Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 8: Y Entonces Esperamos el Mañana

Capitulo 2: Una Pareja Dispareja

“¡Tan lentos!” Ranta espetó y gritó en voz alta, con los ojos bien abiertos. “¡¿Cuándo volverán?! ¡Dijeron que iban a explorar, maldita sea, explorar! ¡Se están tomando demasiado tiempo! ¡Es raro! ¡Algo debe haber pasado! Esperen, podrían estar… ¡¿Estaban todos solos en la niebla, y sintieron una chispa y simplemente… empezaron a hacerlo…?!”

“…No lo creo.” Kuzaku agitó su mano despectivamente. “Eso nunca sucedería. No con Haruhiro. Él no es como tú, Ranta-kun.”

“¡Vamos, no vengas a carricarme como si fuera una ocurrencia tardía!”

“Te refieres a criticar, no a carricar.” Mary suspiró. “¿Cómo puedes ir imaginando cosas así de tus camaradas? Increíble.”

“¡Nunca se sabe, ¿verdad?!” Le gritó Ranta. “¡Son un chico y una chica, después de todo! ¡Además, era extraño que Yume sugiriera ir con él! ¡Podía dejar que Haruhiro fuera a explorar por su cuenta, como siempre! S-Sí… apuesto a que Yume secretamente tiene algo con…”

“Yume no parece interesada en ese tipo de cosas…” Shihoru estaba tan fría como siempre. “Pero, incluso si lo estuviera, ¿eso sería un problema?”

“E-Es un problema. ¡Ya sabes! Por supuesto que lo es. Afecta el sentido del grupo, de, eh, qué era de nuevo… Bueno, ¿sabes? No es como si estuviera en contra de las reglas, pero podrían ser más abiertos al respecto. Si no, quiero decir, es una ofensa a la decencia común, ¿verdad? Oigan, ¿por qué parece que no les importa? Estoy hablando de algunas cosas importantes aquí, ¿saben?”

“Dejando de lado la pregunta de si realmente es importante, ¿realmente necesitamos hablar de eso ahora?” Preguntó Mary, con absoluta frialdad.

“¡Bien, lo entiendo!” Ranta se cruzó de brazos e infló su pecho. “En ese caso, hablemos de algo realmente importante. Haruhiro y Yume se fueron para explorar, pero no han regresado. Están tomando demasiado tiempo. Creo que les pasó algo, ¿así que nos quedaremos aquí sentados? ¿Hasta el atardecer? ¿Por una noche? ¿Dos noches? ¿Tres noches? ¿Están bien con eso?”

“…¿Qué crees que deberíamos hacer, Ranta-kun?” Preguntó Shihoru.

“¡Me alegra que hayas preguntado, Shihoru!” Gritó.

“La forma en que lo dijiste me molesta…”

“¡Incluso si te pones furiosa, no me importa ni un poquito! ¡Entonces, de todos modos, en mi opinión, deberíamos buscarlos!”

“¿Qué pasa si nos perdemos el uno al otro?” Exigió Mary.

“Esa es una excelente pregunta, Mary-saaaan.”

“…Quiero matarte.”

“¡Ahora, ahora, no te enojes tanto por una cosa tan pequeña! Es un desperdicio de ese bonito rostro tuyo, ¿sabes? Eres hermosa, ¿de acuerdo? Sonríe. ¿Está bien?”

“¿Podrías parar? No estoy segura de poder aguantar más.”

“Rightto, rightto. Creo que estás un poco demasiada molesta por un cumplido, pero me detendré, me detendré por completo, ya he hecho suficiente. Entonces, sobre si nos perdemos. El problema del uno al otro. Estoy preocupado por eso, también, pero, bueno, ¿no podemos simplemente dejar la mitad del grupo aquí? Solución perfecta.”

“Hmm…” Kuzaku gimió. “Bueno, estoy un poco preocupado…”

“Eso es…” Mary no podía decir que no estaba preocupada, y que pensaba que deberían dejarlos a los dos para que se manejaran solos. “…Me siento igual.”

Shihoru bajó la cabeza y tocó sus labios. “Pero la mitad del grupo…”

“Entonces, para empezar, yo voy, ¿verdad?” Ranta hizo un gesto para sí mismo con su pulgar. “Quiero decir, eso es un hecho. Lo que significa que Kuzaku se quedaría. Tendrá que hacerlo.”

Mary miró a Kuzaku. Al parecer, Kuzaku estaba mirando a Mary al mismo tiempo, por lo que terminaron mirándose a los ojos. Sin embargo, ambos desviaron la mirada de inmediato.

