Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 10

Capítulo 2: Operación Rescate Minori-san

Parte 1

Era de mañana cuando terminamos de enderezar la sala de estar. Sin embargo, no tenía demasiado sueño, tal vez fueron los pocos guiños que había logrado captar, o tal vez fue solo la emoción, y procedí inmediatamente a mantener una reunión de estrategia con Myusel en mi habitación.

“Estas son todas las botellas de sprites que nos quedan…” Miré la fila de tarros de cerámica del tamaño de una palma. Parecían extrañas balas. Supongo que, en el sentido de que nos permitieron disparar nuestra magia, lo fueron. “En cuanto a las piedras mágicas, probablemente deberíamos tener tantas sobre nosotros como podamos”.

“Shinichi-sama, todavía hay más”.

Del equipo de pistola de aire de mi padre, obtuvimos un chaleco de campo con muchos bolsillos, que habíamos llenado con todas las botellas de sprite que tendrían. Mientras tanto, nuestros dedos estaban adornados con piedras mágicas, que tratamos como accesorios. Todavía había botellas y piedras que no pudimos guardar directamente sobre nosotros; los pusimos en una mochila también obtenida de las cosas de mi papá.

Una vez que estuvimos equipados con todos los artículos de suministro de magia que pudimos manejar, descubrimos que todo era bastante pesado.

“¿Es… esto es todo?” Murmuré, mirando alrededor de la habitación, y fue entonces cuando noté que la puerta estaba entreabierta. Myusel lo había visto antes que yo y miraba fijamente en esa dirección. Y entonces…

“… Vaya”.

Nuestros ojos se encontraron con los de ella. “¿Qué estás mirando?”, Dije.

“¡No estoy mirando nada!”, Dijo Shizuki desde la rendija de la puerta, a través de la cual claramente estaba mirando. “¡La puerta estaba abierta! Solo quería asegurarme de que mi hermano mayor no le estaba haciendo nada extraño a Myusel-san, solo en esta habitación juntos… ”

“Si quieres saber lo que está pasando aquí, ¡simplemente entra!” No estábamos haciendo nada malo y no teníamos nada que ocultar.

Er… excepto que supongo que sería complicado si preguntara para qué servían las botellas o las rocas. Todavía no había usado magia delante de mi familia. Si lo peor realmente llegara a ser peor, no pensé que sería capaz de pasarlo todo murmurando sobre secretos de estado.

“Es espeluznante tenerte mirando allí”, añadí. “Es como una especie de película de terror”.

“¡No eres alguien para hablar de espeluznante, desagradable otaku!”, Exclamó Shizuki.

Solté un suspiro, luego miré hacia abajo y volví a mis preparativos. ¿Quizás debería traer las pistolas paralizantes que los agentes habían arrojado? O tal vez sería mejor no perder el tiempo con armas que realmente no entendía. Hmmm

Seguí reflexionando, pero Shizuki no fue a ninguna parte; ella solo estaba parada en la puerta mirándome.

“¿Qué quieres?” Finalmente pregunté.

“¿Huh? Yo, eh, yo solo…” Ella no podía pensar en nada. ¿Por qué estaba ella aquí?

Después de un momento de lo que parecía ser un pensamiento intenso, Shizuki miró primero a la derecha, luego a la izquierda, luego hacia arriba, luego hacia abajo… a cualquier parte excepto a mí. Ella se cruzó de brazos, obviamente profundamente incómoda, pero finalmente dijo suavemente: “Supongo que… te juzgué mal. Un poco.”

“¿Qué…?”, Dije tontamente. Me sorprendió completamente escucharla decir eso, cuando hace un minuto me había acusado de ser una “otaku desagradable”. De hecho, me sorprendió tanto que pensé que la había escuchado mal. “Que… ¿Qué quieres decir?”

“Me refiero a la forma en que expulsaste a esos espías de China o donde sea. Siempre pensé que eras un otaku bueno para nada, pero…”

No estaba seguro de si era peor ser un otaku desagradable o ser bueno para nada… pero supongo que no valía la pena preocuparse exactamente en ese momento. Más que nada, me sorprendió escuchar a Shizuki decir eso. Ella prácticamente me estaba felicitando.

