Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 5

Capítulo 1: Un Regreso A Casa Incomprensible: Supongamos Que Alguien Sugirió Hacer Un Viaje De Un Día A Neverland

Parte 2

 

 

Mena pasó la mayor parte de su tiempo jugando un tonto, engañando a la gente para que la subestimaran, pero cuando las cosas se pusieron serias o estaban más allá de su comprensión, emergió su verdadero yo. Este fue definitivamente uno de esos momentos.

“Yo me ocuparé del encuentro de exhibición. Chrome, únete a ella si quieres”.

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Choline abrazó a Mena. Después de todo, Mena se había portado muy bien.

“¡Muchas gracias! Te debo una”.

“Haré lo que pueda. Francamente, si fuera a un pueblo lleno de Lloyds, mi mente estaría tan asombrada que probablemente dejaría de respirar”. Mena hizo una mueca. Todo un pueblo de personas que no saben que son absurdas definitivamente resultaría fatal.

Phyllo tiró de su manga, preocupada.

“…… Mena.”

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“No te preocupes, Phyllo, puedes irte. Tengo trabajo que hacer”.

“…Tu personalidad.”

“¡Ups!” Como si hubiera pulsado un interruptor, Mena volvió a su antigua sonrisa traviesa. “¡Trae recuerdos! ¡Exijo una revisión completa de todo lo que come! Chrome, Choline, ¡será mejor que me pagues por esto! ¡El próximo día de pago será un placer!”

Salió de la tienda de Marie.

“Parece un acto difícil de mantener…”

“¡Gracias de nuevo, Mena!”

Al ver que todo estaba arreglado, Alka levantó las manos en alto. “¡Bien, entonces abramos paso a Kunlun!”

“Uh, Maestra, nadie sobrevivirá a la teletransportación si es como tú llegada. ¿Todos vamos a volar allí? Honestamente, realmente no lo disfruté la última vez cuando me colgaste sobre las nubes…”

Todos, excepto Lloyd, se estremecieron ante esa última frase. Alka solo le dio un alegre pulgar hacia arriba.

“¡No te preocupes! Preparé un medio de transporte seguro. ¡Vamos!”

Salió de la tienda como si estuviera dirigiendo una excursión. Con aspecto nervioso, todos la siguieron.

“¿Qué crees que es, señora Selen?” Preguntó Riho. “Estoy un poco asustada…”

“¿Ella ‘preparó’ algo? Vamos a montar en algún pájaro legendario o… Vritra, ¿tienes alguna idea?

“¡Me temo que no, señora! ¡Ni el más mínimo indicio de una pista! Te ruego que me perdones”.

Vritra se acobardó, temiendo la ira de Selen.

“Nunca debería permitírsele tener una mascota”, murmuró Riho.

Alka abrió el camino a través de la Puerta Norte de Azami, la puerta de entrada al continente, y al bosque más allá. Esto era totalmente solo un viaje de senderismo ahora, y Riho se estaba volviendo cada vez más escéptico.

“¿Hay algo en este bosque?” ella preguntó.

“¡Mm! Hay un enano esperándonos más adelante. Tenemos que encontrarnos con ella”.

“¿Un enano? ¿Aquí?”

Todos menos Lloyd parecían horrorizados.

Los enanos se parecían físicamente a los humanos pero eran bastante bajos, como niños humanos. Eran fuertes de cuerpo y buenos con sus manos, conocidos por fabricar armas y obras de arte, y habían dotado al mundo con una gran cantidad de técnicas avanzadas de herrería… según las leyendas.

En estos días, los académicos especularon que habían sido una tribu de nómadas inusualmente bajos o que tenían una cultura única que los llevó a vivir en cuevas … Básicamente, fueron tratados de la misma manera que los investigadores modernos manejaron las leyendas de Pie Grande.

¿Sabes cómo la gente dice que son monos gigantes o un hombre con traje? La misma cosa.

Si esta abuela no hubiera sido la jefa de una aldea igualmente mitológica, nadie la habría creído.