“Yo iré,” Mary suspiró, sacudiendo la cabeza. “Dejándote aquí solo, causarás problemas, y no quiero poner a Shihoru en peligro.”

“La forma en la que dijiste eso, ¿no es como si asumieras que estar conmigo garantiza que estará en peligro?” Preguntó Ranta.

“¿No es peligroso solo estar a solas contigo? Piensa un poco acerca de cómo te comportas, ¿por qué no?”

“Está bien, claro, dije que me gustaría apretarle las tetas, y le pedí que me dejara, pero no lo voy a intentar apretarlas en serio en un momento como este, ¿de acuerdo? Usa un poco de sentido común, ¿podrías?”

“¿Sentido común…?” Shihoru lo miró con total incredulidad. “¿Eso, viniendo del hombre con menos sentido común en el mundo?”

“De todos modos, protegeré a Shihoru san,” dijo Kuzaku con una mirada de soslayo, no a Shihoru, sino a Mary. “Pero aún así, Ranta-kun, no vayas demasiado lejos. Sería inútil si te perdieras.”

“Tengan cuidado,” agregó Shihoru, pero estaba claro que Mary era la única por la que realmente estaba preocupada.

“Sí.” Mary sonrió solo a Shihoru. “Tú también, Shihoru… Oh, y Kuzaku.”

“La forma en que la gente juega a ser amigos me enferma. Baah…” Ranta murmuró y luego salió a la niebla.

Mary lo siguió sin decir una palabra.

¿Eh? Él pensó.

¿No estaba más cerca de él que de costumbre? Tal vez, por todas sus quejas, ¿en verdad no odiaba tanto a Ranta? No, no, ¿tal vez ella incluso le gustaba?

Sí, no. De ninguna manera. Probablemente estaba cerca porque la niebla era espesa y no quería separarse.

“Ella ni siquiera es sutil al respecto, en serio,” murmuró Ranta.

“¿Dijiste algo?”

“Ni una palabra. -Oh si. Este es el momento de… Oh oscuridad, oh señor de los vices, Demon Call. ”

Cuando lo convocó, una nube de color púrpura oscura formó un vórtice, y …salió. Fue aquí.

Parecía una persona con una sábana púrpura sobre la cabeza, con dos ojos malvados, con forma de agujeros, y una viciosa boca en forma de herida debajo de ellos. En su mano derecha sostenía un cuchillo que solo podría llamarse la daga de un asesino, y en su mano izquierda tenía un garrote temible. Tenía dos piernas adecuadas, pero flotaba en el aire. Era bastante parecido a un humano en tamaño.

“¡Zodiac-kun! ¡Eras tan pequeño en Darunggar!” Ranta, lleno de emoción, trató de abrazar al demonio, pero lo esquivó. “-¡¿Esperara, qué?!”

“Eje… Ejejeje… Ranta… Honestamente, eres molesto … Kejejejeje…”

“¡Oye, amigo, eres como una extensión de mí!”

“Que molestia… Ejejejeje…”

“Pobre Zodiac,” Mary suspiró.

“¡No vayas a compadecerlo, Mary! ¡Z-Zodiac es solo, ya sabes, torpe! Básicamente… no puede ser honesto consigo mismo, con sus sentimientos, pero la verdad es que me ama…”

“Ranta…” siseó Zodiac.

“¿Q-Qué, Zodiac? ¿Tienes algo que decir?”

“Cuando se trata de ti…”

De ninguna manera.

“¿S-Sí?” Preguntó Ranta.

“Desde el fondo de mi corazón, yo…”

“¿Eh, eh?”

“…No siento más que desdén… y odio por ti… Eje…”

“¡Ay!” Se quejó Ranta.

Bueno, aunque Zodiac dijo eso, el demonio aún venía cuando lo convocaban, y se quedaba a su lado. Ranta sabía que no había duda de eso. Zodiac amaba a Ranta. Podría decirse, incluso Zodiac podría ser el único que lo hacía.

“…Quiero decir, eso es todo lo que un caballero oscuro realmente necesita, ¿verdad?”

“Eje… ¿Hablando contigo mismo, Ranta? Que lamentable… Kejejeje…”

“Cállate,” Ranta espetó. “¡Solo callate! ¡Soy tu maestro, ¿entendido?! ¡Si no eres más servil, nunca más te usaré!”

“…Keje… bien por mí…”

Dejando esas palabras atrás, puuf… Zodiac desapareció.

“¿Eh? Espera… Zodiac? B-Bien, entonces. Puedo llamarte de nuevo. Oh Oscuridad, oh señor de los vices, Demon Call… ¿Eh? ¿Ninguna respuesta? ¿Por qué…?”

