Isekai Tensei Soudouki

Volumen 8

Capitulo 4: El Gigante Del Mar

Parte 1

“Aniquilación…… es la aniquilación total.”

Gerald pateó su silla volando con furia después de escuchar la voz ronca del vigilante.

“¡No me jodas! ¡¿Qué pasa con este desastre?!”

Para Gerald,  abandonó expresamente su negocio  y llegó hasta esta primera línea para obtener logros como base para el período de posguerra.

De ninguna manera fue cometer un error que haría que le pidieran que asumiera la responsabilidad.

“¡Las naves enemigas acercándose en formación!”

Gerald dejó escapar un suspiro de alivio que Urraca y los otros decidieron atacar.

El Gigante era lento debido a su incomparable defensa, pero sería difícil perseguirlo si el enemigo escapara.

Pero, fue una suerte que el enemigo eligiera dirigirse aquí.

Gigante no era una existencia que pudiera enfrentarse con solo una flota de cuatro barcos.

Tenía  una tremenda potencia  de fuego  de las  docenas  de  enormes lanzadores de lanza que llevaba.

Además, incluso si la nave enemiga se acercaba e intentaba abordar esta nave, el tamaño del costado de la nave respectiva era demasiado diferente.

La altura de Gigante era como una muralla.

Debería ser imposible abordar esta nave a menos que haya un monstruo que pueda saltar verticalmente durante varios metros.

“¡Malditos miserables! ¡Prepárense para convertirte en la presa de mi Gigante!”

El orgullo del Reino de Mallorca, Tormenta Negra. Su cabeza tenía un valor más que suficiente para pasar por alto su error de permitir la aniquilación de toda la flota bajo su mando.

En este momento, Gerald ni siquiera tenía la menor idea de que sería derrotado.

“Aun así, realmente hicieron algo enorme……”

Urraca solo pudo dar esa impresión después de ver al Gigante.

Con un tamaño tan grande, sería difícil incluso dirigirlo. Su velocidad de avance también sería realmente lenta, por lo que era presuntuoso que tal cosa se llamara a sí misma barco.

Sailor tenía una frase de no tener velocidad que se usaba para burlarse de otra persona, pero este Gigante literalmente no tenía velocidad.

“En lugar de un barco, esta cosa se parece más a un castillo que está hecho para flotar en el mar.”

Urraca asintió entendiendo la respuesta de Maggot.

Si  ese  era  el  concepto,  entonces  podría  entender  este  tamaño  y la armadura excesiva.

“¡Bueno,  cometieron  un  gran  error  si  piensan  que  ese  tipo  de  idea superficial funcionará en este mar!”

Cualquier cosa que flotara en el mar podría hundirse.

Urraca no sabía nada sobre el acorazado Yamato o el Príncipe de Gales, pero sabía por experiencia que cualquier cosa se hundiría por igual, sin importar qué tipo de estructura firme tuviera.

Urraca pensó que cazar a esta bestia lenta que solo tenía un gran tamaño sería más fácil que cazar elefantes.

“¡En medio del barco, abre todas las velas!”

“¡Sí, señora!”

“Señal a Kailas, acosa a la popa del enemigo.”

“¡Si señora!”

“¡Vamos a perseguir la nariz de esa gran cosa! ¡No te quedes atrás!”

“¡Señora!”

La Mancha tomó un camino para bloquear la ruta de Gigante.

Por supuesto, La Mancha se volcaría fácilmente si ambas  naves  se estrellaran, pero Gigante tampoco se saldría ileso.

¿El enemigo esquivaría o embestiría? Urraca tuvo la confianza y la compostura para lidiar con eso incluso después de que el capitán del barco enemigo tomó su decisión.

“Eso es ciertamente un manejo impresionante del barco. Como se esperaba de la mujer que sometió a ese pirata Sanpaniradeon.”

Cuando Gerald todavía era uno de los Siete Ancianos, hubo un momento en que contrató a Sanpaniradeon como guardia cuando todavía eran un grupo mercenario del mar.

Eran marineros hábiles que no eran inferiores de ninguna manera en comparación con la flota de escoltas que era el orgullo del gremio marítimo.

