Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: El General Demonio Rajas

Parte 1

Habían pasado unos días desde que el cuerpo comercial que Suimei estaba escoltando partió de la capital real de Metel. Todavía tenían que encontrar monstruos, bandidos o incluso fuertes lluvias. Simplemente habían estado avanzando, deteniéndose aquí y allá en pequeñas aldeas y estaciones de relevo en el camino.

Justo el otro día, pasaron por encima de lo que se creía que era el principal obstáculo en el viaje, las montañas, y ahora viajaban por un camino bastante accidentado. Según los demás miembros del cuerpo comercial, estaban aproximadamente a dos tercios del camino hasta su destino. Una vez que pasaran por las colinas y la siguiente cuenca, la ciudad de Kurant estaría en el horizonte.

Sin embargo, incluso si este era un mundo diferente, sus principios parecían en gran medida los mismos. Al igual que en la Tierra, nada funcionaría tan bien aquí.

El grupo finalmente pasó las estribaciones y entró en un área boscosa que se volvió densa en ocasiones. Hubiera sido una vista extraordinaria con la luz del sol filtrándose a través de los árboles, pero estaba tan nublado que solo hizo que el bosque pareciera sombrío.

El cielo ceniciento era casi ominoso. Había una inquietud en el aire, y en poco tiempo, Suimei pudo sentir una presencia peligrosa en los alrededores.

“… Suimei-kun, ¿te has dado cuenta?”

“Bueno, más o menos”.

Suimei solo sabía que había algo cerca. Desde que pusieron un pie en el bosque, había sentido un mal presentimiento en la parte posterior de su cuello. Y ahora, mientras se concentraba en la presencia que se acercaba por un lado, ese sentimiento parecía totalmente justificado. Fuera lo que fuera… no era humano.

“Oye, ¿esos son monstruos? Algo no se siente bien… ”

“No monstruos. Demonios”.

“Eh… ¿Demonios?”

Suimei y Lefille habían hablado de esa posibilidad anteriormente.

“Pareces muy seguro de eso. ¿No podría ser otra cosa? ”

“No, estoy seguro”.

“¿Por qué?”

“… Estoy bastante familiarizado con ellos. Puedo decir que son demonios más allá de toda duda. No hay duda”.

Cuando Suimei pidió confirmación, Lefille dio una respuesta bastante rígida. A medida que la peligrosa presencia se acercaba, los demás miembros del cuerpo comercial se dieron cuenta y todo movimiento se detuvo abruptamente. Poco después, un aventurero acorazado se acercó silenciosamente a los dos con una sensación de urgencia. La expresión sombría de su rostro parecía indicar que sabía lo que estaba pasando.

“Oye.”

El aventurero los llamó y Lefille asintió con seriedad en respuesta. “Sí, también lo notamos”.

“¿Oh si? Hmm… Está bien, entonces haré esto rápido. Según uno de los magos, las cosas que se nos acercan parecen monstruos. La intención de Galión es encontrar su emboscada aquí”.

A diferencia de lo que había sugerido Lefille, los otros aventureros parecían sospechar que la presencia entrante eran monstruos. Pero en cualquier caso, el plan era quedarse en el lugar y esperarlos. Suimei no pensó que fuera una gran idea.

“¿Nos encontraremos con ellos aquí?”

“Sí es cierto. ¿Hay algún problema con la lucha de una escolta? “No, ese no es el problema. ¿Qué harán los comerciantes?”

Si esperaban a que el enemigo atacara, era seguro que los comerciantes a los que estaban aquí para proteger estarían en peligro.

Para asegurarse de que no quedarían atrapados en la lucha, una escolta normalmente haría que los comerciantes se retiraran a algún lugar seguro antes de entrar en combate.

Sin embargo, el camino detrás de ellos en la parte inferior de la montaña era particularmente accidentado y no tenía mucha cobertura, por lo que era un lugar difícil para intentar esconderse. Lefille lo sabía y compartió la duda de Suimei sobre el plan actual, por lo que intentó sugerir una alternativa.

“¿Quizás podríamos hacer que sigan adelante y luego interceptar la emboscada?”

“No, eso no sirve”.

“Entonces, ¿podrían adentrarse más en el bosque?” “No, eso tampoco funcionará”.

El aventurero negó con la cabeza ante todo lo que dijo Lefille, pero el plan de Lefille era sólido. Quería permitir que los comerciantes continuaran por el camino, luego hacer que la escolta emboscara la emboscada.

