Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 8

Capitulo 2: Los Que Se Pierden Siempre Parecen Terminar En Un Callejón

Parte 3

Kuroka quería saber, sin importar qué escenario fuera. ¿Quién fue el que atacó a su gente? Y después de haberle hecho esa pregunta, la persona en el callejón se volvió lentamente hacia ella, lentamente abrió la boca y…

“Tú… eres… ¿Ku… ro… ka?”

Una pregunta completamente impredecible. Y una voz aún más impredecible. Era familiar.

“¿Por qué…? esa voz es…” Lo imposible había ocurrido. “Esa voz… es…¿Mamá…?”

Era la voz que quería escuchar solo una vez más, pero debería haber sido incapaz de escuchar nunca más. La voz de su madre.

¿Por qué? ¿Por qué está mamá aquí?

¿Significa esto que su madre traicionó a su gente el día del ataque? Y justo cuando esa duda vino a mi mente, Kuroka inmediatamente negó la posibilidad.

¡Mamá murió protegiéndome!

Le cortaron la espalda, pero aun así abrazó a Kuroka y corrió. Kuroka nunca olvidaría ese calor. La razón por la que Kuroka pudo sobrevivir fue porque su madre logró correr hasta la iglesia.

Entonces… ¿es esto una ilusión hecha con brujería?

¿Ya cayó en la trampa de su enemigo? Kuroka fue sacudida hasta la médula cuando la que estaba ante ella extendió la mano. Seguramente debería haberse escapado. Incluso si no lo hizo, fue capaz de esquivarlo. Y, sin embargo, Kuroka no pudo ni siquiera alzar la voz con todo su pánico.

Y luego, la punta de un dedo tocó la mejilla de Kuroka. “¡No!”

Kuroka reflexivamente trató de alejar esa mano. Sin embargo, no pudo ponerle ninguna fuerza dado su estado actual. Su precioso bastón se deslizó entre sus manos y salió volando a otra parte. Sin embargo, Kuroka no tenía margen para preocuparse por eso.

“¡Ow! ¿Comoooooooooo…?”

El corazón de Kuroka dio un vuelco como una pelota que rebota y, incapaz de soportarlo, se dejó caer al suelo y perdió toda la energía en su cuerpo.

Mi cuerpo está… ¿caliente? Ella no podía respirar.

Ella no podía poner ninguna fuerza en sus brazos y piernas. Su conciencia se desvaneció.

Y sin saber qué le estaba sucediendo exactamente a su cuerpo, Kuroka se derrumbó en el suelo.

***

“¡Ah! ¡Es Shax! ¡Me raspe la rodilla! ¡Arréglalo!”

“¡Dame dulces!”

“¡Dame dinero!”

“¡Ven a vivir con nosotros!”

“¡Gah! ¡Qué mocosos para ruidosos! ¡Váyanse! ¡Tengo trabajo que hacer hoy! ¡En realidad, no vengas hablando tan amigable como un brujo! ¡Te comeré!”

Después de caminar hacia el distrito comercial, Shax fue invadido por niños abandonados de la nada. Contrariamente a su firme estatura, era un hechicero con un rostro bastante desatento.

Estaba en algún lugar de unos veinticinco años con el pelo corto de color marrón rojizo y barba en la barbilla.

Miró a los niños con sus ojos vidriosos, pero no hubo vigor en absoluto y los hizo reírse de él. Habían pasado varios meses desde que llegó a esta ciudad, pero por alguna razón, estos niños sucios se habían apegado a él.

Maldición… ¡es por eso que odio salir durante el día!

Al no ser la excepción para la gran mayoría de los hechiceros, Shax tenía la costumbre de encerrarse en su sombrío laboratorio. La única razón por la que caminaba por el distrito comercial a plena luz del día era porque alguien lo había llamado.

Después de lograr de alguna manera alejar a los niños, entró en una taberna. Echó un vistazo alrededor, pero no vio a quién se suponía que iba a encontrar aquí.

Shax se sentó en una de las mesas, y una de las camareras vino a tomar su orden. Tenía orejas puntiagudas y cabello plateado que le llegaba hasta la cintura. Sus fuertes ojos de voluntad eran como lunas doradas, y su piel era oscura. Ella era una rara elfa oscura, pero también prácticamente una celebridad aquí en Kianoides.

