Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 8

Capitulo 3: Es El Día Del Festival, Pero Los Muertos Están Deambulando, Por Lo Que Aparentemente El Santo Tiene Que Trabajar

Parte 1

¡Espera, Selphy! ¿Cuánto tiempo planeas revolver esa olla? ¡Ven a ayudar aquí ya!”

“Vamos, no seas como, Lilith irracional. Este guiso se quemará por completo en el momento en que aparto la vista.”

“Lilith, Selphy fallará de inmediato si la apresuras. No puedes presionarla demasiado. Te ayudaré allá afuera”.

“¿Está bien que estés ayudando con estas cosas, milady?”

La cocina estaba en completo frenesí. Actualmente estaban completamente alborotados por la preparación de una fiesta para más de cincuenta personas. Lilith estaba actualmente a cargo de batir la crema fresca mientras se enfriaba. La crema fresca cambió de naturaleza en función de cómo se agitó, por lo que aparentemente era necesario hacerlo a mano. Lilith se lamentó de lo agotada que se estaba poniendo.

“… En realidad, ahora que lo pienso, ¿no soy yo la princesa de las succubae? ¿Por qué un noble súcubo como yo tiene que cocinar comidas tan extenuantes? Ah, Sir Raphael, está empezando a endurecerse, ¿es esto bueno? ”

“Veamos… Mm, está bien. Todo lo que queda es dejar que se enfríe en el almacén”.

“Entendido. Los dulces en el continente seguro que han mejorado, ¿eh? Esta es la primera vez que veo algo así”.

“¿No hay dulces congelados en Liucaon?”

“Tenemos un dulce hecho de hielo raspado y azúcar, pero no creo que tengamos nada cremoso como este”.

Lilith trajo el tazón de crema al almacén con admiración. El almacén de este castillo estaba equipado con hechicería para enfriar su contenido.

Originalmente fue donde Zagan arrojaba toda su leche y carne seca, pero Raphael y Nephy la limpiaron y la usaron para almacenar y cocinar.

Gracias a eso, pudieron crear dulces congelados de alta clase con facilidad. Para crear tal cosa sin hechicería se requería comprar hielo bastante caro, así como una gran cantidad de un mineral especial llamado salitre. Era una cantidad de dinero que solo los nobles y la realeza más ricos podían pagar.

Por lo tanto, la receta de tales dulces fue algo apreciado por la iglesia. Si no fuera por su posición como Arcángel, Rafael nunca habría podido leerlo.

Había tres chicas encargadas de cocinar la fiesta junto con Raphael. Todos llevaban un atuendo similar al que usualmente usaba Nephy, un vestido de una pieza y un delantal.

Dejando a un lado la sirena Selphy, la súcubo Lilith todavía no tenía experiencia en cocina, ya que solo había venido al castillo hace un mes. Sin embargo, incluso mientras se quejaba de todo, hizo todo el trabajo correctamente y se podría decir que se adaptó completamente a la vida del castillo.

Foll había estado ayudando en la cocina hasta que Zagan ganó muchos seguidores, así que ella también estaba cocinando. En realidad, una gran parte de las ollas y cucharas en la cocina estaban bajo su control usando hechicería, por lo que se podría decir que la mayor parte de la carga recaía sobre sus hombros.

El frenesí tampoco se limitó a la cocina. Todos los hechiceros dentro del castillo corrían actualmente de una forma u otra.

Después de que Lilith regresó del almacén, Selphy corrió hacia ella con una sonrisa.

“Vamos Lilith. Tienes crema en la mejilla, ¿sabes? ”

Probablemente llegó allí cuando se llevó la mano a la cara después de mezclar la crema durante tanto tiempo. Selphy señaló eso, luego recogió la crema con su dedo.

“Hyaa, n-no me toques de repente… ¿Eh? ¿Lo estás comiendo? ”

“Uh, quiero decir, ¿no es un desperdicio? Es tan sabroso ¿sabes? ”

“Aau… ¡Aaauuuu!”

Lilith se retorció en agonía y se puso rojo brillante cuando Selphy la miró con curiosidad y una vez más levantó la voz alegremente.