Con la esperanza de actuar como el hermano mayor y sereno, puse una especie de sonrisa irónica en mi rostro. “La verdad es que no hice nada.

Fue el sistema de seguridad de mamá y papá el que incluso nos dio algo para poner en Egao Video. Y fuiste tú quien ayudó a difundirlo por toda la web”.

Shizuki no dijo nada, así que yo tampoco.

Conté las botellas y las piedras en el chaleco y la mochila una vez más, me aseguré de que no hubiéramos olvidado nada, luego lo cerré todo. “Está bien”, finalmente dije.

Myusel también parecía estar lista; nos miramos y asentimos. Parecíamos estar pensando exactamente lo mismo, sin decirnos una palabra. Me hizo feliz de alguna manera.

Estaba saboreando esa pequeña emoción cuando…

“¿Qué estás haciendo, de todos modos?”, Preguntó Shizuki con solo un toque de molestia.

“¿Hm? Preparándome —dije.

“¿Estás… planeando algo más?” Mientras levantaba una mochila, Shizuki frunció el ceño y entró en la habitación. “Asustaste a esos tipos. ¿No es eso suficiente? ”

“Tenemos que ir a rescatar a la princesa”, le dije. “Er… aunque, ella no es una princesa”.

“¿Qué?” Dijo Shizuki rotundamente, frunciendo el ceño. Ahora estaba marcada con seguridad. Ah, conocía esta expresión. Era la misma mirada que tenía cuando mis padres y yo estábamos disfrutando de algo y ella era la única que no era parte de la diversión. La mirada era en parte burlona y en parte enojada. “Esa es una forma realmente espeluznante de decirlo”.

“¿Q-Qué tiene de espeluznante?”

“Es todo el asunto de pretender. Como si estuvieras en un manga o algo así. Es estúpido. Por eso odio a otaku”.

“Shizuki-sama…” Myusel parecía angustiada por el tono agresivo de Shizuki. Odiaba oírme a mí, su maestro, siendo atacado así, pero la persona que lo hacía era mi propia hermana menor, por lo que Myusel no pudo defenderme por completo, y no sabía qué hacer.

Supongo que para un observador externo, habríamos parecido dos hermanos peleando. Pero realmente no pensé en ello como una pelea en absoluto.

“Shizuki…”

Me enfrenté a su plaza. Parecía un poco sorprendida, pero no miró hacia otro lado, solo parpadeó y mantuvo contacto visual conmigo. Me di cuenta de que probablemente habían pasado años desde que la había mirado a la cara así. Después de todo, apenas habíamos hablado mucho.

“Tienes razón. Muchos manga y animes muestran que alguien indefenso o capturado está siendo salvado”.

“¿Huh? Er, sí, yo… supongo…”

“Pero eso es perfectamente normal, ¿verdad?” Mi hermana no dijo nada.

“Fue el manga y el anime lo que me enseñó eso”, dije tan uniformemente como pude.

No me importó si Shizuki dijo que odiaba a los otakus. Todos tenían sus propios gustos y preferencias, y si era libre de que le gustara lo que quisiera, entonces pensé que era libre de no gustarle lo que quisiera también. No quería obligarla a que le gustara el anime, el manga, los juegos ni nada.

Pero para algunas personas, el anime, el manga, las novelas y similares podrían ser como un libro de texto, que te da una idea de cómo vivir. Al menos, habían sido para mí. Entonces, si nada más, no quería que ella actuara como si no existieran.

“Una maestra de primaria me dijo una vez… El manga también son libros. Si los lees cuidadosamente, puedes aprender de ellos”.

Podía recordarlo como si fuera ayer. Luego, mucho después, fui a Eldant. Me habían utilizado como herramienta de invasión cultural. Pero esa fue una razón más por la que entendí: la verdadera pregunta estaba en las personas que estaban siendo expuestas a estas cosas. Podría ser un veneno, o podría ser una cura.

