Ore ga Heroine o Tasukegite

Volumen 8

Capitulo 7: Danza De Pensamientos Sobre El Viento

Parte 2

Las cosas se pusieron bastante mal en el momento en que apareció el jefe final. Había demasiados no combatientes de nuestro lado. Tuvimos que evacuarlos mientras Corona nos daba tiempo.

A medida que avanzamos poco a poco nuestro camino de regreso, Grausam volvió a abrir la boca del cráneo.

“¿Quieres saber lo que le hice al Rey de los Espíritus? No era nada lujoso. Simplemente inyecté la enfermedad de Ghostdemon directamente en su cuerpo astral.”

“¡¿Qué?!”

¿Entonces ahora Grausam tenía el control del Rey de los Espíritus?

“¡El Rey de los Espíritus no será controlado tan fácilmente! ¡Date prisa y atrapa a Mio antes de que pueda…!” Corona lloró con voz de pánico.

Pero el agarre de Mio alrededor de mi cintura se apretó dolorosamente. Su rostro era blanco como un fantasma.

“Hey, están todos bi—”

Intentaba preguntarle a Mio si estaba bien, pero antes de que pudiera terminar mi oración…

“¡No te dejaré!”

La niebla negra inundó la habitación desde la ventana y se dirigió directamente hacia nosotros. ¿Grausam también controlaba estas cosas?

¡Estaba totalmente dirigido a Mio! Según el momento de su entrada, no había duda de que había escuchado que su canción podría curar la enfermedad de Ghostdemon. Eso tenía que ser por qué estaba atacando así.

“¡Te destruiré!” gritó Corona.

“Esa es mi línea”, se burló Grausam.

Los espíritus soldados habían recibido la misma dosis directa de enfermedad de Ghostdemon que el rey y atacaron a Corona, que blandía la Espada del Héroe.

“¡Tch!”

Ella cortó la magia de los soldados espirituales, pero su constante flujo de ataques la mantuvo inmovilizada. Grausam aprovechó la oportunidad para seguirnos.

“¡No dejaré que lastimes a Rekka y a los demás!”

Con un valiente grito, Lea disparó una lanza de agua al cráneo de Grausam. La lanza de agua rompió el cráneo en pedazos con un sonido agudo, pero la niebla negra se reagrupó de inmediato para formar el cráneo nuevamente.

“¡Un no-espíritu no debería ser capaz de usar una magia tan fuerte…! ¡Pero es una pena para ti que no tenga ningún efecto en este cuerpo!” Grausam rugió y usó su niebla negra para atacarnos desde todas las direcciones.

“¡Rekka!”

Ellicia acercó a Tsumiki con un brazo y me alcanzó con el otro. “¡Aquí!”

Tomé su mano y, dándome cuenta de lo que estaba tratando de hacer, empujé a Mio hacia adelante para que Ellicia también pudiera agarrarla. Lo siguiente que supe fue que los cuatro nos hundíamos en el suelo.

“¡Mio!”

Sabía que la habilidad de Ellicia nos iba a dejar caer en el piso de abajo, así que para proteger a Mio, la agarré y aterricé sobre mi espalda para romper su caída… ¡Y maldita sea si no dolía!

¡Date prisa y levántate! ¡Tenemos que correr! “¡C-Claro!”

Mi espalda me estaba matando, pero realmente nos matarían si no corríamos. Así que los cuatro corrimos por todo lo que valíamos hasta que encontramos un pequeño almacén para escondernos.

“Hahh… hahh… hahh…”

Los tres que no estaban acostumbrados a ser tan activos estaban completamente sin aliento por correr solo esa corta distancia. La única que parecía estar totalmente bien era Ellicia, que estaba acostumbrada a una vida difícil en el inframundo.

“¿Qué pasa con… hahh… Satsuki y Harissa…?”

“No lo sé… pero Iris y Lea estaban allí, así que deberían estar bien”.