Tormenta Negra que sometió a ese grupo también debe ser un héroe de esta época.

Pero en este mundo había muros que no podían ser superados por la fuerza individual.

Uno de esos muros era una superpotencia como el Reino de Answerer. Otro ejemplo fue la diferencia entre Gigante y La Mancha.

La armada del gremio marítimo ya hundiría Gigante hace mucho tiempo si fuera posible hundir Gigante utilizando la diferencia en la habilidad de manejo de barcos.

“¡Tráelos, absolutamente no los dejes escapar!”

“¡Señor!”

Si por casualidad permitiera que Urraca se escapara aquí, Gerald no podría evitar una reprimenda al permitir que su flota acompañante sea aniquilada.

Tenía que traer de vuelta la cabeza de esa mujer almirante por cualquier medio.

“¡A babor!”

“¡Señora!”

En el momento en que La Mancha tomó la dirección para cruzar enfrente de Gigante desde diagonal hacia adelante, un escalofrío recorrió Urraca como una descarga eléctrica.

¡Rápido a babor!

“¡Señora!”

La Mancha giró bruscamente a la izquierda. El giro repentino hizo que el casco crujiera.

──Fue entonces.

Parecía que aerosoles negros salieron volando de la cubierta y del costado de Gigante.

Era increíble que la flecha fuera disparada desde esta distancia. Era natural que Urraca estuviera perpleja.

En primer lugar, el rango de proa que usaba el marinero era de unos 100 metros. Ese alcance se reduciría a 50 metros si esperaban que las flechas fueran precisas.

Incluso en la era de la Guerra de Genpei, donde el arco y la flecha eran el arma principal, la flecha no tendría ningún poder después de atravesar el alcance de 150 metros.

Incluso en la competencia de tiro con arco de los Juegos Olímpicos, hubo muchos atletas que fallaron su tiro a un objetivo que estaba a 70 metros de distancia. Ese era el conocimiento en la vida anterior de Baldr, Oka Masaharu.

Sin embargo, Urraca creía en su propio instinto.

Inmediatamente giró la nave por completo para tomar distancia de Gigante debido a eso.

“No me digas, ¿llegará hasta aquí?”

Las cosas que parecían espray negro cortaron el viento y se acercaron a La Mancha.

Urraca gimió espontáneamente con lo rápido que se acercaban las cosas. Se hizo evidente cuán grande era el objeto a medida que se acercaba.

──Era tan grande como una lanza.

En realidad, las armas que se instalaron en Gigante no eran más que gigantescas ballestas con flechas que se agrandaron para ser tan grandes como una lanza.

El segundo Gigante que montaba Gerald tenía el doble de potencia de fuego que el primer Gigante. Era literalmente una fortaleza.

“¡Paren!”

“¡Señora!”

A este ritmo, se abrirían agujeros en el casco de La Mancha.

No importa la época, el daño al costado o al fondo que causó la inundación del agua fue lo más amenazante para la estructura llamada barco.

Debido a la orden de Urraca de poner un freno de emergencia a La Mancha, la mayoría de la lluvia de lanza solo atravesó la vela o la atravesó antes de caer al mar.

Sin embargo, un porcentaje de las lanzas se aceleró debido a la gravedad y llovió sobre Urraca y otros.

Aun así, para Urraca, que había estado frente a sus hombres en la batalla de barcos muchas veces, algo grande como una lanza que era fácil de percibir no tenía nada que temer.

Urraca desenvainó su espada favorita y se echó a reír.

[Eso no será suficiente niña.]

Sanai salió espontáneamente en ese momento.

Era la regla general quitar la flecha en lugar de cortarla.

También se le llama comúnmente flecha de limpieza. En realidad, muchas personas pudieron hacerlo porque la flecha tenía poco peso.

Por lo que vio Sanai, lanzar lanzas no se usaba en este mundo.

Aunque el número de veces que Sanai vio que se lanzaba lanza en el campo de batalla podía contarse, por ejemplo, en la ofensiva contra el Castillo Odani de Asai Nagamasa o en la disputa con el Templo Enryakuji de Mountain Hiei.

Sin embargo, Sanai perdió a su viejo amigo en ese momento.

