86 [Eighty Six]

Volumen 6: Lo Más Oscuro Antes Del Amanecer

Capítulo 3: Dispara A La Luna

Parte 4

Se habían derrumbado, sí, pero seguían siendo lo suficientemente altos como para que uno tuviera que mirar hacia arriba para verlos. Había mucho espacio abierto y lugares para cubrirse, y la zona era lo suficientemente amplia y alta como para maniobrar mientras se saltaba. Un campo de batalla perfecto para los Juggernauts.

Pero al notar la distribución del calor, Shin entrecerró los ojos. Por todo este espacio subterráneo, parecido a un templo, salían torretas de aire caliente invisible como si fueran géiseres. Probablemente había una grieta en algún lugar cercano que conectaba con alguna fuente de calor más subterránea. Estas paredes invisibles de calor humeante se extendían por este amplio espacio como una especie de elaborado laberinto.

“… Tocar uno de esos probablemente sobrecalentará nuestros equipos y nos impedirá movernos.” Dijo Theo.

“Pelear aquí va a ser un dolor de cabeza. Salgamos de este lugar.”

“Me encantaría hacerlo, pero…”

Una unidad enemiga se levantó lentamente de detrás de uno de los pilares derrumbados. Shin percibió su presencia con su habilidad antes de que apareciera. Tenía una voz familiar. Tal vez no había tenido tiempo para reparaciones, porque le faltaban dos de sus ametralladoras y una de sus patas. Las mismas que Shin había destruido la última vez que lucharon… cuando había sido derrotado en la batalla.

Era el Dinosauria que se superó a los escuadrones Spearhead y Brísingamen. El Pastor que era presumiblemente un Ochenta y Seis.

“Nos han tendido una emboscada.”

A esa distancia, su aullido de batalla retumbó en los oídos de Shin como un trueno.

Shin entrecerró los ojos al escuchar esa voz. Le resultaba familiar. Ya recordaba a quién pertenecía probablemente esa voz. Era un recuerdo mucho más claro y accesible que los de su ciudad natal y su familia, que se habían hundido en la oscuridad de sus recuerdos.

Pensó en su primer año tras ser reclutado para el frente del Sector Ochenta y Seis. Recordó la voz de un chico que conocía de aquella época, cuando la mayoría de los Procesadores perdieron la vida.

Ya es hora de que pienses en un Nombre Personal, ¿no?

¿Qué tal Báleygr? Es el seudónimo de un dios. Después de todo, tienes unos bonitos ojos rojos.

Lo dijo y sonrió… y luego murió en la siguiente batalla.

“Capitán…”

El nombre que susurró Shin era el de un camarada que ni siquiera Raiden reconoció.

Tal y como Shin sospechaba al principio, a pesar de lo amplia que era esta zona de pilares, los muros de aire invisible vomitados por los géiseres inhibían la movilidad de los Juggernauts. Su libertad de movimiento era mucho más restringida de lo que parecía sugerir la amplia zona mostrada en sus pantallas ópticas.

Las paredes de aire caliente, colocadas al azar y que se entrecruzan, no les permitían moverse fácilmente alrededor del enemigo e impedían su capacidad de esquivar sobre la marcha. Sus torretas de 88mm eran débiles en comparación con las del enemigo, por lo que tenían que moverse alrededor del Dinosauria y apuntar a sus secciones trasera o superior, donde su blindaje era más delgado.

Pero les costó asumir las posiciones ideales para los ataques enlazados. Los Juggernauts que no pudieron saltar a tiempo debido a los muros de calor que se interponían en su camino, vieron su blindaje destrozado por el fuego de 76mm del armamento secundario del Dinosauria.

Los Alkonosts que no detectaron correctamente el lugar de donde salía el aire caliente perdieron la capacidad de movimiento y fueron regados con fuego de ametralladora.

El Dinosauria, en cambio, se movía ignorando los muros de calor. Su gruesa armadura aislaba sus mecanismos internos, lo que le permitía pasar libremente por encima de los géiseres y desplazarse mientras se encogía de hombros ante el aire ardiente.