¿Eh? ¿Por qué está ella en este tipo de lugar?

Shax ocultó reflexivamente su rostro con el menú en sus manos. No era como si él se preocuparía si ella le viera la cara, pero los hechiceros eran personajes fundamentalmente sombríos. Todavía no había hecho nada para encontrarle fallas, pero ese comportamiento era esencialmente un reflejo condicionado.

Con el menú en la cara, no se dio cuenta de que la cara del elfo se puso completamente rígida ante su reacción. Ella solo lo hizo por un instante, y luego sacó un pequeño bloc de notas.

“Bienvenido. ¿Serán solo ustedes dos?”

“¿Huh? Estoy solo aquí… ¡¿oh, qué demonios me seguiste hasta aquí?! ”

Antes de darse cuenta, uno de los niños sin hogar de antes estaba allí junto a él, aferrado a su túnica.

“Tengo hambre…”

El niño lo miró con ojos suplicantes, lo que llevó al elfo oscuro a mirar a Shax con sospecha.

“¿Qué? ¿No es un cliente? ”

“Señorita, tomaré una cerveza. Tendrá pan y leche”. Shax respondió con un suspiro.

“Muy bien.”

La elfa oscura garabateó su memo y se fue sin siquiera sonreír. Esa fue Nephteros, ¿verdad? ¿La de la iglesia?

No podía entender lo que estaba pasando en absoluto. Ella no parecía reconocerlo, o tal vez simplemente no tenía ningún interés en él. Después de entregar el pedido a la cocina, se fue a recibir los pedidos de los otros clientes. Un rato después, ella les trajo el pan y las bebidas. Shax le dio al niño pan y leche y lo sacó de la taberna.

“Gracias Shax”.

“Sí, sí, piérdete ya”. Shax le gritó al niño, quien le devolvió la sonrisa y salió corriendo. “… Maldición, ¿por qué me pasa esto a mí? …”

Soltó un suspiro y regresó a su asiento, donde encontró una cara familiar. “Yo. Llegas tarde.”

“Hola, jefe… esa es mi bebida…”

“No hay necesidad de ser tan tacaño”.

El hechicero con un semblante claramente insalubre, Barbatos, se tragó la cerveza de Shax que aún no había tocado.

“Aaah… Hey señorita, una cerveza más”.

“Lo tengo.”

La elfa oscura no mostró signos de cortesía, pero no insistió más. Sin embargo, puede haber sido el caso de que ella simplemente no quería involucrarse más. Después de colocar otra cerveza en su mesa, Shax se sentó frente a Barbatos y lo preguntó lánguidamente.

“¿Así qué? ¿Qué deseas?”

“Un bono para ti”.

Barbatos fue al grano y dejó caer un libro voluminoso sobre la mesa. Por lo general, un bono implicaría una bolsa de dinero, y no había nada de eso a la vista, pero después de ver el título del libro, Shax dejó escapar un silbido.

“Uf, un grimorio como bono, ¿eh? Ese Archidemonio seguro es lujoso, ¿eh?”

Los hechiceros ciertamente necesitaban dinero, pero los grimorios no se podían obtener necesariamente solo por tener una gran cantidad de dinero.

No solo eso, este fue un grimorio escrito por el confidente de Archidemonio Zagan, Enchantress Gremory. A juzgar por el título, el contenido del libro difería un poco de su campo de especialidad, pero tal grimorio todavía iría por más de mil monedas de oro en una subasta entre hechiceros. Dependiendo de la ocasión, era completamente posible que incluso costara cinco veces ese precio.

Shax ni siquiera sospechaba por qué estaba recibiendo un bono, o por qué un hechicero como Barbatos se lo estaba entregando personalmente. Y viendo a Shax celebrar por su cuenta, Barbatos deslizó un solo trozo de papel sobre la mesa frente a él.

“¿Q-Qué es esto…?”

Después de levantar el papel, la cara de Shax se congeló por completo. Estaba dirigido a Shax, pero el remitente no era su llamado jefe.