Esto no era solo cierto para las cosas otaku, sospechaba que casi cualquier cosa podría ser así. Puede parecer tan ordinario, tan extendido, como para estar bajo aviso. Y eso era exactamente por qué la gente lo daba por sentado…

Shizuki se puso de pie haciendo pucheros por un momento, pero no me respondió de inmediato. No iba a pasar todo lo que dije solo porque me había encasillado como un “otaku desagradable”. Supongo que en realidad estaba masticando lo que había dicho, digiriéndolo a su manera. Pensé que eso explicaba el puchero: todavía había algo allí que no estaba comprando.

Gosh. Esto fue todo lo que tuve que hacer: hablar con ella. ¿Por qué no pude hacer eso durante mis días como guardia de seguridad en el hogar?

A pesar de la sensación de odio hacia mí mismo, le sonreí a Shizuki. “Shizuki, si realmente pensabas que solo estaba fingiendo… Bueno, espero que al menos me haya visto bien haciéndolo”.

“¿Qué eres, un idiota?”, Dijo al instante, todavía en un estado de ánimo perfectamente horrible.

Wooh. Supongo que Shizuki seguía siendo Shizuki. No podía esperar que volviéramos a la forma en que solíamos ser; era demasiado pensar que ella podría exclamar de repente: “¡Te amo, hermano mayor!” Lo que supongo que sería un poco vergonzoso en este punto, de todos modos.

La vi salir de mi habitación, luego me volví hacia Myusel con una media sonrisa en mi rostro. “¿Viste eso? Creo que en realidad estaba preocupada por mí allí”.

“¡Sí, señor!” Myusel asintió, su rostro brillaba.

“Muy bien, ¿nos vamos?” Pregunté, poniéndome el chaleco y luego la mochila.

“Uh-Um, ¿Shinichi-sama?” Myusel me agarró la mano antes de que pudiera salir.

“¿Algo mal?”

“Bueno, eh…” Ahora que nos estábamos tocando, el anillo mágico podría funcionar. Myusel bajó los ojos con timidez y dijo: “Shinichi-sama, creo… creo que siempre eres” genial “”.

Por un instante, mi mente prácticamente se congeló en una cascada de alegría.

Sus dedos tocando los míos parecían cálidos de alguna manera; probablemente era, estoy seguro, muy probablemente, solo mi imaginación, así que … reflexionando, sí, era solo para que pudiéramos hablar, pero aquí estaba solo en mi habitación con Myusel, tomados de la mano, y sé tal vez eres como sí, ¿Qué recién lo notas? pero aun así, eh.

“Uh, um… bueno, gracias…” logré chillar.

¡No te dejes engañar, Kanou Shinichi! Myusel solo te está tranquilizando,

¡está tratando de contrarrestar el disparo de despedida de Shizuki…!

¡Arrrrgh, ella es tan dulce!………etcétera etcétera.

De todos modos, las cosas eran lo que eran, así que seguí insistiendo para mí mismo en que eso era todo, tratando de frenar los latidos furiosos de mi corazón. Asentí con la cabeza a Myusel. “V-Vamos, ¿eh?”

“S-Sí, señor”.

Ambos asentimos vacilantes el uno al otro y salimos de la habitación.

***

Encontramos a todos en la sala de estar. Petralka y Elvia estaban sentadas indiferentes en el sofá, pero mi padre tenía su computadora portátil abierta y estaba escribiendo, mientras que mi madre y Shizuki tenían una tableta y un teléfono inteligente, respectivamente.

Matoba-san, por cierto, no estaba aquí; había dicho algo sobre tener que hacer un informe y se fue. Él había dicho que volvería pronto, pero también había algo acerca de no poder llamarnos porque los teléfonos podrían tener fallas. Reito-san tampoco estaba en la sala de estar. Tal vez se había ido a casa. Lástima: no había tenido la oportunidad de agradecerle por todo lo que había hecho.

“Entonces… ¿Tuviste suerte?”, Dije, sentándome junto a mi padre. “¿Encontraste algo?”

Twitter estaba abierto en su computadora portátil. Asumí que era lo mismo para mi madre y Shizuki. ¿Qué estaban haciendo todos? Bueno… estaban usando Twitter para tratar de encontrar información sobre Minori-san.