Es probable que recibiera algún daño por el calor, pero no lo suficiente como para inhibir su movimiento.

Su poderosa torreta de 155mm significaba que, para empezar, no necesitaba el tipo de movilidad que tenía el Juggernaut. Incluso si el calor fuera demasiado para él, sólo necesitaría detenerse un rato para refrescarse.

Los proyectiles que disparó apenas se vieron afectados por el calor. Sus proyectiles APFSDS se elevaron en el aire, atravesando la bruma de calor. Shin evitó su disparo y chasqueó la lengua con fastidio. Era voluminoso. Probablemente utilizaba los muros de calor para protegerse, sabiendo perfectamente que no podían atravesarlos. Les había tendido una emboscada intencionada con ese propósito.

Había atraído al enemigo a un campo de batalla en el que tendría más dificultades, se escondió detrás de la cobertura y utilizó el terreno para ganar la ventaja. Utilizó el estilo de lucha de los Ochenta y Seis… El estilo de lucha de Shin.

No podemos perder el tiempo aquí…

Tal vez los otros podían sentir su impaciencia, porque podía sentir que Raiden le lanzaba una mirada de reojo.

“Será mejor que no estés pensando en hacer una maniobra como la última vez.”

Luchar como antes, como si echara su vida por la borda, era algo que ya no estaba dispuesto a hacer.

“Lo sé.”

***

Se movió a través de la blanca oscuridad, escondiéndose en la nieve. Había predicho que la fuerza de avance estaría aquí y estaba enterrado en este escondite. Su objetivo era entrar, cortar la vía de escape del enemigo y aplastarlo.

<<Reactivando. Comprobación del sistema.>>

<<Recibiendo la transmisión de datos de la misión desde el enlace de datos táctico.>>

<<Misión reconocida. Impedir la ruta de escape del enemigo. Punto de ataque confirmado. Comenzando el movim…>>

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<<Confirmando el objetivo.>>

<<Confirmar el objetivo inicial en el momento del despliegue.>>

<<Objetivo inicial: establecer la supremacía sobre todos los elementos contrarios.>>

<<En concreto, lograr una evolución que permita la victoria sobre todos los elementos contrarios.>>

<<Como tal, esta unidad no debe ser derrotada.>>

<<Como tal…>>

<<… todas las unidades enemigas supervivientes deben ser eliminadas.>>

<<La eliminación de las unidades enemigas supervivientes se reconoce como objetivo prioritario para la consecución del objetivo inicial.>>

<<Restablecimiento de la misión.>>

<<Objetivo de eliminación de alta prioridad: Báleygr.>>

***

Los ojos de Shin se entrecerraron cuando el sonido de un grito atravesó de repente su conciencia. Era el aullido indescifrable de una máquina, un grito artificial que no formaba palabras. Después de luchar contra tal cosa dos veces, ya se había familiarizado con su voz.

“… Es el Phönix, ¿no?”

“Sí… finalmente se mostró.”

A juzgar por el hecho de que la voz apareció de repente a pesar de que Shin no la había oído antes, probablemente había estado en algún tipo de modo de sueño.

Su voz no provenía de la Montaña del Colmillo del Dragón, sino de la retaguardia… de la ruta de invasión. Esta operación de avance era una incursión en territorio enemigo. Acechar con una emboscada, o quizás intentar aislar al enemigo cortando su retirada, era una táctica establecida.

Lena y los oficiales del Estado Mayor, junto con el cuartel general del segundo frente del Reino Unido, habían considerado la posibilidad de que el Phönix se uniera a esta batalla. Dado el hecho de que su armamento era poco adecuado para luchar contra múltiples enemigos en campo abierto, si el Phönix iba a ser enviado a la batalla, sería dentro de la base de la Montaña del Colmillo del Dragón.

Y si no era enviado allí, atacaría la ruta de invasión, que se duplicaba como su camino de retirada. Parecía que esta última suposición era la correcta. Estaba lo suficientemente lejos como para que el 2º Cuerpo Blindado, que custodiaba su ruta de escape, se preparara para interceptarlo.

