Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 12

Capitulo 3: La Ciudad En El Cielo Y La Tierra De Las Ilusiones

Parte 3

Chirika había llegado a Shangri-La antes que nosotros, y había aprovechado ese tiempo para ir preguntando a los residentes aquí sobre Gold Yaksha. O al menos ese era su plan, pero cuando irrumpió en la primera casa… encontró a su dueño acostado en la cama luciendo más muerto que vivo.

“Conté 15 casas en las cercanías, y de las 14 que he visitado, todas están en las mismas condiciones. A este ritmo, no pasará mucho tiempo antes de que toda su aldea sea destruida. Escuché que Shangri-La era una tierra sin las restricciones de la muerte, pero parece que los rumores son solo rumores”.

De hecho, comenzaba a parecer que Shangri-La estaba lejos del paraíso que habíamos oído que era.

“Está bien, bueno, vayamos a la casa restante por ahora. Podemos planificar nuestro próximo movimiento una vez que hayamos agotado esa posibilidad”.

Y así nos dirigimos a la única casa que Chirika aún no había visitado. “Espera un minuto…”

“¿Nyanyan?”

Justo cuando estaba a punto de abrir la puerta, Nyanyan tiró de mi manga y me detuvo.

“Hay una persona enferma dentro, ¿verdad? Todos deberían beber un poco de esto”.

Tomó una de las botellas que colgaban de su cintura y la abrió antes de llevarla a mi boca. Un aroma medicinal flotaba desde el interior.

“¿Es esto algún tipo de medicina?”

“Atlantis lleva mucho tiempo desarrollando su tecnología medicinal. ¿No recuerdas que te hablé de eso? Si bebe esto, evitará que inhales virus. Así que bebe. ”

“¿Entonces tiene un efecto virucida en el aire mismo? ¿Sin la necesidad de una máscara?” Hibiki aceptó fácilmente la botella de Nyanyan con un gesto de aprobación e impresión de cabeza.

“Gracias, Nyanyan”.

“N-No es gran cosa…”

Cuando le di las gracias, Nyanyan se dio la vuelta apresuradamente. ¿Se sentía tímida? De todos modos, después de que todos tomamos un sorbo de la medicina, abrí la puerta.

“Hahh… Hahh…”

Encontré a una mujer joven acostada en la cama que parecía tener mucho dolor, lo que, según Chirika, era normal  aquí. ¿Cuándo había caído Shangri-La en un estado tan terrible…? Para estar en el lado seguro, solo yo, Chirika y Nyanyan, con conocimientos médicos, ingresaron a la casa.

“Hahh… Hahh…”

Incluso cuando nos acercamos a ella, el jadeo ronco de la mujer continuó.

“Las personas que encontré en las otras casas estaban en las mismas condiciones. Incluso cuando los llamé y los sacudí, no reaccionaron”, explicó Chirika, frunciendo el ceño con amargura.

“… ¿Estás bien?”

A pesar de lo que había dicho Chirika, no pude evitar arrodillarme junto a la mujer dolorida para ver si había algo que pudiera hacer. Y lentamente, abrió débilmente los ojos. Los tres nos sorprendió verlo. Para ser honesto, ya casi había perdido la esperanza después de escuchar sobre el triste estado de las cosas aquí.

“¿Qu… quién…?” preguntó la mujer con voz ronca. “Nyanyan, ¿podrías echarle un vistazo?”

“P-Probablemente.”

Nyanyan asintió sin mucha confianza, pero cambió de posición para arrodillarse junto a la mujer. Luego, después de susurrar algo en voz baja al oído de la mujer, acercó la oreja a la boca de la mujer mientras murmuraba su respuesta.

Hicieron varias preguntas de esta manera, y Nyanyan tomó otra de las botellas en su cintura.

“Rekka, por favor, levántale la cabeza”.

“Entendido.”

