Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 20

Capítulo 13: Troleo en Línea

 

 

Ya era la mañana siguiente y el sol estaba casi completamente sobre el horizonte. “Miren eso. Tal parece que Mamoru estaba diciendo la verdad,” dije. Llegamos a una

pequeña colina con una excelente vista del terreno circundante, y dimos un vistazo hacia las líneas frontales. Una auténtica horda de dragones estaba avanzando a través del suelo y del aire.


También había unos dragones enormes dentro de ellos.

Parecía ser que el parque de dinosaurios más reciente había vuelto a meter la pata. Para ser honesto, ver a tantos de ellos juntos era malo para el estómago. Inmediatamente comencé a ver las ventajas de un escuadrón dragón. Incluso me hacía querer incrementar el número de dragones dentro de mis fuerzas.

Estaban surgiendo muchos rugidos de dragón y gritos de respuesta de una figura solitaria. Ren, balanceando su espada en solitario contra los dragones—sin siquiera usar habilidades—se veía como el protagonista de su propia historia heroica. Él ciertamente no se veía como el sujeto que había estado convaleciente en la aldea después de colapsar debido a la sobrecarga de estrés.

Eclair también apareció. Ella parecía estar advirtiéndole que no debía exigirse demasiado. Después Fohl y Kiel se abrieron paso, proporcionando apoyo para Ren para asegurarse de que no se excediera. Pero no la estaban pasando muy bien, eso era evidente.

Cuando les pregunté al respecto más tarde, ellos explicaron que algo definitivamente era diferente en comparación a luchar contra monstruos normales.

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En cualquier caso, todos los aldeanos—comenzando por Fohl—estaban recibiendo las bendiciones de Ren y mías, así que podían dar una buena batalla.

La batalla estaba siendo liderada por Fohl, Kiel, los otros aldeanos, y los voluntarios de Siltran.

Esos voluntarios estaban compuestos de algunas razas que tenían que eran diestras en combate. Tanto Ren como Fohl estaban luchando usando solo técnicas y magia, sin ninguna habilidad, esto para ocultar el hecho de que eran héroes. Después de todo, parte del plan era mover al enemigo para dejarlo en una posición favorable para mí.

Yo no estaba en persona en el campo de batalla, así que no sabía dónde estaban luchando Mamoru y su grupo. Me di la vuelta para mirar detrás de las fuerzas enemigas… y ahí estaban.

Una fuerza triple compuesta de humanos, semi-humanos, y teriántropos. Ellos estaban observando todo desarrollarse bajo el pretexto de dar apoyo desde la retaguardia.

Este era un nuevo tipo de enemigo para nosotros. Era una composición que no habíamos visto antes, ni siquiera en batalla con Siltvelt. Se sentía más como el ejército de Melromarc que había luchado con nosotros contra Faubrey.

Incluso a la distancia, era fácil ver la diferencia en tamaño de las dos fuerzas. Nuestros enemigos no veían más que una débil y pequeña nación tratando de resistirse inútilmente.

“Héroe del Escudo,” dijo Ruft. Chick y Raph-chan también dejaron salir ruidos.

“Si, buen punto. Es mejor que nos pongamos en marcha,” estuve de acuerdo. El Escudo Brillante había probado ser más útil de que lo que esperaba. Había llegado a ser el señuelo perfecto, atrayendo a incluso más de mis objetivos de lo que había esperado. Ahora ya teníamos los números suficientes. Era el momento de comenzar el contraataque.

Ruft recitó algo de magia de ilusión, así que igualé mi respiración con la suya y levanté el escudo. Era una oportunidad para usar una habilidad de combo.

“¡Como la fuente de tu poder, yo te lo imploro! ¡Permite que el camino verdadero sea revelado una vez más! ¡Crea una luz para iluminarnos! ¡Iluminación Drifa!”

“¡Habilidad de combo, Escudo de Prisma Lumínico!” grité. Mientras emitía una luz ridículamente brillante, casi divina a causa de su brillantez, arremetimos dentro del escuadrón dragón y las fuerzas detrás de ellos. Una cacofonía de rugidos y gritos nos recibió.

Las fuerzas en la retaguardia también tenían innumerables monstruos salvajes con ellos. Realmente podías encontrar monstruos salvajes en cualquier lugar. Mantuve a Chick corriendo a una velocidad que no la desgastara completamente.

Me adentré en las montañas y usé Reacción de Odio sobre todos los monstruos que encontramos para reunirlos y lancé algunos Escudos Brillantes al azar para asegurarnos de que todos nos vieran.

Incluso usé el Aura Superior sobre cualquier monstruo que parecía que no resistiría mucho, lo cual incrementó su velocidad mientras corríamos.

Me había preguntado qué hacer si los monstruos comenzaban a luchar entre ellos, pero una Reacción de Odio intensa era algo maravilloso. Los monstruos sin una gran inteligencia fijaron sus miradas completamente en mí, sin ninguna señal de que fueran a luchar. El escudo ya tenía propiedades intrínsecas para atraer monstruos, y yo había hecho uso de cada ventaja que tenía.

“¿¡Qué está sucediendo!?”

“¿¡Una horda de monstruos!?”

“¿¡Ese es el Héroe del Escudo!?”

“¡Imposible! ¡Él ya está en batalla con el Héroe del Arco!”

