Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 12

Capitulo 1: La Historia Que Cruzó El Tiempo

Parte 3

“Ella también es originaria de una familia que puede usar la magia, así que tenemos eso en común y nos mantuvimos en contacto incluso después de que dejé el clan Margaret”.

“Ya veo… Espera, ¿’originaria de’?” Yo pregunté. Esta vez Sherlyn tocó a Chelsea en la frente.

“Vamos, vamos, Chelsea. No deberías revelar el pasado de una mujer de esa manera. Eso no tiene nada que ver con esto”, dijo, señalando la corona en su cabeza.

En general, entre lo que había visto de ella y lo que había dicho Chelsea, no parecía que Sherlyn fuera una mala persona. Decidí que la ayudaría si podía y empujé la conversación hacia adelante.

“Está bien, entiendo cómo Sherlyn obtuvo la corona. ¿Pero cómo supiste de esta maldición, Hibiki?”

“Bueno, Chelsea le pidió a Nartessia que investigara esto por nosotros… y ahí es donde nos metimos en problemas”.

No me digas que exigió algo a cambio de su investigación… Ugh, solo pensar en eso me puso nervioso. Ella realmente me asusta.

“¿Cuál es el problema?” Pregunté con miedo.

“Resulta que… Esa corona es aparentemente una reliquia de la Atlantis”.

“Una reliquia de Atlantis, ¿eh?” Pensé durante unos segundos… luego ladeé la cabeza. “¿Qué es Atlantis?”

Varias personas en la habitación se cayeron de espaldas.

“¿En serio? Atlantis es bastante famosa, ya sabes,” dijo Tsumiki, apoyándose en la mesa mientras se levantaba y me miraba con ojos dudosos.

“B-Bueno, no es exactamente algo que aprendimos en la escuela, así que tal vez eso sea normal… Tal vez…” murmuró Satsuki, un poco apoyándome mientras se levantaba de donde había caído.

¿Pero en serio? ¿Había dicho algo tan estúpido?

“Atlantis es el continente legendario que se dice que se hundió en el océano”, Hibiki se aclaró la garganta y explicó. “Pero de nuevo, como leyenda, nadie creía realmente que fuera real. Es decir, hasta que Nartessia descifró la maldición de la corona y descubrió que traía la muerte a cualquiera que la usara… cualquiera que no sea Atlantian, de todos modos”.

Ah bien. Entonces, con ese tipo de maldición, eso implicaría que la Atlantis era real y que la gente de ella realmente existía.

“¿Y Nartessia no pudo quitar esa maldición?”

“Más bien… ella se negó,” dijo Hibiki abatida.

“‘La maldición en sí es antigua y el hechizo demasiado complejo, por lo que romperla tomaría más tiempo y esfuerzo del que tengo interés para el proyecto…’ es lo que dijo”, murmuró Chelsea con voz resignada.

“Oye, espera un minuto. Si Nartessia puede hacer algo al respecto, ¿por qué no hacemos que ella haga eso? Si necesitas algo de garantía, puedo ir a buscar algo de Aburaamu, el mundo de los espíritus, o incluso el mundo de los demonios que pueda interesarla,” sugerí con entusiasmo, pero Hibiki y Chelsea negaron con la cabeza.

“El problema es el tiempo. Sherlyn solo tuvo diez días desde el comienzo, y Nartessia dijo que tomaría más tiempo romper la maldición en las circunstancias actuales”.

Sí, supongo que romperlo no tendría sentido si fuera demasiado tarde para entonces…

“Pero si no podemos romper la maldición, ¿cómo exactamente salvamos a Sherlyn?”

“Eso sí, Nartessia sólo dijo que tomaría demasiado tiempo en las circunstancias actuales”, repitió con énfasis.

“Entonces, ¿cuál es el plan?”

“Según Nartessia, para lanzar una maldición con una fórmula de este complejo, se habría preparado un sitio apropiado. En otras palabras, un salón ritual. Si podemos encontrar pistas sobre la naturaleza de la maldición allí, entonces podemos acortar significativamente el tiempo y el trabajo que habrá que realizar para romperla”.

