A Monster Who Levels Up

Capítulo 149: Un Héroe, Un Orco y Un Humano (Parte 4)

 

 

Aunque el cuerpo del Cacique Orco era mucho más pequeño que el de un Ogro, su destreza en la batalla era, simplemente, abrumadora.

Siempre que su maza entraba en contacto con la carne de los ogros, sus miembros y partes del cuerpo se despedazaban. Cuando la maza golpeó el suelo, se formó un cráter profundo. E incluso cuando se balanceaba en el aire vacío, la maza creaba poderosas ondas de choque que bailaban como olas rompientes.

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Dado que la fuerza de combate más poderosa del ejército de Ogros, el Jefe Ogro, estaba atado por Kim Yu-Rin que estaba encima de Cornlak, la situación general de la batalla favorecía enormemente a los Orcos. En este momento, 51 Orcos estaban ocupados golpeando a una veintena de Ogros y, lo que es más importante, estos Orcos tampoco eran simplemente Monstruos ordinarios.

‘Está yendo bien.’ (Sae-Jin)

Desde casi todas partes, resonaban sin cesar grotescos sonidos de mazas golpeando carne y de dicha carne siendo arrancada. Y a medida que avanzaba el tiempo, los sonidos de cosas gigantes que se estrellaban contra el suelo sacudían el mundo de forma intermitente. Eran los innumerables ogros que caían mientras arrasaban los árboles del bosque.

A medida que caían más y más Ogros, 51 Orcos se embriagaban cada vez más por el dulce sabor de la victoria y se movían aún más enérgicamente.

30 minutos después.

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Solo necesitaron 30 minutos para matar a todos los demás Ogros, excepto al Jefe. Para matar a 20 Ogros, solo 19 Orcos perdieron la vida en el proceso.

Sólo entonces, Kim Yu-Rin dejó de dar vueltas alrededor del Jefe Ogro para enfurecerlo, y se bajó de la espalda de Cornlak.

¡¡Khoong, khoong, khoong, khoong!!

Delante, el Ogro Jefe se abalanzaba hacia su dirección mientras su parte superior soplaba furia hirviente, y detrás de ella, los Orcos cubiertos de sangre de Ogro se preparaban para el enfrentamiento final.

“Todos, por favor bloqueen al Jefe Ogro.” (Kim Yu-Rin)

La batalla inicial había terminado hace solo un segundo, sin embargo, con una sola palabra de ella, los Orcos se precipitaron locamente hacia el Jefe Ogro. Y mientras retrasaban al Jefe, ella preparó su Gungnir. La hoja de color blanco puro brilló con una luz dorada brillante mientras se transformaba en forma de lanza.

El ‘propósito’ de este ataque era simple.

‘Un minuto de inconsciencia.’

Normalmente, un minuto era muy poco tiempo, pero era una historia diferente durante una batalla. Nadie se atrevería a asignar un valor a un minuto de tiempo durante una batalla intensa como esta.

“¡¡¡…!!!”

Sin embargo, inesperadamente, el Maná contenido dentro de todo su cuerpo fue succionada por su arma. Esto significaba que no era posible llevar a cabo su ‘propósito’, por lo que Kim Yu-Rin no tuvo más remedio que retirar su Maná de Gungnir.

‘¿Pero por qué?’

El Maná, que no pudo retirarse a tiempo, dejó su cuerpo para siempre, y su reserva restante era solo del 50%. Ella no hizo nada, pero terminó perdiendo la mitad de su fuerza de combate, en otras palabras. Obviamente, ella no podía comprender esta situación. Su Rasgo le permitió poner a dormir a un Leviatán convocado durante cinco minutos, pero ¿por qué no podía hacer lo mismo con un Ogro…?

“¡¡Kkheuaack!!”

Los gritos de los Guerreros Orcos flotaron en los oídos estupefactos de Kim Yu-Rin.

Mientras ella permanecía aturdida, el tiempo avanzaba y los orcos eran asesinados.

