Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: El Señor Demonio En Movimiento

Parte 20

Reconocimiento

 ——Yahooo, Holylight.

Un hombre estaba visitando el Gremio de Aventureros. Con un casco desgastado en la cabeza, miraba atentamente a través del tablero de misiones.

(No hay nuevas misiones para moverme…)

Todavía un poco incrédulo, el hombre suspiró y sus hombros se relajaron. Era Wo Wungol, el líder de la infame banda de bandidos, el Topo. Desde su encuentro con una Doncella Santa el otro día, su vida no había sido la misma.

A pesar de que le habían entregado su trasero, había logrado colarse con éxito en la aldea de Rabbi y robar algo de agua, noche tras noche.

(¿No se han dado cuenta…? Pero ellos…)

Por primera vez en mucho tiempo, no tuvo que preocuparse por el agua, pero el privilegio no duró mucho. Después de que el Señor Demonio regresó a la aldea, el bandido apenas había podido acercarse a la aldea de Rabbi.

El Señor Demonio y una Doncella Santa eran lo suficientemente malos, pero ahora parecían haber adquirido algunos recursos humanos. Como cualquier bandido experimentado, Wo Wungol podía sentir el peligro a una milla de distancia. Al ver a Yu y Tahara, detuvo inmediatamente sus intentos de acercarse a la aldea.

(Maldición… Estas partes se están volviendo cada vez más difíciles de vivir).

Las regiones orientales de Holylight eran un páramo, prácticamente ignorado por el resto del país. Precisamente por eso un hombre como Wo Wungol podría sobrevivir tanto tiempo aquí.

Sin embargo, ahora que el Señor Demonio y su pueblo se habían mudado, las cosas estaban cambiando.

Mientras dibujaba el mapa de Holylight en su mente, el bandido consideró a dónde huir. Si bien las condiciones eran casi tan indigentes en el norte, había fuerzas militantes en todas partes, lo que lo hacía extremadamente peligroso. Tampoco había mucha recompensa. El centro del país era igual de peligroso para él, considerando que estaba bajo la vigilancia de Queen.

(¿Entonces me quedo con el oeste o el sur…? Eso no es bueno).

Las partes occidental y meridional del país eran tierras abundantes gobernadas por los nobles y Madame, lo que significaba que había muchas recompensas para cosechar.

Si bien había un buen número de milicias privadas, ninguna de ellas había tenido mucha experiencia en una batalla real, por lo que no eran rival para esta banda de bandidos.

El problema era que las personas que gobernaban esas partes tenían el dinero para comprar fuerza bruta, principalmente mercenarios y aventureros. Como bestias hambrientas, siempre buscaban una olla de oro. Si Wo Wungol comenzara a trabajar en el sur o el oeste, pronto se convertiría en presa de uno de ellos.

(Realmente me estoy quedando sin opciones, aquí…)

Pensando en su futuro, el Bandido no pudo evitar sentirse triste. La guerra se extendió fuera del país, y había innumerables bandas de bandidos y ladrones más poderosos que el Topo.

Sería perseguido por el gobierno, huiría de los aventureros que perseguían su recompensa o sería consumido por un equipo de bandidos más grande que el suyo. El futuro de Wo Wungol parecía sombrío sin importar cómo lo pensaras.

(¿Debería convertirme en mercenario, entonces…?)

Las Naciones del Norte habían estado en guerra durante mucho tiempo.

Era un lugar donde los grupos de mercenarios se usaban como peones convenientes, la mayoría se descartaba por completo después de que se realizaba el trabajo. Sin embargo, hacerse un nombre en el campo de batalla podría llevar a muchas ofertas de las naciones vecinas.

Otra opción era formar parte de un grupo famoso, como el intrépido Ward’s Heaven o Five Stars, que estaban tan organizados como las fuerzas militares, o unirse a un bandido conocido, como Redbeard, que dirigía numerosos barcos piratas.

(Tsk. Con el equipo que tengo ahora… Sería diferente si al menos tuviera a Fuji).

Recordando a su viejo compañero, el bandido apretó los dientes. El guerrero feroz que destrozó a Holylight a su lado se había convertido en el perro faldero de la Doncella Santa. Mientras Wo Wungol gruñía y miraba el tablero, se escuchó una voz indiferente desde la entrada.

“¿Qué pasa, señorita? ¿Cómo va la búsqueda? ” (¡Mierda, ese tipo…!)

Al ver el vals de Tahara, el bandido encogió el cuello sobre sus hombros y tiró de su casco hacia abajo. Era el hombre que apareció en la aldea de Rabbi de la nada… y un hombre extremadamente peligroso.

