Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 11

Capitulo 2: Sirvienta X Monja

Parte 3

Al darse cuenta de que no iba a ganar en un concurso de fuerza, Yulia cedió y dio un paso atrás.

“¿Y tú quién eres?” Preguntó Yulia, mirando al presidente Momone con cautela.

Pero la presidenta Momone no pareció intimidada. En realidad, al contrario. Apoyó la espada contra su hombro con una mano y levantó el parche en el ojo con la otra para revelar su brillante ojo derecho.

“El yokai bajo la protección de nuestro santuario se puso en contacto conmigo”.

“¿Bajo protección? ¿No son humanos?” Yulia frunció el ceño con una mirada sospechosa.

“Por lo que puedo ver, no eres una desconocida, sino un agente de la iglesia, ¿no? Si es así, entonces supongo que has oído hablar de la Asesina de Demonios del Santuario Kibi antes, ¿no es así?” Preguntó la presidenta Momone después de ver lo perpleja que estaba Yulia.

“Oh, vaya… Entonces, ¿eres la famosa Asesina de Ogros, Asesina de Demonios?”

“No, ese es mi abuelo. Solo soy su sucesora. La verdad es mucho más aterradora”, dijo la presidenta Momone con una risa amenazadora. “Estoy segura de que las iglesias de Occidente probablemente tienen una forma diferente de hacer las cosas, pero como dicen… Cuando estés en Roma, haz lo que hacen los romanos. ¿Entiende? No nos vamos a quedar de brazos cruzados y dejar que haga lo que quiera en el territorio bajo nuestra jurisdicción”.

A pesar del tono de voz ligero de la presidenta Momone, la mirada aguda en sus ojos no era una broma. Yo y todos los demás yokai presentes aguardamos con nerviosismo la respuesta de Yulia. Finalmente, dejó escapar un suspiro y bajó su arma.

“Entonces supongo que debo complacer… Si bien me duele no poder cumplir con mi deber, puedo ver que no vale la pena causar problemas innecesarios. En lo que respecta a los presentes aquí, seguiré los procedimientos adecuados para tratar con ellos”.

Parecía que estaba dispuesta a ceder ante la presidenta Momone o, en realidad, ante el abuelo de la presidenta Momone. Pero también sonaba como si todavía no se hubiera rendido por completo.

“Ahora, solo para asegurarnos, los yokai bajo la protección del Asesino de Ogros están limitados a los presentes aquí, ¿es eso correcto? ¿No hay otros?”

“¿Hm…?”

Ante la pregunta de Yulia, la presidenta Momone miró a su alrededor hasta que sus ojos se posaron en un tanuki que nos miraba desde la sombra de un árbol.

“Pon, ¿todos los de tu grupo están contabilizados?”

“¿Huh? Oh, ah, espera un segundo…” Pon, el líder tanuki del yokai local, comenzó un recuento. “Sí, todos están aquí”.

“¿Y tú, nekomata?” Preguntó la presidenta Momone, volviéndose hacia Ai.

“Déjame ver, meow…” murmuró Ai antes de correr hacia sus amigos. Regresó unos minutos después, un poco sin aliento. “Estamos todos bien, meow. Todos los gatitos está aquí”.

“Muy bien”, dijo la presidenta Momone asintiendo antes de volverse hacia Yulia. “Entonces sí, todos los yokai bajo nuestra protección están presentes aquí”.

“Ya veo… Muy bien, entonces. Me mantendré alejado de aquí”, dijo Yulia, bajando la cabeza de su hacha al suelo mientras se giraba para alejarse.

“La misión original que recibí de la iglesia fue para otra cosa, de todos modos”, murmuró mientras pasaba junto a mí, justo antes de desaparecer en la oscuridad de la noche.

“Whew…”

De repente, abrumado por el cansancio, me dejé caer al suelo y me senté en el lugar. La difícil situación se resolvió gracias a la presidenta Momone… pero se puso realmente tenso por un momento.

“Muchas gracias, presidenta Momone. Eres nuestra una salvadora”.

“No es ningún problema. Ahora me debes tres favores”.

“Urk…”

Empezaba a sentir que ella estaba en el mercado por mí debiendo sus favores… La idea de tener que pagarle algún día me daba un poco de miedo.

