Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 3

Capitulo 3: El Segundo Héroe, Elliot

Parte 4

Habiendo asignado a cada uno su propio trabajo, Suimei y los demás se separaron por el momento. A diferencia de Elliot y Christa, empezaron más tarde y aún no tenían pistas, por lo que estaban un poco atrasados desde el principio.

Y por esa razón, Suimei se dirigió directamente a donde él mismo había presenciado algo. El día en que Liliana lo guio a la biblioteca, cuando regresaba a casa, se encontró con alguien con capucha negra que perseguía a un noble dentro de una pseudobarrera tejida con magia. Suimei supuso que probablemente alguien era el culpable de los incidentes, pero…

“Ahora que lo pienso, eran bastante pequeña…”

La sombra que enfrentó en la oscuridad era pequeña y delgada. Recordando también cómo se habían movido, parecían haber sido bastante jóvenes. Suimei podía adivinar que era un niño. Tomando eso en consideración, sentimientos complicados brotaron en Suimei.

¿De qué se trata esto…?

Atacar a los ciudadanos, ponerlos en coma, sembrar el miedo. Los militares no sabían qué hacer y el culpable era un niño. Suimei no podía ver sus motivos en absoluto. Y mientras dejaba que esos pensamientos corrieran por su cabeza, podía ver una gran multitud en el camino frente a él.

“Que…”

La multitud estaba agitada por la charla. Y ese ruido se hizo gradualmente más fuerte. Al ver que este fenómeno inusual sucedía en medio de una calle con mucho tráfico peatonal, Suimei también fue llamado por el espíritu de curiosidad y corrió hasta el final de la calle para echar un vistazo. Mientras lo hacía, desde el interior del recinto de personas que rodeaban algo, podía sentir el maná denso que se hinchaba.

“Esto es…”

Era una sensación con la que estaba familiarizado, una longitud de onda de maná que acababa de sentir el otro día. Sí, este era el inconfundible maná de Liliana Zandyke. De repente, desde atrás, pudo escuchar fragmentos de conversaciones. “¿Qué pasa?” preguntó alguien. “El oponente es un mago del gremio”, susurró otro. Y entre todas las conversaciones, Suimei escuchó murmullos de “el arma humana”, el apodo de Liliana.

Mientras se disculpaba con las personas que lo rodeaban, Suimei se abrió paso entre la multitud mientras lo empujaban.

Finalmente, cuando llegó al frente de la multitud, lo que apareció a la vista, efectivamente, fue Liliana Zandyke. Podía ver su frío ojo izquierdo, y lo que estaba mirando hacia abajo… eran los magos que se pelearon con Liliana el otro día.

A diferencia de antes, parecía que habían recibido algunos ataques severos de ella. Sus túnicas fueron quemadas y rasgadas aquí y allá. De un vistazo, parecía trágico. Era probable que hubieran sido golpeados con magia de fuego y viento de los que no pudieron defenderse. Y parecía que su maná ya se había secado.

“Si ya has tenido suficiente… deja de entrometerte… ya”.

“Mierda…”

El que maldijo mientras se enderezaba fue el hombre con el tono brusco de la última vez. Sus ojos todavía tenían hostilidad en ellos mientras miraba a Liliana, pero esta vez no estaba dispuesta a tolerarlo. Una vez más soltó su denso y poderoso maná. El área a varias docenas de metros de ella estaba inundada de sed de sangre. Era tan espeso que casi cualquiera podía sentirlo.

Los dos magos, así como los espectadores curiosos, probablemente se pusieron la piel de gallina por esto. El maná les picaba la piel como un ácido en el aire. Esa fue la manifestación desnuda de malicia.

Y al final, tanto el mago grosero como el mago educado quedaron inconscientes y echando espuma por la boca. Sin maná, no era probable que se despertaran pronto. Echando un vistazo a los dos hombres derrotados, Liliana recordó su maná y relajó su postura de batalla.

Mientras lo hacía, Suimei se dio cuenta de que la multitud que la miraba la estaba mirando con dureza. Ella había derrotado total y absolutamente a estos dos hombres y los había golpeado hasta que ya no pudieron pararse. Inspiró miedo en la multitud, si no pavor y disgusto.