Sería la forma más eficaz de cortarlos. Pero, no obstante, el aventurero estaba decidido a tomar otro curso de acción. Se explicó a sí mismo con una mirada severa en su rostro.

“Escucha, parece que también hay monstruos delante de nosotros. Con eso y los que se acercan por un lado, es posible que también haya algunos detrás de nosotros. En el peor de los casos, incluso podemos estar completamente rodeados. Y si ese es el caso, en lugar de mover a los comerciantes descuidadamente, debemos reunirlos y mantenerlos donde podamos vigilarlos… Eso es lo que decidimos”.

Suimei estaba convencido por esto, pero Lefille aún tenía más que decir. “¿Quién atacará?”

“¿Eh? ¿Atacara? No, nadie es… ”

“¿Por qué no? Si existe la posibilidad de que estemos rodeados, ¿no tendremos que romper su formación?”

“¿Qué? N-No debería haber ninguna razón para que vayamos a la ofensiva. Si solo ajustamos filas y fortalecemos nuestras defensas, un par de monstruos no deberían plantear ningún problema”.

“Ya veo…”

Lefille se retiró silenciosamente cuando el aventurero objetó. Puede que solo quisiera evitar meterse en una disputa improductiva, pero Suimei podía escuchar un matiz de decepción en su voz.

“Eso se encarga de lo que necesitas saber, ¿no? Si es así, vuelvo a mi publicación en el frente. Les dejaré la carga a ustedes”.

“Lo siento, pero ¿puedo decir una cosa más?”

“… ¿Qué es?”

“No sé qué se acerca desde el frente, pero lo que viene hacia nosotros desde el costado no son monstruos, son demonios. Informe a Gallio-dono”.

“¿Eh? ¿Cómo sabes eso?”

“Por experiencia. Esta no es la presencia de monstruos”.

La aventurera dejó escapar un pequeño gemido cuando dijo eso. Luego hizo una pausa y le dio a Lefille una mirada escrutadora.

“…Entendido. Le haré saber que es una posibilidad”.

Después de conceder tanto, el aventurero se movió rápidamente hacia el frente del convoy. Una vez que se fue, Lefille tomó el arma de su espalda y quitó la envoltura que la cubría, revelando lo que de hecho era una espada enorme.

Con solo mirarlo, Suimei supuso que estaba a unos 180 centímetros desde el pomo hasta la punta de la hoja. Era tan largo como un zweihänder y tan grueso como un claymore.

Tenía la forma de algo parecido a un triángulo alargado, una espada elaborada hecha en este mundo. Pero no fue llamativo. Brillaba con un hermoso rojo y plateado. Comparada con las espadas que Suimei había visto llevar a los demás, la de ella era como un artefacto fuera de lugar.

Lefille llevaba la espada con bastante naturalidad con una mano, y los pocos rayos de sol que atravesaban las nubes hacían brillar la hoja. Suimei tenía curiosidad sobre dónde escondía exactamente la fuerza para ejercer algo así. No podía entenderlo, pero podía decir por la forma en que lo llevaba que tenía experiencia con él. De repente, Lefille se giró y comenzó a caminar hacia la presencia que se acercaba al convoy desde un lado, el mismo grupo que ella creía que eran demonios.

“U-Uh, ¿Lefille?”

“Suimei-kun, lo siento, pero voy a tomar la iniciativa y salir a atacarlos”.

“Salir… ¿Es eso realmente algo que deberías hacer por tu cuenta? Todavía hay una salida, así que ¿no deberías al menos consultar con Gallio-san y los demás?”

Lefille cerró los ojos y negó con la cabeza. “No, mira a tu alrededor”.

Lo hizo, pero todo lo que podía ver eran los comerciantes y escoltas que se preparaban apresuradamente para el peligro que se avecinaba.

“Los otros aventureros y mercenarios están completamente obsesionados con solo defender. ¿Lo entiendes?”

“Sí, parece de esa manera. Quiero decir, eso es lo que dijo que era el plan”.

“Eso no servirá”.

“Eh…”

Lefille dejó de lado la estrategia que estaba adoptando el cuerpo comercial. La forma en que estaba hablando le recordó a Suimei lo que había dicho antes.

“Eso es… ¿Te refieres a eso de romper a través?”

