Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 2

Extra 1: Toma Un Poco De Caramelo: ¡Di, “Aaah”!

En Alto Schloss, la sede de la Sociedad en las montañas de Harz en el centro de Alemania, Suimei estaba en su habitación con su compañera, la maga Hydemary Alzbayne.

Actualmente, había una variedad de artículos de magia curativa alineados en la parte superior del escritorio de Suimei, y con movimientos lentos, o más bien completamente exhausto, estaba tratando los moretones y heridas recientes en su rostro y brazos.

En cuanto a Hydemary, habiendo traído algunos muebles antiguos de su propia habitación, los había ocupado en un rincón de la habitación de Suimei y estaba disfrutando elegantemente de un té.

“Owowowowow…”

Soportando la ligera sensación de cauterización, Suimei untó ungüento sobre sus heridas abiertas. Mirándolo, Hydemary bajó la taza de té de su boca y la dejó a un lado mientras lo llamaba.

“Suimei-kun, ciertamente te estás superando a ti mismo, ¿no es así? Sumergirse en algo así como el entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo como mago… creo que hubiera sido suficiente solo con aprender los fundamentos, ¿no?”

“Apenas. Para volverse fuerte, eso no sería suficiente”.

Justo antes, Suimei había solicitado practicar con el buen amigo de su padre que acababa de pasar por la sede. Era el mejor entre los especialistas en combate armado de la Sociedad, Georg Bettendorf. Y como era de esperar, Suimei quedó completamente destrozado por el encuentro.

“Bueno, hagas lo que hagas es tu elección, pero ya sabes, convertirte en un trapo gastado una y otra vez así… parece un poco inútil”.

“Sí, bueno, lo siento por ser un trapo gastado”.

Aunque Suimei le escupió las palabras con rencor, Hydemary actuó como si no le preocupara. Ella simplemente le lanzó una pregunta diferente.

“En cualquier caso, ciertamente eres extraño en ese sentido. Normalmente, un mago perseguiría los misterios excluyendo todo lo demás. Algo como el combate real sería completamente secundario a eso. Entonces, ¿no es arrojarse a algo tan innecesario el colmo de la futilidad?”

“Seguro que tienes el descaro de decir eso después de pelear en el momento en que nos conocimos”.

“Un enfrentamiento mágico y un combate son diferentes, ¿no? Lo que hiciste con Lord Bettendorf fue una práctica para un escenario en el que se suponía que había vidas en juego”.

Ciertamente tenía razón. Y mirándolo así, Suimei podía entender de dónde venía.

“Entonces, volviendo a lo que hablábamos antes, ¿por qué crees que los magos necesitan aprender a participar en el combate cuerpo a cuerpo en primer lugar?”

“¿No es precisamente porque somos magos? Deseamos con avidez tomar todo lo que podamos, ¿verdad?”

“¿Es eso así? A mí me parece que es precisamente porque somos magos que debemos abstenernos de exagerar, debo decir. Hablando francamente, no preocuparse por la apariencia de uno es poco elegante. Creo que uno debería actuar teniendo en cuenta su puesto y sus capacidades”.

“Tarde o temprano, ya no podrás decir eso”.

“Hmph.”

Y justo cuando Suimei pensó que Hydemary solo respondía con indiferencia, comenzó a hacer acciones como si estuviera tirando de algo. Mientras lo hacía, el cuerpo de Suimei se elevó en el aire como si alguien lo hubiera levantado.

“¡Wow! ¡¿Q-Qué diablos estás haciendo?!”

“No importa. Simplemente quédate quieto.”

Diciendo eso, Hydemary comenzó a mover sus manos como si estuviera manipulando una marioneta. Y como si Suimei estuviera siendo controlado directamente por esos diminutos gestos, bailó lánguidamente por el aire y fue derribado en la silla frente a ella. Fue la forma bastante tosca de conseguir que se sentara.

“Déjame preguntarte esto: ¿son las técnicas de combate realmente tan necesarias para nosotros?”

“… Bueno, ¿no es obvio que lo son?”

“¿Por qué es eso? ¿Es la Sociedad así de violenta?”

“No es solo la Sociedad. Aquellos que se llaman a sí mismos magos generalmente no pueden evitar el conflicto. Tenemos que subyugar las apariciones y, a menudo, nos enfrentamos a otros magos”.

