Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: La Libertad Del Amor

Parte 4

Aproximadamente una hora después de la asamblea en la gran sala de audiencias, me encontré en la pequeña, a la que estaba más acostumbrado.

Era menos de la mitad del tamaño de la habitación en la que habíamos estado antes, y aunque fue construida en el mismo estilo, no tenía ventanas y paredes y puertas más gruesas, para permitir conversaciones más tranquilas y privadas. Petralka estaba allí, al igual que Garius y el príncipe Rubert.

Y una persona más. Una mujer estaba arrodillada frente a Rubert, con las manos atadas con puños de madera y una mordaza en la boca. La vista me pareció un poco impactante, pero aparentemente este era un procedimiento estándar con criminales en el Imperio Eldant, y considerando que esta persona había intentado cometer un asesinato, probablemente tuvo suerte de que su situación no fuera peor.

Era el asistente de Rubert. El aspirante a asesino que nos había atacado a mí y a mis amigos.

Petralka comenzó las cosas con una voz desapasionada y justa. “Anoche, Shinichi y otros miembros de su familia fueron atacados en su mansión”.

El seguimiento vino de Garius. “Esta mujer es de Zwelberich. De hecho, ella es una de tus compañeras, Príncipe Rubert, ¿no es así?”

La pregunta era retórica, obviamente. Garius y Petralka habrían reconocido a la mujer. Sin mencionar que ella era claramente visible en el video de la cámara en el castillo de Minori-san, aunque sospechaba que no queríamos presentar eso como evidencia si no era necesario.

El príncipe Rubert guardó silencio. Pero no me miró, ni al asesino, ni siquiera a Petralka. Miró directamente a Garius.

“No vamos a presionar asuntos, esta vez”, dijo el ministro. Su tono había cambiado; ya no hablaba con la rígida formalidad de alguien que se dirigía al príncipe de una nación aliada; en cambio, sonaba casi casual, como si estuviera hablando con un amigo.

Las únicas personas en esta sala eran aquellas directamente relacionadas con el intento de asesinato.

Tal vez estaba señalando que no necesitábamos tratar esto como una ocasión estatal. “Creo que los motivos del grupo zwelberichiana son más o menos claros”, continuó Garius, con una mirada a Petralka. “Nunca permitiría que este matrimonio prosiguiera”. Su voz tenía una finalidad tremenda.

Más de unas pocas personas, incluido yo mismo, Eric-san y Rydel-san, nos habíamos preocupado de que Garius pudiera ser  arrastrado por sus sentimientos por su ex novio, Rubert, y dar la bienvenida a un encuentro entre el Príncipe y Petralka. En este punto, sin embargo, parecía que habíamos juzgado mal las cosas.

“Shinichi y sus compañeros pueden no ser ciudadanos Eldant, pero son invitados de honor de nuestro imperio. Es difícil pasar por alto un intento de dañarlos. Si había esperado presionar su traje con la emperatriz, había otras formas de hacerlo. Creo que te volviste un poco ansioso.”

Garius era Garius. Supongo que había estado ocupado investigando cosas; simplemente no lo sabíamos. Había examinado cosas como la situación política en Zwelberich y su relación con los países a su alrededor.

No había escuchado los detalles, pero deduje que algo sobre la situación doméstica en Zwelberich en este momento tenía al Príncipe Rubert en desventaja política. Un matrimonio con Petralka le habría permitido cambiar completamente las cosas.

“No olvidaremos este asunto, pero tampoco tenemos la intención de hacerlo público. Apenas tenemos más que ganar que usted con una confrontación abierta con el Reino de Zwelberich”.

“Mm”. El príncipe Rubert sintió que no había tiempo para excusas. Una sonrisa tranquila tiró de los bordes de sus labios. “Eres más formidable de lo que pareces”. Miró, no a Garius, sino directamente a mí.

¿Qué? ¿Yo? ¿Formidable? ¿Eh?

