Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 11

Capítulo 1: Da Un Grito Cuando Disparas

Parte 3

Después de nuestra audiencia en el castillo, fuimos directamente a la mansión. Le di las gracias al conductor y salí del carruaje.

Tan pronto como entramos en la casa, Myusel comenzó a quitarse la ropa de salir. Aparentemente, ella no se sentía bien si estaba en la mansión pero no con su uniforme de mucama. Ella siempre fue muy diligente.

“Comenzaré a preparar la cena, entonces”, dijo, poniéndose el tocado con volantes.

“Gracias, Myusel”, le dije. “Para nada, es mi traba… Oh”.

Se había girado hacia la cocina, pero vio algo que la detuvo en seco. Preguntándome qué podría ser, me uní a ella.

“Oh. Elvia.”

La niña loba corría hacia nosotros por el pasillo. “¡Bienvenido a casaaaa!” Ella se detuvo frente a nosotros, sonriendo. Las orejas esponjosas que colgaban de su cabeza cayeron, y la cola peluda que crecía detrás de ella se movió como un cachorro feliz. Esta era la chica de la que habíamos estado hablando en el castillo: la ex espía de Bahairaman, ahora nuestra artista residente, Elvia Harneiman.

“Esa debería ser nuestra línea”, objeté.

“¿Cuándo regresaste de Bahairam?”, Preguntó Myusel.

Además de ser la artista que vive en Amutech, también fue nuestra contrabandista, específicamente, ayudando silenciosamente a llevar productos otaku a Bahairam.

Sé que todo suena muy bien, pero todo lo que realmente quería era que Elvia ayudara a Bahairam a darse cuenta de las cosas ordenadas que estaban disponibles, y tal vez comenzar a pensar que valía la pena ser amigos de Eldant. Llámalo una campaña de información. Por supuesto, cuando sugerí la idea al liderazgo de Eldant, utilicé deliberadamente la frase ‘invasión cultural’.

“¡Acabo de regresar esta mañana!”, Dijo Elvia alegremente.

Todos sus movimientos tendían a ser exagerados. Como si ella asintiera, todo su cuerpo se sacudiría mientras movía la cabeza hacia arriba y hacia abajo. Inevitablemente, hizo que su abultado pecho, que se tensaba en la parte superior de su tubo, fuera inevitablemente evidente.

Y no solo su camisa era básicamente una ropa interior, sino que sus pantalones eran cortos, por lo que su abdomen estaba completamente afuera. Tal vez lo hizo para facilitar el movimiento, pero esta cantidad de piel, esta cantidad de exposición, digamos que realmente llamó la atención. La única gracia salvadora fue que la forma en que actuó era tan inocente, que en realidad no parecía tan sexy.

“Y entonces, eh, Shinichi-sama…”

“Todo salió bien, ¿verdad?”

“¿Eh…?” Elvia me miró sorprendida.

“Oh, eh…” Traté de expresar mi respuesta de la manera menos inquietante posible. “En realidad, estábamos en el Castillo de Eldant mediante una convocatoria especial. Dijeron que parece haber más combates en la frontera con Bahairam, y que tengan cuidado”.

“Oh…”

¿Era solo mi imaginación, o una nube pasó sobre la cara de Elvia? “Parece que no pasó nada malo, y me alegré de verlo”.

“Definitivamente entiendo por qué Garius parecía tan tenso, con cosas como esas sucediendo”, dijo Hikaru-san detrás de mí.

“Sí, no es broma”, dijo Minori-san. “Y no se puede ir exactamente a construir una Gran Muralla solo para tratar de mantener el país seguro”.

“La gente que secuestró a Shinichi-san llegó a esta mansión, ¿verdad?”

“Claro que sí. Sé que estamos en las afueras de la capital aquí, pero eso todavía nos coloca bastante cerca de la frontera. Hay una cadena montañosa que dificultaría el paso de un gran ejército, pero aun así… ”

“U-Um…” dijo Elvia, luciendo ansiosa. “S-Si resulta que, eh, que el ejército de Bahairamanian invade, er… ¿Qué me pasa?”

