Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Un Paria Del Oeste II

Parte 21

Antes de la Tormenta I

En la Ciudad Santa, su destino, la gente estaba consternada, conmocionada y confundida ante una variedad de rumores que circulaban por la ciudad.

Uno era un rumor de que el Señor Demonio había aparecido, otro era que había aparecido un médico milagroso que podía curar cualquier dolencia, y otro más era que White, la líder de las Doncellas Santas, recibió un Halo de Ángel. Aun así, el rumor más candente de todos… era sobre el Dragonborn plateado.

Debido a que White generalmente pasaba sus días en el Castillo Sagrado, la gente tenía pocas oportunidades de ver su halo. Sin embargo, el uno a uno entre Zero y Allit, el duque de la oscuridad, fue presenciado por decenas de miles, lo que generó rumores rápidos y sensacionales.

“El Dragonborn protegió el Castillo Sagrado”.

“Aparentemente, el Señor Demonio es el patrocinador de Lady Luna”.

“Escuché que hay trabajos en el pueblo de Rabbi”.

“Desearía poder teñirme el pelo de plata…”

“¡Lady White es un ángel ahora!”

“Lady Queen y el Dragonborn plateado son amantes”.

“El Dragonborn debe haberse aparecido para proteger a Lady Queen”.

“¿Cuándo es la boda?”

“¡Apuesto a que será una gran ceremonia…!”

Sin periódicos ni programas de noticias en este mundo, la información viajaba de boca en boca y dictaba la conciencia pública. Alguna información era precisa, mientras que mucha estaba fuera de lugar.

Sin nada como Internet, fue increíblemente difícil para cualquier  persona verificar cualquier cosa.

En medio de la tormenta, se produjo otro evento digno de chismes: el Señor Demonio con su abrigo negro y Luna caminando felizmente con el extremo de ese abrigo en la mano.

La multitud a su alrededor creció con el tiempo, y se alejaron. Al ver la reacción de la multitud, el Señor Demonio se echó el pelo hacia atrás con la mano como para reprimir una migraña.

“Supongo que esto es lo que sucede cuando el Señor Demonio y una Doncella Santa caminan juntos. ¿Por qué no puedes volverte invisible con uno de tus poderes de la Doncella Santa, o algo así? ”

“Transformar… ¿En qué mundo pueden las personas volverse invisibles? Necesito que entiendas que eres la excepción extrema”.

La hierba siempre era más verde al otro lado. Para el Señor Demonio, los usuarios mágicos de este mundo eran los verdaderamente excepcionales, pero la gente de este mundo veía al Señor Demonio y sus asesores como los que utilizaban la magia en una escala imposible y grandiosa.

“Entonces, ¿a dónde vamos después?”

“Recuerdo un lugar con buena comida. Voy a preguntarle al dueño allí”.

“Ahora que lo pienso, no tenemos un restaurante real en el pueblo, ¿no…? Luego hablaré con el gerente de Artemis”.

“Ah… Genial. Buen pensamiento.”

Con un nuevo respeto, el Señor Demonio le dio unas palmaditas en la cabeza a Luna. Esto tampoco fue un acto. Solo veía a Luna cuando era niña, y no se acercaba a una mujer… todavía. A lo largo de la historia en cualquier mundo, las mujeres maduraron mucho más rápido que los hombres. Llegaría un día en que el Señor Demonio perdería su sonrisa y sería atormentado por Luna a cambio.

“¡H-Hmph! Finalmente, me das un poco de crédito. Soy una Doncella Santa, ¿recuerdas?”

“Mm. Eres genial.”

El Señor Demonio la felicitó nuevamente, sin palabras picadas. Simplemente le gustaba cualquiera que pudiera hacer algo que no podía o pensar en algo que no hizo. Esta característica, por sí sola, podría hacer que parezca un buen líder o un niño.

“Tal vez haga que Artemis use el comedor del resort, en lugar de un restaurante. No, espera… ¿Qué pasa si dejamos que el restaurante con las mejores ventas o reseñas durante un mes use el comedor para el mes siguiente? Oh eso es bueno.”