“¡Oh, sí, señorita, la mía está terminada y lista! ¡Sabe rico!”

“Lo tengo. Cuida el aderezo para la ensalada luego.”

“¡Roger! Eheheh, esto es asombroso. ¡Tengo la oportunidad de probar mucho hoy!”

La hechicería de Foll definitivamente fue capaz de manejar el trabajo de varias personas a la vez, pero no pudo darle los toques más delicados al condimento y al control del calor. Era necesario que alguien manejara personalmente los toques finales y la prueba de sabor de cada plato. Por eso Selphy y Lilith eran indispensables. Y mirando por encima de una cocina tan animada y alegre, Raphael no pudo evitar sonreír.

Vigilar este alboroto deja perfectamente claro qué es exactamente Alshiere Imera.

Resultó ser una bendición haber logrado sacar a Zagan del castillo. Foll notó su sonrisa y ladeó la cabeza hacia un lado.

“Raphael, ¿pasa algo?”

“No, solo estoy aliviado de que parece estar yendo bien”.

“Mm. Parece que terminaremos antes de que Zagan regrese”.

El plan secreto de Foll no era otro que celebrar una fiesta para Alshiere Imera, de la cual Zagan probablemente no sabía nada.

“Zagan siempre me está dando las cosas que quiero pero que nunca podría conseguir. Pero, Zagan también debería estar recibiendo esas cosas.” Foll murmuró mansamente.

Y lo que vino a la mente de esta pequeña niña fue una divertida celebración de Alshiere Imera que involucró a todos. Era una tradición de la iglesia, pero un festival seguía siendo un festival. El deseo de Foll era un pensamiento simple y puro que la mayoría de los hechiceros simplemente olvidaban. Había más de unos pocos hechiceros que recordarían esas emociones con anhelo y empatía con ella.

Los subordinados de Zagan vieron el comportamiento de Foll y cooperaron con ella incondicionalmente. Antes de que ella lo supiera, todo el castillo, excepto sus señores, ahora estaban alegremente trabajando decorando. Era un flujo perfectamente natural que todo se mantuviera en secreto de Zagan y Nephy.

Los preparativos para los aperitivos y los postres ya estaban completos, y ahora se dirigían al plato principal. Ahora que llegaron tan lejos, ya no era necesaria la supervisión constante de Raphael. Y justo cuando estaba considerando visitar a los otros hechiceros…

“Raphael”. Foll de repente llamó el nombre del mayordomo en un tono agudo.

“Lo sé. Parece que tenemos un invitado no invitado.”

Como el responsable de las defensas del castillo mientras su señor estaba ausente, a Raphael se le dio una cierta porción de las capacidades de la barrera.

La barrera lo notificó en el momento en que apareció un intruso. Todos los juicios sobre si las trampas deberían activarse o no también se le dejaron a él.

Los sentidos de Foll ciertamente se han vuelto bastantes agudos desde que regresó de Liucaon.

Foll estaba siendo protegida por la barrera, pero no se le dio el control de una parte de las funciones de la barrera como lo estaba Raphael. Sin embargo, fue capaz de determinar la presencia de un visitante hasta el borde de la barrera, lejos del castillo, en el momento en que pisaron.

A Raphael le resultó difícil determinar si debería alegrarse por su crecimiento o lamentarse por el hecho de que su crecimiento era inevitable.

“Simplemente tengo algo de tiempo libre ahora. Iré a recibirlos.” Dijo Raphael, sacudiendo su cabeza.

“¿Estás bien por tu cuenta?”

Raphael se quedó con una sonrisa forzada ante la consideración de la joven.

“Recibir invitados es el deber del mayordomo. Tienes tu propio maldito trabajo que hacer, ¿no?”

“… Mmm. Pero, algo es raro. Ten cuidado.” Raphael miró a Foll con asombro.

Para Foll decir tal cosa como es ahora… ¿eso significa que el intruso es tan poderoso?

No se determinó que su visitante fuera un enemigo, pero parecía que era mejor armarse al recibirlos.

“Entendido. Seré cuidadoso.”

