Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 10: Las Canciones de Amor no Llegarán

Capitulo 5: Si Rascas mi Espalda, yo Rascaré la Tuya

¿Qué es este lugar? Mary se preguntó. ¿Qué pasa con estas personas?

Una vez que el hombre Jessie les ordenó bajar la montaña, un grupo en abrigos verdes como él se precipitó, y Mary y los demás fueron atados con cuerdas. Podían mover sus pies libremente, pero Jessie estaba en la parte trasera llevando a Haruhiro, por lo que no podían huir.

Si él decía marchen, tenían que marchar, y si decía gateen, tenían que gatear. Esa era la situación real de Mary y los demás.

Haruhiro podría decirles que lo olviden, pero no podrían abandonarlo. Sería impensable.

El rostro de Haruhiro estaba aplastado, y estaba inconsciente. Mary, por supuesto había pedido curarlo, pero Jessie no lo permitió.

“Si esto es todo lo que es, él estará bien,” dijo, incluso con leve sonrisa. “Me contuve, sabes. No morirá.”

¿Realmente ese es el problema? Mary estaba hirviendo por dentro.

Si pudiera hacerlo, ella quisiera golpear a ese hombre en la parte posterior de la cabeza repetidas veces con un objeto contundente, noquearlo y luego decir: “Me contuve, sabes. No creo que vayas a morir de inmediato, así que probablemente no estés sufriendo demasiado, ¿verdad?”

Por otro lado, ella también reconoció la necesidad de calmarse. Jessie. Él tenía el cabello rubio, ojos azules, y hablaba el mismo idioma que Mary y los demás. En otras palabras, el lenguaje humano. No parecía nada si no un hombre humano. Pero ese hombre había recibido un golpe sólido del Backstab de Haruhiro.

Mary, que una vez había sido una sacerdotisa por contrato, había trabajado con una buena cantidad de ladrones. Los ladrones, por su naturaleza, intentaban ponerse detrás de sus enemigos en combate, pero incluso con eso en mente, era inusual que un ladrón estuviera tan acostumbrado a usar Backstab como Haruhiro. Era difícil decir si era una devoción a su oficio, o algo más.

En cualquier caso, aunque no sabía lo que Haruhiro pensaba sobre él mismo, de ninguna manera era de segunda clase en lo que se refería a su uso de la habilidad Backstab. Ese ataque definitivamente había golpeado uno de los puntos vitales de Jessie. No había forma de que el hombre estuviera bien después de que lo apuñalaran en el riñón por la espalda.

Para los humanos, podrìa haber momentos en que el insoportable dolor de esa lesión podría ser suficiente para hacerlos morir del shock, e incluso cuando eso no sucedía, no durarían mucho. Sin embargo, después de hacer rendirse a Mary y los demás, Jessie simplemente se había sacado el estilete de la espalda. No se molestó con primeros auxilios.

Él estaba sangrando. A Mary le molestaba, así que siguió mirando.

Jessie definitivamente habia derramado suficiente sangre para mojar sus pantalones y botas. Sin embargo, el Backstab de Haruhiro debería haber golpeado los riñones, donde se acumulaba el flujo de sangre, y posiblemente también destruyó el hígado y varias arterias. Por todo eso, la cantidad de sangre. Más que eso, Jessie no estaba actuando herido. Su expresión era inmutable y calmada.

Jessie se veía como un humano, pero no era uno.

O tal vez era humano, pero tenía algún tipo de poder especial.

¿Cuál era la interpretación adecuada?

Y...

Mary entendió sobre Jessie. No, ella no lo entendía, pero tenía algunas pistas para especular. ¿Pero quiénes eran estas personas que parecían estar siguiendo su ejemplo?

Mary y los demás caminaban en fila por los caminos endurecidos entre los campos donde el trigo o algo crecía.

Las personas con los mismos abrigos verdes que Jessie caminaban tres al frente y tres a cada lado de la fila. Nueve de ellos en total.

