Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Un Paria Del Oeste II

Parte 18

 

 

El Regreso del Señor Demonio

 


A su regreso, el Señor Demonio se sorprendió de lo energizado que se había vuelto el Rabino. Había muchas personas corriendo de un lado a otro en las calles cargando tierra o madera. Se podía ver a algunos rompiendo las conchas de caracol de arena que había obtenido en la mazmorra, mezclando los fragmentos en el suelo.

(Realmente se está uniendo…)

Si bien la velocidad de la construcción en el Japón moderno fue impresionante por derecho propio, la magia permitió que la construcción incluso en este mundo menos desarrollado ocurriera al menos tan rápido. Un lanzador de hechizos experimentado lograría tanto como una pieza de maquinaria pesada.

“¡Bienvenido de nuevo, Maestro Señor Demonio!”

“Aku. ¿Cómo has estado?”

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Aku corrió hacia él, y el Señor Demonio la levantó y la acercó a él. Aku felizmente frotó sus mejillas contra las de él, como un gato que marca su territorio.

“Mucho ha cambiado por aquí”.

“¡Sí lo ha habido! ¡Realmente eres increíble, Maestro Señor Demonio! ”

“No hice nada”, se rio el Señor Demonio.

Solo le había dado un bosquejo a Tahara, a quien dejó la totalidad del proyecto. Yu era quien dirigía el hospital con su talento, y el Señor Demonio tenía la sensación de que sus asesores deberían haber sido los elogiados, no él. Por supuesto, se estaba infravalorando a sí mismo.

Sin él, sus dos asesores nunca hubieran aparecido en este mundo, y nunca conducirían al desarrollo de la aldea. El Señor de los Demonios fue quien también obtuvo el dinero para contratar a todas las personas adicionales.

“Tenía prisa, así que no te traje nada. Te conseguiré algo bueno la próxima vez”.

“Todo lo que quiero… es que vuelvas a casa a salvo”.

Los ojos rojos de Aku miraron directamente a la cara del Señor Demonio. Su ojo verde, sombreado por su largo flequillo, brillaba a la luz. El Señor Demonio vio algo místico en los ojos desiguales de Aku y disfrutó mirándolos. Con su mano, hizo a un lado el flequillo de Aku.

“¿Maestro Señor Demonio…?”

“Sí. Tus ojos siguen siendo hermosos.”

“… no me gustan mis ojos”.

No le gustaban sus ojos porque se había convertido en una paria en su pueblo por ellos, hasta el punto en que se vio obligada a ocultar la mitad de su rostro. Mientras que el Señor Demonio sabía de primera mano cómo se trataba a Aku en su pueblo, se mantuvo fiel a su corazón.

“Me gustan. Son relajantes a la vista”.

“Urm…”

Como para ocultar el sonrojo en su rostro, Aku envolvió sus brazos alrededor del cuello del Señor Demonio. El Señor Demonio no quiso decir nada de eso en un sentido romántico, sino como si estuviera mirando un par de joyas místicas. Aun así, Aku debe haber estado avergonzado.

“Ya casi termino con mi recado hacia el norte. Tal vez nos vayamos de vacaciones una vez que regrese”.

“¿Vacaciones…?”

“Hace calor aquí. Estoy considerando seriamente construir una piscina o algo así”.

“… ¿Piscina?”

“No te preocupes por eso todavía”.

Aku ni siquiera podía imaginar tal cosa. Donde un baño frío era el colmo del lujo, desbordar un lugar con agua preciosa solo para nadar en él, no para beber, cultivar o incluso limpiarse, era el colmo del derroche y era totalmente improductivo. Para la gente de esta tierra, la mayoría ni siquiera consideró el concepto de nadar en el agua.


“Ahora me ocuparé de los negocios. Te veré esta noche.”

“¡Okay!”

Después de cepillar suavemente el  cabello dorado de Aku, el Señor Demonio se dirigió al complejo de aguas termales. Frente a él, Yu lo recibió con un atractivo ramo.

“Bienvenido de nuevo, señor secretario”.

“Gracias. ¿Estas son las flores de las que me hablaste?”

