Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 12

Capitulo 1: La Historia Que Cruzó El Tiempo

Parte 1

 

 

Mientras pasábamos una página en el calendario, era esa época del año para cambiar nuestros guardarropas con la temporada.

“Ha pasado tanto tiempo desde que me puse mi chaqueta. Se siente bastante bien”.

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“Si.”

“Aunque todavía hace calor…” se quejó Iris mientras abanicaba su rostro con una mano.

A pesar de ser octubre ahora, el sol todavía brillaba como si fuera verano. Simplemente estar de pie allí fue suficiente para hacer que el sudor se acumulara en mi frente.

“Uf, hace calor. Prefiero sacarme la chaqueta si va a ser así… ”

Varios de los otros chicos de mi clase ya estaban abandonando sus blazers y colgándolos en el respaldo de sus sillas durante la clase.

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“¡Si Rekka se desnuda, yo también me desnudaré!”

“No, Iris. Suena extraño cuando lo pones de esa manera”.

Varios de los chicos de la clase ahora me estaban enviando miradas de muerte.

“Honestamente, qué calor detestable. Esta temporada fue un poco más fresca hace cien años”.

Rosalind se acercó desde su asiento más lejos e hizo una queja similar. Había visitado Japón hace más de cien años, por lo que no estaba exagerando en este momento. Estaba siendo bastante literal. El calentamiento global dio miedo. Bueno, por muy aterrador que fuera, había asuntos más urgentes que temía en este momento…

“Es temporada de mitad de período de nuevo, ¿eh? Odio las pruebas incluso más que el calor”.

“¿Cierto?” repitió Iris.

“De hecho”, asintió Rosalind.

“Ustedes tres… necesitan estudiar más”. Satsuki suspiró exasperada por los tres que odiamos estudiar.

“Es más fácil decirlo que hacerlo.”

“¿Cierto?”

“En efecto.”

“Están todos tan sincronizados…” Satsuki parecía un poco triste.

“Deberíamos tener otro grupo de estudio como el que hicimos para la tarea de las vacaciones de verano. También podemos invitar a Tsumiki,” sugerí.

“Sí, hagámoslo”, estuvo de acuerdo Satsuki.

“¿Quieres volver a la biblioteca? ¿O deberíamos reunirnos los cuatro en la casa de alguien?”

“Oye… no me dejes fuera”.

Rosalind presentó una queja esta vez, interrumpiéndonos a Satsuki y a mí. Ahora que lo pienso, nunca antes habíamos invitado a Rosalind a un grupo de estudio. No es que los hiciéramos muy a menudo ni nada.

“¿Tú también quieres venir, Rosalind?”

“Sí”, respondió de inmediato.

No pensé que estuviera tan motivada con las pruebas… Siempre parecía tan aburrida durante la clase.

“Entonces tomemos uno en la casa de Rekka después de la escuela hoy”, sugirió Satsuki.

“¿Eh? ¿Empezamos hoy?” Pregunté, sorprendida.

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“Cuanto antes mejor. Solo tenemos dos semanas hasta las elecciones intermedias”.

Bueno, cuando lo puso de esa manera, fue difícil objetar. Sabía que tenía que estudiar, pero tener que estudiar ahora era una verdadera matanza…

¿Era simplemente el destino de una persona de bajo rendimiento?

“¡Hurra! ¡Entonces nos vemos en la casa de Rekka por la tarde!” vitoreó Iris.

“De hecho, lo esperaré con ansias”, dijo Rosalind.

“Ya que vamos a entrometernos contigo, ayudaré a Harissa con la cena de esta noche”, ofreció Satsuki. “Pasemos por la calle comercial de camino a casa desde la escuela”.

En contraste conmigo, Satsuki estaba súper emocionada. Incluso Iris y Rosalind parecían felices por eso… Y pensé que estaban de mi lado.

“Qué tranquilo es por aquí…”

R no parecía muy interesada en todo el buen ánimo, y soltó un gran bostezo antes de acomodarse en una siesta en el aire.

