Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: El Asesino Consigue Sus Ojos

Cuando tenía siete años, mi fuerza física había aumentado significativamente gracias al régimen de entrenamiento de mi padre y a mi propia práctica personal. La resistencia mejorada proporcionada por Recuperación Rápida me ayudó a durar más en ambos.

Cian había descubierto la presencia de mi habilidad de Recuperación Rápida durante uno de mis exámenes médicos regulares y me había estado asignando ejercicios de fuerza extra que tomaban en cuenta sus efectos.

Un día, me enviaron a una montaña dentro de nuestro territorio para una misión donde practicaría la caza.

Aunque se llama “caza”, eso no implica que el propósito sea simplemente recolectar comida. Caminar por el terreno peligroso ayudaría a perfeccionar mi resistencia y agilidad, y a través de la caza, debía perfeccionar mis técnicas de persecución y sigilo y mi capacidad para matar rápidamente.

Las bestias tenían sentidos mucho más agudos que los humanos. Si pudiera acercarme sigilosamente a un animal salvaje y matarlo de un solo golpe, asesinar a un humano seguramente sería pan comido en comparación.

La montaña misma estaba libre de desarrollo humano. Como tal, no había carreteras. Vadear por la hierba espesa y cubierta de maleza fue una prueba en sí misma.

Después de establecer una ruta, examiné cuidadosamente el suelo en busca de la menor señal de presa potencial.

“Parece que encontré mi objetivo del día”.

Excrementos de conejo, y frescos, además. También había huellas que atravesaban la hierba. De un vistazo, me di cuenta de que pertenecían a un conejo Alvaniano, que se conoce como conejos arte. Son lo suficientemente grandes como para consumir perros grandes si se les da la oportunidad.

Corrí rápidamente a través de los árboles, cubriéndome de maná y volviéndome tan rápido como el viento. Todavía no sabía cómo usar la magia, pero había estado estudiando cómo manipular el maná.

Aproximadamente a mitad de camino hacia mi presa, salté a un árbol y comencé a saltar de rama en rama. Normalmente, se habrían roto bajo mi peso, pero mi uso de maná me mantuvo lo suficientemente ligero como para que tal cosa no sucediera.

Era una sensación agradable manipular el maná tan fácilmente como respirar.

En solo unos momentos, avisté a mi presa. Aproximadamente treinta metros más adelante, un enorme conejo estaba desenterrando unos ñames y dando un festín.

Con mi ubicación a favor del viento, la criatura no captaría mi olor. Sin embargo, los conejos tenían una audición excelente, por lo que seguramente me notarían si me acercaba más.

Cuidándome de no hacer nada que pudiera delatarme, me colgué boca abajo con las piernas enganchadas sobre una rama en la que me había posado y me eché el lazo que colgaba de mi espalda.

La cuerda del arco hecha a medida estaba tan tensa que incluso los adultos habrían tenido dificultades para retirarla. Esta era un arma que requería una mayor capacidad física.

Solté la flecha e inmediatamente encontró apoyo. Perfore la cabeza del gran conejo de un solo disparo, matándolo instantáneamente.

“Muy bien, eso concluye el entrenamiento de esta mañana”.

Salté del árbol y me acerqué al cadáver del animal. Después de drenar la sangre y de matar el cuerpo, cubrí los pedazos que quería con corteza de árbol y los coloqué en la canasta en mi espalda.

De camino a casa, también recogí algunas bayas, hierbas y hongos.

***

“Vamooooos, Lugh, ¿no me dejas cocinar hoy?”

“Prometiste dejarme cocinar los días en que cazara. Por favor, siéntese, madre”.

Después de regresar a la propiedad, me dirigí directamente a la cocina y comencé a preparar el almuerzo usando el conejo que había masacrado esta mañana.

Mi comida no solo prometía ser deliciosa, sino que también me ayudaría a fortalecerme. Para desarrollar un físico fuerte, necesitaba comprender la ciencia nutricional y tener mucho cuidado con lo que comía.

En mi viejo mundo, los atletas solían tener un nutricionista personal desde una edad temprana por esa misma razón.