Yu sostenía una variedad de flores vibrantes, en rojo, amarillo, morado y rosa. Eran tan hermosos como para disuadir a uno de tocarlos, para sorpresa del Señor Demonio. No apreciaba las flores en absoluto, pero incluso él podía decir que estas flores eran increíblemente hermosas.

“Estos son aún más sorprendentes de lo que pensaba… lo aprecio”.

“¡S-Sí, señor! Continuamente realicé modificaciones para hacerlas crecer a tu gusto.”

“Ya veo. Este es un pasatiempo maravilloso”.

Mientras Yu sonreía alegremente, el Señor Demonio también lo hizo. Estaba muy contento de que Yu, a quien había diseñado con la mente para crear infiernos, había comenzado un pasatiempo tan delicado. Luego fue un paso demasiado lejos.

“Este púrpura, especialmente… tiemblo por su belleza”.

El Señor Demonio solo conocía los nombres de flores ubicuas como tulipanes y dientes de león. Había mencionado esto sin pensarlo mucho, excepto que no recordaba haber visto muchas flores moradas en las pocas tiendas de flores que había visto.

“Pensé que podrías decir eso…”

Por alguna razón, esto puso una sonrisa deslumbrante en la cara de Yu. Era sorprendente lo linda que podía parecer una mujer de belleza natural cuando lucía una sonrisa inocente. Por supuesto, si uno se imaginara cómo se creó el tono púrpura, verían un significado muy diferente detrás de su sonrisa.

“Un gran pasatiempo. Seguid así.”

El Señor Demonio lo había dicho con un tono casi de oración. Ese tipo de sinceridad no pudo evitar exudar la voz de uno.

“¡S-Sí, señor! Continuaré haciendo mejoras en ellos”.

Yu juntó las manos y miró la cara del Señor Demonio. Casi parecía una colegiala que regalaba un ramo de flores a una estudiante mayor que admiraba. Yu era del lado más alto para una mujer, pero aún era considerablemente más bajo que el Señor Demonio, lo que los hacía una pareja pintoresca cuando estaban juntos.

“Ahora, mantente al día con el hospital también”.

Con una suave palmada en su hombro, él se fue. Yu permaneció allí temblando por un tiempo, pero después de tocar repetidamente el mismo hombro en el que el Señor Demonio puso su mano, sus labios se curvaron en una forma retorcida.

“Tengo que hacer florecer a los pequeños un poco más. El púrpura era electricidad y hierve, creo.”

Sus ojos brillaban con una luz encendida, con demasiada malicia para alguien con título de médico. Se realizarían mejoras adicionales en sus flores, y muy pronto. Sin embargo, nadie compadeció a Milligan del sujeto de prueba, ni vendría a salvarlo. Por cada niña que torturaba, la agonía volvía a él ahora un millón de veces.

(Parece mucho tiempo desde la última vez que estuve aquí…)

Una vez que llegó al complejo de aguas termales, el Señor Demonio fue a la oficina en la parte de atrás. Tahara lo estaba esperando allí, y sin siquiera un saludo, el genio dijo:

“Hola, señor secretario. ¿No podemos construir una posada ya?”

“Hm…”

Colgando su gabardina en la pared, el Señor Demonio se sentó en la lujosa silla de cuero genuino. Había un escritorio pesado frente a él, haciéndolo parecer un dictador o un gran don de la mafia.

“Nuestra puesta en marcha de boca en boca está casi sobre la colina. Pensamos que sería más eficiente si terminamos y hacemos que vivan más cerca. Sin embargo, tendríamos que poner gente de marketing en la Ciudad Santa y Yahooo”.

“Bueno. Iba a sugerir lo mismo”.

El Señor Demonio encendió solemnemente su cigarrillo y miró hacia el techo.

Tahara sacó numerosos planos, explicando en detalle cómo deberían hacer publicidad en las grandes ciudades, como volantes en bares, haciendo que un artista callejero orara en la plaza e incluso presentando cuentos a los niños.

Todos venían con los costos y la mano de obra requeridos, así como una estimación de los huéspedes, la cantidad requerida de habitaciones para que se quedaran, el nivel apropiado de esas habitaciones, la cantidad de carruajes utilizados para su transporte, etc. El Señor Demonio sintió terriblemente mareado con todos estos números.