“¿¡Qué está haciendo aquí el Héroe del Escudo!?” El enemigo frente a nosotros tenía mucho para decir acerca de la enorme e improvisaba horda de monstruos que yo había reunido, y sentí grietas de caos comenzando a atravesar la cadena de mando de Piensa.

“MPK… atraer monstruos para acortar la brecha en números. Esta es mi primera vez viendo algo así en acción,” jadeé. MPK era un término de juegos en línea que significaba monstruos matando jugadores.

Era exactamente como sonaba—una forma de troleo que involucraba usar monstruos para matar a otros jugadores.

Era usado en juegos que no tenían permitido matar directamente a otros jugadores como una forma de matar jugadores que no te gustaban. Por supuesto, como una forma de troleo, estrictamente hablando estaba en contra de las reglas. Pero yo ahora mismo no estaba en un juego y por lo tanto veía esto como una táctica legítima.

Si esto era hacer trampa, también lo era criar a un descabellado escuadrón dragón y usarlo para conquistar otras naciones. Este sería un buen castigo para el Héroe del Arco y su idea de la supremacía de los dragones.

El escuadrón dragón que él había criado con tanto esfuerzo y en el que tenía puesta toda su confianza fue derrotado por una incursión realizada por monstruos salvajes. Bueno, tal vez derrotado era ir demasiado lejos. Pero ciertamente le daría un golpe contundente. Era hora de barrer a estos dragones sin entrenamiento a través del lodo.

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“Usted siempre me sorprende, Iwatani-sama,” exclamó Eclair.

“¡Ren, deja de quedarte ahí mirando! ¡Tenemos que recitar la magia antes de que el Héroe del Escudo llegue a sus líneas o todo este esfuerzo será en vano!” le gritó Wyndia a Ren mientras ella sentía que yo me aproximaba, incluso mientras ayudaba con la magia de la retaguardia.

“¡Bien, estoy en ello!” Ren recibió la señal y comenzó a recitar magia. Todos estaban sonriendo ante mi llegada mientras formaban la magia. Ren lideró la recitación de la magia de apoyo.

“¡Yo, el Héroe de la Espada, comando los cielos y la tierra! ¡Corto la forma del universo y la reconecto para expulsar el pus desde el interior! ¡Poder del Rasgo de Dragón! ¡Une mi magia y el poder de los héroes! ¡Como la fuente de tu poder, el Héroe de la Espada te lo ordena! ¡Permite que el camino verdadero sea revelado una vez más! ¡Concédeles poder! ¡Poder Bendito Superior Total X!” La magia que Ren acababa de recitar era diferente del aura que incrementaba todas las estadísticas.

En cambio, solo incrementaba estadísticas específicas como el poder y la velocidad. Yo me especializaba en la sanación y el apoyo, lo cual quería decir que él normalmente no me podía igualar.

Pero por el momento, Ren podía usar magia de apoyo que ofrecía un mayor incremento al poder de ataque que yo. Habiendo recibido los beneficios de su apoyo, el ejército de monstruos que yo estaba arrastrando detrás de mí comenzó a incrementar su velocidad, persiguiéndome de una forma aún más intensa.

Por supuesto, yo tenía desplegado un Escudo de Estrella Fugaz a mi alrededor, así que incluso si cualquiera de los ataques nos alcanzaba a mí y a mi grupo, no iban a poder atravesarlo. Chick dejó salir un graznido, informándome que la magia de Ren también había sido aplicada sobre nosotros.

Ella extendió sus alas y aceleró. Casi nos habíamos transformado en nada más que un rayo de luz que estaba atravesando al escuadrón dragón y el ejército de Piensa. Justo cuando parecía que íbamos a atravesar al enemigo, como una singular vara de electricidad supersónica—

Ruft y las dos Raph-chans activaron su magia de ilusión, y desaparecimos completamente. En ese mismo instante, yo liberé tanto la Reacción de Odio como el Escudo de Prima Lumínico. Para aquellos a nuestro alrededor, debe haberse visto como que nosotros simplemente nos convertimos en luz y desaparecimos.

Una horda de gruñidos frescos se escuchó mientras los monstruos—perdiendo a su objetivo original—rápidamente concentraron su atención en el escuadrón dragón y el ejército de Piensa ubicado a todo su alrededor. Nuestros enemigos rápidamente terminaron sumidos en un completo caos.

“¿Qué está sucediendo? ¡Estos monstruos son demasiado rápidos y fuertes!”

“¡Incluso los dragones no pueden repelerlos!”

“¿Qué están haciendo? ¡Regresen a la formación! ¡Igualen el ataque de Siltran con el apoyo de nuestros dragones!”

“¡La lucha se ha desarrollado demasiado rápido! ¿Necesitamos magia de ataque, sanación, o de apoyo? ¡No tengo idea!”

“¡Idiota! ¡No podemos permitir que los dragones proporcionados por el glorioso héroe sean asesinados de esta forma!” La cadena de mando ya estaba colapsando.

Los gritos de los hombres estaban opacando cualquier intento de restaurar el orden. Con Mamoru y su grupo reteniendo al Héroe del Arco, había solo otra persona que podía darle la vuelta a esta situación.

Mientras el ejército de Piensa seguía colapsando a nuestro alrededor, nosotros corrimos dentro de ellos, todavía ocultos, buscando a aquel a cargo.

Ruft y yo estábamos de acuerdo en que él estaría a cierta distancia de la batalla, pero lo suficientemente cerca para ver lo que estaba sucediendo. Su comandante estaría en la ubicación más segura posible mientras disfrutaba del espectáculo de la guerra.

