Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 11

Capitulo 1: Isla Desierta X Amiga De La Infancia

Parte 1

El primer fin de semana después de que comenzara el segundo semestre…

Después de tomar una licencia sin excusa durante la ceremonia de apertura, me dieron una montaña de asignaciones para hacer como castigo. Este fue mi primer día libre después de finalmente terminarlos todos, y me derretí en el sofá incluso más de lo habitual. A pesar de ser septiembre, todavía teníamos el aire acondicionado a tope. Hacía demasiado calor, agotando por completo todo el deseo que tenía de salir a jugar.

Pero como estaba siendo una babosa en el sofá, sonó el timbre de la puerta principal. Ahora, con una razón para levantarme, me levanté del sofá y me acerqué a la puerta.

“Ya voy… Oh, eres tú, Satsuki.”

“Hola, Rekka. Oh, te ves un poco desaliñado”, dijo Satsuki, moviéndose rápidamente para arreglar mis mangas y cuello.

Me quedé allí y dejé que me acicalara a su satisfacción. Luego se quitó los zapatos y se puso zapatillas de casa.

“¿Qué te trae por aquí?” Yo pregunté.

“Bueno, ya ves… Se trata de la barbacoa en dos semanas”.

“Cierto. Se acerca la barbacoa”.

Ahora que lo pienso, era casi la hora de ese evento anual. Bueno, yo lo llamo un evento, pero en realidad fue solo una fiesta con mi familia y los Otomos de al lado. Cada año, por esta época, nos reuníamos e íbamos a las montañas a hacer una barbacoa junto al río. Pero las cosas serían un poco diferentes este año. Mis dos padres estaban en el extranjero, así que no pudieron venir. Y esta sería la primera vez que lleve a Harissa.

“Entonces, quería preguntarle a Harissa si tenía alguna preferencia por la comida, por ejemplo, si había algo que no pudiera comer o que no le gustara, antes de ir de compras a comprar ingredientes”.

“Ella nunca había mencionado algo así antes… pero no estaría de más preguntar”.

“Okay.”

Satsuki y yo subimos a la habitación de Harissa y llamamos a la puerta. “Hey, Harissa, puedo hablar contigo por un…”

“¡Oh, señor Rekka!”

“… ¿Qué estás haciendo?”

Harissa, que se había vuelto para mirarme con sorpresa, estaba de pie en medio de su habitación realizando algún tipo de experimento.

“¿Eso es un hilo rojo? ¿Lo cortaste o algo así? ¿Es así como haces los catalizadores para tu magia de conexión?”

“Um, sí y no”.

“¿Qué?”

Le pedí detalles y me explicó que estaba trabajando en una versión mejorada de su magia de conexión. El hechizo básico que se le ocurrió vinculaba un objeto con un lugar, lo que significa que se requería un objeto de importancia para llegar a cualquier parte con él. Y la versión mejorada en la que estaba trabajando le permitiría al usuario evitar la necesidad de un objeto.

“En pocas palabras, estoy tratando de unir dos lugares de antemano, creando un punto en el que puedes viajar entre ellos libremente”.

“¿Como un punto de deformación en un videojuego? Seguro que sería mucho más conveniente”.

“¡Sí! Heeheehee,” Harissa rio tímidamente. “Entonces, ¿necesitaba algo, Sir Rekka?”

“Oh, es cierto. Satsuki quiere hablar sobre la barbacoa que viene la próxima semana”, comencé a explicar antes de ceder ante mi amiga de la infancia que estaba detrás de mí.

“Solo quería preguntar si hay algún alimento que no le guste o no pueda comer. Si es así, ¿podría decirme cuáles?” Preguntó Satsuki, bloc de notas en mano.

“Veamos, yo…”

Harissa consideró la pregunta con cuidado, inclinando la cabeza y mirando en diagonal hacia el techo mientras reflexionaba… distrayéndola lo suficiente como para que accidentalmente dejara que el objeto mágico experimental en su mano se deslizara al suelo.

“¡Ah!” los tres gritamos al unísono.

