Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: El Asesino Aprende El Credo Familiar

Sentí que alguien me limpiaba el cuerpo y me envolvía en una manta suave.

Oh sí. La diosa dijo que debería tener cuidado con mi lengua vernácula para evitar que la gente se sienta incómoda. Lo tendré en mente.

Traté de moverme, pero estaba aún más débil de lo que esperaba.

Cuando abrí los ojos, encontré mi visión extremadamente borrosa. El mundo se enfocó constantemente.

Estaba en los brazos de una hermosa mujer de cabello plateado. Me había estado golpeando en la espalda durante los últimos minutos para hacerme llorar. Sentí que algo brotaba dentro de mí. Abandonándome al impulso, comencé a llorar violentamente.

La mujer me abrazó con fuerza. “Mi pequeño y precioso Lugh”.

Evidentemente ese iba a ser mi nombre.

El movimiento de mi cuello todavía estaba bastante restringido, por lo que no podía ver bien lo que me rodeaba, pero dada la salud de mi madre, la calidad de la manta y los muebles dentro de mi campo de visión, podría suponer que había nacido en una familia adinerada.

Ahora que lo pienso, el lenguaje de este mundo debería ser completamente diferente, ¿verdad? ¿Cómo puedo entenderlo? Me preguntaba.

Con una sincronización excelente, las palabras de la diosa resonaron en mi mente, diciendo: “Este es un regalo especial solo por hoy para que puedas orientarte. ¡Asegúrate de estudiar mucho y aprender el idioma!”

Escuché pasos que se acercaban y varias personas entraron en la habitación.

“¿Cómo está el niño, Esri?” preguntó una voz.

“Es un niño sano… Cian, ¿vamos a llevar a este niño al clan también?”

“Este país necesita la Casa Tuatha Dé. Con nuestra habilidad como asesinos, somos los únicos que podemos eliminar los tumores malignos que asolan nuestra tierra”.

“… No me gusta. Me aterroriza perderlo como perdimos a Ruff”.

“Lo criaremos para que sea fuerte para que eso no suceda. No repetiremos los mismos errores. Créame, Esri, yo tampoco quiero perder un segundo hijo”.

Este hombre, Cian, habló con severidad con una voz que no admitía discusión, pero había un toque tangible de calidez detrás de sus palabras.

Parece que Ruff era mi hermano o mi hermana. Aparentemente, habían muerto en la línea de trabajo familiar.

Aun así, había muchos beneficios al nacer en una familia con una profesión tan peligrosa.

Todos los trucos y conocimientos que adquirí como asesino en mi vida anterior fueron para matar a la gente de ese mundo, donde la magia no existía. El clan Tuatha Dé, por otro lado, había estado operando en el mundo de las espadas y la magia durante generaciones. Tendrían el conocimiento que necesitaba para convertirme en un asesino aquí.

El estatus de noble significaba que disfrutaría de todas las cosas que vienen con una riqueza considerable y no tendría problemas para encontrar tiempo suficiente para entrenar.

“Muy bien. Cumpliré con tu decisión. Pero debes saber que si pierdo a este niño, no creo que pueda volver a soportar el dolor…”

“Te lo juro, no dejaré que Lugh muera”.

Aun abrazándome fuerte, mi madre besó a mi padre. Luego ambos se inclinaron para besarme.

Cuando supe que iba a nacer en un clan de asesinos, no esperaba exactamente un ambiente familiar tan saludable. Mis padres parecían amarme de verdad.

Desde que tengo memoria, solo había mostrado afecto como acto. Era simplemente una simple herramienta de negociación para ayudarme con mi trabajo.

Me preguntaba por qué el afecto de mis padres me hacía sentir tan extraño… ¿Quizás así era como se sentía el verdadero amor?

Vivir aquí puede darme la oportunidad de estudiar el concepto de amor.

Los asesinos no necesitaban amor, pero sabía que sería esencial si quería vivir como una persona y no como una herramienta.

***

Antes de darme cuenta, habían pasado cinco años desde mi reencarnación.