Pero justo cuando Shin se preparaba para advertir a las demás unidades sobre el punto en el que había aparecido el Phönix, cayó en la cuenta.

No. Eso está mal.

El Phönix no se dirigía hacia ninguna unidad que protegiera su camino de escape. Iba hacia el norte. Hacia…

“¡Lena, ten cuidado! ¡El Phönix se dirige al centro de mando!”

Al recibir su advertencia, Lena no se sorprendió, sino que se sintió intimidada.

“… ¿El Phönix se dirige aquí, a este centro de mando? ¿Por qué…?”

No tenía sentido. Tanto en términos de estrategia como de táctica, no tenía sentido. En este momento, la Legión se dedicaba a defender la base de la Montaña del Colmillo del Dragón y debería haberse centrado en repeler la fuerza de invasión.

No había necesidad de que atacaran la formación de reserva del Reino Unido, por no hablar de este centro de mando. Tal acto no ayudaría a cambiar las mareas de la batalla dentro de los territorios.

El hecho de que atacaran la Base de la Ciudadela Revich la última vez era peculiar, pero esto era aún más extraño. En aquel entonces, la Legión aún trabajaba en tándem con dos unidades blindadas, y el exitoso ataque dejó al Grupo de Ataque aislado en territorio enemigo sin ningún lugar al que huir.

Y como el combate tuvo lugar dentro de los estrechos confines de la base, donde había mucha cobertura, el Phönix pudo exhibir sus capacidades al máximo.

Pero esta vez era diferente. Si este centro de mando caía, el Grupo de Ataque podía simplemente reagruparse en alguna otra base. Y además, el Phönix estaba operando por su cuenta, sin ningún tipo de apoyo, en lo que probablemente era el peor terreno posible para una unidad especializada en el combate cuerpo a cuerpo: una llanura abierta.

¿Entonces por qué…? No. Ahora mismo, tenemos que centrarnos en interceptarlo. “¡Shiden!”

“¡Muy bien!”

La armadura negra de Cyclops apareció contra la nieve como una enorme sombra. La mancha enemiga no había aparecido en el radar de Cyclops, pero Shiden tenía demasiada experiencia como para no ser capaz de predecir de dónde vendría un enemigo una vez que hubiera recibido información.

Con su conocimiento de la topografía de la zona, la distribución de sus fuerzas y el armamento del enemigo, podía predecir cómo se movería la Legión. La Legión no actuaba de acuerdo con la lógica humana, por supuesto, pero seguían siendo armas polipedales que viajaban por tierra.

Había limitaciones en el terreno que podían recorrer.

Formando una zona de muerte sobre la ruta que predijo, Cyclops esperó con el resto del escuadrón Brísingamen a que su presa entrara en la trampa.

“Todas las unidades están en posición, ¿verdad? Mantengan la vista fija y permanezcan en espera.”

Las comandantes del escuadrón, todas mujeres, respondieron a sus órdenes. El escuadrón Brísingamen era el único del Grupo de Ataque cuyos comandantes eran todas mujeres.

Las mujeres soldado tenían una baja tasa de supervivencia en el Sector Ochenta y Seis, ya que su físico era más pequeño y su resistencia más baja. Y éstas eran cinco mujeres que habían sobrevivido a pesar de ello. Incluso con complexiones más pequeñas que las de los chicos, no eran en absoluto inferiores a ellos en cuanto a habilidades y experiencia.

Una mancha enemiga apareció durante un segundo en la pantalla del radar de Cyclops y luego desapareció. Probablemente había desplegado su camuflaje óptico. Su forma seguía siendo invisible. Sin embargo…

Una parte de la cortina de nieve se movió de forma poco natural, informando a Shiden de que algo se acercaba a ella, oculto por el viento. Su radar también le indicó que una masa se dirigía hacia ella. El enlace de datos compartió esta información con las demás unidades casi instantáneamente.

“¡Fuego!”

