Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Un Paria Del Oeste II

Parte 26

Frente a lo Desconocido

El Señor Demonio y su bruja continuaron bajando las largas escaleras de la mazmorra. Por supuesto, no había otra alma que encontrar, y ningún otro sonido para escuchar, como si el ataque del Señor Demonio hubiera silenciado toda la mazmorra.

“¿Esta es la mazmorra de la que habló, señor secretario?”

“Mm. Ahora está mucho más tranquilo”.

A diferencia de antes, la ciudad estaba en mucho más alboroto. Aun así, no quedaban muchos monstruos por ahí, y sería bastante fácil para Weeb y el Trinary limpiar. Si bien el Señor Demonio no lo sabía, los dos aventureros de rango S también estaban allí. A menos que haya más monstruos de nivel jefe como Hydra, Yukikaze y Mikan tampoco tendrían problemas para cuidarse.

“Señor Secretario, está oscuro y espeluznante aquí…”

“Supongo que sí.”

Yu envolvió su brazo alrededor del Señor Demonio con una obvia expresión de “estoy tan asustada”. Tahara habría señalado que ella era la cosa más aterradora en el calabozo en este momento.

“Es como un laberinto embrujado, especialmente debido a las luces”.

“M-Mm…”

Yu presionó sutilmente sus senos bien formados en los brazos del Señor Demonio, sus mejillas sonrojadas. Tahara habría llamado a su hospital el verdadero laberinto embrujado. El Señor Demonio se aclaró la garganta y decidió saltar algunos niveles a través de Quick Travel.

“Disculpe, señor secretario… ¿Por qué no verificamos un nivel a la vez? Podemos encontrar algo. Deberíamos tomarnos nuestro tiempo y explorar cada piso juntos”.

“N-No es que no quiera, pero tenemos un poco de prisa. Vámonos.”

“¡Oh, señor secretario…!”

Apartando los ojos suplicantes de Yu, el Señor Demonio la agarró y saltó a la fuerza al nivel 15, donde había visto las celdas de la prisión la última vez. Ahora, incluso el interés de Yu fue despertado por la extraña vista. Ella inspeccionó el espacio, izquierda y derecha.

“Es una cárcel muy antigua… bueno, primitiva”.

“Yu, ¿qué crees que… fue mantenido cautivo aquí?”

“Mi primer pensamiento sería un humano. Muy probablemente un espécimen del tamaño de un adulto.”

El Señor Demonio reexaminó las celdas, y parecía seguro asumir que los humanos se mantenían en ellas en condiciones horribles.

Bajaron otra historia para encontrar más células. Algunos tenían una estructura similar a los del nivel superior, mientras que otros estaban hechos con barras de metal que parecían un poco más duraderas. A medida que bajaban, encontraban pisos más grandes con más celdas.

Yu no parecía estar molesta, pero era una vista extraña para el Señor Demonio. ¿Quién hizo estas cosas y por qué? ¿Y por qué construirlos dentro de una mazmorra, de todos los lugares? No entendió nada de eso. Por otro lado, Yu habló con un tono tan despreocupado como hablar sobre el clima del día siguiente:

“Quizás… Eran mascotas”.

“¡Ah!”

El Señor Demonio se rio, pero no pudo evitar la idea. ¿Quién podría haber quedado cuerdo atrapado en una celda de prisión en una mazmorra repleta de monstruos?

“En cualquier caso, no me gusta…”

“Por supuesto señor. La gestión de la felicidad de las personas debe estar totalmente bajo su control”.

“Mm…”

Incluso mientras fingía estar de acuerdo, el Señor Demonio estaba gritando por dentro. Hubiera negado con vehemencia la necesidad de tal gestión si hubiera podido.

Cuando alcanzaron el nivel 20 en el fondo de la mazmorra, el aire cambió por completo y las bromas se detuvieron. La expresión del Señor Demonio cambió.

Este piso albergaba una fábrica moderna. A diferencia de cualquiera de los pisos superiores, el suelo y las paredes estaban hechos de concreto, mostrando vigas de soporte de acero desnudo sobre innumerables cintas transportadoras en funcionamiento. Los cinturones industriales llevaban monstruos cortados y cuerpos humanos carbonizados a quién sabe dónde, junto con ropa, armas e incluso las paredes de las casas.

Parecía no haber rima o razón para la variedad de cosas que llevaba.

“Ya veo. Parece que me han mostrado a un nivel diferente”.

“… ¿Señor Secretario?”

“Es bastante diferente del nivel 20 del que había oído hablar. Yu, ¿este nivel te parece el mismo que los otros?”

El nivel 20, como Yukikaze se lo había descrito, no era nada fuera de lo común. Definitivamente no esta instalación moderna.

“Sí… paredes de roca desnuda. Con poca luz.”

En este momento, el Señor Demonio se hizo seguro de su sospecha. “Aparentemente, fui invitado”.