Como comentaron algunos de los comentarios en nuestro video de agentes chinos que perseguían, ahora éramos indiscutiblemente famosos en Internet. Habíamos estado en ese video de fabricación y el trailer de la supuesta película de fantasía. Después de todo, es por eso que había tanta gente en Akihabara en primer lugar después de que las noticias de nuestra presencia allí se volvieron virales.

Esta era la edad de mil millones de espías, cuando todos tenían teléfonos inteligentes o dispositivos móviles; puedes encontrar información en cualquier lugar y subirla a la red.

Eso fue doblemente cuando alguien vio a la estrella de una película en alguna parte, una película que había suscitado controversia (pensé) y cuyas estrellas debutaban en esta película, sin ningún registro previo de ellas en ningún lado. Cuando las personas veían a alguien así, tendían a tomar fotos, y esas fotos solían terminar en línea.

No digo que sea algo intrínsecamente bueno, hay todo tipo de preocupaciones sobre los derechos de uso de la imagen y la privacidad, etc., pero en este caso particular, estábamos dispuestos a dejar que funcionara para nosotros.

No importa cuán bueno sea ese agente ruso, no habrían arrojado un saco sobre Minori-san en medio de Akihabara.

Lo que sea que hicieron (dejarla inconsciente, amenazarla con una pistola, obligarla a subir a un automóvil) debe haber personas que lo vieron suceder. Tal vez incluso las personas que la vieron cuando la trasladaron del auto al confinamiento.

“Aww, hombre, esto es genial”, dijo mi padre, sonriendo y señalando la pantalla. Estaba haciendo búsquedas en términos como Akihabara, cierta película, y turismo furtivo. “¿Puedes creerlo? Shinichi, están diciendo, ‘¡Explota, maldita sea!’ Dicen, ‘¡Explota, maldita sea!’ ¡Sobre ti! ¡Es tan importante que lo dije dos veces! ”

“¡¿Por qué?!”

“Porque estabas caminando rodeado de hermosas damas, obviamente. No importa cómo lo veas, parece que tienes un harem”.

El tweet del que hablaba incluía una foto mía con Myusel sosteniendo una mano, Petralka sosteniendo la otra y Elvia montando en mi espalda.

¡Ay, incluso eso tomaron…!

¡Internet era aterrador!

… Bien, este no era el momento para declaraciones tan poco otaku-ish. “Bien, pero ¿qué hay de Minori-san? ¿Encontraste algo?”

“Todas las búsquedas solo muestran tuits sobre tu paseo por Akiba esta tarde”, dijo mi madre, todavía deslizando su tableta. “Intenté buscar por nombre, pero no obtuve nada”.

Bueno, eso fue comprensible. Si pudieras encontrar el nombre de Koganuma Minori solo por una foto de su rostro, eso ya te pondría al nivel de la CIA o alguna otra operación de inteligencia. No es algo que la persona promedio pueda hacer.

“La búsqueda de una chica con grandes tetas y anteojos obtiene algunas cosas buenas”, dijo mi padre.

“¿De verdad? ¡Déjame ver! ”, Dijo mi madre, inclinándose hacia adelante. “¿Estás interesado en esas fotos?”, Exclamé.

Como diseñadora de ero-juegos, mi madre había visto muchas colecciones de fotos de trajes de baño de ídolos pop, sesiones de fotos desnudas de actrices, etc., por lo que tenía una tolerancia bastante alta para las fotos con calificación X.

“… Oye”, interrumpió Shizuki. “¿No es ella?”

Puso su teléfono boca arriba sobre la mesa para que todos pudieran verlo. Todos nos inclinamos.

En la pantalla estaba la ubicua aplicación de Twitter. Y había una foto, con la leyenda: “¡Vi a esta mujer con unos pechos enormes en el distrito de los hoteles de amor, y estaba con un hombre blanco!”

“El tuit es, ya sabes, lo que sea. ¿Pero no es ella en la foto? “, Preguntó Shizuki, ampliando la imagen adjunta a la publicación. Mostraba a un hombre blanco caminando por el distrito del hotel del amor, acompañado por una mujer. La calidad no era excelente, pero definitivamente era Minori- san.