Todavía tenía la esperanza de que fuera el propio rey de Piensa, pero él probablemente no era tan estúpido.

“¡Mantengan su posición! ¡No caigan ante los cobardes trucos de Siltran! ¡Ellos solo están usando monstruos salvajes! ¿Realmente creen que nuestros invencibles dragones no pueden derrotarlos? ¡Plebeyos! ¡Crean en el glorioso héroe y derroten al ejército de Siltran y sus patéticos trucos!” Un sujeto que se veía como alguna clase de hechicero llamativo estaba gritando frases sin sentido hacia los otros hombres mientras mi tren de monstruos los aplastaba.

Él se veía como el jefe—al menos por ahora. “No puedo creer que el Héroe del Escudo de Siltran, Mamoru, haya usado una táctica como esta… ¡No, debe ser prueba de que finalmente lo hemos acorralado! ¡Esta es su gota final de inútil resistencia! ¡Vamos! ¡Lo conozco, lo conozco!”

“¡Oh! ¡Usted es el mago que derrotó al arrogante rey de Siltran, así que supongo que sabe de lo que habla!” gritó convenientemente un soldado, casi en mi beneficio. ¡Así que ese era el responsable! ¡Este era el traidor que Mamoru había mencionado!

“Que nuestras líneas retrocedan. ¡Permitan al escuadrón dragón luchar con más libertad!” gritó el mago.

“Detente ahí. No voy a dejar que le pongas fin a nuestra diversión tan fácilmente. Más caos, por favor,” dije, agarrando al traidor del hombro y desactivando la invisibilidad. Por supuesto, yo todavía tenía a Ruft y las Raph-chans cambiando mi apariencia a la de Mamoru.

“¡Qué! ¿¡Cómo es posible que estés aquí, Héroe del Escudo!? Tú estás enfrentando al Héroe del Arco incluso mientras hablamos. ¡Estoy seguro de ello!” rugió el mago.

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“¡Tú, de todas las personas, deberías entender que nunca se deben revelar los secretos de un truco!” respondí. Tenía que admitir que era una muy buena frase viniendo de mí. Esperaba que muchas personas la hubiesen escuchado.

“¡Suéltame, charlatán! ¡Tu diminuta nación será aplastada el día de hoy!” rugió el mago.

“¡Quita tus manos de nuestro estratega!” gritó un soldado, acercándose junto a otros subordinados para proteger a su líder. Al mismo tiempo se escuchó un rugido gutural proveniente de lo que parecía ser un guardaespaldas dragón que el líder había mantenido atrás para su protección.

Por supuesto, ellos creían que yo era Mamoru—y por lo tanto era capaz de atacar por mi cuenta—y obviamente no habían subestimado totalmente lo que podría pasar durante la batalla.

Si yo activaba una vez más el Escudo de Estrella Fugaz, apartaría de mí al mago y él escaparía. Eso parecía dejarme con una sola opción: recibir de lleno todos los ataques y causar algo de daño usando contraataques.

“¡Escudo de Ataque Aéreo! ¡Segundo Escudo! ¡Tercer Escudo! ¡Encadenar Escudos!” Desplegué mis escudos y luego los transformé, recibiendo toda la magia y las flechas volando hacia nosotros.

Los atacantes en camino pasaron entre mis escudos, entrando para atacarme. Además, comencé a sentir un poco de dolor—no más que un cosquilleo, pero definitivamente había contacto.

El escudo ejerció una repuesta sólida y el contraataque fue activado. Yo tenía equipado el Escudo de la Coraza de la Tortuga Espiritual, y los contraataques arrebatar magia C y disparo de gravedad C rápidamente atacaron a todos aquellos que me habían dañado. Mis tácticas fueron recibidas por gritos placenteros de los atacantes y gritos acerca de su poder mágico siendo drenado.

“¡También tengo algo adicional para ustedes! ¡Tomen esto!” Lancé los globos serpiente fortalecidos que me habían estado mordiendo. Era solo otro momento de diversión que había estado preparando.

“¿Qué es esto? ¿¡Globos serpiente!? ¡Auuu, eso duele! ¡Ya basta!” El caos se incrementó, y me deleité de escuchar sus gritos y llantos. Dicho eso, era una molestia que no pudiera causar ninguna herida incapacitante. Usar estos métodos solo me recordaban la primera vez que tuve que recurrir a tales tácticas, y honestamente no me gustaba cómo se sentía.


“¡Héroe del Escudo!” Ruft todavía estaba usando su magia de ilusión. Él se dividió en múltiples copias, y después le arrebató un hacha a uno de los enemigos para finalmente golpearlo con una fuerza considerable.

Él tenía un estilo de lucha muy parecido al de Raphtalia y usando unos ataques poderosos. En su forma de teriántropo, él además se veía muy musculoso mientras lo hacía. Estaba comenzando a sentir que Raphtalia era el personaje táctico mientras que Ruftmila era el poderoso.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan.

“¡Dafu!” dijo Raph-chan II. Las dos linduras también estaban trabajando juntas para mandar a volar a los soldados de Piensa. Raph-chan II estaba balanceando su Lanza de la Bestia como su arma.

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Ella recientemente parecía estar tomándole cariño.

Mientras tanto, con un poderoso relincho, Chick mandó a volar a los soldados de Piensa arremetiendo con una poderosa patada.

