Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: Al Rescate – Supongamos Que Un Héroe Siempre Llega Tarde… Incluso Si El Mismo No Lo Sabía

Parte 3

 

 

Mientras el ataque de los aldeanos de Kunlun ejercitaba las mandíbulas de Allan y del aventurero, los ojos de Eug estaban listos para salirse de sus órbitas.

“Aldeanos de Kunlun… Alka… urp…”


La langosta que había montado se disolvió en polvo y cayó al suelo. Se quedó gateando hasta los pies de Alka.

“Vergüenza, Eug. Regresé, tan sexy como siempre”.

Alka adoptó una pose que estaba lo más lejos posible de ser sexy.

“¡Maldita sea! ¡Ni siquiera obtuvimos la Espada Sagrada todavía!” Eug se quejó. “Mi plan perfecto…”

“¡Siempre eres así! Demasiado segura de tus propias estrategias. Si ni siquiera puedes aceptar tus propias debilidades y crecer, nunca podrás controlar esa cosa”.

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“¡Cállate! ¡Te superaré! ¡Voy a desarrollar este mundo y demostrar que puedo controlar el poder de la Ultima Mazmorra!”

Alka miró a Eug como un niño que hace un berrinche.

“Entonces me opondré a ti con todas mis fuerzas. He elegido dejar que este mundo se tome su tiempo. Y síguelo a donde quiera que vaya. No voy a dejar que me detengas, Eug”.

Alka extendió la mano para agarrarla. “Eso, no podemos permitirlo, Alka”.

“¡No es lo que yo llamaría apasionado, Jefa!”

Sou y Shouma habían aparecido a ambos lados de Eug. “¿Siguen aquí?” Alka gruñó.

“Me encantaría matarte aquí y ahora”, dijo Sou. “Pero hoy no es el día”.

“¿En realidad? ¿Vas a dejar que esta oportunidad se te escape de los dedos?”

“Por supuesto.” Sou se encogió de hombros. “¡Primero, tenemos que editar las hazañas de Lloyd! Conmigo como el villano y Lloyd como el héroe notable, dejando evidencia innegable para el mundo venidero”.

“¿Editar? ¡¿Estabas filmando eso?!” Alka se resistió y lo miró parpadeando.

Sou asintió. “¿Tienes idea de cuánto tiempo he estado deambulando como hombre  rúnico?  Mientras  persistan  los  mitos  sobre  mí,  nunca  podré desvanecer realmente. ¡Esto exige mucho trabajo! Incluso un video de cinco minutos merece al menos cinco horas en la cabina de edición”.

Alka le dirigió una mirada reservada para los You-ubers pretenciosos. Pero un momento después, se distrajo con algo mucho más horrible.

“¡Vaya, Lloyd! ¡Te has vuelto tan fuerte! ¡El primer paso hacia verdaderos actos heroicos! ¡Qué pasión!”

Shouma tenía sus brazos alrededor de Lloyd, frotando su cabeza. “¡Shouma! ¿Qué está pasando aquí?”

“¡No te preocupes por nada, Lloyd! Tengo que ir a editar todas las imágenes que filmamos”.

Alka lo miró boquiabierta. “¡¿Shouma?!” chilló. “¡Oye! ¡Shouma! ¿Qué estás haciendo?”

“¡Sólo mire, Jefa! ¡Haré cualquier cosa por Lloyd! ¡Más de lo que nunca podrías! Espera, ¡te lo demostraré! ¡Adiós!”

Shouma ya había despeinado completamente el suave cabello de Lloyd. Alka parecía envidiosa.

Claramente, estos dos eran muy parecidos.

“¡Morirás por esto!” Rugió Alka, saltando como un león. “¡Lloyd nunca será tuyo!”

Shouma lo esquivó fácilmente. “¡No estoy seguro de lo que quieres decir con eso!” él gritó. “Pero definitivamente tampoco es tuyo. Además, eres tú quien va a morir. Quiero decir, incluso si lo haces, resucitarás en, como, un año, ¿verdad? ¡Y sería bueno para Sou!”

