Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 8: Y Entonces Esperamos el Mañana

Capitulo 14: Con Estas Manos

Parte 4

 

 

Al final, fue una suerte que hubiera ido con sus entrañas. Debido a que el nyaa gris estaba liderando el camino, solo tenía que pagar el mínimo de precaución, y podía concentrarse en avanzar mientras cruzaban dos pequeños valles. Más allá de ellos había un lugar como un cuenco que era pequeño, pero ancho y profundo, probablemente más de cien metros.

En la esquina, ahí estaba.

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Era Mary.

Estaba mirando hacia abajo, sentada en el suelo. ¿Estaba encadenada o atada de alguna manera?

No muy lejos de ella, ¿había un humano? Era de una raza que se parecía a un humano, ¿un niño…? ¿Qué era? Había una criatura así tumbada con la cabeza apoyada sobre los codos. ¿Estaba vigilando a Mary? Si es así, no podría estar durmiendo. ¿No tenía nada que hacer, por lo que estaba holgazaneando?

Haruhiro y el nyaa gris asomaban la cabeza desde detrás de un oleaje en el suelo para ver cuál era la situación, por lo que todavía estaban a cierta distancia. El guardia de Mary aún no los había notado. Por el aspecto, no había nada más en movimiento.

El nyaa gris estaba mirando a Haruhiro. Cuando Haruhiro asintió, el nyaa gris hizo otro maullido silencioso y salió corriendo.

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Todavía no se sentía real. Sintió que sus pies no tocaban el suelo.

Mary estaba ahí. Viva. Debería haber estado bien para él estar feliz, pero no sintió emociones.

Extraño. ¿Estaba tranquilo? ¿Eso era todo? Él tenía que ayudarla. Correcto. No importaba cómo; solo tenía que ayudar a Mary rápido.

Mary estaba mirando hacia el norte. El guardia parecido a un niño estaba al sureste de Mary, tal vez a dos metros de distancia, con su cuerpo hacia el noroeste.

Desde atrás. Se arrastraría hacia el guardia por detrás. No podía dejarlo escapar. Él tampoco quería que hiciera un escándalo. ¿Dejarlo inconsciente? No, eso no era bueno. ¿Había olvidado el error que había cometido en Waluandin?

El guardia tenía que morir. Lo haría de un solo golpe.

Eso es… ¿no es un niño, verdad? Haruhiro se preguntó. Él es un guardia, por lo que no puede ser un niño. Probablemente solo provenga de una raza como esa. Además, incluso si fuera un niño humano, eso no cambiaría lo que debería hacer. Lo mataré.

Yo puedo hacerlo.

Haruhiro se acercó sigilosamente al guardia con Stealth. Que pudiera hacer ruido era un pensamiento que nunca pasó por su mente. De lo que tenía que preocuparse era de que el guardia mirara en su dirección. O que Mary lo viera, y eso hiciera que el guardia se enterara de su presencia.

No había forma de evitar accidentes como ese. Si eso sucediera, lo terminaría rápidamente. Él estaba preparado. Pero estaría contento de que eso no pasara.

Haruhiro casi había alcanzado al guardia. El guardia era pequeño y gordo, tenía orejas puntiagudas y tarareaba una melodía feliz. Haruhiro no necesitaba trabajar con uno, dos, listo.

Se inclinó sobre el guardia y usó a Spider. Cubrió la boca del guardia con la mano izquierda, lo volteó, clavó su daga en la garganta del guardia con su mano derecha y luego lo degolló. El guardia luchó, pero ya era demasiado tarde. Mientras Haruhiro estaba usando todas sus fuerzas para matar al guardia, Mary levantó su rostro. Cuando ella miró en su dirección, sus ojos se abrieron de par en par.

“…Haru,” susurró ella.

Hai to Gensou Volumen 8 Capítulo 14 Parte 4 Novela Ligera

 

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Haruhiro no supo cómo responder. Para empezar, sonrió. Esa tenía que ser una sonrisa horriblemente incómoda. El guardia todavía estaba vivo, después de todo. Desesperadamente luchando. Pero, naturalmente, todo fue en vano. Finalmente, el guardia dejó de moverse.

