Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 14: El Asesino Recibe Servicio Militar

Habían pasado unos días desde el final del Mercado de la Academia. Llegué al aula y luego, mientras charlaba con Naoise, sonó un anuncio en el equipo de transmisión.

“Los siguientes estudiantes de primer año de la Clase S deben presentarse en la Sala de Visitas 2. Lugh, Naoise, Epona, Claudia y Tarte. Esta es una de las principales prioridades”.

Si nos hubieran llamado a Naoise, Dia, Tarte y a mí sin Epona, probablemente se trataba de nuestra misión secreta. Sin embargo, el héroe también había sido llamado, por lo que tenía que ser algo sin relación.

“Me pregunto qué podría ser. Debe ser una gran emergencia”.

“Nos estamos perdiendo clase. Tengo un mal presentimiento sobre esto.”

Naoise y yo nos miramos con sonrisas amargas en nuestros rostros. Esperaba que no fuera nada demasiado molesto, pero eso parecía poco probable.

***

Entramos en la sala de visitas y nos encontramos con el instructor a cargo de la Clase S, el profesor Dune, y una mujer de aspecto digno con ropa de caballero esperándonos. Las decoraciones en el uniforme de la mujer nos informaron inmediatamente de su habilidad. Claramente, ella tenía algún tipo de posición alta.

El profesor Dune nos indicó que nos sentáramos. Una vez que lo hicimos, usó un bolígrafo para marcar un punto en un mapa colgado en la pared y comenzó a hablar.

“Disculpas por hacerles perder sus lecciones. Iré directo al grano. Ustedes cinco están siendo enviados al combate. Una aldea a unos cinco kilómetros al oeste de aquí está siendo invadida por una horda de alrededor de cien orcos. Los orcos usan mujeres humanas para reproducirse. Si se los deja a su suerte, los orcos se multiplicarán y atacarán la cercana ciudad de Rutolia. Debemos evitar ese resultado a toda costa. Vamos a preparar una emboscada y acabar con ellos antes de que tengan la oportunidad de hacerle algo a la aldea”.

Los monstruos habían estado apareciendo en mayor número últimamente. Estos portentosos eventos predijeron el regreso del Rey Demonio. Esperaba que algo así sucediera tarde o temprano.

Nuestro profesor presentó una estrategia de batalla sensata y sencilla.

La ciudad de Rutolia era el centro económico de esta región y no se podía permitir que cayera. Si bien Rutolia poseía fuertes defensas en forma de muros fuertemente fortificados, la esperanza era que detuviéramos a los orcos antes de que sellar la ciudad se convirtiera en una necesidad.

Sin embargo, tres cosas me molestaban y levanté la mano. “Lugh Tuatha Dé. Puede hablar”, admitió el profesor Dune.

“Tengo algunas preguntas. Debería haber una fortaleza frente a la aldea.

¿El avance de los orcos en la aldea significa que lograron atravesar la fortaleza ilesos?”

“No. Los orcos no pasaron de la fortaleza. Parece que simplemente aparecieron más allá de su perímetro. Desafortunadamente, el bastión tiene las manos ocupadas lidiando con otro grupo de monstruos, por lo que no podrán ofrecer ninguna ayuda”.

“Bien, mi segunda pregunta: no importa cuán fuertes seamos, somos estudiantes. No ha pasado mucho tiempo desde que nos inscribimos y no hemos recibido mucho entrenamiento en estrategia militar. ¿Podría compartir la razón por la que nos confió este deber a pesar de nuestra inexperiencia?”

No me faltaba confianza, pero aún quería saber por qué se habían elegido cinco alumnos de primer año. Teníamos energía de sobra, pero no estábamos coordinados como grupo para movernos eficazmente como unidad. Enviarnos a la batalla parecía anormal.