¿Estaba diciendo eso porque evadí un intento de envenenamiento y capturé a un asesino? Pero eso había sido todo gracias a Elvia y Minori- san, respectivamente; Casi no había hecho nada excepto casi ser asesinado. ¿O se dirigía a mí como el representante de todo mi grupo?

Pero no había terminado. “Ya lo veo. Eres verdaderamente amado”.

“¿Qué…?” Qué cosa más extraña que decir. Y ahora, de todos los tiempos. Simplemente no entendí a este tipo… “Qu… ¿Qué quieres decir con eso?”

La pregunta salió de mi boca antes de que pudiera pensarlo. Sin embargo, el príncipe Rubert no respondió; él seguía sonriendo esa sonrisa tranquila.

***

Algún tiempo después de la negativa en la sala de audiencia…

Garius y el príncipe Rubert caminaron por los pasillos del castillo, parecían estar tratando de evitar ser notados, y salieron juntos al patio, solos. Encontraron la sombra de un gran árbol para pararse, en algún lugar no sería fácil detectarlos. Y ahí…

Rubert miró alrededor del jardín bien cuidado. Después de un largo silencio, como si la pregunta se le hubiera ocurrido, preguntó: “¿Cuánto tiempo hace que sabe?”

“Desde el principio”, dijo Garius, de pie junto a Rubert. No había inflexión en su voz, y no miró al Príncipe. Se quedó completamente quieto, claramente casi obligándose a no moverse. Sus ojos esmeraldas solo miraban al frente. Parecía decidido a mantener una pequeña pero inquebrantable distancia entre ellos. “Sabía por qué lo habías propuesto, y no tenía interés en dejar que siguiera adelante”.

“Ya veo…” Rubert sonrió y asintió. La expresión de su rostro era francamente tranquila. ¿Estaba impresionado de que sus planes hubiesen sido tan frustrados? ¿O simplemente quería mantener la apariencia de que no le molestaba? “Aquí estaba seguro de que te había engañado”.

“Pensaste…” Garius dijo suavemente. Parecía casi emocional. “Mirando hacia atrás… todo el camino de regreso. La forma en que me hiciste amigo, se mantuvo cerca de mí. ¿Fue todo eso parte de un gran diseño para hacer esto posible?”

Que pregunta. Quería saber, en otras palabras, si todo lo que había sucedido entre ellos mientras estaba en Zwelberich, la relación que habían tenido, si todo  había sido  parte de  un  plan  previo  a  este momento.

¿Realmente estaba preguntando eso? Incluso sabía que eso fue hace años y años, pero si es así…

“Oh, sí, por supuesto”, respondió el Príncipe Rubert sin dudarlo.

¡De hecho lo admitió!

“Naturalmente, no tenía en mente estas circunstancias específicas. Pero soy un jugador lo suficientemente experto en este juego como para haber sabido que, en algún momento, una amistad contigo podría ser útil”.

“Entonces las cosas que me susurraste, todo fue…”

“Somos muchos de la realeza”, interrumpió Rubert, cambiando a un tono de voz brusco. “Y como tal, la libertad de amar es algo que no tenemos y nunca tendremos. Somos parte de la maquinaria del estado. Herramientas que se utilizarán para apuntalar su fortuna. Sus propios sentimientos, cualquier afecto por alguien más; si se puede usar, lo usa. Eso es lo que significa ser miembro de una familia real. Y a cambio, se nos otorgan poderes y privilegios infinitos. ¿Me equivoco?” Miró a Garius a la cara, buscando confirmación.

Este hermoso joven que acababa de confesar ser un estratega maestro, la sonrisa amable se había desvanecido de su rostro como si nunca hubiera estado allí. En su lugar había una máscara sin emociones.

Garius no dijo nada; él simplemente se quedó allí parado. Él también estaba inexpresivo.