Haruhiro estaba a punto de alejarse del guardia muerto, pero lo pensó mejor. Mary estaba esposada. La llave. El guardia probablemente tenía la llave.

Buscó apresuradamente en el cuerpo del guardia. Este tipo realmente no era un niño humano. El puente de su nariz era grueso, pero terriblemente bajo, y la forma de su cabeza con la amplia y pronunciada frente también era una característica distintiva. Su grueso vello corporal era como el de un animal.

Había una cuerda alrededor de su cuello. Estaba ahí. La llave colgaba de ella.

Haruhiro corrió hacia Mary y le quitó las esposas. Ninguno de los dos dijo una palabra. No tenían tiempo para bromas. Haruhiro le ofreció a Mary su mano y la ayudó a levantarse.

No podían regresar a la aldea, por supuesto. Habían decidido un punto de encuentro por adelantado. Esa salida. Desde aquí, estaba al noreste. Debería haber sido alrededor de ocho kilómetros. Quería correr, pero Mary estaba exhausta. Lo mejor era no esforzarse demasiado. Se fueron inmediatamente.

“Pasé un tiempo horrible,” dijo Mary en voz baja, luego se rió un poco.

Quizás ella quiso tranquilizar a Haruhiro bromeando. Pero él quería ser quien la tranquilizara.

“Un tiempo horrible.” ¿Qué tan horrible había sido? ¿Qué le habían hecho? Le molestaba. Pero, ¿qué razón tenía para preguntar? ¿En qué podría ayudar? Por lo menos, ahora no era el momento.

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“Estás bien ahora,” dijo Haruhiro.

“Sí.”

“Sin embargo, desearía haber venido más rápido.”

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“Fuiste bastante rápido. ¿Dónde están los demás?”

“Oh, sí…”

Honestamente, no podía decir que no había problemas, o que no tenía que preocuparse, porque ese no era necesariamente el caso. ¿Qué pasó durante el enfrentamiento de Rock y Arnold? ¿Cómo se desarrolló desde ahí? ¿Cómo estaban Shihoru, Yume y Kuzaku? Había demasiadas incógnitas, o mejor dicho, no había nada más que incógnitas. ¿Pero qué hay de eso?

Mary estaba bien. El resto funcionaría de alguna manera. Ellos seguramente podrían superarlo. Ellos vencerían. Para hacer eso, necesitaba mantener su cabeza trabajando. Para no relajarse. Como no bajó la guardia, pudo detectarlo.

Haruhiro se detuvo y levantó una mano. Mary también se detuvo inmediatamente.

Cerca de ahí, había un agujero que probablemente no tenía ni un metro de profundidad. Los dos se metieron dentro y se sentaron ahí.

Él lo había escuchado.

Era débil, pero era la voz de un nyaa. ¿Todavía estaban los nyaas de Forgan? No, probablemente no. Era el nyaa de Setora. ¿Eso fue una señal? ¿Estaba tratando de decirle algo a Haruhiro? ¿Qué?

“¡Oye!” Llamó una voz.

Eso, eh. El nyaa probablemente estaba tratando de decirle a Haruhiro que el dueño de esa voz se estaba acercando.

“¡Sé que estás ahí, Haruhiro! ¡Sal, pedazo de mierda!”

Mary se acurrucó cerca de él. Ella estaba temblando. Su respiración era repentinamente irregular.

Haruhiro asomó la cabeza por el agujero. ¿Eso era todo? Venía del este. Él podía ver siluetas. No muy lejos. Estaban oscurecidas por la niebla, pero no estaban a más de cincuenta metros de distancia.

No estaban solos. Cuatro… no, cinco personas.

No era bueno. Si iban a correr, tenían que hacerlo rápido. Esos tipos se acercaban cada vez más. Por cada vez que estaban más cerca, las probabilidades de escapar bajaban mucho.

Él había hecho la llamada incorrecta. ¿De qué serviría esconderse? Debieron haber corrido de inmediato. Él había fallado.

¿Debería jugar al señuelo para que Mary pudiera escapar sola? Mary no conocía el área, por lo que la abrumadora posibilidad era que ella se perdiera. La atraparían eventualmente. Tenían que huir juntos.