‘¡Si ya no tengo dientes, usaré mis encías!’

Justo cuando se resolvió y apretó los dientes…

Detrás del Ogro gigante, una linda forma de vida agitó sus alas y voló por los aires. Era una forma lo suficientemente familiar como para despertar instantáneamente su ira con solo verlo. Y no era otro que el mismo hijo de puta que le robó su Maná cuando quedó atrapada bajo tierra con el Orco.

El ‘cuervo coreano’, ese pájaro blanco.

“¡¡Ese maldito!!” (Kim Yu-Rin)

Se dice que los enemigos se encontrarían en medio de un puente estrecho. Tenía tantas ganas de arrancarle todas las plumas a esa cosa y convertirlo en carne asada y después….

Pero Kim Yu-Rin hizo todo lo posible por calmar sus manos temblorosas y su corazón latiendo locamente. Por ahora, ella realmente necesitaba encargarse del Jefe Ogro primero.

Volvió a verter Maná en Gungnir una vez más. No se molestó en poner un ‘propósito’ esta vez. No, todo lo que quería hacer era verter cada gota de Maná restante en su arma y perforar el corazón del Jefe, eso era todo.

Wuwuwuwu….

Gungnir resonó con su Maná y brilló intensamente con una luz dorada. Emitiendo un aura divino y provocando temblores en el suelo, el Gungnir disparó una sola línea blanca de rayo de energía cegadora.

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¡¡KAH-AH-AH-AH!!

El disparo y el impacto en el objetivo ocurrieron casi simultáneamente. El corazón del Ogro de Tres Cabezas fue penetrado en un instante, y Sae-Jin el Orco, que había cronometrado su salto a la perfección, vertió toda su fuerza en la maza y golpeó ferozmente la parte posterior de una de sus cabezas.

Sin lugar a dudas, el ataque letal de Kim Yu-Rin en el pecho del Jefe no iba a ser suficiente. Sin embargo, ahora también se combinó con el golpe terriblemente feroz de Sae-Jin, por lo que el Ogro ni siquiera tuvo la oportunidad de mostrar su vitalidad infame y tenaz.

* Sonido de el patético rugido de un monstruo moribundo *

Al final, el Jefe Ogro emitió un grito bajo mientras colapsaba lentamente en el suelo. Después de eso, los rugidos emocionados de los Orcos se extendieron por la ladera de la montaña.

“¡¡No, espera!! No ha terminado… ¡Kkheuck!” (Kim Yu-Rin)

Sin embargo, aún era pronto para la celebración de la victoria. Tenía que hacérselo saber a los orcos. Desgraciadamente, Kim Yu-Rin sólo pudo agarrarse el corazón y caer de rodillas. Era un efecto secundario adverso de extraer demasiado Maná de una sola vez.





Afortunadamente, aún así, las palabras que quería decir, Sae-Jin las gritó en voz alta.

“¡¡Aún no ha terminado!! …Hey, ¿estás bien?” (Sae-Jin)

Sae-Jin se acercó a Kim Yu-Rin mientras mantenía la vigilancia de Orco.

“¡¡Sí, estoy bie…!!” (Kim Yu-Rin)

En ese momento, Kim Yu-Rin se quedó aturdida. Poco después, una enorme sombra se proyectó sobre su cabeza y hacia el suelo. Sae-Jin se apresuró a darse la vuelta, y se encontró con el Jefe Ogro que en sus ojos tenía una luz escalofriantemente peligrosa mientras lanzaba un puñetazo que ardía con una intensa energía negra como el azabache.

Sae-Jin abrazó a Kim Yu-Rin e inmediatamente se retiró de allí.

¡¡¡KWAHANG!!!

Afortunadamente, el ataque del Jefe llegó un paso más tarde. Desafortunadamente, justo en ese momento, hacia la dirección en la que se había retirado, se precipitaba un ataque de Aliento.