Raphael acarició brevemente la cabeza de la niña, luego se dirigió hacia la salida del castillo. Después de pasar por la puerta y atravesar el bosque, encontró una sola figura esperando allí. Llevaban una capucha baja sobre los ojos y una bata que cubría su gran cuerpo. Estaban respirando en respiraciones desiguales de una manera ominosa, lo que dificultaba saber si podían comunicarse.

Aunque, no es totalmente descabellado que este sea uno de los invitados de mi señor.

Zagan había ganado aún más seguidores al regresar de Liucaon. De un vistazo, esto parecía ser un intruso, pero era posible que fueran una persona inesperadamente recta si se le hablaba. Raphael realmente no quería admitirlo, pero tanto Zagan como él mismo fueron categorizados como tales. Por esa razón, Raphael hizo todo lo posible para poner su sonrisa más amigable “No puedo soportar no matarte por otro segundo”.

“No sé quién eres, pero mi señor está actualmente ausente. Incluso si estás desgarrado miembro por miembro, no hay nadie aquí para detenerlo”.

Su primera elección de palabras fue prácticamente una declaración de guerra, pero la intención de Raphael era dar una advertencia completamente seria a su invitado. Y, naturalmente, el invitado encapuchado, probablemente un hechicero, saltó a la acción.

Rafael estaba desarmado. Estaba desarmado, pero no lo estaba. “Tonto.”

Puso su mano derecha contra su mano izquierda artificial. Su palma artificial dejó escapar una luz brillante, y una gran empuñadura sobresalió. El brazo artificial que le dio Foll era la vaina de Metatron de la Espada Sagrada.

Rafael sacó su espada sagrada y apuntó al intruso encapuchado. El más espantoso. El cazador de brujos. Estos fueron los títulos deshonrosos otorgados a Rafael mientras servía como Arcángel. Había pocos en el mundo que supieran que había matado a cerca de quinientos hechiceros por simple defensa propia.

Incluso en su estado de un solo brazo, Raphael no mostró signos de que sus habilidades se volvieran torpes mientras cortaba el torso del intruso. La única diferencia con respecto a antes era que el ataque no atravesó al intruso, sino que dejó escapar un ruido sordo y se plantó firmemente en su cintura.

“¡¿Gaah?!”

El intruso gimió de agonía cuando los enviaron volando de regreso a un árbol grueso y dejaron de moverse. Probablemente tenían múltiples costillas rotas, pero aún estaban vivos.

“Hmm, es justo como dijo mi señor. La Espada Sagrada es lo suficientemente fuerte como para no romperse incluso cuando golpea con la parte plana de la hoja.”

Dejando de lado las flechas repelentes o similares, había muchos que creían que golpear con la parte plana de la cuchilla podría hacer más daño que bien para su espada. Esto se aplica doblemente para una reliquia sagrada como una Espada Sagrada, aunque Raphael solo la trató como una herramienta que no podía cambiar por otra.

Sin embargo, si seguía así, continuaría separando completamente a todos los que se le acercaran como lo hizo antes, por lo que Zagan le dijo que hiciera esto como un medio para contenerse. Habiendo evitado con seguridad su quincuagésima muerte, Raphael le quitó la capucha del intruso para confirmar su identidad. Y mirando hacia abajo a lo que se reveló, frunció el ceño.

“¿Hm…? ¿Un cuerno? ¿Es esto un unicornio?”

Eran una raza que poseía un cuerno de cristal en la frente. Y aunque fue hermoso, lo que fue más sorprendente fue que las leyendas decían que podían comunicarse con otros mundos usando esa bocina. Eran una raza de hadas que se alinearon entre las más fuertes en lo que respecta a las habilidades físicas y de maná.

Precisamente por eso fueron cazados hasta la extinción por los brujos, y se suponía que habían perecido en algún rincón desolado del mundo.

En cualquier caso, fue fantástico que logró terminar las cosas sin dar un golpe mortal. Rafael reflexionó sobre si debía atarlos o tratarlos. El unicornio luego abrió los ojos y los fijó en Rafael. Sus ojos estaban rojos como la sangre, y tenían dos colmillos que sobresalían de su boca.

“¡No podría ser…!”

“¡GAAAAH!”