“Incluso Zodiac finalmente se rindió contigo, ¿no crees?” Preguntó Mary.

Las palabras de Mary se clavaron en el pecho de Ranta. ¿Qué quiso decir con “finalmente”? ¿Qué quiso decir con “incluso Zodiac”?

Maldición…

Ranta bajó la cabeza.

Al momento siguiente, hinchó su pecho y mantuvo su cabeza en alto.

“¡Gajaja! ¡Bien! ¡¿Quién necesita a Zodiac?! ¡Me alegro de deshacerme de él!”

“…Pero me parece que estás llorando.”

“Lo estás imaginando,” bramó Ranta. “Como si alguna vez llorara. Yo nunca lloraría. No.”

“Estoy seguro de que Zodiac aparecerá de nuevo eventualmente.”

“¡Maryyyyy! ¡No seas tan rápida para consolarme! ¡Me enamorare de ti!”

“No te consolaré otra vez,” dijo Mary. “Nunca más, pase lo que pase.”

“Si algo sucede, no me importa si lo haces, ¿de acuerdo? ¡No me enamoraré de ti! ¡Lo juro! ¡Por favor!”

Pero Mary era terca y no cedería a la petición. Bueno, un caballero oscuro no necesitaba que nadie lo consolara, de todos modos, estaba bien. Ahora bien, ¿cómo iban a buscar a Haruhiro y Yume?

Había una marca en uno de los árboles, tallada con un cuchillo o algo similar. Eso llamó su atención. Cuando encontró una segunda marca, hizo clic para él.

“Estas marcas raras,” dijo Ranta. “Estoy seguro de que ese idiota Haruhiro las dejó. Parece el tipo de cosa que se le ocurriría.”

“No necesitas llamarlas raras, o llamarlo idiota,” reprochó Mary. “Pero, sí, también creo que sí.”

“Lo configuró para que pudieran encontrar el camino de regreso, entonces, ¿por qué no ha vuelto ya?” Se quejó Ranta.

Mary no dijo nada, pero parecía estar de acuerdo con él. Debió haber un accidente o incidente de algún tipo. Eso era todo lo que Ranta pudo pensar. Él se estaba enojando.

“…Ese perdedor,” murmuró Ranta. “Él y sus ojos soñolientos. Se lleva a Yume, y luego deja que esto suceda. Es por eso que no puedo confiar en él. Es una basura.”

“¿Estás tan preocupado por Yume?” Preguntó Mary.

“P-Por supuesto que sí. S-Somos camaradas, después de todo… No hay otros sentimientos involucrados. No para ella y sus pequeñas tetas.”

De todos modos, no tenían más remedio que seguir las marcas dejadas en los árboles. Parecía que Haruhiro y Yume habían ido en una dirección más o menos recta, así que no era tan difícil.

Parecía que los dos habían estado haciendo un buen trabajo de exploración. Pero luego algo sucedió.

Pensamientos de la peor clase cruzaron la mente de Ranta. Él inmediatamente los retiró. No era útil pensar cosas de las que no podía hacer nada.

“Soy un tipo eficiente,” dijo Ranta.

“La niebla…” Mary de repente dijo.

Ranta lo notó también. La niebla había comenzado a desaparecer de repente. Solo había podido ver cinco o seis metros antes, pero el área se estaba volviendo notablemente más brillante.

Él podía ver diez metros adelante. No, no solo eso. Podía ver mucho más lejos.

Había grandes olas en el suelo, y la zona estaba llena de árboles, por lo que no podía decir lo que estaba pasando muy lejos, pero esa cosa redonda blanca y brillante flotando en el blanquecino aire…¿Ese podría ser el sol?

“Me duelen los ojos.” Ranta sonrió con ironía mientras entrecerraba los ojos. Había estado mirando al sol sin querer.

Mary se volvió y miró hacia atrás. “Esa es la dirección por la que vinimos. Si el sol está ahí, entonces…”

“No se puede decir en qué dirección es solo por eso. Creo que tendríamos que hacer un reloj de sol, o algo así. Maldición. Si Yume estuviera aquí, ella sabría…” Ranta inclinó la cabeza hacia un lado. “¿Eh?”

“¿Qué?”

“No, justo ahora, parecía… que algo se movió.” Ranta señaló hacia su izquierda. “Por ese camino. Pero no parece que haya nada ahí. ¿Estoy viendo cosas?”

“Incluso si lo estás, será mejor que estemos en guardia.”