“Hey, Barbatos. ¿Qué está pasando aquí?”

“¿Hah? Como si lo supiera. Me dijeron que te dijera eso es todo… En serio, estoy harto de que todos me traten como un maldito recadero”.

Shax quedó perdido.

Tengo un mal presentimiento sobre esto…

No tenía una intuición particularmente buena como hechicero, pero recibir una orden de alguien de quien normalmente no recibía órdenes no podía conducir a nada bueno.

En el peor de los casos, terminaría traicionando a su jefe. Era algo que el propio Shax ya había hecho.

Y en la mayoría de los casos, una vez que vio el contenido, no hubo marcha atrás. Mientras Shax seguía mirando la carta sin abrirla, Barbatos dejó escapar un murmullo como si acabara de recordar algo.

“… De todos modos, ¿qué demonios está haciendo ese elfo trabajando aquí?”

“¿Ahora preguntas? Como si supiera algo al respecto.”

“¿Hah? Pensé que se suponía que debía salir con esa llorona hoy.”

“¿Eh…? ¿Llorona?”

Fue agotador tener una conversación con este hombre. A Shax le dolía la cabeza y se pellizcó la frente. Y sin embargo, Barbatos respondió en un tono inesperadamente dócil.

“La llorona y la elfo no dijeron nada acerca de venir aquí. Entonces… ¿se quedaron calladas y se colaron aquí? Eso es un poco malo, ¿no es así?”

“¿Qué es eso? ¿Te han dicho que vigiles a esa chica o algo así?”

Bueno, los elfos eran extremadamente raros y bastante valiosos para los brujos. Un Archidemonio seguramente querría gestionar la presencia de tal raza en su dominio.

Después de ser interrogado por Shax, Barbatos comenzó a clavar su meñique en su oído como si lo encontrara todo molesto.

“No es así, pero puede ser malo para ella estar jugando donde Zagan y esa llorona no pueden verla… por ahora, eso es”.

“¿Por ahora? ¿Paso algo?”

Shax estaba algo interesado, pero en este momento, su problema era la carta delante de sus ojos. Y justo cuando extendió la mano hacia su cerveza preguntándose si debería abrirla o no…

“¿No lo sabes? Hay un idiota por ahí que comenzó una caza de especies raras”.

Al escuchar la frase ‘caza de especies raras’, Shax volcó su bebida sin darse cuenta.

“¡¿Gah?! ¿Qué demonios estás haciendo?”

“O-Oh… mi error”.

Shax dibujó un simple círculo mágico en el aire con su dedo, devolviendo la taza derribada a donde estaba junto con todo su contenido derramado que se había vertido sobre la mesa, el piso  y Barbatos.

No fue  tan complicado en términos de brujería, pero se necesitó una gran cantidad de habilidad para armarlo tan rápido en el acto. En otras palabras, Shax era un hechicero que poseía una buena cantidad de habilidad que no lo pondría muy por detrás de Barbatos.

Barbatos apuntó una mirada aguda a Shax. Su actitud impertinente había desaparecido por completo. Su mirada era como la de un sabueso que acababa de encontrar a su presa.

“¿Sabes algo sobre estas cacerías?”

Barbatos era un ex candidato para ser un Archidemonio. Estaba en una posición en la que, de no haber sido por Zagan, probablemente habría tomado el asiento del propio Archidemonio. Esta no era una situación que Shax pudiera tratar de ignorar.

“No, es la primera vez que escucho de esto específicamente”.

“Con esto, ¿quieres decir que sabes de otra cosa?”

Shax asintió con una expresión agria en su rostro.

“Hubo un tipo que causó un incidente similar hace un tiempo. Se dedicaba a cazar y matar especies raras sin dejar que nada se interpusiera en su camino. Según los rumores, mató y destruyó unas cien especies”.

Los ojos de Barbatos se abrieron de golpe.

“Oh, ahora lo recuerdo. ¿Fue hace cinco años? Algo así sucedió si no recuerdo mal. Solo apareció en los periódicos aquí en Kianoides, pero fue un escándalo lo suficientemente grande como para que la iglesia estuviera reuniendo una fuerza de subyugación… Al final, creo que ese tipo se hizo cargo.”