“Pero esa monja se retiró fácilmente”.

“¿Huh? ¿No fue eso porque dijiste el nombre a tu abuelo?”

“Quizás, pero algo no se siente bien”.

“…”

Ahora que lo mencionó, Yulia había cruzado un océano para llegar a esta ciudad específicamente. Dijo que era cierto que la habían trasladado aquí como monja, pero no negó que también trabajaba como exorcista. Y si ella no estaba realmente detrás  de la manada local  inofensiva de yokai, entonces ¿a quién perseguía? Un objetivo que merece un viaje hasta Japón…

“Oh…”

De repente, algo encajó en su lugar en mi mente. Era solo una teoría, pero había una posibilidad… Sabía que al menos un gran objetivo podría perseguir un exorcista y que vivía aquí en esta misma ciudad.

La vampiro Rosalind.

***

“Hahh… Hahh…”

Dejando a Ai y el otro yokai a la presidenta Momone, eché a correr por el sendero de la montaña. Mi destino era la mansión de Rosalind. No tenía idea de qué tipo de transporte estaba usando Yulia, así que me apresuré lo más rápido que pude.

Los vampiros eran particularmente detestados en Occidente. Rosalind se había dicho a sí misma que allí era prácticamente una fugitiva. Su historia allí había terminado cuando se hundió en el fondo del océano hace cien años, pero si la iglesia de alguna manera se había enterado de que había regresado, entonces…

Por supuesto, también era posible que solo estuviera siendo paranoico. No había garantía de que la “misión original” que había mencionado Yulia fuera eliminar a Rosalind. Ni siquiera sabía qué camino había tomado Yulia después de dejar la montaña. Quizás ni siquiera sabía que Rosalind vivía aquí. Pero fueran cuales fueran las probabilidades, no podía deshacerme de la sensación de hundimiento que tenía. Dejando que eso me alimentara, corrí hasta que mi respiración se hizo irregular y algo más.

“Hey, Rekka, ¿qué tal unirte al equipo de atletismo y desarrollar algo de resistencia alguna vez? Solo un pensamiento que cruzó por mi mente”.

“¡Cállate…!”

¡No quería escuchar eso de alguien que simplemente flotaba tranquilamente por el aire todo el tiempo! Excepto… que ella tenía razón. Tuve que pensar en lo que haría por mí la construcción de mi resistencia mientras me inclinaba y apoyaba mi peso sobre mis rodillas para recuperar el aliento.

“Hahh… Hahh…”

Después de tomar unas cuantas bocanadas profundas de aire, miré hacia la carretera en pendiente que tenía ante mí. La mansión de Rosalind estaba justo en la cima de esta colina.

“¡Hora de irnos…!”

Rompí a correr una vez más, R siguiéndome como si fuera mi cola como de costumbre. Aproximadamente a la mitad de la colina, pude ver el techo rojo de la mansión… ¡junto con Yulia y Rosalind peleando en el frente!

“¡Rosalind! ¡Yulia! ”

“¿Rekka?”

Rosalind miró hacia arriba cuando la llamé, con los brazos cruzados. Y Yulia no desperdició esa oportunidad. Sin previo aviso, su hacha cortó el aire con un silbido.

“… ¡Hmph!”

Sin embargo, Rosalind simplemente se burló y se transformó en innumerables murciélagos para evitar el ataque. El enjambre pasó volando directamente a Yulia, poniendo una gran distancia entre ellos antes de volverse un vampiro.

“El arma sagrada que preparé no parece estar haciendo contacto…” murmuró Yulia rotundamente.

“Estoy acostumbrada a ser atacado por tu gente. Y debo decir que no hay nada más irritante”.

“Si escapar es demasiado problema, ¿por qué no me dejas sacarte de tu impía miseria aquí y ahora?”

“No me considero benévola o recta de ninguna manera, pero ser acusada es bastante exasperante. Y te haré saber que nunca he huido de gente como tú”. Rosalind entrecerró los ojos y abrió los brazos en un provocador desafío. “Te sacaré como a la innumerable chusma que vino antes que tú”.

“Qué murciélago hablador…” Yulia reajustó su agarre en su hacha, la tensión entre ellos aumentaba cada vez más.

