Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: La Libertad Del Amor

Parte 2

 

 

Todo estaba nebuloso, como si estuviera atrapada en un sueño. Podía ver y oír, pero fue un tremendo esfuerzo tratar de pensar o hacer algo sobre lo que vi o escuché.

¿Qué estaba haciendo?

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Incluso hacer esa pregunta tomó una cantidad de tiempo agonizante. Todo lo que vi fue borroso y fuera de foco; todo lo que escuché fue un murmullo sin sentido, de modo que apenas supe lo que estaba pasando. Todo lo que escuché fue…

“Myusel…”

Esa palabra Myusel. Mi nombre. Y era llamada… ¿quién?

Muy lentamente, sentí que las cosas se enfocaban mejor. Poco a poco, la neblina se separó, como si estuviera a la deriva desde el fondo de un lago.

Parpadeé.

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Shinichi-sama. Mi honrado maestro. Uno… al que serví. El que era más importante para mí que nadie.

¿Pero por qué? ¿Por qué Shinichi-sama cayó a mis pies? De hecho, sentía que su cuello estaba debajo de mi pie. Como si estuviera pisándolo…

Outbreak Company: Moeru Shinryakusha Vol 12 Capítulo 4 Parte 2

 

Para el caso, qué estaba haciendo con este… ¿cuchillo? Lo sostenía en una garra de hielo, pero ¿por qué? Parecía que estábamos en medio de la cena, pero esta era la forma incorrecta de sostener un cuchillo para comer. Era como si estuviera a punto de derribarlo y apuñalar algo… o…

Apuñálalo. Con un cuchillo.

¿Pero qué? ¿Quien?

¿Shinichi-sama…………?

Mátalo, escuché a alguien decir en mi mente. Mátalo, Myusel Fourant. Mátalo ahora, y él será tuyo para siempre.

Shinichi-sama… sería… mío… por… siempre. Mío. Siempre.

Eso… Eso me sonó muy bien.

¡Hazlo! ¡Acaba con él, rápido!

Pero eso fue algo malo. ¿Matar a Shinichi-sama? Eso no estuvo bien. No pude hacerlo. Absolutamente……… absolutamente no puedo.

¡Matalooooooooo…….!

No. No puedo.

La mano que sostenía el cuchillo comenzó a temblar, como si revelara la agitación dentro de mí. ¿Matar a Shinichi-sama? Nunca podría…

Bien, dijo la voz en mi cabeza. En ese caso: levante la mano derecha.

Si. Sí, por supuesto.

Y luego bájalo tan fuerte como puedas. Si entendí.

Levanté la mano con el cuchillo, como me habían indicado. Entonces lo derribaría. Fue simple Lo derribaría en…

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En Shinichi-sama. Contuve el aliento.

“¡No…!” Usé mi mano izquierda para agarrar mi derecha, que parecía que ya no me pertenecía. Sin embargo, estaba presionando tan fuerte que no pude contenerlo; el cuchillo alcanzó a Shinichi-sama… “¡Pa-Para esto!”

¡Bam! Un sonido como un trueno resonó en mis oídos. Al mismo tiempo, sentí un dolor agudo en la mano. Tropecé y colapsé al lado de Shinichi- sama, y el cuchillo en el que creía que tenía un agarre tan firme cayó al aire y cayó al suelo.

El dolor parecía expulsarme de algo; La neblina que se había aferrado a mi cerebro se dispersó de repente.

Comprendí que me habían disparado con una pistola. Más exactamente, no fui yo, sino el cuchillo, que había sido disparado. Sentí una mezcla de entumecimiento y dolor en mi mano, pero ningún chorro de sangre. Minori- sama, ella debe ser…

Contuve el aliento: de repente todo volvió a enfocarse. El caleidoscopio de piezas sin sentido se convirtió en coherencia. Me di cuenta de lo que había estado a punto de…

“¡¿Shinichi-sama?!” Me volví hacia Shinichi-sama, que estaba acostado a mi lado. Gemí cuando vi los pequeños rasguños en su rostro, sus mejillas. “No, ¿Shinichi-sama?”