Me arrodillé junto a la almohada de la mujer y levanté suavemente su cabeza, inclinándola hacia atrás como lo indicaba Nyanyan. Llevó con cuidado la botella que había abierto a los labios de la mujer y la ayudó a beberla poco a poco.

“Es solo una medida temporal, pero esto debería ayudar a aliviar su dolor… creo”.

“¿Puedes curarla?”

“Tendría que regresar al reino y pedir más detalles al equipo médico, pero debería ser posible… creo”.

“Esas son buenas noticias.”

Dejé escapar un pequeño suspiro de alivio por ahora. Luego esperamos pacientemente, y la respiración y la expresión de la mujer finalmente se relajaron.

“No estoy seguro de quién eres, pero gracias…”

Finalmente se recuperó lo suficiente para sentarse y agradecer a Nyanyan correctamente, aunque con voz ronca.

“No, no hice nada especial…”

“Tenemos la suerte de tener una princesa de un reino que se especializa en medicina como tú, Nyanyan”, agregué.

“Te lo digo, no es gran cosa… Estos son solo algunos de los conceptos básicos que aprendí mientras mi padre todavía estaba vivo”.

Nyanyan parecía avergonzada por todos los elogios, pero también parecía bastante contenta consigo misma. Luego fuimos a cada casa e hicimos que todos los residentes de Shangri-La bebieran un poco de la medicina de Nyanyan antes de regresar a la casa de la mujer para escuchar su historia.

“Y entonces… ¿qué los trae niños aquí a Shangri-La?”

Miré a Chirika, quien me dio un pequeño asentimiento y tomó el relevo desde aquí.

“Solo buscamos una cosa. ¿Conoces a un yokai llamado Gold Yaksha?”

“¿Gold Yaksha?”

La mujer inclinó la cabeza hacia un lado y luego miró pensativamente hacia arriba. Sin embargo, parecía que no se le ocurría nada, mientras fruncía el ceño y negaba con la cabeza.

“Lo siento. Puede que sea algo que se me ha olvidado en mi vejez, pero ese nombre no me suena”.

“¿Vejez…? Señorita, no parece tener más de 20 años”.

“Nosotros, los de Shangri-La, no envejecemos ni morimos. Simplemente soportaremos esta enfermedad, afligida por toda la eternidad…”

“¿Qué…?”

Jadeé reflexivamente. El solo pensamiento de un destino como ese envió escalofríos por mi espina… Chirika, mientras tanto, no estaba lista para renunciar. Infeliz con la respuesta que había recibido, presionó a la mujer para que le diera más información.

“Señorita, mis fuentes dicen que el Gold Yaksha proviene de la tierra de Shangri-La. ¿Realmente no sabes nada de él?”

“¿Qué? ¿Es oriundo de aquí…? Eso no puede ser. Nadie intentaría salir de aquí…” declaró la mujer, palideciendo de repente.

“¿Qué pasa?” preguntó Chirika.

“Que yo sepa, solo ha habido una persona que se fue de Shangri-La. Tal vez sea ese Gold Yaksha que estás buscando”.

“¿Quién es él?”

Chirika se inclinó hacia adelante, acercándose más a la mujer. Luego, de mala gana, dijo…

“Mi esposo.”

“¿Tu marido…?”

“Sí”, respondió la mujer en voz baja. “La plaga azotó Shangri-La por primera vez hace casi cien años. Los residentes del pueblo cayeron uno tras otro, y cuando me derrumbé, mi esposo era el único que aún no se había enfermado. Desesperado, se fue al mundo exterior en busca de una cura para todos”.

La expresión de Chirika vaciló por un momento cuando escuchó la historia de la mujer.

“… ¿Eso es todo? ¿Esa es la razón por la que piensas que tu esposo puede ser el Gold Yaksha?”

La mujer bajó la cabeza por un rato, incapaz de responder… O tal vez simplemente dudaba. Creo que la única razón por la que habló de todos modos fue probablemente porque se sentía en deuda con nosotros por salvarla.

