Kono Yuusha (NL)

Volumen 1

Capitulo 10: La Espada Divina

“… Así que veo que has vuelto de nuevo”.

“En serio es demasiado cauteloso. Quiero decir, es paranoico, incluso enfermo”.

Una vez más, me quejo a Aria en su habitación. Hay muchas diosas diferentes en el mundo espiritual; algunos de ellos son directamente groseros, pero Aria siempre es muy amable. Ella ha sido amable conmigo desde que nací. Si la Gran Diosa Ishtar fuera mi madre, entonces Aria definitivamente sería mi hermana mayor.

Vestida con un vestido sexy con su escote expuesto, Aria sorbe elegantemente su té como siempre. Le echo un vistazo, lo que supongo que es, los senos con copa G y me muerdo el labio con frustración. Ella nunca deja de llamar la atención de ningún dios masculino que se cruce en su camino. Quiero decir, soy una D-cup, y soy sexy a mi manera, pero aun así…

Tiene mejor aspecto que yo y más experiencia. Todo lo que puedo hacer, ella puede hacerlo mejor.

No se puede evitar, de verdad. Ella nació en el mundo espiritual unificado hace miles de años y ha salvado innumerables mundos con los héroes que convocó. Ella es una diosa experimentada. Y luego estoy yo: una diosa novata que ha estado presente por poco más de cien años con apenas cinco mundos guardados en mi haber.

“Suspiro. Quiero apurarme y salvar a Gaeabrande para poder convertirme en una diosa de alto rango como tú, Aria.”

“No deberías admirarme”.

“¿De qué estás hablando? ¡Has convocado héroes a trescientos mundos y has salvado a cada uno de ellos! ¡Eres una leyenda! ”

Intento bromear con Aria, pero puedo detectar una pizca de tristeza en su sonrisa.

“No los salvé a todos”.

Escuché que había un mundo que incluso Aria no podía salvar. Pero…

“Era solo un mundo de trescientos, ¿verdad? No puedes salvarlos a todos”. Mientras sonrío, la expresión de Aria se vuelve sombría.

“No es tan simple, Rista. Para las personas que vivían allí, era el único mundo, la única vida que tenían. No tienen otra oportunidad. No puede simplemente decir: ‘No puede salvarlos’ y pasar al siguiente”.

“N-No, entiendo eso. Lo entiendo, pero… sigo pensando que    es sorprendente que solo hayas fallado una vez de cada trescientos”.

Aria débilmente sacude la cabeza.

“Era un mundo con clasificación B. No fue una misión difícil, pero… cometí un error… Esta es mi cruz, y debo llevarla conmigo por el resto de mi vida”.

“U-Uh…”

Intento volver al tema para aligerar el estado de ánimo.

“Por cierto, ¡ese héroe demasiado cauteloso mío ha estado en la Cámara de Invocación todo el día desde que regresamos! ¿Puedes creerlo?”

“… ¿Más entrenamiento con pesas?”

“¡Si! ¡El cabeza de carne básicamente vive para hacer ejercicio!” Mientras continúo alegremente, la dulce sonrisa de Aria regresa. Uf… Parece que se siente un poco mejor…

Aria sostiene su taza de té vacía y se levanta.

“Voy a tomar un poco más de té. ¿Quieres un poco, Rista?”

“Oh, por supuesto. Gracias.”

… Ahí es cuando la puerta se abre de golpe.

Desconcertada, miro y solo me sorprendo más… ¡porque Seiya está parada allí en su ropa interior! Incluso Aria está sorprendida. En el momento en que lo ve, deja caer su taza de té y se rompe en el suelo. Sin embargo, Seiya es indiferente y me mira.

“Ahí estas. Te estaba buscando.”

Se acerca casualmente a mí y yo grito.

“¡¿S-Seiya?! Esta es una habitación de mujeres, ¿sabes? ¡Sal! Quiero decir, mira lo que hiciste. Asustaste a Aria y la hiciste romper su taza de té.”

“E-Está bien… Está realmente bien, Rista…”

Entonces Aria se acerca a Seiya, con los ojos brillantes.

¡¿Que…?! ¿Aria también se enamoró de su buena apariencia? ¡N-No te dejes engañar! ¡Eso es todo lo que tiene para él! Si él pone un dedo sobre ella, ¡voy a matarlo! ¡Ese mujeriego! ¡No, esa diosa!

En medio de mi ira, Aria mira apasionadamente a Seiya. “Así que eres el héroe Rista convocado…”

“¿Quién eres tú?”

Una mirada de disgusto cruza la cara de Aria como si estuviera sorprendida por la descortesía de Seiya, pero casi inmediatamente se aclara la garganta y luce su sonrisa habitual rica en compasión.

“Soy Aria. La diosa del sello, Ariadoa. ¿Qué te trae por aquí?”

Seiya parece dudar como si no estuviera seguro de si quiere decir algo a una diosa que acaba de conocer, pero finalmente habla con calma.

“No estoy subiendo de nivel  tanto como antes, sin importar cuántas sentadillas o flexiones haga…”

Seiya parece preocupado, pero estoy gritando de alegría en mi cabeza.

¡Si! ¡Las ganancias de su entrenamiento con pesas finalmente han comenzado a disminuir! ¡Je je je! ¡Ahora solo tendrá que subir de nivel para luchar contra monstruos! ¡Lo que significa que finalmente podemos comenzar nuestro viaje!

