Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 1

Capitulo 10: El Asesino Recibe Una Prueba

Sintiéndome un poco tenso, me reuní con mi padre. “Lugh, ¿cómo te va con Tarte?” preguntó.

“Después de dos años de capacitación, ahora tiene el mismo nivel de habilidad que la mejor de la familia de la rama. No es especialmente talentosa, pero es muy trabajadora”, expliqué.

“Ya veo. Su entrenamiento parece progresar sin problemas, pero eso no es lo que estoy preguntando”.

“… En este punto, no he encontrado nada. La he estado monitoreando constantemente durante los últimos dos años, y buscando discretamente a través de la conversación diaria, pero realmente parece ser nada más que la hija de un simple aldeano”, dije.

“Quizás estaba pensando demasiado en las cosas. Temí que pudiera haber sido una espía enviada a nuestra familia para robar nuestro conocimiento y tecnología”, admitió mi padre.

No importa cómo lo mires, mi  primer encuentro con Tarte fue definitivamente demasiado bueno para ser verdad.

Busqué un mago en todo el dominio y no encontré nada, pero de repente apareció una chica de la nada. Padre había tenido razón al sospechar de una trampa.

También se me había ocurrido la posibilidad de que Tarte fuera un espía plantado por alguien que sabía que estaba buscando a un mago.

Más que nada, pensé en lo que había dicho Tarte: que una diosa había aparecido en su sueño y le había dicho que me encontraría.

Durante los últimos dos años, nunca había habido ninguna razón para dudar de las intenciones de Tarte. Si realmente era una espía, su habilidad tenía que superar tanto la de mi padre como la mía.

“Padre, ¿es ese el único asunto que deseaba discutir?” Yo pregunté.

“No, esa no es la razón principal por la que te llamé. Tu próxima sesión de entrenamiento será especial, porque también es una prueba. Si apruebas y superas un último período extendido de entrenamiento, te reconoceré como un miembro de pleno derecho del clan y podrás comenzar a aceptar trabajos reales”, dijo.

“Con mucho gusto tomaré la prueba. ¿Qué tengo que hacer?”

“Lucharás contra mí. Ganar o perder es irrelevante. Enséñame de lo que eres capaz”.

¡Qué idea tan atractiva! Por fin iba a poner a trabajar toda mi formación e ir con mi padre con todo lo que tenía.

***

Comenzó la prueba.

El escenario de nuestro duelo fue el bosque, un entorno propicio para los asesinos.

Esta no fue una pelea cara a cara de fuerza física. El formato del duelo era usar el sigilo para buscar a tu oponente y atraparlo usando un ataque sorpresa. Eso significaba que quien encontrara primero a su oponente tendría una ventaja abrumadora.

Mientras hacía todo lo posible por permanecer escondida, me concentré tanto como pude en no dejar ni el más mínimo rastro de dónde había estado.

Salté a un lado justo cuando una flecha atravesó el suelo donde había estado parado un momento antes. Era un proyectil corto, del tipo que se dispara con ballestas.

Se esparció un veneno negro brillante sobre la superficie de la flecha. El brebaje era una mezcla poderosa que era lo suficientemente fuerte como para dejar inconsciente a una persona normal por hasta tres días si rozaba la piel. Evidentemente, mi padre se tomaba muy en serio esta prueba.

“… Yo también tenía mucha confianza en mí sigilo”.

Ni siquiera pude arriesgarme a adivinar cómo Padre había detectado dónde me había estado escondiendo.

Sin embargo, a juzgar por la trayectoria y el ángulo de la flecha, pude señalar la ubicación desde la que la disparó. Era un lugar a unos cincuenta metros al sureste de mi posición actual.

No queriendo perder esta oportunidad, me envolví en maná y corrí. Mi capacidad de maná y la descarga de maná instantánea estaban fuera de serie. Lo que significaba que mi velocidad y fuerza estaban igualmente dominadas.

Normalmente, la vegetación de la montaña se hacía más espesa y dificultaba la carrera. Superé esto con una técnica de firma mía. Le di una patada al tronco de un árbol y usé una rama para impulsarme en el aire. La rama en la que aterricé debería haberse roto bajo mi peso, pero la cubrí de maná en el momento en que aterricé, que era una técnica muy avanzada.

Ahí está. Tan pronto como vi a mi padre, saqué dos cuchillos de mis bolsillos y los tiré.

Los cuchillos eran mi arma principal. Siempre caminaba con múltiples cuchillos de aleación de titanio a mano. A lo largo de los años, he llegado a moldearlos específicamente para lanzar.

Los cuchillos volaron por el aire casi a la velocidad del sonido porque los había lanzado con fuerza mejorada por maná.

Mi padre esquivó un cuchillo y tiró el otro, pero aun así pude acortar la distancia entre nosotros. Le corté con mi cuchillo de reserva, pero me bloqueó levantando y usando uno de los cuchillos que le había lanzado. Inmediatamente me cortó la garganta con la mano.