A pesar de lo avanzado que estaba la Casa Tuatha Dé en muchos campos de estudio, su comprensión de la ciencia nutricional era bastante deficiente. Por eso traté de cocinarme yo mismo al menos una vez cada pocos días para asegurarme de obtener la dieta equilibrada que necesitaba.

Normalmente, hice todo lo posible para obedecer lo que decía mi madre, Esri, pero esta vez me negué a cederle. Después de todo, cocinaba para mi propio beneficio.

Construir un cuerpo fuerte era mi prioridad número uno. No importa lo hábil que me volviera, no significaría mucho si no tuviera el poder adecuado para respaldarlo.

“Boooo, eso no es justo”. Mi madre hizo un puchero, hinchando las mejillas. Mientras intentaba pensar en una respuesta, mi padre entró en la habitación.

“Esri, no hay problema si Lugh quiere cocinar esta vez, ¿verdad? Últimamente, he comenzado a pensar que es un chef tan prometedor como un asesino. Estoy seguro de que todo lo que haga será bueno. Después de todo, es gracias a su maravillosa enseñanza que se ha familiarizado tanto con la cocina en primer lugar”, dijo.

“No es la comida lo que me preocupa. Se me hace la boca agua solo de pensar en lo bueno que será. Como su madre, me enorgullece que nuestro pequeño Lugh sea un cocinero tan hábil. El problema es que todas sus brillantes ideas están avergonzando mi cocina”, respondió Esri, mirándome con furia.

“Madre, me estás dando demasiado crédito. Todavía tengo un camino por recorrer antes de que mi cocina alcance la tuya”, dije.

“¡Oh-ho, parece que no solo es hábil como chef sino también como adulador!” Mi padre se rio a carcajadas.

“¡Oh, suficiente, Cian!” Madre espetó.

Este fue el escenario de una familia verdaderamente feliz. Mamá siempre se ponía así, y cuando papá no estaba trabajando o entrenando, siempre estaba sonriendo y haciendo bromas.

A veces, mi padre incluso se ponía tan alegre que no se veía ni una pizca del asesino a sangre fría que realmente era, una prueba más de su condición de maestro asesino.

Sus objetivos nunca sospecharían de él antes de llegar a su fin. Tenía una habilidad excepcional para interpretar el papel de una persona generosa y sociable que tranquilizaba a los demás.

Sin embargo, me había preguntado si eso no era un acto en absoluto. Tal vez él realmente era el tipo de persona que amaba genuinamente a su esposa y adoraba irremediablemente a su hijo.

Decidí hacer un guiso de crema.

La carne de conejo tenía un sabor suave similar al de las aves de corral y combinaba bien con un condimento espeso. Las principales fuentes de sabor de este guiso eran un caldo de sopa suave preparado con champiñones secos caseros y leche fresca de cabra y mantequilla.

Con hongos, tubérculos, leche y abundante carne, este guiso contenía todos los nutrientes que necesitaba, lo que lo hacía perfecto para mi crecimiento.

“Esta olla que te aseguraste de que sea conveniente, Lugh”, dijo mi madre. “No puedo creer que hayas podido hacer un guiso tan espeso y delicioso en solo treinta minutos. ¿Estás seguro de que no estás haciendo trampa con algún tipo de hechizo? ¡Oh, las largas horas que he perdido trabajando en mis propios caldos en el pasado!”

“No hay nada mágico en una olla a presión, madre. Descubrí esta técnica en un libro del estudio y pensé en probarla”, mentí.

Los principios detrás de la cocción a presión eran sencillos. Todo lo que tenías que hacer era sellar la olla para que el líquido y el vapor no pudieran escapar. Eso provocó que se acumulara vapor y aumentara la presión en la olla, lo que a su vez ayudó a cocinar la comida en el interior más rápido. No fue particularmente complicado.

“¡Bueno, me parece mágico!” Exclamó Cian. “Realmente eres inteligente, Lugh. Hace tiempo que sé que la presión causa este tipo de fenómenos, pero nunca se me hubiera ocurrido usarla para cocinar. ¡Esta forma flexible de pensar te servirá bien como asesino, muchacho!” ensalzó mi padre.

