Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: El Señor Demonio En Movimiento

Parte 22

White Ángel y el Señor Demonio

Al ver a Luna, White exprimió su voz, temblando. Incluso en medio de la conmoción, su voz clara resonó.

“Luna, nos vamos. Ese Señor Demonio está jugando trucos en tu mente.”

“¿Huh? ¿De qué estás hablando?”

White apretó los dientes ante la actitud despreocupada de Luna. Había venido aquí lista para luchar por su hermana con su vida. Luna, por otro lado, levantó la zanahoria en su mano, diciendo algo estúpido como:

“Más grande de lo que pensabas, ¿verdad?”

“¿Por qué te jactas de tu zanahoria…? Nos vamos a casa al Castillo Sagrado”.

“¿Irme a casa? No puedo ¡Estamos renovando mi tierra! Correcto. Lo llamamos “modo loco”.

“¡¿…Loco…?!”

¿Iban a enviar al mundo a la locura, comenzando con esta aldea? Imaginando el resultado final, un escalofrío recorrió la columna de White.

“Además, ¿cómo está pagando por una construcción a gran escala?”

“Algo sobre vender una moneda sagrada… Realmente no lo sé”.

“¿Él… vendió una moneda sagrada?”

Independientemente de si hablaban o no de lo mismo, la conversación entre hermanas continuó tan suave como la mantequilla, y White estaba hirviendo. Ella respetaba la tradición y consideraba que las monedas santas eran reliquias veneradas. Como moraleja básica, ella se oponía al intercambio de tales reliquias. Pero esto no fue todo; White fue una sorpresa mucho peor.

“Luna. Todos te están buscando allí”.

Tron se acercó, yendo y viniendo por el aire. Por alguna razón, ella estaba sosteniendo un molinete. Llegó con el Hot Springs Resort, pero ¿Tron parecía haberle gustado?

“¿De nuevo? ¿Ahora qué?”

“Hay una gran roca en el camino. ¿Puedes volarlo con tus destellos dorados?”

“Muy bien. ¡Nadie puede hacer nada por aquí sin mí! “…Date prisa.”

“¡Oye, suelta mi ropa! ¡Hasta luego, hermana! Kyon, muéstrale a mi hermana las aguas termales.”

White solo pudo ver a Luna y Tron salir corriendo. Su intuición como Doncella Sagrada le dijo que la niña era definitivamente una sangre mezclada… una Marca de Fuego maldita.

“Por aquí… ¡Hoppity!”

Tomando a White (ahora horrorizada) de la mano, Kyon la acompañó al Resort de Aguas Termales. Después de ver lo que hizo, White estaba completamente fuera de sí, incapaz de reaccionar en estado de shock al ver las instalaciones de aguas termales.

(Luna ya está atrapada por el mal…)

Era natural que White pensara esto. Primero el Señor Demonio y ahora un Firebrand. No importa cuán indulgente haya evaluado White la situación, no podía negar que Luna había perdido su sentido de obligación como Doncella Santa y se había enamorado del dominio del mal.

“Lady Luna se unirá a ti más tarde. Disfruta tu baño… Hoppity.”

“Bañera…”

“La sauna es la favorita de Madame… ¡Hoppity!”

“Sauna… La Madame…”

Si bien solo podía repetir las palabras sin emoción, la cortesía natural de White la llevó a seguir al Conejito al resort. Se habría sorprendido por tantas cosas que vio en el camino, si solo tuviera algún tipo de capacidad mental para sentir algo en ese momento.

(¿Cómo puedo liberar a Luna del mal…?)

“Hay un vestuario adentro. Quítate la ropa antes de entrar… ¡Hoppity!

Kyon se fue, habiéndole mostrado a White el camino, y ella siguió adelante. Perdida en sus pensamientos, no tenía intención de revisar su entorno y continuó hacia las habitaciones de los hombres.