Entonces… ¿qué se suponía que debía hacer ahora? No conocía a Yulia desde hacía unos pocos días, pero ciertamente no podía quedarme al margen y verla elegir un combate a muerte con Rosalind. Tenía que haber una forma pacífica de resolver esto.

“¡Yulia! ¡Para!”

Finalmente, Yulia miró en mi dirección.

“¿Tú de nuevo, Rekka? Me sorprendió verte antes, pero que esto suceda dos veces seguidas… No me digas que también vas a defender a este vampiro”.

“Sí, eso es exactamente correcto”.

Yulia se quedó en silencio por un momento antes de que la mirada en sus ojos se endureciera.

“Qué aterrador de hecho… Así que este es el poder de encanto que usan los vampiros para controlar a las personas. Y el pobre Rekka ya se ha convertido en esclavo de este vampiro… ”

“¿Q-Qué? ¡No!”

Si bien era cierto que había sido víctima del encanto de Rosalind antes… varias veces… no era solo una marioneta sin sentido como Yulia estaba imaginando. Traté de decirle eso, pero ya parecía convencida. Ella me ignoró y se volvió hacia lo que ella consideraba la verdadera amenaza, Rosalind, con una mirada furiosa en sus ojos.

“¡Como siervo de Dios, nunca te perdonaré a los demonios que causan estragos en la humanidad! ¡En el nombre del Señor, te cortaré donde estás!”

“¡Ha! ¡Me gustaría verte intentarlo!”

Rosalind resopló, luego se abalanzó sobre Yulia cuando… “Por favor, espere un minuto.”

Una sirvienta de cabello plateado caminaba tranquilamente entre ellas. “¡¿Suzuran…?!”

La sorpresa de Yulia al verme no fue nada comparada con el momento en que apareció Suzuran. Sus ojos se agrandaron en estado de shock, y su rostro parecía como si se hubiera congelado.

“¿Qué pasa, Suzuran? Esta mujer aquí es mi invitada. ¿No les dije a usted y a los demás que esperaran dentro de la casa hasta que terminara de atender mis asuntos con ella?”

Parecía que Rosalind había estado tratando de evitar que sus sirvientas se enredaran con las personas que inevitablemente la perseguían. Sin embargo, Suzuran había desobedecido sus órdenes y acudió en su ayuda de todos modos.

“Señora, ¿podría permitirme algo de tiempo para hablar con la señorita Yulia?”

“Te dije que no te dirigieras a personas como ella con tanta cortesía… pero está bien”.

Al ver a Suzuran inclinarse tan humildemente, Rosalind no tuvo más remedio que concederle su petición, por muy reacia que estuviera a hacerlo. Después de darle a Rosalind una palabra de gratitud, Suzuran se dio la vuelta y miró a Yulia.

“Señorita Yulia”.

“…”

Yulia se estremeció y se preparó reflexivamente. Pero en lugar de parecer que se estaba preparando para ir a la ofensiva o a la defensiva, parecía insegura. Mientras tanto, Suzuran inclinó la cabeza.

“La señorita Rosalind es mi señora. Sirvo como su sirvienta. Así que, por favor, ¿no bajaría la espada o, según sea el caso, el hacha?”

“Esto no puede ser… Tú también, Suzuran…”

Yulia gimió con una expresión varias veces más agraviada que cómo me había mirado antes. Supongo que la conmoción debió ser aún mayor al pensar que algo le había sucedido a un amigo cercano.

“No puedo creer que también hundirías tus malvados colmillos en la bondadosa Suzuran… ¡Imperdonable! ¡Tienes que detenerte, vampiro!” dijo a través de su mandíbula apretada.

Parecía que Yulia había llegado una vez más a su propia conclusión sobre las cosas. Metió la mano derecha en su bata y rápidamente sacó algo pequeño y brillante.

¡Ka-chink!

El destello plateado de su cuchillo arrojadizo fue desviado por un segundo

—un cuchillo que Suzuran había arrojado— y cayó al suelo. “¡Kuh…! ¡Por favor, no te metas en mi camino, Suzuran!”

Yulia arrojó más cuchillos con ira, pero todos corrieron la misma suerte que el primero. Una vez que terminó de golpear los cuchillos de Yulia, Suzuran devolvió tranquilamente el resto de los suyos a la funda de su muslo.