Parecía probable que los magos hubieran vuelto a pelear y Liliana no estaba equivocada. El hecho de que la estuvieran juzgando tan duramente por legítima defensa propia era algo lamentable. Pensando en lanzarle un salvavidas, Suimei se acercó.

“Yo.”

Al escuchar su voz, Liliana se volvió hacia él.

“… ¿Tú otra vez? Pareces aparecer ante mí… bastante.”

“Podría decirte lo mismo. Así que nada de esa mierda sobre que te acosa, ¿de acuerdo? De todas formas…”

Dejando  eso  a  un lado  rápidamente, Suimei  miró  a  los  lamentables hombres de la calle que habían sido completamente derrotados.

“¿Esos tipos te atacaron de nuevo?”

“Así es. Llegaron incorregiblemente… y me desafiaron de nuevo. A pesar de ser adultos… son unos idiotas desesperados. Enormes idiotas”.

“Y tienes bastante mala suerte, ¿eh?”

La mirada que Suimei lanzó sobre los dos hombres caídos estaba llena de asombro. Pensó que si ayudaba a explicar lo sucedido, la gente podría captar una indirecta. Pero no tiene tanta suerte. Los ojos que miraban a Liliana no cambiaron.

A pesar de que los espectadores curiosos en la primera fila sin duda escucharon lo que Suimei había dicho, estaban hablando como si no lo hubieran hecho. “El arma humana atormentó a los magos del gremio”, dijo uno. “Qué niña tan espantosa…” dijo otro. “¿Por qué esa peligrosa mocosa se queda en libertad?” dijo otro más.

Seguían y seguían. Suimei estaba desconcertado. ¿Quién hablaría de una víctima así? En todo caso, deberían haber estado criticando a los adultos que habían atacado a una niña pequeña. Entonces, ¿qué estaba pasando? ¿Asumieron automáticamente que Liliana estaba equivocada? Mientras Suimei estaba allí, estupefacta por la malicia que los rodeaba, Liliana la hizo moverse.

“Hazte a un lado… Esto no es un espectáculo”.

Liliana miró a la multitud con su único ojo. Con eso, la severa multitud de curiosos se dispersó gradualmente. Como lo hicieron…

“…Monstruo.”

Alguien no pudo evitar recibir un último insulto. “Ahora…”

“Está bien. Si te quedas callado… después de un rato… todos se irán… ”

“¿Irse? Ese no es el problema aquí. Ellos malinterpretaron completamente la situación, ¿no es así?”

“Está bien.”

Liliana habló en un tono algo fuerte mientras miraba hacia abajo. Incluso sus palabras eran de alguna manera irresponsables y tenían una sensación de resignación.

“… ¿Estás realmente de acuerdo con esto?”

“Sí, es lo mismo de siempre. Los usuarios de la magia siniestra… son detestados… en el Imperio. Estoy… No, no importa dónde esté… Estoy tan vilipendiado”.

Suimei podía escuchar el murmullo de alguna manera solitario de Liliana. Parecía que se estaba quejando de que ya no se podía hacer nada al respecto.

“El departamento al que pertenezco… es especial. Es un lugar que es fácil de odiar… para empezar, así que tener a alguien como yo allí… es conveniente”.

Ciertamente era cierto que los militares tenían departamentos especiales, e inevitablemente había algunos que a la gente no le gustaban. Un ejército especialmente grande cortejó el descontento nacional y extranjero, pero si hubiera un objetivo fácil de criticar, todas las miradas se detendrían allí. Entonces, ¿Liliana estaba diciendo que ella misma estaba asumiendo la peor parte de esa malicia?

Mientras Suimei miraba a su alrededor, la multitud que se alejaba seguía mirándolos a los dos como si fueran animales salvajes a los que no se atreverían a sacudir un palo.

La gente miraba con cautela por los escaparates y fruncía el ceño desde las sombras de los edificios. Todos con la misma luz oscura y despectiva en sus ojos. Nadie debería mirar a un niño de esa manera.

Y finalmente, tal como dijo Liliana, todos los curiosos se fueron. Después de haber sufrido su tratamiento, Liliana también estaba a punto de irse, pero…

“Espera un segundo.”