Aprender a leer y escribir me tomó mucho tiempo debido a mi juventud. Pasé dos de esos años esperando que mi cerebro se desarrollara lo suficiente como para poder estudiar. Aun así, mi ritmo de aprendizaje fue extraordinariamente rápido para un niño de mi edad.

Como resultado, mis padres y los sirvientes de la familia estaban fuera de sí en estado de shock por mi progreso. Para ellos, debí parecerme un prodigio. Al principio, traté de frenar mi desarrollo para que los demás no sospecharan de mí, pero actuar con madurez para mi edad pareció deleitar a quienes me rodeaban, así que después de un tiempo, dejé de contenerme.

Me aseguré de que mi habla y gestos coincidieran con los apropiados para un niño.

Jugué el papel de un hijo perfecto para mis padres para garantizar un entorno de entrenamiento ideal. Sorprendentemente, llegué a amarlos de verdad con el tiempo y realmente quería hacerlos felices.

Cuando cumplí cinco años, la cantidad de cosas que podía hacer aumentó enormemente.

Recuperación Rápida fue una bendición.

Mi cuerpo joven se cansaba fácilmente, pero como me recuperé rápidamente de la fatiga, pude mantenerme activo durante largos períodos de tiempo. A medida que mis músculos continuaron desarrollándose, mi fuerza superó con creces la de otros de mi edad.

Un día en particular, me encontré en la biblioteca. Este gran estudio fue realmente impresionante, incluso para los estándares de los nobles.

En sus estantes se recogieron innumerables registros recopilados por la familia, así como muchos más volúmenes acumulados de todos los rincones del mundo. Casi todo lo que hubiera querido aprender estaba escrito en uno de los libros de esa biblioteca.

“Mi nueva familia tiene mucho más rojo en su libro de contabilidad de lo que esperaba”, murmuré.

La Casa Tuatha Dé era una casa noble del reino de Alvan, uno de los cuatro reinos principales del continente, y el jefe de la casa reclamaba el rango de baron.

Baron era uno de los rangos más bajos entre los nobles y, como tal, no tenían mucha tierra. Pero a pesar de eso, Tuatha Dé era extremadamente rico.

En la superficie, la Casa Tuatha Dé era una familia respetada que poseía los mejores conocimientos médicos del reino. Era bien sabido que habían utilizado sus métodos curativos superiores para ganarse grandes recompensas y el favor de la familia real, así como de muchas otras casas alabadas.

Sin embargo, se ocultó a la vista del público que el clan Tuatha Dé encabezaba un grupo de asesinos que llevaban a cabo solicitudes para la familia real y cierto ducado. Utilizaron el asesinato como una herramienta para eliminar a quienes se habían convertido en un lastre para el país.

Vida y muerte. Con el control de ambos, la Casa Tuatha Dé había llegado a poseer una gran riqueza e influencia política, a pesar de que su apariencia exterior era bastante humilde.

“… Tengo una herencia impresionante. Operar con éxito como una familia de asesinos durante siete generaciones no es poca cosa”.

Es más, lo habían hecho mientras guardaban un secreto que pondría al país de cabeza si alguna vez saliera a la luz.

El reino probablemente aprovecharía la oportunidad de deshacerse de la Casa Tuatha Dé si eso significara que el público nunca se enteraría del arreglo que compartió con la familia real. Era probable que el linaje Tuatha Dé tuviera secretos que impedían que sucediera tal cosa.

“Está bien, eso parece suficiente por hoy”. Justo cuando cerré el libro, alguien llamó a la puerta.

“Maestro Lugh, mi señor desea verlo”, llamó alguien.

Esa hora ya, ¿verdad? Pensé.

Desde la primera infancia, los miembros del clan Tuatha Dé recibieron un entrenamiento compuesto por ejercicios mágicos, así como ejercicio físico regular ajustado a la fuerza actual. Fue un régimen de entrenamiento muy eficaz.

Sin embargo, una vez que cumplió cinco años, comenzó el entrenamiento real y la dificultad aumentó significativamente. Hice todo lo que pude para aprender lo que pude de mi padre. Como jefe del clan, era un maestro tan bueno como pude haber pedido.

***

Ese día, parecía que estábamos usando una instalación subterránea para entrenar. Normalmente, la entrada a ese lugar estaba prohibida.

