Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 12

Prologo 1-2: Nyanyan Atlantia

“Hahh, hahh, hahh…”

Nyanyan corría bajo tierra, debajo del templo. El suelo de mármol pulido era tan liso que estaba libre de la más mínima protuberancia que pudiera raspar el pie de cualquiera que lo cruzara descalzo.

Normalmente, Nyanyan no tendría dificultades para correr por este pasillo, pero ahora mismo, era todo lo que podía hacer para permanecer de pie. Porque el pasillo, el techo, todo el edificio temblaba violentamente. Fue incluso peor que lo usual.

Oh, no, por favor no…

Nyanyan repitió esas mismas palabras aterradoras en su corazón mientras corría tan rápido como podía.

El temblor había durado más de diez minutos. Las grietas ya corrían por las paredes. Si no salía pronto, sería enterrada viva bajo tierra.

“…!”

Nyanyan dejó que sus brazos esposados colgaran libremente frente a ella mientras ponía todo su esfuerzo en mover las piernas por las escaleras que conducían al exterior. No fue una tarea sencilla. El temblor dificultaba caminar sobre una superficie plana, y las escaleras eran un desafío aún mayor. Se había caído varias veces corriendo por el pasillo. Ni siquiera podía prepararse adecuadamente con las esposas puestas. Ella ya estaba cubierta de rasguños y magulladuras.

“¡Augh!”

Tropezó de nuevo, esta vez golpeándose la frente en las escaleras frente a ella. Un dolor agudo le recorrió la cabeza, haciendo que las lágrimas asomaran a sus ojos.

“Ow…”

Pero Nyanyan todavía se consideraba afortunada. Si se hubiera caído de espaldas, se habría caído por las escaleras. Ya en sus manos y rodillas, Nyanyan abandonó la idea de estar de pie y simplemente subió los escalones restantes uno a la vez. Lo primero que vio cuando llegó a la superficie… fue que su ciudad natal se estaba hundiendo.

“No puede ser…”

La increíble vista dejó a Nyanyan en un estupor por un momento. “Atlantis… se está hundiendo”.

Ella solo estaba diciendo en voz alta lo que estaba sucediendo justo en frente de ella, pero todavía apenas podía creerlo. Quizás  se estaba sintiendo débil por tanto correr, pero todo parecía tan absolutamente irreal.

Pero eso no impidió que sucediera. Su tierra natal de hecho se estaba hundiendo hasta el fondo del mar mientras miraba. Nyanyan se derrumbó contra un pilar del templo, sin palabras.

No parecía haber ningún adulto alrededor para tocarla en el hombro y decirle que evacuara, por lo que ya deben haber huido. Pero… ¿adónde?

¿A dónde podrían haber ido? ¿Cómo se salvarían? ¿Era posible salvar a alguien? Era inútil siquiera preguntar. Pero si hubiera una posibilidad de una en un millón, entonces…

“!”

Nyanyan giró sobre sus talones y regresó al interior del templo. Ella pondría todo en esa apuesta.