Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 3

Extra 4: ¿Lefille Y La Búsqueda De Reunir Gatos?

Suimei le había pedido a Lefille que encontrara y recolectara algunos gatos callejeros, y actualmente se estaba preparando para hacer exactamente eso en la parte sur de la capital imperial.

Con el fin de capturar al culpable detrás de los incidentes de coma, Suimei de repente le pidió que hiciera algo que parecía no tener ninguna relación. Coleccionar gatos para atrapar al criminal era realmente extraño, pero incluso si Lefille no entendía el significado detrás de eso, sabía que debía ser importante si él le había pedido que lo hiciera. Según lo que había visto de Suimei hasta ahora, al menos entendía eso.

Y cuando se puso a trabajar…

“Ya veo… Los perros callejeros son inesperadamente difíciles de encontrar”.

A pesar de que sentía que los veía todo el tiempo cuando no importaba, ahora que estaba tratando de encontrarlos, eran sorprendentemente difíciles de localizar. Pero como a los gatos les gustaba holgazanear en sus lugares favoritos durante el día, si al menos pudiera averiguar dónde se reunían, de alguna manera funcionaría, pero…

“Cuando se trata de lugares donde los gatos se reúnen, serían matorrales y callejones, ¿verdad? Ahora que lo pienso, incluso los he visto varias veces en el jardín de la Iglesia de la Salvación”.

Lefille se cruzó de brazos en medio de una calle con poco tráfico de peatones y se preguntaba dónde podría tener la mejor suerte para encontrar algunos gatos. Y entonces…

“Heh heh. ¿Puedo molestarte un poco, señorita? ¿Puedo?”

Alguien la llamó desde atrás. Dándose la vuelta, vio a un hombre grasiento y regordete.

“… ¿Qué te pasa?”

“Oye, ¿quieres divertirte un poco con tu hermano mayor aquí? Heh heh heh…”

“Ugh…”

Con suficiente viscosidad en su voz aguda como para hacerle pensar que podría ser una especie de criatura rezumante, el hombre regordete se acercó a ella. No importaba cómo intentara mirarlo, basándose en la forma en que estaba hablando, no podía despejar una sensación muy visceral de disgusto.

“Eheh, ¿qué tal?”

“¡N-No gracias! ¡Estoy apurada!”

Mientras gritaba eso, Lefille se dio la vuelta y se escapó tan rápido como pudo. Ella nunca miró hacia atrás ni una sola vez. Cuando pensó que estaba a salvo, se acurrucó contra una pared y contuvo el aliento.

“Hahh… ¿Qué era ese hombre indescriptiblemente repugnante? Hmm, ahora que lo pienso, escuché de Jill que últimamente ha habido gente en la capital imperial con tendencias extrañas…”

Jillbert estaba muy bien informada. Se abasteció de información como los asuntos de la policía militar y sucesos extraños en las ciudades. Y le encantaba hablar de esas cosas.

Según lo que había dicho recientemente, la capital imperial tenía una especie de problema de pedófilos en estos días. El hombre con el que acababa de encontrarse probablemente era parte de eso. En lugar de buena voluntad, ella solo sintió pensamientos malvados en él.

“Si estuviera en mi forma original, podría haber hecho justicia yo misma… Qué decepcionante…”

Con eso, Lefille dejó escapar un suspiro. Había huido frenéticamente de la situación, así que echó un vistazo a su alrededor para tratar de averiguar dónde había terminado. Parecía que había llegado a un distrito diferente de la ciudad. Estaba en algún lugar cerca de la biblioteca, el castillo y el distrito de clase alta.

Entre los complejos de viviendas de piedra, pudo ver varios restaurantes pequeños y llamativos. Era una zona bonita. Los edificios no estaban demasiado apretados y el sol brillaba aquí sin inhibiciones. Pero al mirar hacia un lado, vio la entrada de un laberinto: los laberínticos callejones comunes en los distritos residenciales.

“¿Un callejón trasero? Excelente. Si hay algún terreno baldío allí, probablemente sea el lugar perfecto para que se reúnan los gatos”.

Con eso, Lefille reafirmó su determinación y siguió adelante. Había mucho en juego en esto, por lo que tuvo que poner todo su empeño.

“¿Hmm?”

Al entrar en el callejón, encontró un solo gato. ¿Tenía un temperamento dócil? Incluso cuando se acercó, no se alejó. Simplemente bostezó. Mientras acariciaba su cabeza, el gato cerró los ojos como si estuviera sonriendo y luego comenzó a ronronear.