¿Por qué Haruhiro estaba vacilando así? Él lo sabía. Porque pensó que si se trataba de esto, probablemente no podrían escapar. Por lo menos, tomar el enfoque más obvio no funcionaría. A menos que sucediera algo, o hiciera que algo sucediera, no podrían escapar.

Para Haruhiro, eso significaba que tenía que hacer que algo sucediera. No tenía idea de qué, pero haría algo.

“Mary, cuando dé la señal, corre,” dijo con urgencia. “Conmigo.”

Mary respiró brevemente. “…Entiendo.”

Incluso si él le decía: “Vete sola,” Mary no estaría de acuerdo. De cualquier manera, se estaban pegando. No dejaría a Mary sola nunca más. De ninguna manera.

“¡Sal de ahí, maldita sea, Haruhiro!”

“Deja de gritar.” Haruhiro no solo levantó la cabeza, sino que salió del agujero.

Esto es lo peor, pensó, su corazón se hundió.

Junto con los otros miembros del grupo que incluía a Ranta, estaba el hombre de mediana edad de un solo brazo, y tuerto llamado Takasagi. Además, había dos orcos, y el hombre delgado de piel pálida y orejas largas que parecía ser un elfo.

Ranta, pensó Haruhiro. Maldita sea, Ranta.


Los orcos y el elfo podrían estar bien, pero ¿por qué, de todas las personas, tenía que traer a Takasagi? Ese viejo hombre era claramente un problema.

Takasagi mantuvo su pipa en su boca y se rascó la parte posterior del cuello con la mano izquierda. ¿Entre él y Haruhiro, quién tenía los ojos más soñolientos?

Cuando Takasagi se detuvo y señaló hacia la izquierda y la derecha con la barbilla, los dos orcos giraron a la derecha, y el elfo se dirigió hacia la izquierda.

“Oye, Parupirorin.” Ranta se acercó a él. “¿Dónde está Mary?”

“No lo sé.”

“Apuesto a que ella está aquí en alguna parte. Ocultándose.”

Haruhiro no respondió, agarrando la empuñadura de su estilete. ¿Lo hago? ¿Puedo pelear con él?

“Veo a través de ti.” Ranta bajó su visor y sacó a RIPer. “Cada pensamiento que tienes.”

“…¿Cómo?”

“Desde el principio, planeabas escabullirte y salvar a Mary, ¿verdad? Esperé y esperé, pero no lo hiciste, así que pensé que te habías asustado.”

“Yo—”

Maldición.

Sus manos se sentían débiles. No eran solo sus manos. Era en todas partes.

¿Está bien?

Ranta.

Hai to Gensou Volumen 8 Capítulo 14 Parte 4 Novela Ligera

 

¿Esto está realmente bien contigo…?

“Takasagi.” Ranta se inclinó un poco hacia adelante, preparando a RIPer. “Déjame ser yo quien lo mate. Debo demostrar mi lealtad. Estás bien con eso, ¿verdad?”

“Haz lo que quieras.” Takasagi se encogió de hombros. “Déjame decirte, sin embargo, no dudo particularmente de ti.”

“Mentiroso. Bueno, lo que sea. Te haré creer en mí lo suficientemente pronto.”

…Oh, pensó Haruhiro. Ya veo.

Eso es todo.

Haruhiro no solo sacó su estilete, sino también su cuchillo con guarda mano.

Ranta voló hacia él. Leap Out.

Entonces, desde fuera de su rango—

“¡Hatred!”

Haruhiro dio un paso adelante y diagonalmente hacia la derecha, esquivándolo por un pelo. Esquivando con espacio de sobra fue más allá de él. Fue un ataque cortante aterradoramente fuerte, lleno de vigor. Si no lo hubiera visto antes, podría haber sido golpeado. Pero él lo hizo.

Más que eso, había visto el Hatred de Ranta con sus propios ojos, cientos de veces, probablemente más de mil hasta ahora. Lo había estado viendo todo este tiempo.

Pero ahora es contra mi, ¿esto es malo?

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Dolía. Sentía que sus nervios estaban crudos y expuestos.

Ranta usó otro Leap Out, tratando de ponerse al lado de Haruhiro. Su especialidad era encadenar eso con un Slice.