Ella estaba pretendiendo ser un caballo en este momento y por lo tanto probablemente había decidido que lo mejor era no usar los graznidos de un ave.

Melty me había dicho que Chick era muy diferente a Filo en cuanto a que ella era una filorial bastante lista. No estaba seguro de ver demasiado de eso en cómo se comportaba generalmente, pero al ser una filorial, supongo que ella al menos era buena usando su voz. Su relincho era muy convincente.

El guardaespaldas dragón soltó otro rugido mientras se acercaba, balanceando sus brazos mientras apuntaba hacia mí. Fuego negro salió desde el escudo frontal, y entonces la Dragona Demonio apareció por su cuenta en mi campo de visión.

“Miren esto,” dijo la Dragona Demonio, con su voz resonando dentro de mi cabeza. “¡Un dragón que tiene el valor de atacarnos!” ¡Este era un nuevo truco! Pensé que todo lo que ella podía hacer era proporcionar apoyo para la recitación de la magia. “Soy una copia de mi personalidad original. ¡Es una de mis mejores cualidades!” dijo la Dragona Demonio, y su voz se desvaneció. No me gustaba para nada esto. ¡Estaba comenzando a sentirse como si ella en realidad hubiera integrado su mente dentro de la mía!

Incluso mientras el dragón entrecerraba sus pequeños y brillantes ojos y se preparaba para golpearme, repentinamente retrocedió soltando con un gruñido. Había una mirada de terror apareciendo en sus rasgos de lagarto. Parecía haber sentido la presencia de la Dragona Demonio en mi interior.

“No permitiremos que se recuperen así de fácil. ¡Más caos! ¡Eso es lo que la batalla necesita!” grité. No queríamos una victoria absoluta, pero necesitábamos romper la voluntad de luchar de los soldados de Piensa. No quería que esto se convirtiera en una guerra sin cuartel mientras nosotros todavía estábamos por aquí.

“Basura, tú no eres Mamoru—” gritó el mago.


“Todavía no es hora de llegar a eso,” respondí, cubriendo su boca y tomándolo como rehén. No le había tomado tanto tiempo descubrirlo, pero todavía tenía sentido para mí actuar como el doble de Mamoru.

El propio Mamoru me daba la impresión de que era bastante serio en su día a día, pero de una forma diferente a Kizuna. Aparte de eso, la verdad no sabía mucho acerca de él.

Eso me dificultaba mucho realizar una actuación convincente. A partir de la forma en que el mago estaba reaccionando a todo lo que yo había hecho, él no parecía ser del tipo que usaba estas tácticas. Dicho eso, yo había usado habilidades—algo a lo que solo los héroes tenían acceso—y por lo tanto podía ver que nuestros enemigos estaban realmente confundidos.

“¡Cobarde! ¿¡Acaso esto es algo que haría el Héroe del Escudo!?”

“¡Eres un bárbaro! ¡Ningún héroe de verdad actuaría de esta forma! ¡Ensucias el campo de batalla con tu cobardía!” A la infantería a mi alrededor no le gustaba este giro de los eventos, pero yo solo me burlé.

¡Ellos podían invadir solo para cumplir sus propias ambiciones, pero lo que yo estaba haciendo era una cobardía! Hablando de un doble estándar—especialmente cuando habían estado felices de que el escuadrón dragón hiciera todo el trabajo. Pero cuando me gritaban cosas como demonio, sentía que era preferible responder en mi época.

“Creo que ya hemos terminado aquí. Este sujeto parece ser el comandante, así que será una buena ofrenda. ¡Ruft! ¡Raph-chan I y II!” grité.

“¡Bien!” Ruft golpeó el mango de su hacha robada en el abdomen del traidor, causando que dejara salir un gruñido de dolor y colapsara.

Estaba impresionado de lo bien que se movía Ruft. Aún no había pasado mucho desde que él llegó a la aldea, y no lo recordaba diciendo que había estado en combate cuando estaba en Q’ten Lo. Él estaba creciendo tan rápido como Raphtalia y estaba probando ser increíble a la hora de adaptarse.

“¡Estratega-sama!” gritó uno de los enemigos.

“¡No dejen que escapen!” intervino otro. “El maestro escogería la muerte antes que regresar a Siltran. ¡Debemos honrar esa lealtad!” Preocupados de que nuestro prisionero fuera secuestrado vivo y soltara todos sus secretos, los hombres parecían haber decidido solo asesinarnos a todos. No estaba seguro de si esa en realidad era una movida inteligente o no.

“No en mi presencia.” S’yne apareció en ese instante, con sus tijeras listas y desplegando hilos a todo nuestro alrededor, restringiendo a los soldados más cercanos.

“¡Ahora también ha aparecido el Héroe del Conjunto de Costura de otro mundo!” exclamó un soldado.

“¡Es el Héroe del Escudo! ¡Tenemos que informárselo al Héroe del Arco de inmediato!” gritó otro.

“¿Creen que llegará a tiempo?” pregunté mientras S’yne envolvía al traidor en sus hilos para facilitar su transporte. Parecía ser un buen momento para retirarnos.

“¡En  marcha!”  Montando  a  Chick,  rápidamente  efectuamos  la  retirada.  “¡Ahora! ¡Comiencen la siguiente fase!” ordené. Ruft lanzó la magia que serviría como señal. Tan pronto como lo hizo, una ráfaga de habilidades—una auténtica explosión—estalló desde las líneas frontales.