“¡Un enano!” Exclamó Lloyd. “¡Vaya, han pasado siglos! ¡Por alguna razón, no he visto a ninguno de ellos en Azami!”

¡No lo harías! Todos los que no eran de Kunlun pensaban lo mismo.

“Oh, claro, cuando saludes a un enano, asegúrate de poner tus ojos en su nivel. De lo contrario, te arrojarán hachas”.

Lloyd había mencionado este consejo antes, pero todos asumieron que nunca lo necesitarían.

“No, Lloyd”, corrigió Alka. “El que estamos a punto de encontrarnos es un poco diferente, así que no hay necesidad de eso”.

“¿Ah, de verdad? ¡Eso es diferente!”

“Ella lo compensa siendo un poco tonta. Si dice algo extraño, no le prestes atención”.

Alka había dicho esto. El Alka. La que trató de convocar a un dragón destructor del mundo cada vez que se enojó, que convirtió a las personas en mariposas y ranas sin el menor rastro de culpa. Si Alka la llamaba whack-a-doodle… eso era como si el campeón mundial de peso pesado se presentara ante una multitud de reporteros y dijera: “Diablos, no, no quiero volver a pelear con ese tipo nunca más”.

Le costó recordar, al menos.

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Entonces el cinturón en las caderas de Selen, Vritra, habló. “No puedes querer decir… ¡Ella no! Esa es la última persona viva que quiero ver”.

Estaba temblando como una hoja. “¿Estás bien, Vritra?”

“¡Estoy simplemente elegante, señora! Simplemente frene las sesiones de cuentos de toda la noche diseñadas para animarme”.

Vritra ahora temblaba aún más fuerte. Todos se encogieron de simpatía.

Un rato después, el grupo salió a un claro del bosque, donde encontraron una pequeña cueva.

Alka se detuvo allí.

“¿Eh?” Marie preguntó. “¿Es este nuestro destino? No hay nadie aquí.”

Ciertamente nadie fuera de la cueva. Solo el viento que hace balancear la hierba y los árboles.

Pero… “…………Ahí está.”

“Simplemente no podemos verlos”.

Phyllo y Lloyd hablaron al mismo tiempo. Ambos eran excelentes para detectar cuando había gente cerca, por lo que todos se pusieron tensos.

Alka negó con la cabeza, suspirando.

“¡Sabemos que estás aquí!” llamó, dirigiéndose al aire vacío. “Deja de jugar”.

Hubo un voom repentino… y luego una chica estaba parada allí. Todos dejaron escapar un chillido silencioso.

“¡Revelaste mi truco demasiado rápido!” exclamó la joven, frunciendo el ceño a Alka.

Llevaba un casco resistente y gafas de cristal sin adornos. Había un brillo vivo en sus ojos y una sonrisa indomable en su rostro que destellaba en sus caninos, y el palo de una piruleta colgando de un lado de su boca.

Llevaba una especie de uniforme, un poco militar. Por encima de eso, llevaba una bata de laboratorio blanca sucia, con varias marcas de quemaduras. Parecía estar en su adolescencia.

“Caray”, refunfuñó, golpeando fuertemente su piruleta. “Primero, no llegas a tiempo, luego traes a mucha más gente de la que dijiste. Por supuesto, me esconderé detrás de un camuflaje de distorsión espacial”.

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“¡No puedes simplemente sacar tecnología perdida con la más mínima excusa, idiota!”

“¡Eres la última persona que tiene derecho a regañarme! Considérame furiosa”.

Nadie más sabía qué significaba la distorsión espacial o la tecnología perdida, pero finalmente, la niña se dio cuenta de que todos la estaban mirando y les saludó con la mano.

“Que hay, soy Eug. Lena Eug. ¡La Dr. Eug está bien! Técnicamente soy el rey de los enanos, así que, ya sabes, respeta eso”.