“Ah bien.”

Eso significaba que todavía había esperanza. Excepto que fue cuando Tsumiki interrumpió con una expresión conflictiva.

“Pero esa corona es una reliquia de Atlantis, ¿verdad? Incluso si realmente existiera, ¿no estaría ahora en el fondo del océano? ¿Cómo sabríamos siquiera dónde buscar?”

Eso era cierto, pero teníamos amigos que podían ayudarnos con ambos problemas.

“Satsuki, por favor averigua la ubicación exacta de Atlantis por mí.”

“Muy bien.”

Ese era fácilmente el tipo de cosas que la Magia de la Omnisciencia podía encontrar, por lo que era un problema menos. En cuanto al otro…

“Voy a salir un poco”.

“¿A dónde va, Sir Rekka?”

“Justo allí”, dije mientras señalaba la puerta principal.

En realidad, no iba muy lejos. Justo al otro lado de la calle para visitar a mis vecinos de un planeta oceánico.

***

Y así, un total de trece de nosotros (yo, Satsuki, Iris, Harissa, Tsumiki, Hibiki, Chelsea, Shirley, Rain, Corona, Rachelle, Chirika y Sherlyn) nos dirigimos hacia el medio del Océano Pacífico en busca de la tierra perdida de Atlantis.

Para que conste, Rosalind se fue a casa cuando se enteró de que iba a ser un viaje en submarino. Ella había sufrido eso una vez en Berano y no tenía interés en volver a hacerlo.

Aparentemente estar atrapada en el fondo del océano la había traumatizado tanto. Pero a cambio, había enviado a Corona para que nos ayudara. Aparentemente, éramos libres de darle órdenes.

Rachelle, por otro lado, simplemente nos había seguido sin ser invitada. Ella apareció en la casa antes de que nos fuéramos.

“¡Mwahaha! ¡El ejército de señoritas ha aumentado una vez más! ¡Esto huele como el comienzo de más carnicería!” murmuró antes de imponerse.

De todos modos, había cruzado la calle para reclutar a Shirley, que ahora se desempeñaba como timonel de nuestra operación en alta mar. Rain era una sirena, así que tenerla cerca mientras estábamos en el agua siempre era reconfortante. También quería invitar a Fam, pero ella había salido a jugar con sus amigos ese día.

Como tal, el asistente de Shirley, Garnet, se había quedado atrás para cuidar de la casa hasta que Fam regresara. El resto de nuestro equipo estaba formado por todos los demás que habían estado pasando el rato en mi casa.

“Estamos listos para bucear ahora”, anunció Shirley desde la silla del capitán.

“Está bien, hagamos esto”, respondí.

Su submarino, hecho con tecnología espacial de vanguardia, descendió al océano con una velocidad tremenda. En poco tiempo, el agua del otro lado de las ventanas estaba completamente oscura.

En realidad, fue bastante aterrador, pero Shirley me había asegurado que su submarino podía hacer frente a todas y cada una de las condiciones de la Tierra, así que puse mi fe en ella y en su maquinaria. Además, parecía que yo era el único preocupado…

“¡No hemos estado en el fondo del mar desde que fuimos al Palacio Ryugu en Berano!”

“Sin embargo, es mucho más oscuro aquí que allá”.

“En Berano, iluminamos las rutas de los buses tortuga para los turistas”.

Todos los demás estaban recordando con entusiasmo nuestro tiempo en Berano. En cuanto a Corona y Rachelle, que no habían estado con nosotros en ese entonces…

“Esta es la primera vez que veo el fondo del mar”.

“¡Heh heh heh, me pregunto cuánta energía de amor podré absorber aquí!”

Ambos esperaban con ansias nuestra expedición a las profundidades marinas, aunque el ángel mudo babeaba por algo que en realidad no tenía nada que ver con el océano.