Por un instante, la mínima fracción de segundo, pensé que había visto su rostro estremecerse, como el de un niño el momento anterior al estallido en lágrimas. Pero parpadeé y encontré a Garius tan sereno como siempre.

“No, no lo estás”, dijo Garius sacudiendo la cabeza. “Todo es exactamente como tú dices”.

El Príncipe Rubert se encontró con esto con una sonrisa ambigua. No parecía especialmente complacido de escuchar a Garius de acuerdo con él. En cambio, casi parecía…

“Bueno, creo que es hora de que me vaya”. Con eso, Rubert se dirigió al patio con toda dignidad. Ninguno de los dos traicionó ningún dolor en su partida. Rubert no se detuvo, no miró hacia atrás, pero desapareció en el castillo. Por su parte, Garius seguía mirando en una dirección.

Nunca había visto un adiós tan abrupto. Pero no fui el único aquí en apreciar esto. “Pant, pant…”

Cuando noté cuán pesadamente respiraba Minori-san, qué tan inyectados estaban sus ojos de sangre, allí en las sombras desde las que habíamos estado viendo la conversación, rápidamente me moví para contenerla.

“ES-”

Hikaru-san y yo pusimos una mano sobre su boca para evitar otro estallido de “ES ESO REALMENTE REAL BL” o lo que sea que se avecina. Minori- san intentó luchar contra nosotros, pero Loek y Romilda también saltaron sobre ella.

Habían estado aquí en el castillo con sus padres, y Hikaru-san los había traído en caso de que tuviéramos más “incidentes”. Resultó que tenía razón en preocuparse.

“¡Mmmrrrf! ¡Grimm!” Minori-san todavía estaba tratando de gritar algo a pesar de nuestra mordaza improvisada. Afortunadamente, bloqueada por dos palmas, su voz no se transmitió. Me hizo cosquillas, la forma en que sus labios se movían contra mi mano, pero podía soportarlo.

De repente, sin embargo, sentí el cuerpo de Minori-san flácido. ¿Eh?

¿Habíamos estado demasiado entusiasmados bloqueando su boca y asfixiándola?

“¿M-Minori-sensei?” Loek y Romilda saltaron hacia atrás. Nuestro WAC podrido cayó de rodillas; de hecho, ella procedió a caer de bruces al suelo. Sus labios se abrieron y cerraron como si tuviera problemas para respirar. Preocupada ahora, acerqué la oreja a su aleteada boca.

“… Koganuma Minori… lamenta… nada…”

Ahh. Habiendo observado una conversación demasiado cargada entre dos chicos guapos a corta distancia, ella se había convertido en moe terminal.

¿Sabes cuándo tu corazón estalla de puro deleite?

Tomé esto en un instante y me sentí mejor. Ella estaría bien. Podríamos dejarla sola.

Sin embargo, Loek y Romilda, naturalmente, no se dieron cuenta de lo que estaba pasando. “¡Minori-sensei!”

“¡No te mueras!”

Sacudieron impotentemente a Minori-san, todavía en el suelo y completamente blanco (en sentido figurado) por la sobrecarga de moe. Luego…

“Shinichi… ¿Eres tú?” Garius se volvió hacia nosotros y gritó.

Supongo que no puedes esconder exactamente a cinco personas a corta distancia haciendo ese tipo de ruido.

“No, es uh-”

“¿Escuchaste todo?” Tenía una leve sonrisa en su rostro. No parecía que nos iba a molestar por espiar. De hecho, pensé que parecía casi aliviado. No parecía ser su ser habitual e imperturbable, sino casi como un niño pequeño que no estaba seguro de qué hacer. La única pregunta real era cómo debía responder. Sin embargo, antes de que pudiera resolverlo…

“Atento, Shinichi-kun”. Minori-san, que había vuelto a la vida mientras tanto, me puso una mano en el hombro y me susurró al oído.

“¿Qué…?”

