Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 11

Capitulo 1: A Veces Las Facciones Interiores Y Exteriores Son Irremediablemente Incapaces De Mirarse A Los Ojos

Parte 3

Desde una perspectiva, fue como si hubiera recibido una conmoción y su corazón no pudiera seguir el ritmo.

“……”

“¿Umm…? ¿Qué pasa?”

¿La había vuelto a ofender? No lo parecía, pero algo en el comportamiento de Alshiera se sentía extraño. Nephteros ladeó la cabeza cuando Alshiera de repente apretó con fuerza su muñeco de peluche y bajó la cabeza.

Después de un rato, finalmente recuperó la voz y murmuró, “Sí… es tal como dices”.

“¿Qué quieres decir?”

“…Quería abrazarlo. Aunque sabía que no estaba permitido, no pude soportarlo”, dijo Alshiera con voz apagada, como si se arrepintiera.

“¿No te permitieron…?”

Zagan definitivamente se sorprendió en ese entonces, pero no era algo que fuera tan obstinado como para rechazar.

Alshiera no pareció prestar atención al desconcierto de Nephteros mientras continuaba su soliloquio diciendo, “Quiero decir, el Rey de Ojos Plateados se parecía al niño que conocía… Era tan nostálgico, tan increíble… puede ser ridículo que un no-muerto como yo diga esto, pero fue un milagro…”

¿Qué tipo de sentimientos había detrás de esas palabras? La forma en que sostenía su muñeco de peluche y doblaba la espalda le recordó a Nephteros a un niño perdido abandonado por su cuenta. O quizás era más apropiado decir que se parecía a una niña que llevaba la carga de haber destruido un país o algo así. Parecía tan indefensa, como si se echara a llorar en cualquier momento.

Me pregunto qué pasó entre ella y el Rey de Ojos Plateados… Nephteros ni siquiera podía empezar a imaginar, considerando que no había pasado ni un año desde que nació.

Fue creada como una copia de Nephelia, un juguete para el Archidemonio Bifrons. Si no hubiera terminado encontrando una amiga en Chastille, se habría derrumbado hace mucho tiempo.

El comportamiento de Alshiera le recordó cómo había actuado cuando no había salvación a la vista. No, Alshiera se veía aún más frágil que eso, como si estuviera caminando sola por un camino mucho más oscuro. Hizo que Nephteros creyera que la actitud frívola habitual de la niña era un caparazón para mantenerse desesperadamente unida en medio del infierno en el que vivía.

Esta chica había vivido aislada durante mil años, y probablemente también había pasado su tiempo sufriendo mucho también. Nephteros no quiso decir nada con lo que dijo, pero terminó creando una grieta en el caparazón protector de esta chica.

“……”

No podía pensar en qué decir. Casi lo único que era capaz de hacer era abrazar a la pequeña vampira frente a ella. Por eso no podía preguntar. No podía hacer la pregunta real para la que esperaba obtener una respuesta. Por esa época se conocieron en la ciudad submarina.

Oye, ¿te referías a mí en ese entonces?

“Entonces te diré adiós, mi amado Rey de Ojos Plateados y… Azazel”.

Ese era el nombre del enemigo que esta chica había dedicado el resto de su vida a luchar. Era el secreto que Zagan estaba buscando. Y, con toda probabilidad, fue algo escandalosamente malo. Nephteros se preguntó si de alguna manera estaba involucrada en eso… y si esa era la razón por la que esta chica se quedaba a su lado. Quería presionar a Alshiera para obtener respuestas, pero después de verla así, no pudo decir nada.

El tiempo pasó en completo silencio así, y antes de que ninguna de las dos se diera cuenta, alguien llamó a la puerta.

“Entra”, dijo Alshiera, levantando la cabeza. “¿Eso depende de ti?”

La forma en que Alshiera actuó como si fuera su propia habitación dejó a Nephteros asombrada. Parecía que había logrado calmarse.

Una niña entró a la oficina acompañada de un joven Caballero Sagrado. Tenía unos ojos escarlata y galantes y el cabello del mismo color recogido con un adorno de mariposa. Llevaba las vestimentas de un obispo y tenía una espada colgando de su cintura.