“…”

Pero mientras todos los demás estaban de buen humor, Chirika estaba sentada con las piernas cruzadas en el suelo… lejos del grupo y con una mirada amarga en su rostro. Pensé que no podía ayudar la parte del mal humor, pero sabía que no era bueno para ella estar aislada así. Decidiéndome, dejé la cabina y me acerqué a ella.

“¿Qué deseas?” preguntó llanamente sin siquiera molestarse en abrir los ojos mientras me sentaba a su lado.

“Nada, solo me preguntaba qué estabas haciendo”.

“No estoy tramando nada… Aunque si no fuera por ti que me arrastras en esta desventura tuya, estaría buscando una manera de salvar a la princesa Izuko ahora mismo”.

Ouch… Que frío, pero está bien. Era cierto que le había pedido que viniera con nosotros en lugar de buscar una manera de regresar al pasado, y aparentemente me había ganado su ira al posponer su historia para la de Sherlyn. Dicho esto, mientras ella fuera una heroína, eso significaba que yo era la única esperanza que tenía.

Sabía por qué estaba molesta, pero aún no podía dejarla sola, por eso la había traído… Pero ahora parecía que había perdido por completo su confianza, dejándonos en un punto muerto diplomático.

“Quieres, eh… ¿Quieres algo de beber? ¿Qué tal un poco de jugo?”

“No.”

Ugh… Apenas íbamos a terminar una conversación como esta, y mucho menos a resolver su historia. Me sentía desanimado, pero me obligué a animarme e intentar hablar con ella de nuevo…

“…”

Y la única respuesta que obtuve fue el silencio. Hmm, ¿había algo que pudiera traer a colación que la hiciera hablar? Cualquier cosa serviría, en realidad, pero no era como si la conociera tan bien… Todo lo que realmente sabía era que era una samurái de impresionante habilidad y que quería salvar… ¡ah, eso es todo!

“¿Puedes hablarme de la princesa Izuko?”

“…!”

Allí, Chirika finalmente reaccionó. Al escuchar el nombre de la princesa, abrió los ojos y se volvió para mirarme.

“¿Por qué quieres saber sobre la princesa Izuko?”

“Bueno,  tu final  feliz  depende  de  la  seguridad  de  la  princesa  Izuko, ¿verdad? Así que me gustaría saber todo  lo  que pueda que pueda ayudarme a salvarla”.

Iba a salvarla; eso es lo que necesitaba recordarle a Chirika para que se abriera a mí.

“La princesa Izuko me salvó la vida”, dijo. “¿Ella te salvó la vida?”

“Así es. No nací en una familia de guerreros. Soy una simple plebeya de un pequeño pueblo en las profundidades de las montañas. Mis padres no eran nada de lo que hablar, pero los perdí a una edad temprana cuando los bandidos asaltaron nuestra aldea”. Chirika relató su pasado, hablando lenta y constantemente con una mirada lejana en sus  ojos mientras recordaba esos días oscuros. “Entonces, el señor local intervino y subyugó la amenaza de los bandidos. La princesa Izuko me vio en ese momento y me recogió”.

“¿Así que eso es lo que quisiste decir cuando dijiste que ella te salvó?”

“Sí… Gracias a la princesa pude quedarme a su lado como compañera de juegos. Y cuando crecí, comencé a aprender el camino de la espada para poder protegerla y devolverle el favor. Fue un honor absoluto ser ascendida a su guardaespaldas personal”.

“Ya veo.”

Así que todo ese entrenamiento que había puesto para aprender cosas como el Silkworm Slash fue en última instancia para la princesa. Y eso no fue una hazaña modesta… La princesa Izuko debe haber sido muy importante para Chirika para que ella se dedicara de esa manera.

No, decir que estaba dedicada era quedarse corto. La princesa Izuko significaba todo para ella. Debe ser por eso que fue tan difícil aceptar que posponga su ayuda para emprender esta aventura oceánica para Sherlyn.

“Gracias, Chirika. Eso me da una idea mucho mejor de tu relación con la princesa”.

“Bueno.”