(La única forma de liberar a Luna debe ser derribar al Señor Demonio, de alguna manera…)

White pudo pensar en algunos milagros que dejó el Ángel Ember. Esto era lo que White había planeado usar contra el Rey de los Demonios para sellarlo una vez más, de haber llegado a eso. Sin embargo, para usarlos, necesitaba un poco más de tiempo.

(Baño, ella dijo…)

White a menudo se limpiaba antes de realizar varios rituales. En el pasado, ella se limpiaba junto con Queen y Luna antes de realizar ceremonias en equipo. Con esta inesperada oleada de nostalgia, White se desnudó rápidamente. Ella pensó que esta podría ser la oportunidad perfecta para hablar con Luna sola.

En cualquier mundo, la desnudez es una muestra de intimidad, romántica o no. La conversación también podría volverse desnuda.

(Esta podría ser mi última oportunidad para convencer a Luna…)

Con toda su ropa quitada, White parecía ser un ángel de buena fe.

Su largo cabello rosado brillaba como si estuviera cubierto con algo de protección, y su cuerpo estaba perfectamente contorneado, como si fuera esculpido por los mismos ángeles. Un millón de hombres se rendirían al ver solo sus senos. Su apariencia era místicamente atractiva, incluso se podía pasar horas mirando solo sus labios bien formados.

White abrió la puerta que conducía a las aguas termales sin siquiera un hilo en su cuerpo. Inmediatamente, su visión se llenó de vapor blanco, envolviéndola en una calidez cómoda.

(¿Qué es esto…?)

White se detuvo en seco ante algo que nunca había visto antes, y mucho menos entendió.

“¿Estos… son baños calientes? ¿Todos ellos?”

White había previsto vagamente una pequeña bañera llena de agua purificada, ya fuera fría o caliente. Por supuesto, la bañera en el Castillo Sagrado era mucho más grande y extravagante que la norma en este país, pero en comparación con esta instalación, era la sala de juegos de un niño. Las aguas termales pueden acomodar fácilmente a cien personas a la vez.

“¿Qué es Luna… o ese Señor Demonio, mejor dicho, piensa…?”

Mirando a su alrededor, White notó algo más interesante. A lo lejos, vio un patio rodeado de rocas y vegetación extraña. El área parecía llena de tranquilidad. Atraído por el extraño encanto, White caminó hacia él.

(¡¿Otro baño… afuera…?!)

El baño de observación de estrellas.

Sin embargo, White no tenía idea de lo que estaba pasando. ¿Por qué había un baño afuera? ¿Por qué estaba en un jardín tan tranquilo? ¿Por qué el baño estaba hecho de rocas? Ella no podía responder nada de eso, y todo sobre este espacio estaba más allá de su capacidad de comprensión. Lo más impactante de todo, sin embargo, fue el maldito Señor Demonio tomando un baño con una expresión desafiante.

“¡S-Señor Demonio!”

White no pudo evitar gritar al ver a su némesis tortuosa. Había olvidado que estaba desnuda el día que nació. El Señor Demonio se dio la vuelta lentamente y levantó una ceja. Parecía sereno y casi demasiado tranquilo frente a este encuentro sorpresa.

“Hm… No todos los días tenemos a alguien como tú infiltrándose en el lugar”.

“¿M-Me tendiste una emboscada…?”

“Hm…”

Pasando un momento de contemplación después de que White gritó, el Señor Demonio continuó:

“Este es un baño de observación de estrellas. Cualquiera que cause un alboroto aquí es un niño sin educación o increíblemente descarado. Me gustaría creer que tú tampoco eres…”

White se enfureció con sus palabras burlonas. Ella se preparó para hacerle a esta existencia malvada una última pregunta…

Los engranajes en la mente del Señor Demonio giraban más rápido que nunca. Si White dejara escapar un grito cliché aquí y ahora, su reputación caería tan fuerte que se estrellaría y ardería. En estas situaciones, parecía que el hombre siempre tendría la culpa.