Fue Chastille, una de los doce Arcángeles y la líder de esta iglesia. El otro Caballero Sagrado era un joven llamado Richard. Actualmente se desempeñaba como guardia privado del obispo, por lo que llevaba su armadura Ungida.

Fueron los únicos dos que entraron, pero Nephteros cambió su atención a los pies de Chastille. Él no se mostró mientras ella trabajaba, pero ese hechicero lúgubre seguramente se estaba escondiendo con las sombras extendiéndose debajo de ella.

Al ver a Nephteros, Richard sonrió y dijo, “Así que aquí es donde has estado, Lady Nephteros… Ah, y la señorita Alshiera también”.

“Perdón por la intrusión”, respondió Alshiera con una sonrisa indiferente.

Oh bueno…

Ver que Alshiera no actuaba con ligereza había dejado a Nephteros en un bucle. Después de recomponerse, se puso de pie para volver al trabajo cuando algo tiró de su túnica. Alshiera la había agarrado de la manga mientras mantenía su mirada apartada.

Luego murmuró con la voz más tranquila: “Por favor, mantenga en secreto lo que acaba de escuchar”.

“…Por supuesto.”

Al verlos así, Richard forzó una sonrisa y dijo, “Ya veo que ustedes dos se llevan bastante bien”.

“Sí, por supuesto que lo hacemos. De hecho, estamos en términos lo suficientemente amistosos como para que ella diga que está bien que le chupe la sangre”.

“¿Sangre…?”

La inquietante frase hizo que Richard bajara la mano hacia la espada en su cintura. Al ver eso, Chastille lo detuvo como si no fuera gran cosa.

“Ese es el estilo de humor de la señorita Alshiera. Ella no tiene mala intención con eso, así que no le hagas caso, Richard.”

Ya eran horas de oficina, por lo que Chastille estaba en modo de trabajo. Como tal, manejó el comportamiento  engañoso de Alshiera con familiaridad. Mientras tanto, Richard todavía dudaba, preguntándose si realmente estaba bien bajar la guardia.

“… ¿Es eso así?”

“Probablemente quiso decir ‘somos lo suficientemente amigables como para no enojarnos por tales bromas’.”

“… Me sorprende que hayas inferido eso de lo que se dijo”.

“Conozco a Zagan y Lord Raphael lo suficiente como para darme cuenta de eso. Deberías acostumbrarte tú mismo”.

Richard se quedó perplejo ante la despiadada declaración, por lo que simplemente respondió, “Creo que será bastante difícil para mí”.

Eso era perfectamente natural, pero por alguna razón, incluso Alshiera parecía confundida.

“¿Qué…? ¿Sucede algo, señorita Alshiera?”

“…No. Simplemente me preguntaba si yo también te veía así. Quiero decir, que me parezco al Rey de Ojos Plateados, o que soy difícil de entender”.

“Si. De hecho, eres lo suficientemente similar como para sospechar que eres la hermana de Zagan”.

Alshiera de repente se cubrió la cara.

“Umm, ¿qué es ahora?” Preguntó Nephteros.

“… Por favor déjame en paz. Me siento algo responsable por esto”.

“¿Es eso así…?” Nephteros murmuró confundida. No tenía idea de lo que Alshiera se sentía responsable, pero le devolvió un vago asentimiento de todos modos.

¿Tiene algo que ver con cuando se conocieron más en el pasado, me pregunto?

Tenía una personalidad tan peculiar. Si ella conoció a Zagan cuando él era un niño, no habría sido extraño para él haber sido inconscientemente influenciado por ella de alguna manera. Aun así, ese claramente no era un tema para tocar descuidadamente, como Nephteros había aprendido hace unos momentos.

Nephteros forzó su conjetura a un rincón de su mente como nada más que una fantasía y continuó su trabajo.

Poco tiempo después, cuando levantó la vista de su trabajo, Alshiera ya no estaba allí. Realmente era una chica incomprensible. E incluso mientras cuestionaba eso, Nephteros continuó con el trabajo que tenía entre manos.

Con los pensamientos de la misteriosa vampira ahora en un rincón de su mente, se sumergió en el trabajo y llegó el mediodía antes de que se diera cuenta.

De repente, un golpe violento resonó en la puerta de la oficina. “¡L-Lady Chastille! ¡Esto es serio!”

