Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 6: El Asesino Recibe Una Misión Secreta

Empatar en primer lugar con Naoise me había hecho ganar una gran reputación.

“El director que nos convocó de repente de esta manera debe significar que piensa muy bien de nosotros cuatro”, comentó Naoise.

“Si, probablemente. Él nos destacó en lugar de llamar a todos los de la Clase S”, respondí.

Nuestros otros compañeros de clase fueron directamente al aula, pero Naoise, Dia y yo, los estudiantes con las tres calificaciones más altas, fuimos llamados a la oficina del director. También se solicitó la presencia de Tarte.

“Tu hermana pequeña y tu criada son muy hábiles, Lugh. Cuando vengas a servirme, también los traerás, ¿verdad?” Preguntó Naoise.

“Una vez más, no he dicho una palabra sobre ayudarte”.

“Ja, ja, ja, relájate. Me aseguraré de que cambies de opinión”, respondió Naoise con una carcajada. Estaba empezando a molestarme. Como hijo de un duque, no sería incapaz de obligarme a unirme a él.

Los únicos que podían oponerse a un duque eran la familia real y el archiduque. Si esto se convertía en un problema grave, había un duque con una fuerte conexión con la Casa Tuatha Dé que podría ayudar. El clan de ese duque era la única casa aparte de la familia real que conocía la profesión secreta de la Casa Tuatha Dé.

“Conozco esa cara. Estás pensando en tu familia, ¿no es así? Bueno, no tienes nada de qué preocuparte. Yo me ocuparé de ellos”, declaró Naoise con ligereza.

“¿Sabes lo que estás diciendo?” Yo pregunté.

“Por supuesto. Si no puedo administrar tanto, ¿cómo cambiaré este país? Pero podemos discutir esto más tarde. Llegamos a la oficina del director”.

Después de dar la palabra a su propio sirviente, Naoise llamó a la puerta. “Entra”, gritó una voz profunda. Abrimos la puerta y entramos.

El director era un hombre de mediana edad con cabello blanco. A pesar de eso, era un hombre de aspecto poderoso. Su físico no delataba ni una pizca de debilidad. Su cabello blanco parecía la melena de un león y tenía una presencia especial en él.

Su fuerza estaba bien documentada. Había sido el comandante de la Real Orden hasta su jubilación hace cinco años y se decía que era el mejor y más fuerte instructor en la historia de la organización. Incluso ahora, muchos pensaban que era más capaz que el comandante actual.

“Naoise, Lugh, Claudia y Tarte. Estoy muy agradecido con ustedes cuatro por asistir a esta escuela. Especialmente en un momento como este”, comenzó el director.

“¿Está hablando del héroe, señor?” Yo pregunté.

“Eso es correcto. Epona es poderoso. Pero es crudo y necesita gente que lo apoye. Ustedes cuatro son más que aptos para ser sus amigos y compañeros. En poco tiempo, haré que los cuatro recorran el país a su lado”.

Por un momento, parecía que Naoise iba a rechazar de plano la propuesta del director, pero se contuvo.

“Director, esas son palabras muy amables, pero nosotros tampoco estamos capacitados. Hay muchos caballeros y magos más capaces que nosotros. Incluso si nuestra habilidad es tan grande como dices, carecemos de verdadera experiencia de combate y seguramente no podremos lidiar con cualquier circunstancia imprevista que pueda surgir. No somos dignos de ser los compañeros del héroe. Por favor reconsidere.”

Eso fue inesperado. Tan obsesionado como Naoise estaba con el éxito y el centro de atención, no pensé que se negaría. Viajar con el héroe fue el mayor honor imaginable. Si todo iba bien, era una oportunidad de ganar el raro privilegio de haber ayudado a salvar el mundo.

“Cesa esta humildad. En el examen de ingreso, usted y Lugh demostraron que ya son más fuertes que un vicecomandante de la Real Orden de Alvanian… No hay muchas personas que puedan presumir de ese tipo de fuerza”, dijo el director.