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“Cuida de esos según sea necesario. Confío en tu juicio.”

“S-Si tú lo dices…”

“En cualquier caso, reservaste mucho espacio para las carreteras”.


“Bueno, pensé que necesitaríamos al menos dos carriles. Creo que será más conveniente separar el camino del carro y la acera con cercas de metal. Dado que necesitaremos intersecciones en el camino, estoy pensando en poner carteles para señales”.

Al escuchar la modernidad en algunas de estas ideas, el Señor Demonio sintió que el sudor frío le caía por la espalda. “¿Qué demonios va a hacer?” Estaba escrito en toda su cara. Cuando el Señor de los Demonios exhaló el humo de su cigarrillo, llamaron a la puerta y Kyon asomó la cabeza, simplemente metiendo las orejas de conejo y la mitad de la cara.

“Señor Tahara, me dijeron que necesitaban cubos de agua y barriles, lúpulo”.

“¿Nos quedamos sin ello otra vez…? Muy bien, pondré otra orden”.

“Gracias… Hoppity”.

Al escuchar la conversación, el Señor Demonio murmuró “cubos de agua”.

El barrio agrícola tenía un pozo simple para mostrar que sacaba agua con el Cubo. Sin embargo, para los otros cuartos, transportaban agua desde el complejo de aguas termales usando cubos y barriles. El hecho de que se pudiera extraer agua limpia infinita (caliente o fría) ya era imposible en este mundo, pero simplemente no tener grifos era increíblemente inconveniente para el Señor Demonio.

“No sería malo establecer algunos manantiales de sanación en partes importantes de la aldea”.

Tahara silbó en respuesta al Señor Demonio. Un manantial de curación, como un hospital de campaña, era una de las bases evolucionadas.

Lucha en esa base, y sanó automáticamente el HP del usuario. Las palmeras brotaron alrededor de la primavera y exudaban una atmósfera tropical que él pensó que era adecuada para el clima cálido de este país durante todo el año.

“En ese caso, señor secretario, ¿puedo pedirle que cree un bosque de sanación también? A este ritmo, el hospital se desbordará. El bosque no arruinaría la vista y quitaría algo de trabajo de las manos de Yu”.

“Muy bien. Lo configuraré una vez que regrese completamente del norte”.

Al escuchar esto, Tahara escribió algo en un mapa y agregó una notación con un lápiz rojo. Lo más probable es que las cosas ya se estaban expandiendo en la mente de Tahara.

“Muy pronto, este será el destino número uno en el continente”.

“Mm. Entonces estaremos un paso más cerca de lograr nuestro objetivo”.

“Será la verdadera capital en la que la Ciudad Santa no tiene nada. Tal como pensabas, los pueblos vecinos están haciendo ruido. Tarde o temprano, nos rogarán que invadamos sus pueblos”.

“No tengo esas malas intenciones… Solo quiero su dinero, y tal vez una buena reputación”.

Para ocultar sus nervios, el Señor Demonio rozó ligeramente el ramo que Yu le había dado. Su mano pareció temblar, muy ligeramente.

Lo que acababa de comenzar a ganar algo de dinero y a ganarse una reputación se había transformado en hablar de una invasión antes de darse cuenta, y ahora había ideas sobre cómo construir una nueva capital. Si hubiera estado bebiendo algo, habría hecho una espectacular toma de saliva.

Por otro lado, Tahara, que sabía lo que eran esas flores, solo podía verlo como un Señor Demonio listo para drenar la sangre de las personas para florecer algo espectacular.

“¡Yeow! No puedo creer que hayas dicho eso con una cara seria. ¿Cómo lo haces…?”

Naturalmente, Tahara reaccionó de esta manera. Era como si el Señor Demonio hubiera calculado todas las reacciones químicas que seguiría, y hubiera utilizado cada uno de sus movimientos para plantar minas terrestres explosivas alrededor de sus enemigos mientras no tenían ni una pista. ¿No hay malas intenciones? Ni siquiera era divertido en este punto.

“Ahora, sobre el noble llamado Dona Dona…”

Después de reintroducir el tema, el Señor Demonio exhaló humo lentamente. Parecía que estaba tramando algo, y Tahara guardó silencio. Por supuesto, el Señor Demonio no tenía nada que planear. Nunca había conocido a los nobles.