“Entonces, lo siguiente es… Veamos… Para salvar a la princesa, necesitaremos una forma de que regreses al pasado, pero también necesitaremos derrotar al Gold Yaksha, ¿verdad? ¿Puedes contarme más sobre él?”

“Te lo dije todo antes. Es un demonio inmundo que secuestró a la princesa para pedir su rescate”.

“¿Entonces no sabes nada más sobre él?

“¿Algo más? Déjame pensar… Esto es simplemente una conjetura de mi parte, pero sospecho que alguna vez pudo haber sido humano”.

“¿De verdad? ¿Cómo puedes saberlo?”

“Como estudiante de un estilo de lucha que enseña las formas del chi, soy sensible a las presencias de los demás. Y su… Había un leve indicio de algo humano mezclado. También está su rostro. Su rostro es aterrador, pero posee rasgos que aún son algo humanos”.

Entonces, el Gold Yaksha solía ser humano, ¿eh? Conocía a Ai, que había pasado de ser un gato a un yokai… Pero no me di cuenta de que los humanos también podían hacer eso. Tendría que preguntarle a Satsuki sobre eso más tarde.

“Entonces, si solía ser humano, entonces debe haber alguna razón por la que se convirtió en un yokai, ¿verdad?”

¿Qué había en el pasado del Gold Yaksha que lo había llevado a convertirse en Gold Yaksha? Me froté la barbilla pensando profundamente, pero Chirika se rio.

“El hombre necesita pocos incentivos para desviarse del camino de la humanidad. Probablemente estaba tan consumido por la codicia por la riqueza que lo transformó en un monstruo… Asqueroso”.

“…”

Con un nombre como “Gold Yaksha” y una reputación de secuestrar personas para pedir rescate, sí, parecía justo asumir que era algo así … Pero, sin embargo, sentí que estaba sacando conclusiones un poco demasiado pronto. Bueno, todo eso podría investigarse más tarde.

“Está bien, entonces, ¿qué tan fuerte es este chico Gold Yaksha? Dijiste que se infiltró solo en el castillo cuando secuestró a la princesa, ¿verdad?”

“…”

Recordando su fracaso en proteger a la princesa, la indignación y la furia de Chirika estallaron. Ella luchó contra eso y continuó hablando conmigo, aunque la expresión de su rostro lo decía todo.

“En primer lugar, se mueve con la agilidad de un mono a pesar de su gran constitución. Subió los muros exteriores del castillo en medio de la noche y se coló directamente en el dormitorio de la princesa”.

“Okay, okay… Eso significa que Gold Yaksha secuestró a la princesa sin pelear con nadie, ¿verdad?”

“No. Lo perseguí hasta la Montaña Oculta donde lo enfrenté en combate para poder derribarlo y recuperar a la princesa”.

“Okay, Okay… ¿Eh?”

“Su piel era tan dura como el acero y—”

“No, espera un minuto”.

Algo sobre lo que acababa de decir Chirika me llamó la atención, así que tuve que interrumpirla y retroceder un poco.

“¿Qué?” ella preguntó.

“Me estaba preguntando”, dije. “Según tu historia, parece que perseguiste al Gold Yaksha y luchaste contra él sola…”

“Eso sería correcto. ¿Qué tiene?” preguntó con absoluta confianza.

“Okay, okay, okay… Espera. La princesa fue secuestrada, ¿verdad? ¿No es ese el tipo de cosas a las que el señor suele enviar a todo el ejército?”

Eso es lo que había asumido que había sucedido todo este tiempo, pero parecía que había tenido una idea equivocada. Pero, ¿quién va a perseguir a un monstruo por su cuenta? Sé que nunca podría hacer eso.

“¿Por qué fuiste y luchaste contra el Gold Yaksha sola?”

Traté de sugerir amablemente que había sido un poco imprudente, pero… “Proteger a la princesa es mi deber”, fue todo lo que tuvo que decir.

Por el tono de su voz me di cuenta de que no pensaba en arriesgar su vida por su trabajo. Dios, ¿qué se suponía que debía hacer con ella? Antes pensaba que su dedicación a la princesa era impresionante, pero ahora estaba empezando a pensar que era más peligroso.