“¡¡Kkhyaaah!!” (Kim Yu-Rin)

Sae-Jin arrojó rápidamente a Kim Yu-Rin a una distancia lejana con una fuerza que podría arrojarla fácilmente por encima de varias montañas, y evadió el Aliento. Sin embargo, este ataque del Aliento se curvó en la esquina y siguió su camino de retirada. Al mismo tiempo, el rápido puñetazo del Ogro de Tres Cabezas voló también.

Curiosamente, el golpe del Jefe debería haber sido mucho más lento que esto. Pero no fue así. Incluso los ojos del Monstruo brillaron de manera diferente. Eran mucho más violentos y opresivos que nunca.

Sólo entonces lo recordó. Uno o dos Trolls afortunados, cuando de alguna manera sobrevivían a la experiencia cercana a la muerte, iban en un alboroto similar a pasar por la ‘lucidez terminal’.

“¡¡Mierda!!”

El puño destructivo llegó volando junto con el ataque de Aliento. Si Sae-Jin eludía el puño, entonces sería golpeado por el Aliento, y si eludía el Aliento, entonces sería el puño, el que lo golpeará.

Sin embargo, quedaba otra opción para elegir. Y los instintos del Orco empujaron a Sae-Jin hacia esta elección.

En primer lugar, aumentó el flujo de sangre dentro de su cuerpo. Luego, al mismo tiempo, usó la habilidad ‘Warrior of Reversal’ y la superpuso con el aumento del flujo sanguíneo. Y finalmente, añadió el aumento de la fuerza física y la defensa que ‘obtuvo’ de la mujer de los Bathory.

Esta era la esencia de perseguir puramente el cuerpo físico más poderoso que se podía conseguir. Y este sentimiento le dio la sensación de mejora más profunda que jamás haya sentido en toda su vida, a la criatura esclava nacida solo para luchar: el Orco.

Firmemente de pie en el suelo, comenzó a soportar el ataque de Aliento que se apoderó de él. Debido a que estaba rescatando a Kim Yu-Rin, tuvo que descartar su maza hace algún tiempo. Pero eso ya no importaba. Solo su puño desnudo era suficiente…

¡¡KWAHAHAHANG-!!

Los puños del Ogro y el Orco chocaron en el aire. Una gran explosión estalló como un relámpago cegador donde los dos puños se encontraron y tiñeron el mundo de blanco puro, mientras que el suelo debajo se desintegró sin dejar rastro.

No se podía ver nada. Pero aún así, Kim Sae-Jin sintió que el brazo del Ogro en contacto con su puño se desintegraba lentamente también, y cerró los ojos.

 

[Condición resuelta: compromiso y sacrificio.]

[La Forma de Monstruo, el Cacique Orco se actualizará al Gran Cacique Orco.]

[Adquiriste la habilidad única del Orco, la ‘Esencia del Orco’.]

[¡¡La ‘Esencia del Orco’ resuena con la ‘composición muscular y densidad ósea de Bathory’ así como con el ‘Cuerpo de Maná’!! Propiedad especial, ‘El Cuerpo Divino Más Puro’ será…]

***

 

 

Los ojos de Kim Sae-Jin se abrieron lentamente dentro de la oscuridad borrosa.

Ese maldito pájaro blanco…

Al ver que lo primero que hizo fue enojarse, parecía que todavía estaba en su Forma de Orco. Pero había muchos problemas; podía parpadear muy bien, pero su cuerpo no se movía ni un centímetro. Quizás este era el resultado esperado, después de haber sido golpeado por el Jefe Ogro además de haber tomado un baño de aliento por todo su cuerpo.


“Mmm…”

Su voz aún logró filtrarse, de alguna manera.

De repente, sintió curiosidad. Luchó hasta la muerte con el Jefe Ogro, pero ¿Qué pasó con ese pájaro blanco? El cuerpo de ese maldito parecía haberse vuelto un poco más grande que antes también.

“… Bostezo~.”

