Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 2

Capitulo 4: El Señor Demonio En Movimiento

Parte 17

El Esquema Despiadado del Señor Demonio

(No esperaba que ella quisiera vivir aquí… Esto es más de lo anticipado).

El señor demonio y la señora estaban disfrutando de un desayuno tranquilo en el vestíbulo. Un koto, un arpa tradicional japonesa, tocaba en los altavoces, lo que aumentaba la atmósfera. Si bien cada uno de ellos tenía intenciones completamente diferentes, ambos compartieron una sonrisa.

“Ya veo. Si no hay ramificaciones legales aquí, no me importa en absoluto”.

“Gracias, Señor Demonio”.

“Tengo algunas estipulaciones, sin embargo…”

Aquí viene, pensó la señora. Ella esperaba que él pidiera un precio digno de su pedido no convencional. Por supuesto, la señora estaba dispuesta a hacer cualquier cosa.

“Después de tener en cuenta el espacio que necesitamos de nuestra parte, hay treinta habitaciones disponibles para los huéspedes en este complejo. Me gustaría que hiciera una lista de invitados para quedarse aquí, señora, y quiero dejarle la selección a usted.”

La señora jadeó. Teniendo en cuenta su increíble experiencia del día anterior, la señora estaba segura de que todas las mujeres en este mundo querrían frecuentar esta instalación… Y pagarían cualquier precio. Ahora la señora se encargaba de curar la lista de invitados.

(Ahí. No tengo que lidiar con algunos nobles mocosos. Le echaré esa responsabilidad a ella).

En el extremo receptor de las intenciones del Señor Demonio, Madame estaba temblando. Dado que se le dio un reinado libre para aprobar o negar cualquier invitado en particular, ella tendría el poder absoluto sobre esa persona, sin importar quiénes fueran.

Pero el Señor Demonio continuó.

“Y una cosa más. No importa quién sea, solo pueden quedarse una noche a la vez”.

“Una sola noche…”

(Duh. Tengo que conseguir un montón de clientes y hacer que corran la voz por la vid.)

Por otro lado, de las intenciones del Señor Demonio, la señora temblaba de euforia. Una noche en esta instalación celestial, y luego enviado de regreso a su tierra al día siguiente. Se imaginó que todos estarían devastados. Si ella estuviera en esa situación, patearía y gritaría con todas sus fuerzas.

“Realmente quieres darme poder, ¿no es así, Señor Demonio…?”

Cualquiera que escuchara los rumores tendría que rogarle a la señora, y no se detendrían una o dos veces. En cuanto a las personas que ya tuvieron la oportunidad de experimentar el resort, estarían aún más desesperados. Naturalmente, estas súplicas involucrarían dinero y bienes en su camino.

Nadie en el círculo de Madame era tan indigente como para pedir un favor sin proporcionar una compensación.

Para cualquiera que esté mirando, ella parecería estar parada frente a las puertas nacaradas con absoluta voz sobre la lista de los que podrían entrar. Su popularidad solo se dispararía.

“Poder… Huh. Solo soy un aliado para las mujeres en busca de belleza”.

Al escuchar esto, la señora supo que no había mujer que no quisiera belleza. Independientemente de la edad, una mujer siempre sería una mujer.

“Entonces, tendrás la mitad del mundo bajo tu pulgar, Señor Demonio”.

Naturalmente, la mitad de la población de este mundo eran hombres y la otra mitad mujeres. Controlar a todas las mujeres significaba poner la mitad del mundo entero a su alcance.

“Hm…”

El Señor Demonio permaneció en silencio durante un tiempo considerable antes de hablar de nuevo, en voz baja.

“No deseo ganar todo. La mitad generalmente hace el truco.”

La respuesta honesta del Señor Demonio hubiera sido “Estoy hablando de las aguas termales. ¿En qué planeta está ella? “, Pero se lo guardó para sí mismo y logró inventar algo misteriosamente vago. Continuó con su actitud de que las cosas funcionarían mientras siguiera jugando.

Desde el exterior, él era la encarnación de la gravedad. De hecho, se podría decir que Madame estaba sacando conclusiones mientras que el Señor Demonio era demasiado ingenuo. La señora había pasado la mayor parte de su vida en una lucha de poder, mientras que el Señor Demonio solo quería ganar dinero y limpiar su nombre.

“Tienes razón. Las mujeres de esta nación son fuertes… Como has observado, Señor Demonio”.

“Jajaja. Qué reconfortante”.

A pesar de que sus intenciones se perdieron por una milla, su extraña situación de ganar-ganar estaba asegurada. “Ganar-ganar” era realmente la mejor manera de describirlo: involucraba belleza, poder, popularidad, dinero y fama para ambas partes.

Todos estos eran lo esencial de cualquier mundo, y muy valiosos. Para cualquiera que quiera oponerse al Señor Demonio y La Madame, su equipo de etiqueta era una pesadilla.

Y este astuto Señor Demonio no se olvidó de decir lo correcto aquí. Por extraño que parezca, ni siquiera era una adulación vacía, sino que provenía de una observación honesta.

“Te ves aún más brillante que ayer, Madame…”

“Oh, un maestro de la adulación, como siempre…”

De hecho, el Madame estaba acostumbrado a ser alimentada con estas líneas. Los había escuchado a todos y, cada vez, no se había visto afectada. Entra por un oído y sale por el otro.

…Pero esta vez fue diferente. Cuando el hombre frente a ella, cuando el Señor Demonio, lo dijo, tenía un peso diferente.

“Si recuerda, señora, solo digo la verdad…”

Los ojos del Señor Demonio atravesaron a la Señora. Su abrumadora presencia la congeló incluso a ella.