“… ¿Qué?” Preguntó Chirika, moviéndose incómoda bajo mi mirada fija. “Hey, Rekka”.

Pero en ese momento, Hibiki se acercó. “¿Qué pasa?” Yo pregunté.

“Shirley dice que llegamos a nuestro destino. Ven aquí.”

“Muy bien.”

“…”

Después de mi breve intercambio con Hibiki, Chirika se puso de pie y se retiró un poco más para sentarse en silencio por su cuenta de nuevo. Mientras estaba preocupado por ella, nuestra situación inmediata tenía que ser lo primero, así que seguí a Hibiki hasta la cabina.

“Hey, Shirley. ¿Hibiki dice que hemos llegado a Atlantis? “Hemos alcanzado las coordenadas que me dio Satsuki, sí”.

Intenté mirar por la ventana del submarino, pero todo seguía oscuro.

“Aumentemos nuestra visibilidad”, dijo Shirley.

Luego presionó un botón en la consola, y todas las luces directamente debajo de la parte delantera del submarino se encendieron a la vez, iluminando nuestro entorno. Entonces…

“¡Oooh!”

Sí, entonces todos podríamos verlo. Las enormes ruinas hundidas de una ciudad se asentaron ante nosotros en el fondo del océano.

A pesar de su estado actual, era bastante fácil imaginar cuán grande debió ser la ciudad en su apogeo. Edificios que parecían casas se alzaban en filas organizadas, y los caminos entre ellos navegaban pulcramente por todo el asunto.

“Wow… Esto es increíble”, dijo Chelsea asombrada.

“Según el Registro Akáshico, Atlantis se hundió aquí hace unos 1.500 años. Una cosa es aprender sobre  él, y otra cosa es verlo aquí en persona…” comentó Satsuki.

“Si. He explorado muchas ruinas como cazadora de tesoros, pero hay algo realmente especial en lugares como este”.

Chelsea y Satsuki estaban mirando por la ventana con asombro. Y con razón. Seguramente este sería considerado uno de los mayores descubrimientos de todos los tiempos, pero desafortunadamente no tenía ningún interés en eso en este momento.

“Shirley, según lo que Satsuki pudo aprender, el salón ritual donde se lanzó la maldición sobre la corona está dentro de un templo. ¿Podrías buscar en el área algo que se parezca a uno?”

“Ciertamente. Eso no debería ser demasiado difícil de encontrar”, me tranquilizó Shirley mientras ordenaba a los controles del submarino que comenzaran la búsqueda.

Satsuki había podido conseguirnos las coordenadas del templo específicamente, por lo que no deberíamos estar demasiado lejos de él…

“Ahí. Creo que eso es todo”.

En unos breves momentos, Shirley iluminó con uno de los focos del submarino un edificio de aspecto magnífico. Ciertamente hubiera creído que era un templo.

“Satsuki, ¿puedes decirme si es eso?”

“Dame un minuto.” Satsuki se tomó un momento para consultar con su magia y asegurarse de que estábamos en el lugar correcto. “Sí, este es el templo”.

“Así que ahora es cuestión de entrar. ¿Puedes llevarnos, Shirley?”

Miré a nuestro timonel en busca de una respuesta, pero se veía algo en conflicto.

“Según los datos que obtengo de los escáneres ultrasónicos, el templo está sostenido por pilares que son demasiado estrechos para que el submarino pueda pasar”.

“Entonces, ¿puedes averiguar dónde está el salón ritual?”

“No estoy segura. No sé casi nada de magia, así que ni siquiera puedo decir con certeza que reconocería una si la viera”, dijo Shirley con un encogimiento de hombros derrotado.

“¿Quieres que lo busque?” ofreció Satsuki.

“No”, respondí. “No queremos que te quedes sin maná demasiado pronto. Todavía hay demasiadas cosas que no sabemos en este momento”.