Es cierto que podría resultar un poco embarazoso cuando mis padres me elogiaron por cada cosa que hice.

En poco tiempo, mi estofado de crema estaba terminado. Era espeso y blanco y parecía tan decadente como olía.

El año pasado, la familia había comprado una gran cantidad de cabras. Desde entonces, tuvimos mucha leche de cabra y mantequilla para cocinar.

“Padre, Madre, por favor siéntense. Vamos a comer”, dije. Así, nos sentamos a almorzar en familia.

***

Madre y yo cocinábamos la mayor parte de la cocina en la casa de Tuatha Dé, lo cual era bastante raro para la nobleza. La razón de tal anomalía era bastante simple: a mi madre le encantaba cocinar.

Cuando tenía cinco años, le dije que quería empezar a cocinar y ella estaba muy emocionada de enseñarme. Recientemente, sin embargo, el miedo de mi madre a que mi habilidad para cocinar supere la de ella había avivado una extraña sensación de competitividad dentro de ella.

Quizás sea extraño que un hijo diga esto, pero algo en ese espíritu combativo la hizo lucir joven y linda.

Dicho esto, podría haberlo hecho sin algunos de los momentos en que ella me cuidaba. Aunque ahora tenía siete años, recientemente me había preguntado si quería mamar.

Dejo la comida en la mesa. Además del estofado de conejo, también tomamos ensalada y pan.

La mesa del comedor era bastante modesta, dado el estatus noble de la familia Tuatha Dé. Nuestras comidas consistían típicamente en un plato principal, pan, varios platos de acompañamiento, ensaladas, sopas y el postre ocasional.

“Este guiso es estupendo, Lugh. Tendrías que ser un genio para pensar en algo como esto”, elogió mi madre.

“¡Demasiado cierto! Ni siquiera puedes encontrar un guiso como este en la capital. Apuesto a que podríamos vender esto por una gran ganancia”, agregó mi padre.

“Eso es un poco exagerado. Esto no es nada por lo que emocionarse tanto”, dije.

“Eres demasiado humilde, Lugh. ¡Ah, tengo una idea! ¡Deberíamos servir este guiso en el festival de la cosecha de este año! ¡A todos les encantará!”

“Hmm, creo que es una gran idea. Los ingredientes son baratos, por lo que nos mantendremos por debajo del presupuesto del festival, incluso si producimos lo suficiente para todos en nuestro dominio. ¡Quizás esto incluso podría convertirse en un plato especial para nuestra tierra del que nuestra gente llegará a estar orgullosa!”

Al ver que mi padre me adoraba como lo hacía, a veces comencé a dudar de si en realidad era el jefe del famoso clan de asesinos Tuatha Dé… Pero no me molestó. No fue tan malo tener padres tan amorosos.

Ciertamente me estaba divirtiendo más cocinando que nunca en mi vida anterior.

Sinceramente, siempre he sido un cocinero decente. Una de las formas más fáciles de infiltrarse en cualquier lugar para llegar a un objetivo era trabajar como chef. Aprendí las artes culinarias porque era conveniente para mi trabajo como asesino a sueldo.

La comida que había preparado en ese entonces, junto con las muchas cocinas que había probado para la investigación, probablemente todos sabían objetivamente mejor que el estofado.

Curiosamente, este plato que había preparado para mis padres de alguna manera sabía mejor que cualquier cosa que hubiera conocido en mi vida anterior. Tal vez fue porque estaba experimentando sentimientos que mi antiguo yo nunca había conocido.

***

Después de que terminamos de comer, mi madre comenzó a recoger los platos y llevarlos a la cocina. Era una regla en esta casa que aquellos que no cocinaban tenían que limpiar.

Con una expresión seria en su rostro, mi padre me miró de arriba abajo. Una vez a la semana antes de los entrenamientos de la tarde, verificaba cuánto había crecido. Según esa evaluación, elegiría el contenido de la capacitación de ese día en consecuencia.

“Has crecido lo suficiente para poder manejar una cirugía. Hoy recibirás tus Tuatha Dé Mystic Eyes”, declaró.