“Sí. Esta ciudad estaba bajo la protección del Archidemonio Marchosias, por lo que supongo que no tenía piel. Pero ese tipo terminó moviéndose en el dominio de Marchosias”.

“… ¿Y Marchosias se hizo cargo de él?”

“Es cierto que Marchosias trató con él. Pero no sé si está muerto”. En otras palabras, se desconocía su paradero.

Barbatos se llevó la mano a la barbilla, pensativo.

“Entonces eso significa… ¿se está volviendo loco de nuevo ahora que Marchosias está muerto?”

“No, creo que la probabilidad de eso es bastante baja”.

“¿Por qué?”

“¿Crees que el castigo de un Archidemonio terminaría con solo una reprimenda? Es probable que haya encontrado un destino donde estaría mejor muriendo. Incluso si está vivo, probablemente esté más allá de cualquier recuperación. Si no…”

Shax no pudo hablar del resto.

Si no… No hay forma de que pueda estar vivo.

Eso es porque Shax estuvo profundamente involucrado con ese incidente. Si el culpable seguía vivo, seguramente comenzaría matando a Shax primero. El hecho de que esto no hubiera sucedido podría incluso considerarse una prueba de que el culpable estaba muerto.

Shax no estaba seguro de cómo interpretó Barbatos su silencio, pero Barbatos simplemente asintió con la cabeza.

“Bueno, dicen que incluso los otros Archidemonios temblaron de miedo tratando de no ofender a Marchosias. No hay forma de que su castigo sea tan mediocre”.

“Así es como es.”

Shax no mentía, pero no decía la verdad. El que lo hizo no era un hechicero.

No recordaba su nombre. Era posible que se nombraran antes que Shax, pero la carga de los pecados de Shax era demasiado pesada para él.

Un poder extraño… ¿o era un arma? En cualquier caso, era alguien que ejercía un poder extraño…

Por lo menos, era un poder que difería de la brujería, las Espadas Sagradas e incluso lo que podía hacer al alto elfo al lado del Archidemonio Zagan. Shax creía que estaban actuando bajo el mando de Marchosias, pero había una gran pregunta sobre por qué alguien que no era un hechicero estaba recibiendo órdenes del Archidemonio anterior. Un Archidemonio que confiaba en un poder distinto de la brujería era como negar toda su vida.

En cualquier caso, Shax vio al culpable ser derrotado por ese poder. Sin embargo, el que estaba siendo derribado en ese momento parecía saber de qué se trataba. Si recordaba correctamente…

“Cazador de serafines…”

Barbatos frunció el ceño ante el nombre que Shax murmuró reflexivamente. “¿Qué es eso?”

“¿Huh? Oh nada. Es algo que escuché mientras sucedía ese incidente. No tengo idea de lo que significa. El que dijo que probablemente también esté muerto.”

Shax no sabía a qué se refería con Cazador de serafines. Sin embargo, al menos sentía que era algo siniestro.

“¿Sabes algo al respecto, Jefe?”

“…Ninguna pista. Por ahora al menos.”

La respuesta de Barbatos parecía implicar algo, pero no mostró signos de proporcionar más detalles él mismo.

Bueno, no tiene nada que ver conmigo.

Sin embargo, Barbatos no fue tan tonto como para dejar que Shax intentara esquivar ciertos detalles.

“Entonces, ¿no quieres decir tanto el nombre de ese tipo?”

“Erk”.

El cuerpo de Shax se sacudió notablemente. Mierda. Él vio a través de mí.

A diferencia del Archidemonio Zagan, este hombre no era quisquilloso con los medios que tomó para lograr sus objetivos. Era un hechicero verdaderamente directo. Tenía muchas maneras de evitar un tema cuando hablaba con alguien que lo superaba en poder. Intentó pensar en una excusa por unos segundos, pero se rindió de todos modos. Luego pronunció el nombre del culpable en un tono pesado.

“…Shere Khan.”

Incluso Barbatos se quedó mirando sorprendido y rígido.

“… ¿En serio?”

“Sí.”

“Huh, bueno… ¿cómo lo pongo…? Mi error.”