Comparando sus situaciones con falsas acusaciones de agresión sexual en un tren lleno de gente (una preocupación común para los hombres en Japón), el Señor Demonio se estremeció en secreto de terror. Por eso, su primer movimiento fue tratar de asegurarse de que White no gritara.

(No me meterán en la cárcel por algún delito estúpido como “mirar a la Doncella Santa”, ¿verdad…?)

Levantando su taza de sake de la bandeja que flotaba en el agua, tomó un sorbo de ella. Su gesto debió haberlo hecho parecer tan tranquilo como la brisa, pero el Señor Demonio estaba entrando en pánico por dentro, y su mano estaba temblando ligeramente.

(¡Maldición! ¿Por qué la mierda golpea al ventilador cada vez que me baño?)

¿Fue una maldición o una bendición? A pesar de la multitud de personas que trabajaban afuera, había decidido comenzar a beber en el baño de estrellas al mediodía. Y ahora estaba quemando el cuerpo desnudo de White en su memoria. Un ser verdaderamente imperdonable y malvado.

(¿Por qué está esta Doncella Santa en el pueblo, de todos modos? ¡Y este es el baño de los hombres!)

La realización golpeó al Señor Demonio. No se imaginó que ella entró por error, ya que no tenía idea de que estaba tan pérdida en sus pensamientos que no podía ver su entorno.

(Esto no es una especie de trampa de miel, ¿es…?)

La posibilidad le vino a la mente, pero el Señor Demonio la descartó de inmediato. Aunque puede haber un momento en el futuro en el que estaría sujeto a tal táctica, no sería ejecutado por el líder de la nación. Ahora el proceso de pensamiento de este hombre lo llevó a su postura habitual.

“Bueno, has venido hasta aquí. Parece que tienes algo terrible que llamar mi atención. Me considero bastante abierto, si lo digo yo mismo”.

Soplando humo para ver qué pasaría. El Señor Demonio había comenzado a darse cuenta de que esta táctica resultó sorprendentemente efectiva. A menudo, su oponente perdería la compostura ante su presencia intimidante y derramaría los granos por su cuenta.

“¡¿Mente abierta…?! ¡¿Cómo pudiste…?!”

“Antes de comenzar, debo decir que esta es una vista inquietante. Por favor.”

Con eso, el Señor Demonio le entregó su toalla. Finalmente, White se dio cuenta de que estaba desnuda.

“¡Ah! M-M-M-Me viste des… ”

“¿Por qué no te unes a mí en la bañera? Sería una lástima y una gran pérdida para el país, si se resfriara”.

“…!”

White se enfureció por la propuesta sarcástica, pero envolvió su cuerpo con la toalla de baño y saltó al agua. Parecía estar tratando de cubrir su piel tanto como sea posible. Su cara estaba pintada de rojo con humillación e ira. Esta era la primera vez que un hombre la había visto desnuda, y lo calificó de “inquietante”. Lástima de la Doncella Sagrada.

“Ahora, vamos a escucharlo. ¿Por qué estás aquí…?”

Levantando la taza, miró hacia el cielo. Al ver esto, la cara de White se retorció aún más de ira. El Señor Demonio estaba exudando una actitud que gritaba que ni siquiera valía la pena mirar su cuerpo desnudo.

“Señor demonio. Qué estás haciendo con la Mada… ¿ah?

Cuando una ráfaga de viento sopló el vapor blanco, White perdió sus palabras. Se dio cuenta de lo que debería haber sido obvio.

El Señor Demonio también estaba desnudo. Y su cuerpo fue cincelado hasta el punto de darle una presencia aún más abrumadora. Ahora White se sonrojó por otra razón completamente.

“¿Pasa algo, Doncella Santa? No dirás que un hombre desnudo sorprende a un líder de esta nación, estoy seguro”.

El Señor Demonio se rio descaradamente antes de atar su largo cabello con una banda de goma negra. El Señor Demonio estaba perdiendo la cuenta de cuántos había tenido hasta ahora, pero estaba a punto de comenzar otra batalla contra una Doncella Sagrada.