Sus abrigos tenían capuchas pegadas, y algunos llevaban las capuchas arriba, mientras que otros no. Uno de los que estaban justo al lado de Mary era descuidado, revelando su rostro.

Ella claramente no era como Jessie. En otras palabras, no humana. ¿Cuál era la mejor manera de describir el color de su piel? No era blanca o amarillenta. Si Mary la llamara de un color cremoso con un toque de verde, ¿estaría cerca?

Su cabello no era tan diferente en color de su piel. Sus ojos eran rojos. El puente de su nariz era bajo y pequeño, y sus fosas nasales eran como rendijas. Su frente sobresalía, pero era estrecha. Sus mejillas estaban hundidas, como si alguien las hubiera sacado, y su mandíbula era sólida y puntiaguda. De entre sus labios abiertos, los dientes apretados y de aspecto sólido asomaban, y sus encías eran de un naranja vibrante.

Su pecho sobresalía lo suficiente como para ser visible incluso con el abrigo. Por eso Mary supuso que probablemente era una mujer.

Aparentemente al notar los ojos de Mary sobre ella, la mujer inhumana miró en su dirección. Por alguna razón, Mary no pudo apartar sus ojos.

Eventualmente, la mujer resopló y luego se volvió hacia el frente.

Ella no es humana.

Ella tampoco era una orca.

Ella era mucho más alta que Mary. Probablemente más de 180 centímetros. Los otros eran todos iguales, o más altos que ella. Aunque no eran todas mujeres. Algunos parecían ser hombres.

Sin embargo, los hombres no eran como ella. Sus figuras, el color de la piel, el color del cabello, el color de los ojos y las características faciales eran todos diferentes. Si había algo que tenían en común, era que tenían dos brazos, dos piernas, y eran bípedos como los humanos. Eso y los abrigos verdes. Eso era todo.

Para agregar una cosa más, de los residentes que estaban haciendo trabajos agrícolas, los que habían dejado de trabajar en los campos para ver el grupo, y los que habían salido al camino solo para ser gritados por Jessie y expulsados, ahí no habían muchos que se parecieran. Había algunos, pero había demasiada diversidad, y era difícil decir quién era similar a quién y quién no.

“La Tierra de Jessie,” el hombre la había llamado. Jessie debía ser el líder o administrador de este pueblo.

Pero Jessie claramente no era como los residentes. Si solo miraras las apariencias, Jessie y el party deberían haber estado de un lado, y los residentes del otro lado.

Por otra parte, Jessie podría parecer humano. Mary y los demás, sin embargo, eran humanos.

¿Él era un enemigo?

¿O un amigo?

Que estúpida pregunta.

Si fuera un amigo, Haruhiro no habría terminado de esa manera.

Por otra parte, Jessie había dicho: No quiero matarlos.

No habría sido extraño para él haberlos matado, pero Mary y los demás solo estaban atados de las muñecas, y los estaban dejando vivir. Haruhiro todavía estaba respirando también.

Por ahora.

“Oye.” Mary no dejó de caminar, pero se volvió hacia Jessie, que estaba al final de la fila.

Haruhiro, que estaba colgado de su hombro como nada más que un equipaje, no se movía.

Jessie miró a Mary a los ojos, pero no dijo nada. Sentía que sus fríos ojos azules no mostraban nada parecido a emociones.

Mary tembló y le castañeteaban los dientes. Sus ojos se nublaron.

No, se dijo a sí misma. Cuanto más enojada me pongo, Jessie tiene más ventaja sobre nosotros. Estamos en una posición abrumadoramente desventajosa para empezar. Cuando se trata de mis sentimientos, al menos no quiero perder contra él. No me lo puedo permitir. Aguanta. No dejaré que mi voz tiemble.

“No planeas dejarlo morir, ¿verdad?” Preguntó Mary. “Entonces déjame sanarlo.”

“No.”

“¿Por qué no?”