¿Había… tenido mi mano con el cuchillo envenenado…?

“¿Myusel…?” Shinichi-sama dijo mi nombre. “Estás… estás de vuelta… Bien…”

“¡Shinichi-samaaaa!”

¡Se iba a morir! Tenía que haber algo que pudiera hacer. Tenía que hacerlo.

El veneno, tal vez podría eliminar el veneno.

Me apoyé contra Shinichi-sama y acerqué mis labios a las heridas en su mejilla. Comencé a chupar la sangre. Podía saborear su fuerte sabor cuando entró en mi boca; Lo escupí, luego tomé otro bocado y también lo escupí.

“Myus…”

Outbreak Company: Moeru Shinryakusha Vol 12 Capítulo 4 Parte 2

 

No respondí. Cuando estuve en el ejército, me enseñaron los conceptos básicos de cómo lidiar con el veneno. Si un veneno sería letal o no era una cuestión de cantidad. Había una dosis letal de cada veneno, una cantidad mínima que tenía que estar presente para hacer su trabajo mortal.

Menos que eso, y no solo no sería efectivo: adecuadamente diluido, algunos venenos  podrían  incluso  tener  aplicaciones  medicinales,  me  habían enseñado. Si pudiera succionar suficiente sangre envenenada, podría bajarla por debajo del umbral letal. Eso era todo lo que podía esperar por ahora.

Y entonces yo… “Myusel”.

Alguien gritaba mi nombre detrás de mí, tomando mis hombros, mientras seguía chupando la herida, escupiendo la sangre, una y otra vez.

“Myusel, has hecho tu parte. Hazte a un lado, por favor.” Fue Cerise-san, quien me alejó de Shinichi-sama. “Esto hará más bien”. Me entregó un tazón. Había un líquido rojo en él, casi como sangre… “Es mi sangre. Debería ayudar a neutralizar el veneno.”

“El veneno no funciona en nosotros porque nuestra sangre neutraliza naturalmente todos los venenos. Y siendo que la  toxina vino  de los hombres lagarto, para empezar…”

No tuve tiempo de escuchar la explicación de Brooke-san. Tomé el tazón de Cerise-san, sorbí la sangre, y luego…

Luego acerqué mis labios a los de Shinichi-sama y lo dejé salir en su boca.

Funciona. Por favor funciona. Shinichi-sama, no mueras. Te lo ruego, no nos dejes.

Ese fue el único pensamiento en mi mente mientras me aferraba a Shinichi- sama. Quizás fueron los efectos del veneno lo que lo hizo comenzar a tener espasmos suaves.

***


 

 

Cuando recobre la conciencia, me encontré en uno de los sofás de la sala. Supongo que solo suficiente veneno se había metido en mi sangre para dormirme en lugar de matarme.

No sabía mucho acerca de los venenos en este mundo, y mucho menos los venenos que provenían de hombres lagarto, pero Myusel había absorbido gran parte de él y Cerise me había dado su sangre con sus cualidades neutralizantes de toxinas, y estas cosas todavía me dejaron sin aliento por un momento.


Había sido algo serio, de acción rápida. Temblé al pensar qué habría pasado si realmente hubiera comido algo de esa comida. Habla sobre tus escapes estrechos.

Miré a mí alrededor cuando las cosas volvieron a enfocarse, y allí estaba mi doncella al lado del sofá, en una postura de disculpa abyecta.

“Um… ¿Myusel?” dije “¿Qué… qué estás haciendo?”

“M-Maestro, yo… yo…” Myusel ni siquiera levantó la vista; ella mantuvo su cara presionada contra el piso. Parecía sentir que no tenía derecho a mirarme. Sabía que estaba tratando de disculparse, pero estaba empezando a sentirme culpable solo de mirarla. “… He hecho… lo más terrible…”

Presumiblemente se refería a todo el asunto de tratar de envenenarnos.