“¿Es eso así? Bueno, dejando a un lado el asunto de las apariciones, realmente no entiendo esta charla sobre otros magos. Si un mago es tu oponente, ¿no estaría bien tener una batalla normal con la magia?”

“Estoy diciendo que no todos los magos son tipos sensatos que retroceden solo porque han sido puestos en su lugar mágicamente hablando. Dicen que si no tienes cuidado, es posible que te corten la cabeza mientras duermes”.

“Qué tonto. Si todos fueran genios como yo, estaría bien… ”

“No te llames simplemente un genio, maldita sea”.

“¿Me equivoco?”

“Bueno, no lo estás, pero aun así…”

No podía negarlo. Hydemary era de hecho un genio mágico.

“Bueno, creo que finalmente puedo entender lo que estás tratando de decir. Si me apetece, quizás también aprenda algunas técnicas de combate”.

“¿De Lord Bettendorf?”

“Dejaré de preguntarle. No importa cuán encantador pueda pretender ser un gorila, un gorila sigue siendo un gorila”.

“… ¿Qué tipo de estándar de evaluación es ese? Todo lo que escucho es calumnia, ¿sabes?”

“Bueno, dejando eso a un lado…”

Mientras hablaba, Hydemary le sirvió a Suimei su porción de té y dulces.

“Aquí tienes algunos también. Son dulces que compré en una tienda de lujo y té que yo mismo preparé personalmente”.

Ignorando lo que estaba diciendo Hydemary, Suimei le dio las gracias por la golosina y se llevó un caramelo a la boca.

“…Es bueno.”

“Por supuesto que lo es. Después de todo, tanto el té como los dulces fueron seleccionados a mano por mí”.

“Oh, vaya, qué impresionante…”

“Suimei-kun, eso no suena a gratitud. Francamente, ¿no te estás burlando de mí?”

“No quiero escucharlo de alguien que siempre es tan sincera”.

Sin prestar atención a sus críticas, Suimei se centró en comer bocadillos. Después de algunos bocados y sorbos, se dio cuenta de que Hydemary lo estaba mirando fijamente. ¿Qué quería ella?

“Para este tipo, es normal dividirlo en sus diferentes partes y comerlo, ¿no es así?”

“¿Hmm? Oh, ¿nunca has tenido uno antes?”

“Correcto. Todavía no he tenido este”. Con eso, Hydemary abrió su boquita con un suave pop. “¡Aaah!”

“… ¿Eh?”

“¡Como digo, aaah!”

“…”

Hydemary tenía los ojos cerrados y parecía que estaba esperando algo.

¿Le estaba diciendo que la alimentara?

Bueno, ella es una niña de seis años, supongo…

Ella no era tímida en absoluto sobre la alimentación. Solo habían pasado seis años desde que nació, por lo que, dado que era efectivamente una niña, es posible que simplemente no haya pensado dos veces en tales gestos. Con un suspiro y un movimiento de cabeza, Suimei tomó un caramelo.

“…Aquí.”

“¡Hom!”

Teniendo en cuenta su pequeña forma, Suimei eligió un pequeño caramelo y lo arrojó a la boca de Hydemary. Sin sonreír realmente ni nada, simplemente comenzó a masticarlo.

“¡Aaah!”

Terminando el caramelo, Hydemary una vez más abrió la boca en un asunto reservado, esperando pacientemente por otro pedazo.

“…Aquí.”

“¡Hom!”

Una vez más, mientras masticaba el caramelo, no dio ni un solo indicio de que estaba feliz de hacerlo.

“¿Está bueno?”

“Mm. Es bastante sabroso. Tenía el sabor que me imaginaba”.

Si estaba contenta, Suimei pensó que al menos debería dejar que se notara un poco. Aunque, como homúnculo, es muy posible que le haya pedido demasiado mostrar la misma expresividad que un humano.

“Pero…”

“¿Pero qué?”

“Escuché que el sabor cambia si te lo alimenta un miembro del sexo opuesto, pero supongo que eso no es cierto”.

“Ya veo.”

“Es solo…”

“…?”

“Ser alimentada… se siente un poco diferente de lo normal. Mm, no está mal”.

Vagamente parecía estar de buen humor. Y de una forma u otra, esta chica puede haberse vuelto considerablemente más humana.