Tragué saliva.

Así que ya es ese momento, ¿eh? Había visto el término “Mystic Eyes” aparecer en varios documentos del estudio.

Aunque había nacido con el mismo cabello plateado que mi madre, no tenía los ojos de ninguno de los padres. Los ojos de mi madre eran de un vívido tono azul y los de mi padre eran del color de la ceniza, pero mis ojos eran negros.

Dio la casualidad de que los ojos de mi padre eran negros al nacer. Sus ojos se habían vuelto grises más tarde en la vida. Ese color ceniciento era la prueba de que uno tenía los Mystic Eyes de la Casa Tuatha Dé.

La cirugía del implante se había probado en cientos de presos condenados a muerte. Era muy difícil y requería maná para realizarlo, pero si tenía éxito, el paciente obtendría una increíble capacidad de percepción.

“Estoy listo, padre”, dije. “¿Tienes miedo?”

“No, confío en tu habilidad”.

Puede que actuara como un idiota cuando era solo la familia, pero cuando llegó el momento de actuar como el jefe del clan, Cian Tuatha Dé era un verdadero profesional.

“No tienes que preocuparte. Te prometo que la cirugía será exitosa”, me aseguró, y con razón. Esta no era la primera vez que realizaba este procedimiento.

***

Cuando desperté, fui recibido por una oscuridad total. Mi padre me había envuelto la cabeza con una venda después de terminar la operación.

Una vez que consideró que era seguro quitarse la gasa, que fue solo unos momentos después gracias a mi habilidad de recuperación rápida, lo hice y abrí los ojos. Inmediatamente, me sorprendió lo mucho que se había alterado mi visión.

Hubo un marcado aumento en mi percepción. Mi visión a larga distancia también había mejorado. Los objetos en movimiento parecían mucho más claros, y parecía que incluso había adquirido una sensación de profundidad más fuerte.

También adquirí la habilidad de ver maná. Normalmente, el maná era algo que solo se podía sentir, pero ahora podía distinguir débilmente su flujo dentro de mi cuerpo.

Ser capaz de ver el maná de un oponente me permitiría predecir sus movimientos, una gran ventaja en cualquier pelea. Estos nuevos ojos míos eran básicamente una trampa.

Desafortunadamente, un aumento tan repentino en la capacidad fue más de lo que mi cerebro podía manejar al principio, y me golpeó un dolor de cabeza masivo. Sabía que, en poco tiempo, la recuperación rápida y el crecimiento ilimitado ayudarían a mi mente a adaptarse y procesar esta nueva información. Por el momento, tendría que aguantar.

“Padre, funcionó. Puedo ver más que nunca antes”, dije.

“Eso es un alivio. Un día, Lugh, te enseñaré cómo realizar esta cirugía para que puedas transmitirla a tu hijo”.

“Entiendo.”

Desarrollada hace tres generaciones, esta cirugía de implantación fue uno de los mayores secretos de la Casa Tuatha Dé.

“Con ese asunto terminado, tengo buenas noticias para compartir con ustedes. Finalmente puedo otorgarte algo que has deseado durante mucho tiempo”, reveló mi padre.

“¿Me encontraste un mentor que pueda enseñarme a usar la magia?” Pregunté emocionado.

Aprender a lanzar hechizos sin un maestro era imposible. Como tal, he querido un instructor adecuado desde que nací. Tanto mi madre como mi padre estaban bastante acostumbrados a usar maná, pero ninguno sabía cómo lanzar los hechizos adecuados, por lo que no pudieron enseñarme. Había querido aprender a usar la magia durante mucho tiempo para poder finalmente poner en práctica mi habilidad de tejedor de hechizos.

“Así es. Tu mentor llegará la semana que viene. Te sugiero que te dediques a prepararte para su llegada”, me instruyó mi padre.

Un elemento ausente en mi mundo anterior, la magia, pensé, probablemente terminaría siendo la clave para el exitoso asesinato del héroe.

Aparte de mi trabajo, estaba muy interesado en aprender cómo funcionaba la magia. Apenas pude contener mi emoción.