Bueno, a pesar del cambio climático y los exámenes parciales, la paz fue buena. No habíamos tenido ningún incidente devastador en las últimas dos semanas, lo que podría ser un nuevo hito. Sí, la paz era muy, muy buena.

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“¿Eh? ¿Qué pasa, Rekka?”

“Nada… estaba pensando que me estoy cansando totalmente…”

Pensando en ello ahora, habían pasado demasiadas cosas durante el último medio año. ¿Había algún otro estudiante de secundaria nacido en Japón que pudiera apreciar más profundamente estos días pacíficos que yo? De acuerdo, tal vez eso estaba siendo un poco dramático.

De todos modos… la mayoría de mis problemas se deben a que me meto en las cosas, así que tal vez solo estoy cosechando lo que siembro.

“Está bien, entonces está decidido. La casa de Rekka después de la escuela. Asegúrate de informarle a Harissa también, Rekka.”

“Sí, señora”, le respondí a Satsuki desde donde estaba tumbado sobre mi escritorio.

De todos modos, no estaba involucrado en ninguna historia en este momento. Sería una oportunidad tan buena como cualquier otra para intentar ponerme al día con mis estudios y actuar como un verdadero estudiante por una vez. Aunque probablemente me quedaría dormido a mitad de camino.

“Tendremos que preguntarle a Tsumiki si vendrá más tarde… ¿Eh?”

De repente, el teléfono celular en mi bolsillo comenzó a sonar. Revisé el identificador de llamadas antes de contestar.

“¿Qué pasa, Hibiki?”

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“¿Tienes un minuto, Rekka?”

“Sí, pero la clase comenzará pronto, así que hazlo rápido”.

“La clase está a punto de comenzar aquí también. Iré directo al grano”, dijo Hibiki sin mucho preámbulo. “Quiero tomar prestado tu poder, Rekka”.

“…”

“¿Qué pasa?”

“Nada.”

Bueno, seguro que fue un final abrupto para la paz… es lo que realmente estaba pensando. Pero así es siempre, ¿verdad? Aquí vamos de nuevo.

“¿Que ha pasado ahora?”

Pregunté cuál era la razón por la que quería tomar prestado mi poder.

“Verás… En realidad, esto vino de Chelsea. Una de sus amigas parece estar en problemas”.

Si estaba relacionado con el Chelsea, ¿tal vez era algo sobre magia? ¿O quizás algo sobre la búsqueda de tesoros? Tenía la esperanza de que fuera uno u otro, porque en realidad ya no quería tener que lidiar con el clan Margaret. El jefe actual de ese clan, Nartessia, era generalmente una persona tranquila, pero extremadamente aterradora cuando estaba enojada…

“Ya veo. ¿Qué tipo de problema?”

“Tenía una amiga llamada Sherlyn Doteyes. Aparentemente, ella está bajo algún tipo de maldición”.

***

 

 

Después de la escuela ese día, estaba esperando en mi casa a que Hibiki apareciera con la amiga mencionada de Chelsea, pero…

“Todavía vas a insistir en esta sesión de estudio, ¿eh?”

“Somos estudiantes. Estudiar es lo que se supone que debemos hacer “, dijo Satsuki con un suspiro desde el otro lado de la mesa. ¡Y no tiene lugar para quejarse, señor! Bombardeaste por completo el primer semestre. A este ritmo, con todas tus ausencias injustificadas, realmente te retrasarán una nota”.

“¡Urk!”

Está bien, touché. Realmente no podría discutir allí. Supongo que lo intentaré seriamente mientras espero que Hibiki llegue aquí…

Pero justo cuando organicé mis notas y abrí seriamente un libro de texto, Iris tiró su lápiz y declaró que estaba cansada de estudiar.

“Oye, ¿qué está haciendo Harissa? Me está dando hambre.”

“También tengo un poco de hambre”, coincidió Rosalind con un bostezo somnoliento.

“¿Debo hacer algo?” ofreció Tsumiki. “¡Definitivamente no!”