“Pero como dije, carecemos de experiencia y no podremos lidiar con circunstancias inesperadas”, insistió Naoise.

“Entonces vuélvete más fuerte. Para eso es esta academia”.

“No puedo aceptar una responsabilidad tan grande”.

“Hmph, ¿todavía te resistes? Deja este espectáculo de perros y ponis, Naoise Gephis. Te garantizo, ser un compañero del héroe no será un desvío para lo que quieres lograr. ¿Me entiendes?”

“… Muy perspicaz, Director. Está bien, prometo dedicar mi fuerza al héroe”.

Naoise se inclinó de una manera acorde a su estatura. Probablemente se dio cuenta de que sería un desperdicio seguir discutiendo. Esta velocidad de determinación fue uno de sus puntos fuertes.

Comprendí la situación, pero había una cosa que me molestaba.

“Director, ¿por qué no llamó al héroe aquí? ¿Qué tienes planeado para nosotros? Si todo lo que querías era que fuéramos sus compañeros, entonces habría tenido más sentido tenerlo aquí también”, dije.

“Qué astuto, Lugh Tuatha Dé. Eres fuerte, pero tú inteligencia es aún más impresionante”, elogió el director.

Tenía la sensación de que el hombre mayor no solo se atendía a los exámenes cuando decía eso. El hecho de que el director dijera que quería que fuéramos los compañeros del héroe significaba que había utilizado todos los medios a su disposición para investigar nuestros antecedentes. Siendo ese el caso, este no era el momento para hacerme el tonto.

“Lo que creo que quieres de nosotros es que seamos las cadenas de Epona Rhiannon. No nos estás diciendo que lo sigamos por un sentido del deber, sino como amigos. Por eso es necesario que seamos nosotros. Hay muchas personas más capacitadas, pero solo nosotros podemos cumplir ese tipo de función. Honestamente, sin embargo, me siento un poco reacio”, dije.

“Hoh-hoh-hoh, tienes razón. No esperaría menos de un Tuatha Dé. Realmente eres su hijo”, elogió el director.

“No esperaría menos de un Tuatha Dé…” ¿Cuánto sabe él? Tal vez la familia real compartió información para ayudar al director a mantener al héroe bajo control.

“Uh, Lugh. Realmente no estoy siguiendo esto. ¿Puedes decirme qué está pasando?” Preguntó Dia.

“El héroe es el ser vivo más fuerte del mundo. Su poder desafía todas las normas. Nadie puede esperar contener al héroe solo con la fuerza. Si el héroe decidía destruir el Reino de Alvanian, el país estaría acabado. ¿Ahora lo entiendes?” Yo pregunté.

“Si yo entiendo. Esa fuerza podría ser un problema”, respondió Dia.

“Correcto. Un héroe sin restricciones es más aterrador que incluso los monstruos y su maestro, el Rey Demonio. Por eso necesitamos llegar a su corazón. En pocas palabras, si Epona tiene buenos amigos, eso hará que quiera proteger el país. El héroe no necesita apoyo. Los compañeros solo lo retrasarían en una pelea. Lo que se nos pide que hagamos es observarlo y convertirnos en las cadenas que atan su corazón”.

“De ninguna manera…”

El héroe era tan fuerte que las drogas no le afectarían. Tampoco era probable que el lavado de cerebro funcionara. Por eso necesitábamos convertirnos en sus amigos y apelar a sus emociones. Fue cruel, pero tenía sentido.

“Hmm, no tengo nada que agregar. Todo es como dijo Lugh. Ya sea que crea que puede hacerlo o no, quiero que lo intente. En cierto modo, ofrecerás un servicio a Alvanian más grande incluso que el héroe mismo. Puede esperar una recompensa adecuada”, nos aseguró el director.