Lo esquivé por poco, luego pateé. Padre me leyó perfectamente, agarrando mi pierna entre su codo y su rodilla y rompiéndolo todo en un solo movimiento.

Ahogando un grito, me retorcí y lo tiré fuera de mí.

Si no hubiera podido deshacerme de él, seguramente habría sido el final de la prueba. Mirando a mí alrededor, me sentí consternado al descubrir que mi padre había desaparecido de nuevo.

Concentré el maná en curar mi pierna rota. Con la ayuda de Recuperación Rápida, solo tomaría un minuto volver a conectar el hueso.

“… Es en serio un monstruo”, murmuré.

Mi fuerza y velocidad eran superiores, además tenía el conocimiento de dos mundos a mi disposición. Incluso con tales ventajas, mi padre tenía el control total del partido y yo sabía la razón. Fue porque podía leer mis movimientos.

Gracias a su total comprensión del cuerpo humano, podía predecir lo que haría a continuación siguiendo los movimientos de mis músculos, latidos del corazón, pupilas, sudor, respiración, línea de visión, olfato y el flujo de mi maná. Tal era el poder otorgado por el conocimiento médico del clan Tuatha Dé, que se suponía era el mejor del mundo.

Era tan hábil como cabría esperar que fuera el jefe de la Casa Tuatha Dé.

Sin embargo, después de haber entrenado con él durante años, podría usar los mismos trucos. Dado que pude combinar lo que había aprendido en este mundo con lo que había aprendido en mi vida anterior, mis conocimientos y opciones superaron a los de él.

Aun así, mi padre pudo engañarme con un engaño que debería haber visto venir. Por el contrario, había visto completamente a través de mi intento de engañarlo. Aunque era reacio a admitirlo, probablemente estábamos separados por una gran brecha en la experiencia.

Esto fue suficiente para quebrantar la confianza que tenía en mí mismo por haber sido el mayor asesino de mi mundo anterior. Eso solo sirvió para confirmar cuánto aún tenía que aprender y cuánto más fuerte podía volverme. Definitivamente tuve la suerte de ser el hijo de Cian Tuatha Dé.

“Adelante”, me dije a mí mismo. “Voy a ganar.”

Cerré los ojos y concentré mis sentidos. Perseguir a mi padre sería jugar en sus manos. En cambio, iba a esperar a que él diera el primer paso.

Ambos estábamos listos para matar. Como esperaba, actuó primero esta vez.

Un cuchillo vino volando hacia mí. Era uno de los cuchillos de aleación de titanio que había lanzado antes.

Lo tiré a un lado, pero un segundo instantáneamente se lanzó hacia mí desde mi punto ciego. Con una sincronización increíble, incliné mi cuerpo en una posición casi imposible, apenas esquivando.

No tenía idea de cómo mi padre era capaz de lanzar dos cuchillos desde direcciones completamente diferentes casi al mismo tiempo, pero sí sabía que solo estaban destinados a ser una distracción.

El verdadero golpe vino de arriba. Si bien los dos ataques anteriores habían sido detectables, Padre había borrado su presencia por completo antes de lanzar este.

Padre se balanceó con mi cuchillo. No tenía forma de evitarlo debido a la posición incómoda en la que me encontraba al esquivar las dos primeras espadas que había lanzado.

Por lo tanto, no lo evité. Me giré para asegurarme de que mi padre no golpeara ningún punto vital y el cuchillo atravesó mi hombro. Ignorando el dolor, saqué mi tercer cuchillo escondido y lo puse en la garganta de mi padre.

“Yo gano.” Mi declaración no podría haber llegado antes. Estaba reprimiendo unas violentas náuseas y mareos. Los cuchillos que había usado Padre estaban cubiertos de veneno. Si no hubiera desarrollado tolerancia, me habría dejado inconsciente antes de tener la oportunidad de contraatacar.

“Parece que tienes razón. No puedo creer que perdí contra un niño de doce años… y tú también fuiste fácil conmigo. Hasta aquí mis ambiciones de ser el Tuatha Dé más poderoso de la historia”.

Mi padre me quitó el cuchillo, me echó un antídoto por la garganta y me atendió la herida.

“No fui fácil contigo”, dije.

“¿No es fácil para mí usar magia y fortalecerse con solo la cantidad mínima de maná requerida para ganar?”

“Eso habría dejado sin sentido el encuentro. Lo dijiste antes. Esto es una prueba, pero también fue un entrenamiento. Si hubiera usado toda mi fuerza y simplemente te hubiera abrumado, no habría aprendido nada. Eso no habría sido entrenamiento”.