Había estado en la puerta de la muerte solo un momento antes, pero ahora sus dedos estaban clavando en mi hombro con tanta fuerza que era incómodo. Ajustándose las gafas con la mano libre, dijo: “La única cura para la agonía del amor rechazado es un nuevo amor nacido”.

“No sé de qué estás hablando. ¡Oye, eso duele!” Miré a Hikaru-san, de pie junto a Minori-san, como para decir ¡Ayúdame!, pero él también me agarró del hombro.

“Minori-san tiene razón”, dijo. “Usted es el único que puede consolar al ministro Cordobal ahora”.

“¡Ay!” Al siguiente momento, los dos me empujaban hacia adelante, fuera de las sombras. Directamente en Garius. “Uh, um, uhh…” Fue todo lo que pude hacer para no caerme. Unos pasos tambaleantes más tarde, me encontré frente al caballero. Nuestros ojos se encontraron. “Uhhhhh… ejem”.

Rápidamente aparté la vista, sin saber qué decirle. Pude ver a Minori-san y Hikaru-san apretando los puños y asintiendo con la cabeza desde las sombras, instándome a seguir. ¿Pero qué diablos esperaban de mí? Quiero decir, lo sabía. Pero aún…

“Eso es mucho para poner sobre mis hombros…”

Incluso me di cuenta de cuán herido y abatido se sentía Garius. Dejando a un lado todas las cosas de los hombres simpatizantes, quería hacer que se sintiera mejor de alguna manera, si pudiera. Pero yo era un encerrado sin novia de un NEET que nunca había estado en una cita, entonces, ¿qué se suponía que debía hacer?

Garius sonrió un poco al verme tan perdido. “Parece que me atrapaste en un momento bastante poco halagador”. Luego se dio la vuelta, como si no quisiera que le viera la cara en este momento.

El comenzó a caminar. ¿Iba a alejarse? Su porte era tan majestuoso como siempre, pero la decepción en su estado de ánimo era casi palpable.

“¿H-Hey, Garius-san?”

“¿Hm?”

Él se detuvo. Gracias a dios.

Me miró por encima del hombro y yo busqué en mi cerebro algo reconfortante que decir. Reproduje la conversación que acababa de escuchar en mi mente, desesperada por encontrar otro giro que pudiera poner en las palabras.

Y luego vino a mí.

“Esa cosa que el Príncipe Rubert dijo antes…”

Sus propios sentimientos, cualquier afecto por cualquier otra persona; si se puede usar, se usa, dijo.

“¿No estaba admitiendo que se preocupa por ti, Garius-san?”

Entonces sucedió algo inusual: los ojos de Garius se abrieron en una expresión de sorpresa.

“Sí, terminó usando esos sentimientos para fines políticos, pero los sentimientos en sí mismos eran reales, ¿verdad? Él es, como, el último tsundere”.

Lo mismo era cierto de lo que había dicho antes de eso. La libertad de amar es algo que no tenemos y nunca tendremos. ¿No era esa, en esencia, una forma de lamentar que, debido a que nació real, Rubert nunca podría expresar abiertamente su amor por Garius, por grande que sea ese amor?

Garius permaneció en silencio durante lo que parecieron años.

“Por… por supuesto, esa es solo mi… mi interpretación personal…” dije, perdiendo rápidamente la confianza. Garius conocía a Rubert un millón de veces mejor que yo. Solo era un extraño ignorante que ofrecía especulaciones sin fundamento.

Finalmente, Garius dijo: “Ya veo”.

Después de lo que pareció ser un momento de contemplación, sonrió con una sonrisa pacífica. La forma en que entrecerró los ojos, la forma en que su expresión parecía casi cariñosa, en cierto modo, me recordó a Petralka. Sin duda los dos estaban relacionados.