“La respuesta honesta es que simplemente estamos escasos de personal. Cuando hay monstruos que necesitan ser exterminados, el deber se confía primero al gobernante del dominio infestado. Si no pueden afrontarlo, solicitan ayuda a la Real Orden. Últimamente, los monstruos han estado apareciendo repetidamente en grandes cantidades, y la Real Orden ha Enviado a todo el personal que no es necesario para defender la capital. Cuando los caballeros no pueden lidiar con una situación, los profesores y estudiantes de nivel superior son enviados desde la academia. Como ya habrás adivinado, todos los profesores y estudiantes de nivel superior disponibles están ausentes. Ustedes cinco son los únicos estudiantes de primer año que la facultad cree que pueden manejar esta responsabilidad”.

Parece que piensan muy bien de nosotros.

Nunca había visto a un orco en persona, pero sabía que era un suicidio que alguien más que un mago se enfrentara a ellos. Supongamos que los caballeros de la Real Orden y los estudiantes de último año ya estuvieran manejando otros problemas. En ese caso, podría entender por qué la academia querría enviar magos novatos como nosotros sobre gente común con entrenamiento militar.

“Bien, ahora para mi tercera pregunta: vamos a luchar contra los orcos. Considerando el peor de los casos, sería mejor si las chicas no estuvieran presentes. ¿No sería mejor dejar atrás a Dia y Tarte?”

“Tienes toda la razón. Sin embargo, diré esto: estarán bien si las proteges. La escala de esta horda es enorme y no podemos permitirnos enviar menos de cinco personas. Incluso considerando los riesgos, debemos asegurarnos de enfrentarnos al enemigo con la cantidad adecuada de fuerza”.

Sentí la necesidad de preguntarle al profesor Dune si había perdido la cabeza.

Los orcos eran gigantes que medían alrededor de tres metros de altura y tenían la fuerza para igualar su tamaño. También tenían un método de reproducción único. Los orcos eran una especie exclusivamente masculina y se reproducían al fecundar hembras de otras especies.

Los orcos eran increíblemente fértiles y podían seguir copulando durante más de medio día. Ininterrumpidamente, embarazarían a una mujer en una sola noche. El niño nació solo tres días después. Fue la descendencia la más problemática.

Los niños orcos heredaron los mejores rasgos de la especie de sus madres. Un ataque de orcos no solo aumentó su número, sino que los nacidos de madres humanas poseerían una inteligencia superior. Si esos orcos inteligentes tomaran el mando de la horda, su nivel de amenaza aumentaría exponencialmente.

Si las cosas nos salieran mal…

“Si Tarte y Dia terminan embarazadas, darán a luz monstruos terriblemente fuertes”, dije.

“No me hagas repetirme. Somos conscientes de los riesgos. Te estoy diciendo que no dejes que eso suceda”.

Debido a que los orcos recibieron las cualidades más valiosas de sus madres, un orco nacido de un mago poderoso sería inteligente y poderoso en la batalla.

… Lo último que quería hacer era llevar a Dia y Tarte a un lugar lleno de criaturas llenas de lujuria por las mujeres humanas.

“Muchas gracias por preocuparse por mí, mi señor. Pero estaré bien. No dejaré que me ganen”, aseguró Tarte.

“Así es. Nos has entrenado bien, Lugh, y estarás ahí para protegernos si algo sale mal. Este va a ser un trabajo duro y quiero ayudarte”, insistió Dia.

No me atrevo a pensar eso de manera optimista.

Nuestro enemigo era poderoso. Los orcos tenían una fuerza inmensa y una resistencia infinita. Había una posibilidad decente de que algo saliera mal.

“No importa lo que tengas que decir, la orden es absoluta. Todos ustedes son nobles de este país. Deberías darlo todo para servirlo… Yo te acompañaré en busca de apoyo, y esta dama de la Real Orden también viajará con nosotros”, explicó el profesor Dune.

“Disculpas por la demora en presentarme. Soy Rachel Barton. Fui miembro de la primera clase de esta academia. Los protegeré a todos, para que no tengan que preocuparse”.

Rachel Barton. Ella fue una de las primeras graduadas de esta academia y probablemente se graduó con los máximos honores.

Los cinco nos turnamos para darle nuestros nombres.