“Mi esposo regresó a Shangri-La solo una vez, diciendo que no podía obtener medicamentos en el mundo exterior sin esta cosa llamada ‘dinero’. Entonces, para obtener dinero y comprar el medicamento… mi esposo tomó la Máscara de la Codicia con él”.

“¿Qué es la Máscara de la Codicia?”

“Una máscara de demonio que estaba sellada en el almacén del pueblo. Es un artefacto maldito que amplifica la codicia de alguien y le otorga un poder proporcional a esa codicia”.

“Un artefacto maldito, ¿eh…?” Sherlyn, quien resultó ser ella misma maldita, murmuró en voz baja mientras golpeaba con un dedo la corona en su cabeza.

“Se dice que la Máscara de la Codicia eventualmente consumirá al portador, transformándolo en un demonio. Solo puedo asumir que mi esposo pensaba que el dinero no se podía obtener sin el poder de la máscara. Siempre fue tímido de corazón…”

Cuando terminó de compartir su historia con nosotros, la mujer cerró sus ojos cansados una vez más.

“¿Qué piensas, Hibiki?” Yo pregunté.

“Los residentes en un lugar aislado como este son probablemente el epítome de los socialmente ineptos, sí. Pero teniendo en cuenta el período de tiempo… Quizás la medicina era tan cara o lo engañaron para que pagara de más. Tal vez un poco de ambos. En cualquier caso, dudo que la suma fuera tan astronómicamente alta que no podría haberse obtenido por medios ordinarios”.

Si pensaba que necesitaba un poder peligroso para ganar dinero, ¿qué estaba haciendo? Lo primero que me vino a la mente fue el robo. Según la historia de Chirika, Gold Yaksha secuestró a la princesa y exigió un rescate, que muy bien pudo haber sido la forma en que el marido de esta mujer decidió hacer su dinero. Sin embargo…

“Chirika, ahora estamos 1.500 años en el pasado, pero tú…”

“Dijiste que yo era de 500 años en el pasado de tu mundo, lo que significa que estamos dentro de mil años desde ese ahora”.

Mil años, ¿eh? No importa cuán caro sea el medicamento, no había forma de que tomara tanto tiempo ahorrar para él. Lo que tenía que significar…

“Si todavía no lo había obtenido después de mil años, entonces puede ser simplemente que la medicina o el tratamiento adecuados no estaban disponibles en esta era”, ofreció Hibiki.

“Eso es probablemente”, estuve de acuerdo.

Lo más probable es que fue tragado por el poder de la Máscara de la Codicia mientras esperaba, lo que finalmente lo transformó en el Gold Yaksha como llegó a ser conocido.

“Tch…”

Podía escuchar a Chirika chasquear la lengua en silencio junto a mí. Cuando me volví para mirarla, parecía afligida y apretaba los dientes.

Esta inesperada historia del origen del Gold Yaksha parecía haber movido algo dentro de ella. Lo mismo fue cierto para mí; Me habría arrepentido de haberlo atacado pensando que solo era un demonio normal. Pero aún quedaba esperanza.

“¡Con la tecnología médica altamente avanzada de Atlantis, seguramente podemos curar la plaga de Shangri-La! Mientras eso suceda, entonces el Gold Yaksha no necesitará ir en busca de dinero”.

Si pudiéramos detener al Gold Yaksha en esta era, entonces la princesa Izuko no sería secuestrada dentro de mil años, ¡lo que resolvería la historia de Chirika! Finalmente pude ver una luz al final del túnel, aunque todavía estaba el asunto del golpe en Atlantis. No podía permitirme el lujo de cometer el mismo error dos veces, así que tendríamos que progresar en ambas historias a la vez.

“Hibiki, primero lleva a Nyanyan y los demás a Laputa. Allí, ¿podría trabajar junto con el rey de Laputian para encontrar una forma de detener el golpe de Estado de Boboza?”

Era un favor enorme, y solo podía pedirle a Hibiki, heredero del linaje Banjo que probablemente había resuelto más historias que yo. Con ella a cargo, sabía que todo saldría bien.