“Parece que será fácil de llevar, pero no se mueve en absoluto…”

El gato no mostró señales de ir a ninguna parte. En lugar de un gato como este, probablemente sería mejor traer de vuelta uno más enérgico. Decidiendo eso, Lefille siguió adelante. Más adelante en el callejón, finalmente se encontró con un área abierta.

“Oooh…”

Había muchos gatos en el área vacía. Al ver esa masa de esponjosidad, Lefille involuntariamente levantó la voz con admiración. Era un lugar de reunión mucho más grande de lo que esperaba. Tenía muchas opciones aquí.

“Lamento que esto sea tan repentino, pero por favor ven conmigo”.

Sin tratar de ocultar la enorme sonrisa en su rostro, Lefille intentó hablar con el gato al que se acercaba. En un suave intento de capturarlo, extendió ambos brazos y trató de levantarlo, pero como si se burlara de ella, se deslizó fácilmente entre sus manos.

“Hmph… Con mi cuerpo así, esto no será fácil, ¿verdad?”

Al verlo correr, Lefille estiró las manos para probar con el próximo gato. Con ágiles movimientos, saltó sobre un montón de basura para escapar.

“Ugh… ¿Qué hago?”

Lefille consideró sus opciones con una expresión sombría. Fue entonces cuando se le ocurrió una idea. Nunca cogería un gato que supiera lo que estaba haciendo. Tendría que pillarlos por sorpresa. Y llegando a esa conclusión…

“¡Allí!”

Con un repentino estallido de energía, saltó hacia un lugar donde se habían reunido varios gatos. Pero se dispersaron instantáneamente, frustrando el intento de captura de Lefille.

“Mm… ¡Yow!”

Golpeando su cabeza con demasiado entusiasmo contra el suelo, Lefille terminó siendo la que dejó escapar un sonido como un gato. A este ritmo, nunca llegaría a ninguna parte.

“Ahora que lo pienso, cuando la gente llama a los gatos, empiezan por imitarlos, ¿verdad?”

Cuando pensaba en cómo había visto a otros interactuar con los gatos, siempre eran amigables. Hacía que sea más fácil acercarse a ellos, así que quizás eso también funcionaría para ella. Pero cuando trató de imaginarse a sí misma haciéndolo…

“¡Meow! Psst, psst, psst! ¡Aquí gatito, gatito! ¡Meow!”

“¡Como si pudiera hacer eso! ¡Soy una honorable espadachina de Noshias! No hay manera de que yo…”

Pero todavía no tenía gatos y no tenía esperanzas de hacer contacto en el horizonte. Todos los callejeros simplemente la miraban desde la distancia. Después de preocuparse por lo que debería hacer durante bastante tiempo, respiró hondo y se armó de valor.

“¡Meeeow! ¡Venid aquí, gatitos! ¡Ven a mí! ¡Meow, meow, meow!”

Intentó su maullido más amistoso, poniendo su corazón y su alma en él. Pero los gatos solo bostezaban, se rascaban la cabeza con las patas traseras o se lamían las patas. Era como si no tuvieran absolutamente ningún interés en absoluto.

“…”

Aunque todavía sonriendo, Lefille se congeló en el acto. Su vergüenza daba vueltas en su cabeza.

“Ugh, que vergüenza…”

Gruñendo esas palabras alicaídas, Lefille bajó la cabeza. Ya era casi el atardecer. No quería volver con las manos vacías, pero ¿qué podía hacer en esta situación?

“… No tengo otra opción, ¿eh?”

Con eso, Lefille se dio la vuelta y regresó a la entrada del callejón. Vacilando un poco, tomó al gato despreocupado de antes y se fue a casa. Cuando ella llegó…

Al escuchar maullidos, Lefille se dirigió hacia la sala de estar y encontró a Suimei rodeado de muchos gatos.

“¡Meow!”

“¡Meow!”

“S-Suimei-kun, ¿qué está pasando aquí…?”

“¡Meow!”

“¡Meow!”

Mientras Lefille se quedó allí estupefacta, Suimei se volvió hacia ella con una sonrisa bastante brillante.

“¿Oh esto? También fui por la ciudad y traje algunos. Como era de esperar, fue bastante fácil encontrar un montón de ellos. Bueno, el rango de comportamiento de los gatos es bastante estrecho, así que no tuve que esforzarme mucho para hacer mucho, pero… ¿Lefi? ”

“A pesar de que pasé por tanto solo para traer uno de vuelta…” Lefille comenzó a descargar su ira golpeándolo repetidamente.

“¡Eres tan desconsiderado, Suimei-kun! ¡Desconsiderado, te lo digo!”

¡Whap, whap, whap, whap, whap! “¿Q-Qué te pasa de repente?”

“Devuélveme mi orgullo…” murmuró, sollozando.