Claro que lo esperaba. Corona también estaba allí, y tener menos personas para proteger debería facilitarle las cosas. Ellicia había escapado con nosotros tres que no éramos muy útiles en una pelea. Pero eso no significaba que íbamos a escondernos y esperar a que las cosas terminaran. Todavía teníamos algo que necesitábamos hacer.

“Mio”.

Cuando la llamé por su nombre, ella comenzó un poco y se encogió al suelo. Estaba tan pálida como siempre. Realmente me sentí mal por pedirle que hiciera cosas en este estado, pero… no había otra opción con cosas tan malas. Ella tuvo que hacerlo.

“Mio, por favor… ¿Cantarías?”

“¿Aquí mismo?”

“No, para las hadas y espíritus con enfermedad de Ghostdemon. También tenemos que hacer algo con respecto al Rey  Espíritu, pero primero tenemos que hacer algo con las hadas y los espíritus controlados por Grausam”.

“…”

“Tendré que llevarte al frente. Será bastante peligroso, pero te protegeremos… Entonces, por favor, Mio, ¿salvarás a todos y cantarás?”

Mio no respondió. Ella solo abrazó su propio cuerpo tembloroso. Sin embargo, no parecía que tuviera miedo de Grausam o salir al campo de batalla…

“Mio”.

Llamé su nombre por tercera vez. Pero esta vez, no iba a pedirle que cantara. Iba a llegar al fondo de su historia.

“¿Qué pasó en el techo?” Ella saltó un poco otra vez.

“La última vez, me dijiste que te empujaron del techo. Al final, nunca recuperó sus recuerdos del incidente, así que no sé qué lo causó… pero probablemente sea la razón por la que quiere dejar de ser una ídol, ¿no?”

Tsumiki se sorprendió al escuchar lo que dije, pero Mio solo continuó temblando en silencio. Sus recuerdos en general fueron bastante vagos la última vez, pero definitivamente dijo que quería dejar de ser el ídolo MIO.

Y la razón de eso… también era la razón por la que tenía tanto miedo de cantar ahora. Todo esto era un presentimiento, por supuesto, pero tenía fe en mi corazonada.

“Yo… yo… Después de que me salvaste, estábamos corriendo por la ciudad en el caos del Peligro Psíquico”.

Lento pero seguro, Mio comenzó a contar su historia y a contar sus recuerdos de dos líneas de tiempo.

“Había tanta gente en las calles, así que entramos en un edificio… Fuimos al techo para tratar de averiguar qué estaba pasando”.

Sí, podría imaginar eso. Después de todo, ya había visto la apariencia de la ciudad tras las caóticas consecuencias del Peligro Psíquico. Me preguntaba qué estaba pasando por mi mente cuando vi ese desastre hace dos líneas de tiempo…

“Nos separamos de Tsumiki en la sala de conciertos… La viste desde el techo y dijiste que irías por ella. Me pediste que te esperara… Y ahí fue cuando él vino”.

“¿Quien?”

“No sé su nombre. Pero debido al Peligro Psíquico, pude leer su corazón y me di cuenta de que era uno de mis fanáticos. Él… me preguntó con quién acababa de estar. Probablemente se refería a ti. Traté de responder, pero… antes de que pudiera, escuché su voz interior… ”

“…”

“No tenía idea… ya había hablado con los fanáticos antes y pensé que sabía qué tipo de ídol era, pero… no sabía que mis fanáticos me miraban de esa manera”. No le importaban mis canciones en absoluto. Él solo quería hacerme cosas… y yo estaba muy, muy asustada… ”

Mio escondió su rostro detrás de sus rodillas y contó el momento entre lágrimas.

“Parecía que se dio cuenta de mi miedo… Y se enojó mucho… Me arrinconó en el techo, y luego…”

“¿Te empujó?”