“Oh, estás bien, Elvia, estás bien”, le dije, obligándome a sonreír tranquilizadoramente.

Minori-san, sin embargo, se encogió un poco de hombros. “Han hecho una excepción para ti, Elvia, pero si alguien de Bahairam ingresara a Eldant de manera no oficial,  ilegal… bueno, probablemente serían arrestados y ejecutados”.

“¡¿E-E-Ejecutados?!” Ella se puso rígida.

Minori-san no se contuvo. “Eso es lo que te habría pasado si Shinichi-kun no hubiera intervenido. Él presionó para que siguieras siendo nuestro artista debido a tus habilidades de dibujo, pero si no hubieras sido artista, no habría habido ningún lugar para esconderse”.

“¿T-T-T- Tiene razón? Quiero decir… Claro que sí…” Estaba asintiendo de nuevo. De repente se veía especialmente pálida: me preguntaba qué estaba mal. ¿Todavía se sentía culpable por haber sido espía de Bahairam…?

“Te lo digo, Elvia, que no te van a hacer nada”, me apresuré a recordarle, pero ella no se relajó. ¿Qué está pasando? ¿Había algo más por lo que estaba preocupada? “¿Qué pasa?”, Pregunté.

“… N-No es nada”.

“Ahora que lo pienso, Elvia-san, ¿no dijiste que había algo de lo que querías hablar con Shinichi-sama?”, Preguntó Myusel.

“¡¿Huh…?!” Elvia sonaba desesperada.

“¿Hay algo? ¿Qué es?” Ahora que lo pensaba, sonaba como si Elvia hubiera tenido más que decir.

“¡Oh, n-no, de verdad, no es nada!”

“¿Sí? Pero-”

“¡N-Nada en absoluto! ¡Lo juro!” Elvia prácticamente estaba gritando ahora. Luego giró sobre sus talones y salió corriendo por el pasillo. Casi como si estuviera huyendo…

“¿Qué diablos?”, Dije, rascándome la cabeza. Seguro que no se parecía a nada.

“No sé…”, dijo Myusel, igualmente confundido. Supongo que no fui la única que pensó que Elvia estaba actuando de manera extraña.

Minori-san, mientras tanto, estaba mirando por el pasillo detrás de Elvia. Me molestó ver que su aspecto relajado habitual había sido reemplazado por el severo comportamiento de un soldado de la JSDF.

***

Todos cenamos juntos. Esa era una costumbre en Amutech, o al menos en nuestra mansión.

Minori-san, Elvia, Hikaru-san y yo estábamos allí, por supuesto, pero también nuestros sirvientes, que normalmente nunca comían con sus amos en la sociedad Eldant. Incluyeron a Myusel, así como a nuestro jardinero Brooke y su esposa Cerise, otra criada.

Brooke y Cerise, por cierto, pertenecían a una raza llamada los hombres lagarto. Literalmente parecían lagartijas caminando. Todo sobre ellos era como lagarto, incluido el hecho de que eran de sangre fría y ponían huevos.

Eso significaba que necesitaban un menú ligeramente diferente al resto de nosotros. Un montón de cosas crudas, principalmente.

Tener que preparar comidas  separadas  para diferentes  especies significaba que Myusel, que cocinaba para nosotros, tenía trabajo adicional que hacer, pero Cerise había podido ayudar desde que llegó aquí. Myusel me dijo que las comidas eran mucho más fáciles para ella ahora.

De todas formas…

“Entonces, el resultado es que necesitamos una clase especial en la que enseñemos a los niños cómo ser amables cuando están haciendo fotografía”, dije, resumiendo nuestro día.

“Espero que podamos hacerlo más temprano que tarde”, dijo Hikaru-san, suspirando. “No puedo soportar que me saquen más fotos”. Como cosplayer, Hikaru-san estaba más que acostumbrado a posar para las fotos, pero había un límite en su paciencia cuando se trataba de que las personas tomaran fotos sin preguntar.