Era una voz familiar e irritante que pertenecía a uno de los tres idiotas. A saber, el que usó un escudo.

“¿Qué pasó?” Chastille preguntó mientras se ponía de pie con una expresión sombría en su rostro.

La puerta de la oficina se abrió de golpe. “S-Sobre eso…”

El hombre corpulento del escudo entró vacilante en la habitación. Parecía extrañamente inarticulado mientras dirigía la atención de Chastille detrás de él.

“¿Foll?”

Escondida detrás del hombre grande, simplemente porque eran demasiado diferentes en tamaño, estaba la pequeña hija de Zagan. Como estaba en la ciudad, tenía puesta la capucha, que parecía la cabeza de un gato. Se llevaba bien con Chastille tan bien como los perros y los gatos, aunque eso se debía principalmente al prejuicio unilateral de Foll.

“Cabeza de caballo… No, Chastille. Hay algo que quiero preguntarte”.

“… ¿Paso algo?” Preguntó Chastille, tensándose al escuchar la actitud repentinamente respetuosa de Foll.

“Chastille, escucha —”

Ese día, Chastille… no, toda la oficina de la iglesia de Kianoides se sumió en un caos sin precedentes.

***

Una onda de choque sorda se extendió cuando una nube de polvo se elevó en el aire.

“¿Está bien, Sir Zagan?”

Debajo de Kianoides, muy abajo dentro de una gran gruta en el Palacio Archidemonio. El espacio era similar a la cueva debajo del castillo de Zagan, pero este era más grande y las paredes y el techo estaban escrupulosamente reforzados.

Un hechicero con cara de león corrió hacia Zagan. Su cuerpo estaba cubierto de músculos que parecían tan duros como el acero. En términos de fuerza física simple, era un gigante que superó con creces a Zagan. Era el Colmillo Negro Kimaris, el criado de confianza y la mano derecha de Zagan.

Zagan se levantó de entre un montón de escombros, sacudió la cabeza y dijo, “No te preocupes por eso. Fue mi error. Debería haberme apartado a tiempo”.

La sangre goteaba por su cabeza, pero la hemorragia en sí ya se había calmado. La herida se cerraría en unos segundos más.

La sangre que goteaba era simplemente los restos de lo que ya había sangrado corriendo por su cabello.

Zagan era un especialista entre los hechiceros que se enfocaba en reforzar su propio cuerpo. Incluso si le arrancaran las entrañas, podría regenerarse en menos de un minuto. Habiendo dicho eso, había leves signos de fatiga en sus ojos plateados.

“… Sir Zagan. Esto realmente es imprudente. Sé que esto suena a arrogancia, pero creo que será difícil captar mi figura usando la visión cinética de un humano, incluso cuando esté mejorada con hechicería”.

“Lo sé. Por eso confío en ti”.

Normalmente, la habilidad de un hechicero en la hechicería determinaba su fuerza. Y debido a eso, no había absolutamente ninguna necesidad de una fuerza física normal. Por ejemplo, digamos que había un Caballero Sagrado que empuñaba una espada que podía cortar cualquier cosa y se movía tan rápido como la luz. No había absolutamente ninguna necesidad de que un hechicero luchara de frente contra tal oponente. Las cosas podrían terminar simplemente mezclando un veneno insípido, inodoro e incoloro que podría matar con un solo soplo, y luego administrándolo en secreto. Incluso podría resolverse simplemente dejando caer el objetivo en un pozo sin fondo.

La verdadera habilidad de un hechicero era el conocimiento para preparar tales planes y llevarlos a cabo. El momento en que Barbatos secuestró a Nephy, cuando Zagan se convirtió por primera vez en un Archidemonio, lo demostró claramente. Si Barbatos hubiera ignorado a Zagan por completo y se hubiera limitado a huir, ¿cómo habrían resultado las cosas? ¿Quién en el mundo podría haber acorralado a un especialista en teletransportación como él? Tal vez un Archidemonio que se especializara en el mismo campo, como Valle Gato Furcas, pero seguramente no había otros. Eso era lo que significaba una diferencia de fuerza entre hechiceros.