Habíamos cometido ese error antes. La Magia de la Omnisciencia de Satsuki era una herramienta muy poderosa, pero debía usarse con prudencia. Estaríamos en un verdadero aprieto si lo necesitáramos en el futuro y no lo tuviéramos.

“Por ahora, Shirley, busca todo lo que puedas con el submarino. A cualquier lugar al que no podamos llegar con el submarino, tendremos que salir y explorarnos nosotros mismos”.

“¿Estás seguro? El buceo en aguas profundas requiere una formación especializada”.

“Mierda… ¿En serio?” Eso fue un problema.

“Hibiki, ¿puedes hacerlo?”

“Si solo estuviéramos hablando de buceo regular, seguro. Pero tampoco he tenido ningún entrenamiento en aguas profundas antes”, dijo con un movimiento de cabeza.

Si Hibiki no podía hacerlo, esperaba que Chelsea, que busca tesoros, tuviera algunos dispositivos inteligentes destinados a ayudar a buscar ruinas submarinas… Pero ella también negó con la cabeza. Empezaba a parecer que nos estábamos quedando sin opciones. Empecé a rascarme la cabeza cuando sentí que alguien me tocaba el hombro.

“Rekka”.

“¿Qué pasa, Rain?”

“Escuché todo. Déjamelo a mí”.

Rain colocó una mano contra su pecho con orgullo y asintió con una elegante sonrisa llena de confianza.

***

Para una sirena como Rain, bucear, incluso a profundidades como esta, era un juego de niños. Aceptó un micrófono y una linterna a prueba de agua de Shirley, transformó sus pies y piernas en aletas y cola, y luego desembarcó del submarino.

“¿Puedes oírme, Rain?”

“Sí, Shirley.”

Shirley usó un micrófono en la consola de la cabina para llamar por radio a Rain, que todavía estaba fuera del submarino. Quería comprobar y asegurarse de que todo funcionaba antes de que Rain entrara al templo.

“Muy bien, parece que los micrófonos están funcionando. Ahora, ¿qué tal tu linterna? ¿Puedes encenderlo?”

“Sí, parece estar bien”.

Rain encendió y apagó su linterna para demostrarlo. Realmente, tenía la linterna y los auriculares, pero ningún otro equipo del que hablar. A diferencia de nosotros, los humanos normales que necesitaríamos tanques de oxígeno y respiradores y todo eso, Rain nació listo para estar en el agua. Cualquier cosa así solo la abrumaría.

“Entonces, esa chica también es un yokai…” murmuró una escéptica Chirika.

“Pensé que era bastante llamativa… Pero una sirena, ¿eh? Qué elegante

—comentó Sherlyn, con los ojos brillantes.  Sus reacciones fueron polos opuestos entre sí.

“Entonces, eh, Sherlyn no se sorprende de ver una sirena, ¿eh?” Le susurré a Chelsea, que estaba a mi lado.

“Ella es de una familia con inclinaciones mágicas como la mía, por lo que es bastante mundana cuando se trata de lo inusual. Sin mencionar que tiene la mente abierta para empezar”.

“Ya veo.”

Ahora que lo pienso, cuando descubrió que Chirika era una samurái genuina del pasado, también estaba más emocionada que sorprendida.

“Está bien, Rain. ¿Podrías comprobar primero bajo tierra? Te estaremos esperando afuera”.

“Entendido.”

Siguiendo mi petición a una T,  Rain se dirigió directamente al nivel subterráneo del templo. Podríamos seguirla al templo con el submarino, pero eso fue todo. Aparcamos en la amplia sala abierta antes del santuario interior.

“Esto se siente casi como el patio delantero del templo,” murmuró Hibiki mientras miraba por la ventana.

“¿Si?” Dije, mirando por la ventana también. “Mira todas esas estatuas rotas y esas cosas”.

Todos estaban hechos pedazos, por lo que era imposible saber lo que realmente eran originalmente. Ya que estábamos en un templo, pensé que tal vez estatuas de dioses.

“Este es el informe de Rain. Lo hice bajo tierra, pero hay… ¿una cárcel? Parece que la capa subterránea es una especie de mazmorra”.