“Hasta ahora no se ha hecho ningún daño, pero no podemos esperar hasta que alguien tome en secreto una foto de otra persona”, dijo Minori-san.

“Er… Puede que ya sea demasiado tarde para eso…”

“¿Eh…?”

“¿Huh? ¡Quiero decir, nada!” Dije, sacudiendo mi cabeza.

Si Loek quería eliminar esa foto antes de que se convirtiera en un problema, este era el momento… aunque desde que Romilda y todos ya la habían visto, ya era demasiado tarde. Tarde o temprano, Minori-san se enteraría de esa imagen, y me imaginé que conduciría a un regaño que Loek no se recuperaría por un tiempo.

“Myusel, ¿no te molesta cuando toman una foto como esa?”, Pregunté, esperando desviar la conversación en otra dirección.

Myusel nos había estado escuchando sin decir nada, y parecía un poco sorprendido cuando la conversación de repente se volvió hacia ella. Ella parpadeó por un momento antes de ordenar sus pensamientos. “¿Yo? Simplemente creo que… es increíble poder capturar una escena en un instante como ese”.

Ahh, qué perspectiva tan dulce e ingenua. A veces, escuchar a Myusel hablar me hacía sentir como una criatura profundamente contaminada.

Quiero decir, obviamente no voy a decir que siempre soy totalmente inocente.

“Y proviene del deseo de mantener cerca las fotografías de las personas y los lugares que le interesan”.

“Eso es bastante cierto”. (Uh… si estamos dividiendo las motivaciones en afecto y malicia, supongo que el deseo carnal se enamora).

“Si tuviera la oportunidad, me gustaría…” Myusel me miró tímidamente, luego rápidamente desvió la mirada. Vi sus mejillas sonrojarse solo un poquito. Espere…

“Myusel, ¿quieres una cámara también?”

“¿Qué? Oh, no, nunca podría…” Ella miró hacia abajo y pareció encogerse en sí misma. Parecía tan modesta, tan contenida, era increíblemente triste.

“Sería difícil no querer uno cuando ves a todos a tu alrededor usándolos, ¿eh?”

“Eh… Ejem, bueno, eso puede ser en parte cierto…”

Conocía a Myusel, y sabía que no sería capaz de salir y decir que quería una cámara, así que tendría que decírselo. Probablemente no necesitaba una DSLR complicada ni nada; un buen y pequeño modelo diario de disparar y olvidar estaría bien. Si lo pidiera, probablemente podría enviarme uno con el próximo envío regular.

“No creo que una cámara sea exactamente lo que Myusel busca”, intervino Minori-san con una sonrisa maliciosa.

“¿Qué…?”

¿No fue?

“¡M-Minori-sama!” Myusel sonaba inusualmente frenética. Minori-san parecía estar disfrutando esto.

Espere. ¿Qué está pasando aquí?

¿Era esto lo que llamaban “charla de chicas”? (Nota: probablemente no).

“De todos modos, les pediré que te envíen una cámara, Myusel”, dijo Minori-san. Luego miró alrededor de la mesa. “Por cierto, hablando de cámaras, estaba pensando en imprimir algunas de las fotos que tomamos en Japón. Myusel, Elvia, ¿quieres algo?

“¿Puedo?”, Preguntó Myusel.

“Seguro. También traeremos algunos para Su Majestad”.

“Eso me recuerda que nunca mostré a Brooke y Cerise ninguna de nuestras fotos de Akiba”.

Les había traído algunas frutas secas y algunos calentadores de manos Haku *** Kairo como recuerdos de Japón, y ya les había dado esos, pero nunca les había mostrado las fotos.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo y abrí mis fotos desde Japón. Extendí el teléfono sobre la mesa para que Brooke y Cerise pudieran ver.

“¡¿Qué es esta imponente fortaleza…?!”

