Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 12

Capitulo 3: La Ciudad En El Cielo Y La Tierra De Las Ilusiones

Parte 2

Unos momentos después, una única marioneta bibliotecaria entró en la habitación. Pasó junto a todos, subió al rey y luego se detuvo.

“Estamos familiarizados con la comunicación a distancia… No es nada nuevo para nosotros”.

“Ugh…”

“¿Por qué estás gimiendo?”

Supongo que tuve que admitir que el rey ya tenía tecnología que superaba a cualquier cosa a la que yo personalmente tuviera acceso. Un simple teléfono celular no lo iba a cortar.

“Iris, Shirley… Tú también, Rain. ¿Tienen algo que pueda sorprender al rey?” Pregunté, volviéndome hacia los tres alienígenas de nuestro grupo.

“Yo no… ¿Qué hay de ustedes dos?” Rain dijo con un movimiento de cabeza, mirando a las otras dos chicas.

“Puedo o no puedo. ¿Quién puede decir qué podría sorprenderla?” musitó Shirley.

“¡Ooh ooh! ¡Rekka, tengo una pistola láser!” ofreció Iris. “¿Láser?” preguntó el rey.

“Tal vez lo llamarías armamento óptico. Mira, funciona así…”

“¡Espera, Iris! ¡No! ¡No lo dispares aquí!”

Y así fuimos, sacando una cosa tras otra que pensamos que podría sorprender al rey. Pero…

“Hemos visto… esto antes”.

“Sabemos… esto”.

“Podríamos… hacer eso”.

Sus respuestas fueron todas más o menos iguales. Esto resultó ser más difícil de lo esperado… Incluso cuando le mostramos artículos del futuro, ella ya había hecho algo similar o había captado el concepto y la mecánica tan rápido que apenas pasó como una sorpresa.

Y eso fue doblemente por la magia. Aparentemente, podía ver el flujo de maná mejor que la mayoría de las personas, lo que le permitía ver a través de la magia de Satsuki y Harissa mientras  cantaban sus hechizos. No había forma de que la sorprendiéramos así.

“Está bien… Entonces, ¿qué tal esto?”

Hice un gesto con el brazo, dirigiendo la mirada del rey a Corona. “¿Hm?”

Colocó sus dedos contra su barbilla mientras miraba a Corona, transformada en el modo Rey Demonio completo con cuernos, cola y todo.

“Un demonio, ¿eh? Qué raro… Los mundos demoníaco y humano deberían haberse separado hace bastante tiempo… en realidad”.

“¡Espera, ¿tú también sabes sobre demonios?!”

“He leído de ellos, sí…”

¿Seriamente? Eso debe significar que solían existir en este mundo también. Quiero decir, supongo que eso no fue tan increíble considerando que teníamos vampiros y todo eso. Pero estaba seguro de que conocer a un Rey Demonio en persona sería suficiente para sorprenderla…

“Lo siento, no pude estar a la altura de tus expectativas”.

“No, no fue tu culpa, Corona”. Consolé a Corona decepcionada, luego hice mi siguiente movimiento. “¡Lo siguiente es un doble golpe! Aquí tenemos…

¡un ángel y una sirena juntos! ¡¿Qué tal?!”

“También estamos familiarizados con estos”.

“¡Bwaaah!”

Derribado al instante…

“Si ella no supiera acerca de los ángeles, ¿no se habría sorprendido el momento en que llegué aquí de todos modos? ¡No es que esconda mi halo y alas!” comentó la siempre despreocupada Rachelle.

“Fue un poco vergonzoso sacar mi cola en tierra…” dijo Rain, sonrojándose levemente por alguna razón.

“Espera un minuto.”

Allí, el rey se acercó a los dos sobre la esfera voladora que ella montaba. Justo cuando me preguntaba qué estaba haciendo, de repente comenzó a acariciar juntas las alas de Rachelle y la cola de Rain.

“¡Oooh!”

“¡Eek!”

Solo tenía que mirar para otro lado…

“¿Qué estás haciendo de repente? ¡Tres segundos de contacto, máximo!”

“Um, mi cola es mucho más sensible en tierra, así que por favor no la toques…”

“Perdónanos… Aunque sabemos de ti, nunca antes habíamos tocado la cosa real, así que…” Después de disculparse, el rey volvió a su posición original. “¿Bien? ¿Qué… nos mostrarás a continuación?”

“Hmm…”

Me crucé de brazos y me senté, pensando qué hacer a continuación. Sherlyn luego se acercó sin previo aviso y despeinó mi cabello.