“Si…”

“Ya veo…”

¿Qué demonios? ¿Por qué empujaría a  Mio del techo?  ¿No era  un fanático? ¿No le gustaba ella? ¿Por qué querría lastimarla? Seguramente esta fue la razón por la que Mio estaba tan aterrorizado de cantar. Había visto la verdadera naturaleza de las personas para las que cantaba.

La realidad siempre fue diferente de la fantasía. Yang cambió de opinión cuando se enfrentó a la realidad inevitable de la muerte de sus amigos. Pero cuando Mio se enfrentó a la realidad de cómo sus fanáticos se sentían acerca de ella durante el Peligro Psíquico, ella cerró su corazón y se apagó.

Una cosa estaba clara con seguridad ahora. Esta era la verdad de la historia de Mio. R había dicho que Mio logró escapar del Peligro Psíquico en el segundo en que viajó en el tiempo, pero su historia fue mucho mayor que eso. El peligro psíquico la había traumatizado.

Y dado que regresar al pasado no borró sus recuerdos, naturalmente ese trauma tampoco desapareció. Vivir con eso sería el mal final para la historia de Mio que tuve que evitar.

Pero, ¿cómo se suponía que iba a sanar el corazón de una niña que había quedado traumatizada por la oscuridad que había visto en otras personas? Hubiera sido bueno tener un consejero en el grupo, pero solo éramos yo, Tsumiki y Ellicia. Ninguno de nosotros tenía ese tipo de experiencia. Por eso…

“Normalmente no escucho música, y no he estado en tu concierto antes… pero creo que tu canto es increíble, Mio. Es como si tu voz llegara directamente al corazón. Esto probablemente suena cursi, pero cuando lo escuché, realmente pensé: ‘Ah, así es como sonaría la voz de un ángel’.”

Traté de encontrar las palabras para expresar cómo me sentía realmente. La única forma de restaurar su fe en las personas era con honestidad.

“Hay un poder en tu canción, un poder que toca a la gente. Creo que por eso fuiste capaz de romper la magia oscura de Grausam. ¿No usarás ese poder para todos? Justo como cuando sanaste a Corona y Sophie.”

“R-Rekka…” tartamudeó Mio. “T-Tú eres el que me salvó… p-para que pueda confiar en ti… p-porque sé que realmente querías ayudarme”.

Ahora que lo pienso, Mio y yo teníamos nuestros corazones conectados por el Peligro Psíquico hace dos líneas de tiempo. Lo que sucedió en ese entonces probablemente fue por qué ella se aferraba a mí ahora. Ella confiaba en mí porque había visto el interior de mi corazón y sabía que podía confiar en mí.

“Pero… no otras personas… Tienen miedo… He visto cómo son por dentro, y aunque ya no puedo leer sus corazones… Estoy aterrorizada porque no sé lo que están pensando ahora.”

¿Qué tengo que hacer? ¿Cómo podría ayudar a Mio a recuperarse? Me había quedado atrapado en su historia, la historia de una ídol que ya estaba demasiado traumatizada para cantar. Pero fue su incapacidad para cantar y continuar como un ídolo lo que estaba causando su miseria y desesperación, ¿verdad?

Si realmente quería dejar de ser un ídolo, podría dejar de cantar. Mi línea de sangre Namidare no me habría involucrado. Si eso era lo que ella quería hacer, entonces no sería un mal final.

Pero claramente no estaba contenta con las cosas como estaban. Eso significaba que el final feliz de Mio tenía que ser ella continuando como una idol. Ella quería seguir cantando. Ahora y lejos, muy lejos en el futuro.

“… Ser incapaz de comprender los corazones de las personas es normal, ya sabes”. Después de escuchar nuestra conversación hasta el momento, Ellicia habló. “A menos que seas un psíquico, por supuesto. Las personas no estaban destinadas a comprender el funcionamiento interno de los corazones de los demás. Por lo tanto, no necesita preocuparse por algo que no estaba destinado a entender”.