“Solo tenía que decirme que quería la caja de música. Se lo habría vendido a él.”

El Señor Demonio solo dejó escapar su pensamiento honesto. Pero, todo sobre su historia evitó que Tahara lo tomara al pie de la letra. Era solo una obra de humor negro para él.

“¡Jaja ja ja ja! A cambio de todas sus minas, ¿verdad?”

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Fue una reacción natural. Era como si estuviera hablando con un pez que mordió el anzuelo en su caña de pescar, diciéndole que le habría dado el anzuelo al pez, si tan solo hubiera pedido… mientras colocaba un cuchillo para destriparlo. Cualquiera que lo escuche lo habría tomado como un desagradable sarcasmo.

“En cualquier caso, trataremos con los nobles más tarde. Tengo una idea.”

“Muy bien. Puede ser innecesario, pero Yu está haciendo un archivo sobre este Dona Dona. Está cavando profundamente con sus preguntas”.

“Hm. Estoy esperando los resultados de eso también”.

El Señor Demonio había elegido posponer el asunto. Con la cabeza girando, era insoportable seguir pensando. Como se llamaba Dona Dona, casi parecía que iba a dejarse llevar tarde o temprano.

“Entonces, esas son las piezas que obtuvimos a través de Madame… Acabamos de tener la primera ola de invitados que se fue el otro día, y aparentemente las cosas ya están realmente acaloradas por las manchas que se avecinan”.

“Hm. No es un mal comienzo.”

El Señor Demonio tomó los jarrones y las pinturas en sus manos, inspeccionándolos detenidamente. Su aspecto de jefe de la mafia le dio a esta escena una reverencia inmerecida. Por supuesto, no tenía ojo para el arte en absoluto.

“Por cierto, ese jarrón vale cinco medallones de oro, aparentemente. La pintura que estabas viendo vale siete”.

“M-Mm…”

Al escuchar esto, el Señor Demonio lo colocó con cuidado en el suelo. Sacó la Carpeta de Objetos con forma de pergamino de su bolsillo y rápidamente comenzó a almacenar el arte. Sus nombres en la carpeta eran The Vase of Aden y Portrait of Baroness Doryl.

También había dinero en efectivo entre ellos, pero el Señor Demonio lo pasó todo a Tahara. Pensó que sería mucho más efectivo de esta manera que usarlo él mismo.

Después de eso, hablaron sobre qué restaurantes y tiendas instalar. “Hm… tengo algunas en mente. Iré a buscarlos”.

“Es en lo que eres bueno, señor secretario. Simplemente me quedaré atrás y veré cómo funciona la magia. Mientras lo hacemos, constantemente tenemos poco personal… No podemos conseguir suficientes trabajadores. Solo quiero construir una posada y controlar a toda la fuerza laboral”.

“Yo también me ocuparé de eso. Te enfocas en el trabajo en el pueblo.”

El Señor Demonio imaginó los rostros de las diversas personas que había conocido, y contempló cómo reclutarlos. La historia de fondo de Kunai dictaba que debía ser un experto en exploración. El fracaso no era una opción.

“Ah, sí, y esto es una cuestión de ‘pedir perdón más tarde’, pero decidí usar al bandido”.

(¿Bandido…?)

El Señor Demonio no recordaba a ningún conocido bandido. Sin embargo, Tahara le estaba sonriendo, indicando que el Señor Demonio lo conocía bien.

“Parece que ese viejo tiene algunas conexiones. Deja la pesca al pescador, ¿verdad?”

“Ya veo…”

“Sé que solo lo mantuviste con vida por algo como esto”. (E-Espera un minuto… ¿De qué está hablando?)

Tahara seguía sonriendo, como si hubiera leído las intenciones del Señor Demonio. El Señor Demonio revolvió su cerebro, pero no podía recordar a ningún viejo bandido. De hecho, era muy posible que hubiera suprimido activamente ese recuerdo.

“Pero tenemos que hacer algo con esa barba… Ya tiene un nombre ridículo”.

Como dijo Tahara, la imagen de un hombre sucio de mediana edad con músculos y barba le llegó como una intuición divina.

“Seguridad… ha pasado mucho tiempo”.