“¡Hey!”

“Rekka, has estado frunciendo el ceño por un tiempo”, dijo, curvándose los labios en una sonrisa.

“Simplemente no sé cómo podemos sorprender al rey… Ella lo sabe todo”.

“¿Oh? Te equivocas ahí”.

“¿Eh?”

La refutación inesperada de Sherlyn me hizo mirarla reflexivamente.

“Ella dijo que no tenía que ser un objeto físico o algún tipo de conocimiento,

¿verdad? Ella solo dijo que quería una sorpresa”.

Sí, así es… En algún momento, me obsesioné con la parte del conocimiento y estreché mi campo de visión sin darme cuenta.

“Sabes, el secreto para sorprender a la gente con trucos de magia es mostrarles algo que les haga preguntarse cómo lo hiciste”.

“…”

El truco está en hacer que se pregunten cómo se hace… Pensándolo bien, la razón por la que no pudimos sorprender al rey de Laputa fue porque ella ya entendía todo lo que estábamos tratando de mostrarle. Pero Sherlyn tenía razón. Los trucos de magia tenían que ver con la entrega. El resultado podría ser bastante simple; sorpresa fue cómo sucedió. Y una vez que mi mente estaba en las sorpresas, no pude evitar recordar mi mayor sorpresa del día. Algo que casi hizo que mi corazón saltara de mi pecho…

“Así es. Con ella…”

Me puse de pie con entusiasmo, impulsado por una nueva idea sobre cómo sorprender al rey.

***

“¿Hm? ¿Qué es esto?”

“Está bien, está bien. Quédate ahí”.

Hice que el rey bajara de su esfera y se parara frente a su escritorio. “Está bien, entonces… Primero, mira esto”.

“¿Una caja de hierro?”

“Pon algo que no te importe que te corten”.

“¿Algo que se pueda cortar?”

“Si. Pon lo que sea en la caja de hierro y Chirika lo cortará desde allí”.

Hice un gesto hacia Chirika, que estaba siendo terriblemente distante… Desearía que fuera un poco más sociable.

“Podemos ver lo que parece algún tipo de espada en su cintura… A juzgar por su atuendo, es oriental. ¿Y dices que cortará la caja de hierro?” preguntó el rey, observando a Chirika.

“No, solo va a cortar lo que hay dentro de la caja. Y desde la distancia, además”.

“… ¿Oh?”

Sonaba un poco interesada esta vez.

“YS-8, tráenos el artículo en el tercer estante de esa caja”.

Luego ordenó al títere que había llegado antes que recuperara lo que parecía una botella de una de las muchas estanterías de la habitación.

“¿Eso es un barco en una botella?” Yo pregunté.

“Lo hicimos por… aburrimiento”, dijo el rey mientras lo colocaba dentro de la caja de hierro.

“¿Estás seguro?” Yo pregunté. “¿No lleva un tiempo hacer uno de esos?”

“Está bien. Habrá… más aburrimiento”.

Bueno, si ella insistía… Cerré la tapa de la caja y la coloqué en el escritorio detrás del rey.

“Está bien, Chirika. Estamos todos listos para empezar”.

“No  aprecio  que  trates  mi  espada  como  una  especie  de  actuación callejera…”

Chirika dejó escapar un profundo suspiro mientras preparaba su espada. Entonces una mirada seria brilló en sus ojos, y…

¡Clink!

Lo siguiente que supe fue que su katana estaba de vuelta en su funda. “… ¿Eh? ¿Qué? ¿Se terminó?”

“Si.”

La postura que había adoptado era diferente a la que había usado en mi casa, pero supongo que la movida tuvo variaciones.

“¿Ya se lo cortó?” preguntó el rey, indiferente. Vaya, qué reacción… o falta de ella.

“¡Abramos y veamos!” Con entusiasmo, abrí la caja y saqué la botella, pero… “¿Eh? ¿No está cortado?”

A primera vista, el barco dentro de la botella estaba exactamente como estaba antes.

“Chirika, ¿tú, eh … fallaste?”

“Tonto. Mira más cerca. En el asta de la bandera”.

“El asta de la bandera… Espera, ¿te refieres al mástil?” Miré hacia abajo de nuevo, y efectivamente…

“¡Solo esta corta la bandera en la parte superior!”

“Es una pieza bellamente hecha, después de todo. Pensé que la bandera debería ser bastante fácil de arreglar”.