El intruso se abalanzó sobre Rafael, no con brujería, sino con sus colmillos. “… Ya veo, no-muertos… además, el Clan Nocturno”.

Raphael agarró la cara del vampiro con su mano artificial y la observó mientras se retorcía. No era tan extraño que un unicornio se transformara en vampiro, pero aún sentía que había algo extraño en eso. Y con la cara del intruso todavía firmemente agarrada en su mano, miró hacia el cielo.

“¿Hmm…? Pensé que el Clan Nocturno detestaba estar a la luz del día.”

El clima estuvo excelente hoy y el cielo estaba despejado. A pesar de que estaban en el bosque, había mucha luz del sol que caía sobre ellos. Sería una historia diferente si fuera un vampiro en el nivel de Alshiera, pero el que tenía ante sus ojos era tan débil que fueron derrotados con un solo golpe con la punta de su espada.

“Entonces, ¿es algo completamente diferente del Clan Nocturno?” Raphael no pudo encontrar una respuesta por su cuenta.

Sin embargo, mi señor puede saber algo…

No había registros en la iglesia que Raphael supiera que documentaran este tipo de existencia. Y mientras pasaba su tiempo contemplando esto, otra irregularidad comenzó a tomar forma en el cuerpo del intruso.

“Uooooh…”

Justo cuando Rafael escuchó un extraño gruñido proveniente de su boca cubierta, el cuerpo del intruso comenzó a desmoronarse. El Clan Nocturno fue capaz de transformar sus cuerpos en murciélagos o niebla, pero este se estaba convirtiendo en lodo.

Lodo… Le recordó por completo a un incidente que ocurrió hace varios meses, los pensamientos residuales del Señor Demonio que convocaron el Archidemonio Bifron. Sintió que era muy similar a ese ser.

Quería llevarlo vivo, pero ya no tengo ese tiempo libre ya veo.

Si se tratara de un monstruo de calibre similar, existe la posibilidad de que aumente de tamaño sin cesar si no lo elimina por completo. Si eso ocurriera, su celebración Alshiere Imera se iría por la ventana. Rafael puso su espada sagrada en primer plano, pero de repente se detuvo.

“Veamos. ¿Debo probar el poder que mi señor me otorgó aquí?”

Raphael murmuró para sí mismo mientras soltaba la cara del intruso y se alejaba. Sostuvo su Espada Sagrada en su mano derecha y extendió su mano izquierda artificial. Los lados de su brazo se abrieron como si tuviera otros compartimentos además del que ocultaba su Espada Sagrada. Finalmente, un objeto con forma de lente sobresalía de su palma y la luz comenzó a converger en él.

“Quemar en cenizas – Orobas”.

Era una llama de luz. Este no era el poder de la Espada Sagrada Metatrón. Esta fue una acumulación de aura que superó la Espada Sagrada en forma de llama. Y Raphael le disparó al intruso.

Las llamas se extendieron por un instante. Y a medida que se disiparon, no hubo más lodo, no más intrusos, simplemente nada. La abertura en el brazo izquierdo de Rafael soltó vapor y volvió a su forma original.

“Tal es el aliento del Sabio Dragón Orobas. Se desperdicia en un oponente tan débil, perdóname”.

La sangre del Sabio Dragón Orobas fluyó por las venas de Rafael. Sin embargo, Raphael no era un hechicero y no poseía ningún medio para poner ese poder en uso práctico.

Todo lo que pudo hacer fue amplificar momentáneamente sus habilidades físicas y regenerar incluso las heridas fatales.

Así que Zagan le dio los medios para liberar el aliento de un dragón usando el brazo artificial como medio. Esta fue la razón por la que Zagan le dio a este hombre plena autoridad sobre el castillo a pesar de no  ser un hechicero. Raphael confirmó la condición de su brazo, luego desvió su atención hacia la ciudad que su señor estaba visitando actualmente.

“Ahora bien, este no era un oponente con el que mi señor tendría problemas, pero no tengo ni idea de cuáles eran”.

Raphael rezó para que no pasara nada a Zagan, Nephy y Kuroka, que estaban todos en la ciudad. E incluso mientras se preocupaba por los que servía, el mayordomo se volvió y volvió a sus deberes oficiales.