No te dejaré, pensó Haruhiro. No me harás caer.

Haruhiro siguió moviéndose para mantener a Ranta directamente frente a él. Moverse como fuera posible, Ranta siempre estaba saltando con Leap Out. Estaba balanceando a RIPer. Él estaba apuñalándolo. Haruhiro no podía recuperar el aliento.

Él era rápido. O más bien, lo estaba cegando. Esto era difícil.

Haruhiro sabía todas las cartas en la mano de Ranta, por lo que aún podía manejarlas de alguna manera. Si no hubiera conocido a Ranta, ya hace tiempo que habría sufrido una herida o dos. Hasta que haya visto a través de él, sería una pelea difícil. Podría ser golpeado, incapaz de aguantar lo suficiente.

Tenía que ponerse serio, o estaría en problemas. No, hablaba en serio, y estaba usando todo lo que tenía que esquivar. Eso no era todo.

Si no tenía la intención de derrotar a Ranta, podría ser abatido. Tenía que adoptar un enfoque de “matar antes de que te maten.” Él no podía permanecer pasivo así. Si él iba a ir a la ofensiva, cuanto antes mejor. Mientras todavía estaba ileso.

“¡Nuwah!” Ranta usó Leap Out para tratar de llegar al lado izquierdo de Haruhiro.

Haruhiro avanzó diagonalmente hacia la izquierda.

Pasó junto a Ranta y se volvió.

Él llegó ahí.

Detrás de él.

Lo atraparía rápidamente con Backstab o Spider, y—

“¡Fallaste!” Ranta brilló y desapareció.

No, él estaba usando un estilo de movimiento particular, uno que hacía que su oponente, es decir Haruhiro, alucinara.

Izquierda. Desde la izquierda.

Él venía.

Inmediatamente, Haruhiro detuvo a RIPer de Ranta con su estilete. Estaba seguro de que lo rechazarían con Reject. Antes de eso, Haruhiro saltó hacia atrás para poner distancia entre ellos.

Sin perder el ritmo, Ranta se acercó. Como lo esperaba. Si lo evitaba más, Haruhiro primero se quedaría sin aliento. Él usaría Swat.

SwatSwatSwatSwatSwatSwatSwatSwatSwat.

¡Maldición!

Ranta.

Cada uno de sus ataques es más pesado de lo que pensaba.

“¡Débil! ¡Débil! ¡Débil! ¡Débil, débil! ¡¿Qué sucede?! ¡¿Por qué eres tan débil, eh?!”

Ugh. Cállate. Eres molesto. Eres solo Ranta. Maldita sea, estúpido Ranta.

Era compatibilidad. Sabía que su personalidad no coincidía con la de Ranta, pero era igual de incompatible como alguien para pelear. Ranta era del tipo que luchaba con agilidad, variación, y la cantidad de movimientos que tenía disponibles. Al igual que Haruhiro conocía a Ranta, Ranta también conocía a Haruhiro, por lo que era casi imposible estar detrás de él en una pelea uno contra uno. Si no podía sorprenderlo, no podía torcer las articulaciones hacia atrás y no podía moverse más rápido que él, ¿cómo se suponía que debía ganar exactamente?

¿Tal vez no puedo ganar…?

¿Perder, contra Ranta?

Haruhiro era un ladrón. Los ladrones, a diferencia de los caballeros oscuros, no eran especialistas en combate. Para empezar, no eran adecuados para peleas directas. Incluso su equipo era ligero y delgado. Por eso estaba yendo de esta manera. Haruhiro no era de ninguna manera inferior a Ranta. No, no importaba quién fuera mejor o peor. Sin embargo, antes de preocuparse de que odiara perder ante Ranta, o de cómo no quería perder, existía el problema más práctico de que si perdía, todo habría terminado.

Él tenía que ganar. Tenía que arriesgarlo todo. Como cuando derrotó al orco en la Montaña del Dragón de Fuego. Él tenía que aceptar eso. Si el poder de Ranta era de diez, Haruhiro tenía siete, tal vez ocho en el mejor de los casos. No era tan malo como con el orco en la Montaña del Dragón de Fuego, pero Ranta era más fuerte que Haruhiro. Aun así, había cosas que él podía hacer. Él también podría terminar maltratado y azul, pero…

Esto está bien, ¿verdad? Haruhiro pensó. Ranta, ¿estás bien con esto? Ya sabes, ¿verdad? No puedo contenerme, ¿de acuerdo?