“¡Ciertamente no!”

“¡Absolutamente no!”

“¡¿Eh?! ¡¿Por qué no?!”

Iris, Rosalind y yo derribamos a Tsumiki inmediatamente, pero eso solo la hizo ponerse a la defensiva. Ella nos gritó de vuelta, con los puños cerrados y todo. Desearía que ya entendiera una indirecta.

“¡Oh, Dios mío, chicos! ¡Acabamos de empezar!” Satsuki nos regañó, viendo cómo habíamos descarrilado rápidamente todo el asunto del estudio nuevamente.

Pero Iris no le prestó la menor atención. “Entonces, Rekka, ¿dónde está Harissa?”

“Debería estar comprando comestibles para la cena, pero ahora que lo mencionas… llega un poco tarde”.

Normalmente,  ya  estaría de vuelta.  Pero justo cuando comenzaba  a preocuparme un poco, escuché el timbre de la puerta y la voz de Harissa.

“¡Sir Rekka!”

“Suena como ella ahora.”

Me levanté y me dirigí hacia la puerta principal. Si tocaba el timbre, eso tenía que significar que tenía ambos brazos llenos de bolsas de compras. Estaba planeando ayudarla a llevarlos a la cocina, pero cuando abrí la puerta…

“¡Sir Rekka! Erm, encontré a alguien colapsado justo allí… ¿Qué debemos hacer?”

Harissa me miró con ansiedad, el cuerpo boca abajo de un samurái se desplomó sobre su espalda.

***

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“Eso es un samurái, ¿verdad?” Pregunté, inseguro. “Ciertamente parece uno,” respondió Satsuki.

“Lo es totalmente. No importa cómo lo mires, tiene que ser un samurái”, asintió Tsumiki.

Continuamos murmurando para nosotros mismos mientras miramos con asombro la nueva cara que Harissa había traído a casa, alguien que ahora estaba dormido en el sofá de la sala.

El haori de batalla sobre sus hombros y el sombrero característico en su cabeza atado bajo su barbilla con una cuerda. La hermosa katana colgando de su cintura. Los calcetines tabi en sus pies y las sandalias zori que dejamos en la puerta… Sí, según todas las apariencias, definitivamente era un samurái.

Dicho esto, en el Japón moderno, los únicos lugares en los que viste samuráis fueron en dramas de época y en parques temáticos como Edo Wonderland. No deberían estar tirados al costado de la carretera en un pueblito al azar como la nuestra.

“¿Qué es un samurái?” preguntó Iris, no familiarizada con el término.

“Vaya, esto me trae recuerdos”, dijo Rosalind con una mirada algo nostálgica en su rostro. “Recuerdo haber visto uno una vez hace mucho tiempo”.

Sé que acabamos de repasar cómo se suponía que íbamos a estudiar y todo eso, pero esto definitivamente tenía prioridad ahora. Averiguar de dónde venían los samuráis en primer lugar también tendría que esperar.

“Sir Rekka, he traído un poco de agua”.

“Gracias, Harissa.”

“De nada. Iré a preparar algo ligero para comer”.

“Yo te ayudaré”, ofreció Satsuki.

Luego, las dos fueron juntos a la cocina. Tsumiki trató de seguirlos, pero Rosalind la detuvo.

“Empecemos por el agua primero, ¿de acuerdo?”

Un samurái se derrumbó en la calle, ¿eh? Ahora que lo pienso, la historia de Rachelle, el ángel caído, había comenzado de una manera bastante similar.

Por supuesto, en su caso, ella buscaba una incomprensible “energía de amor” y no comida real… Lo que sea. Puede que no sepa nada más sobre él, pero este samurái definitivamente parecía humano. Seguramente la comida y el agua regulares estarían bien. Y con ese pensamiento, me arrodillé junto al sofá y lo ayudé a sentarse un poco para que pudiera beber algo.

“¿Hm?”