“Déjamelo a mí”, dijo con un gesto decidido. “Cuento contigo.”

Con un puñetazo como despedida, nos separamos y seguimos con nuestros respectivos planes.

***

Hibiki y las demás transportaron a la gente de Shangri-La a Laputa para que pudieran ser transportados a Atlantis para recibir tratamiento más tarde. Sin embargo, las revistas médicas de Atlantis habían sido donadas a la Gran Biblioteca de los Cielos, por lo que Nyanyan dijo que mientras tanto haría todo lo posible.

Ella era bastante egoísta cuando la conocimos aquí en el pasado, pero ahora era mucho más cooperativa y motivada. Cuando le pregunté por qué, respondió…

“Porque escuchar a alguien agradecerme fue mucho mejor de lo que esperaba”.

Como princesa, Nyanyan probablemente siempre había tenido a alguien que hiciera todo por ella. En realidad, nunca había tenido la oportunidad de hacer cosas por nadie más.

Tal vez por eso quería estar dando en lugar de recibir, para variar. Decidí dejar a la gente de Shangri-La y Atlantis a ella ya Hibiki por ahora; tenía cosas que tenía que hacer yo mismo.

Le pedí a Satsuki que buscara la ubicación actual del Gold Yaksha y luego me dirigí hacia la aeronave. Seis de las chicas vinieron conmigo: Satsuki, Iris, Shirley, Corona, Chirika y Sherlyn.

Satsuki era la navegadora, Shirley era la piloto y los otros cinco nos preparamos para enfrentarnos al Gold Yaksha. Había traído a los luchadores más competentes conmigo en caso de que las cosas empeoraran, pero realmente esperaba que no llegara a eso.

“Ahí está. Dentro de ese bosque”, anunció Satsuki.

“Entendido. Aterrizaré lo más cerca que pueda”, respondió Shirley.

Ella bajó la aeronave en un camino al lado del bosque que Satsuki señaló. El Gold Yaksha aparentemente estaba escondido en una cueva aquí, robando dinero y bienes de los transeúntes.

“Satsuki y Shirley, ustedes dos esperen aquí”, les dije. “Muy bien. Ten cuidado…” Satsuki asintió vacilante.

“Tú tampoco eres tan fuerte, Rekka, así que no te pases de la raya, ¿de acuerdo? No tengas miedo de usar lo que te di”, imploró Shirley.

Me había dado varios artículos para la autodefensa, en su mayoría trampas. Pero después de que accedí a usarlos y nos despedimos por ahora, Iris, Corona, Chirika, Sherlyn y yo nos dirigimos hacia el bosque.

“Oye, Rekka, ¿por qué trajiste a Sherlyn?” Iris susurró en mi oído mientras caminábamos entre los árboles.

Sherlyn era una maga y una ladrona fantasma que había peleado todo tipo de batallas por su cuenta, pero era cierto que sus habilidades de Mark y Steal no eran particularmente útiles en combate.

“Si es posible, quiero salvar al Gold Yaksha… el marido de esa mujer. Creo que podríamos necesitar el poder de Sherlyn para eso. Sin mencionar que ella quería venir”.

“Hmm…”

Iris miró a Sherlyn, quien saludó cuando se dio cuenta.

“Bueno, siempre que tengas un plan, Rekka, debería estar bien”.

“Seguro espero eso.”

“Si. Yo siempre confío en ti, así que tú también puedes apoyarte en mí en cualquier momento, ¿de acuerdo?” Ofreció Iris con una sonrisa.

Honestamente, sentí que yo siempre confiaba en ella, así que fue muy dulce de su parte decirlo. Estaba realmente agradecido de tenerla cerca, como aliada y como amiga.

“Rekka, ¿no tienes decoro? Coqueteando en un momento como este…” Chirika murmuró con una mirada de disgusto.

“Yo-yo no estaba coqueteando…”

En serio, esa no había sido mi intención, pero si a ella le parecía así… entonces estaba realmente avergonzado.