Cómo Haruhiro había derrotado al orco en la Montaña del Dragón de Fuego era algo que Ranta no había visto. Eso significaba que no había visto a Haruhiro dando absolutamente todo lo que tenía. Ranta no podría lidiar con eso.

Swat.

Swat.

Swat.

Swat.

Con cada vez que usaba Swat, sus sentidos se agudizaban.

Ranta dio un gran golpe con RIPer. Fue deliberado.

Haruhiro no buscaría ese señuelo. Aún no. Todavía no era hora. Haruhiro acaba de usar Swat.

“¡Jé!” Ranta se rió y usó un ligero Exhaust. Dio un salto hacia atrás para poner distancia entre ellos. “Hombre, ¿qué estás tratando de hacer? Bien. Ven aquí. No funcionará en mí. ¡Voy a demostrar aquí mismo que, al final, no puedes vencerme!”

“Lo que sea. Sólo ven a mí, Ranta.”

“¡No tienes que decirme!”

Ranta se abalanzó sobre él con Leap Out. Esa postura era para Anger. Él encadenaba de ese ataque un combo. Haruhiro no lo dejó.

Assault.

Sobrepasando sus límites, Haruhiro avanzó con una velocidad que traicionó las expectativas de Ranta.

La punta de la espada RIPer rozó la mejilla izquierda de Haruhiro. Usando su cuchillo con guarda mano, Haruhiro usó Slap en la mano izquierda de Ranta.

Golpeó con la empuñadura de su estilete en la frente con casco de Ranta, barriendo su pierna izquierda debajo de él con una zancadilla.

Ranta cayó de espaldas. En ese momento, Haruhiro ya estaba detrás de Ranta. Él no estaba pensando con su cabeza. Incluso si no pensara, su cuerpo se movería por sí mismo.

Apuñaló su estilete en el hombro derecho de Ranta.

“¡Agh!” Ranta gimió y dejó caer a RIPer.

Mientras sacaba su estilete, Haruhiro envolvió su brazo izquierdo alrededor del cuello de Ranta. Incluso con la visera baja, el casco tenía agujeros para que él pudiera ver. Si él ponía el estilete a través de ahí—

Si él ponía el estilete a través de ahí—

Si él hacía eso—

“¡Haru!” Gritó una voz.

Haruhiro retiró su estilete.

“¡No…!”

Mary. Ella estaba parada y gritando.

“¡Haruhiro!” Ranta se liberó del brazo izquierdo de Haruhiro. “Tú—”

“Ur…” Uno de los orcos se desplomó, sosteniendo su rostro.

Fue una flecha.

La cara del orco había tomado una flecha, probablemente en el ojo.

“¡¿Eh?!” Takasagi sacó su katana, golpeando algo en el aire.

Ese algo era una flecha. Alguien estaba disparando flechas desde algún lugar.

Haruhiro se apresuró. Sea quien sea, sea cual sea su objetivo, no importaba. Por ahora, algo había sucedido. Gracias a eso, una oportunidad de una en mil se había cruzado en su camino.

Mary ya estaba corriendo también.

Haruhiro pronto la alcanzó.

“¡Maldicioooón! ¡Haruhiroooo! ¡Maryyyyy!” Los gritos de Ranta se volvieron más distantes cada segundo.

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¿Qué hay de los demás? ¿Los estaban persiguiendo? Incluso si lo hicieran, Haruhiro los perdería.

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Haruhiro corrió, solo continuaba sintiendo la presencia de Mary a su lado. Su cuerpo se sentía pesado debido a la sensación de letargo que era un efecto secundario de Assault. ¿Qué era, una pequeña pesadez? No lo mataría.

Lo siguiente que supo, la niebla se hizo más espesa. A pesar de que no podía ver el sol, y había perdido todo sentido de la orientación, Haruhiro no se detuvo. Norte. Sabía que se debería estar dirigiendo toscamente al norte.

Probablemente no tenían perseguidores. Al menos, no creía que hubiera nadie cerca.