¿Cómo es que la espalda de este tipo era tan suave al tacto? ¿No son los samuráis normalmente, como, súper fornidos y duros de todo su entrenamiento? Eh, bueno, este tipo se veía bastante joven, así que supongo que aún no estaba allí. De todos modos, llevé la taza a sus labios y la incliné con cuidado.

“… Mm, mgh.”

Tragó el agua y gimió un poco. Sus párpados revolotearon por un momento antes de abrirse lentamente.

“Oh, ¿estás despierto ahora?”

“…”

Se limitó a mirarme en un aturdimiento silencioso, así que me incliné un poco para ver si estaba bien, pero…

“… ¡Hombre insolente!”

Un puñetazo fue todo lo que vi venir. “¡Gwah!”

¡M-Mi nariz…! Presioné una mano contra mi cara dolorida mientras el samurái se ponía de pie en el sofá y tomaba su katana.

“¡¿Dónde está esto?! ¡¿Por qué estoy aquí?!”

“Primero, cálmate”.

Las lágrimas brotaron de mis ojos por el dolor, pero me levanté y extendí una mano para tratar de tranquilizarlo. Sin embargo, mi visión estaba tan borrosa que calculé mal la distancia y puse mi mano sobre su pecho en lugar de su hombro. Espera… Su pecho bajo ese haori de batalla era incluso más suave que su espalda.

“¡Qu-Qu-Qu…!”

Y ahora estaba asustado aún más por alguna razón. No me digas… “¡¿C-Cómo te atreves?!”

“¡Uwah! ¡Espera un minuto!”

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Sí, no había duda de esa reacción. “¡¿Eres una chica?!”

Me di cuenta de mi error y traté de disculparme de inmediato, pero la chica samurái se negó a escucharme. Simplemente sacó su katana y la sostuvo en alto, mirándome con una clara intención asesina.

“¡Te cortaré donde estás!”

“¡Gyaaaaah!”

Ella realmente estaba a punto de cortarme, pero cuando fue a blandir su espada…

¡Grrrumble!

Parecía que su hambre había dominado su rabia, y se desmayó de nuevo en el sofá.

“O-Oye, ¿estás bien?”

“Te cortaré…”

Todavía  estaba  tratando  de  dar  pelea,  pero  no  era  particularmente convincente con sus ojos girando en círculos como ese.

Ore ga Heroine Volumen 12 Capitulo 1 Parte 1 Novela Ligera

 

“¡Espera, Rekka! ¡¿Tocaste el pecho de esa chica hace un momento?!” Iris exigió saber.

“¡No, fue un accidente!” Traté de explicar.

El haori de batalla que llevaba ocultaba su pecho (a pesar de lo grande que se sentía cuando lo toqué accidentalmente), y tenía una cara bonita de niño, así que honestamente pensé que era un chico…

“Asqueroso”, murmuró Tsumiki.

Ugh… Esa sola palabra se sintió como un cuchillo en el corazón. Y la mirada sucia que me estaba dando Rosalind solo hizo que me doliera más.

Pero en medio de mi sufrimiento, la inocente Harissa asomó la cabeza desde la cocina.

“¡Sir Rekka! He hecho un udon por ahora… ¿Qué pasa?”

Parpadeó repetidamente en confusión al ver al samurái desmayado con su katana desenvainada.

“Oh, eh… Nada.”

Era demasiado molesto para explicarlo, así que confisqué la katana por ahora y recuperé el udon recién cocido de Harissa.

“… ¿Mwuh?”

El olor a comida llegó hasta el desmayado samurái. Lo siguiente que supe fue que le temblaba la nariz y estaba completamente despierta de nuevo.

“Huele bien…”

Sus ojos estaban totalmente fijos en el humeante cuenco de udon. Realmente debe haber tenido hambre.

“Aquí tienes. Hace calor, así que ten cuidado”.

Aceptó los palillos que le ofreció Harissa sin pensarlo dos veces, y luego comenzó a devorar el udon a un ritmo realmente impresionante.

“Seguro que está muy ocupada, con ese desmayo y despertarse una y otra vez con la rutina y todo eso”, murmuró Rosalind exasperada mientras observaba todo esto.