“Joven, lo veo”.

En ese momento, Corona se escondió detrás de un árbol y nos hizo saber que tenía una visión. Todos captamos la indirecta y saltamos a la maleza antes de asomar la cabeza. Y allí, tal como lo había descrito Satsuki, estaba la cueva. Continuamos al acecho, y una figura finalmente emergió de la boca de la cueva.

“Ese es…” balbuceé.

“Su rostro es un poco diferente, pero no hay duda. Ese es el Gold Yaksha”, dijo Chirika asintiendo.

El Gold Yaksha con cuernos era fácilmente dos cabezas más alto que yo. Definitivamente era grande y musculoso, y llevaba una pesada hacha en una mano.

“No lo recuerdo con un hacha en la montaña…” Chirika murmuró en voz baja mientras colocaba una mano sobre su katana.

“Espera”.

“¿Qué pasa, Rekka? No me digas que te gustaría tomar la delantera en la batalla”.

“No, no. Es solo que si está usando una herramienta, supongo que todavía tiene algo de humanidad. Quizás podamos razonar con él, así que intentemos hablar antes de pelear”.

“…Bien. Pero en el instante en que la conversación falle, no tendré piedad de él”.

Asentí modestamente antes de salir de los árboles. “¡Mierda!”

Los arbustos a mi alrededor crujieron ruidosamente mientras me movía. Naturalmente, el Gold Yaksha lo escuchó de inmediato y se volvió hacia mí con su hacha preparada.

“¡Por favor espera! ¡Vine aquí a petición de su esposa!” Grité, levantando ambas manos para mostrar que no pretendía hacer daño.

“¿Mi mujer…?”

“¡Así es! Si está buscando medicamentos para salvar la plaga en su ciudad natal, entonces… ”

Estaba emocionado de ver su reacción, y di otro paso adelante para intentar negociar, pero…

“… ¡GRAAH!”

Eso aparentemente fue imprudente. El Gold Yaksha de repente balanceó su hacha, con el objetivo de hacerla caer encima de mí.

“¡Tonto!”

“¡Urk!”

Justo cuando estaba a punto de ser derribado, Chirika me apartó del camino y se encontró con el hacha con la hoja resistente de su katana desenvainada. El hacha se desvió con un sonido metálico, y Chirika dio unos pasos hacia atrás para poner cierta distancia entre ella y el Gold Yaksha.

“¡Rekka!”

“¡Joven!”

“Rekka, ¿estás bien?”

Iris, Corona y Sherlyn saltaron de la cubierta para ayudarme a ponerme de pie.

“Medicina… Necesito dinero… para… medicina…” murmuró el Gold Yaksha, agarrándose la cabeza con dolor mientras se enfrentaba a Chirika.

“Joven, ¿puedo?” Preguntó Corona, su magia oscura ya giraba en sus manos.

“¡Hazlo, Corona! ¡No lo perdonaré por lastimar a Rekka!” gritó Iris.

¡Tú no también, Iris! ¡Y no, Corona! ¡Espera!” Yo también grité, tratando de evitar que ambas saltaran a la refriega.

“¡¿Por qué?! ¡Ese tipo trató de lastimarte! Además, ¿no se ha convertido ya completamente en un monstruo?”

“No aún no.”

Me había atacado, pero vi la forma en que reaccionó antes de eso.

¡Todavía era demasiado pronto para rendirse!

“Dinero… Oro… ¡Necesito oro!” El Gold Yaksha rugió y lanzó otro ataque, esta vez blandiendo su hacha hacia Chirika.

“!”

Chirika evadió el ataque y flanqueó al Gold Yaksha, cortándole el dorso de la mano.

“¡Gwargh!”

La sangre se derramó de su piel partida y gritó de dolor.

“Debe estar usando el hacha porque su piel aún no está endurecida como el acero… La brecha de mil años significa que no es tan fuerte en este momento. O tan rápido. Sus movimientos son lentos”.