“Escuché que varios talentos de una vez por década han ingresado a la academia este año. Tenía muchas ganas de conocerte”, dijo Rachel con una sonrisa.

“Trabajaremos duro para estar a la altura de sus expectativas”, respondí, decidiendo ceder a las órdenes del profesor Dune. Independientemente de las excusas que di, la decisión ya estaba establecida.

“Con Lugh y yo en el trabajo, estaremos bien. Es más, el héroe también viene. No importa cuántos orcos haya; ganaremos”, declaró Naoise. No pude ocultar mi incomodidad con una declaración tan confiada.

Si bien no dije nada al respecto en voz alta, había algo aún más preocupante que nuestros oponentes: Epona. Había peleado con ella muchas veces desde nuestra primera sesión de entrenamiento. Si se volvía loca, no creo que nadie escaparía ileso excepto yo.

Si Epona podía perderlo durante una batalla simulada, entonces el riesgo de un arrebato durante una pelea real con monstruos reales parecía aún mayor. Ni siquiera yo estaba seguro de lo que pasaría si Epona se desbocaba.

Epona se volvió hacia mí y dijo: “Haré mi mejor esfuerzo. ¡Realmente me has ayudado a tener más confianza, Lugh!”

Eso es exactamente por lo que tengo miedo. Tendré que cuidar tanto a Epona como a los orcos.

“Eso es todo. La salida es en tres horas. Prepárense, luego reúnase en el carruaje de la Real Orden en la plaza principal. Esta es una operación militar, por lo que debe usar uniforme. Eso es todo; retírense”. El profesor Dune nos dio la espalda como para transmitir que no tenía nada más que revelar.

Nunca había imaginado que me asignarían un deber tan temprano en mi mandato en la academia.

Caminamos por el pasillo y luego nos dirigimos a nuestras habitaciones para prepararnos. Dia y Tarte se quedaron conmigo. Naoise tenía una sonrisa ambiciosa en su rostro mientras se alejaba.

Frente a Dia y Tarte, advertí: “Hay tres promesas que deben hacerme o es posible que no sobrevivan. No pude decir nada de esto frente al profesor o al caballero”.

Al ver lo serio que estaba, ambos asintieron con expresiones firmes.

“Primero, quédense cerca de mí. No persigan a ningún enemigo demasiado lejos y quédense a mi lado. ¿Entienden? Cualquier cosa podría suceder una vez que nos enfrentemos a nuestros oponentes. Un golpe de un orco te dejará inconsciente sin importar cuánto te hayas fortalecido con maná. Instintivamente priorizan a las hembras poderosas y se las llevan. Si alguno de ellos logra agarrar a una chica, los otros orcos formarán un muro para protegerlos. Necesitamos asegurarnos de que eso no suceda. Mientras ustedes dos estén a mi lado, cubriré sus puntos ciegos”.

“O-Okay. Prometo estar cerca de ti”, estuvo de acuerdo Tarte.

“Sí, yo también tendré cuidado. De todos modos, no me gusta estar separada de ti”, agregó Dia.

“En segundo lugar, prioricen mis pedidos. Cuando las órdenes del profesor sean contrarias a las mías, sigan mis órdenes sin dudarlo”, le dije.

“Ni que decir. Soy tu criada”.

Tal actitud hacía que Tarte no fuera apto como caballero de la academia, pero era una respuesta perfecta para mi sirviente.

“No tengo nada bueno que decir como Tarte, pero también planeo hacer lo que dices”, respondió Dia.

“Por último, debemos estar atentos a Epona. Ella es un peligro mucho mayor que los orcos. No bajen la guardia… o morirán”.

Mientras cumplan esas tres promesas, estarán bien.

El uso de estudiantes nuevos como nosotros fue una clara demostración de lo escasa que era la escuela.

Me pregunté si la academia había construido esta situación para probar las habilidades del héroe. Apenas importaba ahora. Todo lo que quedaba era darlo todo. Cualquier cosa menos corría el riesgo de morir.