“¿Qué pasa?”

“Estás herida”.

¿Había sido golpeada por la magia de los magos? La nuca de su cuello estaba ligeramente enrojecida. Probablemente fue una quemadura o algo similar. Suimei se acercó a ella y levantó la mano hacia el área afectada.

“Qué estás—”

“Quédate quieta un rato”.

Una fosforescencia verde claro se elevó de su mano. Fue magia curativa. Gracias a las manos curativas de Suimei, la parte inflamada de piel volvió rápidamente a su estado normal y saludable. Como si Liliana estuviera frotando algo misterioso, luego se llevó la mano a la nuca que se había quemado.

“… ¿Por qué?”

“¿Hmm?”

“¿Por qué estás… tratando de ser amable conmigo?”

“Sin razón. Solo soy un entrometido caprichoso. ¿Eso te pone nervioso?”

“Sí, mucho.”

Lo que surgió en Liliana al reconocerlo fue un sentimiento como la ira. Y al ver su rostro en tal estado, una indefensa sensación de lástima surgió dentro de Suimei.

“Estaría bien… si tú también… hicieras lo mismo que ellos”.

“¿Qué? ¿Despreciarte? ¿Mirarte con esos ojos?”

“Así es.”

“¿De verdad lo quieres así?”

“Eso es…”

“No hay forma de que lo hagas, ¿verdad?”

“…”

Liliana bajó la cabeza en silencio. La fuerza de sus hombros se desvaneció y se inclinaron ligeramente.

“¿Puedes volver por tu cuenta?”

“¡N-No me trates como a un niño!”

“Supongo que estarás bien entonces. También tengo cosas que hacer, así que me voy, ¿de acuerdo?”

Con eso, Suimei se alejó  en la  dirección de donde había tenido  su encuentro con el culpable.

“Haz… lo que quieras”, pensó que escuchó a alguien murmurar detrás de él.

***

“Volví.”

Después de terminar con su investigación de la escena del crimen, que no dio frutos, Suimei regresó a su casa. Perdido en sus pensamientos, casi se olvidó de quitarse los zapatos y se detuvo repentinamente en la puerta principal. Mientras miraba casualmente más profundamente en la entrada, vio a Lefille al acecho bajo el cálido resplandor de una lámpara.

“Bienvenido a casa.”

“Así que volviste primero, ¿eh, Lefi? ¿Qué estás haciendo ahí parada?”

“Estaba esperando a que regresaras”.

“¿Yo?”

Mientras Suimei la interrogaba con curiosidad, Lefille asintió mientras señalaba hacia el baño. Y cuando Suimei llegó a un entendimiento, asintió. Probablemente quería que él le preparara el baño.

El Imperio mantenía su propio suministro de agua, por lo que sus ciudadanos podían sacarlo de él en cualquier momento. Pero conseguir agua caliente requería magia.

Entonces, para darse un baño caliente, o requeriría que alguien en la casa conociera la magia correcta, o la convocación de un especialista. Obviamente, en esta casa con dos expertos en magia, no había necesidad de este último. De hecho, el trabajo de calentar el baño se dejó exclusivamente a Suimei.

“Pero aun así, ¿es esa una razón para esperar así?”

“Bueno, cuando traje a los gatos conmigo, me cubrí de pelo”.

“Suena horrible.”

A medida que Suimei se acercaba, el desastroso estado de Lefille se hizo evidente. Su ropa, su piel expuesta e incluso su brillante cabello rojo iluminado por el resplandor naranja de la lámpara estaban todos cubiertos de pelo de gato. Parecía que se había metido en una gran pelea en los callejones traseros. Fue un poco patético.

“¿Eso es todo?”

“¿Perdón…? ¿Habría algo más?”

¿Quizás estaba buscando algo de gratitud? Justo cuando Suimei se preguntaba eso, Lefille comenzó a hacer pucheros.

“Oh, tú… Qué poco confiable… ¿Debería convertirte en una bola de pelo que camina también?”

“Estoy bien como estoy, Su Excelencia. A partir de aquí, me recluiré en mi laboratorio, prepararé todo tipo de artículos mágicos y revisaré el libro que obtuve de Menia, ya ves…”

“No hay necesidad de ser tan modesto. ¿No somos compañeros? Saboreemos juntos este cosquilleo sentimiento, ¿de acuerdo?”