Chirika analizó a su oponente con calma mientras reajustaba el agarre de su katana. Se miraron el uno al otro desde donde estaban frente a nosotros, uno a nuestra izquierda y el otro a la derecha.

“Grrrugh…”

El Gold Yaksha miró a Chirika mientras gruñía, mientras sus ojos estaban tranquilos pero llenos de vigor. A mis ojos, eso solo reflejaba su diferencia de poder.

Por lo que había escuchado antes, Chirika y Gold Yaksha estaban igualados durante su batalla predestinada en la montaña. Entonces, si él era más débil que ella ahora, seguramente la victoria estaba cerca… Y eso era exactamente por lo que tenía que detenerla.

“¡Tch!”

Salí corriendo casi al mismo tiempo que los dos hicieron sus movimientos. “¡Graaargh!”

El Gold Yaksha balanceó su hacha, confiando solo en el poder para tratar de eliminar a Chirika. Era una jugada obvia, y una que un maestro espadachín como ella podía contrarrestar fácilmente.

“…”

Pero ella vaciló. “¡Chirika!”

La tacleé de un salto desde un lado y la tiré al suelo. Inmediatamente detrás de nosotros, escuché un hacha cortando el aire. Solo el sonido hizo que un sudor frío goteara por mi espalda.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?!”

“Si no quieres hacerlo, ¡detente!”

“…!”

“Estaban igualado antes, pero ahora eres la más fuerte, ¿verdad? ¡Pero no fuiste a matar ahora mismo! Es porque dudaste, ¿no es así?”

No había manera de que lo mejor que pudiera hacer Chirika fuera hacer un pequeño rasguño en  el dorso de su mano  cuando se  había dejado completamente abierto. Algo extraño.

“¡Rekka!”

“¿Eh?”

Iris lanzó una patada en salto al Gold Yaksha, que estaba apuntando hacia mí y Chirika aún en el suelo. Su enorme cuerpo se estrelló contra el tronco de un árbol con un fuerte estruendo.

“¡Lo siento! ¡Por favor, cómprame algo de tiempo!”

“En general soy terrible para contenerme… pero lo intentaré”.

Corona cambió al modo Rey Demonio y fue a ayudar a Iris con mi solicitud irrazonable. Aprovechando el tiempo que me estaban comprando, me volví hacia Chirika.

“¡Tampoco quieres matar al Gold Yaksha, el hombre que solo estaba tratando de salvar su ciudad natal y su familia, ¿verdad?!”

“¡¿Y qué?! ¡Mis sentimientos no deberían importar! Mientras pueda pagar mi deuda con la princesa, mancharme las manos no es… ”

La empujé hacia atrás por el hombro mientras intentaba ponerse de pie y golpeé mi frente contra la de ella. Luego, a quemarropa, la miré fijamente a los ojos y grité.

“¡No seas ridícula! ¿La princesa que te salvó querría que hicieras eso?”

“Entonces… ¿qué estás diciendo que debería hacer?”

“¡Lo que sea necesario para que no te quedes miserable! ¡La razón por la que hago lo que hago es porque quiero que tu historia tenga un final feliz!”

“…!”

Dejé a Chirika sin palabras y rápidamente me volví hacia Sherlyn. “¡Sherlyn! ¡¿Puedes tomar la Máscara de la Codicia con tu magia?!”

No importa cuán maldita sea, una máscara es una máscara. Si lo sacamos de él, debería volver en sí. Al menos teníamos que intentarlo.

“Siempre que puedas mantenerlo quieto por un momento”.

“¡Entendido!”

De mi bolsillo, saqué uno de los dispositivos que Shirley me había dado. Era la trampa de unión electromagnética que había usado antes. Al lanzar la pelota del tamaño de un tenis de mesa al suelo, podría paralizar al oponente con descargas eléctricas y detener su movimiento.

“¡Iris! ¡Corona! ¡Retrocedan!”

“¡Okay!”

“¡Correcto!”