“¡Ajá, ja, ja! ¡Lo estaba reteniendo todo este tiempo!”

Recordando el estúpido nombre de Wo Wungol, el Señor Demonio estuvo a punto de escupir. Al mismo tiempo, recordó que se parecía a alguien que conocía.

(¿Quién era? Dónde habría conocido alguna vez tal… ¡Oh!)


El aspecto de leñador y la imagen de los deportes surgieron en la mente del Señor Demonio.

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“Director…”

“¿Huh?”

“Estaba diciendo que tu orden era correcta. Utiliza a los expertos para conocer el subsuelo”.

“Cierto. Ese viejo también puede cavar pozos. Parece bastante útil”.

“Muy bien. Me alegro de escuchar eso.”

Quien surgió en la mente del Señor Demonio fue su antiguo jefe en la compañía en la que había trabajado, el Director Aoki. No pudo evitar preguntarse por qué se había olvidado de alguien con quien había interactuado tan de cerca.

(Nos chocamos muchas veces… Pero no era como si lo odiara lo suficiente como para reprimir mis recuerdos de él. En realidad, incluso era muy confiable a veces).

Con un recuerdo nostálgico, la expresión del Señor Demonio se relajó. Al ver esta vista inusual, Tahara decidió finalmente preguntar algo que siempre se había estado preguntando.

“Hey, señor secretario… ¿Puedo preguntarle algo?”

“¿Qué es?”

“¿Por qué Yu…?”

El Señor Demonio entendió de inmediato el subtexto en la pregunta. Según cualquier estándar, ella no era la asesora adecuada para convocar primero. Incluso el verdadero Kunai, El Señor Demonio del Imperio, no la habría convocado primero. En más de un sentido, era demasiado arriesgado.

“Solo pensé que, si estuviera en tu lugar, habría convocado a Ren”.

El Señor Demonio no pudo evitar estar de acuerdo. En cualquier otra circunstancia, lo habría hecho. Solo decidió convocar a Yu primero debido a la lesión de Aku. Esa fue la decisión de Akira Ono. Hakuto Kunai habría tomado una decisión completamente diferente.

“¿Para sanar su pie?”

“Si.”

El Señor Demonio dio su respuesta sincera y sin adulterar. Había pensado que cualquier excusa habría resultado falsa. Al escuchar esto, Tahara pareció contemplar algo.

El Señor Demonio, temiendo más preguntas profundas, se levantó solemnemente y se sentó en el sofá frente a Tahara. Luego, sacó una caja de madera de la Carpeta de artículos y la colocó frente a Tahara. Al ver el arma sentada dentro, los ojos de Tahara brillaron azules por un momento.

“Encontré esto en la mazmorra del norte. ¿Qué piensas?”

“… Es un arma”.

Tahara tomó el arma y cerró los ojos.

“¿Hm…? Es un SUN-F, con 13 ataques. Dispara 16 disparos utilizando la luz solar como fuente de energía… ¿Eh?”

“Menos ataque de lo que había pensado,” murmuró el Señor Demonio. Internamente, estaba sorprendido por la parte que usaba la luz solar. Esta tecnología ni siquiera podría existir en el Japón moderno. Fue realmente una obra de ficción.

“¿Que está pasando…? ¿Hay armas en este mundo?”

“No del todo, creo. Este mundo tiene un secreto”.

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¿Una civilización prehistórica? Akane habría estado por todas partes, llamándolo OOPArt o algo así.

“Con eso en mente, voy a seguir trabajando en el norte por un tiempo. Sigan con el buen trabajo aquí.”

El Señor Demonio se levantó y salió de la oficina. Tahara había estado inspeccionando el arma con sospecha, cuando flotaba en el aire, frotando su cañón contra la cara de Tahara. Independientemente del mundo en el que se encontraba, Tahara era amado por todas y cada una de las armas de fuego.

“Una civilización prehistórica… ¿Qué tan lejos está el Secretario…? Oye, no eres suave, ¿sabes? ¡Y tienes frío! ¡Aléjate de mí!”

Demasiado molesto por el arma que lo acechaba, Tahara lo arrojó apresuradamente a la dimensión separada. Él y su jefe tenían algunas cosas en común.

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