Ninguno de nosotros tenía los reflejos sobrenaturales para atraparlo a tiempo, por lo que todos miramos con horror cómo se rompía en pedazos. Pero algo en el desorden desarticulado de las partes provocó una reacción mágica, llenando la habitación con una luz brillante.

“¡Wah! ¡Oof!”

“¡¿Q-Qué?!”

“¡Sir Rekka! ¡Satsuki…!”

Escuché que la voz de Harissa se volvía más tranquila cuando una extraña sensación flotante me invadió. Y entonces…

***

Cuando mi visión regresó después de ser cegada por la luz brillante de mi habitación, fui recibido por la vista del agua azul y la arena blanca hasta donde alcanzaba la vista.

“… ¿Huh?”

“¿Dónde está esto?”

Me volví a mi lado para ver a Satsuki, quien me estaba mirando con la misma expresión de asombro que probablemente también estaba en mi rostro. Luego eché otro vistazo a la zona, pero no había casas ni edificios por ningún lado. Ni siquiera una choza en la playa. De hecho, no había ningún signo de civilización humana en absoluto.

“¿Dónde estamos?” Murmuré, haciéndome eco de la pregunta de Satsuki de hace un momento.

“Hace tanto calor…” dijo Satsuki, entrecerrando los ojos ante los rayos del sol que nos miraban.

“Sí… está realmente hirviendo”.

“¿Hacía tanto calor en Japón?”

“Bueno, el informe meteorológico dijo que hoy volvería a estar alrededor de los 30 grados”.

“¿De verdad?”

“Si.”

Ambos guardamos silencio durante un largo momento. “Hey, Rekka…”

“¿Huh? Oh sí. Lo sé.”

No había viajado por el espacio y otros mundos por nada. Había visto los letreros en la habitación de Harissa. Y aquí estábamos. Así que decidí ignorar mi sentido común y aceptar la situación en la que me encontraba. Después de todo, estaba bastante claro lo que había sucedido.

“Nos enviaron a una isla desierta”.

***

Según lo que Satsuki aprendió con su Gran Magia Omnisciente, estábamos en una isla deshabitada ubicada cerca del ecuador.

“Y esto se debe a esa luz brillante, ¿verdad?”

“Bueno, lo más probable. Ella dejó caer un objeto mágico inestable, después de todo”.

Además, Harissa nos había dicho directamente que estaba trabajando en su magia de conexión. Si eso salió mal, no era tan extraño pensar que habíamos terminado en un lugar donde no debíamos hacerlo. Como, ya sabes, una isla desierta.

“Satsuki, ¿qué hay de tu teléfono? Tenías magia de teletransportación que podrías usar con eso, ¿verdad?”

“Sí, pero requiere mucha preparación de antemano… y lo dejé en casa. Le dije a mi mamá que solo iba a ir a tu casa, así que no pensé que lo necesitaría. Pero ¿y tú, Rekka?”

“El mío está en mi escritorio… no suelo llevarlo conmigo por la casa”.

No es gran cosa. No es como si tuviéramos recepción aquí de todos modos. Espera, ¿no podría Iris llamarme desde cualquier lugar de la galaxia? No es que ayude ahora…

“Bueno, no parece que Harissa haya sido enviada aquí con nosotros, así que estoy seguro de que reunirá a los demás y vendrá a buscarnos eventualmente”.

“Si, tienes razón.”

Teníamos extraterrestres, científicos y psíquicos en nuestro círculo de amigos. Incluso un ángel (idiota) y un Rey Demonio. Si juntan sus cabezas y sus poderes, seguramente podrían encontrarnos… incluso si no tuvieran ninguna pista sobre dónde empezar a buscar…

“Si tan solo no te hubieran arrastrado aquí conmigo…”

Si Satsuki todavía estuviera en casa, podría haberme localizado fácilmente a mí o cualquier otra persona con la Magia de la Omnisciencia. Pero por alguna razón, ella estaba haciendo pucheros sobre mí sugiriendo eso.

