Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 11: En Este Momento, Cada Uno de Nosotros Soñamos en Nuestros Propios Caminos

Capítulo 4: Mi Preciado Maestro y Él

Parte 1

¿Cuándo había empezado?

Realmente odiaba volver a casa.

Cuando me paré frente a la puerta, de repente sentí que me estaban encerrando en un lugar estúpidamente estrecho, y me dio náuseas.

¿Siempre había sido así? Eso no podría estar bien. ¿Cuándo había empezado? Realmente no lo sabía.

De todos modos, odiaba mi casa.

Tenía muchas ganas de cantar hoy, así que invité a algunas personas, fui a una sesión de karaoke, lo extendí, lo extendí y lo extendí. Una persona se había ido, luego otra, luego otra. Una vez que todos dijeron que tenían que irse a casa, lo terminé de mala gana, pero al final, estuvimos ahí un total de cuatro horas. Con generosidad pateé toda la factura. Quiero decir, después de todo, yo fui quien los invitó, ¿verdad? Mientras cantaba como loco, también había estado comiendo y bebiendo, así que no tenía hambre.

A esta hora del día, alguien probablemente ya había regresado. Las luces también estaban encendidas.

Saqué mi llave de mi bolsa y abrí la cerradura. La puerta se abrio. Entré.

El truco era hacer todo esto en un solo movimiento. Si me detuviera a mitad de camino, me gustaría huir. No es que eso ayude.

Incluso si les dijera a todos que deberíamos ir a algún lugar después de eso, acabábamos de terminar cuatro horas de karaoke. Nadie iba a venir conmigo. Jugar solo no era divertido tampoco. De vez en cuando, podría ser bueno. Después de todo, he ido a un centro de juegos solo hoy.

Las luces en la entrada se encendieron cuando el sensor captó mis movimientos. Había zapatos de tacón alto. Los zapatos de mi madre.

Me quité los zapatos y entré en la casa.

Subí las escaleras en la sala de entrada hasta el segundo piso. Entré en mi habitación y encendí las luces. Tirando mi mochila al piso, y tratando de no pisar los objetos esparcidos en el, me dirigí a la cama.

Sin quitarme el uniforme, me metí en la cama y me puse de espaldas.

Mirando de reojo los pósters en el techo, pensé, ¿Eh, cuándo los puse?

Los pósters variaban: desde pósters de idols a pósters de revistas de manga y pósters de películas. Había todo tipo de cosas. Después de quedarme sin espacio para ellos en las paredes, también comencé a pegarlos en el techo.

Me quité los calcetines y los tiré a donde sea. Mi pie derecho tocó algo. Era una pequeña pelota de baloncesto. La agarré con mis pies, la lancé hacía arriba y la atrapé con mis manos. Sentándome, apunté al aro de baloncesto en miniatura en un rincón de la habitación. Tomé el tiro.

“¡Muy bien! ¡Entra…!”

La pelota fue desviada sin piedad por el aro.

“¡Gahhhh! ¡Que demonios! ¡Basta de esto!”

Me enojé y decidí dormir.

Nah… Me hubiera encantado dormir, si pudiera, pero aún no podía.

“…Ahhh.” Dejé salir mi voz sin ninguna razón.

Tiré de mi cabello.

“Urgh,” gemí.

Suspiré.

Dejé salir mi voz. “Uhhh.”

Luego cambié mi tono, y dije: “Ehhh,” en su lugar.

Lo cambié y dije: “Ohhh.”

Je, je. Me reí.

“…Tan aburrido.”

Acostado en mi frente, presioné mi cara contra mi almohada. Olía a productos para el cabello, champú y otras cosas. De ninguna manera era fragante. Pero no lo odiaba. No era bueno, pero no era malo.

Tal vez esto es lo que es la vida, pensé de repente.

“Podría ser… Esto podría ser como es. Sí. Maldita sea, estoy bien. Vaya. Mi garganta está seca…”

Me levanté y me rasqué la cabeza. Debería haber pasado por la tienda de conveniencia para comprar bebidas en mi camino de regreso. Pero era demasiado doloroso volver a salir ahora. Parecía que no había elección.

“Supongo que voy a bajar…”

Salí de la cama, salí de mi habitación y bajé al primer piso. Había un pasillo estrecho que se extendía desde el vestíbulo de entrada. La puerta de la izquierda era el inodoro y, al final, la puerta se dirigía a la sala de estar.

Cuando abrí la puerta, el televisor estaba encendido. Mi madre todavía estaba en su ropa de salir, sentada en el sofá y bebiendo algo. Ese algo probablemente era vino, como siempre.