“Huh… Competencia, entonces. Bueno. Eso es exactamente lo que nos enseña el Ángel Sabio. No hay crecimiento sin competencia”.

“Crecimiento, ¿eh…?”

El Señor Demonio no pudo evitar mirar el seno de Luna, el páramo sin ley. Un acantilado vertical que prohibía a cualquiera entrar, y mucho menos nutrir cualquier competencia. No se tendría crecimiento aquí.

“¿Q-Q-Q-Q-Qué estás mirando? ¡Solo porque soy hermosa, no te da derecho a mirarme con esas miradas pervertidas! ”

“Jajaja.”

“¡¿Qué es tan gracioso?!”

Con una risa seca, el Señor Demonio se dirigió a Kanpai. El bar estaba lleno de aventureros como siempre. La cocina de Sammie (el propietario) debe haber jugado un papel importante en ella, pero los clientes habituales se habían apegado al bar que los vio durante sus días de novato. Cuando el Señor Demonio abrió las puertas del bar, todos los ojos se volvieron hacia ellos.

“Oye, bienvenida… ¿S-Señorita Doncella Santa? ¡Y el caballero de negro!”

“Ha pasado un tiempo, Mama”.

“¿P-Por qué me llamas Mama?”

“¿Por qué me llamaste el caballero de negro?”

Con su sana estatura y actitud, Sammie parecía una mamá italiana para el Señor Demonio. Ella actuó de esa manera también.

“E-Entonces, vas a tener algo de comer, o…” preguntó Sammie, mirando a Luna.

Incluso ella parecía nerviosa de ver a una Doncella Santa en su bar. Un equivalente de hoy en día sería el jefe del FBI que pasa casualmente. Incluso si no hicieran nada malo, cualquiera se sentiría un poco incómodo.

“No te preocupes. Estoy aquí para reclutarte”.

“¿R-Reclutarme…?”

Cuando el Señor de los Demonios comenzó su juego, Luna comenzó a mirar alrededor de la barra. Sus miradas eran bastante agudas, inspeccionando la atmósfera y la construcción de la barra.

No hubo mucha discusión entre el Señor Demonio y Sammie, ya que rápidamente llegaron a un acuerdo.

Lo más importante, colocar una ubicación en los barrios de los plebeyos estaría libre de impuestos. Además de eso, había una gran base de clientes con todos los trabajadores reunidos allí. Ningún empresario dejaría pasar una oportunidad como esta. Por el momento, el aprendiz de Sammie dirigiría la sucursal en el pueblo de Rabbi, mientras que ella pasaría de vez en cuando para ver el lugar.

“Aquí hay algo para que comiences. Tengo muchas ganas de tener buena comida en el pueblo”.

“¿Qué…? ¡H-Hey! ¡Son medallones de oro!”

“Parece justo a cambio de tener tu mejor aprendiz”.

El Señor Demonio colocó dos medallones de oro sobre la mesa. Para el dueño de una pequeña empresa como Sammie, cada moneda de bronce contaba. Incluso con su barra haciendo esto bien, rara vez había tenido un medallón de oro antes.

“El pueblo no espera ingresos del trimestre en el que estará. Solo queremos establecimientos de alta calidad. Hablaré con mi asesor sobre ti, mamá. No te preocupes por nada”.

“M-Muy bien…”

Después de que el Señor Demonio y la Doncella Santa vinieron y se fueron como un tornado, el reflejo brillante de los medallones de oro iluminó la cara de Sammie. Como muchos de sus clientes mantenían una cuenta, esta gran cantidad de dinero le dio un soplo de alivio.

Si bien la Ciudad Santa trajo más clientes, también vino con ingredientes más caros. Con dos medallones de oro, tenía mucho espacio para las piernas.

“Tal vez él es… realmente el Señor Demonio”.

Lo que le vino a la mente fue lo que ella imaginó que era el Señor Demonio, y la leyenda de un héroe que solo apareció en tiempos difíciles. Esas figuras siempre parecían venir con finales trágicos, mientras que este Señor Demonio parecía que cualquier tragedia rogaría por su perdón.