A diferencia de la flecha, el mango de una lanza era grueso y pesado. Si uno intentara cortar esto, no llegarían a tiempo para hacer un segundo corte.

Además de a diferencia de la flecha, la trayectoria de una lanza no cambiaría mucho incluso si se cortara.

El amigo de Sanai, Mayama Genpachi, tenía el hombro atravesado por una lanza que debería haber cortado. Luego no pudo regresar del campo de batalla después de que otra lanza lo apuñaló.

Si Urraca intentara cortar la lanza como solía quitar la flecha, pagaría su error con su vida.

──Sanai era reacio a permitir eso.

Parecía que a Sanai le había gustado esta valiente mujer de cabello negro.

O tal vez el sentimiento desgarrador de Urraca había llegado a Sanai dentro de Baldr.

Como era de esperar, Urraca cortó la flecha que se acercaba. La lanza que se cortó en dos siguió la ley de la inercia y se acercó a su pecho. Urraca se quedó estupefacto al ver eso.

Su espada que había sido balanceada con todas sus fuerzas para cortar la lanza ya no podía regresar para bloquear la lanza.

Urraca torció su cuerpo sabiendo que era solo una lucha inútil, pero se negó a que su vida se dispersara en este tipo de lugar.

El siguiente momento──.

[Estúpido marimacho, no cortes sin pensar.]

Urraca no entendió el significado de esas palabras, pero entendió que Baldr acababa de salvarle la vida y que él la había insultado.

Urraca estaba a punto de protestar reflexivamente, pero antes de eso se dio cuenta de que la incomodidad que había estado sintiendo por Baldr hasta ahora había desaparecido.

Eso no era otro que la espalda de un anciano que la salvó cuando estaba a punto de ser derrotada por Kailas. La parte posterior que no podía olvidar, incluso si lo intentara.

“¡UN ABUELO ESTÁ AQUÍ──!”

El alma de Urraca gritó con su complejo de abuelos después de tanto tiempo.

[Kakaka…… realmente tienes un gusto extraño niña.]

Sanai sonrió complacientemente antes de tensar su expresión. “Sería un desperdicio si no disfrutas de esta batalla ahora”.

Urraca sintió el cambio de presencia en Baldr que era como cuando una luna se escondía detrás de las nubes.

La anciana presencia que era Baldr pero no Baldr no se podía sentir en este momento como si fuera solo un fantasma.

Ella no entendía la razón pero, eso también debe ser un lado de Baldr.

Ahora que entendía eso, endureció su determinación de que tenía que seducir a Baldr usando cualquier medio posible rápidamente.

Pero había algo que debía hacer antes de eso.

Ella también era una guerrera de primera clase de esta época que había luchado a través de muchas escenas de carnicería.

“¡Reemplacen las velas rotas! ¡Nos estamos volviendo a favor de esta gran cosa!”

“¡Señora!”

Lo que sucedió en este momento fue un poco sorprendente, pero los subordinados de Urraca no eran débiles a los que les daría tanto miedo.

Más bien se veían aún más vivos al ver que el enemigo era poderoso.

La Mancha aceleró rápidamente y aseguró la posición contra el viento de Gigante.

***

“¿Qué están haciendo todos?” 

Gerald se mordió el labio porque perdió la oportunidad de su vida.

Incluso Gerald nunca pensó que el enemigo reaccionaría a los lanzadores de lanza de Gigante desde el principio.

Pensó que podría infligir algunos daños al enemigo como mínimo.

Incluso Gerald tuvo que admitir que había subestimado la Tormenta Negra.

“¡Golpearlos sin importar qué! ¡Por qué no puedes alcanzar un objetivo tan grande ya!”

La Mancha provocó repetidamente a Gigante desde una distancia que estaba apenas fuera del campo de tiro. Los lanzadores de lanza habían sido disparados cinco veces, pero ni siquiera podían pastar La Mancha que no fuera en el primer disparo.

La distancia era demasiado grande para golpear a La Mancha que había asegurado el viento y se movía libremente.

Aun así también fue gracias a la escandalosa movilidad de La Mancha. “¡El segundo barco del Reino de Mallorca se acerca por detrás!”