“Eres una sacerdotisa de Lumiaris, ¿verdad? Si mal no recuerdo, había un hechizo de magia de luz que es como Parupunte o Hocus Pocus. Si lo usas, no tengo idea de lo que podría pasar, y sería un poco problemático. Aquí en la Tierra de Jessie, tenemos un chamán. Haré que lo sane.”

“No he adquirido ese hechizo,” protestó Mary.

“¿Crees que puedo confiar en ti?”

“Eso es…”

“Mary.” Shihoru la llamó por su nombre.

Cuando se volvió para mirar, Shihoru negó con la cabeza. Su rostro estaba tenso. Ella estaba pálida.

Shihoru estaba preocupada por Haruhiro también. Si pudieran sanarlo, ella quería hacerlo. Pero aún así, ahora no es el momento de adoptar una postura firme, estaba tratando de decirle a Mary.
Si ese era el juicio de Shihoru, Mary tenía que confiar en el. Shihoru era cautelosa y reflexiva. Haruhiro era el líder del party, pero en momentos en que él no podía tomar una decisión, como ahora, Shihoru era la más adecuada para dirigir.

Mary se volvió para mirar hacia adelante. Haruhiro.

Haruhiro.

Por favor, no mueras.

Jessie probablemente no dejará morir a Haruhiro, se dijo a sí misma. Él mismo lo dijo, y esa es la lectura de Shihoru también. Tengo que confiar en Shihoru. Haruhiro está bien. Definitivamente estará bien. Se ha mantenido al borde de la vida y la muerte una y otra vez, por lo que incluso si parece que podría ir al otro lado, estoy segura de que regresará. Él siempre nos está haciendo sudar. Desearía que dejera de hacerlo. Si esta vez lo hubiera sanarlo con magia, estoy segura de que habría sonreído, algo avergonzado, y luego se disculparía. Sin embargo, no es algo que pueda resolver disculpándose. ¿Por qué no lo entiende?

No podemos darnos el lujo de perderte.

Mary se dio cuenta de repente.

¿Cómo se sentía Setora? Parecía que realmente amaba a Haruhiro. Probablemente estaba abrumada por la preocupación. Mary no tenía cabeza para preocuparse por ella.

Mary se dio cuenta de que ella no era la única que sufría. Shihoru, Yume y Kuzaku también debían estar preocupados. Y Setora, que había decidido que él era su amante, probablemente sentía que iba a morir.

Quiero decir, si... Mary pensó vacilante. Si Haruhiro fuera mi amante, y él se metiera en esta situación…

No, eso era algo en lo que ella ni siquiera quería pensar.

Incluso para ella, que era solo su camarada, ya era bastante difícil. Honestamente, en lugar de quedarse quieta o sentarse, Mary quería caminar ahora. Si se detenía, sentía que sus piernas podrían ceder debajo de ella.

Si pudiera llorar, habría querido, pero las lágrimas probablemente no saldrían. Incluso si gritara, su voz no saldría tan fuerte.

Haruhiro. Sin ti, mi mundo estaría envuelto en oscuridad.

Mary no tuvo el coraje de mirar y ver cómo Setora estaba aguantando. Ella no quería ver su cara. Cuando pensó en cuánto más debía estar sufriendo esa mujer, se sintió abrumada por la compasión.

Aunque soy una sacerdotisa, pensó Mary. Aunque puedo curarlo.

“Oye,” Yume llamó a Jessie.

“¿Hm?” Respondió Jessie más fácilmente de lo esperado. “¿Qué es?”

“Chessie, ¿eres humano?”

Esa era Yume. Directamente más allá de toda razón. Además, no era Chessie, era Jessie…

“Quieres decir Jessie,” la corrigió con una leve risa. “Y sí, soy humano.”

“¿Lo eres?”

“Suenas dudosa.”

“Quiero decir, te apuñalaron bien. Normalmente, una puñalada como esa es realmente dolorosa, y dejas de moverte.”

“Bueno, dolió,” dijo Jessie. “Ese fue un Stealth impresionante. Su Backstab fue perfecto también. Este niño es un buen ladrón.”