Se sintió somnoliento y un bostezo salió por sí solo. Puso los ojos en blanco de alguna manera y echó un vistazo a su propio cuerpo que se parecía al carbón. Esto estaba al nivel de un milagro, él sobrevivió a todo eso. Parecía que inconscientemente había usado hasta 30 pociones curativas de una sola vez, a juzgar por la ventana de alerta para la Espiritualización que decía [70/100].

¿Y cuánto tiempo pasó desde entonces?

De repente, pensó en otra cosa.

‘… Este podría ser un buen momento para retirar al Cacique Orco, ¿no?’


Actualmente, las formas de monstruo más útiles ya se habían grabado en piedra. A pesar de que esta Forma se había convertido en el Gran Cacique, este era el límite para el Orco como especie. Entonces, tenía sentido utilizar la Forma Leviatán ilimitada, así como el Licántropo que tenía un potencial casi infinito todo el tiempo a partir de ahora. Aparte, había renunciado a su forma de goblin hace mucho tiempo.

Pero, antes de que pudiera hacer eso, había un punto conflictivo que considerar.

Kim Yu-Rin.

Tenía este sentimiento ‘especial’ hacia el Orco. Y no podía decir exactamente qué tipo de sentimiento era este. Solo podía sospechar que era un poco más profundo que la amistad o la lealtad que se sentía hacia los compañeros.

Sin embargo, además de todo eso, lo único que tenía que hacer primero era…

“…Por ahora, debería irme a casa.” (Sae-Jin)

No tenía idea de cuántos días habían pasado desde la batalla. Y había alguien esperándolo en casa. Sae-Jin cambió a la Forma Leviatán y convocó el poco Maná que le quedaba para activar la ‘hechicería’.

***

 

 

El destino de su transmisión instantánea fue la sala subterránea de conferencias secreta. Vino aquí, ya que Yu Sae-Jung podría sorprenderse por su repentina intrusión, aunque ella ya sabía que podía transformarse en el Leviatán. Sin embargo, otras formas todavía eran un secreto para ella.

“¡¿Paso solamente un día?!” (Sae-Jin)

Tan pronto como llegó, primero revisó el calendario, pero solo había pasado un día. Eso era un alivio. Exhaló un suspiro de alivio, Sae-Jin volvió a caer en el sofá, y mientras el sueño lo invadía lentamente, pensó en llamar a Yu Sae-Jung por teléfono…

“… ¿Has vuelto?”

“¡¿¡¿Mamá?!?!” (Sae-Jin)

Le sacó de su letargo una voz extranjera que saludaba desde algún lugar y se levantó apresuradamente del sofá.

La voz le pertenecía a Lillia.

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“¡¿Qu-qué demonios?! ¿Qué estas haciendo aquí?” (Sae-Jin)

“Huimos. Después de todo, nuestro plan falló.” (Lillia)

“… Ah, cierto.”

“Y también, el señor Sae-Jin personalmente nos dijo esto: restablecer nuestro santuario debajo de los terrenos de The Monster y continuar viviendo mientras tanto.” (Lillia)

Se acercó mientras hablaba con él y le entregó una botella de poción.

“No deberías dormir así. Por favor, beba una poción antes de que se quede dormido.” (Lillia)

“Oh, eh, gracias.” (Sae-Jin)

Tragar, tragar

Ya que bebió una poción, pensó que también podría hacerlo, y encendió la televisión.

Durante la breve emisión de noticias en la que se informaba a los telespectadores de que el caos cerca de Pyongyang estaba siendo solucionado, el incidente relacionado con el Orco apareció y ocupó el primer plano.

En resumen, Kim Yu-Rin había sobrevivido, afortunadamente. Aparentemente, Cornlak la había rescatado en medio de la explosión que se asemejaba a una ojiva nuclear estallando, causada por el ataque de Aliento y los dos puños chocando violentamente. El resultado final fue que un radio de 10 Km alrededor del área de la explosión se había convertido en nada más que ceniza y colapsó en la ruina total.

En otras palabras, se desconocía el destino de los Orcos restantes.

¿Todos perecieron? Sae-Jin sintió que se le oprimía el pecho después de escuchar la noticia.