“Esos cuchillos de hace un momento estaban todos apuntados a mi señora, ¿cierto?”

“…Por supuesto. ¿Por qué preguntas?”

“¿Por qué no me estás apuntando?”

“Estás siendo controlada por el vampiro. Es natural que le dé prioridad a derrotarla”.

La expresión estoica de Suzuran se mantuvo sin cambios al escuchar la respuesta de Yulia.

“Entonces, señorita Yulia, percibe a todos los no humanos, incluidos los vampiros como mi señora, como enemigos que deben ser derrotados a toda costa. ¿Es eso correcto?”

“Sí, bastante.”

“Entonces deberías reajustar tu puntería,” le informó Suzuran claramente. “Puede que ahora sea un ser humano, pero solía ser una forma de vida artificial llamada homúnculo, un ser al que un alquimista da vida”.

“… ¿Qué?” Yulia casi jadeó mientras miraba a Suzuran con una expresión en blanco. “P-Pero, Suzuran, claramente eres…”

“Sí, en mi forma actual, lo soy. Y eso es todo gracias a Sir Namidare que está allí. Pero no fue hace mucho tiempo que yo era una forma de vida hecha por el hombre… un no humano, como usted los llama”.

“…”

Rosalind y yo observamos en silencio mientras Suzuran le contaba a Yulia su historia. Realmente no sabía lo que estaba pensando, pero estaba claro que ella era la única a quien Yulia iba a escuchar. Eso es lo que me dijo mi instinto. Suzuran ladeó levemente la cabeza, mirando a Yulia interrogante.

“Ahora, ¿qué hará conmigo, señorita Yulia? ¿Me salvara porque actualmente soy un humano? ¿O soy un enemigo que debe ser eliminado por mi pasado como no humano?”

“E-Eso es…”

Yulia se calló. Se había quedado sin habla. La punta de su hacha se balanceó de izquierda a derecha, como si reflejara sus vacilantes emociones. El estatus de Suzuran como un ex homúnculo convertido en humano fue particularmente único, incluso entre mi lista de amigos inusuales. Si los humanos eran buenos y los no humanos eran malos…

¿Dónde dejaba eso a Suzuran, que había sido ambos en algún momento de su vida?

“Suzuran no era un humano antes… pero lo es ahora mismo… Todos los no humanos deben ser erradicados, pero… el vampiro… Pero… yo… ¡Oh, querido padre en el cielo, por favor, dame una guía!” Yulia agarró su hacha con fuerza, sus ojos vagando de un lado a otro como si estuviera buscando una respuesta.

“Señorita Yulia”.

Yulia se estremeció cuando Suzuran dijo su nombre.

“¿Tu dedicación a las enseñanzas de Dios proviene del hecho de que la iglesia te adoptó y crio?”

¿Qué? ¿Fue adoptada y criada por la iglesia? “Hey, eso significa…”

“Sí, solía ser huérfana”, explicó Yulia, motivada por mi confusión. “Alguien de la iglesia me adoptó cuando estaba sola, y me criaron para ser como soy hoy. Una devota hija de Dios… y un exorcista que protege a las personas”.

Suzuran había mencionado antes que había hablado con Yulia sobre cómo se había convertido en monja durante sus reuniones en la iglesia.

Probablemente así fue como se enteró del pasado de Yulia. Y para un huérfano como ella, la iglesia debe haberse sentido como un padre. Por eso se dedicó tan fielmente a él y sus enseñanzas… hasta un grado casi aterrador.

“Eso es correcto… No hay forma de que Dios esté equivocado… Aquellos que le han dado la espalda a Dios deben enfrentar su castigo… Por eso…¡Por eso…!”

Yulia continuó murmurando mientras trataba de asegurarse de su rectitud. Se llevó una mano a la frente como si le doliera, pero sus ojos flotaban mientras nos miraba a través del espacio entre sus dedos.

“Si insiste en la batalla, señorita Yulia, por desafortunado que sea, aceptaré su desafío. Sin embargo…” Suzuran tomó su pistolera una vez más, mirando directamente a Yulia. “Por favor, absténgase de hacerlo solo porque Dios se lo dijo”.