Una andanada de proyectiles de 88mm. atravesó la zona de exterminio, desde el suelo y hasta la mayor altura registrada que los Phönix habían saltado durante la última batalla, formando una red ineludible. Uno de los proyectiles dobló y desgarró una parte del paisaje nevado.

El Eintagsfliege se dispersó en fragmentos de plata, revelando la forma de una bestia de acero. Estaba revestida de una armadura con forma de cuchillos o alas y clavaba sus ágiles extremidades en la nieve. El escuadrón ya estaba familiarizado con esta forma.

La sombra metálica se tambaleó, tal vez sin esperar recibir un golpe tan fácilmente. Retrocedió a trompicones y giró su cuerpo con la esperanza de escapar, pero una segunda y tercera descarga detuvieron su lenta lucha. Los proyectiles disparados estallaron a su alrededor, desgarrando el camuflaje óptico que recubría su cuerpo.

Puede que sea un nuevo tipo de Legión, y puede que sea un oponente feroz, pero el escuadrón se enfrentaba a él por segunda vez. Sabían cómo combatirlo, incluso sin instrucciones explícitas. Y con su camuflaje eliminado, no era tan amenazante cuando se trataba de una batalla de uno contra muchos.

El Phönix intentó alejarse de un salto, pero un proyectil HEAT acabó por alcanzarlo. El proyectil del tanque se desplazó a más de mil metros por segundo y, a esa distancia, impactó en el objetivo casi en cuanto fue disparado. Fue sólo durante una fracción de segundo, a una velocidad que superaba lo que la visión cinética de un humano podía percibir, pero el proyectil se estrelló contra la sombra plateada, y la mecha se activó y estalló.

Entonces los Phönix se dispersaron en pedazos. Con demasiada rapidez y facilidad.

“Reacción del radar… perdida. La destrucción del Phönix está confirmada… Increíble trabajo, Shiden.”

Lena soltó un suspiro de alivio, de pie en el centro de mando, a gran distancia de la zona de exterminio. Shiden, en cambio, no estaba convencido. Fue demasiado rápido… demasiado fácil. Su intuición, fomentada durante años de supervivencia en el Sector Ochenta y Seis, le decía que algo iba mal.

Esto es raro. Sí, probablemente es…

Fue entonces cuando oyó a Shin contener la respiración, justo cuando se le pusieron los pelos de punta al darse cuenta.

“¡Todas las unidades, manténganse alerta! ¡Aún no está muerto!”

“¡…!”

Lo que la impulsó a alejar a Cyclops de su posición fue su intuición de combate y nada más. Sus agudos instintos de guerrera percibieron algo que sus cinco sentidos no podían; fue un reflejo que se movió más rápido que sus pensamientos en reacción a lo que sólo podía describirse como una palpable sed de sangre.

Ante sus ojos, apareció una unidad negra que blandía su espada de cadena de alta frecuencia.

La armadura de Cyclops apenas fue rozada, pero el metal emitió un chirrido ensordecedor.

“¡El Phönix…!”

El sensor óptico azul la miró burlonamente. Y luego desapareció. Su camuflaje óptico se agitó junto con la nieve y lo volvió a cubrir. Pero eso no fue todo.

“¡Shana! ¡Está frente a ti! Dispara en… ¡¿Eh?!”

Estaba a punto de ordenar a sus subordinados que disparasen hacia donde preveía que se movería, pero enseguida se dio cuenta de que estaba equivocada. La forma plateada del Phönix apareció inusualmente lejos de ella. Tan lejos, de hecho, que debería haber sido imposible que llegara hasta allí en tan poco tiempo.

Shana tragó saliva con ansiedad, giró a Melusine para que se enfrentara a él y disparó. El Phönix recibió un impacto directo y se dispersó, pero una vez más, el radar de Shiden captó un objeto en movimiento desde otra dirección. Una unidad consorte movió su torreta para dispararle, pero fue cortada desde arriba por una hoja de cadena antes de que pudiera hacerlo.

¿Qué demonios…?

“¡¿Qué es esto…?!”

Esta increíble visión llegó a Lena y a los demás en el centro de mando.