“Así es. Los demonios son, sin excepción, seres que solo saben cómo robar, destruir y matar. Por encima de todo, su sed de sangre es fuerte. Solo nos atacarán con más fuerza si adoptamos una formación defensiva. Si queremos lidiar con esas cosas, simplemente defendernos no nos servirá de nada”.

“Soy muy consciente de los peligros de simplemente defender. Pero incluso si dices que no servirá de nada, no puedo estar de acuerdo en que correr solo por tu cuenta tampoco sea bueno. Al igual que defender es peligroso, ¿no tiene el ataque también su parte justa de riesgos? Si estamos realmente rodeados y eso es lo que tenemos que hacer, entonces es lo que tenemos que hacer… pero todavía no puedo decir que sea el curso de acción más razonable en este momento”.

Suimei estaba tratando de evitar que Lefille hiciera algo imprudente. Puede que solo fuera la opinión de un aficionado, pero Suimei no creía que el variopinto grupo que protegía al cuerpo comercial pudiera lograr los objetivos de Lefille.

“¿Estás diciendo que crees que deberíamos quedarnos y defendernos?”

“No, solo estoy diciendo que no es razonable que intentes cortarlos por tu cuenta”.

Suimei no dudaba de Lefille, pero tampoco sabía el verdadero alcance de su fuerza. Como mago, no tenía un ojo entrenado para evaluar la habilidad de alguien con una espada.

Sabía que ella era fuerte, pero no cuán fuerte. Y no sabía qué tan fuerte era el enemigo al que se enfrentaban. Simplemente no tenía suficiente información. Lefille luego se volvió hacia Suimei y asintió con la cabeza como si entendiera lo que estaba pensando.

“Tu punto es ciertamente válido. Pero lo que dije sigue en pie. Conozco muy bien esas cosas. No hay forma de que los subestime después de todo este tiempo. Y…”

“¿Y?”

Lefille hizo una pausa por un momento. Suimei sintió la piel de gallina por un instante cuando la atmósfera a su alrededor se oscureció.

“… Y no podrás eliminarlos así, ¿verdad?”

La expresión de la fría belleza se nubló por un instante, y no fue por el cielo nublado. Su rostro ahora revelaba la sombra oscura detrás de su corazón recto como una espadachina.

Un solo ojo rojo que brillaba con ira y odio atravesó esa sombra, de la misma manera que amenazaba con atravesar a su enemigo. Suimei estaba seguro de que había algo detrás de esa mirada suya. ¿Qué tan estrechamente estaban los demonios vinculados al destino de esta chica?

“Suimei-kun, los demonios son malvados. Desde el momento en que nacen hasta el momento en que mueren, son total y absolutamente despreciables. No conocen otra forma de vivir. Por eso… Por eso hay que eliminar esas cosas. Los mataré a todos. No dejaré a ninguno vivo”.

La oscura determinación de Lefille superó cualquiera de las objeciones de Suimei.

“Así es como es.”

Eso fue todo lo que murmuró antes de alejarse de Suimei. “¡O-Oye, Lefille!”

Suimei la llamó con voz nerviosa. Y como para disculparse por oscurecer el estado de ánimo tan dramáticamente, Lefille miró por encima del hombro con una sonrisa brillante.

“Gracias, Suimei-kun. Pero no hay necesidad de preocuparse por mí. Por favor ayude a cuidar la carga en mi lugar. Nos vemos.”

Con esas palabras de despedida, Lefille se adentró más en el bosque. En algún lugar delante de ella estaban los demonios que pretendía derrotar.

Ella es rápida…

Era como ver un vendaval rojo atravesando los árboles. Y al verla moverse así, Suimei ya no podía pensar que estaba siendo imprudente.

La base en el bosque era pobre y ella llevaba un objeto masivo, pero se movía así, no le importaba. Suimei lo encontró simplemente hermoso.

Si era capaz de moverse tan rápido en tales condiciones, seguramente no habría ninguna posibilidad de que perdiera en una pelea ordinaria. Y no pasó mucho tiempo antes de que la perdiera de vista. Los otros que la habían visto huir estaban armando ruidosamente un escándalo de desconcierto y enfado, pero no duró mucho.

“¡Ellos vienen!”

Un aventurero gritó cuando los árboles se balancearon de forma antinatural y una presencia de maná se acercó. Y entonces, la existencia que tenía la intención de cortarlos finalmente apareció. Alguien gritó de sorpresa, o quizás fue de miedo.