Había una bodega ridículamente enorme en esta casa, y albergaba cerca de cien botellas. Casi todas las noches, mi madre bebía vino en una copa estúpidamente grande.

Mi madre miró en mi dirección, y entonces no dijo nada. Si ella hubiera dicho algo, me habría enfadado, pero ser ignorado también me enfurecía.

Pasé por la sala de estar a la cocina y busque en el refrigerador. “…Maldita sea. ¿Por qué esta casa no tiene más que agua carbonatada y agua mineral? ¿Qué es esta mierda? No puedo creer esto.”

Cuando murmuré eso en voz alta sin querer, escuché a mi madre chequear su lengua, y eso me cabreó.

“…¿Qué?” Exigí. “No dije nada que no fuera cierto. ¿Tienes algún problema conmigo?”

“¿Por qué eres tan mal hablado? No sé a quién saliste. Sin embargo, debe haber sido tu padre, estoy segura.”

Mi madre estaba aparentemente borracha. Sin embargo, eso no significaba que estuviera obligado a ignorar eso. Cerré la puerta de la nevera.

“Por mi ‘papá’ supongo que te refieres a ese esposo tuyo? ¿O es alguien más?”

“¿Eh? ¿Alguien más? ¿A qué te refieres?” Preguntó ella.

“¿Cómo debería saberlo? Parece que a ti no te gusta mucho tu esposo, así que pensé que tal vez estás teniendo una aventura amorosa. Nah, no solo ahora, ¿tal vez tuviste uno antes?”

“No hables tonterías.”

“No es una tontería. Es un problema bastante serio, ya sabes. ¿Soy el hijo del viejo?”

“No seas estúpido. Pero es verdad, no te pareces a tu hermano o hermana. No son groseros como tú.”

“Estás diciendo que mis hermanos no son como yo, son estudiantes de honor, ¿no es así? Lo supuse.”

“¿Qué? ¿Te has vuelto amargado? La razón por la que eres un fracaso es que no haces ningún esfuerzo, ¿no es así? Eso es tu culpa.”

“No estoy amargado. Seguro, estoy celoso de ellos, sí. Me dejaron solo en esta casa de mierda, y se fueron tan pronto como pudieron. Como, ¿qué demonios? En serio. En serio.”

“Si vas a decir eso, ¿por qué no te vas también?”

“No tienes que decirme eso. Una vez que me gradúe de la escuela secundaria, me voy de aquí.”

“Si estás tan en contra vivir a costa de tus padres, ¿por qué no abandonas y consigues un trabajo?”

“Vaya, eres admirable. No he oído que muchos padres le hayan dicho a su hijo que abandone la escuela secundaria.”

“Si no quieres estar en esta casa, eso es todo. Si vas a jugar con el dinero que ganaron tus padres, ¿te importaría no quejarte tanto?”

Me enojé tanto que pateé la encimera de la cocina.

Mi madre gritó: “¿Qué estás haciendo?”

“¡¿Qué crees que estoy haciendo?! ¡La pateé!”

“¡La forma en que sacas tu ira en las cosas es como él!”

“¡Eso no me hace feliz en absoluto!”

“¡No estoy tratando de hacerte feliz!”

“¡Es mi cumpleaños, maldita sea…!”

Una vez que dije las palabras, no pude taparme la boca. Era muy tarde.

Honestamente, ¿por qué había dicho eso? Obviamente, no había querido hacerlo. No importaba ni un poco que fuera mi cumpleaños. No tenía nada que ver con eso.

Además, piénsalo. ¿Cuándo fue la última vez que celebramos mi cumpleaños? ¿Cuando estaba en la escuela primaria? Tercer grado, ¿tal vez cuarto? Eso tenía que ser sobre eso. El ambiente en esta casa había sido terrible durante mucho tiempo. Y una vez que mi madre comenzó a trabajar, las cosas empeoraron.

Mi padre solo regresaba a casa alrededor de dos veces por semana. Incluso cuando lo hacía, era tarde en la noche. Probablemente tenía otra casa. Mi madre probablemente también tenía un amante. A pesar de eso, ella venía a casa todos los días.

No sabía cuántas veces había visto pelear a mi madre y a mi padre. Siempre me desconcertó. Si se llevaban tan mal, ¿por qué no se divorciaban?

Mi hermano había conseguido un trabajo el año pasado. Mi hermana estaba en la universidad. Ambos nunca volvieron a casa.