Antes del encuentro, mi padre había dicho que debería pensar en esto como un entrenamiento y que no importaba si ganaba o perdía. Estaba claro que me estaba diciendo que no era ganar lo importante, sino aprender y mejorar mis habilidades a través de la práctica.

Una sonrisa jovial apareció en el rostro de mi padre.

“Así es, recibiste mi mensaje exactamente. Ver que ganar no era lo más importante era parte de la prueba… Es importante que un asesino nunca pierda de vista su objetivo. Si solo hubieras estado pensando en derrotarme, te habría juzgado incompetente en ese aspecto… Con esto, no me queda nada para enseñarte”.

“No, eso no es cierto”, refuté. “Todavía no puedo igualar tu habilidad. Solo gané por una apuesta de suerte”.

“Te he enseñado todo lo que sé y tú me has demostrado que puedes ponerlo en práctica. Ahora todo lo que necesitas es experiencia. A partir de aquí, debe avanzar con sus propios pies. Te sugiero que tomes la iniciativa en la búsqueda de formas de volverte más fuerte… Como prometí, pronto te daré una última prueba. Es una que hará crecer tus capacidades para usar fuera de la batalla”.

Cualquiera que fuera este juicio final, probablemente no involucraría ciencia médica o asesinato. Quizás existía algún otro componente esencial de ser miembro de la empresa familiar Tuatha Dé.

***

Después del entrenamiento, me di un baño, me cambié y salí con Tarte.

Salí a saludar a los ciudadanos del dominio.  Como su futuro señor, últimamente había comenzado a hacer un esfuerzo para hacer esto con cierta regularidad.

“Hice fertilizante y lo esparcí por los campos tal como dijiste, mi señor. Tuvimos una cosecha abundante este año”, dijo un plebeyo llamado Ruck.

“Me alegra oír eso. Me preguntaba si estarías dispuesto a cambiar la próxima vez si tengo algún juego extra, Ruck. Tus cebollas verdes son deliciosas”.

“¡Eso sería genial! Pero primero, acéptelos como un regalo de agradecimiento por el fertilizante. Sería un honor para ti tener algunos, mi señor”. Ruck me pasó un paquete de cebollas verdes frescas, que acepté con unas palabras de agradecimiento.

Más plebeyos vinieron corriendo en nuestra dirección.

“Mah vaca…”, dijo un hombre entre jadeos. “Mah vaca se rompió la pata trasera. ¿Podrías curarlo por favor?

“Sí, muéstrame el camino”, dije.

Corrimos hacia la vaca del hombre. El tratamiento fue sencillo y lo realicé de forma gratuita.

En este mundo, la nobleza tenía mucho poder. Esto se debió en gran parte a que eran los únicos que poseían maná, y usaron esa fuerza para proteger el dominio de monstruos y otras amenazas. Esta fuerza y protección tan grande a menudo conducía a una devoción casi religiosa por parte de los ciudadanos, razón por la cual la gente obedecía las leyes impuestas por la clase dominante y pagaba impuestos.

Sin embargo, ganar corazones requería más que poder. Ganarme el camino hacia sus buenas gracias era importante si quería gobernar alguna vez.

***

El sol se había puesto cuando Tarte y yo regresamos a la mansión. “Buen trabajo hoy, mi señor. Siempre eres tan popular”, dijo Tarte.

“Estoy agradecido por eso, pero recibí demasiados regalos. No estoy seguro de poder comerlos todos antes de que se echen a perder…”

Mi canasta estaba llena de artículos que me dieron los ciudadanos locales.

Muchos habían llegado a depender de mí debido a mi magia elemental y lo poco que sabía de agricultura de mi vida pasada. El primero de los cuales había estado usando para ayudar con algunos trabajos manuales.

Recientemente, había usado mi afinidad con el agua para rellenar un depósito que se había secado debido a la sequía, y luego terminé siendo tratado como un dios. Hubo nobles que enseñaron a su gente que la magia era sagrada y que nunca debía usarse para cosas como la agricultura, pero no veía ninguna razón para no usar un poder tan conveniente para ayudar.

“Esta bolsa también está llena”.

Abrí mi propia bolsa, que estaba llena de Fahr Stones.

La capacidad de maná aumentaba cuanto más maná usaba. Sabiendo esto, siempre me había esforzado por descargar maná constantemente al ritmo que mi recuperación rápida me permitía recuperarlo. Sin embargo, eso parecía un desperdicio, por lo que comencé a cargar Fahr Stones.

Hace medio año, realicé un estudio exhaustivo sobre la Fahr Stones que Dia me había dejado como regalo de despedida y creé con éxito un hechizo para producir mis propias piedras. Desde entonces, he estado haciendo tantos como pude y almacenando maná en ellos.

Al depositar la bolsa llena en el almacenamiento, comencé a cargar una nueva bolsa con Fahr Stones aún sin usar. Confiaba en que este gran suministro de armas que estaba almacenando me sería útil en el futuro.