Demonios. Varios de ellos comenzaron a aparecer entre la miríada de árboles. Tenían figuras similares a los humanos, pero con rasgos grotescos y extraños: alas de murciélago, cuernos de cabra sinuosos y carne roja oxidada.

Era como si fueran una amalgama de hombre y bestia, verdaderamente repulsivos en su apariencia. Parecían sacados directamente de una fantasía, la imagen misma del monstruo contra el que esperarías que luchara un héroe de un libro de cuentos. Estos eran demonios.

En general, los demonios superaban a otras criaturas agresivas como los monstruos. Fueron considerados enemigos naturales de la humanidad y universalmente vilipendiados como malvados por todas las razas del mundo.

Según las historias que había leído Suimei, su existencia estaba estrechamente ligada al Dios Maligno. Era vago, pero todos los mitos de este mundo decían lo mismo con respecto a su origen.

También relataron algunos detalles de la raza, incluido que los demonios conservaban formas humanoides y podían hablar el lenguaje humano.

En casa tuvimos apariciones, pero ver este tipo de cosas es realmente una novedad para mí…

Suimei había luchado contra criaturas inhumanas antes. Pero enfrentarse a algo como esto que parecía haber saltado directamente de las páginas de un libro fue inesperadamente una novedad para él.

De vuelta en la Tierra, ni siquiera el dragón antiguo se parecía en nada a lo que se describe en la ficción. Incluso los vampiros parecían mucho más humanos que estos demonios.

Suimei nunca imaginó que se encontraría con criaturas tan viles en este mundo de fantasía antes incluso de encontrarse con semihumanos o monstruos.

Pero el verdadero problema era por qué los demonios estaban en este tipo de lugar.

Al contrario de lo que me dijo ese calvo de código de barras, los demonios no han hecho grandes movimientos desde que atacaron ese país al norte…

Fue una historia difícil de tragar. Se suponía que los demonios estaban en el país norteño de Noshias después de tomarlo. Y había dos países y una cadena montañosa entre aquí y allá. Era extremadamente inusual que aparecieran aquí. Pero sus oponentes no eran humanos, por lo que parecía que quizás aplicar la lógica humana a sus acciones era un error. Y con esa comprensión, Suimei supo que no tenía sentido insistir en eso ahora.

Suimei entrecerró los ojos y dejó que su propia sed de sangre irradiara. Uno de los demonios que se acercaba al convoy se dio cuenta y decidió marcar a Suimei como su objetivo.

Vino directo hacia él, preparado para atacar. ¿Era maná o quizás etérico? Una masa de poder reunida ingeniosamente formó una forma diabólica en la palma del demonio, y con un movimiento, el proyectil voló hacia Suimei con la velocidad de una flecha disparada.

No seré tan fácil―

Suimei esquivó el ataque mientras pasaba silbando. La masa de poder hizo un agujero en el suelo y levantó una nube de polvo. Suimei estaba ileso. Cualquier cosa que se moviera a la velocidad de una flecha era demasiado lenta para atrapar a un mago. Como si persiguiera el proyectil, el demonio agitó sus alas y se lanzó hacia Suimei.

Se elevó hacia el cielo y luego siguió una línea diagonal terrestre a la derecha de Suimei. Iba a apresurarlo, pero Suimei se lanzó hacia adelante para enfrentar el ataque.

Esto desafió todas las expectativas del demonio. Si hubiera esquivado hacia atrás o hacia un lado, el demonio habría podido corregir su curso. Pero con él dando un paso adelante, el demonio tendría que frenar para ajustar su oscilación.

“¡SHA!”

Cuando sus caminos se cruzaron, el demonio dejó escapar un grito y blandió sus garras negras hacia Suimei. Pero dado que su objetivo se había movido repentinamente, el demonio no pudo corregir adecuadamente su postura a tiempo para realizar un ataque decente.

Fue un swing salvaje y un error. Ese era el objetivo de Suimei, y luego usó el impulso de esquivar el golpe para pivotar sobre su pie izquierdo. Agarró el brazo extendido del demonio y le dio un ligero giro mientras giraba.

“¡Hah!”

Suimei dejó escapar el aire de sus pulmones y lanzó al demonio. Aun moviéndose a la velocidad de su imprudente carga, golpeó el suelo con mucha fuerza.