“Espera, ¿realmente lo apuntaste?”

“Escucha aqui. El Silkworm Slash es una técnica que puede cortar un gusano de seda en su capullo. ¿Qué tan grande crees que es un gusano de seda?” Chirika respondió exasperada.

Ahora que lo mencionó, un gusano de seda era tan grande como mi pulgar. Pero esto fue incluso más increíble que eso. Había cortado una pequeña pieza de un modelo delicado que estaba en una caja de hierro detrás de una persona.

El corte de gusano de seda fue realmente tan asombroso y preciso como Rosalind había dicho… ¡Espera, no se suponía que yo fuera el sorprendido aquí! La verdadera pregunta era qué pensaba el rey de eso.

“Justo ahora, eso no fue magia… ¿Cómo lo hiciste?”

Estaba mirando fijamente la botella, sus mejillas levemente sonrojadas y sus ojos brillando. Luego, limpió pacientemente la caja de hierro para asegurarse de que no hubiera ningún truco. Naturalmente, no encontró ninguna prueba de ese tipo.

“Niña… Justo ahora, ¿qué hiciste?”

“No soy una simple ‘niña’. Soy un samurái. Esa era una técnica secreta de mi escuela de espadas, una habilidad humana. No me juntes con hechiceros y demonios”.

“¿Una habilidad humana? Ya vemos…”

El rey volvió con cuidado la botella en sus manos antes de llamar a YS-8. “Lleva esto a la caja fuerte… con cuidado”.

YS-8 no asintió ni nada, pero con cuidado se llevó la nave en una botella como se le indicó.

“Bueno, ¿qué piensa, Su Majestad?”

“De hecho… nos has mostrado algo bueno”, dijo, subiendo de nuevo a su esfera para estar al nivel de los ojos conmigo. “Dar la vuelta al mundo, reunir conocimientos constantemente… A veces nos preocupa que quizás… no quede nada que pueda sorprendernos”.

Supongo que era una preocupación comprensible teniendo en cuenta que había acumulado todo tipo de conocimientos que ni siquiera deberían estar disponibles en los próximos 1.500 años.

La invención del teléfono y el avión fueron puntos de inflexión históricos para la humanidad, pero no le interesaron por completo.

Y ella estaba aquí arriba sola,  literalmente volando sobre las cabezas de personas desconcertadas por la idea misma de volar. Sí, podía entender sus preocupaciones.

“Pero resulta que… A veces olvidamos lo sorprendente que puede ser la gente. Quizás hayamos subestimado a la gente… de alguna manera. De hecho, nos has mostrado algo bueno”.

“Entonces…”

La miré esperanzada. Ella asintió… “Como usted pidió, lo haré…”

“Espera un minuto.”

Pero la samurái intervino de repente. “¿Chirika?” Pregunté, volviéndome para mirarla.

“Rey de estas tierras, dices que viajas por el mundo reuniendo conocimiento, ¿correcto?”

“En efecto.”

“Entonces, ¿sabes algo sobre un yokai llamado Gold Yaksha?” Chirika preguntó, mirando al rey con una mirada aguda.

“Hmm…” El rey sacó el cordón que había usado antes para convocar al títere bibliotecario. “Comando de búsqueda: Gold Yaksha”.

YS-8 estaba en espera después de entregar el barco en una botella a la caja fuerte, pero abandonó rápidamente la habitación cuando recibió nuevos pedidos. Las marionetas bibliotecarias de la Gran Biblioteca de los Cielos probablemente estaban buscando información sobre Gold Yaksha en este momento.

“Chirika… ¿Qué te pasa de repente?” Pregunté tímidamente, sintiéndome extrañamente incómodo.

Se volvió hacia mí con una mirada furiosa y respondió: “Ya no confío en ti”.

¿Qué? No me digas…

Justo cuando estaba a punto de preguntar, varias marionetas bibliotecarias entraron en los aposentos del rey con suficientes libros como para causar una avalancha.

Caminaron frente a ella uno por uno, mostrándole los distintos tomos que habían recopilado. Se abrieron en páginas específicas, y el rey pasó los ojos sobre cada una de ellas en rápida sucesión. Todo el proceso tomó menos de un minuto.

“Quieres saber sobre el hombre llamado… el Gold Yaksha, ¿correcto?”

Espera, ¿hombre? El hecho de que lo hubiera llamado hombre en lugar de yokai me llamó la atención por un segundo, pero Chirika no pareció prestarle atención.