“Eso está causando bastante caos en este momento. ¿Escuché que el Orco se sacrificó para matar a un Jefe Monstruo peligroso?” (Lillia)

“…Jajaja…”

“La señorita Hazeline se quedó realmente atónita cuando escuchó la noticia, diciendo ¿Qué pasa si realmente moriste allí? Todos los medios de comunicación informaron de que el Cacique Orco y el Jefe Ogro participaron en una encarnizada batalla a muerte y ambos murieron al final.” (Lillia)

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Kim Sae-Jin miró a Lillia y sonrió.

“Diles que cambien ‘Cacique’ por ‘Gran Cacique’ en cambio.” (Sae-Jin)

“Fuhut.”

Los ojos de Lillia se arquearon ligeramente. En cambio, las cejas de Sae-Jin se estrecharon al ver su reacción relajada.

“Espera. ¿Por qué sonríes así como si ya lo supieras?” (Sae-Jin)

“¿Yo hice eso?” (Lillia)

“¿…Qué? ¿Así que ya lo sabías?” (Sae-Jin)

“Puedes pensar en ello como quieras. Bueno, por favor discúlpeme. Tengo demasiados asuntos que atender.” (Lillia)

Se levantó de su asiento después de entregarle un teléfono móvil.

“Además, no debe olvidarse de llamar a la señora de la casa.” (Lillia)


***

 

 

En una tarde particularmente despejada, Sae-Jin visitó la habitación del hospital de Kim Yu-Rin. Tan pronto como abrió la puerta, vio a Cornlak, su cuerpo ahora mucho más pequeño. Envió una orden mental al lobo, diciéndole que actuara como si no lo hubiera reconocido. Cornlak cumplió lealmente su orden y permaneció tendido en el suelo.

“Oh, hola señor Kim Sae-Jin. Que gusto verte de nuevo.” (Kim Yu-Rin)

Kim Yu-Rin lo saludó con una sonrisa brillante que estaba completamente fuera de sus expectativas. Un poco nervioso, Sae-Jin se sentó en un sofá cercano mientras se sentía bastante decepcionado por alguna razón.

“¿Cómo te estás sintiendo?” (Sae-Jin)

“Me siento bien, gracias por preguntar.” (Kim Yu-Rin)

“….Eso es un alivio.” (Sae-Jin)

Sae-Jin respondió confundido y desvió la mirada hacia la pantalla del televisor LED. Los contenidos relacionados con el Héroe Orco estaban activos en este momento. Y probablemente debido al programa, no hubo mucha conversación entre ellos dos.

Sae-Jin observaba con cautela la situación, mientras que Kim Yu-Rin miraba la televisión con una sonrisa saludable en su rostro.

– Se cree que el Jefe de los Héroes Orcos perdió la vida durante la gran explosión. Innumerables ciudadanos, entristecidos por la pérdida, han formado largas colas para presentar sus respetos y…

Mientras escuchaba la voz del presentador, Sae-Jin reunió el valor suficiente y le preguntó a Kim Yu-Rin.

“… Ese Orco, ¿realmente murió?” (Sae-Jin)

“No.”

Su respuesta rápida y segura sorprendió a Kim Sae-Jin. Mientras apretaba su puño derecho con fuerza, continuó.

“Definitivamente, está vivo en alguna parte.” (Kim Yu-Rin)

Luego, ella lo miró y sonrió alegremente.

Tardíamente descubrió el banderín del Orco aferrado en su mano derecha. Él también sonrió junto con ella.


“Oh, es cierto. ¿Maestro de la alianza?” (Kim Yu-Rin)

“¿Sí?”

Los vientos soplaban suavemente desde las ventanas abiertas y esparcían su cabello como los pétalos de un cerezo que caen y bailan. Mientras pensaba, que hermosa, ella le habló con voz resuelta.

“Tal vez, solo tal vez, te lo pregunto, pero… ¿Aún deseas seducirme?” (Kim Yu-Rin)

“……¡¿Perdón?!”

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