“Espera… Solo mantén tus caballos allí”.

Suimei objetó, pero Lefille estaba de un humor bastante juguetón.

“Es bastante reconfortante verte nervioso, Suimei-kun. Es muy divertido”.

“¡Oye, no te metas conmigo!”

“¿Cuál es el problema, hmm?”

Suimei escuchó a Lefille reír mientras lanzaba los brazos al aire. Ella estaba completamente decidida a atraparlo y frotarse contra él. Pero en ese momento, la puerta principal se abrió una vez más.

“He regresado.”

“Oh, bienvenido a casa, mi salvadora…”

Cuando Suimei le dijo eso a Felmenia, que acababa de regresar después de haber terminado de recopilar información, la puso frente a él y casualmente se lanzó detrás de ella.

“… ¿Sucede algo?”

Incapaz de comprender la situación, Felmenia lo miró con una expresión en blanco. Parecía que había hecho todo lo posible con su investigación. Su cutis no era muy bueno y podía ver la fatiga en su rostro.

“Suimei-kun, es cobarde usar a Lady Felmenia como escudo, ¿sabes?”

“Mira quien habla. Estabas a punto de saltar sobre mí”.

“Oh tu…”

Basándose en eso, Felmenia pareció deducir lo que había sucedido y dirigió una mirada de reproche a Suimei.

“Suimei-dono…”

“Eeeh, bueno, aparte de las bromas…”

Con eso, Suimei le dio unas palmaditas en los hombros a Felmenia.

“Menia, ¿qué tal si le haces a Lefi que te enseñe a usar el baño hoy? No lo has hecho todavía, ¿verdad?”

“¡¿Eh?! ¿Un b-baño? Realmente no… Um… ”

Con voz molesta, Felmenia comenzó a entrar en pánico.

“Tienes razón. Esta es una buena oportunidad. ¡Hoy te enseñaré las virtudes de un buen baño!”

“Nooo…”

Felmenia solo pudo gemir ante el entusiasmo de Lefille. Como Astel no tenía la costumbre de tomar un baño, parecía resistirse a la idea. Hasta ahora, se había negado obstinadamente a participar en el baño. Si lo intentaba una vez, su forma de pensar cambiaría instantáneamente, pero ni siquiera estaba dispuesta a hacerlo.

Y luego, como si tratara de alejarse un poco de Suimei y Lefille, que estaban bloqueando sus rutas de escape hacia adelante y hacia atrás, se hizo a un lado.

“Ciertamente  no  tiene  por  qué  ser  hoy,  ¿no?  Habrá  muchas  otras oportunidades…”

“¿No es eso lo que dijiste la última vez?”

“Lady Felmenia, la misma excusa no funcionará dos veces seguidas”.

Con ambos enfrascándola, Felmenia estaba perdiendo terreno rápidamente. Pero luego, como si le hubiera ocurrido una gran idea, los miró a ambos con bastante seriedad.

“A decir verdad, la Casa Stingray tiene un precepto familiar que me prohíbe bañarme, así que…”

“Vaya, ¿es así?”

Parecía que Lefille estaba lista para tragarse su excusa plausible después de escuchar la frase “precepto familiar”, pero no Suimei.

“Qué ingenua, Menia. En nuestro mundo, tenemos magia para ver a través de las mentiras, ya sabes… ”

“¡Eso es injusto! ¡La magia del mundo de Suimei-dono es una tontería!”

“Así que realmente fue una mentira, ¿no?”

“Ah…”

A pesar de que las cosas habrían salido a su favor si hubiera perseverado un poco más, Felmenia era una persona recta en lo más profundo de su ser y no podía seguir mintiendo.

“Lady Felmenia, no sabes cuándo rendirte, ¿verdad? Solo resígnate y métete en el baño conmigo ya”.

“Entonces, en ese caso, te dejo calentar el baño a ti.”

“De ninguna manera…”

Metida entre ellos, Felmenia no tenía forma de escapar. Después de confirmar que tanto la proa como la popa estaban bloqueadas, dejó caer los hombros con resignación. Caída, Lefille la apartó.