Después de dejar Kanpai, el Señor Demonio y Luna recorrieron el resto de sus destinos desde Artemisa hasta el Gremio de Aventureros, ocupándose de los negocios. Para estos lugares, el título de Luna hizo el trabajo muy fácil. En Artemis, el gerente prácticamente acordó no molestar a Luna, y el Gremio acordó un reclutamiento a gran escala de su personal, considerando que la oferta es como un proyecto público.

(Ahora, tal vez deberíamos regresar a la aldea).

Como no podían desaparecer muy bien en medio de una multitud, el Señor Demonio se convirtió en un callejón cuando se dio cuenta de que Luna estaba actuando un poco extraño. Luna había perdido su naturaleza clamorosa habitual desde que habían entrado en Kanpai.

“¿Qué pasa? ¿Algo que no te gusta de ese bar? ”

“No es eso… me siento un poco nostálgica”.

Si bien no podía leer la expresión de Luna, que miraba hacia el suelo, su tono no era alegre.

“Oh, ¿has estado en ese bar antes?”

“No, solo recuerdo haberlo visto desde la calle”.

“Te recuerdo mirando alrededor del lugar sin siquiera hablar. ¿Diferente de tu alta sociedad habitual?”

“…No es eso. En aquel entonces, ni siquiera podía ir a ningún restaurante”.

Eso sonó una campana en el Señor Demonio. Recordó que Aku había mencionado algo antes.

“Cierto. Fuiste expulsada de un orfanato, ¿verdad?”

“Si.”

Después de la breve respuesta de Luna, el Señor Demonio sacó un cigarrillo de su bolsillo y lo encendió. Pensó que esto significaba que Luna había perdido a sus padres cuando era joven, fue abandonada por ellos o ni siquiera sabía quiénes eran sus padres biológicos. Ni siquiera el Señor Demonio bromeaba sobre algo así.

(Nostálgico, ¿eh…?)

Intentó imaginar cuál era la situación de Luna. Naturalmente, ella no debe haber tenido dinero, o tal vez parecía demasiado descuidada para cualquier restaurante. No pudo evitar establecer una conexión con el aspecto de Aku cuando se conocieron.

“… Te ganaste tu puesto a través del trabajo duro, ¿eh? Es respetable Nada de lo que avergonzarse, en lo más mínimo.”

“¿Crees que no sé eso…?”

“Entonces siéntete orgullosa. Has logrado algo que la mayoría de la gente no puede. Viví mi vida arrastrándome por la tierra a veces, haciendo cosas vergonzosas”.

“¿Tú? Ni siquiera puedo imaginar eso… Creo que fuiste más poderoso que tú desde el momento en que naciste”.

“¡Jaja! Lamento decepcionarte, pero no soy tan excepcional”.

“E-Entonces… ¡Ah!”

El Señor Demonio tiró de Luna por la cintura y se preparó para un Quick Travel. Luna lo rodeó con sus brazos a cambio, pero sus ojos rosados brillaron con curiosidad.

“U-Uno de estos días… Será mejor que me cuentes sobre tu pasado”.

“Veamos. Tal vez cuando seas una mujer adulta”.

Se desvanecieron del callejón e inmediatamente llegaron a la aldea de Rabbi. El cielo ya se estaba oscureciendo, al borde del anochecer. El Señor Demonio envió inmediatamente una Comunicación e informó el trabajo del día a Tahara.

Hacer el trabajo tan rápido como siempre lo haces. Nos ayuda mucho, señor

Y hay algo de lo que necesito hablarte. Vamos a darnos un chapuzón en las aguas termales.

¿Aguas termales…? ¿C-Contigo, señor secretario?

¿Qué pasa? Sé que prefieres el baño público, pero hay demasiados ojos allí.

Tahara prefirió el baño público, y el Señor Demonio fue quien escribió esa historia de fondo en primer lugar. Cuando no era rico, Tahara llevaría a su hermana al baño público y esperaría a que saliera en el frío helado. Esta breve historia había llevado a Tahara a seguir prefiriendo el baño público, sin tener en cuenta el lujoso complejo de aguas termales bajo su nariz.

Te veré en las aguas termales.

¿D-De verdad?