Para mi hermano y mi hermana, la forma en que lo veían aparentemente fue, bueno, es entre ellos como marido y mujer. Déjalos hacer lo que quieran. Nos están enviando dinero como se supone que deben.

Bueno, seguro, podrían verlo así. Sin lugar a dudas. Cuando mi hermano encontró un trabajo, mi padre le compró un auto caro, y cuando mi hermana tuvo su ceremonia de mayoría de edad, le ordenaron un maravilloso kimono. Cuando mi padre iba ocasionalmente a Tokio en viajes de negocios, comía sushi con mi hermano en Ginza. Mi hermana se mantuvo en contacto frecuente con mi madre.

¿Mi padre fue el que le compró a mi hermana el anillo de Tiffany (marca de joyería), o mi madre? Bueno, fue uno de los dos.

No tenía expectativas de mis padres. La cosa era que yo estaba recibiendo dinero. Tenía una cuenta dedicada, y cuando el saldo era bajo, ya fuera porque estaban haciendo depósitos o por cualquier otra razón, aumentaba por sí solo.

Nunca había pedido nada. Esto era suficiente. No había necesidad de esperar nada de ellos.

¿A quién le importaba un cumpleaños? Solo era un día más de los 365 del año. Naturalmente, tampoco les había dicho a mis amigos que hoy era mi cumpleaños. Incluso si me lo pidieran, no les diría.

¿Que no sabes mi cumpleaños? Hombre, no tienes remedio, era la respuesta que les daría.

Sin embargo, hice el esfuerzo de averiguar los cumpleaños de mis amigos y planear fiestas para ellos. Preparando pequeños regalos para ellos, y esas cosas. Quiero decir, ¿por qué no? Es la decencia humana básica. No esperaba nada a cambio, ¿de acuerdo? Solo lo hacía porque me daba la gana.

Sí, eso no importaba. En serio, no importaba. Tampoco el hecho de que hoy fuera mi cumpleaños.

“¿Y?” Por alguna razón, mi madre parecía incluso más cerca de estallar.

Uf. ¿Iba a estallar cuando yo era la que debía estar más enojado? Retirando su copa, mantuvo el vino en su boca por un momento. Entonces, ella tragó. No podía soportar la forma en que ella bebía.

“Y… nada, en serio,” murmuré.

“Si lo que quieres es dinero, ya te lo estoy dando, ¿verdad? ¿Por qué no vas a comprar lo que sea que quieras?”

“¡Eso no es…!”

“Sé que no serás feliz si te compro algo, ¿así que no puedes esperar eso?” Gruñó ella.

“¡Nunca dije que quería que me compraras algo, y no!”

“¡¿Entonces qué?! ¡Tus hermanos me enviaron un mensaje de texto en mi cumpleaños e incluso enviaron regalos, pero tú ni siquiera me diste un feliz cumpleaños, ¿sabes?! ¡¿No es mucho esperar que celebre el tuyo después de eso?! ¡No haces nada por ti mismo, pero después te quejas de que no hago esto, o aquello! ¡Eres como él! ¡Cuando te miro, me enfermas!”

“Entonces enférmate!” Grité. “¡Vomita, vomita, vomita tus entrañas! ¡Traga tu vino y luego vomítalo, perra!”

“¡Cómo te atreves…!”

De repente, mi madre se atragantó. Ella dejó caer su vaso y se agarró la boca con ambas manos. Ella se inclinó sobre el sofá.

Oh, mierda. Intenté apartar la mirada rápidamente, pero ya era demasiado tarde. Vi claramente el momento decisivo.

“¿Qué estás haciendo, a tu edad?” Murmuré.

Pensé que estaba bebiendo mucho, pero no que en realidad hubiera tenido suficiente para vomitar. Fue suficiente para hacerme sentir enfermo también. Si no tuviera cuidado, me daría náuseas. Si eso sucediera, no sería lo peor. Sería lo peor de lo peor.

Mi madre debió haberse rendido, porque decidió dejar que todo subiera ahí. Se inclinó sobre la mesa baja frente al sofá, tosiendo y balbuceando.

Debería haber dejado a esa perra y regresar a mi habitación. A pesar de eso, lo siguiente que supe, fue ir a buscar una caja de pañuelos y dársela a mi madre.

“…Gracias,” dijo mi madre con torpeza en voz baja, y comenzó a limpiarse las manos y la cara.

Grotesco. En serio eso fue patético. Nunca me había gustado mi madre, pero esta fue la primera vez que sentí un desprecio tan fuerte por ella.

“Un trapo…” comencé a decir, luego cerré la boca. Pero mi madre aparentemente ya me había escuchado.