“¡¿Qué?! ¿Qué estás diciendo? Para los devotos, ¡la palabra de Dios es ley! Cortar a los que mancillarían su nombre es la única forma… ”

“Una vida dictada completamente por las palabras de otro no es vida en absoluto. Incluso si esas palabras son los mandamientos de Dios mismo”, dijo Suzuran claramente. “Mi antiguo yo fue creado para matar a mi actual amante, la señorita Rosalind. Durante 200 años, viví mi vida tratando de cumplir la misión singular que me había encomendado mi maestro”.

“…”

“Pero una vez que me convertí en humano y miré hacia atrás en esa vida… me di cuenta de lo aterrador que había sido. El solo pensarlo hace que me tiemblen las manos ahora. Había estado tratando de matar a alguien sin un motivo propio, simplemente obedeciendo las palabras de otro… Y con este corazón humano, puedo apreciar lo miserable que realmente era. Por eso te lo pregunto”, suplicó Suzuran. “Si desea someternos a mi señora ya mí a su juicio, por favor hágalo porque así lo desea, señorita Yulia. No quiero verte llevar a cabo una tarea tan terrible por ningún otro motivo”.

“¡Di lo que quieras, pero esta es mi vida! ¡Es la única vida que he conocido…!” Las lágrimas brotaron de los ojos de Yulia mientras apuntaba con su hacha a Rosalind y Suzuran. “Tú… ¡Eres solo una sirviente del diablo tratando de influir en mi fe y hacer que le dé la espalda a Dios! ¡Como castigo, lo haré… lo haré…! ”

“Hmph. Por supuesto, así es como termina. Qué pérdida de tiempo — murmuró Rosalind en tono aburrido después de ver cómo se desarrollaba su intercambio.

Luego se preparó para interceptar el ataque que Yulia parecía que iba a lanzar en cualquier momento. Como para mí…

“Espera,” dije, interviniendo entre las chicas y abriendo mis brazos.

“¿Y ahora qué, Rekka? No hay más sentido en un enfoque diplomático. Esta chica está más allá de la razón. Su lote solo sabe cómo lamentarse por Dios esto, Dios aquello. Creen ciegamente en todas las tonterías que les han dado de comer, a pesar de no haber conocido ni hablado con este supuesto Dios suyo”.

“¡Silencio!” Yulia se enfureció ante las palabras burlonas de Rosalind.

“¡Por eso dije que esperaras! Si nunca antes habías tenido una conversación adecuada con el chico…” Saqué mi dedo, apuntando en la dirección de mi casa en la distancia donde estaban Harissa y las demás. “¿Qué tal si le preguntamos a Dios qué piensa realmente?”

***

De la casa de Rosalind, fui a buscar al ángel gorrón de mi casa.

“¿Qué pasa, Rekka? Acabo de terminar de ducharme… Estás interrumpiendo mi sueño reparador sobre las nubes, ¿sabes?”

“Cállate. Intenta ser útil por una vez, ángel caído”.

Con mis manos en su espalda, la empujé hasta que llegamos a la cima de la colina… y estuvimos de pie frente a Yulia. Bueno, Rachelle era un ángel, así que flotaba más que parada allí, pero como sea.

“¿Un ángel…?”

“¡Sí, esa soy yo! El ángel del amor y la pasión, Rachelle, a tu servicio”.

Parecía que ni siquiera Yulia había esperado que un ángel apareciera ante ella, y se quedó allí mirando a Rachelle boquiabierta y con los ojos muy abiertos mientras Rachelle se presentaba tan casualmente.

“¿Eres real?”

“¿Qué? Dios… La gente realmente ha estado dudando de mí recientemente, pero te juro que soy un ángel 100% auténtico y totalmente real. ¿Crees que estas alas y este halo son solo para mostrar? ¿Tengo que hacer un par de milagros para que me crean?”

“¡N-No! ¡Me disculpo por mi rudeza! ”

Al ver la expresión de descontento de Rachelle, Yulia cayó de rodillas presa del pánico y ofreció una oración.

“Hmm… Entonces, eres una de esas supuestas monjas, ¿huh?”

“¡S-Sí!”