“¡Espada del Dragón del Vacío! ¡Espada Cometa X! ¡Cien Espadas X!” Ren lanzó una habilidad imbuida que le dio a la hoja de su espada un matiz púrpura oscuro y después siguió eso con otras dos habilidades. Él hizo llover innumerables hojas sobre sus enemigos.

Claramente era un ataque diseñado específicamente para dañar dragones, y los resultados eran realmente devastadores.

El escuadrón dragón estalló en rugidos de dolor mientras sus miembros eran cortados uno tras otro. “Entiendo que ustedes no tienen la culpa. Todo es culpa de las personas de este mundo… quienes los involucraron en este terrible conflicto en primer lugar. ¡Pero yo lucharé por aquellos que debo proteger!” Por un instante Ren se escuchó como un verdadero héroe. Me pregunto si él estaba siendo influenciado por la situación.

“¡Para protegerlos a todos! ¡Atla, concédeme tu fuerza!” Fohl comenzó a liberar su propia ráfaga de habilidades, golpeando a dragones enormes uno tras otro. “¡Puñetazo del Dragón del Vacío X! ¡Arremetida de Ataque Aéreo V! ¡Segunda Arremetida V! ¡Tercera Arremetida V! ¡Patada de Luna Llena V! Y también… ¡Golpe Corporal Rompe Rocas V!” Primero, él arremetió como si fuera un dragón, empujando su puño hacia la garganta de la bestia.

Mientras se echaba hacia atrás, él usó esa abertura para golpear su estómago expuesto; esto fluyó como una sucesión de rápidos golpes. Después de que Fohl liberó cuatro poderosas patadas, el dragón se recuperó y avanzó para tratar de golpearlo

. Fohl procedió a tomar a la bestia, levantándola en el aire y usando su trayectoria descendente para liberar un puñetazo definitivo hacia el suelo.

El choque del dragón con el suelo se sincronizó perfectamente con su golpe final, derrotando al enorme dragón con un impacto devastador. Lo había escuchado pedirle ayuda a Atla, pero yo estaba bastante seguro de que eso no tuvo nada que ver con su combinación. De hecho, ella probablemente lo habría regañado sobre todo lo que él había hecho mal.

La gema de mi escudo estaba brillando prácticamente de la misma forma en que lo hacía cuando se burlaba de Raphtalia. Eso lo dejaba claro. Atla seguía siendo tan exigente con Fohl como lo había sido en vida. A decir verdad, estaba feliz de que él no pudiera escucharla. Fohl estaba luchando como un monstruo ahí—un monstruo lleno de vida.

“¡Fohl, eso fue tan genial! ¡Nosotros también debemos mostrar lo que podemos hacer!” dijo Kiel, acompañada de los otros aldeanos. Ella estaba corriendo y ladrando en modo cachorra, manteniendo la atención de los monstruos que yo había traído conmigo enfocada en el ejército de Piensa.

Un perro corriendo a través del campo de batalla… parecía algo sacado de una película de Spielberg. Pero el perro en cuestión era un árbol de dinero amante de las crepas con un gusto cuestionable en cuanto a vestimenta. Todos los dragones y monstruos parecían haber decidido que Kiel sería presa fácil y arremetieron hacia ella.

“¡Un perro! ¡Un perro!” exclamó de la sorpresa uno de los soldados. “¡No podemos dejar que un perro nos derrote!” dijo otro.

“Creen que pueden vencerme, ¿no?” ladró en respuesta Kiel. “¡Lo siento, pero ustedes son demasiado lentos para atraparme!” Sin importar lo que fuera Kiel, los otros aldeanos y yo la habíamos entrenado.

Ella esquivó fácilmente los ataques enemigos y después pasó a través de las piernas del ejército de Piensa, de un lado a otro.

Cuando un enemigo todavía la perseguía, Kiel hábilmente lo apartaba de una patada. Con un aullido, un hombre lobo voló hacia atrás y se estrelló con sus aliados.

“¡Ese no es un perro callejero cualquiera!”

“¡Adiós!” Con más ladridos, Kiel se fue corriendo. Estaba impresionado. Kiel siempre se mantenía tranquila, sin importar lo tensa que fuera la situación. Esa definitivamente era una de sus fortalezas.

“¿Qué está pasando? Ellos están usando las mismas técnicas extrañas… ¡las mismas habilidades que nuestro glorioso héroe!” gritó un soldado.

“No me digan… ¿este es el héroe de arma sagrada que vino de otro mundo y su grupo de lacayos? ¿¡Pero por qué están trabajando con el Héroe del Escudo!?” exclamó otro. Estaba complacido con todo el caos esparcido a través del campo de batalla.

“He escuchado que el Héroe del Conjunto de Costura está cooperando con ellos,” dijo alguien con apariencia de general mientras yo pasaba a su lado, todavía oculto.

“¡Los Cobardes Héroe del Escudo y Héroe del Látigo! ¿¡Esto significa que pueden invocar héroes de otros mundos!?” gritó otro. Mientras seguía mi camino, me pregunté por qué el carisma de Mamoru y la autoridad del Héroe del Escudo no parecían funcionar sobre estos sujetos. Supongo que podíamos atribuírselo a la guerra.