“En el vestuario, debajo del lavado…”

“Sí, lo que sea.”

No tenía prisa, pero me dirigí al baño con pasos largos y rápidos, y abrí las puertas del armario debajo del lavado. Baldes, paños y productos de limpieza. Traté de poner agua en un balde, pero el grifo estaba en el camino, y no pude ponerlo en el fregadero.

“¿Qué, tengo que usar el baño…?”

Sin otra alternativa, usé la ducha para llenar el cubo y tiré el paño. Cuando llevé el cubo a la sala con un poco de jabón, mi madre dijo: “Lo siento.”

¿Para qué exactamente se estaba disculpando? Quería preguntar, pero no quería saber la respuesta.

Dejé el balde y el jabón, volví a mi habitación, apagué las luces y salté a la cama. Una vez que me metí debajo de las sábanas, me quité el uniforme y me quedé con nada más que una camiseta y la ropa interior.

Me giré hacia un lado y me hice un ovillo. Estaba más tranquilo cuando estaba en esa posición, con mi brazo derecho entre mis piernas y mi brazo izquierdo sosteniendo mis rodillas.

Sin embargo, era mi cumpleaños, quería murmurar.

En serio, que risa.

Mi padre tenía un rizado natural, pero mi hermano mayor y mi hermana mayor no eran ni siquiera ligeramente rizados. El cabello de mi madre, por cierto, era completamente liso. De los tres hermanos, yo era el único rizado. Salí a mi viejo.

Pero mi viejo, estaba seguro de que me odiaba. Nunca me había elogiado, ni una sola vez. Pero podía recordar un montón de veces que se había vuelto loco.

Últimamente, ni siquiera se enojaba conmigo. Rara vez lo veía. Podría haber sido menos que me odiara, y más que no le importara. Mi hermano mayor y mi hermana mayor tampoco pensaban en mí. A pesar de que era mi cumpleaños, no me habían enviado mensajes de texto.

Tenía amigos. Muchos amigos. Siempre fui popular, ¿sabes? Nunca tuve escasez de gente para jugar.

Si decía que pagaría, todos vendrían. ¿Si no hubiera pagado? Quién sabe. Estaban acostumbrados a eso, ya sabes. Que tratara con eso. No iban a crecer para ser adultos decentes.

Eran basura. Sí, basura. Nada más que basura.

Basura. Basura. Basura. Basura. Basura. Basura. Basura. Basura.

Este era un mundo de basura, lleno de nada más que basura cubierta de basura.

Ugh, ya no me importaba. Nada importaba. Tal vez estaba mejor quedándome así aquí para siempre. Después de todo, me gustaban los espacios estrechos.

¿Estar solo no era malo? Todos los demás eran basura después de todo. Nada más que basura.

Vamos, alguien envíeme un mensaje de texto al menos. Hoy era mi cumpleaños.

Sí, ¿qué importaba eso? No importaba. No tenía nada que ver con esto. No significaba nada. Maldita sea, estaba cansado. Como, en serio, así que…

“…¿Uh?” Ranta murmuró, frotándose los ojos.

Por un momento, justo ahora… ¿se había quedado dormido?

“¿En serio?” Murmuró.

No recordaba de qué se trataba, pero sentía que había tenido un sueño. Probablemente no era muy bueno.

Hombre, tengo agallas, pensó con una risa ahogada.

Ranta estaba en un árbol.

Para describir el árbol en un símil, era como decenas… no, cientos de serpientes se habían entrelazado, apoyándose unas a otras mientras alcanzaban los cielos. Ranta estaba recostado de espaldas.

Por supuesto, él no estaba haciendo eso para matar el tiempo o jugar. Obviamente. Ranta pensó que era importante mantener siempre un sentido de alegría, pero considerando el hecho de que el tipo que lo perseguía, el viejo Takasagi, era una amenaza concreta y lo estaba atacando, no podía permitírselo ahora.

Siendo ese el caso, cuando la voz de Takasagi se estaba acercando gradualmente, Ranta sintió que estaba en problemas, dejó su escondite a la sombra del árbol y entró en el.

El tronco del árbol que era como cientos de serpientes entrelazadas no se veía así; en realidad se formaba de muchos troncos delgados. Gracias a eso, con algunas búsquedas, encontró una brecha que parecía que podía entrar.

Era consciente de que era una apuesta peligrosa. Desde fuera del árbol, Ranta probablemente no era visible. De la misma manera, no podía ver fuera del árbol, por lo que se vería obligado a adivinar la situación basándose en los sonidos.