Esperé el momento en que los dos se habían alejado antes de lanzar la trampa de unión electromagnética a los pies del Gold Yaksha.

¡Bzz, bzz, bzzt!

La bola estalló, inundando el suelo con chispas y relámpagos. “¡Graaah!”

La poderosa corriente recorrió todo el cuerpo del Gold Yaksha, paralizándolo.

“¡Mark!”

Fue entonces cuando Sherlyn usó su magia para marcar su objetivo, la Máscara de la Codicia en el rostro del Gold Yaksha.

“¡Muy bien!” Con todo yendo exactamente como estaba planeado, grité sin pensar.

“¡Steal!”

Luego, Sherlyn usó su magia para atraer la Máscara de la Codicia hacia ella. Con eso, debería aparecer de inmediato, pero…

“Espera, ¡¿qu-qu-qué?!” Sherlyn tartamudeó. La razón fue evidente de inmediato.

“¿Por qué no funciona?”

Si bien el hechizo Mark definitivamente había apuntado a la Máscara de la Codicia, por alguna razón, el hechizo Steal no lo logró. En cambio, los staba uniendo a ambos. Naturalmente, ver al Gold Yaksha con un hacha venir hacia ella la hizo entrar en pánico.

“¡Urgh!”

No hubo tiempo para pensar. A este paso, Sherlyn estaba en peligro. “¡Maldición!”

Me arrojé sobre el Gold Yaksha, impidiéndole acercarse más a Sherlyn. “¡Urrrrrgh!”

Pero todavía era fácilmente más grande que yo y varias veces mi peso. Con mi fuerza típica de un chico promedio de secundaria, no había forma de que pudiera mantenerme. Me estaban empujando lentamente hacia atrás, dejando un rastro en el suelo.

A pesar de que todavía estaba paralizado por ahora, fácilmente podría romperme el cuello en el momento en que volviera. A tan corta distancia, no se sabía cuándo sería eso.

“…!”

Pero estar tan cerca tuvo un beneficio inesperado. Miré hacia arriba y de repente me di cuenta de por qué la máscara no se le quitaba de la cara.

“¡Sherlyn! ¡La máscara está pegada a su piel!”

“¡¿Qué?! ¡Si es parte de su cara, no puedo robar eso!”

“¡Piensa en ello como arrancar una tirita! ¡Tira con todas tus fuerzas de un solo golpe!”

Lo estaba sosteniendo en su lugar ahora mismo, después de todo. Y mientras lo empujara hacia un lado y Sherlyn se quitara la máscara por el otro, ese tonto debería salir de inmediato… ¡espero!

“¡Graaargh!”

“¡Uh oh!”

La parálisis finalmente debió desaparecer, cuando el Gold Yaksha se apartó de mi agarre y balanceó su hacha hacia arriba. Casi cerré los ojos por reflejo, pero Corona saltó y pateó su brazo, enviando el hacha volando lejos.

“Imprudente como siempre, ¿no es así?”

“Así que tenemos que retenerlo, ¿verdad?”

Iris se unió a nosotros dos para abrazarlo.

La máscara pareció tirarse más fuerte que antes, mostrando claramente la costura entre la cara y la máscara. Pero aun así no saldría completamente.

“Ustedes…”

“¡Chirika!”

En algún momento, Chirika se había puesto de pie aturdida para ver nuestros intentos de arrancarle la máscara a la cara del hombre.

“¡Chirika! ¡Usa tu Silkworm Slash para separar la máscara de su rostro! ¡La costura es fácilmente visible ahora mismo porque Steal la está tirando!”

Cuando vi que todavía sostenía su katana, grité de improviso. “¡¿Qué?! ¡Si me equivoco, él…! ”

El límite entre la piel y la máscara… En cuanto al grosor, le estaba pidiendo que cortara algo con precisión quirúrgica. Sabía que era mucho, pero…

“¡Puedes hacerlo, Chirika!”