“¡Esa es ella, esa es Minori-san!”, Exclamé.

“¡¿La encontraste?!” Gritó Petralka, saltando del sofá. Myusel y Elvia se unieron a ella para apresurarse a mirar la pantalla.

“Geeeez…” dije. Claro, esta publicación nos ayudó, ¡pero realmente no podías bajar la guardia por un segundo! Podrías estar en una cita real, y alguien podría escabullirte un montón de fotos tuyas y tirarlas en la web. (Dado que la gente pensaba que Minori-san era una actriz, esto aparentemente cayó por debajo de lo que consideraban el precio de la fama, un entendimiento tácito de que estaba bien ignorar su privacidad).

“Y con un hombre blanco”, dijo mi papá. “Eso es algo.”

“¡¿Qué imaginas?!” interrumpí antes de poder detenerme, pero ahora no era el momento. “¿Dónde está esto, de todos modos?”

Me da vergüenza decir que nunca había puesto un pie en la parte de la ciudad con todos los hoteles del amor; de hecho, nunca había ido a un hotel del amor, así que no tenía la primera idea de dónde Esta foto podría haber sido tomada.

“Parece que la marca de tiempo es en la noche”, ofreció mi padre, con los brazos cruzados.

“Mira la tienda con el cartel aquí”, dijo mi madre. “¿No es eso, sabes?” Estaba señalando una gran valla publicitaria justo detrás del hotel. Parecía una especie de cadena de comida rápida… “Este lugar es bastante conocido, pero creo que lo pusieron recientemente. Hmm…” Ella jugueteó con su tableta, levantando lo que parecía la página de inicio del restaurante. “Sí, aquí está. Hmm, Shougo-san, ¿me dejas usar esa computadora?”

“Claro”, dijo mi papá, pasándole el portátil.

Mi mamá lo puso de rodillas, sus dedos volando sobre el teclado incluso más rápido que los de mi papá. “Shinichi, ¿sabes el número de celular de Minori-san?”

“¿Huh? Uhh… ”

Mi madre trabajaba tan rápido que apenas podía seguirla. Saqué mi propio teléfono celular y le di el número de Minori-san. Luego observé, estupefacta, mientras trabajaba en la computadora. Y entonces…

“Bingo”. Después de una espera que pareció una eternidad, mi madre se detuvo y asintió. “El teléfono de Minori-san fue destruido en la noche”.

“¿Huh?” ¿Cómo podía estar tan segura?

“Está cerca de la marca de tiempo en la publicación. Así es la ubicación. Creo que eso hace que esta publicación parezca terriblemente creíble, ¿no?”

“Pero… Pero cómo…”

¿Qué había estado haciendo con esa computadora portátil? Mi madre solo me sonrió astutamente.

Ahh. Conocía esa mirada. Era la expresión de felicidad que había tenido hace mucho tiempo cuando había cortado alguna actividad programada de verano para asistir a un determinado evento de  anime, y ella había triunfalmente dado el momento en que jugué enganchada hasta el minuto.

Ella se negó a decirme cómo lo había hecho, pero estoy segura de que había analizado la señal de GPS de mi teléfono. Sin embargo, eso no era realmente algo que la persona promedio pudiera hacer…

“Esa es mamá para ti”, dijo mi papá, golpeándose las rodillas.

¿Fue realmente digno de elogio? Parecía que tal vez estábamos muy cerca del lado equivocado de la ley. Pero dejé que esas dudas pasaran por mi cerebro sin dejarlas salir de mi boca.

“Mamá, ¿podrías mirar esa ubicación en Google Street View?”

“Estoy en ello.”

Compararíamos la imagen con Minori-san con la vista de la calle del lugar donde destruyeron su teléfono celular. Si fueran lo mismo, estaríamos encerrados.

Mi madre giró la computadora portátil hacia mí para que pudiera ver la pantalla. Mostraba el mismo lugar que la foto de Minori-san.

Imitando deliberadamente a mi madre, dije: “… Bingo”.

***

Ahora teníamos una muy buena idea de dónde estaba retenida Minori-san. Lo único que quedaba por hacer era actuar.