Zagan ganó simplemente porque Barbatos intentó obstinadamente vencerlo en una pelea. Y lo entendió bien. En resumen, mientras mostrara su rostro, sabía que Barbatos sería arrastrado al campo de experiencia de Zagan.

Precisamente por eso respeto a Kimaris…

Tradicionalmente, tal poder no tenía mucho significado para los hechiceros. Kimaris no fue nominado como candidato Archidemonio porque poseía algún poder de otro mundo como lo hizo Zagan. Simplemente poseía tanta fuerza bruta. Aunque los hechiceros normalmente ni siquiera le habrían dado una mirada, tenía que ser reconocido. En otras palabras, el hechicero conocido como Kimaris fue un experto que superó a Zagan en el campo de la violencia.

¿Cómo es este tipo un caballero a pesar de especializarse en este tipo de brujería?

Kimaris era un hombre de mucho mejor carácter que la mayoría de los Caballeros Angelicales, y mucho menos los hechiceros.

“Lo siento, pero necesito que me hagas compañía un poco más. Parece que este tipo de técnica solo se puede obtener mediante una repetición sin fin”.

Kimaris le devolvió una sonrisa preocupada y respondió, “Como quieras. Pero primero, me gustaría sugerir un descanso”.

“… Hmph. Si dices eso, no puedo ignorar ese consejo”.

Zagan no pudo negar que su fatiga se había ido acumulando. Si regresaba al castillo en tal estado y causaba una preocupación innecesaria a Nephy, estaría poniendo el carro delante del caballo. Y así, aceptó obedientemente el consejo de Kimaris y se sentó sobre los escombros.

“¿Puedo preguntarte algo mientras descansamos?” Preguntó Zagan. “Si. Pregunte todo lo que desee saber”.

“¿Por qué obtuviste tal poder?”

Los ojos de Kimaris se agrandaron. Al igual que Zagan, su especialidad parecía anormal para un hechicero. Nadie elegiría ese camino a menos que tuviera una muy buena razón. También se requería una cantidad razonable de determinación para llegar a esa etapa sin morir.

“… Hmm. Considere esa pregunta como resultado de mi curiosidad. Está bien si no desea responder”.

A eso, Kimaris negó con la cabeza y respondió, “No. Sin embargo, me gustaría mantenerlo en secreto para la señorita Gremory. ¿Eso servirá?”

“Si. Por supuesto.”

Habiendo dicho eso, era extraño que Kimaris ocultara secretos a Gremory.

“Muy bien. Al principio, deseaba poder para poder vengarme”, dijo Kimaris mientras tomaba asiento en uno de los grandes trozos de escombros.

“Ya veo. Eso tiene sentido,” Zagan respondió con un asentimiento. Fue una razón realmente fácil para simpatizar y comprender.

“Tuve un amigo cercano cuando era pequeño. En ese momento, yo era engreído y violento en todo tipo de formas. Por el contrario, mi amigo era una persona muy amable. Siempre que veía a alguien herido, lo trataba. Siempre que veía a alguien en problemas, lo salvaba. Ese tipo de comportamiento le pareció perfectamente natural”.

Esto sonó algo increíble viniendo del Kimaris que Zagan conocía.

¿Quiere decir que fue influenciado por este amigo suyo?

En cualquier caso, no era difícil imaginar que esto estuviera profundamente relacionado con su deseo de venganza.

“Pero…” Kimaris hizo una pausa, rechinando los dientes. “Pero un día, mi pueblo fue atacado por un hechicero. Los leonin eran una raza que podía luchar en igualdad de condiciones con los hechiceros sin siquiera necesitar brujería. Éramos una raza fuerte. Esto fue para mi padre, mi hermano e incluso el anciano de la aldea… Sin embargo, solo mi amigo y yo sobrevivimos”.

Los leonin era una especie rara que ya se decía que estaba extinta. Teniendo en cuenta que este evento fue de la infancia de Kimaris, tuvo que haber tenido lugar hace entre 70 y 80 años. Y, sin embargo, los ojos de Kimaris no contenían ni una pizca de resentimiento mientras hablaba. Más bien, parecían abatidos.

“Mi yo engreído se dio cuenta de lo impotente que era realmente. Sentí amargura, vergüenza y lloré durante horas y horas. Pero no me perdí completamente en la desesperación, solo en la rabia. Y creo que fue porque mi amigo estaba conmigo. Después de todo… él fue quien atacó la aldea”.