“Lo siento señor. Nadie lo ha aceptado, aún…”

“Hmm… No pensé que sería tan difícil encontrar un artesano para ello”.

“Es un comercio olvidado hace mucho tiempo, después de todo…”

“Podría cavarlo, pero eso frustra el propósito”.

El bandido captó esa palabra en particular. Excavar en este mundo generalmente significaba para Piedras de hechizo, pero no parecía estar hablando de eso.

“No obtendrá agua cavando un pozo en cualquier parte de este país…”

“Te digo que no importa si obtenemos agua de ella o no. Solo necesito a alguien para construir algunos pozos resistentes”.

Pensando en el futuro, Tahara planeó construir pozos en varios lugares. Naturalmente, no estaba buscando una vena de agua para acompañarlo. Mientras el Señor Demonio pudiera hacer más cubos, los pozos producirían agua sin importar cuán seca estuviera la tierra.

“T-Todavía… Cualquiera pensaría en perder su sueldo o que se le deduzca la falla si no hay agua después de cavar el pozo”.

Era natural que la recepcionista se sintiera así. ¿Quién querría aceptar una búsqueda incompleta pidiendo un pozo sin agua? Cualquiera podía imaginar fácilmente al cliente quejándose de esto hasta que se negara a pagar.

“¡Agh! ¡Todos en este país tienen que ampliar sus mentes! Todos son tan… cautelosos, ¿supongo? ”

Tahara no había estado en este mundo por mucho tiempo. No tenía forma de conocer la perspectiva de un aventurero en las misiones ni el estilo de vida de los artesanos. Aún en la oscuridad, tenía mucho que aprender. Años más tarde, Tahara aprendería a dominar los sistemas del comercio, como depósitos y pagos diarios, mientras se ganaba el apodo de ‘el magnate de Holylight’, pero esa es otra historia.

“Escuché que poner misiones era la corriente principal aquí. ¿Qué demonios se supone que debo hacer?”

Era la regla de oro de un aventurero ser escéptico de los trabajos incompletos, y los artesanos hicieron lo mismo. Después de escuchar la conversación, el bandido no pudo evitar saltar, ignorando el riesgo en el que se estaba poniendo.

“Hermano… ¿En serio estás buscando gente para cavar un pozo?”

“¿Huh? No tengo tiempo para hacer una búsqueda como esta para las risas. ¿Estás trabajando ahora? ¿Quieres cavar algunos pozos?”

“Me estás haciendo reír. No hay garantía de que pagará”.

“Garantía, ¿eh…? ¿Un contrato funcionaría? ”, Dijo Tahara. El bandido respondió con una risa estruendosa. (Simplemente no lo entiende).

“¿Quién te crees que soy? ¿Algún tipo de noble alto y poderoso? Lo único que haría un trozo de papel como ese es limpiarme el culo”.

Al escuchar esto, Tahara parpadeó un par de veces, desconcertado. Se dio cuenta de que la normalidad de este mundo era bastante diferente de la suya. Si quería contratar a algunas personas, tenía que adaptarse.

“Ya veo. A este ritmo, dudo que alguien confíe en una oferta de mitad ahora y mitad más  tarde… Parece que necesito mostrarles a las  personas suficiente dinero para volar sus ideas preconcebidas si quiero contratar a algunas personas lo antes posible”.

“Heh. ¿Suficiente dinero para volar nuestras ideas preconcebidas? Sigue soñando, hermano.”

Con eso, el bandido se volvió hacia la salida y siguió caminando. Había hablado demasiado. En el pasado, Wo Wungol había cavado varios pozos de sed.

Recordando el sufrimiento durante esos momentos, la emoción cuando vio agua, y los muchos pozos que se secaron en días después de pasar tanto tiempo cavando… Recordando esos días desesperados, no pudo evitar inyectar.

“Entonces, viejo… ¿Dejaste de espiar en el pueblo, o qué?”

“¿D-De qué estás hablando…?”

El bandido se dio vuelta para ver los ojos de Tahara perforando su alma. Mientras su rostro lucía una sonrisa floja, sus ojos estaban muy serios.

“Te estuve vigilando por un tiempo, pero parecías inofensivo. Parece que tienes algunos músculos. Si estás sufriendo por dinero, tengo un trabajo para ti”.

Tahara estaba sufriendo por la mano de obra, de hecho. Necesitaba trabajadores, por supuesto, pero también necesitaba algo de seguridad en algún momento para defender el pueblo.

“Q-Qué broma…”

El bandido escupió y salió corriendo por la puerta. Tahara lo vio irse con la misma sonrisa.