Tatoeba Last Dungeon Volumen 5 Capítulo 1 Parte 2 Novela Ligera

 

“¡¿E-El rey de los enanos?! ¡¿En serio?!”

“¡Mm, solo de nombre! Eventualmente iba a abdicar, pero sigo siendo el número uno incomparable en artesanía, refinamiento e invención, por lo que no puedo renunciar por mucho que quiera. ¡Antes de darme cuenta, era un veterano de cien y tantos!”

Eug chasqueó la ventosa contra sus dientes, y el grupo quedó aturdido en silencio de nuevo. La gente decía que tenían treinta y tantos años todo el tiempo, pero no había mucha gente que viviera lo suficiente como para acuñar una palabra para su segundo siglo.

“La Maestra no es la única…”, susurró Marie.


Los oídos de Eug captaron esto, y estuvo instantáneamente a centímetros de ella, cerrando la distancia en un abrir y cerrar de ojos como un maestro de artes marciales.

“¡Por favor, no me juntes con ella! Considérame horrorizada”.

Marie gritó, casi cayéndose. “No, no,” protestó ella. “¡La forma en que te acabas de mudar es definitivamente en la misma timonera!”

“Físicamente hablando, puedo ser un poco más fuerte que una persona promedio, ¡pero estoy mejorando ese efecto con estos!”

Eug levantó sus pies, mostrando sus botas como si estuviera presumiendo de sus nuevas zapatillas.

“¡Solo puedo moverme tan rápido porque estos impulsores tienen un dial de regulación de repulsión incorporado! ¡Mi propia invención! ¡Me dejaron correr muy rápido o saltar árboles gigantes de un solo salto! ¡Perfecto para el uso diario!”

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“No es necesario saltar por encima de los árboles todos los días…”, argumentó Marie.

“¡Pensé que dirías eso!” Dijo Eug, sonriendo. Apuntó su piruleta a la bruja. “Pero no es exactamente cierto si te vas a quedar en Kunlun, que soy yo. Ellos ven mis manos inactivas por un segundo, esperan que ayude, y sin estos, ¡nunca seguiría el ritmo!”

“¡No ‘esperamos’ nada!” Corrigió Alka, sacudiendo la cabeza. “Ella siempre se ha sentido incómoda estando en deuda con alguien”.

“¡Estoy segura! Y una vez que acepto un trabajo o un proyecto de investigación, no puedo quedarme quieto hasta que se aclara. Tú también lo sabes, Alka.”

“Qué perfeccionista”.

Eug solo sonrió, claramente disfrutando de las reacciones de Alka. Se sacó la ventosa de la boca y esta vez apuntó a Vritra.

“Vri, bebé”, susurró.

El cinturón se estremeció, pero Eug lo ignoró.

“¿Eres la bestia guardiana, pero estabas vagando por las tierras salvajes fuera de Kunlun? Eso realmente atascó mis planes”.

“¡¿Qué planes son esos?! Y la causa raíz es completamente de Alka…”

Las botas de Eug despegaron del suelo, cerrando la brecha. Ella agarró un puñado de Vritra, mirándolo.

“Como dije, Alka es la encarnación de la idiotez, la raíz de todo mal,

¡propensa a interrumpir todo por un capricho llevado demasiado lejos! ¡Te dije que protegieras a Kunlun con ese hecho grabado profundamente en tu inconsciencia colectiva!”

Incluso Alka se indignó con este.

“¡Retrocede, Eug!” ella dijo. “¿La encarnación de qué? ¡No puedo dejar que eso quede sin respuesta! ”

Vritra rápidamente trató de redirigir la ira de Eug.

“¡Exactamente!” ladró. “¡¿Por qué querrías hacer un delantal con mi piel?!

¡Más allá de insultar! ¡La piel de cualquier dragón errante hubiera sido suficiente!”

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La idea de un dragón errante horrorizó a los espectadores, pero todos en la discusión no se dieron cuenta.