Enfrentado a una foto que había tomado de Myusel en Akiba, Brooke no comentó sobre el guardarropa de nuestra criada, sino más bien sobre el fondo. Teniendo en cuenta que Brooke era un ex militar, supongo que tenía sentido que notara el terreno de inmediato.

“Petralka dijo lo mismo. Pero no es una fortaleza, esos son edificios. Los llamamos rascacielos”.

“Y qué atuendos inusuales”, ofreció Cerise. (Supongo que se necesitó una mujer.) “Pero se ven muy bien en todos ustedes”.

Brooke y Cerise estaban cubiertos de escamas, por lo que a veces no parecían muy expresivos. Podría ser casi imposible decir lo que estaban pensando solo por sus caras, pero al prestar atención a su conversación y al ambiente general que emitieron, me fue posible decir que estaban intrigados por las fotografías.

“Al ver cómo Myusel y Petralka sobrevivieron cuando sus fotos fueron tomadas por todos en esa gran multitud en Akiba, creo que ya están bastante acostumbrados a estar en fotografías”, dije.

“Cierto,” respondió Minori-san. “Considerando cómo comenzaron… Eso perjudicaría el juicio de cualquiera”.

Estrictamente hablando, habían estado frente a la cámara antes, cuando hicimos nuestra película, y en Akiba un punk de cámara (pero tenga en cuenta: tenía alrededor de treinta años) nos tomó fotos. Pero tener un mar de teléfonos celulares y cámaras digitales dirigidos a usted probablemente abrumó esos otros recuerdos.

“Está bien, imprimiremos fotos para Myusel y Su Majestad… ¿Y tú, Elvia?” Sin respuesta.

“¿Elvia…?”

“¡¿Buh?!”

Parecía escucharnos por primera vez, levantando la vista de repente con un escalofrío.

“Pareces un poco fuera de lugar”, dijo Minori-san. “¿Todo está bien? Tampoco has comido mucho… ”

Tenía razón: casi toda la comida todavía estaba en el plato de Elvia.

Eso fue inusual. Elvia parecía tener lo que podríamos llamar un pobre kilometraje: el resto de nosotros a menudo vimos estupefactos mientras se metía la comida en la boca. Myusel siempre  se aseguraba de darle porciones extra grandes en las comidas, y todavía era la primera en terminar. Sin embargo, esta noche, apenas había comido nada.

Ahora que lo pienso, ella tampoco había sido parte de nuestra conversación. Ella solo parecía realmente deprimida de alguna manera…

“¿No sabe bien?”, Preguntó Myusel, preocupado.

“¡N-No, eso no es para nada!”, Dijo Elvia, y rápidamente comenzó a comer. “¡Es genial, como siempre!”

Sin embargo, un momento después, sus manos se detuvieron nuevamente. Definitivamente estaba preocupada por algo.

Parecía extraña desde que regresó de Bahairam, o más precisamente, desde que hablamos de lo que sucedió allí.

“Hey”, dije suavemente. “¿Estás preocupado por Amatena y Clara?”

Amatena y Clara. Ambas de Bahairam, y las dos personas que habían estado involucradas en mi secuestro. Y Amatena, como sucedió, era la hermana mayor de Elvia. Los dos estaban sirviendo con el ejército de Bahairaman en un pequeño pueblo cerca de la frontera. Lo que significaba, para nuestro disgusto, que estarían en primera línea si alguna vez estallaba la guerra.

Ante mi pregunta, Elvia se puso rígida. Todo el cabello en su tupida cola, que había estado escondida detrás de su silla, se erguía como si hubiera recibido una gran descarga estática.

“Sh-Shinichi-sama, ¿por qué piensas que…?” La tensión en su rostro era inconfundible.

“¿Por qué? Quiero decir…”

Pensé que era perfectamente natural preocuparse por su familia en casa.

“Por cierto, Elvia”. Esta vez Brooke habló, con indiferencia, casi como si acabara de pensar en algo.

“¡¿S-Sí?! ¿Qué es?” La voz de Elvia alcanzó una nueva octava.

“Ese pequeño cobertizo que no estaba usando, lo limpié y lo limpié. Está disponible siempre que lo necesite”.