“¿Qué diablos pasó?”, Le pregunté. Parecía ser Myusel, y no un impostor, quien había envenenado la comida y luego trató de apuñalarme.

También me acordé, por confuso que fuera, de que Myusel intentaba sacar el veneno de la herida en mi mejilla y luego me ayudaba a beber la sangre de Cerise. Así que no parecía que acabara de explotar y decidiera asesinarme.

… Er, espera. Ejem. Uh.

También me pareció recordar que había metido la sangre de Cerise en mi boca poniéndola en su boca y luego…

Entonces, eh, ejem, bueno, fue esto… fue algo así como… mi primer be- be-be—

¡¿Queeeeeeeeeeeeee?!

¡¿Lo fue?! ¿Y con Myusel? ¿Realmente nos habíamos…?

Quiero decir, no estaba descontento de que fuera con Myusel; de hecho, eso fue genial, pero… ¡caramba, gracias a ese veneno, apenas podía recordar cómo se había sentido! ¡Eso no fue justo! ¡Y ni siquiera sabía a limón, sabía a sangre! Sí, sangre neutralizante de veneno por la que estaba muy agradecida con Cerise, ¡pero aun así! ¡Quería hacerlo otra vez!

Mientras estaba ocupado mentalmente clamando a algún dios en alguna parte:

“Myusel…” Minori-san se agachó junto a Myusel, que todavía temblaba tanto que podía oír sus dientes parlotear. “Está bien. Sabemos que nunca intentarías matar a Shinichi-kun.”

Eso finalmente hizo que Myusel al menos levantara la cabeza. Tenía los ojos rojos e hinchados por el llanto.

“Sabemos que no eras tú, así que dinos”, dijo Minori-san. “¿Qué pasó?”

“Qué pasó…” Myusel parpadeó sus ojos húmedos e intentó pensar. Finalmente dijo: “J-Justo afuera de la mansión, conocí a una adivina… Dijo que me diría mi futuro usando sus cristales. Ella dijo que mirara los cristales, y luego…”

“Algún tipo de hipnosis, tal vez. ¿O magia de control mental?” Dijo Hikaru- san. Estaba de pie detrás de Minori-san, con los brazos cruzados. “Si existe tal cosa”.

Sí… magia. Magia que te permitiría controlar la mente o el espíritu de alguien. Eso explicaría por qué Myusel, la verdadera, había intentado asesinarme de repente. Lo estaba haciendo en contra de su voluntad; alguien que quería llegar a mí había hecho de Myusel su herramienta.

“Buena pregunta. He visto a Tifu Murottsu, por supuesto, y he visto a personas iniciar incendios con magia, pero nunca he visto ningún tipo de hechizos de control mental. ¿Existe ese tipo de cosas? Ahora que lo pienso, ¿no demuestran los anillos mágicos que hay magia que puede interactuar con el cerebro de una persona?”

“La magia para dominar el corazón o la mente de alguien no se conoce mucho en Eldant…” El comentario vino de Brooke. “Pero he oído que existe una tradición de tal magia en el Reino de Zwelberich. Se dice que lo usan para controlar a sus esclavos semihumanos”.

“Controla a un… semi-humano…”

Ya sabíamos que la discriminación contra los semihumanos era desenfrenada en Zwelberich. Pero una discriminación como esa siempre corría el riesgo de enojar tanto a las personas subyugadas que finalmente se rebelaron. Supongo que Zwelberich usó magia de control mental para evitar que eso suceda. Para esos esclavos, debe haber sido como estar encadenado y atado sin restricciones físicas.

“Así que Zwelberich…”

“Espera,” dijo Minori-san. “No sabemos que están detrás de esto. Este fue un intento de asesinato extremadamente sofisticado. No podemos llegar a conclusiones solo en función de lo que pensamos. Más aún si se trata de política de este mundo. Un movimiento en falso, y esto podría convertirse en un incidente internacional entre Eldant y Zwelberich.” Minori-san tomó a Myusel del brazo y la puso de pie. “Lo primero es lo primero. Vamos al castillo. Si alguien está realmente dispuesto a matarte, Shinichi-kun, si llevan una gran cantidad de tropas, o incendian la mansión, o quién sabe qué, entonces no podré protegerte sola. El castillo es un lugar público bien defendido donde debo asumir que no querrán probar nada si no es necesario”.