Los ojos de Zagan se abrieron con sorpresa cuando preguntó, “… ¿Por qué hizo eso?”

Kimaris negó con la cabeza y respondió, “No lo sé. Incluso esa mañana, luchamos como de costumbre y ayudamos en el pueblo. Quizás solo se acercó a mí simplemente para investigar los entresijos del pueblo”.

Es probable que esto no sea algo tan simple de entender como la traición. En contraste con su espantoso pasado, la voz de Kimaris sonaba completamente hueca.

“Poco después, perdí todo el sentido de la razón por mi rabia y vagué por el mundo durante años como nada más que un monstruo. Fue entonces cuando la señorita Gremory me recogió y me enseñó hechicería”.

Así que ahí es donde entró Gremory…

Honestamente, ella realmente era una abuela problemática. Sin embargo, su memoria al menos significaba que hubo un período en el que ella vivió una vida diligente.

“Incluso después de aprender hechicería, no me olvidé de mi venganza. Más bien, aprendí hechicería para poder derrotar a mi amigo y a la señorita Gremory. Pero ella me entrenó sin piedad a pesar de mi deseo… Fue irritante, pero no lo odié”.

Escuchar esa parte hizo que Zagan se sintiera incómodo. Pero la expresión de Kimaris rápidamente se volvió sombría una vez más.

“Después de unos diez años, la señorita Gremory colapsó”.

¿Eh? ¿Era su habitual sobrecarga de poder amoroso o lo que sea? Zagan apenas logró guardar esas palabras para sí mismo.

“… ¿Qué pasó?”

“La señorita Gremory fue la que detuvo mi violento alboroto. Pero lo cierto es que sufrió graves heridas por el encuentro. Para entonces, se había agravado hasta el punto en que ni siquiera su maestra podía curarla, y yo solo sabía que la hechicería se usaba para la batalla…” Kimaris se detuvo allí y se cubrió la cara. “… Y fue entonces cuando mostró su rostro una vez más. Ese amigo mío”.

Habló como si la compleja relación entre ellos aún no se hubiera aclarado.

“Mi amigo me dijo. Me dijo que podía salvar a la señorita Gremory. Pero a cambio, quería que me separara del poder que había ganado para ayudar a promulgar mi venganza. Tuve que elegir. Venganza… o señorita Gremory”.

Zagan se preguntó qué tipo de poder había tenido, pero estaba claro cuál había elegido. Gremory todavía estaba al lado de Kimaris, después de todo.

“Tomé mi decisión en ese mismo momento. Tenía que agradecer a la señorita Gremory por mi vida, así que decidí hacerme lo suficientemente fuerte para protegerla. Eso es por lo que lucho”.

“…Ya veo. Por eso es que eres tan fuerte”.

Así fue cómo se las arregló para convertirse en un candidato Archidemonio.

Zagan continuó burlándose de él y dijo, “¿Y Gremory no tiene idea de nada de esto?”

“No se lo he dicho, pero creo que ya se ha dado cuenta”.

Bueno, esa abuela todavía era una ex candidata a Archidemonio. Ella era una hechicera sobresaliente que rivalizaba con Barbatos.

De hecho, ni siquiera estaba claro cuál de los dos tenía más talento. Debe haberse dado cuenta de que algo había sucedido después de que una herida fatal que había sufrido sanó de repente.

Ya veo. Es por eso que Gremory actúa como un tardío solo cuando se trata de Kimaris… Zagan supuso que se sentía en deuda con él porque tuvo que renunciar a su venganza por su bien. Aunque, desde su perspectiva, eso no era más que una excusa. En cualquier caso, no había resuelto sus sentimientos en más de medio siglo, lo que lo dejó bastante perplejo.

¿Espera…? Espera. Medio siglo no es tanto, ¿verdad…? Pensó Zagan. Era completamente incapaz de imaginarse a sí mismo en una relación íntima con Nephy en 50 años. Por el contrario, podía imaginarse fácilmente a sí mismo ruborizándose y retorciéndose por la cosa más pequeña incluso después de 100 años.