“¡Todos! ¡Contendremos al enemigo aquí! ¡Melty, Wyndia, conmigo!” dijo Imiya, tomando el liderazgo. Las otras chicas gritaron en respuesta mientras todas comenzaban a recitar magia cooperativa. “¡Tierra despojada del caos de la guerra! ¡Flujo del Rasgo de Dragón atrapado dentro de este mar de conflicto! ¡Te pedimos que escupas esa sangre repugnante y contaminada! ¡Rasgo de Dragón! ¡Escucha nuestra petición y concédela! ¡Como la fuente de tu poder, yo te lo imploro! ¡Permite que el camino verdadero sea revelado una vez más! ¡Abre un camino ante nosotros! ¡Magia Cooperativa! ¡Grieta Continental!”

Con un considerable sonido de ruptura, el suelo entre las fuerzas de Siltran y el escuadrón dragón se dividió, separando visiblemente la derecha de la izquierda. De regreso con sus graznidos de ave, Chick—conmigo y todos los demás de mi pequeño grupo todavía sobre ella—saltó hacia el aire y cruzó hacia el lado seguro de la nueva zanja. Los monstruos que dejamos atrás, aquellos incapaces de volar por sí mismos, se dieron la vuelta y se concentraron completamente en las fuerzas de Piensa, incluyendo a los dragones.

Enfrentados contra este inesperado asalto de mi horda de monstruos, nuestra magia de apoyo, mi captura de su comandante, y la aparición de héroes de otro mundo, el ejército de Piensa fue completamente abrumado.

Su estructura de mando fue destruida en pedazos y fueron forzados a retirarse. Incluso los dragones parecían entender que estaban en desventaja. Aquellos que permanecieron en el campo de batalla se esparcieron para luego irse.

“¡Hola! ¡Nii-chan y los demás!” Kiel corrió hacia mí. “¡Bienvenidos! ¡Estuvieron increíbles ahí afuera!”

“Creo que lo hice bien. Espero que ahora entiendas que hay más de una forma de ganar una batalla,” le dije.

“¡Sip, ya lo veo! Pero ¿quién es ese sujeto?” dijo Kiel, mirando hacia el mago, quien todavía estaba bruscamente atado. En ese mismo momento, Ren y los demás también comenzaron a acercarse, manteniendo la vista en las fuerzas de Piensa mientras lo hacían.

“Es un mago que parecía estar a cargo y que aparentemente es originario de Siltran. Pensé que podría ser una buena ofrenda para nuestros anfitriones,” expliqué, bastante complacido conmigo mismo. Kiel y todos los demás se veían impresionados. Si me permiten decirlo, esto había terminado muy bien.

“Naofumi, creo que nos excedimos un poco,” comentó Melty. Me di la vuelta para mirar hacia las fuerzas de Piensa, observándolas huir mientras apenas lograban defenderse de los monstruos que yo había liberado sobre ellos.

Habían sido más que solo un gran grupo de debiluchos, pero no estaba seguro de cómo sentirme acerca de nuestras acciones. Supongo que debía atribuírselo a la estrategia.

No parecían haber sufrido demasiadas bajas aparte de los dragones, y no había nada de malo con reducir los números de los monstruos salvajes.

“Todo es parte de la estrategia,” reflexioné, mirando hacia la muy profunda zanja que había sido creada. Las guerras en estos mundos paralelos eran realmente descabelladas. Me pregunto si existía algún combate en el Japón moderno que involucraba cambiar el terreno a tal escala.

Cavar trincheras, trampas usando bombas, y ese tipo de cosas eran posibles, pero probablemente nada en esta escala. “Bueno, eso le pone fin a la batalla por ahora. El ejército de Piensa ha sido derrotado. Dudo que se les pase por la cabeza volver a atacarnos en un futuro cercano,” comenté. “Melty, ya sabes qué hacer.”

“¡Estoy en ello! ¡Aprovecharemos este giro de los eventos de inmediato y esparciremos la palabra alrededor del mundo acerca de cómo monstruos y nuevos colaboradores se apresuraron para ayudar a Siltran y obligar a la retirada del ejército de Piensa y su escuadrón dragón!” dijo Melty.

Esta clase de batalla no era ganada en las líneas frontales. Estábamos enfrentando a la clase de enemigo que inventaría excusas fácilmente acerca de cómo las tácticas de enemigos cobardes llevaron a su derrota, convirtiéndonos en la personificación

del mal y poniendo al mundo en nuestra contra. En ese caso, necesitábamos golpear primero y usar el rumor a nuestro favor. “¡Cualquier rumor que podamos esparcir ahora solo nos puede ayudar! ¡La batalla real—la batalla de la información—solo comienza una vez que la lucha se ha ganado!”

“La ayudaré en ezto,” dijo la Sombra, dispuesto a ayudar. Todo esto debería obstaculizar cualquier plan de Piensa para ir a la guerra por el momento. Ellos no estarían invadiendo el Santuario en un futuro cercano. Tampoco sabía si ellos alguna vez habían logrado o no esa hazaña en la historia oficial.

“Naofumi, estaba pensando que tal vez tú acabas de sembrar las semillas de todo ese asunto del Demonio del Escudo en el futuro,” dijo Melty. Ese comentario fue como un cuchillo clavado en mi corazón—como si yo fuera el responsable de todas las penurias que sufrí relacionadas con el nombre del Héroe del Escudo. “Para mí atraer una horda de monstruos para derrotar a una fuerza enemiga suena a algo que haría un Rey Demonio del Escudo.”