“¿Qué? ¿Querías estar aquí con Harissa en lugar de conmigo, Rekka? “¿Huh? No, en todo caso, preferiría no estar aquí en absoluto”.

No importa lo acostumbrado que esté a estos extraños sucesos, al menos me gustaría disfrutar de mi raro día libre… Vaya, estoy empezando a parecer un agotado de nueve a cinco, ¿no?

“… Y finalmente también estamos solos por una vez”.

“¿Huh?”

“Hahh… lo que sea. La isla más cercana está fuera del alcance de vuelo, así que supongo que tendremos que esperar a que llegue la ayuda”, suspiró Satsuki mientras se alejaba.

“¡Hey, espera! ¿A dónde vas?” La llamé en pánico.

“Bueno, necesitamos refugio de los elementos, así como comida y agua, ¿verdad? Hice un mapa mental de los recursos en la isla con la Magia de la Omnisciencia antes, así que voy a asegurar los suministros que necesitamos antes de que se ponga el sol”.

“Estás tan tranquila con esto…”

“Te he seguido al espacio y a otros mundos antes. Esto no parece tan malo”.

Aparentemente, no era el único que se había dado cuenta de las cosas durante el último medio año.

***

“Esta es la primera vez que veo un coco en la naturaleza”.

“Igual yo.”

Satsuki y yo estábamos mirando los cocos que crecían en los árboles con ingenuo asombro. Para que conste, ya habíamos encontrado una cueva junto al agua como refugio.

La comida era el siguiente elemento de nuestra lista de tareas pendientes. Pero a pesar de que nos habíamos quedado varados en una isla desierta, estábamos resolviendo todo esto de manera bastante metódica. Una vez más, me hizo darme cuenta de lo conveniente y útil que era la Magia de la Omnisciencia.

“Iré y agarraré algunos”, dijo Satsuki mientras sus pies dejaban el suelo y despegaba en el aire con su magia de vuelo.

“Genial, gracias. Si parece demasiado difícil arrancarlos del árbol, lo subiré y lo intentaré yo mismo”.

“Elegirlos debería ser bastante fácil con magia”, se rio Satsuki mientras se dirigía hacia los cocos colgantes.

“Rekka, si miras hacia arriba ahora mismo, tendrías la vista más asombrosa posible de sus bragas”.

“Nop. Sin mirar.”

R susurraba sus tentaciones habituales en mi oído. Pero me porté bien y me di la vuelta mientras esperaba a que Satsuki cogiera algunos cocos.

“Hmm, sí. En realidad, son bastante difíciles de elegir. Ah… ¡kyaaah!” La alegre voz de Satsuki en lo alto de repente se convirtió en gritos. “¡¿Satsuki?!”

Reflexivamente me di la vuelta al escucharlo… Y miré a los ojos con ella mientras caía directamente hacia mí.

“¡Bwah!”

Traté de agarrarla y amortiguar su aterrizaje, lo que significa que caí de espaldas.

“¡¿Q-Qué pasa, Satsuki?!”

“¡U-Un insecto!”

“¿Un insecto?”

Tras una inspección más cercana, había una oruga peluda en el hombro de Satsuki. Así que eso era… Ella odiaba los insectos desde que era pequeña.

“Ya veo, ya veo… Entonces Satsuki es mala con los insectos. Fue sorprendente saber que Hibiki tenía tal debilidad, pero parece mucho más creíble con Satsuki. Ahora tengo curiosidad por saber cómo se vería si clasificamos a las heroínas por bichos y aterrorizarlas”.

¿Qué probaría eso…? De todos modos, arranqué la oruga peluda del hombro de Satsuki y la arrojé a algún lugar con un pequeño suspiro.

***

Después de eso, Satsuki y yo trabajamos en los conceptos básicos de supervivencia de recolectar comida y ramas rotas para leña. Según Satsuki, había más comida en el bosque… pero también animales salvajes. Así que decidimos no vagar demasiado profundo.

“Hmm… Recogimos muchas frutas y nueces, pero ¿será suficiente?”