“¿Una mazmorra? ¿En un templo?”

Esa extraña combinación me dio un mal presentimiento.

“Si hay una mazmorra, ¿no significa eso que el rey de esta tierra vivía aquí?” Corona preguntó bastante de repente, y bastante extraño, pensé.

“¿El rey? ¿Qué te hace pensar que?”

“¿Oh? ¿Hacen las cosas de otra manera? En mi castillo, siempre arrojé rebeldes al calabozo”.

Corona y yo nos miramos perplejos, pero afortunadamente Satsuki pudo dar un paso adelante con algunas respuestas.

“Atlantis probablemente no tenía separación de iglesia y estado. Es probable que el rey también tuviera poder judicial, es decir, el derecho a juzgar delitos”.

“Pero esto es un templo, ¿no? ¿Por qué un rey viviría en un templo?”

“Hmm… En la antigüedad, existía el Yamataikoku, donde la religión tenía el mayor poder. ¿Quizás Atlantis fue de la misma manera?”

En otras palabras, ¿el rey también era el sacerdote y el juez presidente? “Sea lo que sea, este lugar es realmente increíble”.

“Vamos a revisar la historia mundial cuando regresemos…”, dijo Satsuki con un suspiro exasperado.

Tenía mucho más que preguntarle, pero en ese momento… “¡KYAAAAAH!”

El estruendoso sonido de Rain gritando llegó a través de la consola. “¡¿Qué pasa?!” Shirley preguntó de inmediato.

“Fa-Fan—”

Pero Rain cortó antes de que pudiera terminar de responder. “¡Shirley!” Grité.

“¡Estamos yendo!” ella respondió de inmediato.

Shirley luego aplanó la palanca de control, estrangulando el submarino en la parte interior de la sien. Era tan grande como parecía desde el exterior, pero todos los pilares que lo sostenían nos impedían hacer otra cosa que adelantarnos.

Fuimos tan lejos como pudimos, pero no pasó mucho tiempo para que estuviéramos completamente estancados.

“¿Dónde está la entrada al metro que utilizó Rain?” Yo pregunté.

“Hay una escalera a la derecha, pero…” Shirley respondió vacilante. “No es bueno. El submarino no encajará”.

“¿Y no podemos abrirnos paso a la fuerza?”

“El edificio colapsaría. El submarino es lo suficientemente resistente como para atravesarlo sin problemas, pero Rain… ”

“Maldita sea… ¡Hey, Rain! ¡Rain!”

Seguí llamándola, pero no hubo respuesta. ¿Qué pudo haber sucedido tan profundo en el océano? Debe haber sido realmente fuera de lo común hacer que una sirena que habita en el océano como ella grite aquí…

“No me importa, ¡tenemos que ir a salvarla! Shirley, ¿cuántos trajes de buceo tienes?”

“Traje uno para todos, pero sería imprudente ir todos a la vez”.

“Entonces seré yo y…”

De repente me acordé de la conversación que habíamos tenido antes sobre cómo el buceo en aguas profundas requiere un entrenamiento especializado. No podría pedirle a ninguna de las chicas que saliera con…

¡Knock, knock!

Al otro lado del grueso cristal, Rain nos saludaba a todos. No tenía los auriculares puestos, pero tampoco parecía estar herida.

“¿Qué? ¿Dejaste caer tu micrófono o algo así?” No me asustes así…

Suspiré de alivio al verla a salvo, pero… ¿Por qué se le había caído el micrófono? ¿Y de qué se trató ese grito?

“Mis disculpas. Eso sería porque la asusté…” dijo una voz desconocida. “¿Eh?”

Ciertamente no era la voz de nadie que habíamos traído con nosotros. Me volví para ver quién era…

“Mi nombre es Nyanyan Atlantia. Te he estado esperando durante mucho, mucho tiempo”…. y vio a una chica semitransparente asomando solo la parte superior de su cuerpo a través de la pared del submarino, inclinando la cabeza con una mirada penosa en su rostro.