Melty decidió seguir con el asunto, tal vez sintiendo que yo no estaba disfrutando la situación en lo absoluto. Sin embargo, hace mucho tiempo que habían dejado de importarme esos nombres. Si ellos querían un Rey Demonio, yo les daría al verdadero rey de la maldad.

“¿Viste los rostros aterrados de esos debiluchos mientras huían de mí?” reí. “¿No fue algo maravilloso?” terminé elegantemente.

“No puedo esperar la próxima vez,” dijo Melty. Ella sabía que yo estaba bromeando y me siguió el juego. Era genial tener aliados que entendían mi sentido del humor.

“¿Qué hay de Mamoru y Raphtalia? ¿Cómo les fue?” pregunté, mirando en la dirección que Mamoru y su grupo habían tomado. Ellos estaban dentro del bosque, a cierta distancia del campo de batalla. Podía ver algo de humo saliendo de entre los árboles. Eso era preocupante.

Por lo tanto, nos dirigimos inmediatamente en la dirección del humo.

***

 

 

Para el momento en que nos acercamos al lugar desde donde estaba saliendo el humo, el bosque estaba tranquilo—vez debido a que la batalla había terminado. Llegamos a la escena para encontrar pedazos sacados del suelo que hablaban de la batalla que había ocurrido aquí.

“¡Naofumi-sama!” Raphtalia se dio cuenta de nuestra llegada y se acercó, acompañada de Mamoru y los demás. No parecía que el Héroe del Arco siguiera en los alrededores.

“¿Cómo les fue aquí?” pregunté.

“Todo bien. Su Héroe del Arco estuvo desconcertado al escuchar que el Héroe del Escudo estaba en el campo de batalla cuando Mamoru estaba justo aquí,” reportó Raphtalia. Parecía que nuestra incursión había sido un éxito.

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“¿Y? ¿Cómo era el Héroe del Arco? ¿Parecido a Itsuki?” pregunté.

“Bueno, él nos escuchó, y parecía que podría cooperar con nosotros dependiendo de las circunstancias. Pero también habló de priorizar sus propios objetivos,” respondió Raphtalia.

“Eso creí. Típico del Héroe del Arco,” respondí.

“Él era como solía ser el Héroe de la Espada, pero tal vez con una perspectiva un poco más amplia de las cosas. No creo que encaje bien con nosotros,” explicó Raphtalia. Entonces era otro héroe con una personalidad molesta.

“A diferencia de los integrantes de la Vanguardia de las Olas, él daba la impresión de tomarse el papel de héroe bastante en serio. Luchaba en buena sincronización con sus aliados, lo cual me hizo pensar que sería difícil abrumarlo a través de la fuerza bruta.” Él era uno de los cuatro héroes sagrados, y además uno competente. Desearía que Mamoru pudiera convencerlo.

“Mamoru trató de negociar con él,” continuó Raphtalia, casi leyendo mis pensamientos, “pero hay algo en todo esto… algo detrás de esto que no estamos viendo.” Había algo asechando que incluso Raphtalia podía ver. Había varias posibilidades, así que aún no podía asumir nada.

Pero si ellos iban a seguir usando testarudamente la guerra para obtener lo que querían, solo podíamos responder de la misma forma. Ya que los habíamos encontrado primero aquí, eso dejaba la justicia de nuestro lado. Ahora solo teníamos que golpear primero antes de que ellos tuvieran el tiempo para regresar con cualquier queja.

Esta clase de guerra de información era una especialidad de Basura y otros a su nivel. Melty y Ruft lo habían absorbido tan profundamente al pasar tiempo al lado del rey que yo casi estaba preocupado de lo que ellos podrían hacer en el futuro.

“Él comenzó a sudar frío cuando vio mi rostro,” agregó Raphtalia.

“¿Le mostraste tu piedra de sakura del destino mata héroes?” dije burlonamente.

“Sabía que iba a hacer un comentario de esto, pero sí… para evitar que descubrieran que yo estaba usando un arma vasalla, usé la katana de piedra de sakura del destino desde el comienzo de la batalla,” dijo ella con un suspiro. “Ellos parecían saber que los ponía en desventaja.” Entonces ellos sabían que estaban en desventaja contra enemigos de Q’ten Lo. Eso era algo que valía la pena preguntarle a Mamoru. “Cuando escucharon que usted y los demás habían derrotado al ejército de Piensa, Naofumi-sama, se retiraron inmediatamente. Pero el Héroe del Arco pareció mostrar algo de preocupación por Mamoru antes de su partida.”

“Preocupación por él, ¿eh?” dije. Parecía que esto tampoco era exactamente lo que quería el Héroe del Arco. Tal vez él era un héroe que ya se había graduado del curso de haré lo que quiera y como quiera. Tenía que haber alguna razón por la que todavía se interponía en nuestro camino. Estábamos en el pasado, y los héroes todavía estaban luchando entre sí. Qué molestia. “Sea cual sea la razón, las cosas resultaron prácticamente como lo habíamos planeado,” concluí.

Poner fin a su incursión sin matar al Héroe del Arco era una victoria para nosotros. Podríamos tener que volver a luchar contra él en el futuro, pero esto era más que suficiente por ahora—incluso si yo aún no podía sacudirme la sensación de que estaba encaminando las futuras relaciones antagónicas entre los Héroes del Escudo y del Arco.

Me pregunto si él en realidad solo había querido ayudarnos. En ese momento Mamoru terminó de hablar con sus aliados y se acercó a nosotros.