“Él seguro lo es. Yume, ella siembre está pensando en eso.”

Creo que sí también, pensó Mary. Pero, Yume, la palabra no es siembre…

“Siempre, eh.” Jessie se rió. “No, ¿fue siembre lo que dijiste?”

“¿Eh? ¿Simple?

“Tú, eres divertida.”

“¿Yume lo es? Yume no cree que ella sea divertida en absoluto. Yume es muya seria.”

“Muya, eh,” dijo Jessie con diversión. “¿Esa es una palabra en japonés?”

“Japoooneees? ¿Fwuh…?”

“No. Solo hablo conmigo mismo.”

Jessie estaba hablando con Yume en un tono suave, por lo que la sensación de tensión parecía que se estaba aflojando un poco.

Se apretó rápidamente de nuevo.

“Es suficiente de bromas ociosas. Haré las preguntas. Ustedes pueden responder lo que pregunto. Si intentasn algo estúpido, este niño no vivirá mucho.”

El tono de Jessie no cambió. No era frío, en todo caso, era amistoso. Eso realmente lo hacía aún más aterrador.

Yume se calló, y nadie más abrió la boca.

Estaban casi en la aldea. Las construcciones eran de madera, mientras que las paredes y algunas otras partes estaban hechas de tierra, y los techos eran de paja. No se podía decir que era impresionante, incluso si uno intentara ser halagador, pero también había edificios de estilo de piso elevado. ¿Esos eran almacenes?

Había una plaza en lo que probablemente era el centro de la aldea, y ahí había un pozo.

Jessie dejó a Haruhiro en el suelo de esa plaza e hizo una señal a Mary.

“Ven aquí, sacerdotisa. Puedes curarlo. Quieres hacerlo tú misma, ¿verdad?”

Mary despegó corriendo hacia Haruhiro, y luego se arrodilló. Jessie estaba diciendo algo. Era sobre sus manos, o algo así. Mary apenas escuchó, con los ojos muy abiertos mientras miraba a Haruhiro.

Ohhh. Es mentira. Una mentira. No… No es mentira. Esta es la realidad. Tengo que enfrentarla. Pero, oh, esto es horrible. Su rostro está destrozado. Está ensangrentado e hinchado. Al menos sus ojos no han estallado. ¿Siquiera es algo bueno que pueda pensar eso? Sus dientes están aplastados hacia adentro. Varios de ellos. Sin embargo, no se han caído. Él está respirando. Está realmente vivo. Está vivo, pero maldita sea… ¿Cómo se atreve? ¿Cómo se atreve él a hacer esto? ¡Jessie! Quiero golpearlo hasta la muerte. Pero antes de eso… Correcto. Tengo que curarlo. Con mis propias manos. Haruhiro. Te curaré.

Las manos de Mary estaban fuertemente atadas. Por eso, era difícil.

Oh, por supuesto, se dio cuenta. Esto era lo que Jessie había estado diciendo. “¿Necesitas que te desate?”

Ella lo recordó preguntando eso.

No, pensó ella. Puede esperar.

Llevando los dedos de su mano derecha a su frente, hizo el signo del hexagrama.

“Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo… ¡Sacrament!”

Ella no lo perdería. No miraría lejos ni por un momento.

La luz envolvió a Haruhiro, y sus huesos, su carne, sus vasos sanguíneos, su piel, cada célula fue regenerada por el literal milagro.

Mary pensó, desde el fondo de su corazón: Me alegro de ser una sacerdotisa.

Si era el destino el que le había dado la oportunidad de servir a Lumiaris, estaba agradecida. Ella le ofrecería cualquier cosa a Lumiaris. Incluso su propia vida. Con mucho gusto le daría cualquier cosa, a excepción de Haruhiro, cuyas heridas se estaban curando rápidamente en este mismo momento.