Kailas daba vueltas detrás de Gigante mientras perseguía a La Mancha.

Kailas saltó con éxito dentro del campo de tiro de Gigante únicamente gracias a su trabajo en equipo armonizado con Urraca.

Urraca había aprendido a fondo la personalidad y la habilidad de Kailas, y viceversa. Por eso pudieron trabajar juntos incluso sin comunicarse entre ellos.

“¡Ignóralo! ¡No podrá hacer nada de todos modos!” Gerald juzgó que la segunda nave era un cebo.

La Mancha se dio la vuelta como para demostrar esa conjetura.

“……Que frío. ¿Qué tal mirar por aquí un poco?” Sin embargo, Gerald se equivocó.

Kailas no era solo cebo ni nada.

Su habilidad que llevó a esa Tormenta Negra hasta un paso de la derrota no era algo que pudiera descartarse como un simple cebo.

“¡Vamos a alcanzarlos! ¡Estamos cortando de una vez!”

“¡Señor!”

Aun así, Gigante no se dio cuenta en absoluto. Kailas sonrió con ironía, aun así su pecho ardía con algo similar a la ira.

“Te vas a quemar si menosprecias este Clarividencia Kailas, ¿sí?” Kailas murmuró eso y sacó su arco favorito.

La distancia entre ambas naves era de unos 150 metros. Además, el lado de Gigante era alto y viento arriba de Kailas.

No alcanzaría con esta distancia. E  incluso si  lograra  alcanzar, solo terminaría siendo desviado por la armadura al costado de la nave.

Además, Kailas estaba apuntando una flecha de fuego en su arco.

La flecha de fuego encontraría una mayor resistencia al aire que una flecha normal, debido a que su alcance de disparo efectivo se acortó aún más.

Era razonable que el Gigante ignorara a Kailas. “…… Yosh, buen chico.”

El viento nunca soplaría en dirección y velocidad fijas para siempre.

Además, en el agua costera que estaba cerca de la tierra, el viento giraba y a veces giraba. Tal cosa era un hecho cotidiano.

Gerald, que originalmente era residente de Mulberry, también podría decirse que era un experto en lo que respecta al viento del Mar de Mármara, pero no era rival para Kailas, que sintió el viento en su piel.

* Hyou * La flecha de Kailas fue disparada. Se elevó hacia el cielo debido a la corriente ascendente que de repente ocurrió.

Y   luego, como el rayo de un dios que cayó del cielo, atravesó profundamente el mástil principal de Gigante.

La flecha de fuego golpeó la vela superior en el mástil principal. La vela superior se incendió instantáneamente y se extendió aún más hasta la vela principal.

Gigante también tenía una cierta cantidad de agua siempre lista para lidiar con la flecha de fuego, pero a diferencia de la cubierta y el costado del barco, era extremadamente difícil extinguir el fuego en lugares altos como la vela.

Además, Gigante era un barco inusualmente gigante. Fue un desastre que la altura de la vela y el tamaño también estuvieran fuera de lo normal.

El plan de defensa del Gigante contra algo como esto era fundamentalmente no permitir que ningún enemigo ingresara al rango donde era posible que alcanzara la flecha de fuego.

“¡Que están haciendo todos ustedes! ¡Rápido! ¡Apaga el fuego rápidamente!”

Gerald perdió el control de sí mismo y gritó furiosamente.

Para Gerald, perder la flota bajo su mando fue un error pero no fue fatal. Sin embargo, perder Gigante significaba la muerte para él.

Independientemente de la situación, el Reino de Answerer no perdonaría a Gerald si perdiera al Gigante.

La posibilidad era alta de que todas sus fortunas fueran incautadas, su familia desterrada e incluso el propio Gerald sería ejecutado.

Fue solo a esta hora que Gerald lamentó desafiar el peligro de llegar a la primera línea.

“¡Corta la vela y tírala al mar en lugar de arrojar agua al fuego! ¡De prisa!”

Las tripulaciones sacaron su cuchillo bajo la orden del vicecomandante y cortaron desesperadamente las velas encendidas.

Sin embargo, cortar las velas significaba perder potencia propulsora.