Sin embargo, parecía en gran parte imperturbable. Después de rodar un poco por el suelo, se levantó y se elevó de nuevo a los cielos. Agitando sus alas de murciélago, mantuvo su distancia de Suimei y lo miró fijamente. Estaba ileso, pero claramente irritado. Con una mirada aguda y una voz ronca, comenzó a hablar con Suimei.

“Maldito humano, usando técnicas tan extrañas…”

“Llamarlo extraño es cruel. Esa fue una técnica normal y adecuada”.

Preparada para otro ataque, Suimei decidió intentar una pequeña provocación. El demonio se burló de él, luego cerró la boca y enfocó su sed de sangre en él.

“Hmph.”

Sintiendo la retorcida presión caer sobre él, Suimei le lanzó una mirada fría y desinteresada al demonio. El demonio estaba moviendo sus garras como las mandíbulas de un insecto, y dejó a Suimei con una sensación desagradable.

Parecía que esa era la medida en que el demonio estaba dispuesto a participar en la conversación. Pero aunque no tenía intención de hablar más, tampoco se movió inmediatamente para atacar de nuevo. Parecía estar analizando los movimientos de Suimei después de ser atrapado tan fácilmente en su lanzamiento.

¿Solo viendo? En ese caso…

Mientras el demonio lo observaba, Suimei examinó rápidamente su entorno. Los comerciantes se escondían lo suficientemente bien como para que él no pudiera ver a ninguno de ellos.

Los otros aventureros y mercenarios también estaban fuera de la vista ahora, pero podía sentir el maná en la distancia y podía escuchar el estruendo de la batalla desde la vanguardia del cuerpo comercial. Parecía que el resto de los demonios estaban concentrados en el lugar donde estaban reunidos todos los humanos.

También podía sentir una gran cantidad de maná en las profundidades del bosque. En otras palabras, el ataque preventivo de Lefille puede haber sido fructífero.

Parecía que había dado en el blanco estratégico. Al contemplar todo esto, Suimei se metió la mano en el bolsillo. Al ver eso, el demonio de repente agitó sus alas y decidió que era hora de actuar.

“Muere…”

“No quiero”.

Con un chasquido de los dedos de Suimei, el suelo frente al demonio que cargaba y volaba bajo explotó.

“¡¿Nu―?!”

El demonio dejó escapar un gruñido de sorpresa. Esto fue solo una cortina de humo. El golpe mágico repentino hizo que el demonio se detuviera en seco y permaneció flotando justo por encima del suelo. Suimei dio un salto hacia atrás para crear cierta distancia. Respiró hondo y luego comenzó su magia.

“Ahora bien, veamos cuán poderosa es realmente la perdición de la humanidad en este mundo”.

Con un mero murmullo, Suimei manifestó la cantidad necesaria de maná para su hechizo. Rápidamente amasó su hechizo, y círculos de magia comenzaron a aparecer a su alrededor.

Cada uno estaba lleno de números y palabras que les daban poder, y Suimei los llamó para activarlos. Esta fue una de las técnicas prácticas más importantes de la Cabalá, la numerología.

“Oh flammae, legito. Pro venefici doloris clamore…”

[Oh llamas, reuníos. Como el grito del resentimiento del mago…]

Una llama rugiente surgió de los círculos de magia que colgaban en el aire. Y luego, como si fuera absorbido por un solo punto, las llamas convergieron sobre el demonio. Esto fue magia de fuego. Pero el demonio no se inmutó ni siquiera se movió. Parecía decidido a dejarse golpear por el fuego.

Eh…

Suimei había esperado que el demonio hiciera algo, pero no estaba levantando un dedo para evadir o defenderse. ¿Fue tan estúpido? ¿O tal vez tenía algún tipo de defensa inherente? Mientras Suimei estaba considerando las acciones del demonio o la falta de ellas, las llamas lo envolvieron. Sin embargo, al ver la reacción del demonio al fuego, Suimei frunció el ceño.

Llamas mágicas. Al contacto, quemarían a un enemigo hasta convertirlo en cenizas. Al menos, eso es lo que se suponía que debían hacer. Pero la silueta dentro del pilar de llamas no mostraba signos de lucha o incluso de sentir dolor. Y en poco tiempo, un extraño poder apagó las llamas.

“Me estás subestimando severamente si crees que este nivel de magia podría derrotarme”.

