Kono Yuusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 32: La Diosa Que Vive En El Bosque

«Escucha, ¿puedes dejar de hacer eso? Esa no es forma de que un Héroe actúe… o cualquier otra persona. Quiero decir, entiendo que fue su culpa, pero…”

No pierdo el tiempo después de volver al mundo espiritual unificado para dar una conferencia a Seiya. Mientras tanto, Seiya no parece que le importe lo que tengo que decir…

«Seiya, estabas realmente aterrador allá atrás…”

«Sí… esas fueron algunas bofetadas…”

Siendo reprendido por Elulu y Mash, Seiya mira fijamente su mano, luego aprieta los dientes con una expresión amarga.

“Antes de darme cuenta, la estaba golpeando. Solo mirarla me molesta.”

«… ¿Seiya?»

Estoy un poco sorprendida. Si bien es diestro y tiene la boca sucia, nunca muestra mucha emoción frente a los demás.

“Incluso la forma en que piensa me molesta. Trata imprudentemente de seguir adelante, a pesar de no tener posibilidades de ganar… y sin siquiera considerar cuántos morirán por eso”.

La personalidad imprudente de Rosalie es completamente opuesta a la naturaleza cautelosa de Seiya. Probablemente por eso está tan enojado.

«En cualquier caso, ¿qué tal tomar un breve descanso?»

No creo que entrenar de repente con tanta tensión sea ideal, así que le ofrezco a Seiya algo de tiempo para calmarse, pero…

«No, eso no será necesario. Quiero comenzar a entrenar”.

Su ceño de hace unos momentos no se encuentra en ninguna parte. Está absolutamente tranquilo, como si nada hubiera pasado.

¿Cómo puede recuperarse tan rápido así?

«¡Lo sabía! ¡Seiya, eres una buena persona! »

Seiya parece estar confundido sobre por qué Elulu le está sonriendo.

«¿Por qué dices eso?»

«¡Porque estás entrenando para salvar a Rosalie! ¡Eso te hace una buena persona!”

«No lo estoy haciendo por ella. Lo estoy haciendo porque aparentemente fui llamado a tu mundo para salvarlo”.

Hmm… Seiya no es todo sol y arcoíris, pero es realmente dedicado cuando se trata de cosas como esta. Tiene un fuerte sentido de la justicia… y no deja que los sentimientos personales se interpongan en el camino.

Seiya empuja hacia atrás su brillante cabello negro.

«Ya sé con qué deidad necesito entrenar para derrotar a las moscas».

«¿Oh enserio? ¡Puedo presentarte si es alguien que conozco! ¡Solo dime quién es!”

«Tráeme al dios de los misiles».

«¿El dios de…? ¡No hay dios de los misiles!”

«Bien. Me conformaré con el dios de las armas”.

«Puede que… haya un dios así, pero Gaeabrande no es ese tipo de mundo…”

«Si eso significa derrotar al enemigo, ¿a quién le importa?»

«¡Porque es imposible! ¡No importa cuán habilidoso seas con un arma porque no existen en Gaeabrande! ¡Incluso si tienes un arma aquí, no podrás traerla allí!»

«Tch».

Seiya chasquea la lengua. ¿Pero qué quiere que haga al respecto? ¡Esta es una regla del mundo espiritual!

«Hey, Maestro Seiya… ¿qué tal la magia del rayo? Creo que el viejo en la fortaleza dijo algo sobre que es efectivo contra enemigos voladores. ¿Tal vez podrías conseguir que un dios que sea bueno en la magia del rayo te enseñe…? »

«Cuando revisé las estadísticas de Beel Bub, era resistente a los rayos. Podría funcionar contra las moscas genéricas, pero no funcionaría contra nuestro objetivo principal”.

«Oh…»

Después de hablar con Mash, los ojos de Seiya comienzan a vagar por el espacio.

«Si no puedo usar armas o misiles… entonces mis únicas opciones son arcos y flechas. Rista, ¿conoces a alguien?”

“Conozco a la Diosa del Tiro con Arco. Está un poco alejado del santuario, pero la he visto algunas veces en el Bosque Divino”.

«Entonces vamos a conocerla. Lidera el camino.”