“Buena idea. Voy a… iré a prepararme”. Aun teniendo un poco de dificultad para respirar, me obligué a levantarme del sofá.

***

 

 

Así que esa era la historia. Brooke corrió a llamarnos un carruaje tirado por pájaros, en el que subimos y nos dirigimos al castillo. “Nosotros” nos incluimos a mí y a Hikaru-san, así como a Minori-san y Elvia para guardaespaldas.

Myusel también estaba allí; necesitaríamos que ella explicara lo que había sucedido.

Sin mencionar que ahora que el asesinato había fallado, existía la posibilidad de que Myusel fuera atacada, para evitar que le contara a nadie lo que sabía.

“Espero que Brooke y Cerise estén bien”, dije en voz baja. Sentí el carro balancearse suavemente bajo mis pies. En parte porque solo cabían tantas personas en un carruaje, y en parte por la preocupación de que el culpable pudiera regresar a la mansión, habíamos dejado a Brooke y Cerise para vigilar la casa.

“Estarán bien”, dijo Minori-san, quien se sentó a mi lado con su arma lista. Probablemente pensó que nunca se sabe cuándo podría venir el próximo ataque.

A sus pies había una maleta con una ametralladora de 9 mm, bombas de humo y una variedad de otros juguetes. La maleta en sí era a prueba de balas y podía usarse como escudo. Parecía que estaba lista para ir a la guerra.

En cuanto a mí, me senté entre Minori-san y Myusel, con Hikaru-san y Elvia sentadas en el banco frente a nosotros.

“Teniendo en cuenta que nuestro posible asesino usó un veneno que no funciona en los hombres lagarto, no creo que ella haya estado detrás de Brooke o Cerise. Ni siquiera sabía que los amos y los sirvientes comen juntos en nuestra casa, no creo que ella se lo haya imaginado”.

“¿Entonces crees que ella era del Reino de Zwelberich?”

“Incluso en Eldant, no es exactamente normal que todos coman juntos así, ¿verdad?”

“No, no lo es”, confirmó Myusel, sacudiendo la cabeza.

“¿Lo ves? Eso por sí solo no prueba nada. Incluso la magia del control mental: la tecnología cruza las fronteras con bastante facilidad. Y todavía no tenemos ninguna evidencia real”.

“Yo… supongo que tienes razón”.

Tal vez parece obvio decirlo, pero la magia de control mental no dejó ningún rastro físico, por lo que no tuvimos nada que presentar como evidencia.

Myusel había dicho que había estado bajo el control de otra persona, pero tuvimos que aceptar su palabra, junto con la tremenda desviación de su comportamiento normal. Sin embargo, si alguien respondiera que Myusel había decidido matarme por su propia voluntad por alguna razón desconocida, no tendríamos una forma objetiva de refutar el reclamo.

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“Supongo que el culpable tenía una historia en mente”, dijo Minori-san. “Probablemente planeó hacer que pareciera que el sirviente semihumano finalmente se cansó del abuso de su amo y decidió matar a los humanos. Por suerte para nosotros, tuvimos que Elvia olfateó ese veneno.”

Myusel no dijo nada, pero la vi estremecerse. Ella había sido la que hizo la comida envenenada, así que tal vez sintió que eso era un golpe para ella.

“Myusel… está bien. No es tu culpa “, dije. Dudé por un momento y luego, reuniendo valor extra porque era un otaku desagradable cuya cantidad de años sin novia era exactamente igual a la cantidad de años de vida, tomé su mano.

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“Shinichi-sama…” Myusel me miró con los ojos húmedos. Su sonrisa nunca dejaba de alegrarme, pero esta expresión de ojos brumosos, ¿cómo podría no molestarme por esto? Fue muy dulce y sentí que mi corazón latía con fuerza.

