Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 12

Extra 3: Naden Y Kraen Hablan

Durante la reunión, la segunda reina secundaria de Souma, Naden, estaba hablando con Krahe, un comandante del Imperio.

“Así que Souma y yo nos encargamos de la tormenta que atacó la Cordillera del Dragón Estelar.”

“Entiendo, entiendo. Eso es encantador.”

No, era más bien como si Naden estuviera contando la historia de cómo conoció a Souma, y Krahe asintiera con entusiasmo y la incitara a seguir.

“¿Fue una tormenta natural?”, preguntó.

“De ninguna manera. Había una cosa rara dentro de las nubes que la provocaba.”

“El acechador en las nubes… ¡Me gusta! ¡Suena emocionante! Entonces, ¿qué pasó? ¿El acechador tenía una forma aterradora y digna, como una especie de señor demonio?”

“Oh… Era un cubo. Como uno metálico.”

“Un cubo metálico… ¿eh?” Krahe parecía descaradamente decepcionado. “El cubo de la Tempestad… Es extraño, lo reconozco, pero le falta impacto. Ahora, si hubiera un enorme demonio con alas de murciélago, o un dragón de tres cabezas, entonces tendríamos algo por lo que emocionarnos.”

¿Qué tiene que ver el Rey Dragón de los Mil Años con esto? fue el chiste que habría hecho Souma si estuviera escuchando.

Naden suspiró exasperado. “No puedo cambiar lo que vimos, así que tendrás que vivir con ello. Pero sí que impactaba si estabas allí para verlo, ¿sabes? Había unos dibujos tallados en la cosa, que brillaban débilmente, pero, sobre todo, era enorme.”

“Hmm… Cuando lo dices así, tal vez funcione.”

“… ¿Es tan importante su aspecto?”

“¡Por supuesto!” Krahe se acercó a Naden, con una mirada seria. “¡Las historias de héroes y santos necesitan un enemigo aterrador y digno! ¡Por muy fuerte que sea el héroe, y por muy venerado que sea el santo, su historia no puede funcionar sólo con ellos! El pueblo respeta a Lady Maria como una santa, y el rey Souma fue convocado para ser un héroe. La historia de nuestro tiempo se cantará durante siglos. Sólo estamos esperando que aparezca el enemigo al que se enfrentarán.”

Krahe hablaba como si estuviera embelesado, sin siquiera hacer una pausa para respirar. Eso hizo que Naden pensara en que lo habían descrito como un romántico, y en un grado poco saludable.

“¿No sería mejor que no hubiera ningún enemigo? No hay nada mejor que la paz.”

“¿Qué estás diciendo? La historia necesita un enemigo poderoso para que lo derriben. Nuestras vidas son cortas, pero si la gente cuenta historias de nosotros, durarán cien generaciones. Si pudiera dejar una sola página en la historia de Madame Maria, no conocería mayor dicha.”

“Eso es…”

 De alguna manera se equivoca, pensó Naden. Cuando estaba en la Cordillera del Dragón Estelar, Souma le dijo que, aunque un árbol que permaneciera bello para siempre era maravilloso, las flores que florecían durante un corto tiempo antes de caer también lo eran. Parecía que, al intentar dejar su nombre en una historia, Krahe se aferraba a la eternidad.

No creo que Souma dijera algo así. No le interesaría dejar su nombre en la historia. Lo que en cambio le vino a la mente fueron los rostros jóvenes e inocentes de Cian y Kazuha. Aunque su nombre no quede, preservar la vida y los deseos de sus hijos en el futuro es suficiente… Eso es lo que él pensaría. Siento que ahora también puedo entenderlo. Naden se rió.

Adoraba a Cian y a Kazuha. ¿Pero no sería su propio hijo aún más querido para ella? Por otra parte, algunas personas decían que era más fácil adorar a los niños que no eran tuyos, ya que no tenías ninguna responsabilidad sobre ellos. Pero sigo queriendo el hijo de Souma. Para el futuro.

Naden se retorció mientras se cubría las mejillas sonrojadas con las manos.

Krahe ladeó la cabeza ante la forma en que ella actuaba. “¿Hm? ¿Pasa algo?”

Se aclaró la garganta para ocultar su vergüenza. “…No, no es nada.”

Aunque le dijera al hombre que tenía delante lo que sentía, probablemente no sería capaz de entenderlo. Todos tenemos nuestros propios valores. Eso es algo que había aprendido desde que llegó al Reino. Pero una historia requiere un villano fuerte… ¿eh? Naden miró a Krahe y se sintió un poco incómodo.

Era puro, en cierto modo. Fiel a sus sueños y deseos. Por sí solo, eso podría ser una virtud. Pero, ¿no era peligroso buscar un enemigo en aras de ese sueño? 

Tal vez debería informar de esto a Souma más tarde… Pensó Naden mientras miraba la sonrisa amistosa de Krahe.