“No sabemos cuánto tiempo tendremos que aguantar antes de ser rescatados”.

Por lo que Satsuki podía decir, Harissa todavía estaba en Japón. La Magia de la Omnisciencia era poderosa, pero no era capaz de leer mentes, lo que significa que no teníamos una forma real de saber qué tan avanzada estaba la búsqueda en este momento.

“¿Qué quieres hacer? El bosque es peligroso, ¿verdad?”

“Sí”, asintió Satsuki con una expresión solemne.

“Olvidé preguntar antes, pero ¿qué tipo de animales salvajes hay realmente allí?”

“No creo que lo sabrías incluso si te dijera el nombre… Pero es un gato grande”.

“¿Un gato? Si es solo un gato, entonces… ”

“¿Sabes que ‘gatos grandes’ se refiere a tigres y cosas así, verdad?”

“¡¿Qué?! ¡¿H-Hay un tigre en la isla?!”

“Relájate, no es un tigre. Pero si ciertas especies de gatos monteses pueden acabar con los jabalíes, lo mejor para nosotros es mantenernos alejados de ellos”.

“L-Lo tengo”.

Satsuki se aseguró de enfatizar ese punto, y yo asentí dócilmente en respuesta. Si bien sonaba aterrador, también amaba a los gatos… Realmente no quería hacer nada que pudiera lastimarme a mí o a ellos.

“Vayamos a la orilla y busquemos mariscos”.

“Muy bien.”

Siguiendo las instrucciones que Satsuki había recibido de la Magia de la Omnisciencia, nos dirigimos al punto de cosecha que había descubierto.

“Si busco cada marisco de forma individual, se me acabará la magia en poco tiempo. Entonces, de aquí en adelante, estaremos solos”.

“Entendido.”

Ambos dejamos nuestros zapatos y calcetines altos y secos para que no fueran arrastrados por las olas, y luego nos metimos descalzos en los bajíos. Nos detuvimos donde pensamos que podrían estar los mariscos y nos agachamos para tamizar la arena suave con las manos.

“Esto me recuerda cómo solíamos ir a pescar almejas”.

“Bueno, es básicamente lo mismo”.

Mientras recordábamos cosas insignificantes del pasado, trabajé en desenterrar arena y palearla a un lado.

“¡Ah, encontré uno!”

“Excelente.”

“¡Y aquí hay otro!”

“Vaya, eres rápida. Hmm… No puedo encontrar ninguno”.

“Estás cavando demasiado profundamente en un lugar, Rekka. Intenta buscar moviendo tus manos por la superficie de la arena como si estuvieras dándole palmaditas. Si sientes algo duro, probablemente sea un marisco”.

“Está bien, lo intentaré”.

Seguí el consejo de Satsuki y comencé a dar palmaditas en la arena con las palmas de las manos de izquierda a derecha.

“¿Hm? Hay algo difícil aquí. ¡Muy bi— OWW!”

Agarré algo pensando que era un marisco, pero me agarró de vuelta. Resulta que era un cangrejo que no estaba muy  contento conmigo. Enganchó mi dedo con sus pinzas y grité de sorpresa y dolor.

“Hey, ¿estás bien?”

“Sí, solo… ow. Ah, estoy sangrando”.

Miré mi dedo para ver que el cangrejo había perforado la piel. Sangre roja rezumaba de la herida y el agua salada la hacía arder un poco.

“Dámelo aquí,” dijo Satsuki, tomando mi mano y luego poniendo el dedo herido en su boca.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?!”

Estaba tan sorprendido que ni siquiera terminé mi oración correctamente.

“¿Qué quieres decir? Estoy tratando la herida”, Satsuki apartó la boca por un momento para decir.

“¡¿No tienes magia para eso?!”

“Estoy guardando mi magia. No es que pueda usarlo sin cesar”.

Cierto. Necesitábamos la magia de Satsuki para sobrevivir en esta isla desierta. No podíamos permitirnos seguir utilizándolo en todo. Sabía la lógica detrás de lo que estaba diciendo. Sabía la lógica, pero…