Mio miró a Ellicia.

“He tenido mis poderes psíquicos desde que nací, y he sufrido mucho por ello. Yo también lo odiaba. El sufrimiento que estás pasando ahora, el lado oscuro de la gente… Lo he visto todo antes. Las personas muestran sus lados malos más de lo que hacen su bien. Pero eso es natural”.

“¿Eso es… natural?”

“Si. Es normal que las personas tengan un lado oscuro. Pero tener un lado oscuro significa que hay un lado claro, y eso también es normal”.

Los ojos de Mio se abrieron de par en par.

“Puede ser difícil creer en las personas después de que te hayan traicionado. Pero si todo el mundo fuera realmente tan malo, ya se habría destruido. Yang no habría tenido que levantar un dedo”. Ellicia acarició suavemente a Mio en la cabeza mientras continuaba. “Crees en Rekka, ¿verdad?”

“…Si.”

“Entonces, ¿qué tal si tratas de creer que todavía hay otras personas como él en  el mundo? Has estado cerca  de mucha gente como una  ídol, ¿verdad? ¿Crees que todos y cada uno de esos fanáticos querían lastimarte?”

“…”

“¡U-Um…!” Tsumiki intervino. “S-Siempre he sido fanática de MIO. Escuché tu canción debut en la radio y pensé que era increíble que tenías la misma edad que yo, así que siempre te he admirado hasta ahora y… y… ”

“Tsumiki, cálmate”.

Le di unas palmaditas en la espalda a Tsumiki cuando ella comenzó a tropezar con sus palabras.

“¡Cállate! ¡Estoy calmada!”

Tsumiki apartó mi mano y respiró hondo antes de mirar directamente a Mio y continuar.

“¡Solo quiero que sepas que tienes admiradores como yo que siempre te han gustado por tu canto! Claro, hay algunas personas que actúan groseramente en los conciertos… ¡pero no todas son malas!”

Agarró la mano de Mio con las suyas y la apretó, tratando desesperadamente de llegar a ella. Para hacerla creer.

“Mio…” Llamé  a la  chica encogida una vez más. “¿Por qué querías convertirte en una ídol, Mio?”

“Porque me encantaba cantar… y… porque quería brillar. Quería ser tan brillante como las ídols que vi en la televisión. Ese fue mi sueño.”

Las palabras de Mio se derrumbaron.

Escuché atentamente lo que tenía que decir.

“Debido al Peligro Psíquico, viste el verdadero yo de las personas. Y fue una decepción. Era diferente de lo que imaginabas que sería”.

“…Si…”

“Pero no todos tus fanáticos son así, ¿verdad? Hay más fanáticos como Tsumiki que realmente aman MIO y la música de MIO”.

“Si…”

“Dije esto al principio, pero lo diré nuevamente. Hay un poder en tu canto. Incluso si alguien no estuviera interesado en tu canto… ¡En caso de que alguien así realmente existiera, tu voz los atraería de todos modos! ”

Apreté la mano en un puño para enfatizar mi punto. “¿De verdad piensas eso…?”

“Si eres tú, Mio, ¡entonces sí! ¡Con tu canto, brillarás tan brillantemente como cualquiera! ¡Lo garantizo!”

Los ojos de Mio se abrieron mientras colocaba una mano suavemente sobre su pecho. Debo haber tocado un acorde en el corazón que yacía justo debajo de su mano. Y el latido de ese corazón la impulsaría a ella y a su sueño. Tenía el poder de subir a la cima del mundo ídolo una vez, por lo que definitivamente tenía la fuerza para volver a ponerse de pie ahora.

“Yo… quiero cantar. Quiero cantar mas Más y más —murmuró Mio por lo bajo como para tranquilizarse. Luego me miró y dijo: “Y… si es posible, me gustaría que volvieras a ser mi audiencia”.