Incluso cuando sus heridas desaparecieron por completo, y volvió a su ser anterior, Haruhiro no mostró signos de despertar. Bueno, por supuesto que no lo haría. Se había desmayado por todas esas pesadas heridas. Él no iba a despertar por un tiempo.

Mary extendió ambas manos, tratando de tocar el rostro de Haruhiro.

Volviendo a sus sentidos, ella retiró sus manos.

Mirando hacia el cielo, entrecerró los ojos.

No puedo.

Mary no era más que su camarada, y la amante de Haruhiro era Setora, incluso si solo estaban en esa relación debido a un contrato temporal. Setora estaba justo al lado de ellos. Debió haber sentido que su corazón estaba siendo aplastado, entonces, de alguna manera, Mary sintió que no debería hacerlo.

No importaba cuán feliz estuviera ella, y no importaba lo importante que Haruhiro fuera para ella, eso era solo como camarada, y no significaba más. Incluso si el afecto aparecía involuntariamente, e incluso si eso fuera todo lo que era, ella sentía que estaba mal.

Existía el riesgo de ser malentendido, después de todo.

Si ella estuviera en la posición de Setora, tampoco le gustaría.

Mary realmente no entendía las relaciones entre hombres y mujeres, pero probablemente esa era la forma en que funcionaba.

Ella abrió los ojos y respiró hondo.

Poniéndose de pie, se dio vuelta para mirar a Jessie.

Su expresión no era solo calmada, incluso podría llamarse suave, pero los ojos azules de Jessie eran, como siempre, dos charcos de agua inmóviles, y era imposible saber qué estaba pensando.

Mary se inclinó hasta las caderas, haciendo una reverencia ante él. “Gracias.”

“De nada,” Jessie se rió. “Espera, se siente un poco mal para mí decir eso.”

“…Uff.” Kuzaku cayó de rodillas, como si se derrumbara.

Yume maulló como un gato, luego se frotó los ojos con sus manos atadas. Ella estaba llorando.

Cuando los ojos de Shihoru se encontraron con los de Mary, ella sonrió un poco y asintió. Mary quería abrazarla fuertemente.

¿Cuándo Shihoru se había vuelto tan confiable? Shihoru estaba apoyando a Haruhiro. Era Mary quien necesitaba ayudar a Shihoru.

Setora estaba mirando a Haruhiro, pero su mente parecía estar en otra parte. ¿El gran alivio la había hecho perder los sentidos?

De repente, Mary pensó que no odiaba a Setora.

Setora parecía torcida, pero era abierta sobre sus sentimientos. Parecía preferir hacer lo que le gustaba, libre de los demás, pero nunca dejaba a su gólem atrás. Amaba a los nyaas, y acariciaba a la personas que le gustaba. A diferencia de ella, Mary pensaba que Setora tenía cierto encanto y era adorable.

A Mary le gustaban las personas como Setora. A pesar de eso, ella había estado rechazándola.

Era porque Setora estaba tratando de monopolizar a Haruhiro.

Haruhiro era el líder de todos, y se podría decir… Sí, Haruhiro pertenecía a todos. Puede ser extraño decir eso, como si fuera un objeto, pero molestaría a todos los demás si alguien lo monopolizara. Además, Setora ni siquiera era miembro del party.

Dicho eso, Setora había desafiado a la muerte junto a ellos. Eran algo así como amigos de guerra ahora.

Todo va a estar bien ahora, quería decirle a Setora. Tu amante, él no va a morir por algo como esto. No dejaré que suceda.

Enba estaba justo detrás de Setora, y el nyaa gris estaba sobre sus hombros.

Por ahora, todos estaban bien. No se sabía lo que vendría después de esto, pero lo superarían, lo que fuera necesario. Creer en eso, y seguir adelante, era lo único que podían hacer en este momento.

“Ahora, entonces.” Jessie miró a Mary y a los demás antes de dar instrucciones a la pandilla de abrigos verdes. Sus palabras estaban en un idioma diferente al de Mary y los demás hablaban. Se sentía similar al idioma que hablaban los orcos, pero probablemente no era lo mismo.

