Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 2

Prologo: Cocina de Mamá

Una noche soñé por primera vez en mucho tiempo. Aunque tenía un sueño bastante profundo, generalmente me olvidaba de mis sueños cuando me despertaba. Entonces, cuando desperté a la mañana siguiente, también olvidé lo que sucedió en este.

Fue después de que todo se resolvió que de repente pensé para mí mismo, oh sí, tengo la sensación de que era algo así.

En mi sueño, todavía era un niño pequeño, que acababa de ingresar a la escuela primaria. Mi viejo estaba bebiendo cerveza mientras animaba a su equipo de béisbol favorito en la televisión, y mi madre estaba parada en la cocina cortando cebollas o algo así.

Nuestra familia dirigió un restaurante popular, por lo que debe haber sido nuestro día libre durante la semana. De lo contrario, toda la familia nunca se habría reunido para una cena como esta.

Era el tipo de escena que esperarías ver en alguna telenovela de la era Showa.

No tenía mucho interés en el béisbol, así que aproveché la oportunidad para hablar con mi viejo durante los comerciales.

“Hey, ¿por qué mamá cocina la cena en casa cuando eres tan buen chef, papá?”

“¡¿Qué eres, estúpido?!”, Preguntó mi viejo, luciendo claramente nervioso mientras se acercaba. “¿Qué estás diciendo, de repente? ¿Qué pasaría si tu madre escuchara eso?”

“Por eso lo dije todo en voz baja. Entonces, ¿por qué es así?”

“Ahora escucha aquí… ¿No te gusta la cocina de mamá, Asuta?”

“No. Me encanta”, dijo yo, de seis años, sacudiendo la cabeza de un lado a otro. Sé que estoy hablando de mí aquí, pero aun así, qué niño tan adorable… “Pero me encanta tu cocina aún más, papá. El tuyo es el más sabroso.”

Absolutamente nunca diría algo así hoy en día. Y supongo que ya no tenía a nadie a quien decirle eso…

“Bueno, sí, soy un chef profesional, así que hacer comida sabrosa es mi trabajo, pero…”, dijo mi viejo, con una expresión problemática y compleja. Debía tener poco más de 30 años en ese momento… Probablemente se sintió listo para pegarme dependiendo de cómo respondiera, pero, naturalmente, nunca habría golpeado a un niño de seis años. ¡Te lo mereces, viejo! De todos modos, comes las comidas que hago todos los días, ¿verdad? ¿Al menos no quieres que tu madre cocine una vez por semana? ”

“No dije que no quería comerlo. Simplemente pensé que era extraño, eso es todo”.

El juego se había reanudado hace mucho tiempo en la televisión. Sin embargo, mi viejo permaneció señalando en mi dirección y dio un “Hmm…” con los brazos cruzados. “Aun así, debo decir que estás pensando que todo está mal. Es el trabajo de tu madre cocinar en casa”.

“¿Por qué?”

“¿Por qué…? Eso es porque soy chef “, dijo mi viejo, muy serio. “Es el trabajo de un chef hacer comida para los clientes. Pero es el trabajo de una madre hacer comida para su familia en casa, no para un chef”.

“¿Hmm…?”

No había forma de que pudiera comprender lo que significaban esas palabras con solo seis años. Pero deben haber dejado un impacto definitivo en mí, para que puedan venir en un sueño como este.

Un año después, mi madre falleció, y yo lloré y lloré, deseando haber comido más de su cocina.