“G-Gracias”.

“¿Huh? ¿De qué estás hablando?”

Esta fue la primera vez que oí hablar de eso. Claro, los terrenos de nuestra mansión tenían varios cobertizos pequeños dispersos. Uno de ellos había sido remodelado en un lugar para que Brooke y Cerise se quedaran, pero los demás los dejamos, usándolos para almacenar nuestra basura.

“Ella preguntó si podría usarlo”, dijo Cerise. “¿Por qué?”, Pregunté.

“Bueno, eh, er…” Las manos de Elvia estaban notablemente sudorosas. “¡O-Oh sí! ¡M-Mis pinturas y esas cosas! ¡Tengo todos mis suministros y fotos a medio terminar y todo, y necesitaba un lugar para ponerlos! ”

“¿No podrías usar tu propia habitación?” Le habíamos dado a Elvia una de las habitaciones más espaciosas de la mansión. ¿Realmente había acumulado tanto que todavía necesitaba más espacio? ¿Pero cuándo había conseguido todos esos suministros?

“O-Oh, ya sabes… solo quería mantener mi trabajo fuera de la habitación…

¡Oh, humedad! ¡La humedad es mala para ellos! Entonces…” Elvia se interrumpió y saltó sobre sus pies. “¡Acabo de recordar algo que tengo que hacer! ¡Cenaré en mi habitación! ”

“Oye-”

Antes de que pudiéramos detenerla, ella barrió su plato y salió corriendo. “Me pregunto si algo le pasa a Elvia-san…”, dijo Myusel.

“Ella ha estado actuando raro desde que llegó a casa”, estuve de acuerdo.

¿Estaba tan preocupada por Amatena y Clara que ni siquiera podía comer? Pero entonces, ¿por qué ella se desvive para llevar la cena a su habitación? ¿Estaba planeando tomarlo para un refrigerio de medianoche?

Hmmm. Nada tiene sentido.

“Por otra parte”, le dije, “Elvia siempre ha actuado un poco raro”.

“Cierto eso,” dijo Minori-san. “Como la vez que te empujó al suelo y saltó sobre ti…”

“¡¿Qué?! ¡¿Eso realmente sucedió?!” Exclamó Hikaru-san, sorprendido.

…Oh sí. Hikaru-san no había estado aquí para eso. No sabía exactamente cómo llegó Elvia durante su “fase de la luna”. Me di cuenta de que Elvia había estado dando vueltas alrededor de la mansión y otras cosas para tratar de que su fase fuera menos abrumadora.

“Elvia entra en celo durante su fase de la luna”, dijo Minori-san con naturalidad. “Y Shinichi-kun… bueno…”

“Oh, Dios mío”, dijo Hikaru-san, llevándose la mano a la boca como si hubiera escuchado algo vil. “¿Te aprovechaste de ella?”

“¿Qué? ¡No! ¡No, no lo hice! ”

“Eso es justo lo que diría un hombre. Repugnante.”

“¡Hikaru-san, eres un hombre!”

¿Cómo podría actuar tan desapegado? Si lo hubieran enviado a él en lugar de a mí para ser el gerente general de Amutech, él habría sido el que terminó en el piso, ¿verdad? Pero, de nuevo, ¿tal vez nunca hubiera tratado de salvar a Elvia en primer lugar? Hmm, pero espera…

“¡No sucedió! ¡No pasó nada! ¡Y yo fui al que lo saltaron!”

“Ooh, ¿un trasero guarra?”

“¡YO! ¡NO! ¡SOY!”

Usted (completamente, totalmente podrido) ¡WAC! ¡No vayas a decir cada cosa confusa y engañosa que se te ocurra!

“¡No hice nada! ¡Oye, detente, no me mires con esa cara dibujada y penetrante! ¡Soy inocente, lo juro! ¡Quiero mi abogadooooo!”

Sentí que me habían enmarcado, pero nada podía quitarme la mirada helada de Hikaru-san.