“¡Tonto! ¡Ese año es precioso! ¡Lloyd acaba de llegar a la pubertad! ¡Un año puede marcar una gran diferencia en todo tipo de lugares! ¡Tienes que examinar a los adolescentes al menos una vez cada tres días!”

Qué orgullosa estaba de sus crímenes.

Con Alka claramente no en las mejores condiciones, Shouma la esquivaba fácilmente y le daba abrazos a Lloyd entre evasiones. Finalmente, se hizo a un lado a regañadientes. Él y Sou levantaron a Eug y saltaron hacia atrás.

“¡Vámonos de aquí, Dr. Eug!”

“¡Mm, quiero editar esto! Préstame tu ‘ordenador’ más tarde”. Bajo su brazo, Eug agitó sus brazos y piernas.

“¡Cómo te atreves! ¡Si hubieras hecho tu parte, esto nunca habría sucedido!”

“¡Sí, pero fue el primer paso hacia la heroica leyenda de Lloyd!”

“Si los aldeanos de Kunlun no hubieran llegado, habría sido perfecto… Esta vez, los extras pueden haber aclarado las cosas, pero la próxima vez, ¡será todo Lloyd! ¡Oh, me estoy acalorando solo de pensar en eso!”

Una expresión de éxtasis cruzó el rostro de Shouma.

“¡Shouma!” Rugió el abuelo Pyrid, espiándolo con Eug y Sou. “¡Pensé que no te había visto en un tiempo! ¡¿En qué estás perdiendo el tiempo ahora?!”

“Vaya, abuelo Pyrid… Podría ser un problema. Corramos a por ello”, dijo Sou, sin responder exactamente a la pregunta. Abrió una puerta de teletransporte.

“¡Maldita sea! ¡No perderé la próxima vez! ¡Recuérdalo!” Eug ladró, golpeando todos los clichés.

Shouma y Sou cruzaron la puerta, dejando solo sus cabezas y brazos asomando para poder saludar a Lloyd por última vez.

“¡Ahí lo tienes, Lloyd! ¡Nuestra apasionada hermandad continuará, lo prometo!”

“¡De hecho, Lloyd! ¡Prometo seguir haciendo nada bueno!”

“¡Sigamos adelante!” Gritó Eug. “¡Alka! ¡La próxima vez demostraré lo perfecta que soy! ¡Oye! ¡Cuida tus manos!”

Y se desvanecieron en una ráfaga de farsa y nerviosismo.

“¿Se terminó?” Riho susurró. La tensión del combate mortal se desvaneció, sus rodillas se doblaron y cayó al suelo.

“La multitud todavía parecía bastante agitada”, señaló Rol. “Bueno, sí”, dijo Mena, señalando la causa. “Mira allí.”

“Sea lo que sea que esté haciendo, es bueno volver a ver a Shouma”.

“Él ama a Lloyd tanto como la jefa Alka, ¿eh?”

“Está bien, todos, suficiente charla”.

Bien, todos los aldeanos de Kunlun todavía estaban aquí.

Puede que la pelea se haya hecho, pero nadie sabía quiénes eran estas personas. Era demasiado pronto para celebrar. Si alguna vez has leído un manga que duró demasiado, sabrías que el noventa y nueve por ciento de las veces, personas como esta resultan ser la próxima (y mucho mayor) amenaza.

Así que los aventureros y los soldados se estaban preparando, listos para cualquier cosa. Manos en sus armas, un barril de pólvora listo para estallar.

“Chrome, ¿son nuestros enemigos?” preguntó el rey.

“No”, dijo Chrome, escogiendo sus palabras. “No lo creo. Son, eh… ¿Cómo puedo decir esto…?”

No podía admitir exactamente que fueran del legendario pueblo de Kunlun. Eso requeriría que explicara qué Lloyd también era de allí.

Choline estaba ocupada atendiendo las heridas de Merthophan, pero al igual que Chrome, se preguntaba qué hacer a continuación… Antes de que alguien respondiera, Allan dio un paso adelante.