“Ya veo. Entonces, Rekka, ¿por qué me arrastraste hasta aquí?”

“¿No te lo expliqué en el camino…?”

Ella realmente era un ángel inútil… Sin otra opción, decidí refrescarla sobre las preguntas clave que necesitaba respuesta.

“Rachelle, Yulia es monja y exorcista. En el nombre de Dios, ella se gana la vida cazando no humanos. Básicamente vampiros como Rosalind y esas cosas”.

“Si, ¿entonces?”

“Entonces… ¿qué crees que Dios tiene que decir sobre matar a todos esos no humanos?”

“¿Por qué preguntas?”

Parecía que Rachelle no se había dado cuenta de lo que realmente quería decir.

“Estoy preguntando si Dios realmente aprueba todo eso”.

“En realidad no”, respondió Rachelle rotundamente.

“P-Pero las enseñanzas de la iglesia…” Yulia inmediatamente trató de intervenir.

“Si, exacto. Esas son las enseñanzas de la iglesia, ¿no? Las enseñanzas de un grupo de humanos que intenta manejar a otros humanos. Es natural que los humanos teman a los vampiros y demonios, del mismo modo que es natural que los conejos y los ratones teman a los zorros y gatos. Por supuesto que querrían que los exterminaran. Y al difundir esa idea a través de sus enseñanzas, la iglesia recluta a más personas para su causa sin mancharse las manos directamente de sangre. Sin embargo, el grandullón de arriba nunca ha hecho una declaración al respecto. No es algo que haya pedido ni es algo que desee”.

Yulia trató desesperadamente de discutir, pero Rachelle se llevó un dedo a los labios mientras explicaba los hechos del asunto simplemente. Al escucharlo todo, la fuerza se fue del cuerpo de Yulia, dejándola aturdida.

Probablemente estaba completamente perdida después de tener los cimientos de su fe tan sacudidos. También directamente de la boca del caballo.

Bueno, Rachelle no era Dios, era solo un portavoz, pero seguramente escucharlo de un ángel fue lo suficientemente persuasivo.

“De todos modos, servir a Dios es el trabajo de los ángeles, así que no hay necesidad de que ustedes, los humanos, se preocupen por cosas como esa. Quiero decir, si quieres hacer mi trabajo por mí, no discutiré… Uuugh, en realidad, ahora que lo estoy pensando, todavía no he alcanzado mi cuota…”

Rachelle dejó de gemir mientras se agarraba la cabeza. Sin embargo, le sirve bien. Eso es lo que consiguió por holgazanear en mi casa durante días. A continuación, Suzuran se acercó a la inmóvil Yulia.

“Señorita Yulia, ¿qué pasa?”

“…”

“¿Señorita Yulia?” Suzuran preguntó de nuevo cuando ella no respondió. “Déjame escuchar tu respuesta”.

“Mi…”

“Así es. El Dios en el que crees no desea que mi señora o yo seamos erradicados de este mundo. Entonces, ¿qué hará ahora, señorita Yulia? Depende de usted elegir cómo tratar con nosotras”.

“…”

“¿Volverás a tus palabras? ¿Ahora afirmarás derrotarnos en nombre de la iglesia que te salvó en lugar de en el nombre de Dios?”

“H-Hey, Suzuran…”

Estaba un poco nerviosa de que ella hiciera algo que pudiera molestar a Yulia, pero parecía decidida a presionar el asunto.

“Sir Namidare, me gustaría que la señorita Yulia decida por sí misma”, explicó.

Luego se volvió hacia Yulia.

“Cuando me convertí en humano gracias a Sir Namidare aquí… Él me liberó de la orden que mi maestro me dio hace 200 años. La orden a la que estaba encadenada. Pero ser liberado de esa cadena fue aterrador”, dijo con nostalgia. “Sentí que estaba perdiendo algo importante: mi propósito. Y sin eso, estaba perdido. Era como si estuviera comenzando de nuevo desde la nada, una pizarra en blanco… Tal como lo eres ahora. Pero lo que elijas escribir en la pizarra en blanco que te dan depende de ti, creo”.

Yulia escuchó en silencio a Suzuran hasta el final. Y entonces… “Yo…”

***

Ese domingo…

“Bienvenidos, corderos perdidos. Gracias por venir a la misa de hoy”.