Pero, eh, no importa eso…

“¿Supones que esta persona no sabía sobre Elvia?”, Dijo Hikaru-san, con curiosidad.

Pude ver de dónde venía: si nuestro atacante hubiera sabido que había un hombre lobo en la casa, no habrían usado un veneno que su olor pudiera detectar. Parecía que Elvia ni siquiera tenía un sentido del olfato especialmente excepcional para los estándares de los hombres lobo.

“¿Quién, yo?” Elvia parecía casi tan perpleja como Hikaru-san.

“O tal vez juzgaron mal cuán buena es la nariz de un hombre lobo”, dijo Minori-san. Si el culpable fuera alguien con una visión baja de los semihumanos, podría tener sentido subestimar las habilidades semihumanas. “O tal vez es porque Elvia no es oficialmente una sirvienta en nuestro hogar”.

“Ah, ya veo,” dijo Hikaru-san.

Myusel, Brooke y Cerise-san eran, en papel, empleados del estado Eldant, enviados a nuestra casa como sirvientes. Si la asesina había estado buscando registros de empleo mientras planeaba su ataque…

“Eldant no podía exactamente contratar a un ex agente de Bahairaman”, dijo Hikaru-san. “Entonces ella no estaría en el papeleo”.

Habíamos logrado ganar a Elvia a nuestro lado, pero en principio, ella todavía era una espía activa para Bahairam. Llámala agente doble de una especie.

Eso también tuvo beneficios para Eldant, o de todos modos, así fue como se lo expliqué a Petralka y Garius para que lo aceptaran.

El efecto fue que Elvia vivía en nuestra mansión, pero ella no existía en los registros oficiales, más que un perro o un gato callejero que habíamos acogido.

“Bueno, estoy muy contento de que ella estuviera allí”, le dije.

“Aw, me estás haciendo sonrojar”, dijo, riéndose un poco y rascándose la parte trasera de la cabeza con timidez.

“El punto es que el intento de envenenarnos fracasó”, dijo Minori-san. Su voz era plana, casi como si estuviera recitando de memoria. “Entonces el asesino fue tras Shinichi-kun, con la esperanza de sacarlo al menos. Si pudiera hacer eso y luego callar a Myusel de alguna manera, aún podría hacer que pareciera una sirvienta semihumana que había intentado matar al maestro que le molestaba. La criada trata de envenenar al hombre y falla, y sabiendo que no hay escapatoria, ella se lleva con él y todo termina… Estoy seguro de que ese fue el Plan B”.

“Lo que era importante para este criminal era hacer que pareciera un trabajo interno”, dijo Hikaru-san. “Podría haber elegido a Brooke o Cerise para hacerlo, pero eligió a Myusel… ¿Tal vez estaba buscando una historia de amor que salió mal?”

“¿A-Amor-amor…?” ¡Eso fue terriblemente contundente!

“Va más o menos así: Myusel y Shinichi-san son un elemento, pero la diferencia en el estatus social entre ellos significa que nada puede salir de eso. Nunca pueden proclamar públicamente su amor, nunca se casan. Entonces uno o ambos se conforman con un pacto suicida.”

“Pero, ¿por qué iba a hacerlo? ¿Por qué ella?” ¿Quién se beneficia incluso de esa loca historia? Personalmente, pensé que la cosa de sirviente abusado y enloquecido era más que lo suficientemente sensata.

“¿Por qué no le preguntamos a Su Majestad?”, Dijo Hikaru-san.

“¿Qué…?” ¿Petralka? ¿Por qué le preguntaríamos a ella? ¿Esto tenía que ver con todo lo relacionado con Petralka viéndome como hombre? Quiero decir, no es que pensara que lo hizo, pero sí lo hizo, hipotéticamente…

Bien, digamos que Petralka estaba enamorado de Kanou Shinichi. Y digamos que Shinichi y su sirviente eran, bueno, ya sabes…

Y luego di que Myusel, en un ataque de desesperación, los mata a ambos. ¿Entonces qué? ¿Entonces que…?