Y ahora fue el turno de Shax de estar desconcertado. “¿Te has suavizado?”

“¿Huh? ¿Qué diablos te hizo pensar eso?”

Barbatos no tenía conciencia de sí mismo y simplemente miró a Shax con una mirada perpleja. En el pasado, este hombre nunca se disculparía sin importar lo que soltara. Sin embargo, el hecho de que no seguiría presionando era algo por lo que Shax estaba agradecido.

Ya ha terminado de todos modos…

Shax bebió su bebida de una vez como para despejar esos recuerdos dolorosos. Y viéndolo hacerlo, Barbatos murmuró con indiferencia.

“… Sabes que eso se derramó por todas partes, ¿verdad?”

“¡¿PFFFFT?!”

Shax volcó esta bebida una vez más y volvió a la normalidad nuevamente al borde de las lágrimas. Mientras lo hacía, Barbatos se puso de pie con el suficiente vigor como para sentir que la mesa voltearía.

“Oye, corta un poco de holgura aquí, no quiero limpiar el piso más que esto”.

Shax levantó la voz en señal de queja, pero Barbatos no pudo escucharlo en absoluto.

“¿Huh? ¿Por qué… ella está aquí…? “Uhhh, ¿jefe?”

“Tengo algo que hacer. Hemos terminado aquí.”

Barbatos no esperó su respuesta y desapareció en su propia sombra.

“¿El infierno se metió en él…? Gah, ¿entonces tengo que pagar la factura?”

Todo esto a pesar del hecho de que lo único que Shax tuvo que beber fue la cerveza que derramó en el suelo. Después de pagar la factura de mala gana, Shax se fue al distrito comercial.

Entonces… supongo que no puedo dejar esto sellado, ¿eh…?

Finalmente tuvo un descanso del trabajo, pero tampoco estaba de humor para encerrarse en su laboratorio ahora que había escuchado algo desagradable. Disgustar a un asociado cercano al jefe también era lo peor que podía hacer después de desagradar al jefe mismo.

“Hombre… es difícil ser un subordinado”.

A pesar de tener una estructura bastante grande, Shax estaba encorvado mientras caminaba por las calles, cuando de repente, sintió como si escuchara el sonido de una pelea en un callejón cercano.

Caza de especies raras.

Esa información desagradable se superpuso con los rostros de los vagabundos del callejón.

No hay ninguna especie rara ni nada entre esos mocosos, ¿verdad…?

Sin embargo, esos niños estaban tan sucios que a veces era difícil saber con qué raza empezarían. No sería tan extraño que algunas especies raras estén presentes entre ellas.

“… Maldición. Soy un debilucho aquí. ¿Puedes relajarte un poco con toda esta violencia?”

Shax caminó hacia el callejón, se escondió contra una pared y echó un vistazo al interior. La pelea parecía haber terminado, ya que no podía ver a nadie allí abajo.

O no, ¿hay alguien ahí?

Mirando más de cerca, pudo ver algo moviéndose en el suelo. Parecía que alguien se había derrumbado después de haber resultado herido.

Tch… Realmente debería haber fingido no escuchar nada. Ahora que lo vio, no podía ignorarlo.

“Hey, ¿hay alguien ahí?”

Shax intentó alzar la voz. Incluso si alguien molesto estuviera cerca, él podría desviar su mirada e irse. Esperó unos segundos, pero no sintió ningún movimiento en el callejón que no fuera el que se retorcía en el suelo.

Solo soy un hechicero común sin ninguna característica sobresaliente aquí. No obtendrás nada bueno de atormentarme, ¿sabes?

Susurró una advertencia en su propia mente y se acercó cuidadosamente a la figura derrumbada. Afortunadamente, no parecía haber nadie peligroso esperando para atacar. Y después de llegar a la figura caída, se quedó con un descubrimiento completamente anticlimático.

¿El infierno?

Parecía que solo había algo de ropa en el suelo con la forma de una persona. Lo que se retorcía era un solo gato negro. Shax solo pudo soltar una risa forzada al armarse tan ridículamente.

“Me preguntaba qué tipo de alboroto estaba pasando aquí, pero solo eres tú, ¿eh, gatita? ¿Te peleaste o algo así?”

