Genjitsushugi Yuusha No Oukoku Saikenki

Volumen 10

Extra 5: Kuu Se Une

“Y yo estoy aquí.”

Tras escabullirse una vez que la coronación y la boda en el castillo habían terminado y sólo quedaba la fiesta, Kuu estaba aterrizando en el lugar de la boda de Ludwin y Genia.

Estaba “aterrizando” porque había tomado un atajo por los tejados entre el castillo y aquí. Con el mismo traje de etiqueta que había llevado para la coronación.

“¡Ah! ¡Es el maestro Kuu!” gritó Leporina.

Al notar la llegada de Kuu, Leporina y Taru se apresuraron a acercarse.

“Hola, Leporina”, dijo Kuu. “¿Cogiste el ramo como te dije?”

“Lo hice, pero… fue bastante embarazoso. Las otras mujeres me miraron con desprecio.”

“La estás haciendo actuar de forma temeraria, como siempre”, se quejó Taru con exasperación, sosteniendo el ramo que Leporina había cogido.

Sin embargo, Kuu se rió sin parecer importarle. “Oye, ¿dónde está el daño? Seguro que ese ramo también quería ir a la siguiente novia.”

“Entonces Leporina también debería cogerlo”. Taru le ofreció el ramo, pero Leporina se apresuró a negar con la cabeza.

“No, no, deberías guardarlo tú, como primera esposa.”

“Nos casaremos al mismo tiempo, así que no hay diferencia.”

Al ver que Taru y Leporina intentaban quitarse el ramo de encima, Kuu suspiró. “Entonces, ¿qué tal si lo dividen?”

“Eso se siente un poco mal.”

“D-De acuerdo…” Kuu vaciló. Pensando en ello, parecía un poco siniestro dividir el símbolo de la felicidad de dos personas enamoradas, así que tenía razón al oponerse con firmeza.

Leporina volvió en sí y dijo: “Espere, maestro Kuu, ¿no debería ir a presentar sus respetos a los novios primero?”

“¡¿Eh?! ¡Uy! En eso tienes razón.”

Kuu se llevó rápidamente a Taru y a Leporina y se dirigió hacia donde estaban Ludwin y Genia. Parecía que estaban hablando con la compañera de investigación de Genia, Merula.

“Lord Arcs — no, supongo que a partir de hoy es Lord Maxwell-Arcs, ¿eh? — y Genia, enhorabuena.”

Ludwin esbozó una suave sonrisa. “Vaya, Sir Kuu. Qué bien que haya venido. Una visita del hijo del líder de la república es un honor demasiado grande para un simple y humilde servidor de Su Majestad, como yo.”

“¡Ookyakya! No hay necesidad de ser tan rígido. Genia ha estado cuidando bien de nuestra Taru, así que eres como de la familia, aunque seamos de países diferentes.”

“¡He hee! Tienes razón. Taru también es siempre buena conmigo”, rió Genia. “La gente como nosotros siempre antepone la lógica y la razón, pero Taru siempre entrega piezas que satisfacen nuestras exigencias. Nada podría agradecernos más.”

“No… El maestro Kuu me dice que el desarrollo del taladro beneficiará a la república, así que estoy feliz de formar parte de eso”, dijo Taru con una pequeña sonrisa.

Ludwin, que los observaba calurosamente, le preguntó a Kuu: “Estuviste en el castillo, ¿verdad? ¿Cómo estaban Su Majestad y los demás?”

“Oh, era realmente austero e impresionante”, dijo Kuu. “El Hermano lo hizo muy bien durante la coronación, y sus novias estaban muy guapas con sus vestidos de novia.”

“Me alegro”. Ludwin sonrió. “Entiendo. Fue una pena, como antiguo capitán de la Guardia Real, que no pudiera estar allí para ayudar.”

“No te preocupes. Fue la joven señorita Roroa… ¿o es la reina Roroa ahora? Como sea, fue idea de la Reina Roroa tener bodas por toda la ciudad. Tener una boda con tu linda esposa aquí es ayudar a mantener al Hermano. Piensa en ello como una ventaja del trabajo.”

“…Sí. Creo que soy afortunado.”

“¡Ookyakya! No tienes miedo de decirlo, ¿eh?” Kuu puso una mano en el hombro de Ludwin. “Bueno, de todos modos, felicidades. Cuando nos casemos, enviaremos una invitación a la Casa de Maxwell-Arcs, así que asegúrate de venir, ¿De acuerdo?”

“Sir Kuu, su matrimonio será en la república, ¿verdad? Soy un vasallo de otro país, ¿te das cuenta?”

“Como si me importara. Voy a invitar a mi Hermano, también, así que ven con él como guardaespaldas.”

“…Muy bien. Lo esperaré con ansias.”

Las mujeres a su lado también hablaban.

“Me gustaría aumentar la velocidad de giro del taladro, Merula”, dijo Genia.

“Aunque aumentemos la eficacia del encantamiento, actualmente hay límites en cuanto a la tensión que podemos aplicar a las partes giratorias.”

“No se trata sólo de energía; también necesita liberar calor.”

Habían empezado a discutir el taladro en algún momento. Si Trill hubiera estado aquí, en lugar de seguir en el castillo como embajador imperial, la discusión habría sido aún más animada. Al no poder unirse a la conversación, Leporina, que era una chica, pero no una chica investigadora, se quedó al margen.

“Chicas investigadoras de tres países, todas juntas. Yo diría que es un espectáculo feliz por derecho propio”, dijo Ludwin.

“Si al menos hubieran elegido un tema más sexy que un simulacro, claro”. Kuu se encogió de hombros.

“¡Je, je! Bueno, está bien, ¿no?”. dijo Leporina, abrazando a Kuu por detrás. “Oye, ¿para qué me abrazas?”, objetó él.

“No tengo otro sitio donde estar, así que préstame atención. Tengo el permiso de Taru.”

Parecía que Leporina se había adelantado en su acercamiento a Kuu tras recibir el visto bueno de Taru. Kuu se mostró descontento, pero se rascó la mejilla como si no le desagradara del todo este giro de los acontecimientos.

“Deja de abrazarme por detrás”, dijo.

“¿Hm? ¿Por qué?”, preguntó ella.

“Eres más alta que yo, así que me hace parecer patético.”

“¡Pfft! ¡Ajaja!” Leporina se echó a reír.

Parecía que ésta iba a ser una boda de muchas sonrisas.

-FIN DEL VOLUMEN 10-