de mí?” Preguntó Kuroka.

“Keehee, qué pregunta más tonta. Solo hay una razón posible para que venga aquí, ¿no estás de acuerdo?

“¿Acechando?”

“El recado del rey…”

Kuroka estaba algo desconcertada por su respuesta inesperadamente apropiada.

En ese caso, deberías actuar un poco más en serio… Ella veía a esta mujer de vez en cuando en el castillo de Zagan, pero Kuroka simplemente no podía acostumbrarse a ella. Cada vez que se conocían, la abuela decía algo sobre el poder del amor y hacía un escándalo, como lo había hecho hace unos momentos. No sería razonable pedirle a Kuroka que se llevara bien con ella.

Gremory le dio un profundo asentimiento. “¡Bueno, no niego que uno de mis objetivos sea exactamente lo que dices!”

“¿Podrías negarlo?”

Kuroka esperó a que colocaran una jarra frente a Gremory antes de ir al grano.

“¿Entonces qué necesitas? El señor Shax todavía está en la ciudad si lo necesita”.

“Eso es. Seriamente. Pensé que ese hombre tenía potencial, pero dejó que sucediera algo tan horrible. Dejar a una dama sola en un pueblo como este es lo mismo que pedir que la secuestren, ¿no estás de acuerdo?”

“¡E-Eso es…!” Kuroka de repente levantó la voz en un tono áspero ante la declaración inesperada. “Porque… dije que sería más eficiente dividirse y trabajar por separado…”

“Aun así. No importa lo hábil que seas, eres una especie rara en una ciudad de hechiceros”.

“Ah…”

Un hechicero ni siquiera daría una mirada a un tabaxi, pero Kuroka era una especie rara llamada cait sith. No solo eso, sino que también tenía cuatro orejas. Tenía la protección tanto de la iglesia como la del Archidemonio Zagan, pero aun así no cambiaba el hecho de que estaba en una posición precaria.

¿Quizás ella vino a protegerme?

El comportamiento excéntrico de Gremory de hecho ahuyentó a cualquiera que intentara acercarse a Kuroka. Si esta abuela estaba realmente preocupada por ella, entonces no podría quejarse de sus rarezas.

“Admito que mi juicio fue bastante descuidado, pero no es culpa del señor Shax”, dijo tímidamente Kuroka.

“Hmph. Me pregunto sobre eso,” respondió Gremory, entrecerrando los ojos con irritación mientras miraba a Kuroka. “Entonces, intente decirme lo que ha hecho durante estos últimos tres días”.

“Me ha ayudado bastante. En el viaje hasta aquí, escondió mis colas y demás usando su bata. Y cuando temblaba por la noche por el frío, me dio su manto. También…”

“¡Hm! ¡Hmmm! ¡¿Y?! ¡¿Y?!”

Los ojos de Gremory brillaron con un resplandor de fuego cuando la sangre goteó por su nariz.

“Um…”

“¡¿Hrm?! Oh querida. Parece que aquí se ha acumulado demasiado poder de amor. No hay necesidad de preocuparse por mí. Sigue hablándome de tu amo… quiero decir, ¡cuéntame más de lo que hizo!”

“……”

Parecía que la estaban guiando muy bien. Kuroka le devolvió la mirada a Gremory. Pero la abuela no prestó atención a sus críticas y acercó aún más su rostro.

“¿Entonces? ¿Te prestó su manto? Déjame escuchar más sobre eso”.

“¡E-Él me lo prestó! No hubo nada malo…”

“¡No! ¡Esto es importante! ¿Camina con un manto de repuesto? ¡No! ¡No lo hace! ¡Eso significa que te prestó el manto que llevaba!”

“¡¿Qué está mal con eso?! Estaba un poco sucio, pero no era eso…”

“¡Hnnnngh! ¡Lo usó! Quiero saber más sobre cómo colgó las mangas largas diciendo: ‘Mmm, señor Shax, esto es un poco grande’ o ‘Huele a usted’, y cómo reaccionó”.

“¡¿Por-por qué lo sabes?! ¡¿Estabas mirando?!” Kuroka gritó mientras se ponía de pie.

Gremory fue directo a la redacción. Kuroka entonces de repente se dio cuenta de que estaba llamando la atención de los otros clientes al gritar así. Sus mejillas se sonrojaron cuando Gremory se acercó para darle el golpe final.

“¿Hmm? Entonces, ¿realmente dijiste eso?”

“¡Ahhhhhh!”

Incapaz de soportarlo más, Kuroka se derrumbó de bruces sobre la barra.

“Um, no me malinterpretes. No me estoy burlando de ti. Simplemente quería dar un consejo de que ese enfoque es una forma válida de acumular inteligentemente el poder del amor que funcionará incluso en un idiota como ese…”

¡Detente! ¡No actúes amablemente de repente!

Kuroka sintió ganas de llorar mientras temblaba en la barra cuando la mano de Gremory cayó sobre su hombro.

“Solo déjame decirte esto… Bonito poder de amor. Eres hermosa.”

¡Realmente odio a los hechiceros!

Incluso mientras maldecía a Gremory en su mente, Kuroka no tenía energía para hablar en voz alta. Justo en ese momento, Shax finalmente regresó.