Le había tomado un poco de trabajo entrar, por lo que probablemente sería lo mismo al salir. Eso significaba que si Takasagi olfateaba su ubicación, no podría escapar.

Su corazón latía con fuerza, por decir lo menos.

El viejo gritaba constantemente:  “¡Ranta! ¡Rantaaaaa!”

La voz del viejo también se estaba acercando.

Honestamente, ¿sabes qué? Estoy pensando que tal vez me equivoqué.

Sí. Bueno, ¿seguro? Si preguntaras si realmente estaba pensando eso, no lo estaba realmente, o tal vez solo un poco, pero tal vez no. Eso sería ser un pesimista, ¿sabes? Ranta era un hombre que nunca dudaba que tendría éxito, ¿de acuerdo? ¿De qué le serviría pensar qué pasaría si fallara? Cruzaría ese puente cuando llegara a él. Después de todo, él era un raro hombre con sabiduría, valentía y nobleza en un solo paquete…

No tenia miedo. Ni un poco. Eso podría decirse definitivamente.

Como prueba, Ranta no se movió ni un centímetro cuando estaba ahí, era difícil decir exactamente qué tan lejos, pero probablemente estaba muy cerca, escuchó la voz de Takasagi gritando “¡Rantaaa!”

Contuvo el aliento y se quedó quieto. ¿Estaba asustado por su ingenio, preguntas? No, no, no. Eso no era en absoluto, ¿de acuerdo? Estaba convencido de que estaría bien, ¿de acuerdo? Después de todo, todo va viento en popa, ¿sabes? Hombre. En serio.

Desearía poder mostrarte cuán tranquilo y sereno está Ranta ahora, pensó, sonriendo. Para mostrar al mundo entero, y anunciarlo para que todos lo escuchen. Como: “¡Aquí está el gran Ranta-sama, el más poderoso de todos los caballeros oscuros!”

En cualquier caso, ya que no podía huir, tenía que guardar silencio. Estaba honestamente y verdaderamente preparado para eso.

Pero, obviamente, no esperaba quedarme dormido, ¿de acuerdo…?

Ahora, entonces.

¿Cuánto tiempo estuve dormido?

¿Exactamente cuántos minutos pasaron desde que escuchó la voz de Takasagi excepcionalmente cercana a él? ¿Decenas de minutos? ¿O unas horas?

Pensó en ello, pero—

Si no lo sé, ¿cómo puedo saberlo? Como, sobre la duración del tiempo, y esas cosas. Pero debo aguantar un rato, ¿verdad? Este es el momento de ser paciente, ¿verdad? El viejo todavía podría estar cerca después de todo, ¿verdad? Si él está por aquí, estaría en problemas después de todo, ¿verdad? Como, una cantidad loca de problemas. Paciencia, paciencia. El árbol. Conviértete en parte del árbol. No, conviértete en el propio árbol. Soy un árbol. Árbol. Muy árbol. No importa cómo me mires, no hay nada más que un árbol. El árbol más arboloso. Perfectamente arbol…

Él… trató de ser paciente, ¿sabes?

Estoy siendo paciente.

Pero aún así…

Es difícil.

Esto es sufrimiento.

¿Qué es esto? ¿Formación?

¿Meditación?

¿Soy un monje?

¿Por qué sería un monje? No soy un hombre santo. Eso no tiene sentido. Pero, ¿en serio?

Quiero orinar.

Hacerlo aquí probablemente no sería bueno. Sin embargo, podría tener que considerarlo en el peor de los casos. No era necesario decir que Ranta-sama era un realista, y si la situación era tétrica… eh, no, si la situación es cítrica… no, si la situación es crítica, tendría que hacerlo. Pero en este momento, ¿era tan malo que no tenía más remedio que ir? ¿Esta era una situación de crisis? ¿Estaba cerca el fin del mundo? No, ¿en realidad no…?

Déjame salir y decirlo. Un hombre no puede ganar contra su vejiga. Esa es una verdad.

Bueno, tenía los oídos bien abiertos como platos, pero no, porque no los abres como los platos, lo haces con los ojos, pero dejando de lado si los oídos pueden ser como los platos, paró sus orejas, mientras sostenía su vejiga, y no había escuchado nada que indicara que alguien estuviera cerca, así que probablemente estaba bien.

Takasagi ciertamente había pasado por aquí. Sin embargo, ya no estaba cerca. Al igual que el fin del mundo, Takasagi no estaba cerca.