***

“Dije que no investigaría más…”

Zagan ahora se dirigía a la iglesia después de separarse de Kimaris. Su búsqueda de Marc había llegado a un punto muerto, pero tenía más planeado para el día que solo eso.

Es una perspectiva débil, pero debería pasar el  Memorándum a mis subordinados en la iglesia. Y luego está Kuroka.

Ya había pasado un mes desde que la había visto cara a cara. La última vez fue en la isla deshabitada de Liucaon. Él creía que el asunto sobre el que estaba reflexionando había mejorado desde entonces, algo gracias a Lilith y Selphy. Sin embargo, ella nunca vino a ver a Nephy.

Bueno, tampoco está garantizado que Nephy pueda curarla. Es comprensible que ella esté ansiosa.

Debido a tales circunstancias, Zagan se habría preocupado por ella incluso si Raphael no hubiera dicho nada. Pudo haber sido él quien estaba buscando la oportunidad de ir a verla. Tal fue el caso, pero…

“¿Qué pasa con toda esta jolgorio?”

Cada tienda a la vista estaba decorada con cintas y cortinas rojas y blancas. La gente que caminaba por la ciudad conversaba alegremente sobre Alshiere Imera. Un montón de tiendas vendían productos horneados de aspecto azucarado, y parecía que había gente caminando entregándolos también a los niños.

Zagan creía que la celebración de una iglesia sería más solemne, pero aparentemente era un festival donde la gente se alegraba, se vestía y llenaba las calles de puestos. Sin embargo, al menos había coros cantando himnos en las calles, como cabría esperar de una celebración de la iglesia.

Kimaris le dijo que fingiera que no había visto nada, pero eso resultaría bastante difícil ya que inundaría todo su campo de visión de esta manera.

Sin embargo, no parece nada que me moleste, como dijo Kimaris…

Simplemente no podía entender por qué la gente estaba haciendo tanto alboroto por eso.

“… Lo que sea, parece que se están divirtiendo, así que realmente no importa, supongo”.

O más bien, si lo supiera de antemano, habría traído a Nephy y Foll para jugar.

Parece que realmente disfrutarían esto, pero ¿seguirá ocurriendo mañana?

Sería realmente lamentable para él si solo fuera un asunto de un día. Se dio cuenta de esto en su visita a Liucaon, pero disfrutar de la “felicidad normal” fue bastante difícil de lograr.

Después de caminar por la ciudad con una sensación nebulosa en el pecho, Zagan se acercó a una taberna cerca de la iglesia. Este fue el lugar donde conoció a Raphael, quien pensó que era un enemigo en ese momento, pero que ahora era el mayordomo de Zagan. Este era también el lugar donde él y Barbatos venían a beber de vez en cuando. Y justo cuando lo miraba casualmente…

“El Señor viene. El Señor viene Oh, el Señor viene. Deja que tu corazón marchito florezca. Bendito poder de amor. El Señor ama El Señor ama Oh, el señor ama”.

Zagan escuchó la voz de su abuela subordinada mezclada con un coro. Fue Gremory, el que Kimaris fue a perseguir después de separarse de Zagan. Se las arregló para meterse en el coro tomando la forma de una niña pequeña. Ella había retorcido cuernos de cabra asomando de su cabeza, pero estaba bien vestida con prendas religiosas de color blanco puro.

“¿Qué demonios estás haciendo?”

Zagan realmente no podía dejarla sola, y mientras se acercaba, los niños y niñas del coro comenzaron a hacer un escándalo.

“Oh, es esa persona el Archidemonio”.

“Lo hemos visto mucho últimamente, ¿eh?”

“Él no está con esa elfa hoy”.

“¿Esa chica con cuernos es su amiga?”

“Huh, ¿quién es esa chica?”

Los niños no mostraban signos de miedo en absoluto y en realidad eran bastante curiosos, dejando a Zagan con un ligero dolor de cabeza. Gremory luego se llevó los dedos a los labios para callarlo.

“Mi señor, eres demasiado ruidoso. Finalmente logré sacudirme a Kimaris aquí”.