“Tengo muchas preguntas aquí”, dijo. “¿Quiénes son ustedes?” La multitud a su alrededor tragó saliva, asombrada por su coraje. “… ¡Allan no conoce el miedo!”

“¿Incluso él puede sobrevivir a esto?”

“¡Maldita sea, Allan!”

Al escuchar esto, el abuelo Pyrid arqueó una ceja.

“¿Mm? ¿Allan?” repitió como un loro, como si tratara de recordar algo. “Allan… ¡Oh! ¡Ohhhhhh, entonces eres Allan!”

Ante este grito de alegría, los demás aldeanos recordaron lo mismo.

“¡Ah, entonces este es él!”

“¡Tú fuiste quien ayudó a Lloyd!”

“¡Oh vaya! ¿Este chico?”

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“¡Gracias Señor!”

Todos recordaban lo que Lloyd había dicho durante el banquete: un soldado llamado Allan lo había ayudado a alistarse. Y todos actuaban como si acabaran de conocer a una celebridad.

“¿Eh? ¿Eh? ¿Qué?” Balbuceó Allan.

El abuelo Pyrid dio un paso adelante con la mano extendida. “¡Es un placer conocerte, Allan!” gritó.

Tomó la mano de Allan, estrechándola vigorosamente. Allan buscó desesperadamente una explicación.

Sin información en la que basar eso, todo lo que pudo hacer fue mirar en estado de shock cuando una línea se formó frente a él, aldeano tras aldeano inclinando la cabeza hacia él.

““““¡Muchas gracias, Allan! ¡Sigan con el buen trabajo!””””

“Uh, ¿de nada?” Dijo Allan, básicamente por reflejo. Los aldeanos parecían completamente satisfechos con esta interacción.

“Bien, ¡volvamos a casa! ¡Por aquí!” Llamó Alka. Siguiendo su ejemplo, todos empezaron a salir del estadio arrastrando los pies.

“Uh, pero ¿quiénes son? En serio, no tengo idea…”, murmuró Allan. Se volvió hacia la multitud que lo rodeaba en busca de respuestas.

Pero los aventureros y soldados… lo miraban con respeto y asombro.

“Vaya, Allan”, susurró alguien. “¿Esos poderosos guerreros trabajan para ti?”

Esto desató un coro de elogios.

“¿Entonces son el secreto de la fuerza del asesino de dragones?” “Si gente así se inclina ante él… ¡debe haberse ganado su respeto!”

“¡Quizás convocó a los héroes antiguos!”

“¡Como si eso importara, tigre! ¡Tuvo nuestro respeto desde el primer día!”

“¡Lamento si alguna vez te falté el respeto, Allan! Lloyd y esos aldeanos…¡¿son todos tus secuaces?!”

“¿Uh huh? ¿Qué?”

“Eres increíble, Allan”.

“¡¿C-Coronel Chrome?! Uh… ¿ayuda?”

“No tengo idea de cómo explicar nada de esto, así que está funcionando perfectamente. Prometo que me tragaré un pez puercoespín más tarde”.

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“¡No te lo pedí! ¡Oye! ¡Escuchen! ¡No soy fuerte en absolutoooooooooooo!”

“¿Estamos bien con eso?”

“Claro, es muy gracioso. Sigamos adelante”.

Y así, la invasión de Jiou a Azami resultó en nada más que la creencia errónea de que Allan era un tipo rudo.

***

 

 

Unas semanas después del encuentro de exhibición que se convirtió en el ataque del Imperio de Jiou…

Los militares aún tenían que descansar un momento.

El propio emperador enemigo había venido a Azami para entregar una declaración de guerra. La relación amistosa entre los dos países colapsó; ambos lados reforzaron la seguridad fronteriza y los altos mandos estaban en reuniones desde la mañana hasta la noche.

El Imperio de Jiou parecía estar haciendo sus propios preparativos. No había señales de que estuvieran tomando medidas directas, como si hubieran pasado del estallido de las hostilidades a una guerra fría.