Una vez que el cuenco estuvo completamente vacío, la samurái juntó las manos en agradecimiento e inclinó la cabeza hacia nosotros, o hacia Harissa, para ser exactos.

“Gracias amablemente por la comida. Finalmente me siento como yo misma de nuevo. No sé dónde estoy ni quién eres, pero permíteme expresar mi gratitud”.

“Estás en la casa de Sir Rekka. Si desea agradecerle a alguien, debería agradecerle”.

“¿Muh?”

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Al escuchar eso, la samurái me miró e hizo una mueca.

“… Entonces, ¿eres el dueño de esta casa? Estoy en deuda contigo.”

La expresión de su rostro me dijo que todavía estaba enojada porque yo le había tocado el pecho antes.

“Si ese soy yo. Soy Rekka Namidare. Erm, ¿te importa si te pregunto tu nombre?”

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“Soy Chirika Shinomiya”. La chica samurái, Chirika, se presentó con voz clara antes de mirar a todos los demás en la habitación. “Ahora, ¿dónde está este lugar? Parece que hay muchos extranjeros aquí. También hay muchos objetos que nunca había visto antes… ¿Es ese vidrio? Ni siquiera el cristal del castillo es tan claro”.

“Espera, espera un segundo”. Traté de hacer que Chirika bombeara los descansos. “Lo siento, pero ¿te importaría responder algunas preguntas por mí primero? Me gustaría escuchar sobre tu situación, Chirika”.

“Me temo que no. Mis prioridades están en otra parte. Debo regresar rápidamente con Gold Yaksha y salvar a la princesa Izuko de inmediato”.

“¿Princesa Izuko…?”

“Tú, peón… ¿No conoces a la princesa Izuko? ¿La misma que es famosa por ser la doncella más bella de toda la tierra?”

Chirika pareció bastante sorprendida por este desarrollo, pero nunca había oído hablar de nadie con ese nombre. Le pregunté a Tsumiki por si era una celebridad o algo que no sabía, pero incluso ella negó con la cabeza.

¿Una princesa en apuros? Check. ¿Un samurái vino a salvarla? Check.

¿Pero alguien que hablaba de una manera tan extrañamente anticuada…? “No…”

Todo eso sumaba una cosa en mi cabeza. Fue una conclusión ridícula, lo admito, pero esta no sería la primera vez que sucedió algo así. No pude descartarlo.

“Oye, Satsuki, ¿puedo hablar contigo sobre algo?”

“Por supuesto.”

Y al “consultar con ella sobre algo”, realmente quería decir que necesitaba que ella lo consultara con la Magia de Omnisciencia por mí. Específicamente, todavía no sabía si Chirika era una heroína o no. Existía la posibilidad de que solo fuera una cosplayer con una imaginación realmente hiperactiva.

Así que me incliné y le susurré mis preocupaciones a Satsuki, quien luego se levantó y salió discretamente de la habitación para que pudiera usar su magia.

“Tú, respóndeme esto: ¿es esta realmente la Tierra del Sol Naciente?” Entonces exigió Chirika.





“¿La tierra del sol naciente?” Pregunté, con la cabeza ladeada. “Se refiere a Japón,” susurró Tsumiki en mi oído.

“Aah, claro, sí, no tienes que preocuparte. Estamos en Japón”.

Probablemente estaba preocupada de haber terminado en un país diferente al ver a Iris y Rosalind, quienes decididamente no eran japonesas. Por otra parte, no era tan raro ver extranjeros en Japón en estos días. Si estaba reaccionando de manera extraña a eso, entonces eso tenía que significar que Chirika estaba…

“Rekka,” me llamó Satsuki mientras volvía a entrar en la habitación. “… ¿Qué tal fue?” Pregunté tentativamente.

“Creo que es exactamente como sospechabas”, respondió Satsuki con una expresión un poco preocupada. “Chirika parece haberse deslizado aquí desde el pasado”.

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