“¿Mm?” Dijo Alka, como si acabara de recordar algo. “¿No fue ese delantal tu idea, Eug? Dijiste que sería un gran regalo para Lloyd, súper duradero, que le duraría toda la vida”.

Hubo un largo silencio.

“¡Pero yo divago!” Exclamó Eug. “¡Volvamos todos a Kunlun, pronto!”

Eug se marchó como si nada hubiera pasado. Aunque quizás caminaba un poco demasiado rápido.

“¡Responderás por esto, Eug!” Vritra rugió. Luego movió la hebilla hacia los demás. “Lo siento, siempre son así”.

“Había escuchado las historias”, aseguró Choline. “Pero realmente están fuera de serie, Chrome”.

“Mm. Aparte de eso… ¿cómo vamos a llegar allí? La parte de atrás de esta cueva es un callejón sin salida. No lleva a ninguna parte…”

Chrome conocía el terreno local como la palma de su mano, por lo que estaba particularmente desconcertado.

“¡Aha! Ya veo”, dijo Alka, deteniéndose justo afuera de la cueva.

“¿Que ves?” Preguntó Selen, desconcertada. “¿Cómo nos lleva esto a Kunlun?”

Eug le sonrió.

“¡Excelente pregunta! Permíteme explicarte. Apliqué distorsión espacial a esta cueva por lo demás ordinaria: ¡la runa de la puerta warp!”

“¿Runas?” Choline saltó. Ella era una maga que estudiaba runas, pero nunca había oído hablar de una puerta disforme.

“Sí, la sabiduría perdida de los antiguos. Si has oído hablar de ellos, supongo que eres un académico de algún tipo”. Dijo Eug, como si estuviera alabando a un niño brillante. Mientras lo hacía, cargó con magia algunas marcas en la pared de la roca.

Las marcas eran parte de un mural que parecía representar a una persona pasando por un agujero.

“Camuflaje hábil, ¿verdad? Tienes que ser muy preciso sobre el destino o quién sabe dónde terminarás. Alka es la elección equivocada para ese tipo de detalles. Ella es la personificación de la basura, después de todo”.

“¡Que descuido, mi pie!” Gritó Alka. “Aun así, dada la poca magia que tienes, es difícil creer que puedas usar runas en esta escala”.

“Soy perfeccionista, ¿recuerdas? Dame unos días y esto es completamente factible”.

Esto despertó el interés de Marie.

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“¿Pero por qué pasar todo este tiempo haciendo una puerta en una cueva? ¿El teletransporte no es una opción? ¿Qué pasa con el peor hechizo mágico del mundo que permite que surjan problemas sin cita ni anuncio?”

Había mucho despecho detrás de este último comentario, pero, bueno, dada la frecuencia con la que Alka aparecía de la nada exigiendo comida o té o acosando a Lloyd, ¿quién podía culparla?

“Sí, sobre eso”, dijo Eug. “Esa basura de teletransportación es algo que solo una criatura inhumana fuera de escala como Alka puede usar. Y Alka se debilitará y no podrá usar su magia por un tiempo, así que pensamos que era mejor asegurar una ruta alternativa”.

“Inhumano es sin duda la palabra adecuada para describirlo. Incluso para ese estándar, ella está fuera de serie. Espera, ¿no podrá usar ningún hechizo?”

Nadie estaba preparado para una Alka debilitado.

“¡Pensé que no lo había mencionado!” Gritó Eug. “Señora bruja, mientras estamos restaurando a Vritra, las habilidades físicas de Alka caerán en picado y no podrá usar ninguna magia en absoluto”.

Esta fue una revelación asombrosa. Y la persona más asombrada… fue Alka.

“¿Eh? ¡Espera, Eug, nunca mencionaste esto!” gritó, horrorizada.

“¿Cómo es que no sabes?” Eug respondió, dándole una mirada de desprecio. La bestia guardiana de Kunlun, Vritra, está almacenando el poder en ti. Incluso tenerlo atrapado en forma de cinturón ya hace que tus habilidades notoriamente ridículas se vuelvan locas, ¿verdad?”