¿Su magia simplemente carecía del poder para hacer el trabajo? Mirando de cerca, Suimei pudo ver que ni un cabello del demonio estaba chamuscado. No había sido particularmente tacaño con su maná o su elección de hechizo, sin embargo, este seguía siendo el resultado.

Hmmm, con ese nivel de maná, no debería poder resistir mi magia. Y tampoco parece tener un cuerpo especialmente robusto ni ningún tipo de armadura natural…

Suimei tenía la intención de terminar la pelea con ese único hechizo, pero aparentemente había sido demasiado optimista. Basado en la capacidad de maná del demonio, supuso que podría resistir un poco, pero nunca hubiera adivinado que podría hacer que su hechizo fuera completamente ineficaz.

Fue extraño. El hechizo no se había extinguido por completo, lo que significaba que el demonio no tenía una resistencia particularmente alta a la magia. Y por lo que pudo decir basándose en haber lanzado al demonio antes, Suimei estaba convencido de que su piel no era extraordinaria de ninguna manera. En ese sentido, parecía como cualquier otra criatura viviente.

Era posible que tuviera una resistencia inherente al fuego. Pero incluso entonces, escapar de las llamas sin un solo cabello chamuscado debería haber sido imposible. La llama creada mágicamente era incluso más poderosa que el fuego natural.

Esta ignición mágica no era como una simple combustión que ardía mientras hubiera oxígeno en el aire. En cambio, el misterio manifestado infligiría con fuerza la combustión en su objetivo. Todo lo que entrara en contacto con las llamas místicas se quemaría como ordenaban.

Entonces, a menos que el objetivo fuera excepcionalmente resistente a la magia, se convertiría en cenizas en las llamas. Si fueran simplemente llamas mundanas, sería una historia diferente, pero el fuego de Suimei era magia genuina.

Por eso estaba perplejo en cuanto a cómo el demonio había sobrevivido ileso. No podía entender por qué las llamas no habían incinerado a su objetivo.

“¿Es porque la magia no funciona externamente…?”

Mientras Suimei murmuraba para sí mismo, el demonio una vez más reunió poder en su mano. Extendió el brazo, y esta vez disparó la masa de energía sin hacer ningún tipo de movimiento.

Parecía decidido a mantener esta pelea a distancia ahora. Suimei le dio al proyectil un amplio margen y lo esquivó saltando hacia un lado, pero el demonio rápidamente hizo otro y luego otro. Comenzó a dispararlos al azar, como un arquero con un cubo de flechas tratando de apuntar a un objetivo con un bombardeo salvaje.

Suimei comenzó a correr y tomar medidas evasivas mientras prestaba atención a los carros detrás de él. El siguiente disparo del demonio fue una masa de poder mucho mayor que antes. Y cuando vino por Suimei, redujo los árboles en su camino a meras virutas de madera. Pero incluso en ese tamaño y con ese poder destructivo, Suimei pudo evadirlo fácilmente y dio un gran salto hacia atrás.

Un instante después de que lo hizo, una nube de polvo estalló contra el cuerpo de Suimei. Mientras se protegía el ceño fruncido con las manos, Suimei pudo escuchar una explosión a su costado. Manteniendo un ojo en el demonio, Suimei miró y vio que alguien más había disparado un hechizo.

Un demonio diferente fue atrapado en una explosión mágica. No solo eso, eran llamas. Sin embargo, a diferencia del caso de Suimei, el demonio fue consumido en la llama y murió de inmediato.

“Eso es…”

¿Qué estaba pasando? Esto significaba que la teoría de que los demonios tenían una resistencia natural al fuego estaba fuera de lugar. Mientras Suimei estaba sumido en sus pensamientos sobre el asunto, escuchó a un hombre llamarlo.

“¡Oye! ¡Qué estás haciendo! ¡Retrocede!”

“¿Hmm?”

“¡Tú el de pelo negro! ¡Retrocede!”

El grupo que había derrotado al demonio con la explosión ahora corría hacia Suimei. Echando un vistazo más de cerca, era el mismo grupo de aventureros que conocía Lefille.

El hombre con armadura era el que le gritaba, y la chica detrás de él, quien Suimei asumió que era una maga, cantaba con su bastón extendido. Parecía que estaba a punto de soltar otro hechizo y, efectivamente, el fuego brotó de la punta de su bastón. Cuando el demonio Suimei estaba luchando lo vio, agitó sus alas con un ruido sordo y tomó una acción evasiva.

¿Así que esquivará eso…?