No parecía exactamente que estuviera repentinamente lleno de energía, pero el manto de oscuridad que parecía haber estado sobre él unos  minutos  antes se había dispersado. Asumiendo que  no  estaba imaginando eso, supongo que había logrado que se sintiera al menos un poco mejor.

Solté un poco el aliento. “Bueno, creo que mejor me voy…”

Hecho el trabajo, me volví para volver con mis amigos, que todavía se estaban “escondiendo” cerca.

Sin embargo, aproximadamente un segundo después, alguien tiró de mi mano con tanta fuerza que casi me lancé hacia adelante. Fue Garius, quien había aparecido rápidamente.

“Gracias, Shinichi”, dijo, todavía agarrando mi mano con fuerza. “N-No lo menciones. Me alegra que te sientas un poco mejor”.

La cara de Garius estaba definitivamente más cerca de la mía de lo que era absolutamente necesario. Aparté la vista un poco de él.

Parecía sentirse mejor, y eso era lo que importaba. Había hecho mi parte, así que quería volver con mis amigos. ¡Quería salir de aquí! (Realmente lo hice, ¡así que lo digo dos veces!)

Sin embargo, Garius no pareció darse cuenta de mi deseo privado. “Tu ayuda, Shinichi, parece haberme liberado de muchas cargas”, dijo. “Por eso, debo agradecerte”. Me sonrió con ternura.

… ¿tiernamente?

“G-Gee, eso es genial…”

“Si puedo preguntar, ¿no tienes pensamientos sobre estos eventos recientes?”

“¿Huh? ¿Debería haberla?”

“Ya veo…”

¿Disculpa…?

Pensé que vi una sombra pasar por la cara de Garius, pero tal vez lo estaba imaginando. La mirada que me dirigió fue tan intensa… Me encontré deseando poder mirar hacia otro lado, o al menos terminar con esto. Con rapidez. ¿Por favor?

“U-Um…”

Tuve un mal presentimiento que se expandía rápidamente. Volví a mirar a los demás con la esperanza de ser rescatados, pero Loek y Romilda solo estaban mirando, con los ojos muy abiertos pero sin comprender; Hikaru- san estaba disfrutando esto positivamente; y Minori-san me estaba dando un gran pulgar hacia arriba.

¡Olviden el aliento, muchachos!

“Shinichi”. Garius casi susurró mi nombre. Su rostro estaba muy, muy cerca.

¡Demasiado cerca! ¡Demasiado cerca!

Si este fuera un juego de chicas, me preguntaría dónde había tomado el camino equivocado. Ese pensamiento constituyó mi intento de escapar de la realidad cuando la puerta a un nuevo mundo se abrió ante mí.

***

Habían pasado varios días desde que el príncipe Rubert se había ido a casa. Los empleados de Amutech estaban en la pequeña sala de audiencias, dando nuestro informe regular. Myusel estuvo con nosotros hoy. En parte, eso se debía a que estaba programada para enseñar en la escuela, pero también porque, como mitad elfa y doncella, había comprendido que evitaba el castillo mientras el Príncipe Rubert estaba allí.

Lo primero que dijo Petralka desde su lugar en su trono fue: “Estos eventos han proporcionado una valiosa lección”.

“¿Qué eventos?”

“Todo lo que involucra al Príncipe Rubert”, dijo Petralka con una leve sonrisa. Habían pasado días desde que el príncipe se fue, así que pensé que tal vez estaba hablando de otra cosa, pero aparentemente el príncipe y todo lo que había sucedido con él todavía estaba en su mente. “No hay necesidad de apurarse”, dijo Petralka, y por alguna razón apartó la vista de mí, a lo lejos. “Hemos decidido que nos tomaremos el tiempo para considerar, pensar y encontrar una respuesta”.

¿Una respuesta? Ella ya había respondido a la propuesta de matrimonio del Príncipe Rubert… ahh. Pero seguramente habría muchas más propuestas en el futuro, y ella tendría que pensar qué decir.