Nadie tenía derecho a quejarse si llegaba a esa conclusión. Al igual, él no podía aguantar más. No podía. Tenía que orinar, orinar, orinar, orinar, maldita sea. Si no lo hacía, se convertiría en un demonio de la orina. Podría pedir ayuda, pero nadie lo ayudaría, así que él mismo tendría que hacer algo por su orina.

Básicamente, ¡lo voy a hacer!

¡Es la única opción! ¡Eso es todo!

Empujando a través de los troncos flexibles, o las ramas, o lo que sea que fueran, saltó al mundo exterior. Naturalmente, miró a su alrededor y confirmó que no había nadie alrededor.

Mira, mira, mira, ¿ves? No había nadie aquí, ¿de acuerdo? Justo como él había pensado, ¿verdad? Lo que significaba, básicamente, que era exactamente lo planeado, ¿no es así? Maldita sea, iba a estallar.

No, cálmate, no te asustes, se dijo a sí mismo. Zumbó algo mientras se relajaba, pero rápidamente, se bajó los pantalones y…

“Ah…”

Su voz se filtró.

Este sentimiento de L-I-B-E-R-A-C-I-Ó-N…

Pero, vaya, estaba saliendo. Seguro que lo estaba. Estaba saliendo. ¿Había retenido tanto?

Pensando en eso, no lo había hecho en buen tiempo, así que tuvo que haberlo guardado un poco. Pero, ¿podía haber esta cantidad de orina dentro de una sola persona? ¿Qué te parece? Este volumen de orina. ¿No era extraño? Era difícil de creer que era toda suya. ¿Tal vez su tracto urinario estaba conectado a otro lugar? ¿Cómo, y no había un tanque con la cantidad de orina de diez personas ahí? Sospechaba que, en verdad, esta orina venía de ahí…

“Oh…”

Se estremeció.

Parecía que todo estaba fuera.

Ranta se olvidó de volver a poner su cosa en sus pantalones mientras dejaba escapar un profundo suspiro.

Este sentido de logro, no era nada para tomar a la ligera.

Como, no lo sé. ¿Tal vez nací para este momento? ¿Y así, comenzaré a caminar una vez más para crear mi leyenda?

Para involucrarse en un poco de hipérbole, en ese momento, Ranta se estaba cocinando con la sensación de que se había convertido en un dios omnisciente y omnipotente. Todo saldría bien, y nada era imposible. Él creía eso, así que cuando de repente escuchó su nombre, no lo esperaba en absoluto.

“¡Ranta!”

Por eso no te sientes real, y Ranta se dio la vuelta lentamente.

Salió de la sombra de un árbol unos diez metros más adelante.

“Ahí es donde estabas, ¿eh?” Dijo el hombre de un solo ojo y un solo brazo.

El primer pensamiento de Ranta fue: Esa debería ser mi línea, o algo así, pero no se pudo pronunciar las palabras. En cambio, algo como un hipo salió. “Hip..”

Takasagi se detuvo y frunció el ceño. “Oye.” Le hizo un gesto con la barbilla.

Con eso, Ranta finalmente respondió, “…Sí, señor.”

¿Para qué estoy diciendo, sí, señor? No somos maestro y aprendiz, pensó, avergonzado por un momento.

Sin embargo, cuando pensó sobre eso, su relación no había sido completamente diferente a la de un maestro y aprendiz por un corto tiempo.

Bueno, tal vez esté bien. Sí, no, no lo está. ¿No lo sé? Hm. Cuál es…

“Por ahora, haz algo con esa cosa,” dijo el viejo.

“…¿Qué cosa?”

“No me digas que saliste de tu escondite para orinar.”

“¡Ah…!”

Ranta se dio cuenta de que su cosa todavía estaba fuera y suelta, y rápidamente se la metió en los pantalones. Aturdido, agarró su RIPer y se colocó en posición.

Takasagi no mostró signos ni siquiera poner su mano en la funda de su katana. ¿Qué estaba viendo con ese ojo derecho suyo? ¿Qué estaba pensando exactamente ese hombre? Su rostro parecía decir: Tal vez es hora de fumar, pero eso claramente no podía ser.

Uf. Ranta tomó un respiro. Su cuerpo se estaba encogiendo. No puedes moverte así. Ese viejo te va a acabar de un golpe, se advirtió sí mismo. ¿O debería relajarme en su lugar? Difícil de decir. Espera, ¿cómo puedes relajarte, idiota?

La distancia entre él y Takasagi era de unos siete metros. ¿Debería acortar la distancia con Leap Out, e ir a por un ataque sorpresa? De ninguna manera, de ninguna manera, de ninguna manera. Este no era un oponente con el funcionaría.