“Lugh, a partir de este día, comenzaré a compartir contigo los secretos de nuestro incomparable conocimiento médico y de asesinatos. Pero primero, repítame el credo familiar”.

“Las habilidades del clan Tuatha Dé solo deben usarse para asegurar la prosperidad del reino”, repití como un loro.

“¿Cómo beneficia nuestra tecnología médica al país?”

“Al salvar la vida de grandes figuras”.

“Eso es exactamente correcto. Nuestra familia tiene poco poder político. Sin embargo, si podemos salvar las vidas de quienes están por encima de nosotros, podrán hacer de nuestro país un lugar mejor. Próxima pregunta.

¿Con qué propósito el clan Tuatha Dé lleva a cabo asesinatos?”

“Eliminar a los que se han convertido en una presencia malsana en nuestras tierras. Eliminamos a las personas con malas intenciones para evitar que causen un daño excesivo”.

Sin vacilar recité los principios de la familia Tuatha Dé que mi padre me había repetido innumerables veces.

Existimos para mantener vivos a los que eran beneficiosos para nuestro país y matamos a los que causarían daño. Nuestra familia trajo prosperidad al país mediante nuestro control sobre la vida y la muerte.

“Bien otra vez,” dijo Padre. “Si, por ejemplo, un noble se volviera loco de ambición y comenzara una rebelión, incluso si tal levantamiento cayera, el precio que tendría se sentiría en todo el reino. Nuestros compatriotas se verían obligados a luchar y matarse unos a otros. Sin embargo, tenemos la capacidad de evitar que ocurra tal situación antes de que muera un plebeyo. No importa cuán astuta sea una persona, no importa cuán por encima de la ley pueda parecer, mueren en nuestras manos con tanta seguridad como cualquier otra”.

La espada del clan Tuatha Dé se dirigía más comúnmente hacia los nobles de este país.

En el Reino de Albania, la nobleza tenía una influencia significativa en los asuntos de la corte. Con ese poder, a menudo pudieron escapar del castigo.

Habían construido una red de seguridad tal para sí mismos que incluso la familia real tuvo problemas para perseguirlos. Sin embargo, todo el poder político del mundo no pudo salvar a un hombre con una daga en la garganta.

Tal fue su destino cuando el clan Tuatha Dé fue llamado para deshacerse de ellos.

Cuando mi entrenamiento más intenso finalmente estaba a punto de comenzar, fue a partir de ese momento que obtendría la fuerza necesaria para cumplir con el antiguo deber de mi familia.

“Lugh, ¿en qué se parecen los artistas marciales a los médicos?” preguntó mi padre.

“Hmm. Para mejorar de manera eficiente a una persona en combate, es necesario comprender el cuerpo humano”.

Los artistas marciales tenían un buen conocimiento de la anatomía. Tal conocimiento les permitió un control preciso sobre sus movimientos y les dio la información necesaria para apuntar a los puntos débiles de un oponente para someterlo rápidamente.

“Muy bien. Sin embargo, desde mi punto de vista, las técnicas de los artistas marciales son un mero juego de niños. No tienen un conocimiento suficientemente profundo del cuerpo humano. Los Tuatha Dé somos diferentes. Nadie sabe cómo acabar con la vida de una persona de forma más eficaz que un médico”.

Mi padre llegó a detenerse frente a una mazmorra enorme llena de prisioneros.

“Estos son prisioneros tanto nativos como extranjeros. Todos han sido condenados a muerte y por lo tanto fueron ofrecidos al clan Tuatha Dé como sujetos humanos”, explicó.

“Ya veo. A nadie le importará si matamos a esta gente. No puedo imaginar un recurso más útil que los sujetos humanos, tanto para el estudio médico como para el asesinato”.

De verdad, mi familia fue impresionante. También habían utilizado el estudio de la medicina para mejorar las artes de matar. No había forma más eficiente de estudiar cómo salvar vidas y cómo acabar con ellas que experimentando con personas vivas reales.

Ya sea que lo admitan o no, estoy seguro de que los médicos de mi mundo anterior sentirían una punzada de celos si se enteraran de esto.