“Um, no creo que esto sea algo de lo que debas preocuparte, ¿verdad?” Preguntó Kimaris mientras ladeaba la cabeza.

“Oh, bueno… ¿cómo lo digo? Simplemente estaba reflexionando sobre mí mismo. No te preocupes por eso”.

“Correcto.”

La forma en que Kimaris parecía completamente convencido por sus palabras hizo que Zagan se sintiera un poco deprimido. Y fue entonces cuando se dio cuenta de repente.

¿Eso significa que este amigo suyo todavía está vivo?

Y considerando que no había revelado su nombre…

“No me importa si te niegas a responder, pero déjame preguntarte una cosa más”, dijo Zagan.

“¿Qué es?”

“Este amigo tuyo… ¿Se llamaba Shere Khan?”

Kimaris guardó silencio, lo cual fue una respuesta en sí misma. Por lo tanto, Zagan se puso de pie en silencio.

“Hemos pasado demasiado tiempo charlando. Llegaremos tarde para cenar si no regresamos pronto”.

“… Bien”, respondió Kimaris con voz sombría. Zagan le dio una buena palmada al pecho del león.

“Mi principio es responder a las esperanzas de mis subordinados lo mejor que pueda. Si lo desea, le serviré la cabeza de Shere Khan en una bandeja. Y si lo desea, tampoco me importa dejarlo solo con su vida”.

Al parecer, cedió todo el poder sobre la vida de Shere Khan a Kimaris.

Kimaris parpadeó sorprendido, luego le devolvió una pequeña sonrisa y dijo, “Realmente estoy contento de haber entrado a tu servicio, mi rey”.

***

“Bienvenido a casa, maestro Zagan”.

Zagan fue recibido por Nephy al regresar a su castillo.

¿Hm? ¿Foll no está aquí hoy?

Por lo general, la hija de Zagan estaría junto a Nephy para saludarlo, pero parecía que tenía muchas cosas que quería hacer.

Había pasado bastante tiempo sin querer debido a su conversación con Kimaris. Dejó una cantidad insignificante de tiempo para el entrenamiento, por lo que puso fin a las cosas antes, pero aun así no pudo regresar a tiempo para ver a su hija.

Fue muy desafortunado que no pudiera ver el rostro de Foll, pero la encantadora sonrisa de Nephy fue más que suficiente para disipar inmediatamente la fatiga de todo el día. Vivió para esa vista.

¡No! ¡Esto no está bien! ¡Necesito continuar!

Acababa de experimentar un momento de felicidad, pero si eso continuaba durante 50 años sin cambiar, nunca podría disculparse lo suficiente con Nephy u Orias. Y, sobre todo, el propio Zagan no sería capaz de soportarlo. Pero en ese caso, ¿qué iba a hacer?

Mi única opción es invitarla a una cita…

Había pasado aproximadamente un mes desde su última cita. Además, Nephy fue quien lo invitó la última vez. Y sin embargo, debido a que se dio cuenta de lo falto que estaba en la lucha contra Azazel, su vida privada murió durante el mes que pasó pensando en contramedidas y entrenamientos.

Por supuesto, todavía tenía tiempo para su familia, como Nephy y Orias. Pero los momentos de paz y tranquilidad que pasó con Nephy fueron el punto de partida de Zagan. Eso no cambió incluso después de haber ganado nuevos miembros de la familia en Foll y los demás.

Por el contrario, fue precisamente porque su familia creció que tuvo que apreciar el tiempo con Nephy por encima de todo. No podía llamar a una relación en la que su propia felicidad tuviera que posponerse como si fuera una familia.

Azazel, Shere Khan y Bifrons no fueron solo amenazas a su vida. Zagan quería vivir en paz con Nephy, así que simplemente luchó contra aquellos que se interponían en su camino. Pero eso significaba que sus prioridades estaban al revés, ya que prepararse para ellas lo había mantenido alejado de ella durante tanto tiempo.

“¡Escúchame, Nephy!”

“¿Sí, Maestro Zagan?”

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de invitarla a una cita, de repente se dio cuenta de algo.

“¿Hm…? Te ves bastante pálida. ¿Has estado descansando adecuadamente?”