Se aseguró de despejar el camino del hechizo con mucho espacio de sobra. Suimei estaba desconcertado de por qué esta magia parecía asustarlo tanto cuando él ni  siquiera lo había perturbado. Solo unos momentos después, los aventureros que corrían hacia Suimei finalmente lo alcanzaron.

“Retrocede. Déjanos el resto a nosotros”.

“No estoy bien. Me las arreglaré por mi cuenta”.

“¿Te las arreglarás…? ¡¿Qué demonios dices?! Te estaban haciendo retroceder hace un momento, ¿no es así?”

“¿Retroceder? No, en realidad no estaba… ”

“¿No? ¡Ese demonio todavía está perfectamente sano!”

El aventurero tenía razón. Pero para Suimei, la pelea solo estaba tomando un poco de tiempo. Todavía no se sentía en ningún tipo de peligro.

Apenas había usado todo su poder todavía, y no era como si hubiera perdido interés en la pelea. Sin embargo, todo lo que todos pudieron ver fue que aún no había matado al demonio, y mucho menos lo había dañado.

“… Puede que sea así, pero me gustaría que me dejaras esto a mí por ahora”.

“Negativo. Retírese de nuevo al cuerpo comercial. Tomaremos esto desde aquí”.

“¿Eh? ¡Espera, no, no, no! ¡Eso sería un problema! ”

Suimei protestaba frenéticamente contra el aventurero que negaba con la cabeza. De hecho, fue un problema para él. Si simplemente dejaba esto en manos de otros, no sería capaz de resolver el misterio de por qué su magia no había funcionado.

Si alguien más matara, aún no sabría cuánto maná realmente necesitaba usar para derrotar a los demonios. Estas eran cosas que él quería aprender absolutamente, e idealmente en una situación que no fuera terrible. Como ahora mismo.

“¿Qué? ¿Qué tipo de problema es ése? Dije que lo derrotaremos, no hay más, ¿verdad? Vuelve en silencio a donde estaban los comerciantes.”

El aventurero se había cansado de la terquedad de Suimei y comenzó a reprenderlo, pero fue interrumpido de repente. Suimei evadió una sombra entrante simplemente girando hacia un lado. Fue otro ataque del demonio. El aventurero, sin embargo, no tenía el mismo dominio del ataque y había retrocedido una gran distancia para evadirlo.

“¡□□□□□!”

El demonio dejó escapar un rugido hacia los cielos. Era una voz discordante, no, solo un ruido cacofónico. Era como malicia en forma de sonido. El repulsivo chillido asaltó los oídos de Suimei, y con eso, el poder del demonio comenzó a aumentar. Probablemente estaba extrayendo el poder restante que tenía dentro de su cuerpo. En poco tiempo, ese poder comenzó a salir del cuerpo del demonio en forma de una neblina negra.

¿Qué es eso? ¿Mana? No, eso es… 

Suimei fue presa de una sensación de deja vu al ver este poder saliendo del demonio. El aventurero alzó la voz en voz alta.

“¡E-Esto es malo! ¡Todos, tenemos que derrotar a ese demonio rápidamente!”

Mientras Suimei fruncía el ceño para sí mismo, el aventurero comenzó a entrar en pánico. Todos sus  compañeros asintieron con la cabeza y cargaron colectivamente hacia el demonio. Sin embargo, el poder negro desbordante del demonio los envió a todos volando hacia atrás mientras se acercaban.

“¡Mierda! ¡No podemos acercarnos!”

“¡Magia! ¡Lanza toda tu magia!”

“¡Oh Flame! Te convertirás en la punta de lanza que atraviesa a mi enemigo…”

A la orden del aventurero, todos en su grupo que podían usar magia comenzaron a cantar a la vez y lanzaron sus hechizos. Una riada de fuego, relámpagos y viento se abalanzó sobre el demonio. Sin embargo, cuando la destrucción se disipó como una niebla, he aquí que el demonio todavía estaba allí sin un solo rasguño.

“¡De ninguna manera! ¡Para que la magia sea ineficaz…!”

Los aventureros comenzaron a perder la calma cuando vieron al demonio ileso. De hecho, solo continuó derramando su poder oscuro. Suimei podía sentir que tenía un talento potente pero vil. El poder que estaba emitiendo era algo similar a cuando un mago encendió su horno de maná.

Pero Suimei nunca había visto nada como esto.