“Me la debes, chico.” Sorprendentemente, había una voz. Haruhiro no había podido contar con sus propias habilidades de detección. Aunque parte de eso era que se había enfrentado a un oponente difícil.

Haruhiro se detuvo y miró alrededor del área. “…¿Kuro-san?”

Un árbol a la izquierda tembló, y hubo un crujido de hojas. Cuando levantó la vista, Kuro estaba sentado en una rama.

“Moyugi me dijo que lo hiciera, ¿entiendes? Dijo que fuera a ayudarte. Siéntete libre de estar agradecido, ¿de acuerdo?”

“Bueno, por supuesto que estoy agradecido,” dijo Haruhiro. “Antes, ¿eras tú, Kuro-san?”

“…¿Quién es?” Mary se cuadró contra él mientras sus hombros se elevaban con cada respiración.

“Ohh, él está en los Day Breakers… Básicamente, eso lo convierte en nuestro aliado, o nuestro camarada, podrías decir.”

“Soy el tipo que salvó tu vida, ¿sí? Si quieres hacerlo simple.”

“Yo… supongo que lo eres,” suspiró Haruhiro, sacudiendo su cabeza de inmediato.

Esto no era bueno. Él sintió que iba a relajarse. Era demasiado pronto para dejar salir la tensión ahora.

“…¿Cómo están Rock y los demás?”

“No lo sé. Bueno, estoy seguro de que están bien. Todo fue según el plan de Moyugi, como siempre.” Kuro puso una mano sobre la rama, se colgó y se dejó caer al suelo con un “Oof”. Luego bostezó y se desperezó. “Muy bien. Bueno, hasta luego, chico.”

“…¿Eh? ¿A dónde vas?”

“He trabajado un poco demasiado hoy. Voy a ir a dormir un poco a alguna parte. Estoy cansado, después de todo. Ah, si. Ustedes estaban planeando encontrarse en esa cueva, ¿verdad?” Kuro señaló hacia adelante y hacia la derecha. “Es así de lejos. Tal vez a seis kilómetros de aquí. Bueno, ahí lo tienes, adiós.”

“…Bueno.”

Kuro los saludó con la mano, luego desapareció en la niebla. Podrían haber podido detenerlo y preguntar por direcciones, pero Haruhiro no tenía ganas. Él no solo no tenía ganas; no tenía ganas de nada.

Sus manos temblaban un poco. Sus pies no se movían.

¿Por qué estaba parado aturdido? Bueno, no, no estaba aturdido.

¿Y qué?

“Haru, ¿estás bien?”

Sintió la mano de Mary sobre su espalda.

Haruhiro asintió. Darle ese asentimiento fue lo mejor que pudo hacer.

¿Haruhiro habría matado a Ranta si Mary no lo hubiera detenido? Al final, es posible que no haya sido capaz de hacerlo. O podría haberlo hecho.

¿Ranta había tenido la intención de matar a Haruhiro?

Tenía ganas, pero podría haber estado planeando mostrar misericordia al final.

De cualquier manera, Haruhiro había herido a Ranta con su estilete. Eso no había sido un rasguño. Había sido una herida bastante profunda. Si no se trata adecuadamente, era completamente posible que se convirtiera en algo realmente malo. Fue una herida seria. Eso no fue algo que le das a un camarada.

Haruhiro quería ponerse en cuclillas. Si lo hacía, seguramente Mary lo animaría. Ella lo consolaría. Incluso podría abrazarlo. Haruhiro quería esas cosas. Para ser honesto, las quería mucho. Pero no podía hacerlo.

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No quería complacerse de la bondad de Mary. No era apropiado que Haruhiro hiciera eso. Él no tenía el derecho.

Obviamente, no podía perdonar a Ranta. No importa lo que le haya pasado a Ranta, se lo merecía. Aun así, al menos por el momento, no estaba listo para perdonar lo que había hecho con sus propias manos, y no estaba dispuesto a perdonarse a sí mismo.

Él no quería aceptarlo. Que Ranta ya no era su camarada.

-FIN DEL VOLUMEN 08-

Hai to Gensou Volumen 8 Capítulo 14 Parte 4 Novela Ligera

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