“Oh, claro”, dijo Alka. “Lo escribimos en la escritura antigua que podría usar el poder”.

“Sí.” Vritra asintió. “Pasar de un monstruo espantoso a un cinturón interrumpiría la función de mis Palabras”.

“Sí, y la restauración te dejará atrapado en un huevo durante unos días, cortando completamente la energía de Alka. Es como si el software de protección antivirus no funciona completamente mientras se ejecuta la actualización, es lo mismo”.

“…… ¿Escritura antigua? ¿Virus? ¿Actualizar?” Phyllo murmuró. Esta serie de términos desconocidos le estaba dando vueltas a la cabeza.

“¡EUG!” Alka chilló, impidiéndole responder. “Ups… uh, finge que no dije eso”.

Eug hizo un espectáculo lamiendo su piruleta.

“… Caray, bueno, está bien”, aceptó Alka. “Tienes razón. Lo olvidé totalmente.”


En este punto, Lloyd dio un paso adelante. “¡Ya veo!” dijo, inclinándose. “Como la jefa no puede usar su teletransporte, ¡tuviste que hacer mucho trabajo! Muchas gracias.”

“Más o menos”, reconoció Eug, asintiendo. Volvió a la tarea que tenía entre manos.

“Ya me duele la cabeza”, gruñó Marie, desplomándose. Esta gente hablaba de tecnología avanzada (como runas antiguas) como si te hubieran llamado a un carruaje.

Chrome y Choline estaban congeladas en el lugar, exactamente en el mismo estado de ánimo. Los adultos habían estado mucho menos expuestos a las payasadas de Alka, lo que significa que estaban mucho menos equipados para manejar este tipo de cosas.

Eug les lanzó una sonrisa maliciosa, luego levantó la mano hacia la entrada de la cueva.

Y la parte posterior desapareció, ya que se había sumergido en el agua. Los adultos tragaron saliva y Eug hizo girar su ventosa, luciendo satisfecho. “¿Ves? Aquí está la entrada”.

Riho dio un paso adelante con una sonrisa siniestra. “¡Está bien! ¡Vamos a subir a esta aldea legendaria!”

“¡Oh! ¡Por fin puedo conocer a la familia de Lloyd!”

“…… Y gente más fuerte que yo.”

Riho, Selen, Phyllo (y Marie) habían pasado suficiente tiempo con Lloyd y Alka que ni siquiera se inmutaron ante esta hazaña.

Mientras tanto, los dos mayores miraban la puerta warp como si fuera su primer encuentro con la civilización.

“Um… así que si pasamos por eso”, dijo Chrome, “¿estaremos en los confines más lejanos del continente?”

Se acercó con cautela, como un ladrón que se acerca sigilosamente a un perro guardián.

Chrome solía ladrar órdenes, por lo que era raro verlo encogerse.

Riho le dio una palmada en la espalda, tan emocionado como un niño el día antes de un picnic. No una palmada o incluso un burro, sino un golpe directo.

“¡No  te  acobardes  ahora!”  ella  dijo.  “¿Crees  que  puedes  conseguir cualquier botín con esa actitud?”

Ella había perdido la noción de su objetivo aquí.

“¡No me acobardaré!” Chrome rugió. “¡Oye! ¡No empujes! ¡No empujes!

¡Necesito un momento!”

“¡Date prisa!” Dijo Selen, ayudando a Riho a empujar. “¡Estás bloqueando la línea! ¡Y mi amor por Lloyd!”

“…… Ella no tiene idea de qué se trata esto, ¿verdad?” Vritra murmuró. “Mi señora no es nada si no es coherente”.

Es posible que se haya arrepentido de poseer su cinturón. Definitivamente estaba tratando de hacer una mueca de dolor.

Finalmente, armándose de valor, Chrome respiró hondo, como si estuviera a punto de sumergirse en el agua, y entró en la cueva.