Después de un corto tiempo, mientras Suimei estaba tratando de decidir a dónde irían todos los gatos, pasó por el vestidor y pudo escuchar el crujir de la ropa. Parecía que el baño se había calentado y todos los preparativos estaban completos. Y justo entonces…

“¡¿Qué?!”

“… ¿Qué te pasa, Lefille?”

Desde el camerino, Suimei podía escuchar la sorpresa en la voz de Lefille y la confusión en la de Felmenia. Pensó que algo andaba mal, pero…

“G-Grandes…”

“¿Eh?”

“Tch, esos pueden ser más de los que tenía en mi forma original…”

¿Qué estaba tan sorprendida de ver? Suimei  no tenía ni  idea, pero Felmenia pareció darse cuenta.

“Realmente no entiendo… pero ¿se trata de mis pechos?”

“Así es. ¿Exactamente qué comiste para crecer así, Lady Felmenia?”

“Nada en particular que yo sepa…”

“¿Estás tratando de mantenerlo en secreto? ¡Eso no funcionará!”

“Está bien. Con el tiempo, el tuyo también crecerá, Lefille”.

Felmenia reprendió amablemente a Lefille, pero Lefille reunió su espíritu competitivo.

“S-Si volviera a mi forma original… Um, no sería… tan grande como los tuyos, pero…”

“Forma  original…  ¿dices?  Has  estado  hablando  de  algo  así  durante bastante tiempo, pero ¿qué quieres decir con eso?”

“De hecho, esta forma infantil que habito ahora mismo no es mi verdadera forma. En verdad, soy mayor y más alta que tú”.

“U-Umm…”

Felmenia expresó una vacilación perpleja ante esta declaración, ante la cual Lefille se enojó un poco.

“¡¿Estás diciendo que no me crees?!”

“¿Qué? No, ese no es el caso. Creo lo que dices. Con el tiempo, crecerás, después de todo”.

“¡No me crees en absoluto, ¿verdad?!”

Al final, hasta que realmente regresó a su forma original, parecía que nadie la iba a creer.

“Grrr…”

Basándose en el tono insatisfecho de su voz, Suimei podía imaginar las mejillas haciendo pucheros de Lefille, pero…

“… Escuchar a escondidas es de muy mal gusto”.

Suimei se había absorto involuntariamente con su conversación, y aunque algo tarde, se dio cuenta de que escuchar no era algo que debería estar haciendo. Y luego, justo cuando Suimei se iba a ir…

“Lady Felmenia, lo siento, pero tenga paciencia conmigo”.

“Que es— ¡¿Qué?!”

“Uf, esta elasticidad es devastadora…”

“¡¿Q-Qué estás haciendo exactamente?! ¡Por favor, no me agarres así!”

“Esto es solo un pequeño examen… ¿Hmm?”

“Q-Qué pasa— ¡Eek!”

“Lady Felmenia, tiene un poco de gordura que se puede agarrar alrededor de sus caderas, ¿sabe? ¿No es esto bastante malo?”

“¡No necesito que me digan eso! ¡Espera, te estoy diciendo que no me agarres!”

“Lo siento, eso fue grosero de mi parte.”

Suimei se dio cuenta de que ambas estaban desnudas detrás de esa puerta.

“Dos, tres, cinco, siete, once…”

Al enumerar los números primos, Suimei se puso rojo brillante y se retiró.

***

Estaban allí, acechando en la oscuridad. Sus túnicas oscuras los hacían indistinguibles de la oscuridad que los rodeaba a primera vista. Una sombra corta y una sombra alta. Moviéndose a través de la ciudad dormida como si volaran, se lanzaron de un lado a otro como si unieran la oscuridad. Reprimiendo agudamente su presencia mientras buscaban a su presa, seguramente eran cazadores.

De   repente, la pequeña sombra se detuvo. Como si se opusiera directamente a las leyes de Newton, se detuvo en seco mientras saltaba por el aire y aterrizaba sobre los ladrillos colocados en el suelo sin romper su silencio.

“¿Qué pasa?”

“No… es nada.”

Después de eso, la sombra alta aterrizó a su lado. La respuesta que había dado la pequeña sombra pudo haber sido simplemente una mentira.