“… No molestes demasiado a Kimaris. Si estabas planeando esconderte, entonces no agregues tu basura de poder amoroso al himno en primer lugar”.

La letra se había convertido en incomprensible galimatías a mitad de camino, e incluso los otros niños estaban completamente perplejos por ellos. Sin embargo, Gremory se llevó la mano a la barbilla infantil con satisfacción.

“Hmph, siento un rico aroma de poder amoroso que se deriva de ti, mi señor. ¡Seguramente te preocupaba cómo invitar a Lady Nephy a este festival, no eras tú, nyaaagh! ”

“Cállate. Te voy a pegar”.

“Ya me golpeaste, mi señor…”

Al menos se contuvo a diferencia de cuando golpearía a Barbatos, pero la golpeó en la cabeza. Zagan agarró al lloroso Gremory por la nuca y se volvió hacia los niños.

“Uhh… Perdón por interponerme. Continúen.”

“Adiós señor Archidemonio”.

Los niños lo saludaron enérgicamente, dejándolo una vez más con dolor de cabeza mientras él le devolvía el saludo. Y como estaba preocupado por ellos, Zagan no se dio cuenta de que Gremory se reía entre dientes como si lograra algún tipo de objetivo mientras se dirigía una vez más hacia la iglesia. A una distancia considerable de la taberna, Zagan le preguntó a la abuelita.

“¿Así qué? ¿Qué estás haciendo aquí?”

“Tomará mucho tiempo explicar… Veamos… ¿Has notado que hay una presencia extraña fluyendo por la ciudad?”

“… Tienes razón, hay una especie de maná en el aire diferente al de mis subordinados”, respondió Zagan, frunciendo el ceño.

Desapareció en el momento en que Zagan pensó que había encontrado un rastro, por lo que aún no había identificado de dónde provenía exactamente.

Después de todo, creé la barrera alrededor de la ciudad para reaccionar a cualquier hechicería agresiva.

Kianoides fue una metrópoli prominente incluso teniendo en cuenta todo el continente. Era natural que los hechiceros no relacionados con Zagan entraran y salieran, por lo que lo configuró de tal manera que pudieran pasar sin cuestionar siempre que no causaran ningún problema.

Si no lo hiciera, la barrera reaccionaría todo el día y terminaría perdiendo cualquier irregularidad a la que debería estar reaccionando. No parecía que Gremory estuviera aquí afuera para joder…

“¡Una enorme acumulación de poder amoroso se está desbordando de absolutamente todos! ¡Como si pudiera soportar encerrarme en silencio dentro del castillo cuando puedo experimentar un aroma agridulce inigualable de poder de amor simplemente caminando por la ciudad!”

“Sigue así y te entregaré a Orias”.

“Bromeo. Lameré las suelas de tu bota o lo que quieras, así que por favor, perdóname”. La abuela inmediatamente golpeó su cabeza contra el suelo. “Bueno, dejando eso de lado… pensé en ofrecerte un consejo, mi señor”.

“¿Consejo?”

La anciana nunca tuvo nada que decir cuando tuvo un consejo que ofrecer. Pero, supongo que también es cierto, realmente no puedo ignorar esto.

Las vidas de Zagan y Nephy estaban tan alejadas de una “vida normal” que los dos eran demasiado ignorantes cuando se trataba de lo que solían hacer los amantes. Incluso el conocimiento de que una cita era algo para que los dos disfrutaran juntos fue un consejo que vino de Gremory. Tenía un mal presentimiento al respecto, pero realmente no podía ignorarlo después de todo.

“¿Qué es?”

“Keeheehee, no hay necesidad de mirarlo así. Mi señor, tiene una leve comprensión de que hoy es un festival llamado Alshiere Imera, ¿verdad?”

“No me he inmiscuido”.

Zagan prometió a Kimaris no decir nada. Su dignidad como rey no le permitiría romper esa promesa. Tal fue el caso, pero Gremory simplemente asintió con la cabeza como si hubiera visto todo.

“Apuesto. Kimaris es tan directo e inflexible. Pero sí creo que ignorarlo será una desventaja para usted, mi señor.”

“¿Una desventaja?”