“Sí.” Ranta se lamió los labios. Ella no tenía que decirle; él ya lo estaba. Sin embargo, Ranta no era una gallina como Haruhiro. En una crisis, mostraba aún más poder que de costumbre. Era un caballero oscuro que prosperaba en la adversidad. “Si nos metemos en un problema, puedo sacarnos como como cortar pastel.”

“No te dejes llevar. Si te equivocas porque tomaste las cosas demasiado fácil, no puedo salvarte.”

“Bastante justo,” dijo Ranta. “Si eso sucede, olvídate de mí y corre. No lo tendré en contra tuya.”

Mary no dijo una palabra. Era difícil decidir si eso era entrañable o no.

Lo que sea. Por ahora, solo tenían que seguir el rastro. La niebla comenzaba a despejarse, así que de repente era mucho más fácil caminar. Gracias a eso, mejoraron su ritmo. Estaban cubriendo mucho terreno.

“¿No crees que estamos apresurándonos demasiado?” Preguntó Mary.

“¿Queeeeé? ¿No puedes seguir el ritmo de mis fuertes piernas, Mary-san?”

“¿Quién dijo eso…?”

“Jajaja,” Ranta se rió mientras miraba hacia atrás.

Mary estaba respirando un poco pesadamente. La respiración de Ranta era un poco irregular también. ¿Estaba siendo apresurado? Él no podía negarlo. Ranta se detuvo.

“…Espera. ¿Eso es un gato?”

“¿Eh?” Preguntó Mary.

“Eso.” Ranta señaló hacia arriba y hacia la derecha. “Por ahí.”

Había un oleaje en el suelo, y había árboles que crecían formando un ángulo. Una criatura estaba sentada en una de las ramas. Era… ¿un gato? Tenía el pelo pardusco, rayado, y su cara, o más como su cabeza, era claramente la de un gato. Tenía cola también. La forma en que se sentó con sus patas delanteras juntas y sus orejas en atención también era maliciosa, pero había algo diferente en eso.

“…Es lindo.” Cuando Mary dejó que se le escapara, las orejas del gato se alertaron.

El gato giró rápidamente y desapareció.

“¡Ah…!” Mary se acercó en la dirección en que el gato había desaparecido, pero se detuvo cuando notó que Ranta la estaba mirando. “E-Era lindo, ¿verdad? Ese animal justo ahora. Como un gato.”

“No me importa si era lindo o no. Era como un gato, pero no era un gato, ¿verdad?”

“Creo que sí, ahora que lo mencionas… Pero eso no es tan extraño, ¿verdad? Simplemente significa que hay criaturas lindas, parecidas a gatos, que viven en esta área.”

“¿Es tan importante que sea lindo?” Preguntó Ranta.

“N-No se trata de que sea importante, es solo una cuestión de el hecho que era lindo, así que estaba…” El rostro de Mary se puso rígido. ¿Habían encontrado un monstruo en lugar de un gato esta vez? No, aparentemente eso no era así. “…No es solo el que vimos hace un momento. Hay otros, también. Cuatro de ellos… Hay muchos.”

“¿Eh?” Ranta miró a su alrededor, luego tragó saliva. “En serio… sí, los hay. Un montón.”

Más a la sombra había un atigrado gris. Arriba en un árbol era bicolor con un patrón de máscara y manto blanco y negro.

Había uno negro puro.

Y uno grisáceo.

Y un blanco sucio también.

No todos, pero algunos de los gatos tenían un brillo en sus ojos, y eso era realmente espeluznante. Los gatos… No, probablemente no eran gatos. Finalmente lo descubrió.

Sus cabezas eran un poco demasiado grandes. Tenían cuerpos bastante grandes, pero las cabezas eran más cercanas en tamaño relativo a lo que esperarías de un gatito que lo que esperarías de un gato adulto. Eso era probablemente lo que hizo que Mary pensara que eran lindos.

Pero sus patas delanteras… ah, y las traseras también… los dedos de los pies no eran dedos de gato. Eran largos, como si pudieran agarrar cosas con ellos. En realidad, algunos estaban haciendo exactamente eso y colgando de las ramas en este momento.

No eran solo dos o tres. Estaban por todas partes. Había más de catorce. No, los hubo.

Se habían ido ahora.

De repente, bam… se habían ido. Le puso la piel de gallina.

“¿Eso te pareció natural?” Preguntó Ranta.

“No puedo decir que sí… Tal vez no.”

“Lo supuse—”

Ranta fue golpeado por una sensación extraña. O más bien, no podía hacer las cosas como quería. Estaba extrañamente rígido. Esto había sucedido antes. En Darunggar.