“¿Qué clase de engaño es éste…?” Frederica se maravilló.

“Mira esa velocidad. ¿No es más rápido que la última vez? O qué, ¿ahora hay más de uno? Pero si ese es el caso, ¿cómo están engañando la habilidad de Shin cuando está tratando activamente de rastrear al Phönix…?” Se preguntó Lena en voz alta.

Fue entonces cuando habló Grethe, y Lena pudo sentir que se inclinaba hacia delante a través de la Resonancia.

“¡Es un maniquí! El que está atacando es el verdadero Phönix, y todo lo demás es sólo su exterior… ¡Un maniquí hecho sólo con su armadura líquida!”

Junto con ese informe, recibieron una transmisión por cable de imágenes de la formación de artillería, donde estaba Grethe. Seguramente habían comprobado las imágenes ópticas del escuadrón Brísingamen. Lena abrió una imagen fija del Phönix, tomada durante esta batalla, en una de sus subventanas.

“Revise estas imágenes, Coronel. Lo que fue alcanzado por el bombardeo era sólo la armadura líquida. El que realmente los atacó fue el verdadero Phönix…”

Los ojos de Lena se abrieron de par en par al darse cuenta. Este era negro. El color original de la armadura del Phönix. No llevaba su armadura líquida.

“El Phönix está haciendo que parezca que se mueve rápidamente cambiando constantemente su camuflaje óptico entre él y el maniquí. Si puede hacer que la armadura líquida sea lo suficientemente dura para bloquear los impactos, probablemente pueda mover la propia estructura por sí misma. Y si sólo trata de fingir la reacción de una masa en movimiento, no importa realmente lo grande que sea. De hecho, cuanto más pequeño sea, menos probable es que sea alcanzado por uno de nuestros disparos.”

“Probablemente lo esté controlando a distancia. Si está usando ondas de radio, tal vez podamos interrumpirlas…”

“¿Quién sabe? Desde el principio la armadura líquida ha tenido propiedades transformadoras, así que tal vez sólo esté haciendo un uso creativo de ella.”

“………”

Lena se mordió el labio. El hecho de que supieran tanto no significaba que supieran cómo posicionarse para manejar al Phönix. Entre sus reacciones y la forma en que alternaba entre revelarse y ocultarse, podía parecer que estaba en dos lugares a la vez. Atraía su atención y luego se dispersaba, confundiéndolos entre sus propias reacciones y las del maniquí, lo que hacía difícil predecir dónde aparecería después.

Al enterarse de la situación, Anju y Kurena se dirigieron al centro de mando. Snow Witch de Anju tenía capacidades de supresión de superficie que le permitirían silenciar al maniquí de inmediato, pero estaban con la formación de artillería situada en la ladera opuesta. Puede que no llegasen a tiempo.

Si conocieran su objetivo, podrían utilizarlo para acotar las acciones que podría realizar, pero…

Justo cuando Lena se mordió el labio con amargura, llegó a una conclusión.

Correcto, su objetivo.

¿Por qué atacó el Phönix este centro de mando para empezar? Sus acciones no tenían sentido a nivel táctico. El hecho de que, incluso ahora, ninguna otra Legión apareciera para ayudarlo casi parecía demostrarlo.

¿Podría ser…?

“¿Está… en un momento de furia…?”

Recordó cómo Rei, cuya estructura cerebral había quedado atrapada dentro de un Pastor, luchó contra Shin uno a uno. Si su único objetivo fuera simplemente matar a Shin, habría luchado contra él con el apoyo de otra Legión. Pero Rei ignoró la opción más sensata desde el punto de vista táctico y optó por enfrentarse a Shin en solitario.

Los Pastores que aún conservaban las estructuras cerebrales que tenían de cuando estaban vivos parecían mostrar este tipo de comportamiento en ocasiones.

Les perseguían sus persistentes obsesiones hasta el punto de ignorar la lógica o la razón. Se supone que el Phönix fue creado como una inteligencia mecánica pura, ya que la Legión aborrecía esta tendencia, pero las máquinas tampoco eran infalibles.