Para mí, como persona japonesa del siglo XXI, Petralka todavía parecía joven, tal vez demasiado joven para casarse. Pero este mundo pensaba de manera diferente.

Las mujeres se casaron más jóvenes y las emperatrices fueron vistas como elegibles antes que la mayoría. Los pretendientes vendrían tanto de dentro como de fuera de Eldant.

Ella se había negado esta vez, regresándonos efectivamente al status quo. Pero la idea del matrimonio había sido plantada en la mente de Petralka, y no iba a desaparecer.

“Según los estándares de Ja-pan, todavía somos jóvenes para casarnos,

¿no es así?”

“Er, sí. Si eso es verdad.”

De hecho, la gente se casaba cada vez más tarde en Japón (la tasa de natalidad se estaba convirtiendo en un problema real), pero supuse que la mayoría de los lugares del mundo considerarían que tu adolescencia temprana se casaría.

Teniendo en cuenta lo molesta que estaba Petralka por su aspecto infantil, me pregunté si ella podría ver el matrimonio como un signo de la edad adulta, y estar ansiosa por engancharse porque ayudaría a mostrar que estaba completamente adulta. Pero, de nuevo, nada dice aún que un niño tenga ganas de demostrar que eres un adulto.

Desde esa perspectiva, tal vez Petralka había comenzado a madurar. Para convertirte en un adulto, debes comenzar por reconocer que eres un niño. O al menos, eso pensé. Yo tampoco era un viejo marchito, así que tal vez no era alguien para hablar.

“Ese es el caso…” Petralka se apoyó en el brazo derecho de su trono y miró, no a mí, sino a Myusel. La criada se enderezó rápidamente. “No vamos a aceptar que nos adelantes mientras nos tomamos nuestro tiempo para pensar, Myusel”.

“¿Qué…?” La desconcertada interjección no vino de Myusel, sino de mí.

¿Por qué Petralka de repente estaba hablando con mi doncella? ¿Le estaba diciendo a Myusel que no se casara con nadie antes que Petralka? No, eso sería tiránico, ¿no? ¿O tenía algo más en mente?

Sin embargo, parecía que yo era la única persona que estaba confundida. Myusel se estremeció temerosamente, pero luego, para mi sorpresa, ella respondió con un firme asentimiento. “Entendido, Su Majestad”.

“Mm”. Petralka le devolvió el saludo.

Una emperatriz que asentía con la cabeza a una criada era como los cielos que asentían a la tierra, pero los dos parecían reconocerse casi como rivales amistosos. ¿O era solo mi imaginación hiperactiva? Estaba empezando a sentirme incómodo; No estaba seguro de dónde poner mis ojos. Mi mirada solo se movía de un lado a otro cuando se encontró con los ojos de Garius mientras estaba de pie junto a Petralka.

Ups. Ahora que lo había mirado directamente, no podía volver a mirar inmediatamente de inmediato. Me obligué a sonreír tan agradablemente como pude e intenté pensar en algo inofensivo que decir.

“Uh, supongo que también han sido unos días difíciles para ti, ¿eh, Garius- san?”

¡Mierda! No me di cuenta hasta que las palabras salieron de mi boca que realmente no era lo correcto. Fue como verter sal en sus heridas.

Pero Garius, sin ningún signo de ofensa, dijo: “En absoluto”. De hecho, su sonrisa parecía más genuina que nunca. “Estos eventos me ofrecieron la oportunidad de pensar un poco también”.

“Oh, ¿lo hicieron?”

Garius se veía tan… alegre. Supongo que consideró que el asunto de Rubert se resolvió por el momento. No sabía cómo había logrado aceptarlo tan rápido, pero si se sentía bien al respecto, e incluso pensaba que había aprendido algo de eso, entonces eso fue genial.

Todavía sonriendo, Garius continuó: “Valore la verdad de las cosas por encima de las apariencias y las pretensiones, esa es una forma”.