Los hombros de Tarte habían comenzado a temblar. Parecía que iba a decir algo, aunque permaneció callada. La miré a los ojos y la insté a que hablara, y tímidamente levantó una mano.

“U-um, ¿qué pasaría si esta conversación se filtrara fuera de esta habitación?”

“Sería una traición contra el reino, una traición del más alto nivel. Fallar en esta tarea terminaría con el mismo resultado”, respondió el director con frialdad.

Decía que nosotros cuatro y todos los demás involucrados recibiríamos la pena capital. Si Tarte fuera acusada de traición, mis padres y yo también seríamos ejecutados.

Naoise y yo hicimos contacto visual y ambos forzamos una sonrisa. Esta fue una gran responsabilidad para un grupo de catorce años.

“Entendido. Seamos los mejores amigos de Epona”, declaró Naoise. “Haré todo lo posible para que eso suceda”, dije.

“Parece que no tenemos otra opción. Cuente conmigo también”, agregó Dia.

“¡Lo haré lo mejor que pueda! ¡Sigo a Lord Lugh a donde quiera que vaya!” Tarte juró.

Y así, a los cuatro se nos dio el deber de convertirnos en los compañeros del héroe. Afortunadamente, la academia parecía preparada para ayudarnos hasta cierto punto.

La escuela me estaba usando y yo estaba usando la escuela. En cierto modo, fue la mejor forma de cooperación que podía haber esperado.

***

Salimos de la oficina del director para encontrarnos con un gran profesor de aspecto amable esperándonos con una sonrisa.

“Oye, parece que el director finalmente terminó contigo. Ven al comedor; allí se está celebrando una fiesta de bienvenida para los nuevos estudiantes. ¡No querrá perderse la fiesta! Naoise y Lugh, me gustaría que ustedes dos dieran un discurso saludando a los nuevos estudiantes. Piénsalo bien por mí”.

En un instante, el estado de ánimo sombrío de la conversación anterior se había borrado.

“No soy particularmente bueno en ese tipo de cosas”, dijo Naoise.

“Oh, sal de aquí, Naoise. No hay forma de que seas malo hablando en público”, le respondí.

“Me tienes… Volviendo al tema anterior. Tú y yo deberíamos poder lograr cualquier cosa juntos. Todo lo que tenemos que hacer es manipular a un  niño que le tiene miedo a otras personas y le falta confianza. Eso no debería ser nada para nosotros”.

“Con seguridad. Mirándolo así, no suena demasiado difícil”.

“Ja, ja, ja, y de repente estamos trabajando juntos. Esto no es tan malo. Espero ver lo que puede hacer”.

Caminamos hacia la fiesta de bienvenida sin decir una palabra más.

Sin embargo, no pude evitar preocuparme por ese futuro del que la diosa me había hablado.

Una vez que el héroe derrote al Rey Demonio, se volverá loco y arruinará el mundo.

… ¿Qué va a provocar exactamente ese futuro?

Si Naoise y yo nos convertimos en amigos del héroe y él se vuelve loco de todos modos, entonces podríamos ser la causa de esa inestabilidad. Quizás esté destinado a arremeter contra el mundo después de descubrir nuestra traición.

Probablemente estaba pensando demasiado en las cosas, pero era innegable que nuestro pequeño cuarteto era un grupo de traidores. Naoise tenía sus propias metas por las que estaba trabajando, y yo solo me congraciaba con el héroe para poder matarlo algún día.

Se lo debíamos a Epona por al menos intentar hacerlo feliz, incluso si nuestra amistad era una farsa. Si pudiéramos tener éxito en hacer eso, tal vez podríamos encontrar un futuro en el que no perdiera la cabeza. De esa forma, no tendría que matarlo.

Cuando llegamos al salón de fiestas, vi a Epona, claramente solo a pesar de la multitud de personas que lo rodeaban.

Es hora de presentarme a él. Necesito asegurarme de dejar una buena impresión.