Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: Problemas En La Ciudad Santa

Parte 2

Yu Kirino

“Yu. Acércate a mi presencia…”

Con esa llamada, dos pilares de luz, uno negro y otro blanco, aparecieron frente al Señor Demonio. Cuando los pilares se fusionaron en uno, apareció una mujer, vestida con una bata de laboratorio. La mayoría la habría llamado hermosa. Largo cabello lacio y negro y una figura de reloj de arena. Para muchos, ella tenía la apariencia femenina ideal.

“A sus órdenes, señor secretario”.

El Señor Demonio sintió una sensación de nostalgia. El título oficial de Hakuto Kunai en el Imperio había sido el Secretario de Gestión de la Felicidad Ciudadana. Él respondió con una actitud que se convirtió en ese título, mientras lentamente y con cuidado, medía a su asesor.

“Si. Gracias por venir…”

“A sus órdenes, señor secretario, iría a cualquier parte… ¿Estamos en la próxima arena?”

Mirando a su alrededor el  paisaje desconocido, Yu parecía un poco confundido. Había un aura extraña de delicadeza cuando la mujer helada mostró esa expresión, pero los nervios del Señor Demonio estaban a punto de estallar.

(Ella está hablando… sola)

Ver a un personaje que había creado moviéndose y hablando frente a sus propios ojos evocaba una poderosa emoción dentro del Señor Demonio, pero no tenía tiempo para mirar asombrado por el momento. Mientras consideraba cuánto decirle, se dio cuenta:

(En cualquier caso… Ella está locamente buena…)

Yu había ganado popularidad fanática de la comunidad de jugadores masoquistas. Ahora, el Señor Demonio estaba empezando a entender de dónde venían. Vale la pena señalar que Yu y Shizuka también fueron extremadamente populares entre las jugadoras. Imaginó que los personajes femeninos fuertes deben haber sido atractivos tanto para las mujeres como para los hombres.

“Ahora, por dónde empezar… En primer lugar, no estamos en el Imperio. Ni en ninguna de las otras naciones, para el caso…”

Cuidadosamente, el Señor Demonio formó sus palabras mientras observaba a Yu. Estaba seguro de que ninguno de sus asesores hubiera pensado que el Imperio y el mundo en el que residía se encontraban dentro del mundo digital de un videojuego. Ciertamente, no dudaron de que vivían en la Tierra y en el mundo real. Obviamente, no habrían creído al Señor Demonio si les hubiera dicho que su mundo fue creado por alguien… él.

Aun eligiendo cuidadosamente sus palabras, el Señor Demonio explicó lo que le había sucedido hasta ahora. Apareciendo en el Gran Bosque de repente. Ser atacado por una criatura demoníaca.

El hecho de que un ángel caído parecía estar relacionado con la causa de todo. Que se dirigían a la Ciudad Santa ahora… No importa cuán elocuentemente eligiera las palabras para describirlas, estos eventos apenas parecían plausibles. Pero Yu mantuvo una expresión seria mientras colgaba de cada palabra del Señor Demonio, pensando profundamente aquí y allá.

“Parece un ataque de transporte forzado, pero… Sí, el paisaje que nos rodea parece diferente al de nuestro mundo”.

“Me alegra que te estés entendiendo rápidamente. En cuanto a nuestros objetivos en el futuro… ”

Explicó sus intenciones de mirar al Ángel Ember, y que sus poderes se desbloquearán a medida que recolecte más SP. Después de escuchar todo esto, Yu contempló por un momento con su mano en la barbilla, pero pronto le dio su evaluación.

“No importa cómo terminemos aquí, señor secretario, creo que el Castillo de Sleepless será una necesidad…”

“… Hm”.

Dio una respuesta vaga, pero en verdad, el Señor Demonio no creía que fuera necesario tanto. Ya podrían vivir fácilmente en la base, o quedarse en posadas cuando están en las ciudades.

Construir una fortaleza gigante y contemporánea en este mundo de fantasía indudablemente conduciría a personas que lo llaman el Castillo del Señor Demonio. Estaba pensando en construirlo antes, pero lo había pensado mejor desde entonces.

(Eso es solo preparar a algún héroe para que me mate…)

Por supuesto, no tenía intención de dejar que dicho héroe lo matara, incluso en tal caso. Ya se había ocupado de una Doncella Santa con una feroz sesión de nalgadas, después de todo. Incluso si alguien como el

Héroe de Tal y Tal, o Tal y Tal de la Luz lo hubiera desafiado, solo podía imaginar que el resultado final sería el mismo que cuando Luna lo había atacado.

“Qué fatal que hayamos terminado aquí, señor secretario”.

“Sí… creo que también fue muy fatídico”.

“… me alegra que esté de acuerdo, señor”.

Cuando Yu le mostró una sonrisa hechizante, el corazón del Señor Demonio dio un vuelco.

(¡Esta chica es una cazadora de zorros plateados!)

Teniendo en cuenta que también era popular entre otras mujeres, “femme fatale” podría haber sido más precisa.

“Ahora está claro lo que debemos hacer en esta tierra extraña, señor”.

“Tenemos un largo camino por delante. Vamos a dar un paso a la vez”.

El Señor Demonio le respondió con la misma seriedad, solo porque no tenía idea de qué estaba hablando. Él había dado a entender que quería que ella diera el primer paso para explicarle lo que ella significaba para él, pero la sonrisa de Yu solo se hizo más amplia.

“Señor Secretario, no ha cambiado… Encuentra la alegría en cada situación”.

“… La vida es demasiado corta para no hacerlo, ¿no te parece?”

Si el Señor Demonio considerara esto unas vacaciones, no podría mejorar. Todos los detalles que pasó quince años creando en el juego cobraron vida frente a sus propios ojos. Este fue un sueño hecho realidad, en cierto modo.