“¡¿Hngg?!” gruñó. Una repentina sensación de flotar se apoderó de él.

Uno tras otro, el resto del grupo lo siguió y se encontró cara a cara con una vista increíble.

“Wow…”, jadeó Riho, hablando por todos.

Un campo estaba cubierto de flores, su olor era tan dulce que todos querían llevarse algunas a casa.

Estaban rodeados de montañas nevadas que se elevaban tanto que era difícil creer que este era el mismo continente. Un río fluía desde esas montañas, el agua derretida era tan clara que querías tomar un bocado.

Todos abrieron los brazos y respiraron profundamente. Se sintió como ventilar el interior de su cuerpo.

“¡Qué aire tan limpio! ¡Fresco y refrescante!” Riho dijo efusivamente, sintiéndose increíble. Luego se volvió hacia Alka. “Entonces, ¿a dónde vamos para encontrar los lucrativos monstruos?”

¡Su sinceridad fue definitivamente refrescante! En un sentido.

“Uh, Riho,  esto es  solo un  pueblo normal”,  comentó Lloyd. “No hay monstruos, lucrativos o no. ¡Mi ciudad natal está justo ahí!”

Señaló un pequeño asentamiento rodeado de vallas.

La casa más grande en la cima de una colina era probablemente la casa de Alka. Después de todo, ella era la jefa.

Más allá de eso, el trigo se balanceaba en los campos.

“¡Tan pastoral! Exactamente el tipo de lugar donde quieres pasar tiempo con la persona que amas hasta que la muerte te separe”.

Esa última parte seguro adquirió una vibra siniestra cuando Selen lo dijo.

“C-Correcto”, jadeó Chrome, secándose el sudor de la frente con el dorso de la mano. “Dados los cuentos de hadas, esperaba algo más horrible, pero… mm, lo pastoral es mucho mejor”.

El pueblo, las montañas y los bosques parecían totalmente normales, y esto fue un gran alivio.

Eso sí, ese bosque estaba lleno de treants, un monstruo vegetal aterrador. Y la cerca que rodeaba la aldea estaba hecha de madera de treant. Un recurso valioso y raro… Era básicamente como construir una barricada de marfil.

Definitivamente había señales de extravagancia alrededor, pero… nadie se dio cuenta.

“¡Esto me lleva de vuelta!” Dijo Alka, sonriendo a todos. “Recuerdo la primera vez que traje a Marie aquí… Era tan joven e inocente”.

“Realmente se ve normal”, enfatizó Marie, los recuerdos drenando todo el color de su rostro.

“Princ… quiero decir, Marie. ¿Qué ocurre?”

“Oh, coronel Choline. Yo… solo estaba recordando cómo yo… pude haber pateado a este conejo con cuernos…”

“Vaya, eso podría ser duro. ¡Duele si te apuñalan!”

“¡Y no pensé que los conejos con cuernos Kunlun tuvieran once metros de largo y estuvieran envueltos en lava! Pensé que era una roca y luego vi las orejas…”

Los conejos con cuernos normales tenían más de veinticinco centímetros, y básicamente eran lo mismo que los conejos normales: un objetivo súper débil que los nuevos aventureros usaban para practicar.


Bueno, en Kunlun, tenían cuernos como taladros hechos para perforar el lecho de roca y se envolvían en roca fundida que se encuentra muy por debajo de la corteza.

Cuando se quedaban dormidos, parecían rocas con orejas, pero atacarían a cualquiera que se acercara y fácilmente podrían eliminar incluso a un aventurero veterano en un abrir y cerrar de ojos.

“…………Ha-ha-ha, de ninguna manera,” dijo Choline.

“Oh, claro”, dijo Alka, señalando a la distancia. “Hay una madriguera por ese camino”.

Había varios agujeros enormes en la roca. Los conejos con cuernos normales se enterraban en la tierra, solo lo suficientemente profundos para los tobillos, por lo que la gente advirtió a los niños que no tropezaran con sus túneles. Eran casi lindos.

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