Los cadetes habían sido asignados para convertir los almacenes vacíos en el lado sur en un lugar para albergar a los refugiados que huían de Jiou, incapaces de aceptar los planes de Sou.

Los soldados llevaban tablas de madera, azotados por la brisa del mar.

Riho estaba acostado sobre una pila de esas tablas, mirando con los párpados a medias las nubes que pasaban por encima. Totalmente holgazaneando.

“Primero descubrí los planes de Jiou, pero ¿recibo alguna gratitud? Nooo. Simplemente me pusieron a trabajar”.

“¡Pero no estás trabajando, Riho!” Selen espetó. Estaba ocupada organizando suministros. “No pedir recompensa se considera una virtud”.

“¡Virtud, mis pies! ¡Necesitas dinero para vivir! Uf, no estoy de humor”.

De mala gana se sentó, mirando a Selen trabajar. En realidad, Selen no estaba haciendo nada por sí misma. Se lo estaba dejando todo a las correas de su cinturón maldito, Vritra.

“Pareces estar holgazaneando mucho tú misma”.

“¡M-Maestra, estoy de acuerdo con Riho! Necesito un pequeño descanso…” Vritra sonaba exhausta.

Selen rechazó esta propuesta de plano. “¡Deja tus quejas! Estoy muy ocupado mirando a Sir Lloyd. ¡Lo compensaré hablando contigo toda la noche! ¡Dar y recibir!”

“¿Puedo rendirme en su lugar?”

La oferta de Selen no fue un trato justo.

Selen no prestó atención a las protestas de Vritra, sus ojos se clavaron en Lloyd. Realmente estaba sudando, felizmente martillando con un carpintero que conocía.

“¡Oh, sir Lloyd haciendo trabajo manual es un placer para los ojos! Vritra, cumplamos con nuestra cuota del día. ¡Entonces podré acercarme más a él!”

“…… Quizás hubiera sido mejor permanecer encerrado, engañado por Eug. No, fue mi fracaso lo que llevó a esta chica a perder su infancia. ¡Debo perseverar! Suspiro…”

Vritra emprendió su tarea una vez más.

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Lloyd se acercó dando un salto hacia ellos, saltando tan lejos que el carpintero cayó sorprendido.

“¡Cierto! ¿Cómo te va por aquí? ¡Terminé mi tarea, así que puedo ayudar!”

“¡Oh, sir Lloyd! ¿Dividimos el trabajo aquí? Vritra, puedes tomarte un descanso ahora”.

Vritra retrocedió, y Selen felizmente se movió para pararse junto a Lloyd. “¡Eres un dios, Lloyd!” Vritra susurró, temblando de gratitud.

“Estás realmente entusiasmado con esto, Lloyd”, observó Riho. “¿Alguna razón en particular?”

“Oh”, dijo Lloyd tímidamente. “Escuché que el Imperio de Jiou hizo algo horrible mientras yo llegaba tarde al encuentro de exhibición. ¡Pero Allan y Marie se encargaron de eso! Como soldado, desearía haber estado allí para ayudar… pero todo lo que podía hacer era limpiar esos oxiuros. ¡Así que quería compensarlo ayudando aquí!”

Fue de gran ayuda, pero las autoevaluaciones de Lloyd se mantuvieron permanentemente bajas.

Riho negó con la cabeza, pero Lloyd parecía tan serio que no se atrevió a decir una palabra más. “Bueno, eso va para todos nosotros”, se las arregló.

Una pandilla de cadetes mayores se acercó arrastrando los pies hacia ellos.

“…………”

Micona estaba a la cabeza. Parecía completamente recuperada, en buena salud… y estaba mirando al chico de Kunlun.

“M-Micona…” Lloyd parecía preocupado.

“Tengo algo que decirte”, gruñó. “Primero… gracias por salvarme”. Ella hizo una profunda reverencia.

“Y gracias por recordarme lo importantes que son los compañeros. Por mi cuenta, no logré absolutamente nada”.