Era una maestra en su oficio, capaz de lograr hazañas divinas sin sudar, superando capas de obstáculos como la caja de hierro y la botella para cortar solo la bandera en el mástil del intrincado modelo de barco. Si podía resolverse por sí misma, estaba seguro de que tenía esto en la bolsa.

“¡Para! ¡Sin… esto, yo…! ”

“¡¿Qué?! ¡De repente se volvió más fuerte!”

El Gold Yaksha se hizo más fuerte cuanto más tiramos. A pesar de que había tres personas de nuestro lado, estábamos abrumados por sus músculos hinchados que amenazaban con sacudirnos en cualquier momento. No pudimos aguantar mucho más.

“¡Chirika! ¡¿Cuál prefieres?! Tener que terminar matando a este hombre por miedo al fracaso, o creer en la habilidad que perfeccionaste y usarla para salvar una vida… ¡¿Qué haría un samurái?! ”

“…!”

La vacilación en los ojos de Chirika se transformó en ira. Parecía que usar su franqueza y orgullo como un punto de provocación era la elección correcta… Tendría que disculparme más tarde.

“¡Bien…! ¡Lo haré! ¡Asegúrate de sujetarlo correctamente en su lugar!”

Chirika preparó su katana con una postura única, inhalando una vez mientras se fijaba en su objetivo. Luego…

“¡Silkworm Cut!”

Una hoja invisible fue lanzada desde su katana. Al momento siguiente, el Yaksha Dorado que estábamos tratando desesperadamente de contener se congeló en el acto… y toda la energía se drenó de su cuerpo.

¡Thunk! “¡Ow!”

Algo duro rebotó en mi cabeza y cayó al suelo. Miré hacia abajo mientras sostenía al hombre desplomado… para ver el rostro del Gold Yaksha caído al suelo con agujeros donde deberían estar los ojos. Era la Máscara de la Codicia. Logramos quitárnoslo.

“Ugh…”

Toda la fuerza se drenó de mi cuerpo también, y suavemente dejé al hombre en el suelo antes de hundirme junto a Iris y Corona.

“Estoy tan cansado”.

“Yo también… seguro que se hizo fuerte allí”.

Ante las palabras de Iris, me volví para mirar al hombre que había sido poseído por la Máscara de la Codicia hace unos momentos.

Estaba tirado en el suelo, respirando de manera constante. Después de que le quitaron la máscara, su cuerpo se había encogido hasta que no era mucho más alto que yo. Su esposa tenía razón, aparentemente. Se veía un poco tímido, ciertamente nada como un demonio.

Pero calculé que este rostro era más apropiado para una persona que podía partir sola hacia un mundo del que no sabía nada para salvar a todos.

“Realmente te las arreglaste para que funcionara de alguna manera…” Chirika murmuró mientras se acercaba a mi forma sentada mientras enfundaba su katana.

“No fui yo. Iris y Corona fueron las que lo detuvieron, y tú y Sherlyn fueron los que realmente se quitaron la máscara”.

Al escuchar mi respuesta, Chirika soltó un bufido silencioso.

“Suponiendo que tu punto sea correcto, eso significaría que los señores y princesas que dan órdenes a sus subordinados tampoco están haciendo nada”. Ella resopló de nuevo antes de inclinar la cabeza. “Si estuviera sola, incluso si supiera de las circunstancias de este hombre, no habría podido tomar ninguna acción más que acabar con su vida por el bien de la princesa. Puede que haya tenido que soportar esa cicatriz por el resto de mi vida. Sin tu determinación, este hombre no se habría salvado… Y así, gracias, Rekka”.

“…No hay problema. Llevémoslo de regreso a Laputa con nosotros. Hibiki y los demás están esperando”.

La gente de Shangri-La ya debería estar en Laputa, incluida su esposa. Sería bueno reunirlos de nuevo. Y con eso en mente, tomé la Máscara de la Codicia para que no cayera en las manos equivocadas. Luego regresamos al dirigible y partimos una vez más hacia la isla voladora.