Me puse la mochila llena de botellas de sprites, piedras mágicas y las pistolas paralizantes capturadas y me preparé para salir de la casa con Myusel, Elvia y Petralka. Mi madre dijo que el distrito del hotel del amor en la foto era una caminata, así que cogeríamos un taxi en algún lugar para llegar allí.

Pero justo cuando estaba revisando todo esto en mi mente… “¿Huh?”

El intercomunicador zumbó.

Miré la terminal que mi padre había puesto en la sala de estar, donde la cámara del intercomunicador reveló a un hombre con el pelo partido, que llevaba un traje monótono.

Por supuesto, era Matoba-san. “Erk”, murmuré. “Esto no está bien.”

Estaba seguro de que Matoba-san intentaría evitar que fuéramos a ayudar a Minori-san. En su posición, era natural. La razón por la que habían clasificado a Minori-san como ya muerta era para que fuera más fácil hacerla desaparecer en una situación como esta. Incluso podía imaginarlo diciendo algo como: “Esto fue parte del plan todo el tiempo”.

Me quedé allí con el ceño fruncido. “¿Hola? Casa Kanou.”

Ese era mi papá, contestando el intercomunicador. Me hizo un gesto con la mano, el tipo de gesto de espanto que podrías hacer a un gato o un perro. Déjame manejar esto, parecía estar diciendo. Supongo que podría decir lo que estaba pensando.

“Oh, Matoba-san, ¿no?”, Dijo. “¿Qué te trae por aquí hoy?” Se estaba haciendo el inocente y nos ganaba tiempo.

“Chicos, salgan por la puerta de atrás”, susurró mi madre. “No veo a nadie allá en las cámaras de seguridad”.

“Mamá…”

Mientras mi papá conversaba con Matoba-san, sin dejar de detenerlo, escribió algo en su computadora portátil y luego me la dirigió: es increíble, Shinichi. Eres como el protagonista de una novela ligera. Ahora, ve a rescatar a Minori-san.

Estaba muy agradecido Le agradecí mentalmente, levantando una mano en una especie de pose de oración hacia mis padres. Entonces asentí a Myusel y los demás. “Vámonos.”

Salimos por la puerta trasera tan rápido como pudimos.

Oh, pero ¿qué pasa con nuestros zapatos? Cuando se me ocurrió la idea, ya estaba en la puerta. Sin embargo, para mi sorpresa, encontré zapatos, no solo los míos, sino los de Myusel y de todos los demás, bien alineados allí, la puerta ya abierta.

“¡Rápido!” El impulso vino de Shizuki. Ella debe haber sido la que había traído los zapatos. Pude ver que la puerta trasera también estaba abierta.

“Gracias, Shizuki”.

“Gracias”.

Shizuki no nos miró del todo, supongo que se sintió un poco tímida al agradecerle así en persona, y luego nos deslizamos por la puerta trasera.

Hubo solo un problema.

“Si no salimos a la carretera principal, no hay forma de encontrar un taxi”.

¿Qué taxi ha bajado por una calle secundaria suburbana al azar? Busqué en mi memoria, intentando recordar dónde estaba la vía pública más transitada.

“Yoh.”

La voz sonaba tan libre y fácil, y acompañó a un automóvil que se deslizó a la vista.

Un Subaru Impreza, un WRX ITS, por cierto.

Era uno de los vehículos representativos de Japón, un modelo que incluso yo, con un mínimo conocimiento de automóviles, reconocí. El diseño no era tan llamativo como un Supra, un Skyline o un Fairlady Z, y el desplazamiento no era tan grande, pero era un ejemplo de simplicidad y calidad, un vehículo sobrio pero inmensamente capaz que había dominado el rally mundial una y otra vez.

Este, sin embargo, estaba adornado con las imágenes de Madoka y Manami-san de Rental ☆ Madoka. Era un llamado itasha, con obras de arte de las chicas cubriendo todas las superficies: al otro lado del capó y en las puertas se sentaban en trajes de baño y sonreían coquetamente. Probablemente haría llorar a un amante del automóvil (no otaku).

“¡Reito-san…!”