“Todo salió como estaba planeado, Naofumi. Gracias por encargarte del Héroe del Arco. Tal parece que no nos estarán molestando de nuevo por un tiempo,” dijo Mamoru.

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“No es como si entendiéramos lo que las personas de ese lado están pensando,” dije. “Ah, Mamoru, te traje un pequeño regalo.” Le conté que yo había capturado al estratega mandón de las fuerzas enemigas. Él aparentemente había sido parte de Siltran. Los traidores tenían que recibir un castigo adecuado. En ese momento, él estaba atado en el campamento principal de Siltran. Incluso si Piensa iniciaba gestiones para recuperarlo, no parecía haber ninguna razón para escucharlos. “Puedes hacer que escupa todo lo que sabe, y entonces… bueno, que literalmente escupa sus entrañas, si es que así lo quieres,” le dije.

“Naofumi-sama, ahora mismo tiene una sonrisa realmente siniestra en su rostro,” dijo Raphtalia.

“Claro que sí. La traición debe recibir lo que se merece. En cualquier caso, nuestro objetivo es hacer que ni siquiera piensen en volver a atacar por el tiempo que nosotros estemos aquí,” respondí.

“Si, por supuesto. Muchas gracias por toda tu ayuda. Pareces ser muy capaz en este tipo de cosas—me hace pensar que el futuro debe ser un lugar difícil,” dijo Mamoru.

“En ocasiones es así,” respondí. Yo era el Héroe del Escudo que había sido inculpado tan pronto como fue invocado, echado a la calle sin aliados ni dinero, y que ni siquiera podía atacar por sí mismo. Al menos Mamoru tenía algunas formas de atacar; él no podría entender por lo que yo había pasado. Yo no estaría aquí si no fuera bastante fuerte. Ahora se necesitaría más que ser enviado al pasado para hacer que me queje.

“Esto significa que has protegido mi aburrido tema de investigación. Mantener el orden no es nada fácil,” dijo Holn.

“Mi aldea es más que solo un tema para tu investigación,” destaqué.

“Has sido de gran ayuda, Naofumi,” intervino R’yne. “Es bastante raro para nosotros realizar un ataque y recibir tan poco daño. ¡Solo escuchar acerca de cómo arremetiste hacia el enemigo con una horda de monstruos hace que sienta un cosquilleo ahí abajo! Estoy sorprendida de que eso haya funcionado contra un grupo de dragones. Mamoru también es el Héroe del Escudo. ¿Tal vez él debería tratar de copiarlo? Oye, ¿Mamoru? ¿Estás escuchando?”

Ella era tan animada y casual como siempre. Realmente le gustaba hablar. Desearía que aprendiera un poco de S’yne—pero ya tenía mis sospechas de que S’yne en realidad también era una persona habladora.

Su hermana definitivamente lo era. Me pregunto si un rasgo como ese podía pasarse a las siguientes generaciones. Era algo escalofriante. Y el rostro de Mamoru se veía tenso.

Cuando reflexionaba acerca de la situación, parecía ser que alguien que bien podría ser un ancestro de Raphtalia también estaba provocando problemas para los héroes en esta época. De pronto estaba nervioso de encontrarme con esa persona. Si terminábamos en una batalla, al menos teníamos las armas de piedra de sakura del destino para defendernos. La fuerza bruta no iba a funcionar contra nosotros.

“Bien. Es hora de regresar. Podemos tener reuniones o lo que sea más tarde. Melty y Ruft pueden encargarse de eso,” dije.

“¿Por qué te vas? Tenemos que reportar nuestros daños y después efectuar una celebración por esta victoria,” dijo Mamoru. Él todavía parecía estar lleno de energía.

“Oigan, chicos… He estado despierto toda la noche preparando este ataque. Ya me está dando sueño. El sol ya está saliendo, por lo que cualquier tipo de celebración es mejor hacerla cuando anochezca,” dije. Seguro, yo podía quedarme despierto por bastante tiempo, y la protección del escudo podía ayudarme a seguir.

Pero mi cansancio se estaba acumulando. Necesitaba dormir un rato. “Además, he estado preparando todo tipo de platillos para ustedes. Espérenlo con ansias,” le dije.

Su castillo estaba un poco pobre en cuanto a provisiones, pero Holn había modificado más de las bioplantas y nuestra falta de comida se alivió como resultado.

La aldea estaba bien, pero todos comían tanto que estaba comenzando a preocuparme acerca de nuestra capacidad de producción. Dicho eso, fracasar en efectuar un gran banquete después de una importante operación como esta dañaría significativamente la moral.

Mamoru miró hacia mí y después hacia Raphtalia.


“Así es como hemos hecho las cosas hasta ahora,” le dije.

“Entiendo. Nosotros nos encargaremos de la limpieza y el manejo de todos los detalles aquí,” respondió Mamoru.

“Nos vemos más tarde.” Y así, nosotros nos retiramos. Kiel y los demás aldeanos habían logrado dormir un poco mientras nosotros nos estábamos preparando para la batalla, así que se quedaron para ayudar.

Los restos de los monstruos que yo había guiado hacia la batalla y los dragones fueron levantados, procesados como fuera necesario, y llevados a la aldea.

Una vez que terminé mi siesta, salí para encontrar una auténtica pila de monstruos y no estuve seguro de qué hacer con ella. Después puse a trabajar a los cocineros que no habían participado en la batalla.

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