“Su Majestad se vuelve mucho más receptiva a un matrimonio con el Príncipe Rubert”, concluyó Hikaru-san.

Contuve el aliento. ¿Entonces Zwelberich realmente estaba detrás de esto? Pero incluso todo esto fue solo especulación: no teníamos ninguna prueba.

Lo importante ahora era llegar al castillo y contarles a Petralka y a los demás sobre esto. Independientemente de si Zwelberich estuvo involucrado o no, un VIP del Imperio Eldant había sido objeto de un intento de asesinato, y eso era casi seguro algo que el gobierno necesitaba saber.

Sin embargo, mientras pensaba todo esto…

“Um…” Elvia ladeó la cabeza como si acabara de darse cuenta de algo. “¿Qué pasa, Elvia?”

“Es… ¿Es este el camino correcto?”

“¿Huh?”

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“No voy mucho al castillo. Tal vez me estoy confundiendo, pero ¿no se supone que debemos salir del bosque eventualmente? ”

Eso me hizo mirar por la ventana. Tenía razón: esperaba haber visto la ciudad ahora, pero todo lo que vi fue árboles envueltos por la oscuridad de la tarde. Me levanté de mi asiento para ver mejor…

“¡Ay!”

El carruaje se balanceó violentamente. Todos los demás estaban bien, todavía estaban en sus asientos, pero eso me hizo retroceder, encima de Myusel.

“¡Woopf!” Me sentí atrapado por algo suave.

¿Suave? Eso tenía que ser…

“¡Eep! L-Lo siento…” Me las arreglé, alejándome de ella.

“N-No, está bien…” dijo Myusel, mirando con atención al suelo.

Todavía podía sentir el roce de su pecho contra mi mejilla. Ella no era, ya sabes, enorme, pero no ibas a perderte que había dos colinas suaves allí, y había tenido mi cara presionada contra ellas.

Ohhh… Ahhh…

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Mientras temblaba de emoción, Hikaru-san me miró con una mezcla de asombro y miedo. “Shinichi-san… Ir por el pervertido afortunado incluso en un momento como este… ¡En verdad, eres una fuerza a tener en cuenta…!”

“No iba por nada”, protesté. “¡Fue un accidente! ¡Soy inocente!”

Y yo era inocente, pero eso comenzaba  a parecer cada vez menos importante, porque el carruaje no dejaba de temblar. De hecho, estaba empeorando. Todos miramos a nuestro alrededor buscando algo a lo que agarrarnos para no ser arrojados de nuestros asientos.

“¡¿Q-Qué diablos está pasando?!”, gritó Elvia. Gracias a su cola, pudo mantener el equilibrio incluso con el balanceo y el balanceo del carro, y ahora se acercó a la ventana que miraba desde el compartimento de pasajeros al banco del conductor.

La escuché jadear. “¿Qué pasa?”, Pregunté. “¡No hay conductor!”

“¡¿Eh?!”

¡¿Cómo es posible?! Elvia me ayudó a sostenerme mientras me estiraba para mirar por la ventana. Y tenía razón: el banco del conductor estaba vacío. Además, las enormes aves que normalmente arrastraban nuestro carruaje tranquilamente obviamente se habían vuelto locas.

De ahí todo el temblor. Y además de eso, las riendas habían sido cortadas para que no pudiéramos recuperar fácilmente las aves. Alguien había sido muy minucioso.

Esto estuvo mal. Parecía que las cosas estaban realmente fuera de control. Luego…

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“¡Shinichi-sama! ¡Esto es realmente malo!”

“¡Creo que las cosas ya están bastante mal! ¿Quieres decir que hay algo peor? ”

“¡Nos dirigimos a un acantilado!”

“¡¿Hrk…?!”

Los hombres lobo tienen una excelente visión nocturna, por lo que Elvia pudo ver a dónde íbamos mejor que el resto de nosotros.

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