“¿Otra vez…?”

“Un matrimonio público puede no ser necesario, si la sustancia de la relación equivale a lo mismo. Es solo una posibilidad”.

“¿Eh…?”

¿De qué estaba hablando? Er, quiero decir, si el príncipe Rubert se hubiera casado con Petralka, entonces Garius prácticamente sería… bueno, sabía que habíamos considerado esa posibilidad, la idea de que un matrimonio real podría tener dos propósitos. ¿Pero por qué mencionar eso ahora? ¿Y por qué mirarme mientras lo decía? ¿Y tan en serio?

Estaba empezando a sudar realmente cuando Petralka aplaudió y exclamó: “¡Sí! ¡Esa sí que es una posibilidad!”

Supongo que esto tenía sentido para ella de alguna manera.

“¡Ow!” Todavía estaba perdido para entender lo que estaba sucediendo cuando alguien me golpeó en la espalda. Miré por encima del hombro para encontrar a Minori-san, usando una mano para cubrir su boca y la otra para darme una palmada en la espalda. Una y otra vez. Era como si ella no pudiera contenerlo. ¿Qué demonios estaba pasando?

“¿Una propuesta pública? Garius-san… ¡Oh, qué manipulador!” Minori-san exclamó alegremente.

“¿Er…?”

“¡Oh vamos! ¡No tienes que avergonzarte!” Ella continuó golpeándome el hombro, prácticamente riendo a carcajadas.

Bueno, al menos había una cosa que entendí. Puede que no sepa lo que estaba pasando, pero era obvio que Minori-san lo había perdido por completo. De nuevo.

“Lo siento, no sé de qué estás hablando. Y eso realmente duele”. Ella podría ser una niña, pero como miembro entrenada del ejército, su bofetada con las manos abiertas fue enormemente poderosa. Y doloroso

“Uh-Um, ¿Shinichi-sama?”

“¿Huh? ¿Q-Qué pasa, Myusel?

“¡Yo… yo también me aseguraré de darlo todo…!”

“¿Huh? ¿Todo qué?”

¿Incluso Myusel estaba saltando en el tren sin sentido ahora? ¡Ella había apretado los puños en una especie de “estoy en eso”! actitud. ¿Era en serio el único que no entendía esto?

“H-Hey, Hikaru-san…” dije, volviéndome hacia la única persona que había estado callada todo el tiempo hasta ahora. Fue dado a arrebatos de 100% chuunibyou-ismo, claro, pero su actitud obstinada en las cosas tenía una especie de racionalidad propia. Supuse que probablemente tenía lo más parecido a una perspectiva objetiva sobre lo que estaba sucediendo aquí. “P-Puedes explicar—”

Pero Hikaru-san no dijo nada, solo se llevó una mano a la mejilla y dejó escapar un largo suspiro. Luego me entrecerró los ojos y finalmente habló: “Tengo muchas ganas de golpearte en este momento”.

“¡¿Qué?!”

“Sí, no es broma”.

“¿Y tú también, Minori-san?”

¿Entonces realmente fui el único que no lo entendió?

“¿Crees que tal vez tiene algún tipo de enfermedad que lo hace tan denso?”

¡Una enfermedad! ¡Dijeron que estaba enfermo!

¡Espera, y ¿denso?! ¿Por qué? “V-Vamos, ¿qué está pasando?”

“Ohhhh…” Hikaru-san dejó escapar un suspiro muy agudo.

…………………………………………………………………………………….Oh.

Entonces, y solo entonces, finalmente puse las piezas juntas. Myusel. Petralka. Y yo.

Eso era— pero nosotros—

Hikaru-san me dio una mirada sarcástica donde me había congelado por el miedo, el sudor goteaba por mi frente.

“Eh, parece que tienes mucho tiempo”, dijo. “Piensa en tus opciones y contáctenos”.

-FIN DEL VOLUMEN 12-