Después de caminar alrededor de diez a veinte minutos del santuario, el paisaje comienza a cambiar hasta que nos encontramos caminando por un camino estrecho entre árboles frondosos.

El aire fresco me hace cosquillas en la nariz. Pequeños animales que se parecen a ardillas echan la cabeza hacia atrás como si nos vieran venir. Viajamos a las profundidades del Bosque Divino, un bosque virgen y virgen en el mundo espiritual unificado.

«¿Vienes a lugares como este a menudo?»

“Sí, a veces vengo aquí con Aria para hacer un picnic. Traemos bocadillos y esas cosas.”

“Un picnic, ¿eh? ¿Qué tal hacer un poco de trabajo alguna vez, vagabunda?”

«¡¿A-A quién llamas vagabunda?! ¿Qué crees que estoy haciendo ahora?

¡Estoy trabajando! ¡Entonces qué tiene de malo hacer un pequeño picnic de vez en cuando! »

En poco tiempo, el pequeño camino desaparece hasta que solo hay árboles frente a nosotros.

Aria dijo una vez: «La Diosa del Tiro con Arco, Mitis, entrena sola a la intemperie un poco más adelante, así que hagamos el picnic aquí. No queremos molestarla, después de todo”. Por eso, cada vez que salgo con Aria, nunca vamos más allá de esto. La única vez que vi a Mitis fue pasar junto a ella por el estrecho sendero.

«…Vámonos.»

Empujando a través de los árboles y arbustos, hacemos nuestro propio camino y avanzamos. Después de un tiempo, los árboles densos se vuelven gradualmente más dispersos.

Además del árbol más grande, enclavado en medio del Bosque Divino, hay pocos troncos alrededor del espacio abierto. Como una hermosa obra de arte, Mitis está tirando hacia atrás la flecha que se encuentra en su arco.

Su cabello blanco puro fluye hacia sus caderas como seda, y sus ojos estrechos tienen un aire sofisticado.

Una diosa de refinada belleza. Esa es la impresión que tengo cuando la veo.

En el momento en que Mitis suelta la flecha, corta el viento antes de desaparecer inmediatamente entre los árboles. Sintiendo que este es el momento perfecto para decir algo, hablo.

«Pido disculpas por interrumpir su entrenamiento, Lady Mitis».

«Oh vaya… Ristarte, ¿verdad? ¿Cómo estás?»

Ella habla de una manera educada y única.

Quiero decir. ¡Buen tiro! y entabla una conversación con ella complementando sus habilidades de tiro con arco, pero todo lo que hace es disparar a una hilera de árboles. Mientras me quedo sin palabras, Mitis me sonríe.

«Hay un objetivo entre esos árboles en la distancia».

«O-Oh… no tenía idea…”

Entrecierro los ojos en la dirección que indica, pero todo lo que puedo ver es una exuberante vegetación. A pesar de tener una buena visión, no puedo ver ningún objetivo para mi vida.

«D-De todos modos, este Héroe aquí esperaba que le enseñaras tiro con arco y…”

Seiya saca su brazo y me corta la mitad de la frase. «¿Seiya…?»

«Antes de  eso, quiero ver si eres realmente tan bueno como dicen. Muéstramelo.»

Miro al cielo para encontrar tres colosales pájaros de fuego volando en círculos. Son Fénix automáticos que Seiya creó con su magia.

“Veo que puedes golpear un objetivo inmóvil desde lejos, pero ¿qué pasa con algo que se lanza por el cielo? Si no puedes hacer tanto, estamos perdiendo el tiempo”.

«¡S-Seiya! ¡Estás siendo extremadamente grosero! » Pero Mitis simplemente sonríe con amabilidad.

“Deseas que golpee a esos pájaros mágicos, ¿sí? Muy bien.» Acto seguido, Mitis coloca el arco que sostenía en el suelo.

“Esto es simplemente un arco de práctica. Yo uso un arco mágico para la batalla.”

Mientras saca su brillante brazo izquierdo hacia afuera, dice: «Flecha brillante…”

Antes de darme cuenta, ella está sosteniendo un arco de luz en su mano izquierda. Simultáneamente, en su mano derecha retraída hay una flecha casi indistinguible de un rayo de sol, además de una delgada y brillante cuerda de arco entre sus dedos.