En lugar de responder, Gremory señaló a un transeúnte en la calle. Era un hombre joven. No llevaba traje, pero tenía un paquete grande con una cinta en sus manos. Y por alguna razón, tenía una sonrisa extrañamente feliz plasmada en su rostro.

En poco tiempo, una joven corrió hacia él. El joven ocultó el paquete detrás de él en pánico, y la niña claramente lo vio hacerlo. Los dos intercambiaron saludos nerviosos por un breve momento antes de que él le entregara el paquete. ¿Y qué fue lo que sucedió después? La niña sonrió mucho y abrazó al hombre.

“¿Qué están haciendo…? ¿Parecía que el hombre estaba entregando un regalo?”

“Eso es todo”, el joven Gremory adoptó el tono de un sabio viejo sabio, “¡Alshiere Imera tiene la tradición de presentar regalos a la novia de uno!”

“¡¿Qué…?!”

Zagan miró hacia el cielo. Ya era pasado el mediodía. No solo eso, todavía tenía que terminar su negocio con Kuroka y sus subordinados.

¡No he preparado una sola cosa para Nephy a pesar de que existe tal costumbre!

Esta fue una situación realmente grave. Además, si tuviera que dar regalos, quería pensar en algo para Foll, Raphael y los demás también.

“¿Ahora qué vas a hacer? ¿Volverás al castillo con las manos vacías? ¿O abandonarás tu deber y te dedicarás a buscar regalos?”

Zagan fulminó con la mirada a la abuela risueña… o más bien, a la niña risueña, y apretó los dientes.

¡La opción de no preparar regalos en tal día es claramente nula!

Zagan acaba de enterarse de qué era exactamente Alshiere Imera, pero no creía que Nephy fuera ajeno a eso cuando pasaba tiempo hablando con Manuela y Chastille en la ciudad. Nephy seguramente se dio cuenta de que Zagan no lo sabía y eligió guardar silencio.

Incluso ahora, ella era completamente incapaz de convencerlo para que le regalara, aunque él quería que se diera cuenta de que verla hacerlo sería una recompensa para él.

Sin embargo, Zagan no podía dejar que eso permanezca.

¿Pero qué hago con Kuroka?

Zagan prometió responder a la solicitud de su fiel mayordomo. Además, esto involucraba a la hija adoptiva de Raphael, se podría decir que ella era como una prima o sobrina para él. Era impensable que la dejara en paz. Zagan sintió que nunca había estado tan acorralado hasta este mismo momento. Sin embargo, no pasó tanto tiempo angustiado por eso. Miró a Gremory y habló con la dignidad de un Archidemonio.

“No me subestimes, Hechicera Gremory. Prepararé un regalo para Nephy. También revisaré la condición de Kuroka. ¿Me crees un rey de mente estrecha que tiene que elegir uno u otro?”

Su voz era más que abrumadora, era directamente agresiva y amenazante, dejando a Gremory con los ojos muy abiertos.

“Ahora ese es mi Archidemonio… sí, precisamente eso, ¡eso es precisamente lo que te convierte en mi señor!” Gremory tembló de alegría y cayó de rodillas. “Entonces tu sirviente Gremory debería hacer todo lo posible para ayudarte, mi señor… Entonces, ¿con qué planeas comenzar primero?”

“… Hmmm, comenzaré con el regalo de Nephy”.

Él, por supuesto, verificaría a Kuroka, pero sus instintos eran agudos precisamente porque era ciega. Si la visitara inquieto, ella podría terminar tomándolo en consideración.

“Keehee, pensé que dirías eso, mi señor. ¿Qué tal? Tengo una excelente tienda en mente, así que ¿te acompañaré allí?”

“Hmph. Eso es lo que te hace mi mano derecha. Por favor, hazlo.”

Tanto Zagan como Gremory aún no se habían dado cuenta. Sus acciones aquí estaban a punto de poner los engranajes en movimiento para conducir a toda la ciudad al caos.

Un hechicero con una gran construcción salió del callejón justo detrás de ellos con un gato negro en sus brazos, y caminaba hacia la iglesia a la que Zagan originalmente estaba caminando.