Puse una expresión seria antes de decir algo.

“Seiya, así son las cosas. Hay un límite de cuán lejos puedes llegar con el entrenamiento con pesas solo. Entonces, ¿qué tal si vamos a Gaeabrande y comenzamos a luchar contra monstruos?”

“Solo luchar contra monstruos, ¿eh? Es demasiado arriesgado”.

“No… es más o menos el estándar para cualquier héroe…”

“En lugar de luchar contra monstruos, ¿no puedes crear algunas pesas más pesadas y equipos de entrenamiento más duros para mí?”

“¡N-no…! ¡Absolutamente no! ¡No no no! ¡Eso no es más que una pausa! ”

“¿Entonces, qué debería hacer…?”

Seiya está en su ingenio para variar. Verlo angustiado así hace que sea difícil gritar ¡Ve a luchar contra monstruos, estúpido! sin sentirse horrible

Ahí es cuando Aria aparece, como si ya no pudiera ver.

“Seiya, hipotéticamente hablando… ¿cómo te sentirías al recibir entrenamiento de un dios o una diosa aquí?”

Su propuesta me toma por sorpresa. “¡¿A-Aria?! ¡¿Q-Q-Qué te ha pasado?! ”

“No tendría que preocuparse por ser asesinado por un dios en el mundo espiritual unificado. Además, recibiría muchos más puntos de experiencia que los que recibiría de un monstruo. Ji, ji… Es un pequeño truco del oficio”.

Aria  guiña  un  ojo.  Seiya  asiente  con  la  cabeza  y  sugiere  que  está completamente a bordo.

“Ya veo. Esa no es una mala idea.”

“¡A-Aria! ¿Puedo hablar contigo aquí?”

Llamo a Aria al lado de la ventana y le susurró al oído.

“¡¿Estás segura de que deberías prometerle eso?!  Quiero decir, ¿es posible entrenar bajo un dios?”

“No será un problema. Le concederé permiso y se lo diré a Ishtar de antemano”.

“P-Pero ¿quién en el mundo lo va a entrenar? Soy la Diosa de la Curación, y tú eres la Diosa del Sello. Ninguno de los dos somos aptos para pelear.”

Aria sonríe mientras señala la ventana.

“¿Qué pasa con el dios que siempre está entrenando allí?”

Fuera de su ventana está el vasto y magnífico jardín del mundo espiritual unificado. Un dios practica técnicas de espada alrededor de la fuente elegantemente esculpida.

Es un dios terco. Otros dioses lo regañaron, diciendo que está arruinando la hermosa vista con su práctica de espada, sin embargo, no se detiene.

Él es Cerceus, la espada divina. Aria camina hacia la puerta.

“Voy a preguntarle a Cerceus si estaría dispuesto a ayudar”. Dejo caer mis hombros, luego dejo escapar un profundo suspiro.

Suspiro… El sueño de finalmente comenzar nuestro viaje una vez más se me escapa.

Y así nos dirigimos al jardín para encontrarnos con Cerceus.

En el momento en que nos ve, detiene su entrenamiento y nos da una sonrisa incómoda. Cerceus, un individuo intimidante, está construido como un dios en todos los frentes: alto y bien musculado con el pelo corto acentuado por su bigote y perilla.

“Bueno, si  no es  la  señorita Ariadoa, Ristarte  y…  ¿oh?  ¿Es eso  un humano?”

Él frunce el ceño.

“Un héroe convocado, ¿sí? Sería lo mejor si ustedes, los humanos, se abstuvieran de deambular por el mundo espiritual unificado”.

Justo cuando Seiya está a punto de decir algo, Aria da un paso adelante.

“Cerceus, tengo una solicitud. Me gustaría saber si podrías entrenar a este héroe.”

Pasan unos momentos de silencio hasta…

“No me importaría hacerle un favor a una diosa de alto rango como tú. Sin embargo…”

Cerceus se acerca lentamente a Seiya y frunce el ceño.

“Humano, ¿estás preparado para entrenar bajo mi mando? No va a ser fácil y no hay garantía de que su cuerpo pueda manejarlo”.

Su sonrisa incómoda se transforma en una sonrisa petulante mientras evalúa a Seiya, pero Seiya ni siquiera pestañea y habla en su tono habitual.

“Oh, tienes agallas, pero no vengas a llorar cuando llegues a tu límite. No te dejaré renunciar”.

Cerceus se estremece.

“H-Hey. ¿Por qué parece que serás tú quien me entrene? Esa es mi línea.”

“Suficiente charla. Encuéntrame en la Cámara de Invocación cuando estés listo. ¿Entendido?”

“S-Sí, claro… ¿Quién es ese tipo?”

Después de que Seiya se da vuelta y comienza a alejarse, Cerceus pronto se precipita tras él, nervioso. Solo ver esto me da escalofríos.

¡¿C-Cómo invirtió sus roles así?! Seiya Ryuuguuin, ¡qué hombre tan aterrador! ¡P-Pero Cerceus no se llama la espada divina por nada! ¡Él va a humillar a Seiya! ¡Entonces finalmente comenzará a comportarse y tal vez incluso se convierta en un héroe decente!

… De hecho, lo creí una vez.