El grupo de Lloyd se sorprendió por este cambio.

Él sonrió y le tendió la mano. “No estoy seguro de lo que eso significa, pero estamos dispuestos a trabajar con usted en el futuro”.

Micona no le tomó la mano. En cambio, adoptó una pose dramática, lo que provocó un poco de sacudida.

“¡Pero ahora! ¡Mi punto principal! ¡Te arrepentirás de haberme enseñado la importancia de la amistad! ¡Mi grupo se formó originalmente porque todos éramos extremadamente competitivos! ¡Y ahora estamos más cerca que nunca! ¡Tenemos la garantía de obtener más elogios que nunca! ¡Inclinen sus cabezas! ¡Y una cosa más, Lloyd Belladonna!”

“¿Sí?”

“Nunca perderé contra ti. Somos rivales hasta el amargo final, ¡el día en que yo gane! ”

“… ¡Okay!”

Lloyd sonrió feliz y Micona le dedicó una sonrisa triunfante.

“¿Qué dices que tenemos una competencia aquí? ¡Segundo año versus primer año! ¿Qué equipo puede construir la vivienda más temporal? ¡Ya hemos ganado esto!”

“¿Oh?”

“Con mi Godspeed aumentando nuestras habilidades y nuestra recién descubierta unidad, ¡es como si hubiéramos nacido para construir! ¡Una habilidad necesaria para cualquier soldado!”

Quizás si estuvieran hablando de cavar trincheras y acampar. Micona no se dio cuenta de la desconexión.

“Todos ustedes tienen sus talentos, pero su talento para holgazanear se ha hundido profundamente, como una mancha de sudor en su cuello. ¡Nunca puedes esperar igualar nuestro ritmo! ¡Hoy, o cualquier otro!”

En este punto, Micona sacó un paño blanco de su bolsillo y se secó el sudor de la frente.

El par de bragas (aparentemente) de Marie que Riho le había dado. A pesar del lavado de cerebro, parecía haber recordado exactamente cuáles eran y se estaba asegurando de que nunca se apartaran de su lado.

“… Nunca podré decirle la verdad”.

Si Micona descubría que esas bragas eran de Riho, su vida estaría perdida.

Al ver la mirada ansiosa de Riho, Micona sonrió. “¿Te das cuenta de la posición en la que estás, entonces, Riho Flavin?”

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“Sí, pero sospecho que estamos pensando cosas muy diferentes”.

En este punto, Phyllo apareció detrás de ellos, cargando madera con ambas manos.

“…… Entonces el Maestro gana esta competencia”, declaró.


“¿Qué quieres decir?” Micona espetó. “Ya tuve suficiente de tus delirios”.

“… El Maestro reunió toda la madera y las rocas aquí. Cortó cedros y hayas esta mañana y fue a buscar la piedra a la cantera”.

Micona miró a Lloyd.

“Oh, en realidad no es gran cosa”. Parecía avergonzado. “A diferencia de los treants, los cedros y las hayas no se defienden, y yo solo ayudé a cargar las rocas. ¡Eso es lo mínimo que podía hacer!”

Micona parecía haberse congelado en el lugar.

Después de un largo silencio, logró esbozar una sonrisa confiada.

“Bueno, parece que ganaste el encuentro  de calentamiento, ¡pero la verdadera batalla comienza aquí! ¡Solo espera! ¡Retirada!”

Con eso, todo el grupo se dio la vuelta y se escapó. “Bueno, ella no ha cambiado…”

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“……… Mm.”

Riho y Phyllo negaron con la cabeza.

Luego, una ovación se elevó desde cerca. Parecía que el rey había llegado para una inspección.

“¡Hola! ¿Cómo van las cosas?”

A pesar de la amenaza de Jiou, el rey se mantuvo firme, resuelto, y la noticia de esto se había extendido a través de las fuerzas armadas, aumentando dramáticamente su fe en él.

Siguió una serie de proclamas que priorizaron la seguridad de sus ciudadanos.