Cuando Haruhiro había estado explorando solo en Waluandin, dos jóvenes orcos cazadores les habían tendido una emboscada. Ranta había sido atrapado por sorpresa, y él no había podido moverse como quería. No, de hecho, había sido peor que eso. Fue golpeado por una repentina indecisión, y al final, todo lo que hizo fue incómodo. El resultado fue que Kuzaku fue herido, e incluso Yume se había lastimado.

No quería admitirlo, pero ahora sabía el motivo. Fue porque Haruhiro no había estado ahí.

Si Ranta estaba solo, podría manejar las cosas y cuidarse de alguna manera. Los otros eran agradables de tener alrededor. Él no contaba con ellos. Bueno, tenía más o menos una idea de lo que cada uno de ellos haría en ciertas situaciones. Los tomaba en consideración antes de actuar, pero él era el enfoque principal, y todos los demás eran secundarios. Si ese tipo estaba cerca, las cosas funcionaban mejor de esa manera. Sin embargo, si no estaba, las cosas eran un poco diferentes.

Por ejemplo, en este momento, Ranta estaba a solas con Mary, y Haruhiro no estaba cerca. Mary era una sacerdotisa. Incluso si pudiera defenderse, el combate no era su especialidad. Además, ella era una mujer. Tenía que protegerla, y era difícil luchar mientras lo hacía. No sería capaz de luchar a su máximo potencial, y eso podría significar que no podría vencer a un enemigo, y que perdería.

Él podría haber estado mejor sin pensar en estas cosas, pero no podía evitarlo. No era como él, pero Ranta no sabía qué hacer. Era culpa de ese tipo por no estar aquí.

Maldita sea, Haruhiro.

“No puedo vivir con él, no puedo vivir sin él…” Ranta desenfundó a RIPer. “Mary, prepárate para el combate. Ya sabes, por si acaso. Será mejor que estés en guardia.”

“¿Crees que son enemigos?” Mary preparó su bastón martillo.” ¿Las criaturas tipo gato?”

“Quién sabe. Aquí está la esperanza de que lo sean…” Ranta negó con la cabeza. ¿Por qué decir algo tan tímido? “Se llama no correr riesgos. Apuesto a que no quieres ser abrazada por Skullhell todavía, ciega adoradora de Lumiaris.”

“No dejes que Skullhell te engañe para que corras hacia tu muerte tampoco, ¿de acuerdo?”

“Buen regreso.” Ranta sonrió.

Es hora de volver a su juego. Él podría manejarlo como de costumbre.

“¿Continuamos? ¿O regresamos?” Preguntó Mary en un susurro.

No me preguntes, Ranta estuvo a punto de decir, pero lo sostuvo. ¿Qué? ¿Por qué estoy tan irritado?

¿Continuarían o regresarían?

Él solo tenía que decidir. Eso era todo. Además, Haruhiro siempre tomaba decisiones. Si Haruhiro pudiera hacerlo, no había forma de que Ranta tampoco lo hiciera.

Sí.

Toma una decision.

Con rapidez.

Date prisa.

Decide ahora mismo.

Mientras estaba luchando por llegar a una respuesta, Mary se precipitó sobre él.

“Oye,” dijo ella. “¿Qué vamos a hacer?”

“¡No me preguntes! ¡Usa tu propia cabeza! ¡No es que yo sea el único que tome la decisión!”

“No me grites de repente. De acuerdo, entonces lo decidiré. Regresemos.”

“¡Regresar con las manos vacías! Mi orgullo no me deja—”

Él dejó escapar un hipo.

Él comenzó a sudar frío.

Él había escuchado una voz. Algún tipo de llanto. No era humano o felino, era como: ¿un perro ladrando? ¿O tal vez un lobo?

Sin señalar al otro, Ranta y Mary se quedaron de espaldas.

La niebla se volvía más espesa de nuevo.

¿Dónde? Él pensó. ¿De dónde vino?

Oyó pasos.

Dentro de la niebla, de un lado a otro, desde todas las direcciones, había formas negruzcas acercándose a ellos.

Sí, lobos. Lobos negros, eh.

Aunque era difícil imaginar lo que aparecía hacia arriba y hacia la derecha de ellos, donde habían visto por primera vez a la criatura felina, era un lobo. Parecía un lobo, pero era demasiado grande. Era más como un oso. Además de eso, había algo montado en su espalda.

Piel verde amarillenta. Una cara horrible. Ranta dudaba de su visión. Pero no había forma de confundirlo.

“¿Qué? ¿Un goblinnnnnn?”