La Legión aprendió el armamento y las tácticas humanas y se adaptó en consecuencia.

Pero si los datos que obtuvieron eran erróneos, la “conclusión lógica” que sacarían de esos datos también lo sería. Así que si los Phönix hubieran hecho algo similar y los hubieran estudiado de forma incorrecta…

“Su objetivo es…”

En todas las batallas que habían tenido con el Phönix hasta ahora, siempre se había fijado en Shin. Probablemente porque se le había ordenado capturarlo o eliminarlo.

“¡Así que por eso se dirige al centro de mando…!”

Al parecer, la Legión era consciente hasta cierto punto de la habilidad de Shin y lo marcó como objetivo prioritario para su captura o eliminación. Y la Legión también sabía que el bando humano era consciente de su fijación en Shin, ya que lo utilizaron como cebo durante la última batalla.

Así que con eso en mente, unido a lo valiosa que era la habilidad de Shin, era lógico que éste fuera colocado, en primer lugar, en el centro de mando, donde su habilidad se aprovecharía al máximo sin exponerlo al peligro del fuego enemigo o de la Legión. Desde un punto de vista puramente racional, la probabilidad de que Shin estuviera en el centro de mando parecía alta.

Y por eso el Phönix estaba atacando el centro de mando, a pesar de su falta de importancia estratégica. Y si eso era cierto, el Phönix realmente no estaba trabajando de acuerdo con las órdenes de la Legión.

Shin se encontraba en la Montaña del Colmillo del Dragón, y los enemigos de la base probablemente sabían que estaba allí. Pero por alguna razón, esta información no había sido transmitida a los Phönix. Probablemente porque no estaba relacionada con el objetivo inicial de los Phönix.

En cuyo caso, si no sabía que Shin no estaba realmente aquí… Si no sabía dónde estaba realmente Shin…

“Coronel Wenzel. Tome el mando por mí si ocurre algo.”

“¿Coronel? ¿Qué quiere decir con…? ¡No!”

“Todo el personal de control, por favor evacúe… Escuadrón Brísingamen, hay múltiples señales enemigas, pero sólo el verdadero Phönix es capaz de atacar. En cuyo caso, si acotamos sus objetivos, deberíamos ser capaces de predecir su trayectoria. Y si sabemos de dónde viene, podemos contraatacar.”

A diferencia de lo que ocurre en condiciones normales, mantuvo la radio encendida. La

Legión no entendía el habla humana, pero si detectaba un lugar transmitiendo ondas de radio, supondría que correspondía a un cuartel general de algún tipo. Y un activo militar valioso y bien protegido se mantendría en un lugar fuertemente protegido como un cuartel general, para economizar en instalaciones defensivas.

Lena respiró profundamente. Y luego habló con voz fuerte y digna por el micrófono. Su canal estaba ajustado a todos los anchos de banda, en un intento de atraer a esa bestia lejana. “¡Cuartel General de Vanadis a todas las unidades!”

Y efectivamente, un algo invisible que se escondía en la nieve salió disparado con furia.

Al oír la voz de Lena a través de la Resonancia y percibir que el Phönix se había movido en respuesta a ella, Shin se quedó helado.

“¡¿Qué demonios cree que está haciendo, Su Majestad?!”

“Lena, ¡¿qué demonios?!”

Las exclamaciones de Shiden y Theo le parecieron a Shin terriblemente distantes. Sus pensamientos se precipitaban a una velocidad que rozaba el pánico.

¿Qué está haciendo…? ¡Es una locura…!

¿Se utilizó a sí misma como cebo y luego dejó que el enemigo lo supiera? Pero como le había pedido a Grethe que la sustituyera si ocurría lo peor, significaba que estaba perfectamente preparada para ese escenario.

Shin oyó que algo crujía. Eran sus dientes rechinando unos contra otros.

Lo hizo en la base de la ciudadela y ahora también aquí… ¡¿Por qué siempre se empeña en arriesgar su vida de forma tan temeraria?!