“¿Hwah? ¿Eh…?” Nephy se tocó la cara con nerviosismo. “Mis disculpas. No pensé que fuera lo suficientemente malo como para mostrarlo en mi cara…”

“No hay necesidad de disculparse. Más importante aún, ¿pasó algo?”

Nephy le devolvió la mirada con asombro, sacudió la cabeza y dijo, “No, no es eso… Um, mis lecciones con mi madre son tan esclarecedoras que termino quedándome hasta tarde estudiando sin siquiera darme cuenta”.

“¿Es eso así?”

Una relación en desarrollo con Orias era favorable, por lo que no era algo de lo que Zagan tuviera que advertirle.

“Intenté usar la hechicería para mantener mi salud, pero cuando pierdo la concentración, simplemente…” Nephy se calló, cubriéndose la cara con ambas manos tímidamente.

“No te preocupes por eso. De todos modos, descansa un poco mañana. Hemos complementado a nuestro personal lo suficiente como para que puedas tomarte un tiempo libre sin problemas, ¿no es así?”

No había mostrado mucho su rostro en el castillo últimamente, pero Alshiera también era capaz de hacer las tareas del hogar. Desafortunadamente, Nephy bajó los hombros avergonzada al escuchar esas palabras.

“Bien… contamos con ellos… te he fallado al hacer que te preocupes, así que descansaré un poco”.

Nephy entendió su posición y la de quienes la rodeaban. Sabía que tratar de cargarse a sí misma con todo no ayudaba a los demás, sino que los preocupaba. Por eso obedeció.

“Oh”, dijo Nephy, de repente dándose cuenta de algo. “Descansaré un poco, pero ¿qué estaba a punto de decir, Maestro Zagan?”

Nephy era una mujer inteligente, así que no lo dejó pasar.

“Uhhh… En realidad, me ha dado mucha hambre de tanto moverme. Me gustaría algo abundante para masticar esta noche”.

Incluso Zagan sabía que no debía invitarla repentinamente a una cita mañana en tal situación.

“¡Por supuesto! Me aseguraré de agrandar un poco su porción”.

Era inusual que Zagan hiciera alguna solicitud en particular sobre su comida, ya que encontraba todo delicioso, por lo que Nephy respondió con un tono de alegría mientras se alejaba corriendo.

La cara feliz de Nephy es realmente linda… pensó Zagan mientras agitaba su mano hasta que su amada ya no pudo ser vista, luego de repente cayó de rodillas.

“¿S-Sir Zagan? ¿Te pasa algo?” Kimaris preguntó con voz temblorosa.

¡Esto no está bien! ¡No he podido hacer nada de lo que hacen las parejas normales con Nephy últimamente!

Su deficiencia de Nephy le había dejado sin aliento.

Eso era lo único que no podía satisfacer con la hechicería. Fue posible mitigar temporalmente los síntomas usando Memorandum para ver una foto de ella, pero sin abrazarla, luego sentarla en su regazo y frotar las mejillas y jugar con sus oídos, fundamentalmente no pudo resolver el problema.

Aaah… ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que hablamos de ir a la ciudad y buscar ropa para el otro? ¿Dos meses? ¡¿Para qué estás viviendo, Zagan?! Sentía que iba a volverse loco por su propia inutilidad y su anhelo por Nephy. ¿Por qué tuvo que experimentar tanto sufrimiento?

“… Lo siento, Kimaris. Después de todo, podría matar a Shere Khan”.

“¡¿Q-Qué…?! ¿H-Hizo algo?”

El hechicero conocido como Shere Khan todavía respiraba, por lo que Zagan y Nephy no pudieron disfrutar de su tiempo juntos como amantes.

Todo era su culpa. La única opción que quedaba era matarlo. Y mientras Zagan estaba en eso, pensó que mataría a Bifrons, ya que ese Archidemonio también podía hacer algo molesto. También existía la ofensa anterior de interponerse en el camino de su (falsa) luna de miel en Raziel. Lo más probable es que Bifrons se interpusiera en medio de otra cita, por lo que Zagan tuvo que lidiar con ellos de manera definitiva.

Y mientras el Archidemonio se retorcía, no se dio cuenta de algo bastante importante. Lilith estaba de pie en las sombras de la cocina en la que Nephy acababa de entrar, mirándolo.