Primero, el arma que había encontrado en el nivel 15, y ahora el nivel 20 que no era como debería ser. Alguien le estaba dando al Señor Demonio una mirada secreta detrás de las cortinas y lo estaba disfrutando. ¿Se burlaban del Señor Demonio o tenían un mensaje que enviar? En cualquier caso, estaba seguro de que no eran buenas noticias.

“Yu, quédate aquí. Si algo sucede, agárrame a mí y Quick Travel”.

“Espera señor. ¿Va ir solo…?”

“Si los dos nos atacan a la vez, nos quedamos sin opciones. Si algo parece malo conmigo, cúrame de inmediato. ¿Entendido?”

“S-Sí, señor…”

El Señor Demonio continuó a través de las innumerables cintas transportadoras que transportaban cadáveres de monstruos y humanos sin discriminación. Era espeluznante por decir lo menos, y cualquiera podría haberse congelado en sus pistas. Pero el Señor Demonio no lo hizo.

(Algo está aquí. Algo que quiero saber. O algo que alguien quiere mostrarme).

La puerta al final de la fábrica se abrió automáticamente, tal vez por electricidad o tal vez por magia. Una de sus preguntas fue respondida tan pronto como cruzó la puerta.

“Entonces es una planta de reciclaje”.

Debajo de él, podía ver al monstruo y los cuerpos humanos caer en un horno gigante, con nuevos monstruos que se llevaban a cabo. Esta era una vista bastante diferente a lo que la mayoría de la gente imaginaba que era la reencarnación.

En la sala, el Señor Demonio vio innumerables monitores que varían en tamaño. Con alrededor de un centenar de monitores apilados uno encima del otro en un montón, casi parecía un monumento. Incluso el Señor Demonio no pudo evitar estremecerse ante la vista.

“¿Quieres que califique tu obra de arte?” El Señor Demonio preguntó quién era el que lo estaba esperando.

Quienquiera que fuera, tenían poderes y tecnología desconocidos. Justo de lo que el Señor Demonio había presenciado hasta ahora, el reciclaje de la vida debajo de él y el arma de energía solar, tenían una tecnología que superaba la del mundo moderno. Como para responder a su pregunta, apareció una línea de texto en las pantallas:

Juguemos, Señor Demonio.

Después de leer estas palabras, el Señor Demonio encendió un cigarrillo sin decir una palabra. Quizás ofendido por esto, algunas de las pantallas se agrietaron. Apareció una nueva línea de texto:

Juega conmigo, Señor Demonio. 

Una línea similar, pero con una naturaleza diferente. La primera seguía siendo una invitación, pero fue más contundente. Al leer esto, el Señor Demonio se sacó el cigarrillo de la boca y lo arrojó hacia las pantallas. El cigarrillo aún encendido golpeó un monitor y cayó al suelo. Al siguiente instante, una pantalla tras otra se hizo añicos en una cacofonía. La pantalla más grande en el centro, la única que quedaba, mostraba una línea de texto rojo:

Jugaré contigo, Señor Demonio.

Ahora tenía una sonrisa intrépida.

“Finalmente, se muestran tus verdaderos colores”.

JUGARÉCONTIGOTEMATARÉJUGARÉCONTIGOTEMATARÉ JUGARÉCONTIGOTEMATARÉJUGARÉCONTIGOTEMATARÉ JUGARÉCONTIGOTEMATARÉJUGARÉCONTIGOTEMATARÉ JUGARÉCONTIGOTEMATARÉJUGARÉCONTIGOTEMATARÉ JUGARÉCONTIGOTEMATARÉJUGARÉCONTIGOTEMATARÉ JUGARÉCONTIGOTEMATARÉJUGARÉCONTIGOTEMATARÉ

“Je…”

El Señor Demonio temía en secreto el mensaje y la malicia detrás de él. Pero su fuerza de voluntad inmovilizó incluso su miedo escalofriante, y solo se hizo más fuerte. Cuanto más lo arrinconaron, más reprimió las emociones negativas y lo atravesó. No importa cuán pobremente unido pudiera haber aparecido.

“¿Te sientes como un ser superior en esta fábrica de mierda? Divertidísimo.”

Determinado, el Señor Demonio escupió esto en la pantalla, directamente. Tenía las armas y la confianza para ganar, gracias al incomparable mundo de su creación. El mundo infinitamente vasto creado a partir de sus quince años de determinación, lleno hasta el borde de códigos de trampa.

Un desorden de texto que cambia rápidamente se ejecutó en la pantalla hasta que finalmente se mostró:

JUEGO TERMINADO

El Señor Demonio, sin decir una palabra, arrojó el Fuego de Sodoma en la pantalla. Cuando las piezas destrozadas del monitor centellearon como nevadas en el aire, el Señor Demonio declaró la guerra contra su oponente oculto.

“No tengo idea de quién eres, pero debes saber esto. ¡Para mí, ni para el Imperio, nada es imposible!”

El Señor Demonio agito su abrigo negro y salió de la habitación.

Esta fue la primera batalla de una guerra furiosa entre el Señor Demonio y quien gobernara este mundo.