“Entonces, señor secretario. ¿Cuál será nuestro primer curso de acción?”

“Primero, planeo hacer crecer la Base y construir un Hospital de Campo”.

“…! Siempre encuentra la manera de hacer realidad mis sueños, señor.”

“Pero, por supuesto… Los sueños de mis queridos súbditos son mis sueños también”.

En este punto, el Señor Demonio era consciente de cuánto humo estaba soplando. Aun así, ahora que había convocado a Yu, el curso de acción natural era construir un hospital. Mientras estaba en eso, estaba planeando revertir los terribles rumores que circulaban de que él era el Señor Demonio.

(Si ofrecemos tratamiento médico a bajo precio, esos rumores desaparecerán en poco tiempo…)

La tecnología médica no estaba desarrollada en este mundo, y solo unos pocos podían ejercer magia curativa. Si lo manejaba bien, el hospital podría incluso ganarle una fortuna.

“No hace falta decirlo, pero no matar. Primero, tenemos que aprender”.

No olvidó aclararle eso a Yu. Tenía mucho que aprender: sobre el último de los tres ángeles, el Ángel Ember; cómo funcionaba esta sociedad; sobre magia, aventureros, monstruos y demonios… Si surgieran rumores de que su hospital era de la variedad asesina, todo el plan se arruinaría.

“Si. Todo comienza con el aprendizaje… El aprendizaje es lo más importante”.

Al ver el sincero acuerdo de Yu, el Señor Demonio se sintió aliviado. Por lo menos, no sintió ninguna intención insubordinada de ella, y parecía que ella obedecería sus órdenes. Si pudiera esperar esto de todos sus asesores, el Señor Demonio habría intentado convocarlos a todos tan rápido como pudiera. Más asesores significaban más opciones en este mundo, lo que le permitiría reunir más información.

“Entonces, te contaré todo lo que he descubierto hasta ahora”.

Él compartió con Yu las diversas cosas que sabía sobre el extraño mundo en el que se encontraban. Su mente parecía ser tan inteligente como él había imaginado, mientras procesaba todo lo que él le arrojaba como una esponja que absorbe agua. Sin embargo, el estómago del Señor Demonio se hundió al ver su inteligencia en exhibición.

(No hay duda de que es más inteligente que yo. No sé nada sobre ciencia o medicina… Pase lo que pase, no puedo dejar de engañar).

Si Yu descubriera que no era Hakuto Kunai… El Señor Demonio no podría predecir lo que le sucedería. La sangre se escurrió de su rostro cuando imaginó la conclusión sangrienta de ser apuñalado en pedazos, y Yu alejándose con la cabeza en una bolsa.

“Entonces, Yu. Te presentaré a nuestros compañeros… Juega bien”.

“Sí, señor secretario”.

“Una última cosa. Hasta donde saben, somos de una nación distante en este mundo. Ten eso en mente.”

“Entendido, señor”.

Y así, el Señor Demonio presentó a Yu a las chicas. Por supuesto, se produjo una cacofonía. ¿Quién podría haberlos culpado? Una persona completa apareció de la nada. Si eso no fue mágico, ¿qué fue?

“¡E-Ella es tan hermosa…!” Aku gritó…

“¿Es-es ella tu amante? ¡¿De dónde viene ella?!” Y Luna gritó sobre ella.

“Llamé a un asesor mío… espero que todos se lleven bien”.

***

(Qué intrigante…)

Mientras el secretario le explicaba las cosas, Yu saltaba de alegría por dentro. Habían tenido un poder inmenso antes, pero solo dentro de los límites de la arena. Una vez fuera de la arena, el gobierno del Imperio se vio envuelto en una tormenta de conflictos políticos. De hecho, habían estado parados sobre hielo extremadamente delgado en ese sentido.

(Aquí, no hay nadie encima de nosotros… para evitar que controlemos las cosas como nos plazca).

De vuelta en su mundo, un solo error podría haberles costado la vida a todos en el equipo. No era inusual que todos los aliados los atacaran de la noche a la mañana. A Yu no le importaba en qué mundo estaba ahora. Ahora que fue liberada del Imperio, que había sido su mundo entero hasta este momento… Yu se consideró finalmente viva.

(Además, hay personas completamente diferentes a nosotros en este mundo. ¡Sin mencionar la magia…!)

Ella tenía que saberlo. Tenía que saberlo todo. La totalidad de la humanidad de este mundo. Su carne, piel, órganos, cerebro, corazón, células, ADN. Tenía que reunir toda la información que había y resolver el misterio. Honestamente, quería comenzar con eso tan pronto como pudiera, pero controló su corazón latiendo mientras sostenía su respiración.

(Eres tan asombroso como siempre, señor secretario…)

A pesar de la extravagante situación en la que se encontraban, parecía estar tomándolo con calma, incluso disfrutando. Incluso había dicho que su transporte a este mundo era “fatídico”.

Ella estuvo completamente de acuerdo. Era como si alguien les estuviera diciendo a los dos que crearan un imperio propio… Su propia nación se separó de los constreñidos altos mandos del Imperio.

Seguramente sería una utopía, pensó, tanto para ella como para el secretario. Si bien sentía que estaba excediendo algunos límites al pensar eso,  consideró al secretario tanto su  jefe como  su camarada. Si bien solo había podido matar a unos ochocientos, el secretario nació como un Señor Demonio, en la sangre de más de cuatro millones. Si pudiera ayudarlo a su lado… Temblaba pensar en cuántos… Ahora, ya no creía poder aguantar más la risa. Tan fuerte como pudo, quería gritarle al mundo: “¡Estamos liberados!”…