La pandilla de abrigos verdes hizo retroceder a Mary, luego pusieron a Haruhiro a su lado.

“Sobre esas preguntas,” dijo Shihoru, dando un paso adelante. “Yo seré quien las responda.”

Jessie desenvainó su espada, apuntó con la punta a la garganta de Haruhiro, luego volvió sus ojos azules hacia Shihoru. “¿Quienes son ustedes?”

“Justo lo que parecemos. Soldados voluntarios de Altana.”

“También veo a una nigromante de la aldea oculta. Además, ha traído un nyaa con ella.”

“Ella es… una amante de los nyaas.”

“Desde mi entendimiento, los domadores de nyaas generalmente comandan varios nyaas.”

Shihoru miró a Setora. Setora todavía estaba fuera de sí, y parecía que ni siquiera estaba escuchando su intercambio.

“En este momento, es el único,” dijo Shihoru. “Las cosas pasaron, y nos separamos.”

“Las cosas pasaron, eh. Ya veo.” Jessie se encogió de hombros. “Parece que tu gente estaba huyendo de algo. Si se trataba de orcos o muertos vivientes, podemos tener un pequeño problema.”

Shihoru frunció el ceño, mordiéndose un poco el labio inferior. Ella estaba pensando. Mary lo encontró sospechoso.

Esto se encontraba entre las Montañas Kuaron, al noreste de las Tierras Altas de Nargia. Ella no lo sabía específicamente, pero esta tierra probablemente estaba en el antiguo dominio del Reino de Arabakia o el Reino de Ishmal. Cualquiera que sea el caso, este debería ser territorio enemigo para los humanos, y el dominio de los orcos, muertos vivientes y similares. ¿Por qué sería malo si el party estuviera siendo perseguido por orcos o muertos vivientes?

Jessie no parecía un orco o un muerto viviente, pero no estaba del lado del party. Tenía que estar confabulado con el otro lado, ¿verdad?

Mary lo había estado mirando en términos simples como ese, pero ¿estaba equivocada?

“No fueron orcos, y tampoco muertos vivientes,” respondió Shihoru. No era la verdad completa, pero no era una mentira. El último grupo en perseguir a Mary y los demás no había sido orcos ni muertos vivientes. “Estábamos huyendo de las bestias.”

“Ustedes son soldados voluntarios, ¿no?” Jessie levantó su ceja izquierda. “Si fuera solo uno de ustedes, podría verlo, pero tienen un party completo. Si solo son bestias, solo deben ahuyentarlos. Que pateticos.”

“Era una tropa de guorellas,” dijo Setora en lo que era casi un susurro. “Matamos a varios, pero nunca huyeron.”

“Ohh.” Los ojos de Jessie se abrieron un poco. “Esa es una mala suerte. Si dices la verdad, eso es.”

“Es cierto,” dijo Shihoru en lo que era, para ella, un tono terriblemente fuerte. “Finalmente los perdimos, apenas aferrándonos a nuestras vidas, y finalmente encontramos esta aldea. Pero no sabíamos qué clase de personas vivían aquí, así que Haruhiro salió solo a explorar las cosas.”

“Entonces podrían robar o saquear algo de comida, ¿no es así?” Preguntó Jessie.

“Si hubiera algo que pudiéramos ofrecer a cambio, hubiéramos preferido comerciar,” dijo Shihoru. “Pero nosotros… no sabíamos si eran personas con las que pudiéramos negociar, y necesitábamos ver eso por nosotros mismos.”

“Supongo que es una explicación razonable.” Jessie retiró su espada del cuello de Haruhiro.

De repente, Mary respiraba con mucha más facilidad, como si no hubiera estado respirando en absoluto hasta ahora.

Si pudiera, ella quería intercambiar lugares con Haruhiro. No importa qué, no podían darse el lujo de perderlo. Sin importar el costo, tenían que proteger a Haruhiro. Ella no quería que le doliera más.