¿Takasagi estaba solo? ¿Tenía aliados? Le hubiera gustado mirar a su alrededor, pero ahora era peligroso apartar los ojos de Takasagi. Demasiado peligroso. Sería prácticamente suicidio. En serio, en serio, este viejo era demasiado loco. Era ridículo.

De inmediato, Ranta estaba sudando.

“Solo déjame decir…” Takasagi suspiró. Se retorció el cuello y se escuchó un crujido en la articulación. Ese sonido hizo saltar a Ranta, y luego una ardiente vergüenza en su pecho por ese hecho.

“…¿Qu-Qu-Qué?”

“Ahora ni siquiera tienes una posibilidad en un millón de superarme.”

“S-Si es una posibilidad de un millón, al menos vale la pena intentarlo…”

“Dije que ni siquiera tienes ese uno en un millón.”

“¡No lo sabes! ¡No hasta que lo intente!”

“Entonces inténtalo. Te tomaré en el acto.”

Takasagi sacó su katana con facilidad.

Su brazo izquierdo colgaba flojamente, y la punta de su espada casi tocaba el suelo.

Incluso yo lo sé, pensó Ranta apretando los dientes. No soy idiota. Soy consciente de que no eres un oponente al que pueda vencer.

¿Cuál era la diferencia en sus habilidades?

Si Ranta era el nivel 50, Takasagi era el nivel 99…

¿Eh, nivel? ¿Qué tipo de nivel? Bueno, ¿nivel de combate, o algo así? En cualquier caso, incluso si no era el doble de poderoso, Takasagi era casi el doble de poderoso. Esa era una brecha bastante grande. Para dar un ejemplo, Ranta medía unos 170 centímetros de altura, por lo que el doble llegaría a algo más de 340 centímetros. Si peleaba con un tipo así, su posibilidad de ganar era cero.

¿Había aberturas que pudiera aprovechar?

Fundamentalmente, no había ninguna.

Este hombre nunca caería en un truco después de todo. Si parecía que había una apertura, eso era, en cambio, motivo de precaución, y era mejor suponer que era una trampa.

¿Cómo era este hombre de un solo brazo, de un solo ojo y de mediana edad, tan poderoso?

Aunque solo por un corto tiempo, Takasagi había entrenado a Ranta como un maestro lo haría con un discípulo. Así que, por supuesto, Ranta había pensado en eso a su manera. ¿Dónde estaba el secreto del poder de Takasagi?

En términos de sus habilidades atléticas, probablemente no estaban por encima del promedio. Eso significaba que no era excepcionalmente rápido, ni fuerte. Y la resistencia, ya no era joven, por lo que debería haber pasado su mejor momento. ¿Era la experiencia? Él tenía eso, naturalmente. Pero eso seguramente no podría ser todo lo que había.

No era solo Takasagi. Había una cosa que todos los hombres fuertes solían tener en común, y eso era agallas. Si había algo sobre los hombres fuertes, por encima de todo, bueno, era que nada los sacudía. Incluso si estuvieran en una crisis en la que deberían pensar: “Ahora si estoy totalmente jodido. Absolutamente voy a morir,” estarían totalmente tranquilos, ¿cierto? Tenían las agallas que se necesitaba para poder ser así.

¿Todos los tipos duros eran densos? ¿No se sentían asustados, o amenazados?

Eso probablemente no era así. Si ese fuera el caso, simplemente serían idiotas.

No era que no tuvieran miedo, era que sabían que actuar con miedo no serviría de nada, y lidiaban con la amenaza con el reconocimiento adecuado de que era una amenaza. Eso era todo, ¿verdad?

Takasagi daba miedo. Súper miedo. Tanto miedo que, aunque ya había orinado, Ranta podría mojarse. Cuando tenía un enemigo que le daba miedo, ¿qué podía hacer?

Él dejó de sudar.

Su respiración había sido irregular todo este tiempo, pero ahora, Ranta estaba respirando normalmente.

Los labios de Takasagi se curvaron hacia arriba en un lado.

“Sí. Eso es bueno.”

¿Cree que es mi maestro o algo así?

No, si me enojo, las cosas no serán diferentes a las anteriores. Tengo que mirar las cosas como son, y aceptarlas. No sé qué es lo que busca Takasagi, y no importa. Hay mucho que puedo aprender de Takasagi. Esa es la clave.

“Entonces, ¿qué sigue, Sensei?” Preguntó.

El ojo de Takasagi se estrechó un poco. “No soy mucho un maestro verbal. Tendrás que aprender sobre la marcha.”