“Quiero saber su ubicación. ¿Puedes encontrarlo?”

“No podemos determinar su ubicación precisa… en tiempo real. Pero sabemos dónde… solía vivir”.

“¡Dímelo de inmediato!”

“¡Espera un segundo, Chirika!” Me abrí paso entre los dos. “¿No me digas que estás planeando ir tras el Gold Yaksha ahora mismo? Yo todavía…”

“Silencio. No esperaré más”.

“Pero dijiste que confiarías en mí”.

“Fue entonces cuando no tenía otras pistas y no tenía más remedio que confiar en ti. Pero ahora que estoy aprendiendo sobre el Gold Yaksha, daré prioridad a esta pista. Muévete.” Chirika me apartó del camino y se acercó al rey de Laputa. “Ahora dime. ¿Dónde está su ciudad natal? Puede que me entere de él si voy allí”.

“Si desea ir… le prestaremos una de nuestras aeronaves. Da la casualidad de que Laputa… estar cerca de Japón en este momento”.

“Estaría muy agradecido”.

“YS-1 se encargará de la navegación y el pilotaje por usted”.

El rey dio órdenes a otro de sus robots, YS-1, que caminó hacia la puerta. Chirika lo siguió.

“¡Espera, Chirika! Su Majestad, ¿por qué le dijo eso?”

“La samurái fue la que nos sorprendió… ¿No debería ser ella la que reciba la recompensa?”

“Ugh…”

No pude decir nada a eso, así que en lugar de tratar de discutir, fui tras Chirika. Todos los demás siguieron su ejemplo… Incluido Nyanyan, que estaba tratando desesperadamente de mantener nuestro ritmo de carrera.

“Oye, ¿por qué estamos corriendo de repente? ¿A dónde vas?” de alguna manera se las arregló para preguntar mientras jadeaba por respirar.

“Iris, ¿podrías llevar a Nyanyan?” Yo pregunté. “Eeeh… Está bien.”

Con una mirada algo molesta, Iris tomó a Nyanyan y siguió corriendo sin perder el ritmo.

“Esto es mucho más fácil, lo admito, pero ¿no podrías llevar mi equipaje similar?”

“Si te quejas, te dejaré”.

“¡Eep! E-Esto está bien…” Cuando Iris la miró, Nyanyan se encogió en sus brazos. “M-Más importante aún, ¿a dónde vamos? Todavía no hemos recibido la palabra del rey Laputa de que hará algo con mi tío”.

“Lo siento… A este paso, Chirika se va a ir sola. Tenemos que seguirla”, le expliqué.

“¡¿Qué?! ¡¿Entonces qué hay de mí?!” Nyanyan gimió.

“No es que quiera ponerme de su lado ni nada, pero ¿por qué quieres perseguir tanto a la chica samurái? Ella siempre se estaba quejando y siendo mala contigo, así que digo que la dejes ir”, dijo Iris con el ceño fruncido.

“No, no puedo. Esto es culpa mía por solo concentrarme en lo que estaba justo frente a mí y seguir desanimándola. No la culpo por dejarme”.

Teniendo en cuenta la personalidad de Chirika, había hecho bien en aguantar tanto tiempo. Fue mi culpa no seguir adelante y ayudarla después de que dije que lo haría.

En algún momento del camino, pude haber pensado ingenuamente que tendría que esperarme porque no había nada que pudiera hacer sin mí… Si su historia hubiera llegado a mi manera, eso significaba que ella me necesitaría para ayudar a resolver eso.

“De todos modos, no puedo dejar que Chirika se vaya sola. Conseguimos que el rey estuviera de acuerdo, por lo que podemos volver y pedirle ayuda adecuadamente más tarde”.

Pero por ahora, tenía que priorizar perseguir a Chirika. Supuse que se dirigía a las aeronaves en las que entramos todos, pero no lo parecía. ¿YS- 1 la estaba llevando a alguna parte? ¡Oh, acaban de atravesar una puerta!

¿Qué había al otro lado?

“… ¡¿E-Espera, un ascensor?!”

Cuando llegamos a la puerta, me di cuenta de lo que era y no pude evitar tartamudear un poco. ¡¿Cuántos siglos adelantada a su tiempo estaba esta isla?! A juzgar por la pantalla, Chirika se dirigía hacia abajo.

“¡Argh! ¡Pasamos al siguiente! ¡Satsuki, probablemente se dirige a un hangar de dirigibles! ¡Por favor, busque en qué piso está ese para mí!”