“Para evitar la guerra, debemos aliarnos con otros países para enfrentarnos a Jiou.

“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que la carga de esto afecte sus vidas”.

Estaba muy lejos de su comportamiento aterrador mientras un señor demonio lo poseía.

“Gracias a todos. Sé que esto es un trabajo duro, pero creo que esta es la mejor opción para evitar el caos y el crimen que con demasiada frecuencia van de la mano con los escenarios de refugiados. Me imagino que esta será la primera de muchas pruebas en los próximos meses, pero tenga la seguridad de que estamos utilizando su trabajo para la paz de Azami”.

Todavía tenía una cierta tendencia a inclinarse por la jerga, pero podían pasar por alto todo esto.

Ahora estaba empujando a alguien más a un primer plano.

Con tal fuerza que estuvo a punto de tropezar. Allan, parecía muy incómodo.

“¿Eh? ¡Ah!”

“¡E incluso si nos encontramos en guerra, tenemos a Allan y sus compatriotas de nuestro lado!”

Allan miró a la multitud con miedo en sus ojos. “Um, ¿compatriotas?”

Esto, por supuesto, se refería a los aldeanos de Kunlun. Su llegada al estadio fue ahora oficialmente obra de Allan.

“¡No hay necesidad de modestia! Tu fuerza es la fuerza de aquellos a quienes lideras. ¡Estate orgulloso!”

“¡No, no, no, no, ni siquiera conozco a esas personas! ¡C-Coronel Chrome! Sabes que no soy tan fuerte, entonces, ¿por qué sigue pasando esto?”

Chrome le dio una palmada en la espalda, sacudiendo la cabeza.

“Las explicaciones son demasiado difíciles. Me tragué ese pez puercoespín”.

“¡¿Lo hiciste?!”

“Bueno, lo despellejé, lo destripé, lo guisé en miso y lo mastiqué bien…”

“¡Eso no es diferente de la comida común!”

Si quita las agujas, la piel es realmente comestible, ¡incluso sabrosa! Pero había cumplido su palabra, incluso preguntando a los pescaderos cómo prepararlo así… cualquier cosa para no tener que explicar que el pueblo de los cuentos infantiles realmente existía.

“¡Estás siendo un vago! ¡I-Instructor Merthophan, dígaselo!”

Merthophan y Choline estaban junto a Chrome. Merthophan había salvado al rey y le habían devuelto su antiguo trabajo.

Simplemente negó con la cabeza. “Allan, no soy un instructor”.

“¿Eh? ¿Y qué…?”

“Soy un enlace de enseñanza especial del Ministerio de Agricultura, Silvicultura y Pesca. ¡Oye, asegúrate de nivelar ese pavimento! ¡El arroz necesita respirar!”

Parecía que no había reanudado su antiguo trabajo docente, sino que se había convertido en una especie de intermediario militar. Ahora supervisaba la construcción del almacén de cereales con la misma ferocidad con que una vez había puesto a los cadetes en sus ejercicios.

“… Usaré lo que he aprendido en la agricultura, pagaré a los aldeanos algún día y convertiré a Azami en el líder mundial en agricultura”.

No puedo culparlo por ambición.

Mientras tanto, Choline se agarraba la cabeza. “¿Por qué me enamoré de este tipo?”

Junto a ella estaba Rol, con un uniforme militar de Azami.

“¡Tú también tenías un gusto horrible en la escuela!” Ella sonrió.

“¡Cállate!  ¡Rol,  te  conseguí  este  trabajo!  ¡Lo  tienes  si  yo  lo  digo! ¡Recuérdalo!”

“Que miedooooooooo. Solo estas molestas porque perdiste ante mis habilidades”.

“¡¿Por soborno?! ¡Eres una serpiente!”

“¡Dije desde el principio que estaba aquí para hacer lo que tú no puedes hacer! Simplón.”

Mena intervino para calmarlas.

“Vamos, vamos, termine esto en la corte; definitivamente puedes ganar allí”.