“Apuesto a que estaré allí para verte brillar en el escenario”.

Pero para hacer eso, primero tuvimos que regresar a la Tierra. Y Mio sabía lo que tendría que hacer para que eso sucediera. Tomó mi mano y se levantó, luego asintió.

“Ahora, vamos a liberar a esas hadas y espíritus. Utilizaremos la capacidad de Ellicia para atravesar el muro y salir, luego… ”

Me interrumpieron.

“… ¡Te encontré!”

Los cuatro nos dimos la vuelta al escuchar la voz desagradable y vimos una niebla negra que se filtraba en la habitación desde la puerta. ¡Nos había descubierto Grausam!

“¡Todos, por aquí!” Gritó Ellicia.

Todos nos agarramos de sus manos y cintura para pasar a través de la pared a la habitación contigua.

“¡No tan rápido!”

Sin embargo, nuestro enemigo fue persistente, y la niebla negra apareció sin importar a dónde fuéramos. El salón donde conocimos al Rey de los Espíritus estaba en el quinto o sexto piso. Todavía podríamos huir unos pocos pisos, pero esa táctica ya no tenía ningún elemento de sorpresa.

“¡Tal vez deberíamos llegar a la planta baja y salir del palacio!” Sugerí.

“¡Pero nos atraparía al instante si saliéramos corriendo a la intemperie! ¡No puedo hacer nada contra la niebla con mi poder!” Ellicia respondió.

Ella tenía un punto. Yo tampoco podría hacer nada en contra. Si pudiéramos encontrarnos con Lea o Corona o incluso con Iris, podríamos tener una oportunidad. Pero parecía que correr era nuestra única opción por el momento… Espera, ¿qué pasaba con la sensación flotante que estaba sintiendo? Fue como… ¿no había piso debajo de mis pies?

“¡Oh mierda!” exclamó Ellicia en pánico.

Miré hacia abajo y sí… Efectivamente, vi un espacio vacío. “¡E-Estamos cayendo!”

¿Habíamos salido accidentalmente del edificio mientras corríamos? Cuando ese pensamiento cruzó por mi mente, continuamos cayendo más y más… ¡¿N-N-No había nada que pudiéramos hacer?!

“¡Guh!”

Extendí mi brazo y lo atravesé por la pared del edificio usando el poder de Ellicia.

“¡Ellicia! ¡Detén tu habilidad para caminar por la pared!”

“¡¿Qué vas a hacer?!”

“¡Si lo detienes ahora, mi brazo quedará atrapado en la pared! ¡Dejaremos de caer! ”

“¡Deberías soportar el peso de cuatro personas a la vez! ¡Rekka, eso podría arrancarte el brazo a esta velocidad!”

“¡Al menos nos retrasará! ¡Sería mejor que estrellarse contra el suelo así!”

“…!”

La cara de Ellicia se torció de angustia. “¡De prisa…!”

Le gritaba que tomara una decisión cuando… “¡Guardián del viento, presta atención a mi llamada!”

Escuché la voz de una niña desde algún lugar sobre mi cabeza. Al momento siguiente, los cuatro estábamos encerrados en una jaula de viento y levantados en el aire, deteniendo instantáneamente nuestra caída.

“¡Nammy!”

¡Este apodo único fue…!

“¡Lyun!”

“¡¿Qué estás haciendo?! ¡Ni siquiera puedes volar!”

Lyun solo me gritó cuando ella y Sophie usaron su magia espiritual para llevarnos a los cuatro a un lugar seguro.

“¡Lyun! ¡Mio le va a cantar a las hadas y los espíritus! ¡Dirígete hacia el campo de batalla!”

“¡Oh! ¡Entendido!”

Lyun y Sophie nos redirigieron al oeste, la dirección de la barricada que se había roto. Comenzaríamos desde allí, y…

“¡No te dejaré!”

No éramos los únicos en movimiento. “¡Grausam!”