La flecha de luz apunta al cielo, pero los fénix están dando vueltas a una velocidad increíble. Justo cuando pensaba que ella estaba dudando, sus ojos, previamente entrecerrados como hilos, se abrieron de par en par.

Acto seguido, suelta la flecha, que es seguida inmediatamente por una explosión en el cielo tan poderosa que puedo sentir mis tímpanos temblar.

… No tengo idea de lo que acaba de suceder, pero cuando desaparece el humo, no hay un solo fénix en el aire.

¡¿Que…?! ¡Estoy seguro de que ella solo disparó una flecha! Entonces,

¿por qué se han ido los tres?

Mientras estoy allí, asombrada, Seiya comienza a analizar la situación.

«Esperó hasta que los fénix se alinearon unos sobre otros antes de disparar… destruyendo a los tres de un solo golpe…”

¡D-De ninguna manera! ¿Fue capaz de predecir y ver el momento en que todos se superpusieron? ¡No pensé que tal hazaña fuera humanamente posible! Quiero decir, supongo que ella no es humana, ¡pero lo que sea!

Seiya asiente con aire de satisfacción.

«Hmph. Debería poder matar a Beel Bub con esto… Muy bien, te dejaré entrenarme”.

Es como si Seiya fuera quien le hiciera un favor a Mitis. Sin embargo…

“Tengo una condición si voy a entrenarte. Héroe, ¿qué tipo de magia es tu fuerte?”

«Magia de fuego».

“Entonces, ¿has adquirido el arco mágico de las llamas? En otras palabras, ¿ya has aprendido Fire Arrow?”

«No aún no.»

«Ya veo. Luego, primero, debes aprender Fire Arrow antes de entrenar. Te enseñaré mis habilidades después de eso.”

Lo que dice Mitis es perfectamente razonable. Si no puedes crear un arco mágico con tu especialidad, nunca podrás aprender una habilidad de tiro con arco divino.

Los ojos de Mitis se arrugan aún más profundamente mientras sonríe.

«Sin embargo, incluso si no puede adquirir Fire Arrow, estoy seguro de que podemos encontrar algo más en lo que pueda entrenarlo».

¿Un tipo diferente de entrenamiento…? ¿De qué está hablando…? Pero Seiya niega con la cabeza.

«No, tengo que aprender a usar un arco, o no tendrá sentido». Luego se vuelve hacia Elulu, que está de pie detrás de él. «Sabes cómo usar Fire Arrow, ¿verdad?»

«¡S-Sip!»

«Enséñame. Ahora mismo.»

«¡¿V-Vamos?! Sé que tienes talento, ¡pero no creo que sea algo que puedas aprender fácilmente! ¡Me llevó cerca de un año!”

“Solo enséñame. No tenemos tiempo”.

«E-Está bien. Primero, extiende tu mano izquierda… luego imagina que la magia del fuego que sale simboliza un arco… »

Elulu deja escapar una risa seca mientras da instrucciones.

«No se preocupe por no poder hacerlo al principio. Es normal. Pero después de practicar cientos, miles de veces, estoy seguro de que podrás…”

«¿Así?»

Sin embargo, un arco ardiente ya se está materializando en la mano izquierda de Seiya.

«… ¿Eh?»

Los ojos de Elulu se abren de par en par.

“¡P-Pero aquí es donde las cosas se ponen difíciles! Luego, necesitas materializar una flecha a tu derecha… ¡¿De ninguna manera?!”

Seiya sostiene una flecha hecha de fuego en su mano derecha mientras tira de la cuerda de arco ardiente.

«¡P-P-Pero esto es realmente, realmente donde las cosas se ponen difíciles! Estoy seguro de que no podrás disparar la flecha ni un metro, pero no dejes que eso te deprima. Tú solo…”

Seiya apunta la flecha de fuego hacia el cielo y la suelta. Se eleva hacia los cielos antes de desaparecer en el gran azul allá.

«Sin embargo, golpear a tu objetivo es realmente lo difícil. Incluso yo todavía no puedo… »

La siguiente flecha que dispara Seiya golpea un árbol estrecho, unas pocas docenas de metros más adelante, justo en el tronco, haciendo que se incendie.