Yulia se paró en el púlpito vestida con su hábito y saludó a todos los feligreses con una voz tranquila y acogedora. Suzuran y yo habíamos venido a escuchar su sermón y estábamos sentados juntos en uno de los bancos del fondo.

Entonces… al final, Yulia no había exterminado a Suzuran o Rosalind.

A cualquiera le habría resultado difícil abandonar las enseñanzas que había estado siguiendo durante toda su vida, especialmente en un lugar así. Pero lo que Rachelle dijo sobre Dios desde su punto de vista como ángel y la historia de Suzuran pareció conmoverla.

“Pondré tu disposición en espera por ahora, vampiro. Sin embargo, debes saber que he visto a muchos humanos sufrir a manos de demonios como tú antes. No te eliminaré sin razón… pero si alguna vez descubro que has hecho daño a los humanos, no dudaré en acabar contigo”.

Esas habían sido las palabras de despedida de Yulia para Rosalind ese día. Rosalind se había burlado, por supuesto, pero Suzuran y yo soltamos un suspiro de alivio. Y ahora, después de todo eso, aquí estábamos en la iglesia…

“Creo que algunos de los que están hoy con nosotros están asistiendo a misa por primera vez, así que me gustaría comenzar con una pequeña lección sobre el maravilloso amor de Dios”.

Hoy fue la primera misa de Yulia desde que llegó a la ciudad. Esperaba que pensara detenidamente en lo que quería hacer de ahora en adelante mientras cumplía con sus deberes como monja.

“… Ahora que lo pienso, ¿por qué empezaste a venir a la iglesia para estudiar el amor en primer lugar, Suzuran?”

La única razón real por la que pudimos llegar a una conclusión pacífica de la situación fue Suzuran, que se había hecho amiga de Yulia al ir a la iglesia para verla y hablar con ella todos los días.

“Porque deseo tener un hijo”.

“¡Bwuh!”

Esa respuesta inesperada me hizo ahogarme en el aire. Me apresuré a taparme la boca, pero ya era demasiado tarde. Yulia me lanzó una mirada desde el púlpito, luego se aclaró la garganta antes de continuar su sermón.

“Ejem… Entonces, en última instancia, Dios siempre velará por todos porque ama a todos por igual. Además…”

“… ¿Para qué quieres un hijo?” Le pregunté a Suzuran en un susurro, con cuidado de no molestar a nadie más.

“Me he encontrado interesada en la comunidad llamada familia. Cuando era un homúnculo, abandoné la idea de una familia porque no tenía capacidad reproductiva… Pero ahora que soy un ser humano, me gustaría tener un hijo propio”, respondió Suzuran sencillamente en voz baja.

“Ya veo…”

Entonces ella quería una familia, ¿huh? Tenía sentido cuando lo expresó de esa manera, pero todavía había un problema importante que abordar…

“Suzuran… Sabes que no puedes tener un hijo por tu cuenta, ¿verdad?”

“Estoy consciente. Se necesita un hombre para realizar con éxito el acto reproductivo conmigo. ¿Es eso correcto?”

“No te equivocas, pero ¿podrías bajar un poco la voz…?”

Miré a mí alrededor con la cara roja. Suzuran había estado hablando en voz baja desde el principio, pero la iglesia estaba tan silenciosa que todavía estaba nerviosa de que alguien nos escuchara. Y mientras seguía mirando a mí alrededor como un personaje sombrío, Suzuran agregó…

“Aunque tengo un candidato en mente, así que no hay necesidad de preocuparse por eso”.

“¿Eh…?”

Un candidato en mente… Espera, ¡¿ya había encontrado a alguien?! Ya estaba sorprendido, ya que fue justo después de escuchar que ella quería un hijo, así que no tuve el coraje de pedir detalles. En cambio, me quedé sentada en silencio preguntándome a quién se refería.

“… Por tanto, como seres humanos, también debemos llegar a comprendernos y perdonarnos a través del amor. De esa manera, podemos caminar juntos para vivir en paz tal como Dios lo ha querido”. Yulia se detuvo allí y se santiguó, ofreciendo una oración silenciosa a Dios en su corazón. “Que el mundo se llene de amor. Amén.”