La razón por la que la pequeña sombra se detuvo fue porque encontraron fallas en una criatura viviente en la parte superior de una pared. No, la razón por la que se detuvieron pudo haber sido porque la criatura les había fallado.

Sentado en lo alto de la pared mucho más alto que cualquier otra cosa a su alrededor, ambos ojos estaban abiertos tanto como podían.

Sus pupilas brillaron con un resplandor mientras miraba directamente a la pequeña sombra. Era un gato. Un gato callejero que vivía en la capital imperial, que había captado la pequeña sombra entre las dos luces amarillas de sus ojos.

“Prrrrr…”

Comenzó a ronronear. ¿Qué se suponía que significaba eso? El gato se puso de pie sobre sus peludas patas y se fue sin hacer ruido. La sombra alta luego colocó su mano sobre el hombro de la pequeña.

“Vámonos.”

“…Si.”

Demostrando su acuerdo, la sombra alta siguió a la pequeña cuando comenzaron a moverse de nuevo. Por supuesto, estaban avanzando hacia el logro de su objetivo.

Se dijo que el objetivo esta vez pasaba por las afueras del distrito de clase alta. La fuente de esa información fue la sombra más alta en la parte trasera. Sí, la sombra alta siempre traía información tremendamente precisa.

La sombra corta estaba logrando su objetivo al usar eso. Era probable que la sombra alta poseyera una red de información que incluso sobrepasara al departamento de inteligencia del Imperio. El objetivo esta vez era alguien que se había escapado antes porque una parte no relacionada se había interpuesto en el camino.

“Está en esta área. Pon la red”.

Al escuchar esas palabras, la pequeña sombra asintió sin ninguna oposición. Y tal como se le pidió, la pequeña sombra entrelazó el hechizo rápidamente. Y justo cuando estaban a punto de comenzar el canto…

“Meow.”

“—?!”

Al escuchar el maullido de un gato en un momento tan inesperado, la parte posterior de la pequeña sombra tembló ligeramente de sorpresa.

Dándose la vuelta rápidamente, pudieron ver un gato sentado detrás de ellos. ¿Se les había acercado sin hacer ruido? Estaba acurrucado contra la pared de un edificio, y al igual que el otro gato antes, miraba fijamente a la pequeña sombra. Completamente fijado.

Como si estuviera monitoreando cuidadosamente cada uno de sus movimientos. Una tela oscura estaba envuelta alrededor de su brazo, entonces, ¿era éste la mascota de alguien?

Deteniendo el uso de su magia por un momento, la pequeña sombra dio un solo paso hacia el gato. Sin embargo, el gato no se inmutó.

Solo mantuvo sus pupilas dilatadas completamente fijadas en ellas. Dieron un paso adelante y el segundo gato finalmente pareció sentir el peligro. Se estiró con lo que pareció ser un bostezo, luego les dio la espalda y se fue.

¿Qué fue eso? No entendían cuál era la expectativa del gato, pero se recompuso y la pequeña sombra invocó magia oscura. Al oscurecer la luz en su entorno, fue un hechizo que debilitó el sentido de la visión. Con esto, descontando cualquier coincidencia, su objetivo ya no podría escapar.

Y en poco tiempo, apareció dicho objetivo. ¿Se había hartado de licor y vino? Sus pasos eran inestables y ni siquiera se dio cuenta de que había entrado en su oscuridad. Esta vez el trabajo sería fácil. Todo lo que tenía que hacer la pequeña sombra era lanzar magia sobre un borracho, un asunto trivial. Tal como habían hecho con los demás, lanzarían magia oscura sobre este hombre.

Y cuando concluyó su oscuro negocio, todo lo que quedó fue el detestable noble inconscientemente tendido sobre el ladrillo puesto.

Con eso, un brote más de ansiedad había sido eliminado. Solo un poco más… Si repitieran esto solo un poco más, todos los obstáculos que bloquearon el camino de esa persona desaparecerían.

La pequeña sombra, sin saberlo, dejó escapar un suspiro de alivio, y justo cuando se dieron la vuelta…

“Como era de esperar, el segundo jugador está un paso atrás, ¿eh?” Esa voz les llegó.