“¿Ah, sí? Bueno, está bien entonces.” Ranta saltó hacia atrás. “¡Eso también me queda mejor!”

Exhaust. Para un espectador, podría parecer que solo estaba saltando, pero en realidad era diferente. Cuando una persona común y corriente intentaba saltar alto o lejos sin un comienzo para correr, doblaban las rodillas y se agachaban, luego estiraban rápidamente las rodillas para saltar. Los caballeros oscuros no hacían eso. Usaban un método especial para no doblar tanto como torcer sus tobillos, rodillas y cintura, lo que instantáneamente creaba una explosión de poder.

Además, al patear el suelo con sus talones y dedos alternativamente, podrían aumentar su propulsión. Esta técnica especial llamada Shadow Step era, en cierto modo, lo que convertía a un caballero oscuro en un caballero oscuro. Usaban músculos de las piernas que no solían usarse, por lo que no se podía aprender solo observando, y probablemente solo un caballero oscuro sabía exactamente cómo funcionaba.

Debido a Shadow Step, las pantorrillas de un caballero oscuro se desarrollaban inusualmente y se deformaban. Además, el uso de Shadow Step no solo perfeccionaba sus habilidades de movimiento como Exhaust, Leap Out y Missing, sino que también proporcionaba una gran ventaja a varias habilidades de ataque como Hatred.

La diferencia de poder entre ellos era más que obvia, pero Takasagi no era un caballero oscuro. Había cosas que Ranta, el caballero oscuro, podía hacer que Takasagi no podía.

Si Ranta tenía una cosa en la que tenía ventaja sobre Takasagi, era esto: el hecho de que era un caballero oscuro.

“¡¿No estás hablando, Ranta…?!”

Takasagi inmediatamente vino tras él.

Para un hombre de mediana edad, era ridículamente rápido cuando se ponía en marcha. Dicho eso, no era tan bueno como el Exhaust de un caballero oscuro.

Sin una palabra, Ranta usó Exhaust por segunda, luego una tercera vez, y puso aún más distancia entre él y Takasagi. Si pudiera seguir usando Exhaust para siempre, sería posible escapar de esta manera. Sin embargo, obviamente, eso era imposible. Thousand Valley tenía muchos obstáculos, como árboles, y el suelo no estaba nivelado.

Mientras estaba en el medio de hacer su cuarto Exhaust con Shadow Step mientras evitaba golpear los árboles, casi consiguió que su pie se enganchara en una rama muerta. No podía darse el lujo de caer. Tropezando un poco, Ranta se detuvo.

Takasagi se acercó. Todavía estaba a más de diez metros. Bueno, probablemente eran doce, tal vez trece metros. Ranta tenía mucho espacio para trabajar.

“¡Hasta luego, viejo…!”

Ranta le dio la espalda a Takasagi. Si este fuera un juego de correr puro, Ranta era el más joven de los dos, no perdería.

Además, tenía una ventaja de doce metros, por lo que podía huir. Hacer que pareciera que iba a pelear, luego arreglarlo desde ahí. Ese era el tipo de cosas que Ranta haría. Era un movimiento común, pero efectivo.

Mientras confirmaba la ubicación de los árboles, Ranta corrió durante veinte metros.

La distancia entre él y Takasagi apenas cambió.

¿Qué pasó con los tipos de Forgan? Por ahora, no veía ninguno. ¿No estaban por aquí?

¿Ya es hora?

En el momento en que pensó eso, Ranta saltó hacia atrás con Exhaust sin dudar.

Torciendo su cuerpo en el aire, usó Leap Out. Saltó hacia Takasagi.

Takasagi… se rió.

Ríe. Ríete todo lo que quieras.

Ranta bajó a RIPer diagonalmente.

Hatred. Era un golpe de velocidad y toda su fuerza detrás de el, pero la katana de Takasagi lo apartó fácilmente. Ranta estaba siendo tratado como un niño.

Por supuesto. Sabía que iba a ser así.

Ranta se retiró de inmediato con Exhaust. Luego usó Missing. Con esta habilidad, para describirla en los términos más amplios, giraba la parte superior del cuerpo hacia la izquierda o hacia la derecha y luego saltaba en la dirección opuesta. La mayoría de las personas confiaban en su visión, y eso hacía que fuera fácil engañarlos con lo que veían. El oponente quedaría atrapado en el movimiento del caballero oscuro, y mirarían en la dirección en que la parte superior de su cuerpo se movía sin querer. Sin embargo, el caballero oscuro se movería en sentido contrario, por lo que se sentiría como si lo hubieran perdido de vista por un instante.