Le pedí que se ocupara de esa parte mientras repetidamente apreté el botón para llamar al otro ascensor a este piso. Me había impacientado tanto que cometí un descuido terrible…

“¡Tan estrecho!”

“¡No puedo respirar! ¡Dios!”

“Yo… me voy a asfixiar…”

“¡Estoy… siendo… aplastado!”

“¡Las plumas de alguien están en mi cara!”

“¡Se está resbalando! Mi falda se resbala, ¡así que deja de empujarme!”

Pandemonium… Empacar a tanta gente en un solo ascensor era un infierno. Honestamente, había olvidado lo grande que era nuestro grupo.

Afortunadamente (?), No hubo alarma de límite de peso. Normalmente, el rey era el único que usaba los ascensores, por lo que probablemente no había necesidad de eso… Pero al menos nos estábamos moviendo.

Traté de no imaginar la posibilidad de que los cables se rompieran en cualquier momento.

“Vaya, Rekka. ¿Disfrutando de las ventajas? ”

El único que estaba perfectamente cómodo en el ascensor lleno era R, que sonreía mientras me susurraba aplastado entre todos.

“¿Qué?”

“¿No es obvio? En este momento, todas estas heroínas están presionadas contra ti de la cabeza a los pies… Puedo pensar en hombres que morirían por estar en tu posición en este momento, literalmente”.

¡Ugh, solo tenía que ir y recordármelo! ¡Yo también estaba tratando de no pensar en eso! Las cosas ya eran bastante incómodas. No necesitaba un torrente de sangre en la cabeza que empeoraba las cosas… Por favor. Por favor, déjenos llegar pronto.

En total, probablemente tomó menos de dos minutos llegar al fondo, pero cada segundo se sintió como una hora.

“¡Bwah!”

Cuando las puertas finalmente se abrieron, todos salimos del auto desesperados por aire fresco. Parecía que habíamos llegado al hangar.

“Espera, ¿dónde está Chirika?”

Levanté la cabeza y miré a mí alrededor con pánico. El hangar era una gran sala llena de aeronaves alineadas en filas. Uno de ellos, uno en el frente, estaba sonando como si estuviera listo para despegar. Nunca llegaríamos a tiempo para detenerlo, y sería imposible detenerlo una vez que estuviera en el aire.

“Supongo que no tenemos otra opción. Tenemos que seguir esa aeronave. Satsuki, ¿puedes averiguar adónde va?”

Sabía que estaba pidiendo mucho para que ella usara su Magia de la Omnisciente repetidamente así, pero ahora no podíamos permitirnos perder a Chirika. Mientras Satsuki lo buscaba, nos volvimos a dividir en dos grupos para apilarnos en las aeronaves.

“¿Eh…?”

Mientras nos preparábamos para el despegue, escuché un pío sorprendido de Satsuki.

“¿Qué pasa? ¿Descubriste adónde se dirige Chirika?”

“Um, bueno, sí”.

“¿Dónde?”

Satsuki vaciló por un momento, luego respondió con una expresión desconcertada…

“El destino de Chirika… es Shangri-La”.

***

Shangri-La: el paraíso definitivo. Una utopía ideal apartada del resto del mundo.

“¿Primero Atlantis, luego Laputa, y ahora Shangri-La? ¿Qué está pasando?”

“Es como una galería de las tierras legendarias de la tierra, el mar y el cielo. Pensar que íbamos a hacer un viaje de un día por lugares que cualquier arqueólogo o historiador moriría solo por ver… Supongo que es Rekka para ti”.

Hibiki y Satsuki me miraron mientras suspiraban exasperadas, pero no estaba seguro de por qué. En lo que a mí respecta, ya estaba sobre mi cabeza con el tiempo de Chirika… No era como si quisiera que todas estas historias se superpusieran de esta manera. Realmente no lo entendí.

“Hombre, las heroínas que te siguen realmente lo tienen difícil…”

Y como de costumbre, R estaba ahí para golpearme justo donde dolía. Sin embargo, no era como si estuviera equivocada… últimamente les había estado causando muchos problemas a todas. Es casi la hora del festival escolar, así que tendré que compensarlas entonces.

Pero por ahora, tuve que levantarme con mis botas. Acabábamos de llegar a Shangri-La.

“No puedo ver nada…”

Quiero decir, dije que lo habíamos alcanzado, pero solo había una densa maleza hasta donde alcanzaba la vista. No había señales de ningún tipo de paraíso.