“Así es… y tú también dijiste…”

“Que todo lo que digo…”

“Se convierte en realidad”.

Terminaron la oración al unísono. Alegremente, la señora se echó a reír. El Señor Demonio puso una mano sobre su pecho, gesticulando como si hubiera realizado un truco de magia. Un desayuno muy tranquilo, de hecho.

——El Castillo Sagrado en Holylight. “Cómo… podría esto…”

Al leer el documento entregado, White sintió que un escalofrío le recorría la espalda. Para su sorpresa, Madame Buttersauce notificó a White que quería rehabilitarse en el pueblo de Rabbi. ¿Cómo fue esto posible?

“¡Acabas de organizar una fiesta extravagante el otro día…!”

La visión de White estaba fallando. ¿Esa señora, siempre el centro de la fiesta y conocedora de todo lo llamativo, que se recupera en el pueblo de Rabbi, de todos los lugares? Ni siquiera fue gracioso. Hasta donde White sabía, no había absolutamente nada en esa aldea. Se sintió insultada, incluso burlada.

“Mudarse a un pueblo tan desolado… ¡Oh!”

En este punto, algo surgió en su mente. El pueblo de Rabbi era donde Luna, la dama de la tierra, se había ofrecido recientemente para tomar las riendas completas. Por lo general, White habría estado feliz de que su hermana madurara, pero esta vez, fue diferente. Detrás de su hermana, White podía ver la terrible sombra del Señor Demonio.

“¡Primero mi hermana, y ahora la Señora de la Ciudad Santa…!”

La pesadilla de White solo empeoraba. La emperatriz de la escena del partido tuvo una influencia increíble entre las esposas nobles.

Lo que dijo se convirtió en la tendencia, lo que significaba que incluso tenía poder sobre la economía. Cualquier comida que elogiaba se retiraba de los estantes, y cualquier restaurante que criticaba prácticamente se cerraba. Para algunos, la señora era una bomba de relojería andante, mientras que para otros era la diosa de la riqueza. Por eso fue una de las figuras más difíciles de manejar en el país.

Por ejemplo, Marshall Harts se mantuvo a una gran distancia de ella, mientras que Dona Dona, cuando no estaba ocupado actuando asqueado por ella, ocasionalmente se burlaba de la señora. Ambos sabían los peligros de hacer un enemigo de un grupo de mujeres poderosas.

“¿Cómo se las arregló para…? Más importante aún, qué está tratando de…

¡Oh!

Solo te pido que veas lo que estoy a punto de hacer y que me juzgues por ti mismo. Siempre he demostrado quién soy mejor de lo que lo explico.

White recordó lo que el Señor Demonio había dicho. Recordando ahora, su declaración fue asombrosa. Realmente mostró de lo que era capaz en lugar de decirlo.

“Ya veo… Esa fue una declaración de guerra…”

White no pudo evitar apretar los puños. En el Castillo Sagrado, frente a ella, la mayor de las Doncellas Santas, el Señor Demonio había hecho una declaración de guerra tan descarada. White recordó lo arrogante y tortuoso que apareció el Señor Demonio mientras lo hacía. ¿Una declaración en el punto muerto del cuartel general del enemigo, justo frente al líder del enemigo? Era inaudito. Con esta comprensión, White no tenía otras palabras para describir a ese hombre… sino el Señor Demonio.

“Queen, lee esto…”

Extrañamente, White empujó el documento a Queen, que había estado descansando con los pies sobre la mesa redonda. Tomó el documento y lo leyó en silencio. Su pierna se asomó seductoramente por la rendija de su falda. No se parecía en nada a un funcionario del gobierno que leía un documento importante.

“¡Hey! ¡No es tan simple!”

“¿Qué importa quién se mude a dónde?”

“Piénsalo, Queen. ¡Esto significa que el Señor Demonio ha asaltado a Madame!”

Queen miró hacia el techo, completamente desinteresada. Su falta de interés fue tan minuciosa que fue casi impresionante de ver.

“Señor Demonio, Señor Demonio, Señor Demonio… Luna tiene el entusiasmo por él. Eso es.”

“Espero que… ¿Cómo estás satisfecha con simplificar cosas así?”

“Sí, todavía no la has visto. Vi el idiota de Luna en Yahooo… Esa mierda tonta parecía una mujer de verdad”.

“¡¿De qué demonios estás hablando…?!”

Mientras que la ira de White se volvió más intensa, Queen aún no se vio afectada, sus pies levantados sobre la mesa y sus manos detrás de su cabeza. La encarnación de un adolescente rebelde.

“Esa idiota está enamorada… Solo déjala ser”.

“¡¿Enamorada…?! ¡Esta es una crisis nacional!”

Al ver a White gritar, Queen se burló. Por alguna razón, miró a White con pena. Increíblemente, Queen retiró los pies de la mesa y acercó las manos al pecho.

“Supongo que no lo conseguirías, hermanita. Eres tan cuadrada… Espero que encuentres a alguien también. Haré una oración de la Doncella Santa por ti”.

“¡No necesito tu pena! ¡Estoy tratando de tener una conversación seria! ”

Con una carcajada, Queen hizo una oración. Tan pronto como cerró los ojos y juntó las manos, Queen se convirtió en una niña perfectamente angelical. Una santa doncella perfecta. Cualquier hombre se habría detenido y mirado.

“Oh genial… eh, ¿quién era de nuevo? Allá arriba… Asegúrate de que mi hermana no termine siendo una vieja sirvienta, ¿quieres? … Y Sir Zero… te amo. Eres el amor de mi vida.”

“Solo querías sacar la última parte, ¿verdad?”

“Sir Zero…”

“¡¿No has terminado?!”

Otro día en el Castillo Sagrado lleno de conmoción.