Kono Yuusha (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: Al Pueblo De Edona

Atravesamos la puerta y nos encontramos en una pradera. Sin embargo, también puedo ver un pueblo tranquilo a solo unas docenas de metros más adelante. Nuestro viaje comienza en el lugar ideal gracias a que la Gran Diosa Ishtar ajustó la puerta por nosotros. Seiya, sin embargo, continúa mirando mientras se desvanece en la nada. Así que le doy palmaditas en la espalda para que se mueva.

“¡Vamos! ¡Vayamos a esa ciudad de allá y compremos equipo nuevo!”

Parece que Seiya quiere decir algo, pero lo tomo de la mano y lo llevo al pueblo cercano.

El letrero de madera de pie dice ¡BIENVENIDO A EDONA! Pasamos bajo el letrero, luego continuamos por el camino sin pavimentar hasta que paseamos junto a algunas personas que usan ropa de granja. El ambiente pastoral hace que Edona parezca más un pueblo que una ciudad.

“Oh, un par de viajeros, ¿eh? Bienvenido, Bienvenido.”

Sin dudarlo, me inclino ante el granjero con una sonrisa, pero Seiya parece sospechosa. Después de que los granjeros continúan, me susurra:

“Oye, ¿eso fue un monstruo?”

“E-Eso fue solo un aldeano. ¿En serio no podrías decir…?”

“Pensé que podría haber sido un monstruo que se transformó en un aldeano”.

“Estás pensando demasiado…”

Después de ir un poco más lejos, una jovencita se nos acerca usando su cabello en dos trenzas. En el momento en que el niño de cinco o seis años me ve, sonríe alegremente de oreja a oreja.

“¡Wow! ¡Eres tan bonita! ¡Como una diosa!”

“Tee-hee. Los niños inocentes saben la perfección cuando la ven, ¿no? ” Eufórica, le doy palmaditas en la cabeza a la niña. Luego mira a Seiya. “¡Hey señor! ¡Tu ropa es extraña, pero tú también eres genial!”

La niña se aleja de mí y se ajusta fuertemente a sus jeans. Hay algo en la rara cara problemática de Seiya que me agrada un poco.

“Bien, bien. Si hay un niño pequeño alrededor, creo que incluso tú puedes ser amable”.

Seiya  simplemente  responde  con  un  breve  “hmph”  mientras  la  niña continúa mirándolo.

“Oye, señor, ¿cómo te llamas?”

“…”

“Oye, ¿cómo te llamas?”

“… Seiya”.

“¡Oh, magnifico! ¡Soy Nina! ¡Encantada de conocerte!”

Desearía tener más tiempo para ver su intercambio, pero no tenemos nada que perder.

“Oye, Nina, ¿podrías decirnos dónde está la tienda de armas?”

“Um… ¡Está justo delante!”

“¡Ya veo! ¡Muchas gracias!”

Después de decir adiós a Nina, seguimos sus instrucciones y caminamos en línea recta. En poco tiempo, nos encontramos en una calle llena de tiendas. Seiya y yo nos detenemos ante un cartel con una espada pintada. Le entrego una pequeña bolsa.

“Aquí, este es mi regalo para ti. Con todo este dinero, deberías poder comprar el mejor equipo que esta ciudad tiene para ofrecer”.

Esta es en realidad la moneda de este mundo, que le pedí a la Gran Diosa Ishtar que nos preparara. Después de caminar por la tienda, Seiya saca todas las monedas de oro de la bolsa y se las entrega al gordito dueño de la tienda de mediana edad.

“Tomaré tres trajes de armadura de acero”.

“¡Entendido!”

Cuando el dueño de la tienda va a buscar tres armaduras… “¡Whoooa! ¡Espera un segundo!”

Convencí desesperadamente al dueño de la tienda a quedarse antes de regañar a Seiya.

“¡No necesitas tantas armadura!”

“Sí. Uno para usar, un repuesto y otro repuesto en caso de que pierda el de repuesto.”

Esto ya no es simplemente ser demasiado cauteloso. Definitivamente es raro. No me importa de qué mundo es. ¿Quién en su sano juicio gastaría todas sus monedas de oro en tres trajes de la misma armadura?

“¡Solo quédate ahí! ¡Estoy eligiendo lo que vamos a comprar! ”

“Bueno, no estás controlando”

Compro una espada de acero y una (repito, una) armadura. Obligo a Seiya a equipar los artículos en el acto, y termina viéndose bastante afilado, en parte gracias a su físico alto y musculoso. En cuanto a la apariencia, en realidad parece un guerrero medio decente.

Después de salir de la tienda de armas, Seiya se va solo a la tienda de artículos de al lado. Luego, después de escuchar la explicación del comerciante de los artículos…

“Tomaré diez bombas de humo y veinte hierbas. Veinte antídotos también, gracias.”

Seiya recoge todos los artículos que puede obtener con el dinero sobrante. No siento la necesidad de detenerlo, ya que estos son relativamente baratos en comparación con las armas y armaduras. Sin embargo, todavía no puedo evitar preguntarle algo después de que salgamos de la tienda.

“Hey, eh… ¿Realmente necesitas tomar tantas precauciones?”

“No tengo idea de qué tipo de monstruos viciosos acechan en las sombras. Por supuesto que voy a tomar precauciones”.

“No te preocupes tanto. Puede que no lo parezca, pero soy un navegador experimentado, ya sabes. Arreglé nuestro comienzo cerca de una ciudad que sería adecuada para ti. Todos los monstruos por aquí son débiles.”

“Me pregunto sobre eso”.

Bueno entonces…

“Sí, ¡estará bien! ¡Ni siquiera me preocuparía por eso! ”

De repente escucho una voz familiar que viene de abajo. Bajando la mirada, veo a Nina de antes sonriéndome alegremente.

“¡Incluso puedo caminar hasta el pueblo cercano sin preocuparme por los monstruos! ¡Solo hay slimes por aquí!”

Ella debe haber estado escuchando nuestra conversación. Le doy unas palmaditas en la cabeza a Nina mientras le mando a Seiya una mirada de reproche.

“¿Ves? Incluso una niña no está preocupada por los monstruos aquí. ¿Te siento mejor ahora?”

“¿Tiene miedo de irse de la ciudad, señor? Te ves muy fuerte, aunque… ”

“Este señor aquí es un gato grande y gordo y aterrador”.

Pensé que Nina y yo podríamos unirnos y abusar verbalmente de él juntos, pero su inocencia excede mi  imaginación. Saca una bolsa de flores prensadas hecha de tela de su bolsillo, luego saca algo de ella y se la da a Seiya.

“¡Toma, es para la buena suerte!”

Seiya mira con atención la flor prensada en su mano. “No solo me diste un objeto maldito, ¿verdad?”

“¿Huh?”

Pongo una mano sobre la boca de Seiya.

“¡N-No te preocupes por él! ¡Está un poco enfermo en la cabeza! ¡Solo un poco de enfermedad mental! ¡Eso es todo!”

Ahí es cuando un hombre viene gritando a Nina por detrás. “¡Nina! ¡¿Qué estás haciendo?!”

“¡Ah! ¡Papá! ¿Ya terminaste de comprar?”

El padre de aspecto gentil nos hace una reverencia.

“Lo siento mucho. Espero que mi hija no haya dicho ni hecho nada grosero”.

“Ella era un angelito perfecto. ¿Cierto?”

Cuando giro mi mirada hacia Seiya, él evita la suya y murmura enérgicamente…

“Sí, ella está bien”.

Huh, tal vez no sea tan malo después de todo… es algo que podría decir si estuviera borracho.