Shax realmente estaba perdiendo su toque si estaba asustado por una pelea entre gatos callejeros. Realmente era demasiado tímido si ese fuera el caso. Levantó al gato en sus brazos y lo miró a los ojos rojos. Era lo suficientemente grande como para sostenerlo en una mano, por lo que todavía era un gatito. Tal vez porque estaba asustado, su nariz se retorcía mientras olfateaba. Realmente puso de manifiesto el deseo de protegerlo con su comportamiento.

Hoy no ha sido más que un montón de basura, así que esto es un poco relajante.

Los gatos negros también fueron un símbolo de buena suerte en la ciudad natal de Shax. Aunque parecía que había otras regiones del mundo que también pensaban en ellas como desgracia. Le gustaban los gatos tanto que incluso una vez consideró escribir un libro especulando sobre la discrepancia en tal superstición. Después de mirar más de cerca al gato, de repente se dio cuenta de que sus ojos no estaban enfocados en ningún lado.

“Hey, ¿estás ciego? Esa no es una herida nueva, ¿eh? ”

Como un pequeño hechicero, Shax al menos tenía conocimiento de la hechicería curativa. Si fue una lesión causada por la pelea que ocurrió hace unos momentos, entonces podría curarla. Pero esta lesión parecía ser bastante antigua. Dicho esto, tampoco parecía ser un defecto de nacimiento.

¿Un gato mascota entonces? Pero no tiene collar.

Su pelaje también era tan bonito que tampoco parecía un callejero. Shax ladeó la cabeza con curiosidad y luego notó que había un trozo de tela pegado en las patas del gato.

“¿Qué es esto?”

Cuando lo notó, la tela revoloteó hasta el suelo. Era sin lugar a dudas la ropa interior de una mujer.

¿Por qué demonios hay ropa interior por aquí…?

Estaba demasiado limpio para ser algo que estaba afuera por un tiempo. Shax miró a su alrededor para ver si era posible que alguien estuviera colgando ropa en el área, pero ninguna de las casas aquí parecía estar equipada para eso. Se entretuvo con la idea de que algún hechicero idiota fracasó al intentar algún tipo de hechicería de transformación, pero la ropa puesta no coincidía con eso.

Y tal vez porque el desconcierto de Shax se le estaba pasando, el gato de repente comenzó a luchar en sus brazos.

“Ay, oye, no me arañes, eso duele. No te voy a comer”.

Estaba luchando, pero todavía era un  gatito, y Shax todavía era  un hechicero. Esto hizo que todo se sintiera bastante juguetón y, por el contrario, fue bastante encantador para él.

Oh bien. Probablemente morirá si lo dejo aquí, supongo que lo cuidaré un poco.

Shax era un hechicero, pero aún era humano. No era como si fuera incapaz de sentir soledad. No sería tan malo tener al menos un gatito como compañero de cuarto. Además, incluso si intentaba curar sus ojos, no podía hacer nada por el gatito con la hechicería que tenía a mano.

Espera, primero necesita un nombre.

Después de pensarlo un poco, Shax sonrió ampliamente al gato.

“¡Bueno! ¡Serás Blacky! ¡Agradece que soy yo quien te encontró Blacky! Blacky para un gato negro. ¡Jajaja! ¿Te gusta?”

El gato lo mordió enfáticamente en lugar de responder. Fue tan vigoroso con su respuesta que incluso le hizo llorar.

“¡Oooh, me alegra que te guste…! Lo entiendo, en serio, deja de morder, ¡sale sangre! ”

Y tal vez habiéndolo entendido, el gato se puso rígido como si se hundiera en la desesperación, y dejó de morderlo.

Y así, Shax regresó a casa con un salto en su paso como si su depresión anterior se hubiera desvanecido por completo.

***

“…Oh vaya. Ahora esto se ha vuelto bastante problemático”.

Una voz sonó en el callejón después de que Shax se fue con el gato negro. Después de eso, una nube de murciélagos aleteando se reunieron. No fueron solo uno o dos, o incluso diez, sino cientos de murciélagos, creando una nube negra.