Eso fue menos tranquilizarlos que echar leña al fuego. Tener a su antigua jefa trabajando debajo de ella parecía hacerle cosquillas.

“Veo que los uniformes no han cambiado a nadie…”, dijo Riho. Cuando sonrió a su casi hermana, hubo un toque de la niña que había sido una vez.

“¡Sí! Merthophan fue todo: ‘¡Seré un evangelista agrícola! Y todo el cultivo de trigo y arroz que le había encomendado son todo mi trabajo de nuevo’.”

“Eep, ¿Jefa Alka?”

“Que hay, niños. ¿Lloyd está bien?”

Con las colas gemelas rebotando, Alka se acercó a Lloyd. Selen le siseó como un gato enojado. “¡¿Qué quieres?!”

“¡Solo estoy tomando un respiro!” Alka miró hacia la superficie del océano. Marie estaba flotando ahí afuera, luciendo como si hubiera venido a resolver un resentimiento que quedó de la visita a Kunlun.

“¿Un respiro? ¡Parece más como si no estuviera respirando!”

“¡¿Qué estás haciendo, Jefa?!”

Lloyd entró en acción, sacando a Marie… En el proceso, corría con agua, pero todo el mundo había dejado de preocuparse por estas nimiedades.

“¿Estás bien, Marie?”

“¡Oh, Lloyd! Debo estar en el cielo…”

“¡No lo estas! ¡Quédate con nosotros!”

“Lloyd, en mis momentos finales… debería decirte que realmente soy la princesa…”

“¡No seas ridículo! ¡No eres una princesa! ¡La princesa nunca viviría de comida enlatada cuando yo no estoy!”

Al ser refutada, Marie se quedó débil. “¡Oh querido! ¡Creo que está delirando!” La remató con un golpe mortal.

Lloyd tomó una decisión. Esto requirió medidas drásticas. “No tengo otra opción… ¡Tendré que darle el boca a boca!” Algunas frases son básicamente bombas.

“““¡¡Detenteeeeeeeeee!!””” gritaron las tres chicas como una sola. Lloyd se estremeció. “Er, ¿por qué?”

Selen se dirigió directamente hacia él, tratando de quitarle a Marie de los brazos.

“¡Sir Lloyd, esto es una locura!”

“¿S-Selen? ¿Quieres darle el boca a boca?”

“¡No! ¡Absolutamente no!”

Dejó de tirar y se soltó. Marie estaba completamente estirada, pero ahora volvió a su forma original, gimiendo.

“… Deja que Riho se encargue. Yo me ocuparé del suyo, Maestro. ”

“¡¿Por qué?!”

“¡Quiero poner el boca a boca de Lloyd!” Gritó Alka. “¡Me estoy ahogando en el amor! Oh, eso fue bastante inteligente”.

Micona llegó corriendo desde muy lejos, frunciendo el ceño. “¡¡¡¡Bocaaaaaaaaaaaaaaa a boca!!!!!”

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“¡¿No acabas de terminar de huir?!”

Riho estaba realmente en su juego de regreso hoy.

El rey miraba distraídamente todo esto. “Allan”, dijo, “¿podrías llamar a esos subordinados y hacer que arreglen las cosas aquí?”

“Yo… no creo que nadie pueda resolver este lío, ni siquiera los héroes de leyenda”.

Nada podría interponerse en el camino de la guerra para los labios de Lloyd.

Era como pedirle a alguien que resolviera una batalla entre leones por una sola porción de carne.

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Uno de esos leones estaba a centímetros de robarle los labios a Lloyd.

“¡Solo mira, Eug! ¡Sou! ¡Shouma! ¡No dejaré que nadie arruine mi diversión! ¡Voy a mantener este mundo intacto y  controlar la Última Mazmorra de esa manera!”

Las palabras de Alka se perdieron en medio del caos. Este grupo se preocupaba más por la castidad de Lloyd de lo que nunca se preocuparía por una amenaza para el mundo mismo.

-FIN DEL VOLUMEN 05-

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