“Si atraviesas esos arbustos, habrá una entrada invisible. Dado que es una tierra mágica, no es como una puerta normal ni nada “, explicó Satsuki.

“Ya veo. Entonces pongámonos en marcha”.

Tomé la delantera y me abrí paso entre la maleza, pisoteando la hierba y rompiendo las ramas de los arbustos para facilitar el paso de las chicas que me seguían. Después de proceder así por un tiempo, la maleza terminó abruptamente y se abrió a un camino de tierra llano.

“¿Entramos en Shangri-La?”

Miré a mí alrededor con curiosidad mientras esperaba que todos  se pusieran al día. Shangri-La se describía a menudo como un paraíso de ensueño, pero ciertamente no se veía fantástico.

En realidad, parecía una aldea rural pasada de moda. Las carreteras no estaban pavimentadas con oro ni nada extravagante por el estilo. Las casas tampoco parecían tan elegantes.

Había granjas y campos en expansión, lo que le daba la sensación de una comunidad trabajadora. Fue grandioso a su manera, pero relajado y pacífico… Supongo que así es como rueda Shangri-La, pero

¿qué pasa con esta sensación de malestar? “Uh…”

Aquí no había señales de vida. La única persona en Laputa había sido el rey, pero no había un alma por aquí. Era como un pueblo fantasma. Pude ver una docena de casas, pero estaban bien cerradas. Y encima de eso, era una especie de… Era una especie de impresión extraña, pero parecía que había una nube oscura sobre este pacífico pueblo.

“Hmm…”

“¿No es algo… sombrío?”

Parecía que las chicas tenían la misma impresión. Varias de ellas comenzaron a frotarse la barbilla y también a mirar a su alrededor. Pero mientras dudábamos en proceder, la puerta de una de las casas se abrió y Chirika salió.

“¡Chirika!” Grité su nombre mientras corría hacia ella.

A pesar de su expresión de indignación, Chirika me esperó sin salir corriendo esta vez.

“Así que tú también viniste, ¿verdad? Pensé que me ibas a ignorar a favor de salvar a esa chica”.

“Como si pudiera hacer eso. Además…” Hice una pausa un momento para recuperar el aliento y luego bajé la cabeza.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?!”

“Lo siento. Tomé a la ligera tu situación y aproveché tu paciencia. Pero por favor… Por favor, ya no te escapes sola. Puedes enfadarte conmigo todo lo que quieras, solo dame una oportunidad más para ayudarte”.

Con mi cabeza agachada, me disculpé con Chirika tan sinceramente como pude. Tenía la intención de llegar al momento en que me la encontré, y aquí estábamos. Mis ojos permanecieron pegados al suelo mientras esperaba su respuesta, rezando para que me perdonara. Finalmente, escuché un bufido burlón.

“Vamos, un hombre no debería inclinar la cabeza tan fácilmente”.

Tentativamente miré hacia arriba para ver la expresión de disgusto de Chirika.

“Realmente no esperaba que vinieras por mí… ¿Por qué te preocupas tanto? Hay otros que también requieren su ayuda,” preguntó Chirika, mirando a Nyanyan y Sherlyn.

“Esto puede sonar arrogante, pero soy el único que puede salvar tu historia, Chirika. Como te dije antes, así es como funciona mi línea de sangre, por lo que nunca abandonaría a una heroína que vino a mí. Me hice esa promesa”.

“… Yo llamaría a eso codicia en lugar de arrogancia. Estás intentando guardar todo tú mismo. Parece que eres más tonto de lo que pensaba”, dijo Chirika antes de reír por primera vez hoy.

¿Significaba eso que me perdonaba? ¿Tal vez?

“Ella podría haber estado de mal humor porque su historia fue puesta en un segundo plano, ¿sabes?” R dijo mientras daba una voltereta en el aire, pero yo lo tomé como una tontería habitual. Si eso fuera cierto, no solo me haría sentir culpable, sino que en realidad sería bastante lindo.

Ahora, volvamos al tema principal…

De todos modos, volveremos a Laputa más tarde. Ya que estamos aquí ahora, podríamos intentar averiguar algo sobre el Gold Yaksha. Entonces… es hora de recopilar información, ¿supongo?

Estaba listo para ponerme manos a la obra, pero… “Ríndete. Carece de sentido.”

Chirika me detuvo por alguna razón. “¿Por qué?”

Cuando le pregunté eso, su expresión se volvió bastante amarga. “Hay una plaga”.