Un brazo delgado se extendió fuera de la nube de murciélagos, seguido de un vestido negro con volantes. Una niña emergió con el cabello rubio atado y sus bonitos zapatos golpearon el suelo.

Sus ojos se abrieron de golpe, revelando sus pupilas doradas, y tenía largos colmillos asomándose por sus labios. Después de sacar su muñeca de peluche espeluznante cubierta de puntos, la nube de murciélagos desapareció. Era el vampiro, Alshiera.

“Entonces esa chica tiene cuatro orejas. El atavismo es ciertamente posible, pero pensar que uno se mostraría con este momento… o tal vez,

¿es precisamente por este momento?”

La distinción entre el tabaxi y el cait sith era bastante ambigua, pero hace mucho tiempo había una clara diferencia entre ellos. Kuroka era las únicas cuatro orejas en toda la familia Adelhide.

Además, ella era la que Moonless Sky reconocía como su portadora. Había una razón suficiente para creer que ella poseía la capacidad perdida de su gente. Seguramente, la familia Adelhide había hecho preparativos para ese momento por venir.

“Pero, las Adelhides ya no existen”.

Ellos perecieron, dejando a Kuroka sola. Alshiera se sintió bastante en deuda con ellos. Esa pudo haber sido la razón por la que Lilith pesaba en su mente más de lo necesario. Ella tenía la intención de ser consciente de este hecho.

Alshiera se acercó a una esquina del callejón y recogió una vara larga en la basura. Parecía que Shax no lo notó porque estaba enterrado en la basura. Este fue el bastón de espada que Kuroka dejó caer, el cielo sin luna. Después de sacudir la suciedad y limpiarla, la abrazó contra su pecho como una madre abrazando a un niño.

“Qué problemático, Azazel. ¿Esto significa que me he involucrado, me pregunto? ”

Se suponía que ella era la única presente aquí, pero habló como si hablara con un querido amigo. No hubo respuesta para ella, pero el vampiro asintió con la cabeza.

“Sí tienes razón. Esa chica también es una de mis adorables crías, una que sigue al gran Rey de los Ojos Plateados. No hay forma de que pueda dejarla en paz.”

Alshiera murmuró, luego abrió la parte trasera de su muñeca de peluche y metió el bastón de la espada dentro.  Estaba bastante claro que no encajaría, pero el bastón de la espada simplemente fue succionado por la espalda de la muñeca y desapareció.

Luego se volvió lánguidamente hacia el distrito comercial. De repente se había vuelto mucho más animado que antes. Era como si se celebrara un festival.

“No… Ahora que lo pienso, es un carnaval”.

Era un festival de la iglesia que se realizaba una vez al año. Y en un giro inusual, la sonrisa de Alshiera se desmoronó y dejó escapar un suspiro irritado.

“Alshiere Imera… qué mal gusto en los nombres. Esto es seguramente lo que hace mí querido hermano. ¡Aaah, qué irritante!”

De repente tiró su muñeca de peluche al suelo y comenzó a pisotearla. Mirando de cerca, la muñeca parecía estar usando un chaleco de caballero, y tal vez podría verse como un hombre. Después de pisotearlo por un tiempo, Alshiera estaba satisfecha consigo misma y recogió la muñeca de peluche. Ella se sacudió la tierra y una vez más la abrazó. Luego dejó escapar una risa extraña.

“Heeheehee, esto es prácticamente una encrucijada. Las personas que se conocieron antes pasarán de nuevo. Como si todos los destinos que comenzaron hace cinco años se crucen aquí”.

Alshiera tomó el dobladillo de su falda y se dio la vuelta en el acto.

“De vez en cuando, un encuentro cambiará a una persona. A veces amplía su punto de vista, a veces ganará a alguien para proteger, a veces les recordará el destino, a veces incluso anulará su sentido de valores. Los que se encontraron aquí han tenido tales destinos”.

Alshiera cantó al cielo y levantó suavemente los dobladillos de su falda con una reverencia antes de mirar la entrada del callejón.

“¿Cómo vas a cambiar, me pregunto?”

Una sola figura se encontraba en la entrada del callejón, un hechicero con cara de león.