“Llegó a mi objetivo. Esto es fácil.» Después de eso, Seiya mira a Mitis. «¿Es esto lo suficientemente bueno?»

«E-Eres un aprendiz rápido, héroe, maravilloso».

Mitis tiene una expresión de asombro, pero en poco tiempo, sus labios se curvan alegremente hacia arriba.

“Sin embargo, eso es exactamente por qué fuiste el elegido. Muy bien. Comencemos a entrenar.”

Dejando a Seiya atrás en el bosque, Mash, Elulu y yo volvemos al santuario. Por supuesto, no me olvido de animar a Elulu en el camino de regreso.

«¡Aagh…! ¡Estoy tan deprimida! »

«¡No dejes que te afecte, Elulu! ¡Él es una anomalía! » Mash de repente me golpea en el hombro.

«Oye, Rista, ¿qué debemos hacer Elulu y yo mientras estamos aquí?»

«Hmm… ¿Seiya dijo algo?»

«Le pregunté antes de abandonar el bosque, pero él simplemente dijo: ‘¿Qué tal si vas a la cafetería y te tomas un refrigerio o algo así?’”

«W-Wow… no sé por qué esperaba algo diferente…”

«Sí, de ninguna manera me voy a sentar y comer bocadillos durante los próximos tres días. También queremos ser más fuertes, ¿sabes? De todos modos, ¿hay algún dios que nos puedas presentar para que podamos entrenar?”

«Hmm… Bueno, entrenaste con Cerceus la última vez, ¿qué tal si entrenas con Adenela? Ese sería el mismo orden en el que Seiya también entrenó.”

Recomiendo a la Diosa de la Guerra, Adenela, que está un rango por encima de Cerceus.

“¡Tomando el mismo camino de entrenamiento que tomó el Maestro Seiya…! ¡Buena idea! ¡Vamos a hacerlo!»

¿Y tú, Elulu?

«No tengo ganas de entrenar hoy… solo comeré bocadillos en la cafetería…”

«¡E-Está bien! ¡No necesitas apresurarte! ¡Vamos a tomar algunos macarons! »

Dejando de lado el entrenamiento de Elulu para mañana, salgo en busca de Adenela, pero cuando llego a su habitación debajo del santuario, la puerta está cerrada. Nadie responde cuando llamo, tampoco. Sin más remedio que rendirme, deambulo por el santuario con Mash hasta que nos encontramos con la figura de acción atada a los músculos, Cerceus.

«¡Yo, Cerceus!»

“Oye, Cerceus. ¿Has visto a Adenela en alguna parte?”

Su cara cambia de color cuando escucha a Mash y a mí saludarlo alegremente.

«V-Viendo que ustedes dos están aquí, ¿eso significa que el Héroe también está aquí?»

«Sí, pero él está entrenando en el Bosque Divino en este momento. ¿Por qué preguntas?»

“¡Porque Adenela es un desastre! Sabes que siempre ha estado un poco enferma en la cabeza, ¿verdad? ¡Bueno, ahora está aún más enferma gracias a ese héroe tuyo!»

…Lo olvide por completo. La última vez que vinimos al mundo espiritual, Adenela lloró lágrimas de sangre e hizo una escena en el patio porque Seiya la rechazó.

«E-Entonces, ¿cómo está ella ahora?»

“Todos los días, ella murmura repetidamente para sí misma: ‘S-S-S-Seiya. Yo-yo-yo nunca te perdonaré Voy a ma-ma-matarte…’ La primera vez que la escuché, pensé que estaba tarareando una canción de hip-hop o algo así».

«¡¿En serio es tan malo?!»

“Sí, así que cuida tu espalda. Lo digo en serio. Nunca se sabe cuándo podría aparecer… y clavarte un cuchillo en la espalda.”

Me estremezco cuando Cerceus me advierte con una mirada muy seria en su rostro.

N-No solo no puedo dejar que Mash entrene debajo de ella, ¡tengo que asegurarme de evitarla por completo!

Me imagino a Adenela afilando una espada, con los ojos llenos de locura, mientras se ríe en voz baja, Je, je, je, je, je… Un escalofrío me recorre la espalda.