Estoy seguro de que les gustaría probar nuevos medicamentos y cirugías en personas, pero no tienen más remedio que usar conejillos de indias. Si los médicos pudieran utilizar seres humanos vivos para todos sus experimentos, la medicina estaría cientos de años más avanzada.

“… No pareces perturbado por esto en lo más mínimo. Estaba aterrorizado cuando me trajeron aquí a tu edad. Incluso maldije el nombre de mi propio padre”, dijo Cian.

“Siento cierta reticencia, pero tiene sentido para mí desde un punto de vista lógico”, respondí.

“Realmente eres un chico talentoso. Pensar que ya posee este nivel de lógica y razón a una edad tan temprana. Como tu padre, estoy deseando ver la clase de hombre en que te convertirás. Para conmemorar este evento, la tarea de su primera lección será cometer asesinato. Me gustaría que mataras a cinco personas. Toma este cuchillo. Dejaré el método en tus manos, así que mátalos como quieras. A todos les han administrado un relajante muscular, por lo que no podrán oponer resistencia. Pero antes de comenzar, tengo una pregunta más. ¿Por qué crees que te estoy pidiendo que hagas esto?”

Todo lo que tenía que hacer era matar a algunas personas que ni siquiera podían defenderse. Incluso a la edad de cinco años, eso era bastante fácil con un cuchillo en la mano. Me pregunté si tal vez mi padre quería que memorizara técnicas de matanza eficientes, pero esa no parecía la respuesta.

“¿Acostumbrarse a matar? Quieres que mate gente para practicar, así que no dudo cuando se trata de algo real”, respondí.

“Correcto. Los humanos son extremadamente reacios a quitar la vida a otros. Esta resistencia a matar es tan grande que los soldados enviados a la guerra a menudo dudan en eliminar a sus objetivos. Un conocido mío en el ejército me dijo una vez que solo una de cada tres personas puede hacer lo que hay que hacer en su primera campaña”.

“Entendido. Me acostumbraré a matar ahora para evitar dudar durante mi primer asesinato”.

Sin demora, avancé hacia los muchos criminales encarcelados que habían sido condenados a muerte.

“Antes de que los mate, tengo una pregunta”, dije. “Adelante”, instó mi padre.

“¿Por qué me criaste para ser reacio a matar? Todos los libros ilustrados que mamá me lee hablan del valor de la vida, y tú me has enseñado a ‘amar a tu prójimo’. Estas emociones solo distraerán mi trabajo”, expliqué.

En mi vida anterior, mi organización me enseñó que las vidas humanas no tenían sentido. Como resultado, nunca dudé en quitarme vidas, ni me sentí culpable por ello.

Como en oposición a su propia profesión, la familia Tuatha Dé me había criado para mantener ideales virtuosos y mantener un corazón sano. Ambos eran nuevos para mí, ya que me habían faltado en mi vida anterior.

No pude evitar preocuparme de que esos sentimientos e ideales solo sirvieran para embotar mi espada interior.

“Si carece de un sistema de valores humanos normal, será incapaz de comprender cómo piensan otras personas”, respondió mi padre.

“Saber pensar y comportarse como una persona normal es un arma fundamental para un asesino. Además, nunca olvides que ante todo somos personas, no herramientas. No seguimos las órdenes a ciegas. Acepte un trabajo solo después de estar seguro de que es lo mejor para nuestra nación. Quiero que lo tengas en cuenta. Te estoy criando para convertirte en un asesino capaz que puede hacer lo que sea necesario, pero sobre todo, quiero que tengas corazón”, detalló Cian.

“La mitad lo entiendo y la mitad no. Tendré que pensar en eso”, dije en respuesta.

La calidez que embotaría mi mente también me haría más fuerte de alguna manera. Parecía ilógico y, sin embargo, ya podía sentir cambios dentro de mí. Seguramente las palabras de mi padre me ayudarían a ser feliz. Después de todo, esta vez iba a vivir como una persona, no como un arma.

Muy bien, es hora de hacer lo que tengo que hacer.

Por primera vez, sentí vacilación y culpa por matar, pero aun así, no escapé.

Este fue un paso esencial para comenzar mi vida como Lugh Tuatha Dé.