Conociendo a Haruhiro, siempre trataba de ser considerado con respecto a esto o aquello, intentando tomar todo consigo mismo y no descansar adecuadamente. Mary quería darle de comer algo bueno y dejarlo descansar bien

“¡Algo!” Incapaz de soportarlo más, Mary gritó. Inmediatamente pensó: ¿Qué estoy haciendo?, y lo lamentó profundamente, sintiendo una intensa sensación de vergüenza.

Su rostro estaba caliente. Tan caliente que dolía. Ella quería cavar un agujero sin fondo debajo de sus pies y saltar hacia abajo.

Por supuesto, ella no podía hacer eso.

Obviamente.

“¡Algo!” Mary agregó en un tono más alto de lo normal. “¿No hay algo que pueda hacer? Haré lo que sea.”

Jessie gritó: “¡Guau!” Levantando una mano, con una mirada de sorpresa en su rostro. “Eso no es algo que una chica debería decir.”

“Yo… yo no quise decir eso…”

“No, si vas a decir que harás lo que sea, ¿eso no está incluido?”

“S-Si lo demandas…”

“¡M-Mary, no! ¡No puedes!” Dijo Shihoru en pánico.

“¡S-Sí!” Estuvo de acuerdo Kuzaku con voz chillona. “¡E-Eso no es bueno, en absoluto! ¡Quiero decir, haré cualquier cosa, ¿de acuerdo?! ¡Si soy yo, honestamente haré cualquier cosa! ¡No es gran cosa para mí, ¿de acuerdo?!”

“¡Yume también hará lo que sea!” Gritó Yume. “¡Como, ella podría hacer una imitación del Dios Blanco Elhit!”

“¿Oh?” Jessie se acarició la barbilla. “Veamos que lo hagas. Muéstrame tu Elhit.”

“¡Por supuesto!” Yume encorvó su espalda como un lobo, y aulló. “¡Auuuuuu! ¡Auuuuuuu! ¡Guau, guau, guau! ¡Auuuuuuuuuuuuuu!”

“Hmph. Entonces, ¿así que eso es como Elhit?”

“¡Lo es! ¡Yume, ella ve a Elhit en sus sueños a veces, y Elhit aúlla así! ¡Auuuuuuu! ¡Elhit-chan es super lindo, sabes! ¡Realmente esponjoso, y gentil!”

“Ohh,” dijo Jessie. “De acuerdo entonces. Después de todo, eres una cazadora. Yo también fui uno.”

“¡¿Fwuh?! ¡¿Entonces tal vez conoces al maestro de Yume?! Um, su nombre era Itsukushima.”

“Sí, lo conozco. Eres un pupilo de Itsukushima, ¿eh?”

“¡Sip! Sin embargo, Yume no ha visto a su maestro en mucho tiempo. Sería bueno verlo…”

“Espero que puedas.” Jessie sonrió ampliamente, pero aunque no parecía falso, parecía hueco de alguna manera.

Era importante no olvidar que este hombre debería haber recibido un golpe fatal del Backstab de Haruhiro, pero estaba bien. Parecía humano, y aparentemente era un ex soldado voluntario. Él dijo que era un cazador como Yume. Aun así, claramente no era un humano normal.

“Como he dicho antes, no es como si tuviera ganas ardientes de matarlos,” dijo Jessie. “Lo haré si es necesario, y no me mantendrá despierto por la noche, pero… sí. Como van las cosas, desde aquí depende de ustedes.”

“¿Qué significa eso?” Preguntó Shihoru, preparándose.

“Es simple.” Jessie envainó su espada. Si tomaran ese acto como un signo de reconciliación, probablemente estarían totalmente equivocados. “Es dar y recibir. ¿Comprenden?”

¿Qué le darían Mary y los demás a Jessie?

Al mismo tiempo, Mary pensó en eso.

¿Qué podrían hacer para devolver todo lo que Haruhiro había hecho por ellos hasta ahora?